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Se define como Juicios Morales aquellos en los que nos pronunciamos sobre la
bondad o maldad de unos actos pasados, presentes o previstos.
Pero ¿qué es lo que hace posible que ante una acción determinada nos puedan
decir de ella que es buena, y otros, que es mala?
Respuesta: Los juicios morales son posibles por el SENTIDO MORAL.
Dos a más juicios morales sobre un mismo acto pueden ser distintos.
Es lo que llamamos RELATIVISMO MORAL (Distintas normas entre distintos
individuos, en distintas sociedades, para distintas circunstancias).
Conviene aquí precisar los conceptos de norma moral y conciencia moral.
La norma moral es una regla objetiva, no fabricada por nosotros y que pretende
regular el comportamiento moral de una comunidad.
La conciencia moral es el uso, la reflexión y la consideración personal que
hacemos de esa norma.
Resulta evidente que el relativismo al que hemos aludido, se refiere a la conciencia
moral, pues son diversas las actitudes que adoptamos frente a una misma norma.
Cuando aludimos al relativismo de las normas, nos hemos referido al hecho de que
manteniendo la objetividad de las mismas, éstas pueden ser distintas en las
diversas colectividades o comunidades existentes.
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SENTIDO MORAL
- Adquisición de normas.
- Mantención de normas.
Rechazo, cuando la norma (s) que se nos trasmitió no nos convencieron y, tras un
razonamiento y una crítica, hemos decidido olvidarla.
Rechazo también, cuando por cansancio o saturación hemos, sin más, prescindido
de ellas. Rechazo cuando las hemos sustituidos por otras.
Aceptación, cuando esa norma constituye lo que se puede llamar nuestro bagaje
moral. El conjunto de reglas que hemos mantenido, conservado, con las que
caminamos por la vida y que constituyen lo que en un principio hemos llamado
sentido moral. Este hace posible que podemos juzgar nuestros actos y las
acciones de los demás.
Una de las características más sugerentes de los Juicios Morales, es que tales
juicios no son definitivos, fijos e inmutables, por eso decimos que son provisorios y
transitorios. El sentido moral cambia.
RIGIDEZ Y TOLERANCIA
La transitoriedad del juicio moral viene dada, también por lo que podríamos llamar
transmutación de valores.
Hemos de ser conscientes, desde el primer momento, de que los valores aceptan
cualquier ordenamiento. Que este ordenamiento no es fijo o inmutable, y que
están los valores sujetos al cambio y a la desaparición.
Pero lo que ocurre es que el hombre siempre juzga y actúa por una escala de
valores, por un sistema de prioridades sea cual fuere, y que la reflexión personal
sobre los valores que nos mueven a establecer juicios morales y a comportarnos
de un modo determinado, puede ser el comienzo de una de las tareas mas digna
que toda persona puede proponerse, y que muy pocas alcanzan: “conocerse a sí
mismas”.
Ejemplos: comparar los juicios morales que se tenían hace algunos años y ahora,
de los siguientes comportamientos:
No todas las personas de una misma comunidad, incluso dentro de una misma
familia tienen el mismo sentido moral y tampoco juzgarán un mismo acto de la
misma manera. Los juicios morales son relativos a las personas que los
emiten, y esta relatividad va en función de los esquemas morales o de la escala de
valores que los individuos poseen.
Ejemplos:
- La infidelidad en el matrimonio, puede ser considerada para unos un acto
normal e indiferente, mientras que otros lo condenarán con dureza.
- Los bienes de los demás, especular con ellos puede ser para unos un acto
inmoral y para otros un acto justificado y correcto.
Respetar los juicios morales que los demás emiten no quiere decir, ni mucho
menos, acatar tales juicios. Podemos discrepar profundamente de ciertos juicios
morales, y sin embargo, respetar a quienes los dicen, y el contenido de los mismos.
Hemos visto anteriormente que todo juicio moral es relativo. Relativo a la
persona, a sus valores, a la comunidad etc.; por todo ello debemos respetarlos,
pues así respetamos también a las personas, a sus valores y a las comunidades
que los sustentan.
ES NO ES
Atenderlos Aceptarlos
ARGUMENTACIÓN MORAL