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(POEMARIO)
POR:
jwalomar@yahoo.com
En primer lugar, quisiera darle las gracias por ofrecerme la oportunidad de compartir con usted,
amigo lector, esta iniciación. Esta presentación de poemas escritos en prosa son memorias de
eventos que he vivido, escuchado, leído o imaginado. En ellos destilo esas vivencias salpicadas
de gozo, tristeza, triunfos o frustraciones. Este esfuerzo responde a ese deseo natural de
expresión artística que es innato en cada hombre. Puedo compartir mi trasfondo señalando que
he estudiado Derecho y Finanzas; y me he desempeñado como militar, profesor universitario y
funcionario de gobierno. Experiencias que me han dado la oportunidad para observar y entender
al mundo desde diferentes perspectivas. Sin embargo, no fue sino recientemente que emprendí
un viaje hacia ese interior, que todos albergamos, buscando iluminarme a través del desarrollo de
mi sensibilidad. Por tanto, este esquema de composiciones es simultáneamente un experimento
y la respuesta a ese llamado existencial.
El título impuesto responde a la realidad frustrante, vivida hace unos años, de que a pesar de
tener los mejores deseos de superación y de contar con las credenciales requeridas para triunfar
se me hacia difícil obtener un empleo. En un momento dado, cuando un par de amigos me
inquirieron acerca de cómo había transcurrido mi vida, es que exterioricé la frase que resumía mi
inventario: “sólo poseo la ropa que llevo puesta, mis diplomas y grandes deseos de triunfar”.
Estos poemas giran en torno a temas de relevancia para quienes admiran los dones de las
mujeres; celebran la amistad; atesoran a la familia; y para quienes les invade esa sensación de
nostalgia o admiración por aquellas hazañas de personajes que dieron lo mejor de sí en el
momento apropiado. Todo esto para destacar lo ideal de lo posible y utilizarlo como guía de
conceptos o mapa de ese proceso que llamamos vida.
Es importante señalar, que la vida no es sino el cúmulo de historias, donde se descubren los
vicios y las virtudes, que serán utilizadas, en el final de los tiempos, como criterio evaluador para
la sentencia eterna. Humildemente, me confieso pecador y en estas páginas revelo mi lucha
personal para sobrevivir a esa apuesta cósmica.
Atentamente
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Rubia
Eres la musa de los poetas
y el deseo de los desprovistos.
Soy admirador de tu cabellera rubia;
de tu sonreír despreocupado;
de tu modo sensual y coqueto al caminar.
Tu menudees en tamaño
oculta la fortaleza de tu carácter.
Tu mirada felina
oculta la compasión que alberga tu corazón.
Tu porte señorial
oculta la humildad de tus sentimientos.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
De tus ojos soy…
Jaime W. Alomar
Santa Isabela, Puerto Rico
Una declaración incondicional a una amiga condicional
¡ Que pena !
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Recompensa
Hola mamá.
Tomando en consideración la labor que has realizado,
a través de tantos años,
he decidido dedicarte un espacio de tiempo.
Para así proponerte cómo habré intentar de premiar,
porque pagar sería imposible,
tu desempeño.
Deleitaré tu paladar:
Con quesos y postres de Copenhague;
chocolates de Génova;
vino tinto de Borgoña;
té de Malasia;
pastas de Tuscany;
y especias de Sicilia.
Vestiré tu figura:
Con trajes de Milán;
orfebrería de Estambul;
y carteras de Patagonia.
Y glorificaré tu presencia:
con perfumes de París.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Antes de que se marche mi padre
Hoy, porque lo quiso el Destino,
subió la pendiente el padre de un amigo.
Lo triste es que aún era un niño,
el padre no el amigo.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Desde la orilla
Sí señor, el olor a sal purifica.
Gracias a la dejadez u otros intereses de mis compueblanos,
disfruto de la tranquilidad y paz que brinda la orilla.
En ese momento, el mar me pertenece
y me convierto en Almirante de la Mar-Océano.
I II
Siempre, a mitad de mañana, salíamos corriendo. Me gusta decir: porque el tiempo no me alcanzó.
Unos a los baños, otros a la tienda, La franca verdad, para mis adentros,
varios a la plazoleta es que nunca tuve el valor suficiente
y un puñado, al árbol más cercano, para entregarle esplendidas flores.
Todos a jugar y a divertirse. Fueran éstas en especie, verbales o escritas.
Cosa curiosa que en 10 minutos Luego de tantos años, la escuela resulta pequeña.
se lograron tantas proezas. A través de la verja observo cómo los niños
Si hubiéramos aprovechado el tiempo, salen disparados a media mañana.
de la misma manera en horas de clase, Unos a los baños, otros a la tienda,
cada cual sería Einstein o Marie Curie. varios a la plazoleta
y un puñado, al árbol más cercano,
¿Por qué será que en la escuela primaria Todos a jugar y a divertirse.
conocemos a aquellos que más nos impresionan?
El mejor maestro, el mejor amigo, Si es cierto que la vida es un ciclo,
el mejor consejero, cuál de éstas nuevas niñas será Violeta,
y la mujer que desapareció. la misma que habrá de reinar
en el corazón y el recuerdo.
Sí señor, aquella de nombre Violeta.
La de los ojos grandes y trenzas parejas. Y cuál de estos nuevos niños
La más inteligente y carismática. será el estudiante prieto, feo y tímido,
La del cachet natural... de origen humilde. que durante toda una vida,
La misma que se marchó del pueblo habrá de pensar y sufrir:
sin jamás enterarse que yo le quería. ¿Qué habría pasado...
si hubiera preguntado?
Por:
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Te regalo el tiempo
I II
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
En el Mar de Barents, el 12 de agosto de 2000,
naufragó el submarino Kursk. Durante las labores
de rescate, encontraron una carta suscrita por un
“Estoy escribiendo a ciegas” oficial, la cual éste dedicada a su esposa. Hasta
ahora, el gobierno ruso ha mantenido en secreto su
contenido. Esta es mi sensible interpretación de lo
que pudo decir dicha epístola.
I II
Antes fuimos un conglomerado de naciones, Prometo que volveré a verte en aquel puente.
hoy la Unión no es tan aparente. Tu vestida de blanco y yo de gala.
Esto porque en algún momento, sin darnos Entonces, acariciaré tus mejillas
cuenta y hablaremos de todo lo que perdí,
o tal vez añorándolo secretamente, mientras estuve ausente.
en el camino perdimos el ideal.
Mientras tanto, tienes las prerrogativas:
Sí, lo cambiamos por otro Manifiesto Cuando sientas frío, usa mi abrigo de lana;
que materialmente nos satisface Cuando tengas miedo, usa mi espada;
aunque espiritualmente nos corrompe. Cuando te sientas sola, usa mi silbato;
Por ende, somos, en la vida o en la muerte, Y cuando necesites direcciones, usa mi brújula.
lo mejor de un imperio en decadencia.
Te garantizo que el amor,
Las explosiones fueron estridentes que un día juré besando la bandera,
y el desconcierto abrumador. permanecerá inalterado.
Hacia el fondo nos fuimos Aunque permanezcamos solitarios
más rápido que de costumbre. tu en tierra y yo aquí, en el fondo del mar.
Sólo quedamos vivos un puñado
de quienes comenzaron la travesía. Cada cual seguirá su rumbo por la vida
observando, escuchando y sufriendo...
Hasta que Neptuno rompa mis grilletes,
o vengas aquí... a las alturas.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Mi hermano el guerrillero
Hoy la gente del barrio estudia en las escuelas y transitan por las calles
que llevan tu nombre.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Entrega y desprendimiento
I II
Surcaban los mares en la búsqueda de tierras. Como toda lucha, posterior y anterior a ésta,
En esos tiempos, cada bando tenía fortalezas.
el honor era el activo más preciado. Pero nuestros héroes tenían a Ulster…
En esos tiempos existía la siguiente apuesta:
“el que toque tierra primero... gana”. Es así como metros antes de llegar a la playa
se suscitó temporeras ganancias.
Al mando de este buque insigne estaba Ulster. Hasta que nuestros héroes
En tierra había demostrado tener llegaron así a su límite humano,
un concepto claro y arraigado
de las visiones o la utopía. El capitán del buque contrario gritó:
“Ulster, la historia y la justicia son idénticas,
Desde lejos observaron la isla verde, las escribe el lado que gana”.
un regalo de los dioses... En la proa de ambos barcos
que aún hoy está dividida. habían manos extendidas hacia la playa...
Regocijos, alabaciones y cánticos ¿Lo entienden?
fueron pronunciados. “el que toque tierra primero... gana”.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
La espada del Cíclope
El destino era inminente.
Tantos años de desgano y oportunismo
afloraron la sed de venganza
de los que se sentían oprimidos.
El Dorado y las tierras
levantaron la codicia de otros titanes
que por razones creadas por éstos,
sin invitación o permiso,
iniciaron la conquista de la Isla.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Ropa, papeles y sueños
¿Cómo se mide el éxito?
Sencillamente, se verifica qué tienes
y cuánto vale.
¿Qué ocurre si no tienes?
Sencillamente, no llegas al Olimpo.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Hoy he decidido vivir
Pues así será... prefiero no tener nada y una hija que me admire.
A tenerlo “todo”y una hija que piense en mi como... un cándido.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Dos damas solitarias
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Casa C-23
I II
Estando aquí tengo el honor y el privilegio Al igual que a las plantas de su jardín
de percibir y reconocer los olores de la cocina; a todos los vecinos nos acaricia y conforta
escuchar la música de cánticos; con agua, abono y bendiciones.
ser testigo de las sonrisas y de las lágrimas; Sí señor, el tiempo es testigo silente
y observar los logros que Dios permite. de los intentos incansables del Enemigo.
Resulta grato saber lo más importante:
En la casa del lado El destino siempre corrompe la piel
los vecinos viven una vida sutil. pero nunca el espíritu...
Esto a pesar de que están expuestos
a las amenazas que todos sufrimos. ¡Que muchas adversidades superadas!
El Creador les permite
gozar de un ambiente... distinto. Tristemente, esta mujer ahora está cansada.
Felizmente, como las ramas de sus plantas
Cuando iba a jugar o a la escuela que violan la frontera de nuestra residencia,
todo era igual hasta cruzar los límites su amor, enseñanzas y esperanza
de esa residencia a dos aguas con chimenea. continuarán creciendo y multiplicándose.
Algo así como si se respirara distinto, Y así, esta mujer se transformará y perdurará
algo así como transportarse, como tallo para algunos, como raíz para otros.
por unos breves segundos,
a otra dimensión paralela pero mejorada. ¿Qué nos enseñó esta madre y vecina ejemplar?
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
EL JEFE DE LAS HORMIGAS
I II
Los años en Santa Isabel eran difíciles Cuanta falta hace volver a ese lugar,
pero nadie lo sabía. el mismo que en esta época sería paradisíaco.
La época era gris A pesar de las niguas, las chinches y el hambre.
pero todos se acuerdan de ella.
Cuanta falta hace emular a la gente de Habay,
La caña era Reina la misma que vivió feliz,
y la miseria su compañía. sin ajoros o compromisos.
Eran ricos cuando estaban desprovistos
De las hormigas me acuerdo y amanecieron pobres
porque me lo relató mi padre. tan pronto obtuvieron cosas.
I II
La partida del cónyuge la dejó devastada. El balcón fue el atalaya
A partir de ese evento donde esperó las últimas consecuencias.
los días y la familia carecían de significado. El cuerpo tan maltratado por los elementos,
La muerte como escape ocupó por la edad y por el descuido no resistía el azúcar.
un lugar privilegiado en su pensamiento. Algo curioso sabiendo que de su sumo
se alimentó y creció toda su familia.
Sólo la lealtad y la esperanza en la iglesia
insuflaban ánimo a ese triste cuerpo. Finalmente, el silbato sonó una vez más.
Por esto, la devoción aumentó Frente al balcón pasaron personas
y las prioridades cambiaron. que hacia tiempo no se sabía de ellas.
Entonces, reconociendo una figura familiar,
Luego de muchos años entre todo ese hormiguero,
de tanto vivir despreocupada se levantó de su sillón
la senilidad se apoderó de la forma. y se fue por el camino pedregoso,
Los hijos, los nietos, los vecinos, los amigos el mismo que interrumpe los surcos,
eran todos idénticos y tenían el mismo peso. gozosa, radiante , con un traje sencillo pero limpio.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
¡Ohj Alá!
Hace treinta años esperaba,
con la inocencia intacta,
los juguetes de esta alegre temporada.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Resoluciones
En el día de hoy,
justo antes de que acabe el año que sufro,
trasladaré a papel,
para que no se me olvide,
las reglas y metas que habrán de regir mi historia.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Todo acaba
Los grandes edificios se implosionan,
los buenos maestros se retiran,
los bellos campos se asfaltan,
el aire y el agua se contaminan,
y por ésto las líricas se desgastan.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
FIN