EL AMOR, ENTRE EL CAOS Y LA ESPERANZA

Un mundo nuevo, un mundo desbordado por el cambio

En los últimos 100 años hemos sido testigos de una gran transformación social.
Principalmente las investigaciones tecnológicas vinculadas a la Comunicación y a la
Informática han adquirido un desarrollo extraordinario dando origen a una nueva economía
(globalizada, neoliberal) que defiende la libertad del mercado, es muy competitiva y se fundamenta
en el consumismo como motor de la producción. Esta economía que sólo se fija en el capital y su
rendimiento sigue abriendo la brecha de separación entre los países ricos y los países empobrecidos.
En el ámbito de la Política es una constante el intento de superación de las dictaduras y la
implantación de la democracia como forma de gobierno más humana. Es un hecho la pérdida de
relevancia del comunismo a favor de la concepción liberal de la política que lidera EEUU. A pesar
de ello un nuevo orden mundial parece que quiere darse desde la base de los Derechos Humanos y
el crecimiento de la ONU.
Desde la necesidad humana de la búsqueda del sentido de la vida el hombre ha desarrollado la
cultura y la diversidad de tradiciones. En este marco cabe destacar los fuertes movimientos
culturales que se han producido: desde la defensa de los Derechos Humanos, al ecologismo, el
feminismo, el movimiento hippie, la revolución de mayo del 68 en París, la renovación de la Iglesia
católica a través del Concilio Vaticano II, el nacimiento de las ONG’s y los voluntariados sociales.
Todos estos cambios se evidencian en los útiles con los que nos desenvolvemos y que nuestros
abuelos no conocían: tfno, tv, computadores, internet, medios de transporte, ropa, calzado, comida,
aire acondicionado, lavadoras,…
Y con ello los cambios también se han producido a nivel de nuestras relaciones
interpersonales, en la familia, en la sexualidad, en la forma de vivir. Van cambiando conceptos
fundamentales con los que nos situamos en la existencia como el amor y la libertad.
Es evidente la transformación que ha sufrido la familia tradicional y la gran variedad de
formas que ha adquirido en nuestros días. La gran cantidad de rupturas familiares ha dejado a la
intemperie a muchos niños y jóvenes que sufren sus consecuencias.
El factor más determinante ha sido la liberación de la mujer, su concepción de sí misma y su
papel en la sociedad. Su acceso a todos los puestos de trabajo y estamentos de responsabilidad ha
llegado a lo más nuclear de la sociedad y ha influido en nuestra propia identidad humana.
El amor que se ha hecho más difícil que nunca, se ha convertido a su vez, en el valor más
deseado y necesario para nuestra vida.

Una ventaja fundamental, la conquista de la autonomía personal

Ahora la vida se desarrolla con menos apoyos, no se puede evitar la tarea de discernir, decidir y
ejecutar de forma personal.
El gran valor de nuestro tiempo o al menos la gran posibilidad que tenemos a diferencia de
épocas anteriores es la autonomía personal o la capacidad para elegir nuestro plan de vida y
realizarlo. Desde aquí, la libertad la entendemos como el “compromiso” en la construcción de
nuestro modo de vivir.
Las vinculaciones afectivas son la plataforma para la conquista de la felicidad, no su
impedimento.

Un enemigo oculto, una determinada visión de lo humano o de la libertad

No podemos obviar una determinada visión del mundo y de la vida que transmiten los medios
de comunicación social y que debemos superar a través de la educación:
 - Sólo sobrevive el más fuerte, que cada cual se preocupe de sí mismo y de los suyos.
- Es importante hacer lo que hacen todos y parecer como los demás para no ser excluido por el
entorno. Se vive de las apariencias, donde la imagen y el cuerpo adquieren una importancia
absoluta.
- Se trata de la cultura de la satisfacción inmediata de lo que se siente como necesario. En ella se
entiende el sexo como un juego y el orgasmo como la finalidad de la relación sexual, viviéndolo
al margen de la visión global del amor y de la persona, al margen de cualquier responsabilidad
ante la vida.
- En definitiva se basa en una concepción de la libertad como desvinculación y espontaneidad. El
lema es “todo vale”. Al final produce insatisfacción y esclaviza.
- Sin olvidarnos de los aspectos positivos que ha traído esta revolución sexual como son:
- La caída de tabúes represivos de una concepción negativa de la sexualidad.
- El descubrimiento del cuerpo.
- La preocupación por progresar en la maduración de la afectividad.
- El deseo de una comunicación sincera y más cualificada.

Retos

Aunque sea entre el caos y la esperanza estamos convencidos que todo estriba en la conquista
del amor. Posiblemente esta sociedad para poder reaccionar necesite un alma en la que apoyarse. Si
no damos el salto a vivir desde una espiritualidad fuerte no podremos llevar a la práctica este sueño.
Por ello me atrevo a afirmar:
• Es esencial vivir desde la fe, con una espiritualidad viva y compartida.
• Es necesario saber mirar al Crucificado, a este Corazón de Jesús, traspasado y abandonado en
la cruz, comprendiendo así, cómo Dios nos ama.
• Esta mirada, esta contemplación es clave, porque es totalmente transformadora. Nos hace
asumir que Dios es amor, aunque muchas veces se presente con la cara del dolor, que Dios nos
ama a todos y a cada uno, que el crucificado ha resucitado, que todos somos hijos de Dios.
• Este camino espiritual es verdadero si lo recorremos juntos. En realidad sólo avanzamos
juntos. Aquí empieza la construcción y el compromiso por el Reino de Dios.
• La vida compartida con el otro no es una trampa sino la posibilidad de encontrarse consigo
mismo y con el otro, para ponerse al servicio de un proyecto común donde la libertad, la
justicia y la fraternidad son los ejes transversales de la construcción del mundo como nuestra
casa.
• Si de verdad queremos ser puentes entre el primer y el tercer mundo seamos fieles al carisma
de nuestro Fundador. “Para librar a los jóvenes de la ignorancia, prepararlos para la vida y
darles el conocimiento y el amor de la religión, el Padre Andrés Coindre funda en 1821 el
Instituto de los Hermanos del Sagrado Corazón”.

H. Guillermo Maylín s.c.

PARA EL TRABAJO EN GRUPO

¿Qué apuntes harías al análisis de la sociedad de la primera parte?

¿Estás de acuerdo en lo que se apunta como ventaja conseguida?
¿La visión negativa de los medios de comunicación social, es tal?
¿Los retos de respuesta a la problemática, no suponen un salto cualitativo excesivo?
¿Podéis consensuar un resumen de lo hablado?