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ROPA, PAPELES Y SUEÑOS

(POEMARIO)

POR:

JAIME W. ALOMAR POMALES

URBANIZACIÓN PRADERAS DEL SUR


CALLE CEIBA 1004
SANTA ISABEL, PUERTO RICO 00757

jwalomar@yahoo.com

(REDACTADOS ENTRE 1999 A 2001)


INTRODUCCIÓN

En primer lugar, quisiera darle las gracias por ofrecerme la oportunidad de compartir con usted,
amigo lector, esta iniciación. Esta presentación de poemas escritos en prosa son memorias de
eventos que he vivido, escuchado, leído o imaginado. En ellos destilo esas vivencias salpicadas
de gozo, tristeza, triunfos o frustraciones. Este esfuerzo responde a ese deseo natural de
expresión artística que es innato en cada hombre. Puedo compartir mi trasfondo señalando que
he estudiado Derecho y Finanzas; y me he desempeñado como militar, profesor universitario y
funcionario de gobierno. Experiencias que me han dado la oportunidad para observar y entender
al mundo desde diferentes perspectivas. Sin embargo, no fue sino recientemente que emprendí
un viaje hacia ese interior, que todos albergamos, buscando iluminarme a través del desarrollo de
mi sensibilidad. Por tanto, este esquema de composiciones es simultáneamente un experimento
y la respuesta a ese llamado existencial.

El título impuesto responde a la realidad frustrante, vivida hace unos años, de que a pesar de
tener los mejores deseos de superación y de contar con las credenciales requeridas para triunfar
se me hacia difícil obtener un empleo. En un momento dado, cuando un par de amigos me
inquirieron acerca de cómo había transcurrido mi vida, es que exterioricé la frase que resumía mi
inventario: “sólo poseo la ropa que llevo puesta, mis diplomas y grandes deseos de triunfar”.

Estos poemas giran en torno a temas de relevancia para quienes admiran los dones de las
mujeres; celebran la amistad; atesoran a la familia; y para quienes les invade esa sensación de
nostalgia o admiración por aquellas hazañas de personajes que dieron lo mejor de sí en el
momento apropiado. Todo esto para destacar lo ideal de lo posible y utilizarlo como guía de
conceptos o mapa de ese proceso que llamamos vida.

Es importante señalar, que la vida no es sino el cúmulo de historias, donde se descubren los
vicios y las virtudes, que serán utilizadas, en el final de los tiempos, como criterio evaluador para
la sentencia eterna. Humildemente, me confieso pecador y en estas páginas revelo mi lucha
personal para sobrevivir a esa apuesta cósmica.

Atentamente

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Rubia
Eres la musa de los poetas
y el deseo de los desprovistos.
Soy admirador de tu cabellera rubia;
de tu sonreír despreocupado;
de tu modo sensual y coqueto al caminar.

Tu menudees en tamaño
oculta la fortaleza de tu carácter.
Tu mirada felina
oculta la compasión que alberga tu corazón.
Tu porte señorial
oculta la humildad de tus sentimientos.

Hoy es el día de tu feliz cumpleaños.


Ocasión para las sorpresas, muestras de cariño,
discursos, bendiciones, flores, coñac y chocolates.

En este día especial he acumulado el valor


para declararte lo mucho que te quiero;
para confesarte que eres la causante
de mis sueños eróticos, de mis fantasías diurnas,
de que consuma más vino del usual
y de suplicarle al Creador para que interceda.

Por las mañanas y en las tardes,


freno la velocidad de mis pasos
para “casualmente”encontrarme contigo.
Ese “buenos días”o “buenas tardes”,
que pronuncian tus carnosos labios,
resulta ser el preámbulo más glorioso
o se convierte en la despedida más alegre.

Cómo habré de confesarme;


cómo haré para transmitirte;
y cómo haré para que entiendas,
que el paraíso no está completo
sin la existencia de la fruta prohibida.

Yo, al igual que el primer hombre,


estoy dispuesto a perder la eternidad Por:
por tan sólo tener el placer de morder Jaime W. Alomar
(al menos una sola vez) Santa Isabel, Puerto Rico
ese cuerpecito rojo y tentador…
Piernas Largas
Eres una mujer joven y atractiva;
y con plenitud de rasgos deslumbrantes.
Sin embargo, hay una parte,
de tu gloriosa estructura,
que no puedo dejar de apreciar,
porque es imposible que pase desapercibida.

Esas piernas largas, me vuelven la boca agua;


convierten mi celebro en vapor;
y en roca... mi cuerpo.

Estás pintada de café;


eres delicada y perfecta,
como las figuras de Lladró.
Tus sensuales labios rojos
transmiten expresiones tentadoras
como los cánticos de las sirenas.

¡Ya sé lo que sufrió Ulises!

Todos los días fantaseo


que me permites, como si fuera un ciego
al que le conceden un último deseo,
recorrer con mis manos esas columnas jónicas…

Comienzo desde tus pies


y llego hasta tus caderas.
Mi pulso se acelera,
de mi frente brota un sudor copioso
y siento al éxtasis venir corriendo.

Ese viaje, que debería ser un triunfo,


resulta ser un castigo.
Porque un recorrido como ese…
lamentablemente, será una ilusión inconclusa.

Como bendición divina


aceptaste mi propuesta.
Comencé desde tus pies
y lentamente llegue hasta el génesis de la humanidad. Por:
Entonces, luego de ver a Roma… Muero, Jaime W. Alomar
con una sonrisa en mis labios… Santa Isabel, Puerto Rico
En silencio te admiro
Te admiro en silencio
porque no puedo vociferarlo.
Tu tienes dueño
y yo tengo compañía.

Ahora que estás desamparada,


desprovista y desamada
aprovecho para notificarte y desahogarme.

Cada vez que te veo en las mañanas


es como si me hicieras un regalo.
De hecho, acostumbro respirar y tomar valor
antes de abrir la puerta.
Esto porque sé que encontraré
una mujer de belleza exótica,
de carácter sensible
y de noble naturaleza.

Por nuestras circunstancias,


me he acostumbrado a soñar mis deseos.
Los mismos que contengo en una represa…
para no ir preso.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
De tus ojos soy…

Tus ojos son fuego


que abraza.
En este sutil juego
mi voluntad dominas y amordazas.

De tus ojos soy


el admirador más sincero.
Por esto, en secreto hoy
espero…

Espero a que llegues


y me des bonanza.
Tan solo un amague…
de amor y esperanza.

Y así por el tierno mirar


de tus ojos suspiro.
Anhelando que me liberen
y vean cómo por ti respiro.

Pero tú estás ajena.


Sorda a mis súplicas discretas.
Y lo más triste, también estás
ciega ante mis ansias concretas…

De tus ojos soy


tanto esclavo como mendigo.
Por esto, en secreto te amo.
Y a la vez… te maldigo.

Jaime W. Alomar
Santa Isabela, Puerto Rico
Una declaración incondicional a una amiga condicional

Te quiero porque estás.


Te quiero porque cuando te encuentras lejos,
te siento cerca... Y cuando estás cerca, estás dentro de mí.

Ayer, cuando esta relación parecía imposible,


me disté el valor de dar un paso adelante a esta aventura,
la cual tiene visa de épica histórica.

Hoy, a mitad del camino, me doy cuenta de que tenías razón.


La vida es sólo una y las decisiones son muchas.

¡ Que pena !

Por alguna razón o circunstancia,


os dieron a escoger entre la gloria o el infierno.
No sé si fue por una apuesta caprichosa de los Amos del Universo...
o simplemente para adelantar obstáculos a nuestra pasión.
Sólo te garantizo
que prefiero la gloria que causa nuestro infierno...
A el infierno de escoger otra Gloria.

Mañana, seremos viejos.


Tal vez felices o infelices, aunque ciertamente arrugados.
No sólo por el factor tiempo.
Sino más bien
por haber tenido el privilegio de satisfacer estas ansias...
Que por tanto tiempo nos consumieron.

Estoy seguro, que pasado mañana entenderás


el análisis de ahora.
Que ciertamente vale la pena quemarse eternamente,
a cambio del placer de disfrutar,
por tan sólo un segundo,
de tu esencia.

Jaime W. Alomar Pomales


Santa Isabel, Puerto Rico
A restless midlife and the spring

Listen if you want to be wise.


It’s better to try love in the spring
than to act as mice
in the ring.

Just when I though that life was sex plenty,


you suddenly appear.
Provoking in me a certain sense of fear.
Cause to tame you; I’ll need zest aplenty…

Your delicious sculpted body,


reminds me, marvelously,
of those things that if taken for granted
disappear fast… in a whirlpool, mostly.

So here am I, like always, shy.


Daring to conquest
without knowing why.
Just hoping to hold you… for awhile.

Those mischievous eyes


send shivers through my spine.
Tremors so strong that even when I try with all my might,
it wins… carrying me to a heavenly place, full of water and pines.

So here am I, like always, shy.


Wishing to release this lusty desire
of an early summer frenzy, gone wild.
That none the least, rejuvenate and inspire…

You should not feel guilty.


It’s just nature that came a’calling.
Dragging me away from this lonely and dreaded life,
for which I was falling…

Listen if you want to be wise.


It’s better to try love in the spring
(and release all the vice)
than be a fool,
renouncing the divine gift that life… brings.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Recompensa
Hola mamá.
Tomando en consideración la labor que has realizado,
a través de tantos años,
he decidido dedicarte un espacio de tiempo.
Para así proponerte cómo habré intentar de premiar,
porque pagar sería imposible,
tu desempeño.

Deleitaré tu paladar:
Con quesos y postres de Copenhague;
chocolates de Génova;
vino tinto de Borgoña;
té de Malasia;
pastas de Tuscany;
y especias de Sicilia.

Vestiré tu figura:
Con trajes de Milán;
orfebrería de Estambul;
y carteras de Patagonia.

Y glorificaré tu presencia:
con perfumes de París.

Por ahora, tomando en consideración


el tiempo, el presupuesto y el cariño…
Espero que por ahora aceptes, humildemente,
las más sencillas flores de Aibonito.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Antes de que se marche mi padre
Hoy, porque lo quiso el Destino,
subió la pendiente el padre de un amigo.
Lo triste es que aún era un niño,
el padre no el amigo.

A pesar de haber vivido tantos años


aún tenía energía para aportar
y mejor aún para hacer.

Como no sé cuándo me voy


pero sí que me voy desnudo
me inclino a reflexionar
qué le agradezco a mi padre.

Le agradezco cruzar las montañas para encargarme;


castigarme cuando me salía de la corriente;
alimentarme hasta ser como él;
apostar todo lo que tenía en mi favor;
curarme las heridas cuando caía;
enseñarme a realizar la afeitada perfecta;
apreciar el valor de las amistades;
ejecutar actos de lealtad;
y decirle cosas bonitas a las mujeres.

Antes de que el se vaya o yo me vaya


le abrazaré fuerte y diré gracias.
Entonces, cuando me reporte desnudo
estaré abrigado con su amor
y nuestras experiencias compartidas.

Lo más importante, le habré ganado al señor Destino


al no dejar que se quede en esta tierra
la riqueza de haber expresado... que le amo.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Desde la orilla
Sí señor, el olor a sal purifica.
Gracias a la dejadez u otros intereses de mis compueblanos,
disfruto de la tranquilidad y paz que brinda la orilla.
En ese momento, el mar me pertenece
y me convierto en Almirante de la Mar-Océano.

Desde la orilla observo y recibo


los regalos que llegan de continentes lejanos.
Un día inesperadamente, o tal vez desesperadamente,
llegó correspondencia en una botella.
Era un pedido de auxilio
suscrito por una Princesa.

La epístola, que aún conservaba el olor a jazmines,


Decía: “Escribo lo que quiero y estoy sola”.

¡Cuán tan terrible puede ser la soledad!


La misma que obliga a desprender gritos
que sólo podrán ser escuchados al azar.
Sin garantías, compasión o esperanza.
Tal vez, por razones del destino,
me fue asignada la labor de rescate.

Utilizando la misma botella,


anoté un mensaje, sin perfume,
que decía “No soy Príncipe.
Escribo poemas; me acompañan las gaviotas, pescadores,
los turistas pálidos y aún así... estoy solo”.

Inmediatamente la lancé al mar.


Quién sabe... tal vez al azar encuentre:
garantías, compasión o esperanza.
Tal vez la disimilitud de condiciones...
Genere atracciones.

Mientras tanto, sigo solo en la orilla.


Frente al mar, lejos de la muchedumbre
y de espaldas a la tierra.
Aquí, desde la distancia,
estoy observando y esperando Por: Jaime W. Alomar
una contestación… Con olor a jazmines. Santa Isabel, Puerto Rico
El Recreo

I II

Siempre, a mitad de mañana, salíamos corriendo. Me gusta decir: porque el tiempo no me alcanzó.
Unos a los baños, otros a la tienda, La franca verdad, para mis adentros,
varios a la plazoleta es que nunca tuve el valor suficiente
y un puñado, al árbol más cercano, para entregarle esplendidas flores.
Todos a jugar y a divertirse. Fueran éstas en especie, verbales o escritas.

Cosa curiosa que en 10 minutos Luego de tantos años, la escuela resulta pequeña.
se lograron tantas proezas. A través de la verja observo cómo los niños
Si hubiéramos aprovechado el tiempo, salen disparados a media mañana.
de la misma manera en horas de clase, Unos a los baños, otros a la tienda,
cada cual sería Einstein o Marie Curie. varios a la plazoleta
y un puñado, al árbol más cercano,
¿Por qué será que en la escuela primaria Todos a jugar y a divertirse.
conocemos a aquellos que más nos impresionan?
El mejor maestro, el mejor amigo, Si es cierto que la vida es un ciclo,
el mejor consejero, cuál de éstas nuevas niñas será Violeta,
y la mujer que desapareció. la misma que habrá de reinar
en el corazón y el recuerdo.
Sí señor, aquella de nombre Violeta.
La de los ojos grandes y trenzas parejas. Y cuál de estos nuevos niños
La más inteligente y carismática. será el estudiante prieto, feo y tímido,
La del cachet natural... de origen humilde. que durante toda una vida,
La misma que se marchó del pueblo habrá de pensar y sufrir:
sin jamás enterarse que yo le quería. ¿Qué habría pasado...
si hubiera preguntado?

Por:
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Te regalo el tiempo

I II

En esta fecha en que celebras Un reloj será mi ofrenda.


un año más de vida. Tómalo para que te recuerdes
Estás hermosa, radiante y joven. de las horas felices
Eres especial y única. y las experiencias compartidas...

Usualmente, esa fecha No te doy la máquina sino la función.


se me escapa de la mente. La función ideal y abstracta.
No es importante el hecho querida mía. Te regalo el tiempo.
Esto no significa dejadez
O falta de cariño. Te regalo la facultad
Recuerda que la razón de toda fiesta de adelantar o atrasar el tiempo.
no es el momento, sino la homenajeada. Reservo para mí la facultad
y el placer de detenerlo...
He buscado el regalo perfecto
que rinda homenaje a tus triunfos, Sí, especialmente cuando estás junto a mí.
a tus diligencias, a tu lealtad, Cuando bailas; cuando sonríes;
a tus consideraciones, a tus virtudes cuando acaricio tu cabello o mejillas;
Y sobre todo, un regalo que compense cuando compartimos junto a nuestra hija.
el amor que brindas gratuitamente. Y sobre todo,
cuando permites que te posea...
Caminando por el Bazar,
encontré lo que buscaba. Los pensadores han ponderado,
Una máquina sencilla y conocida. por muchos años,
Tan común que pasa desapercibida, la razón de nuestro ser y cómo nos ubicamos
tan útil que es imprescindible. en términos de espacio y tiempo.
Es necesaria para saber, medir, Tu amor ha brindado las respuestas:
estimar, suspirar, esperar, desesperar, Me has regalado el espacio...
olvidar, recordar y amar. Yo te regalo el tiempo.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
En el Mar de Barents, el 12 de agosto de 2000,
naufragó el submarino Kursk. Durante las labores
de rescate, encontraron una carta suscrita por un
“Estoy escribiendo a ciegas” oficial, la cual éste dedicada a su esposa. Hasta
ahora, el gobierno ruso ha mantenido en secreto su
contenido. Esta es mi sensible interpretación de lo
que pudo decir dicha epístola.
I II

Amada mía, aprovecho esta oportunidad, Habremos de morir decepcionados


que me brinda el destino, para escribir no por la falta de un pronto rescate,
lo que serán mis últimas palabras. porque sabemos que será inútil,
sino más bien porque habremos de sucumbir
La nación lo pidió sin medirnos como guerreros en combate.
y nuestro trabajo es cumplir.
Hacia el Oeste vamos, Aquí estamos en el compartimiento
surcando los mares helados, más cercano a la popa.
dejando atrás a la familia, Solos en la profundidad gélida y oscura,
llevando tan sólo la esperanza a leguas de quienes amamos
de regresar... sanos y salvos. y en la esquina más recóndita
del pensamiento de nuestros líderes.
Pertenezco a la tripulación
del buque más avanzado y temido del planeta. Mediante este testamento,
Somos orgullosos pero prácticos. te dejo lo poco que poseo.
Hoy no existe razón o deseo de pelear. Te certifico que siempre
Sin embargo, estamos preparados... te he amado y continuaré amándote.

Antes fuimos un conglomerado de naciones, Prometo que volveré a verte en aquel puente.
hoy la Unión no es tan aparente. Tu vestida de blanco y yo de gala.
Esto porque en algún momento, sin darnos Entonces, acariciaré tus mejillas
cuenta y hablaremos de todo lo que perdí,
o tal vez añorándolo secretamente, mientras estuve ausente.
en el camino perdimos el ideal.
Mientras tanto, tienes las prerrogativas:
Sí, lo cambiamos por otro Manifiesto Cuando sientas frío, usa mi abrigo de lana;
que materialmente nos satisface Cuando tengas miedo, usa mi espada;
aunque espiritualmente nos corrompe. Cuando te sientas sola, usa mi silbato;
Por ende, somos, en la vida o en la muerte, Y cuando necesites direcciones, usa mi brújula.
lo mejor de un imperio en decadencia.
Te garantizo que el amor,
Las explosiones fueron estridentes que un día juré besando la bandera,
y el desconcierto abrumador. permanecerá inalterado.
Hacia el fondo nos fuimos Aunque permanezcamos solitarios
más rápido que de costumbre. tu en tierra y yo aquí, en el fondo del mar.
Sólo quedamos vivos un puñado
de quienes comenzaron la travesía. Cada cual seguirá su rumbo por la vida
observando, escuchando y sufriendo...
Hasta que Neptuno rompa mis grilletes,
o vengas aquí... a las alturas.
Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Mi hermano el guerrillero

Llegaste justo cuando te necesitaban.


Fuiste el hermano, el hijo, el amigo, el gurú y el redentor.

La vida es excitante, llena de retos y sacrificios.


Con ese conocimiento comenzaste tu gesta.
Una entrega idealista, honrada y sencilla.

Tesis, antitesis y síntesis.

Viviste de manera espartana e intensa.


Colmaste tu mochila de cosas materialmente inútiles.
El retrato de la familia, la hebilla de la correa de papá,
un frasco conteniendo la tierra del pueblo,
el diario, el mechón de pelo de aquella muchacha sin nombre,
y las cartas de mamá.

Yo era un niño sin conocimiento y tu un adulto con pantalones.


Todos nos enteramos de tus proezas a través de los periódicos
y por medio de las continuas visitas de los guardias.

¡Que suerte que antes de morir ganaste la Guerra!


Sinceramente, no me hubiera gustado recordarte por tu notoriedad.
Ya sabes lo que decían: “el malagradecido, el criminal,
el despiadado, el loco, el subversivo...”

Hoy la gente del barrio estudia en las escuelas y transitan por las calles
que llevan tu nombre.

Hoy, soy el guardia del régimen que creaste.

Te parecerá extraño, pero actualmente combato y llevo al destierro


a los malagradecidos, a los criminales,
a los despiadados, a los locos y a los subversivos...

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Entrega y desprendimiento

I II

Surcaban los mares en la búsqueda de tierras. Como toda lucha, posterior y anterior a ésta,
En esos tiempos, cada bando tenía fortalezas.
el honor era el activo más preciado. Pero nuestros héroes tenían a Ulster…
En esos tiempos existía la siguiente apuesta:
“el que toque tierra primero... gana”. Es así como metros antes de llegar a la playa
se suscitó temporeras ganancias.
Al mando de este buque insigne estaba Ulster. Hasta que nuestros héroes
En tierra había demostrado tener llegaron así a su límite humano,
un concepto claro y arraigado
de las visiones o la utopía. El capitán del buque contrario gritó:
“Ulster, la historia y la justicia son idénticas,
Desde lejos observaron la isla verde, las escribe el lado que gana”.
un regalo de los dioses... En la proa de ambos barcos
que aún hoy está dividida. habían manos extendidas hacia la playa...
Regocijos, alabaciones y cánticos ¿Lo entienden?
fueron pronunciados. “el que toque tierra primero... gana”.

Súbitamente, entre la algarabía se escuchó : Es así como Ulster


“buque a estribor...” se convirtió en leyenda.
Era un buque con idénticas misiones, Desenvainó la espada y se cercenó la mano...
historias y visiones. lanzándola hacia la playa.
De inmediato la batalla comenzó.
¿Lo entienden? Entonces, antes de que la quilla
“el que toque tierra primero... gana”. del buque contrario encallara
en esas prodigas arenas de la isla verde,
Las velas no eran suficientes tomó posesión la mano ensangrentada de Ulster.
para conseguir ventaja.
Al compás del tambor y la arenga de Ulster ¿Lo entienden?
los aguerridos navegantes comenzaron a remar. “el que toque tierra primero... gana”.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
La espada del Cíclope
El destino era inminente.
Tantos años de desgano y oportunismo
afloraron la sed de venganza
de los que se sentían oprimidos.
El Dorado y las tierras
levantaron la codicia de otros titanes
que por razones creadas por éstos,
sin invitación o permiso,
iniciaron la conquista de la Isla.

Durante esa época de incertidumbre,


rindieron dignamente su labor
los guerreros del Cíclope.
Estos poseían la facultad para ver el panorama completo
pero carecían de la facultad para martillar menos.

El día oficial de la entrega,


luego de la desastrosa derrota,
el Jefe de los Leales tomó la decisión
de dejar una marca espontánea
que estableciera el límite de los mandatos.

Como ese viejo reloj le molestaba,


cada vez que daban las doce,
le asestó un golpe permanente
que habría de definir la historia.
Con la fuerza de quien ya nada le importa
introdujo, para siempre, su espada en la esfera blanca
de aquel desdichado instrumento de tiempo.

La historia continuó su trayectoria sin borrar la cicatriz.


Hoy, 100 años después de aquella rúbrica:
Tenemos, en diversas atalayas y garitas de la Isla,
unos nuevos guerreros leales;
tiempos de incertidumbre, desgano y oportunismo;
y nos posee un nuevo Cíclope,
que no habla nuestro idioma.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Ropa, papeles y sueños
¿Cómo se mide el éxito?
Sencillamente, se verifica qué tienes
y cuánto vale.
¿Qué ocurre si no tienes?
Sencillamente, no llegas al Olimpo.

En una sociedad consciente de sus libertades


resulta importante el hecho
de que todos tienen los mismos derechos
pero no las mismas oportunidades.

El triunfo se le escapa a los idealistas


y se desplaza al campo de los oportunistas.
De hecho, la inconformidad y el deseo de tener
nos ha vuelto, a todos los hombres, impotentes.

Sí, el amor e inclusive la satisfacción carnal más básica


depende de la joyas, del carro, del dinero,
del poder o de las apariencias físicas.
Ya no importan los piropos, los abanicos,
las visiones o las sonrisas.

Las únicas herramientas que necesito


para amar, hacer y conquistar.
Están gravadas en mi mente.
No en mi banco o bolsillo.

Yo, luego de tantas luchas,


poseo el mayor de los tesoros:
Tengo el cariño de un par de amigos verdaderos;
alguien que me dice papá y cree, genuinamente,
que soy el héroe de su vida.
He aprendido a admirar y a llorar.

Amigo, soy tan rico que puedo compartir lo que tengo.


Sí señor. Sólo tengo: ropa, papeles y sueños…

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Hoy he decidido vivir

La angustia y la vergüenza devastan.


Los ideales y los valores cimientan.
El encuentro de estos sentimientos...
levantan.

Luego de pasar tanto tiempo callado


la soberbia de otros se ha establecido como Derecho.
¡Si supieran que tan sólo lo hice para evitar batallas
y demostrar que quería ser parte del equipo!
Porque no es que era cándido,
ciego o sordo.
Sino más bien que era conveniente...
lucir como tal.

Todo por la esperanza.

Sí señor, por tener la esperanza


de que la conciencia de los otros,
en sus momentos de asueto,
se apoderara y dijera : ¡basta ya!
¿Por qué deseamos gente buena
para luego relegarla a un segundo plano?

La lucha comenzará y terminará hoy.


Porque la sanción del grupo,
por no permitir la soberbia,
es el destierro y la defunción social.

Pues así será... prefiero no tener nada y una hija que me admire.
A tenerlo “todo”y una hija que piense en mi como... un cándido.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Dos damas solitarias

Estas dos señoras son alegres


a pesar del señor Destino.
Personaje que lo mismo construye que destruye.

En las mañanas caminan juntas


para pelear contra los vicios
que genera la madurez.

Día a día barren el frente de sus respectivas residencias


y riegan las flores que les adornan.
Cada una vive en casas diferentes,
son vecinas frente con frente,
pero ambas sufren similares desfortunas.

Ambas son viudas que con ansias esperan


por el sonar del clarinete;
tienen a sus hijos desparramados por la Tierra;
son devotas de la iglesia y de las amistades;
viven la vida sencilla que le permite la pensión del gobierno;
disfrutan de los conciertos y las actividades sociales;
y comparten, lo poco que tienen, con este pequeño pueblo
que a penas se fija en ellas
cuando caminan juntas... por las mañanas.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Casa C-23

I II
Estando aquí tengo el honor y el privilegio Al igual que a las plantas de su jardín
de percibir y reconocer los olores de la cocina; a todos los vecinos nos acaricia y conforta
escuchar la música de cánticos; con agua, abono y bendiciones.
ser testigo de las sonrisas y de las lágrimas; Sí señor, el tiempo es testigo silente
y observar los logros que Dios permite. de los intentos incansables del Enemigo.
Resulta grato saber lo más importante:
En la casa del lado El destino siempre corrompe la piel
los vecinos viven una vida sutil. pero nunca el espíritu...
Esto a pesar de que están expuestos
a las amenazas que todos sufrimos. ¡Que muchas adversidades superadas!
El Creador les permite
gozar de un ambiente... distinto. Tristemente, esta mujer ahora está cansada.
Felizmente, como las ramas de sus plantas
Cuando iba a jugar o a la escuela que violan la frontera de nuestra residencia,
todo era igual hasta cruzar los límites su amor, enseñanzas y esperanza
de esa residencia a dos aguas con chimenea. continuarán creciendo y multiplicándose.
Algo así como si se respirara distinto, Y así, esta mujer se transformará y perdurará
algo así como transportarse, como tallo para algunos, como raíz para otros.
por unos breves segundos,
a otra dimensión paralela pero mejorada. ¿Qué nos enseñó esta madre y vecina ejemplar?

Los ocupantes son personas humildes, La certeza de saber y poder discernir


sinceras, cooperadoras y pueden superar, que nunca es tarde para reconocer y aceptar;
como si poseyeran cierto ánimo vivo, que quienes envidien, sufrirán y no alcanzarán;
cualquier reto u obstáculo. y que para mantener las plantas verdes:
hay que levantarse temprano,
El eje de esta noble familia es una mujer negra, aceptar estoicamente la apreciación de otros
llena de carácter, nobleza y virtudes. y sufrir, en determinados momentos,
La misma que a través de un verdadero esfuerzo el ardor y la sangre perdida
alcanza muchas cosas importantes: por culpa de las espinas…
Educa a sus hijos (ajenos y propios);
vence el mal, en todas sus ramificaciones; Hoy, que no soy niño y me faculta
convierte corazones y aconseja sabiamente. la voz, y sensibilidad de un adulto,
aprovecho la oportunidad
para darle las gracias
y pedir bendición...
¡Bendición!.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
EL JEFE DE LAS HORMIGAS

I II
Los años en Santa Isabel eran difíciles Cuanta falta hace volver a ese lugar,
pero nadie lo sabía. el mismo que en esta época sería paradisíaco.
La época era gris A pesar de las niguas, las chinches y el hambre.
pero todos se acuerdan de ella.
Cuanta falta hace emular a la gente de Habay,
La caña era Reina la misma que vivió feliz,
y la miseria su compañía. sin ajoros o compromisos.
Eran ricos cuando estaban desprovistos
De las hormigas me acuerdo y amanecieron pobres
porque me lo relató mi padre. tan pronto obtuvieron cosas.

En ese hormiguero convivían, Hoy sólo me acuerdo de los últimos días


como una sola familia, del Jefe de las Hormigas
la gente más noble, trabajadora, que con voluntad férrea
servicial e inocente del pueblo. no quería separarse del trabajo.
Todos eran hermanos, Entonces, sólo le asignaron el trabajo de viejos...
compañeros y compadres. Esto sin saber o distinguir
El lugar era privilegiado, si era una humillación o una recompensa.
de hecho, todos sus residentes
se conocían y llaman de la misma manera: Ese era Don Paco Alomar,
La gente de Habay. el padre de mi padre,
quien fue dos veces negro.
Es una pena. Negro a causa del amor y por el sol.
Porque de este lugar memorable El mismo que en la última lucha,
sólo quedan las huellas del sudor y las lágrimas. con una pala de corte al hombro
y botas de goma en sus pies desnudos,
Para nuestra fortuna, en el ambiente aún queda estaba presto y disponible para manejar hábilmente
el olor a sicote, melao y pitorro, el caudal que corría por los surcos.
mezcla que cuando se obtiene honradamente
no es sino el más rico aroma. Surcos que hoy están vacíos
porque la caña no es Reina.
Sin embargo, a causa del olvido...
la miseria aún sigue siendo nuestra compañía.

Jaime Walter Alomar


Santa Isabel, Puerto Rico
Desde el balcón

I II
La partida del cónyuge la dejó devastada. El balcón fue el atalaya
A partir de ese evento donde esperó las últimas consecuencias.
los días y la familia carecían de significado. El cuerpo tan maltratado por los elementos,
La muerte como escape ocupó por la edad y por el descuido no resistía el azúcar.
un lugar privilegiado en su pensamiento. Algo curioso sabiendo que de su sumo
se alimentó y creció toda su familia.
Sólo la lealtad y la esperanza en la iglesia
insuflaban ánimo a ese triste cuerpo. Finalmente, el silbato sonó una vez más.
Por esto, la devoción aumentó Frente al balcón pasaron personas
y las prioridades cambiaron. que hacia tiempo no se sabía de ellas.
Entonces, reconociendo una figura familiar,
Luego de muchos años entre todo ese hormiguero,
de tanto vivir despreocupada se levantó de su sillón
la senilidad se apoderó de la forma. y se fue por el camino pedregoso,
Los hijos, los nietos, los vecinos, los amigos el mismo que interrumpe los surcos,
eran todos idénticos y tenían el mismo peso. gozosa, radiante , con un traje sencillo pero limpio.

En ese triste ambiente descubrió Nosotros, los que aquí quedamos


un rincón de la casa que por ser tan común compartimos el antiguo balcón.
jamás le prestaron atención. Celebramos las fiestas, jugamos dominó
En ese lugar daba lectura a las novelas de vaqueros, y recordamos con placer
observaba las telenovelas, la imagen de estas golondrinas.
saludaba a los transeúntes, Las que se acurrucaron en el nido
amasaba los domplines y vendía limbergs. justo al borde de la rama.

El balcón fue sinónimo de lucha Nos queda la certeza


de descanso, de espera, de que en estos momentos
de inconformidad y de protesta ambas golondrinas se acurrucan
por la imposición del Creador en la paz del algodón más mullido.
a esperar veinte largos años. Juntos, radiantes, gozosos
con ropaje sencillo pero puro.
En cada ocasión en que se mecía en el sillón
afloraban las imágenes del pasado. Nosotros, los que aquí quedamos
Cuántos recuerdos gratos; también esperamos con ansías
cuántas horas frente a la radio, el sonido del silbato
como en los mejores tiempos de la colonia; y el murmullo del hormiguero...
y cómo olvidar el compromiso con las fiambreras.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
¡Ohj Alá!
Hace treinta años esperaba,
con la inocencia intacta,
los juguetes de esta alegre temporada.

Sin idea del sacrificio que esto requería


o la cantidad de amor que se expresaba.
Eran simplemente juguetes
por hacer nada... era un derecho,
una concesión tal vez, o mejor aún:
la recompensa esperada…
La misma que disfrutábamos con placer
entre nuestros pequeños dedos.

Hoy, me toca el privilegio de imitar a Melchor.


Actuaré igual que aquel hombre negro, devoto, rico y sabio.
Aunque sólo posea como característica idéntica la primera.

En esta ocasión repartiré pequeños pedazos


de mi amor, o del esfuerzo compartido,
entre los niños pobres de mi pueblo.
Aquellos, que sin ser Jesus sufren la misma marginación,
ocasionan preocupación en vez de esperanza
y los que, por diversas razones,
no tendrán ese poder sobrehumano para combatir el mal
o sanar a los enfermos.

Ojalá que durante ese día se iluminen


los corazones de quienes viven en la oscuridad.
Ojalá que durante ese día se llenen
las arcas espirituales de quienes carecen.
Ojalá que este esfuerzo cubra de bendiciones
a los jóvenes que tan urgentemente las necesitan.
Ojalá que los adultos ganemos esa inocencia perdida,
la misma que nos permitía jugar sin preocupaciones,
volar como todo héroe mágico
y soñar a tener, entre nuestros ya curtidos dedos,
esa recompensa esperada…

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Resoluciones
En el día de hoy,
justo antes de que acabe el año que sufro,
trasladaré a papel,
para que no se me olvide,
las reglas y metas que habrán de regir mi historia.

No que ésta estuviera carente


de reglas o metas claras.
Todo lo contrario,
no estoy cambiando de concepto
sino de método.

Cuando salga de este habitación:


amaneceré hacia la vida nueva;
saludaré a quienes aún duermen;
regalaré con la genuina intención;
buscaré los detalles que antes perdía;
pensaré en el gran concepto;
me reuniré con quiénes pueden ayudarme;
escaparé de los convencionalismos;
enamoraré a la mujer que una vez despreciara;
beberé del vino que conforta y revitaliza;
comeré los manjares exóticos;
oleré el aroma de las rosas que nacen silvestres;
disfrutaré de esta breve vida;
jugaré al inocente aunque sepa dónde están las curvas;
pelearé en lugar de quedarme callado;
navegaré entre las tempestades;
conquistaré las fronteras que antes me limitaban;
estableceré nuevas marcas y normas;
descansaré junto al árbol que está solitario en la cúspide;
y dormiré hasta ser llamado por cánticos y voces.

Entonces, pero sólo entonces,


escogeré otras nuevas resoluciones.
Ahora, solo resta prender el cerillo de incienso,
tomar el champagne, sonreír y comenzar.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico
Todo acaba
Los grandes edificios se implosionan,
los buenos maestros se retiran,
los bellos campos se asfaltan,
el aire y el agua se contaminan,
y por ésto las líricas se desgastan.

El amor siempre permanece


y por esto,
la esperanza nos pertenece.

Jaime W. Alomar
Santa Isabel, Puerto Rico

FIN

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