Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios.

Proverbios 28:14

9 septiembre

El temor de Dios es el principio y fundamento de la verdadera religin. Sin un temor reverencial de Dios, no es posible encontrar apoyo para las virtudes ms brillantes. El alma que no adora, jams conocer la santidad.

Feliz aqul que siente un temor santo de hacer el mal. El santo temor no slo mira antes de saltar, sino tambin antes de moverse. Teme errar; teme faltar a su deber; teme cometer el pecado; teme las malas compaas, las conversaciones livianas y la astucia engaosa. Esto a nadie hace miserable, mas trae felicidad. El centinela que vigila es ms feliz que el soldado que duerme en su puesto. Quien prev el mal y lo huye es ms afortunado que quien anda descuidado y es destruido. El temor de Dios es una gracia tranquila que gua al hombre por camino seguro. De l est escrito: No habr all len, ni bestia fiera subir por l. El temor de toda apariencia de mal es un principio purificador que, por el poder del Espritu Santo, pone al hombre en condiciones de conservar sus vestiduras limpias en este mundo. En ambos casos, el que siempre est temeroso es feliz. Salomn haba probado los regalos del mundo y el temor de Dios; en los primeros encontr vanidad, y en el ltimo, la felicidad. No repitamos la prueba que l hizo; atengmonos a su veredicto.