Professional Documents
Culture Documents
Carlos Abeledo1
Desde fines del siglo XX se ha comenzado a cuestionar la validez de los consensos que
sustentaban ese contrato social entre ciencia y sociedad.2 En los países desarrollados,
sectores importantes de la sociedad demandan un papel más activo en la discusión de las
agendas que determinan el curso de la ciencia y la tecnología. En este nuevo contexto, la
comunicación científica está desempeñando un papel más activo en la relación entre ciencia
y sociedad.3
No es mi intención indagar aquí las razones por qué no existe un contrato social entre
comunidad científica y sociedad en los países latinoamericanos. Para algunos científicos, la
dirigencia de nuestros países no comprende el papel que puede desempeñar la comunidad
científica y los beneficios que se podrían derivar de la investigación científica y
tecnológica. Por su parte, hay empresarios y políticos que señalan que el tipo de
investigaciones en que realiza la mayoría de nuestros científicos no es relevante para
nuestra realidad. Obviamente, estas son posiciones extremas pero ponen de manifiesto una
falta de comunicación.
En mi opinión, la comunidad científica debería hacer un esfuerzo mayor por mostrar cómo
sus saberes y capacidades podrían capitalizarse para encontrar soluciones a los diversos
problemas reales que hay en nuestros países y cómo el apoyo financiero a la actividad
científica debe considerarse una inversión que puede dar buenos dividendos para la
sociedad.
Por su parte, los responsables de formular y ejecutar políticas públicas para ciencia y
tecnología deberían adoptar una actitud más proactiva para orientar programas de
investigación hacia la resolución de problemas de relevancia social y económica. En
América latina hay varios programas exitosos que han sido diseñados para promover
investigaciones orientadas a la resolución de problemas; este es, por ejemplo, el caso de las
Agendas de Venezuela. La comunidad científica también podría desempeñar un papel más
activo para promover este tipo de programas.6
En el contexto actual de comienzos del Siglo XXI, podríamos concebir un modelo más
general del clásico triángulo de Sábato para representar la relación entre Ciencia, Gobierno
5
Ver, por ejemplo, Dagnino y Thomas (1999).
6
Ver Avalos (2002), Abeledo (2003).
y Sociedad. En esta representación, el lado del triángulo que une los vértices que
representan Ciencia y Sociedad tendría un contenido más amplio que el de “transferencia
de tecnología y asistencia técnica” que proponía Sábato entre la Infraestructura Científico
Tecnológica y la Estructura Productiva. En el modelo generalizado, este lado del triángulo
incluiría la contribución de científicos y tecnólogos en el análisis, propuestas y soluciones
para problemas sociales relevantes, entre los que se incluyen los de sectores productivos,
aunque no de manera excluyente. Por otra parte, este lado del triángulo también debería
describir las demandas que la sociedad o las que podría plantear si tuviera mejor
conocimiento del potencial y las capacidades de la comunidad científica. En esta relación
más compleja entre ciencia y sociedad, los comunicadores científicos deberían desempeñar
un papel importante como promotores de vínculos y diálogos en ambas direcciones entre
Ciencia y Sociedad.
En este modelo de las relaciones entre Ciencia, Gobierno y Sociedad los comunicadores
científicos tendrían un papel importante en la relación entre los actores representados por
los tres vértices del triángulo.
7
En un artículo del 23 de abril en el Diario La Nación de Buenos Aires, la periodista Nora Bär
señala críticamente la escasa mención de los candidatos a las próximas elecciones presidenciales
promete, que si resulta elegido, “en el próximo gobierno se dará prioridad al fortalecimiento del sistema
científico-tecnológico” o que “se aumentará el porcentaje del PBI destinado a investigación y desarrollo”.
Citando a Cerejido, Nora Bär señala que “aquí a lo sumo se habla de apoyar a la ciencia, jamás de
apoyarse en la ciencia”.
Referencias
Abeledo (2003); Investigación orientada a la resolución de problemas: relevancia y desafíos para países en
desarrollo, (trabajo no publicado aún).
Avalos, I., 2002; El Programa de agendas como intento de asociar a los tres sectores. Experiencia de
Venezuela. Ponencia presentada en el seminario del BID sobre Educación Superior y Ciencia y Tecnología en
Latinoamérica y el Caribe. Seminario realizado en Fortaleza, Brasil; marzo 2002.
http://www.iadb.org/sds/sci/publication/gen_98_2841_e.htm
Bush,V., “Science – The Endless Frontier”, informe al Presidente Truman (US Government Printing Office,
1945. Reeditado por National Science Foundation, 1990.
Cerejido, M., 1997. Por qué no tenemos ciencia, Siglo XXI Editores, México.
Dagnino, R., Thomas, H., Davyt, A., 1996. El pensamiento en ciencia, tecnología y sociedad en
Latinoamérica: una interpretación política de su trayectoria, Redes 3, pp 13-51.
Dagnino, R. y Thomas, H., 1999. La política científica y tecnológica en América Latina: nuevos escenarios y
el papel de la comunidad de investigación. Redes 6, pp 49-74.
Gibbons, M , 1999; Science´s new contract with society. Nature 402, C81.
Gibbons, M., 2000, Mode 2 society and the emergence of context sensitive science, Science and Public Policy
27, pp 159-163
Guston, D. y Keniston, K., 1994; The Fragile Contract, MIT Press, Cambridge.
Guston, D., 2000, Retiring the Social Contract for Science, Issues in Science and Technology, Summer 2000.
http://lab.nap.edu/issues/16.4/p_guston.htm
Martin, B., 2003; The Changing Contract for Science and the Evolution of the University, Science and
Innovation: Rethinking the Rationales for Funding and Governance, A.Geuna, A.Salter an W.E. Steinmuller
(eds). (J.Elgar, 2003).
Nowotny, H., Scott, P. y Gibbons, M., 2001. Re-thinking Science: Knowledge Production in an Age of
Uncertainty (Oxford: Polity Press 2001).
Sábato, J. y Botana, N., 1968, La ciencia y la tecnología en el desarrollo futuro de América latina, Revista de
la Integración 1, No 3, pp15-36.
Sábato, J., Bases para un régimen de tecnología, republicado en Redes 4, 119-137 (1997).
SciDev, 2002, Does science really need a new social contract, Editorial, 24 June.
http://www.scidev.net/archives/editorial/comment22.html