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Opus Dei - iglesia dentro de la Iglesia: Colegio Romano de Santa María "Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte en santo, quién no, y por qué"
Opus Dei - iglesia dentro de la Iglesia: Colegio Romano de Santa María "Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte en santo, quién no, y por qué"
Opus Dei - iglesia dentro de la Iglesia: Colegio Romano de Santa María "Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte en santo, quién no, y por qué"
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Opus Dei - iglesia dentro de la Iglesia: Colegio Romano de Santa María "Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte en santo, quién no, y por qué"

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Opus Dei - iglesia dentro de la Iglesia
Sacerdote del Opus Dei
"....camino de santificación dirigido a toda clase de personas"
"nueva evangelización" con principios ultraconservadores y reaccionaríos"
Colegio Romano de Santa María
"Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte en santo, quién no, y por qué"


Captación y proselitismo agresivo de adolescentes, especialmente en los colegios dirigidos por el Opus Dei. Según Tammy DiNicola, ex-numeraria que trabajó en estas labores, el Opus Dei promueve muchos tipos de proyectos sociales, pero ella cree que detrás existe un motivo oculto: reclutar nuevos socios para la Obra.
Desconocimiento en el momento de pedir la admisión de las numerosas obligaciones y restricciones a la que los miembros numerarios van siendo sometidos49 posteriormente de forma progresiva.
Animar a los miembros numerarios a romper contacto con sus amigos y familiares en favor de contactos dentro del grupo.
Amenazar a los miembros que intentan abandonar. Coacción al menos psicológica hacia los miembros que desean abandonar el Opus Dei.50 Especialmente miembros numerarios, que a veces son derivados a psiquiatras o psicólogos pertenecientes a la Obra, antes de dejarles salir, para tratar sus "problemas vocacionales".
Control absoluto sobre las actividades diarias de los miembros numerarios, debiendo requerir permiso para realizar cualquier actividad no reglada, y dando cuenta detalladamente de sus actividades cada semana a sus superiores mediante la confidencia semanal. Además deben entregar todo el dinero que ganen a la organización y hacer testamento a su favor.
Falta de respeto a la correspondencia de los numerarios, que frecuentemente reciben las cartas de sus amigos y familiares abiertas y leídas por los responsables de los centros. A los numerarios también se les induce a entregar las cartas que escriban abiertas a los directores, para que puedan leerlas, y censurarlas en su caso.
Falta de libertad para elegir confesor y director espiritual.
Los críticos a menudo han atacado prácticas como la mortificación corporal que implica el empleo del cilicio y las disciplinas (pequeño látigo de cuerda de palmo y medio). Esta práctica es reforzada por la historia de que Escrivá de Balaguer se aplicaba tanto estas prácticas que dejaba rastros de sangre en las paredes de su habitación, aunque indicó posteriormente que los miembros no debían hacerlo.
LanguageEspañol
Release dateMar 24, 2015
ISBN9783734778759
Opus Dei - iglesia dentro de la Iglesia: Colegio Romano de Santa María "Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte en santo, quién no, y por qué"
Author

Heinz Duthel

Dr. Phil. Heinz Duthel, Oberst a.D. KNU, Konsul Hc. PRA https://twitter.com/tiktoknewseu - https://www.tiktok.com/@tiktoknews.eu

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    Opus Dei - iglesia dentro de la Iglesia - Heinz Duthel

    Indice

    Titelseite

    Pie de Imprenta

    Opus Dei

    Prelatura personal Opus Dei

    Don Heinz Duthel

    Copyright © 2011 - 2015 Heinz Duthel

    Segunda edición

    Reservados todos los derechos.

    DEDICACIÓN

    Church of our Chapel, Inc., IAC Society

    CONTENTS

    Opus Dei

    Iglesia católica

    Josemaría Escrivá de Balaguer

    Dios

    Prelatura

    Clero

    Leopoldo Eijo y Garay

    Santa Sede

    Instituto secular

    Prelatura personal

    Juan Pablo II

    Papa

    Congregación para los Obispos

    Anuario Pontificio

    Percepciones y controversias acerca del Opus Dei

    Proselitismo

    Secta

    Extrema derecha

    Misa

    Eucaristía

    Ángelus

    Rosario (cristianismo)

    Guerra Civil Española

    Francisco Franco

    Itinerario jurídico del Opus Dei

    Segunda Guerra Mundial

    Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz

    Álvaro del Portillo

    Roma

    Sacerdote del Opus Dei

    Navarra

    Pamplona

    Universidad de Navarra

    San Sebastián

    Barcelona

    Madrid

    Santuario de Torreciudad

    Huesca

    Javier Echevarría Rodríguez

    Obispo

    Newsweek

    Abogado del diablo

    Miguel Fisac

    Congregación para las Causas de los Santos

    Pediatría

    Cataluña

    Eduardo Ortiz de Landázuri

    José María Hernández Garnica

    Tomás Alvira

    Agustín de Hipona

    Francisco de Sales

    Juan Pablo I

    Espíritu Santo

    Presbítero

    Diácono

    Orden

    Congregación

    Universidad Carlos III de Madrid

    Hans Küng

    Leonardo Boff

    Derecho

    Juan José Tamayo

    Método anticonceptivo

    Divorcio

    Miembros del Opus Dei

    Supernumerario (Opus Dei)

    Misericordia

    Penitencia

    Marquesado de Peralta

    Ricardo de la Cierva

    Santa Teresa de Jesús

    San Juan de la Cruz

    José de Calasanz

    María Faustina Kowalska

    Movimiento apostólico de Schönstatt

    Teología

    Congregación para la Doctrina de la Fe

    Teoría del Big Bang

    Concilio Vaticano II

    Laicismo

    Progresismo

    Dan Brown

    El código Da Vinci

    Wlodimir Ledochowski

    Peter Berglar

    Francmasonería

    Vittorio Messori

    John Allen

    Asamblea Nacional de Francia

    Compañía de Jesús

    Evangelización

    Conservador

    Franquismo

    Antonio Fontán

    Falange

    Carlismo

    Paul Preston

    Rafael Calvo Serer

    Partido Popular

    Federico Trillo

    Isabel Tocino

    José María Aznar

    Rafael Larreina

    Eusko Alkartasuna

    Partido Socialista Obrero Español

    Lech Walesa

    Corazón Aquino

    Filipinas

    General Motors

    Ruth Kelly

    Raymond Barre

    Telón de Acero

    Opus Dei

    Opus Dei

    Prelatura personal Opus Dei

    Pertenencia Iglesia Católica

    Ámbito todo el mundo (Prelatura personal)

    Iglesia prelaticia

    Santa Maria de la Paz (Roma)

    Número de fieles 87,564 (2009)

    Número de sacerdotes 1,996 (2009)

    Prelado Mons. Javier Echevarría Rodríguez

    Fecha de creación de la Prelatura 28 de noviembre de 1982

    Fundador San Josemaría Escrivá de Balaguer

    Fecha de fundación 2 de octubre de 1928

    La Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei es una institución perteneciente a la Iglesia Católica. Fue fundada el 2 de octubre de 1928 por Josemaría Escrivá de Balaguer, sacerdote español canonizado en 2002. El término latino «Opus Dei» significa «obra de Dios».

    La prelatura está gobernada por un prelado y compuesta por los sacerdotes que forman el clero propio de la prelatura y, en su mayoría, por fieles laicos.

    El Opus Dei, fundado en 1928, fue aprobado por primera vez en 1941 por el obispo de Madrid (España), Leopoldo Eijo y Garay. Años después, en 1950, la Santa Sede lo aprobó como Instituto Secular, rigiéndose por sus propios estatutos. Tras solicitarlo, fue erigida como prelatura personal (es decir, no territorial) en 1982 por el Papa Juan Pablo II, siendo la única existente en la actualidad. La prelatura depende de la Congregación para los Obispos.

    La misión institucional del Opus Dei es difundir la enseñanza católica de que todas las personas están llamadas a hacerse santos, y que la vida ordinaria es un camino hacia la santidad.

    Según el Anuario Pontificio de 2011, el Opus Dei cuenta con 2.015 sacerdotes en el mundo y un total de 88.245 miembros, por lo que se deduce que 86.230 son laicos. El 55% de los miembros del Opus Dei son mujeres y cerca del 90% viven en Europa y América Latina.

    El patrimonio de la prelatura está estimado en un mínimo de 2.800 millones de dólares, según un estudio de John Allen.

    El Opus Dei ha recibido reconocimiento y apoyo de los Papas, de diversas autoridades católicas y de otras personalidades.

    En contraste, sobre todo en Europa y América Latina, el Opus Dei también ha sido fuertemente criticado, siendo acusado principalmente de proselitismo agresivo, sectarismo y difusión de actitudes y vínculos con grupúsculos ultraderechistas.

    Historia

    El 2 de octubre de 1928, Josemaría Escrivá de Balaguer funda el Opus Dei como «camino de santificación dirigido a toda clase de personas en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano». Este mensaje chocó con la idea generalizada en aquella época de que para ser santo había que llevar una vida consagrada únicamente a Dios, es decir, sólo los religiosos podían ser santos.

    En 1930 fundó la sección femenina del Opus Dei que hasta ese momento era sólo para varones.

    En el año 1933 se abre el primer centro del Opus Dei, la Academia DyA donde se imparten clases de Derecho y Arquitectura. Un año después la Academia DyA se convierte en residencia universitaria.

    Hacia 1935/36, en la Academia DyA, los miembros del Opus Dei comenzaron a practicar algunas costumbres que el fundador concibió como medios para alcanzar los fines de la institución y que pasarían a ser signos distintivos de la futura Obra, entre las que se encuentran la corrección fraterna, las visitas a pobres y enfermos, las catequesis o el llamado plan de vida, que incluye actos de piedad como la misa diaria, comunión, rezo del ángelus, visita al sagrario, lectura del Evangelio, rosario y mortificaciones.

    Durante la guerra civil española, en la que se desata la persecución religiosa, Josemaría Escrivá se ve obligado a refugiarse en diversos lugares. En 1937, Escrivá y otros miembros del Opus Dei abandonan la zona republicana cruzando los Pirineos por Andorra y llegando a Francia, desde donde regresan a España, a la zona dominada por los sublevados, donde la Iglesia no era perseguida. La contienda hace suspender los proyectos del fundador del Opus Dei de extender la labor apostólica a otros países.

    Tras la guerra civil, se inicia en España la dictadura de Franco que, después de la persecución religiosa sufrida por la Iglesia Católica, contó con el apoyo de buena parte de la jerarquía. Terminada la guerra, Josemaría Escrivá regresa a Madrid, y comienza a expandir la labor del Opus Dei por otras ciudades de España. El inicio de la Segunda Guerra Mundial impide los intentos de expandir el Opus Dei a nivel internacional.

    En 1941 fue aprobado como Pía Unión por el Obispo de Madrid, Leopoldo Eijo y Garay, pues desde la fecha de su fundación en 1928 el Opus Dei estuvo sin reconocimiento jurídico por parte de la Iglesia Católica. Esta figura estaba englobada en las Asociaciones de fieles, y no suponía un cambio de estado para sus miembros.

    El 14 de febrero de 1943, Josemaría Escrivá encuentra una solución jurídica que permitirá la ordenación de sacerdotes dentro del Opus Dei, la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Esto se ve reflejado un año después, el 25 de junio de 1944, cuando es reconocida jurídicamente como Sociedad de vida en común sin votos públicos por el Obispo de Madrid, quien ordena a los primeros sacerdotes del Opus Dei: Álvaro del Portillo, José María Hernández Garnica y José Luis Múzquiz. Esta Sociedad Sacerdotal está formada por algunos miembros varones del Opus Dei que se preparan para ser sacerdotes, y por los que se van ordenando. La figura de Sociedad de vida común pertenecía el estado de perfección, y sus miembros clérigos emitían los correspondientes votos de Castidad, Pobreza y Obediencia.

    Tras la Segunda Guerra Mundial, el fundador del Opus Dei se traslada a vivir a Roma, al darse cuenta de que si quiere expandir sus enseñanzas alrededor del mundo deberá establecer la sede del Opus Dei en esa ciudad. En los años siguientes viaja por toda Europa, para preparar el establecimiento del Opus Dei en diversos países.

    En 1946 comienza la labor del Opus Dei en Portugal, Italia, Inglaterra, Irlanda y Francia.

    A partir de su establecimiento en Roma, se comienzan a fundar nuevos centros de enseñanza del Opus Dei, entre los que cabe destacar el Colegio Romano de la Santa Cruz (fundado en 1948, y actualmente uno de los dos Seminarios de la Prelatura), por el que pasarán a partir de entonces cientos de miembros numerarios del Opus Dei, que recibirán una formación espiritual y pastoral al tiempo que realizan estudios en diversos ateneos pontificios Romanos. Con esos estudios, gran parte de dichos numerarios se preparan para el sacerdocio.

    En 1947 el Opus Dei recibe la aprobación provisional por parte de la Santa Sede como Instituto Secular de derecho pontificio. La aprobación definitiva le será otorgada en 1950. Al Instituto pertenecen hombres y mujeres laicos y sacerdotes, tanto los que provienen de los laicos del Instituto y que se ordenan para servir a éste, como los sacerdotes diocesanos que continúan dependiendo de sus respectivos Obispos.

    Desde 1949 el fundador impulsa desde Roma la expansión del Opus Dei por todo el mundo. Antes de acabar este año, irán los primeros miembros a Estados Unidos y México. Cada año se irán sumando nuevos países.

    En 1950 se empezó en Chile y Argentina. En 1951 fueron los primeros a Venezuela y Colombia. En 1952 se comenzó en Alemania; en 1953 tocó el turno a Perú y Guatemala; en 1954 se inició la labor en Ecuador; en 1956, en Suiza y Uruguay; en 1957 se dieron los primeros pasos en Austria, Brasil y Canadá; en 1958 se fue a El Salvador, Kenya y Japón; en 1959 a Costa Rica. En 1960 a Holanda.

    En 1952 comienzan las actividades del Estudio General de Navarra, en Pamplona, que con el tiempo se convertiría en la Universidad de Navarra, con sedes en las ciudades de Pamplona, San Sebastián, Barcelona y Madrid.

    En 1953 se funda en Roma el Colegio Romano de Santa María, dirigido a numerarias, que es el equivalente del Colegio Romano de la Santa Cruz, con las mismas funciones que éste, exceptuando la preparación para el sacerdocio, pues la Iglesia no lo permite.

    El 26 de junio de 1975, Josemaría Escrivá fallece en Roma. En ese momento pertenecen al Opus Dei unas 60.000 personas de 80 nacionalidades.

    En Huesca (España) se inauguró el 7 de julio de 1975 el actual Santuario de Torreciudad, un antiguo proyecto de su fundador que databa de 1960.

    El 15 de septiembre del mismo año, Álvaro del Portillo es elegido para suceder al fundador.

    El 28 de noviembre de 1982 Juan Pablo II lo erige como la primera prelatura personal de la Iglesia Católica y nombra prelado a Álvaro del Portillo, al que en 1991 conferiría la ordenación episcopal; intrínsecamente unida a la prelatura, está la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación de sacerdotes a la que pertenecen los sacerdotes de la Prelatura y aquellos sacerdotes diocesanos que lo deseen (y que no dejan de depender en todo de sus respectivos Obispos).

    En 1994 fallece Alvaro del Portillo, siendo elegido como su sucesor Javier Echevarría, el actual Prelado y que fue ordenado Obispo en 1995.

    Canonización del fundador

    Tras el fallecimiento de Josemaría Escrivá, la Santa Sede recibió miles de cartas -entre ellas, las de un tercio del episcopado mundial- solicitando la urgente apertura del proceso de beatificación y canonización. Finalmente, su causa se introdujo en 1981 y el 17 de mayo de 1992, Juan Pablo II beatificó a Josemaría Escrivá de Balaguer y el 6 de octubre de 2002, fue canonizado por dicho Papa

    El proceso (según algunos, inusualmente rápido de canonización de Escrivá gozó del apoyo de destacadas figuras de la jerarquía eclesiástica, ) estuvo también marcado por la polémica y la oposición.

    Kenneth Woodward, periodista de la revista Newsweek y autor del libro La fabricación de los santos subtitulado Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte en santo, quién no, y por qué (1990), dice que el oponente oficial, antiguamente denominado abogado del diablo, fue pasado por alto y que no se llamó a importantes testigos críticos con el Opus Dei. Según él, no es cierto que oyeron a once críticos de la canonización de Escrivá, sino que solamente había uno y se rechazó a miembros que en su momento fueron cercanos al fundador, entre ellos: Maria del Carmen Tapia, Miguel Fisac, el padre Vladimir Feltzman y John Roche. A este respecto hay que señalar que, la figura del Abogado del Diablo había sido sustituida por la de un oponente en la reforma de 1983, y que los nombres de los testigos contrarios fueron introducidos por la misma Postulación del Opus Dei en la propuesta de testigos para la Causa. Sin embargo, la mayoría de ellos fueron rechazados por el Tribunal eclesiástico. El Opus Dei también incluyó en la documentación las publicaciones contrarias a Escrivá conocidas hasta entonces

    K. Woodward afirma también que la abundancia de recursos económicos del Opus Dei fue utilizada para presionar financieramente sobre centenares de obispos, especialmente del tercer mundo, para enviar informes favorables a los que llevaban el proceso de canonización en Roma. Sin embargo, para el juez del proceso (el padre Rafael Pérez, agustino que durante años fue Abogado del Diablo mientras existió esta figura), esta acusación es insostenible: No se hace caso de ningún tipo de presiones. Sería casi imposible e ineficaz que las hubiera, porque en cada uno de los distintos pasos intervienen muchas personas, dijo en una entrevista aparecida en el periódico Heraldo de Aragón el 1 de diciembre de 1991.

    La revista Newsweek afirmó también que dos de los jueces, Mons. Luigi De Magistris, y Mons. Justo Fernández Alonso, rector de la iglesia nacional española en Roma, no aprobaron la causa. Según este reportaje de Newsweek, uno de los disidentes escribió que la beatificación de Escriva podía causar grave escándalo público en la iglesia.

    K. Woodward también afirma que los consultores eran principalmente italianos y miembros del Opus Dei. Sin embargo, a pesar de que, según la praxis vigente en la Congregación para las Causas de los Santos, los nombres de los consultores no se pueden hacer públicos (ni, por tanto, su procedencia), en el proceso se hizo constar explícitamente que ninguno de ellos pertenecía al Opus Dei. En el documento de Juan Pablo II que regula los procesos no se encuentra citada la figura del oponente, de que se habla.

    Causas de beatificación de otras personas del Opus Dei

    Hay abiertas otras causas de beatificación de fieles de la Prelatura del Opus Dei: Ernesto Cofiño, pediatra guatemalteco; Montserrat Grases, una estudiante universitaria catalana, Toni Zweifel, ingeniero suizo; el obispo Álvaro del Portillo, sucesor de Escrivá; Eduardo Ortiz de Landázuri, médico español, y su hermana Guadalupe Ortiz de Landázuri; Isidoro Zorzano, ingeniero y obrero español de origen argentino; José María Hernández Garnica, sacerdote nacido en Madrid; y el matrimonio formado por Tomás Alvira y Paquita Domínguez, él doctor químico y ella maestra, entre otros.

    Mensaje

    El Opus Dei fue fundado como ....camino de santificación dirigido a toda clase de personas, lo que resultaba novedoso, pues en aquella época era común pensar que sólo los religiosos podían ser santos.

    Según explicaba el propio Josemaría, la finalidad del Opus Dei es contribuir a que haya en medio del mundo hombres y mujeres de todas las razas y condiciones sociales que procuren amar y servir a Dios y a los demás hombres en y a través de su trabajo. Para su Fundador, la actividad principal del Opus Dei es dar formación a sus miembros y a la gente que quiere recibirla, hasta el punto de que a veces resumía el papel del Opus Dei como una gran catequesis.

    Se presenta aquí un resumen de las enseñanzas de Escrivá de Balaguer, el mensaje oficial del Opus Dei:

    Vida ordinaria. Siendo miembros de la familia de Dios a través del bautismo, los cristianos están llamados a la santidad, una vida coherente con su nueva condición de hijos de Dios. La mayoría de los cristianos deben santificarse en el mundo, escribe Escrivá. Así siguen las pisadas de Jesús que según la Biblia trabajó como carpintero y vivió como hijo de una familia judía en una pequeña aldea durante 30 años.

    Santificación del trabajo. Cualquier trabajo que hacen los cristianos debe ser hecho con espíritu de excelencia, como un servicio efectivo para las necesidades de la sociedad. Así será un ofrecimiento debido para Dios. En su trabajo de servicio, Jesús hizo todo bien (Marcos 7:37).

    Oración y mortificación. De la Caridad (amor de Dios) brota la oración constante, apoyada en normas de piedad por las que el cristiano se relaciona con Jesús sacramentado y la Virgen María. La mortificación, la oración de los sentidos, se hace especialmente a través de una lucha deportiva para adquirir las virtudes humanas. Estas acciones se ofrecen en la Misa, centro y raíz de la vida católica.

    Caridad y apostolado. Los cristianos deben dar la máxima importancia a la virtud de la caridad: comprensión, compasión, cortesía, ayuda a los necesitados y corrección fraterna. La caridad exige el apostolado, dando lo mejor a la gente: el mismo Dios, fuente de paz y alegría.

    Unidad de vida. El cristiano que practica estas enseñanzas no tiene una doble vida, una vida de fe completamente ajena a su trabajo cotidiano. Por el contrario, tiene una unidad de vida —una unión profunda con Jesucristo, Dios perfecto y Hombre perfecto, una persona en que la potencia divina se une con la ordinaria actividad humana. Así, el trabajo de un verdadero cristiano se transforma en trabajo de Dios, Opus Dei. Este cristiano, a pesar de los defectos que trata de erradicar con humildad, es alter Christus, ipse Christus otro Cristo, el mismo Cristo.

    Según Escrivá, el fundamento de la vida cristiana es una consciencia personal de la filiación divina. La alegría viene de saberse hijos de Dios, dice Josemaría. El Opus Dei, dice, es un ascetismo sonriente.

    La espiritualidad de la institución se recoge, en gran medida, en la obra de Escrivá de Balaguer Camino, una serie de 999 puntos de meditación para orientar a los fieles.

    Según el británico Stephen Tomkins, autor de Breve historia de la cristiandad, el Opus Dei exige una especie de voto monástico, aunque no en un monasterio sino en medio de la sociedad... Contemplativos en medio del mundo[cita requerida]. El texto indica una cierta tendencia a calificar nuevas formas en la Iglesia con las categorías acostumbradas, no siempre acordes a los nuevos carismas.

    La idea de la llamada universal a la santidad fue predicada por San Agustín y por San Francisco de Sales, que sin embargo daban énfasis a la liturgia y las oraciones. Escrivá es más radical... Para él, es el mismo trabajo material lo que debe transformarse en oración y santidad, según reflejó el Cardenal Luciani, que posterior sería Papa con el nombre de Juan Pablo I.

    Las premisas del mensaje del Opus Dei que todos los cristianos pueden y deben ser santos son las siguientes: los cristianos creen que:

    1. son pobres criaturas hechos de la nada y que su soberbia les llevan a rebelarse con su Creador;

    2. Cristo es el Dios vivo que nos creo y nos mantiene en existencia y el único que puede satisfacer los deseos del corazón humano;

    3. Cristo es un Salvador que nos ama como loco y es el quien tiene más interés que seamos santos: Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación (Tess 4:3);

    4. Este Cristo que está vivo es un Cristo que está cercano,

    Con el Espíritu Santo residiendo en un cristiano que está dispuesto a aprender, el espíritu humano que se creó para amar, dijo Escrivá, está llevado a través de un plano inclinado, que empieza con la repetición ferviente de oraciones cortas y entonces se deja paso a la intimidad divina, en un mirar a Dios sin descanso y sin cansancio... Así, uno de sus enseñanzas favoritas es el mandato bíblico que todos deben amar a Dios con todo el corazón, alma, poder y mente, un amor que no se reserve nada, un amor que los padres deben transmitir todo el día a sus niños (Deut 6:4-9: Shema Yisrael), y que Cristo llamó el mandamiento más grande (Mt 22:37-40). Y también Escrivá apunta al mandamiento nuevo de Jesús: Amar unos a otros como yo os amé.

    Estructura institucional

    Desde 1982 está constituido como la única Prelatura personal existente en la Iglesia Católica, dado que el resto son prelaturas territoriales.

    La prelatura está formada tanto por presbíteros y diáconos del clero secular, como de fieles laicos, hombres y mujeres, gobernados por un Prelado.

    Anteriormente a ser erigida como prelatura personal, ya en 1947, obtuvo la aprobación del Vaticano como Instituto Secular de Derecho Pontificio, siendo aprobados unos estatutos en 1950. Escrivá solicitó la conversión en prelatura personal en 1962, y no fue sino hasta el papado de Juan Pablo II, el cual finalmente concedió esta petición.

    La Constitución Apostólica Ut Sit erigió al Opus Dei como prelatura personal de la Iglesia Católica el 28 de noviembre de 1982. Según Juan Pablo II se vio con claridad que tal figura jurídica se adaptaba perfectamente al Opus Dei, teniendo presente la naturaleza teológica y genuina de la Institución. Esta prelatura personal es por ahora la única que existe en la Iglesia Católica.

    Como prelatura personal, su clero está sometido directamente a la jurisdicción y a la autoridad del Prelado del Opus Dei, y éste a su vez, a la del Papa, por tanto no está sometido ni a la jurisdicción, ni a la autoridad del obispo diocesano. Esto le ha dado amplia independencia dentro de la Iglesia Católica, para ejercer su apostolado, pues, a diferencia de las diócesis, que tienen una jurisdicción territorial, las prelaturas personales —como los ordinariatos militares— se encargan de personas en cuanto a algunos objetivos particulares sin tener en cuenta donde viven. En cuanto a los laicos del Opus Dei, ya que no son diferentes de otros católicos, continúan bajo la jurisdicción del obispo diocesano, en las palabras de Ut Sit. Estas estructuras seculares son muy diferentes de las órdenes religiosas o las congregaciones.

    Según críticos al Opus Dei como Juan José Tamayo-Acosta, teólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, Hans Küng, Leonardo Boff, Jesús Cardenal, Michael Walsh (ex jesuita) y Kenneth Woodward, periodista de Newsweek, el Opus Dei con esta categoría jurídica, se convirtió de facto en una iglesia dentro de la Iglesia, debido a su gran independencia dentro de la misma por no estar sometida a la jurisdicción directa de las diócesis territoriales.

    Juan José Tamayo sostiene que el Vaticano encontró en el Opus Dei una voz predominantemente laica -una suerte de caballo de Troya en medio del mundo- como una fuerza de choque que se haría eco de su oposición al aborto, el uso de anticonceptivos, el divorcio, la investigación con células madre y las reclamaciones de grupos de homosexuales., si bien algunos de estos temas no tenían especial relevancia en la sociedad cuando se constituyó el Opus Dei o cuando le fue concedida la figura jurída de prelatura personal. En todo caso, hay que indicar que las posiciones del Opus Dei en estos temas son las mismas que la de la Iglesia Católica. También se ha sugerido una simpatía especial por parte de Juan Pablo II hacia el Opus Dei.

    Por el contrario, desde el Opus Dei se señala: Ninguna parte de la Iglesia constituye una iglesia dentro de la Iglesia, sino justamente lo contrario: cada parte promueve vínculos de comunión respecto a toda la Iglesia. (...) La legítima autonomía del Opus Dei para llevar a cabo su misión eclesial, como por lo demás la autonomía que en diversos grados es propia de todo fiel y de cualquier realidad eclesial, es siempre autonomía en la comunión con la Iglesia universal y el Romano Pontífice, y con las Iglesias particulares y los Obispos diocesanos. En este sentido, el Opus Dei, en su actual configuración como prelatura, goza de la autonomía propia de los entes de la constitución jerárquica de la Iglesia (cuya cabeza es un sujeto con potestad episcopal), que es distinta de la autonomía propia de los entes de estructura asociativa.

    Tipos de miembros

    Como ya se ha señalado, el Opus Dei es una prelatura personal de la Iglesia Católica, formada por presbíteros,diáconos y laicos a cuyo frente se encuentra un Prelado. Por último, la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz es una asociación sacerdotal intrínsecamente unida a la prelatura a la que pueden pertenecen los sacerdotes diocesanos. Cuando se dice que una persona pertenece al Opus Dei se quiere decir que se encuentra en alguna de esas categorías: los sacerdotes de la prelatura, los laicos que se dedican a sus obras apostólicas y los sacerdotes diocesanos de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

    A su vez, dentro de cada grupo existen varios subtipos:

    Sacerdotes de la Prelatura: pueden ser numerarios o agregados.

    Laicos: pueden ser numerarios/numerarias, agregados/agregadas, supernumerarios/supernumerarias o numerarias auxiliares.

    Sacerdotes diocesanos: pueden ser agregados o supernumerarios.

    Por último, ambas instituciones (la prelatura y la Sociedad Sacerdotal) admiten Cooperadores (de cualquier tipo la primera, sólo sacerdotes diocesanos la segunda), que sin pertenecer a ellas les prestan ayuda de forma estable, con sus limosnas, sus oraciones o su trabajo.

    Sacerdotes del Opus Dei

    Representan menos del 2% del total de sus miembros, lo que da al Opus Dei una naturaleza fundamentalmente laical dentro de la Iglesia Católica. Proceden de los numerarios y agregados laicos del Opus Dei. Principalmente, atienden a los miembros laicos y trabajan en las labores apostólicas. Los principales cargos de gobierno en la prelatura (Prelado, Vicarios Regionales y Vicarios Delegados) suelen estar ocupados por miembros de esta categoría.

    Los sacerdotes que forman el clero de la prelatura fueron llamados por el prelado a hacerse sacerdotes, y aceptaron esa llamada libremente. Realizan sus estudios sacerdotales en centros o en seminarios del Opus Dei (no en seminarios diocesanos), y el Opus Dei se responsabiliza de su sustento (alojamiento, ropa, etc.).

    Los sacerdotes numerarios y agregados viven como los laicos numerarios y agregados, respectivamente: los sacerdotes numerarios en centros de la prelatura, y los sacerdotes agregados con su familia, en residencias, solos, etc. Varios sacerdotes numerarios han sido ordenados obispos por el Papa.

    Supernumerarios

    Son los más numerosos, representando actualmente cerca del 70 por ciento del total de miembros. Los supernumerarios no tienen compromiso de celibato (es decir, pueden casarse), viven y trabajan donde consideran oportuno, y buscan la santificación con su vida ordinaria, además de tener un plan de vida espiritual con diversos medios de formación y prácticas de piedad. Debido a su profesión y obligaciones familiares los supernumerarios no poseen tanta disponibilidad como los numerarios y agregados, pero suelen colaborar económicamente con el Opus Dei u ofrecer apoyo según las circunstancias se lo permitan. No ocupan cargos directivos.

    Laicos del Opus Dei

    Como ya se ha señalado suponen la inmensa mayoría de los miembros del Opus Dei (más del 98%). Existen varios tipos de miembros laicos en la Prelatura del Opus Dei: supernumerarios, numerarios, agregados y numerarias auxiliares. Las diferencias entre ellos consisten principalmente en si viven el celibato o no y si viven en centros de la prelatura o no. Una y otra cosa determinan la disponibilidad de los miembros para ayudar en las actividades apostólicas de la Prelatura.

    Aunque a veces se hable en masculino, en todos los grupos (excepto en el de las numerarias auxiliares) hay varones y mujeres: numerarios y numerarias, etc. Ambas secciones (masculina y femenina) son completamente independientes (distintos centros y distintas labores apostólicas).

    Agregados (hasta 1982, oblatos):

    Son miembros con compromiso de celibato que -a diferencia de los numerarios- viven con sus familias, o donde les resulte más conveniente por razones profesionales. Son aproximadamente un 10% de los miembros del Opus Dei. No ocupan cargos directivos en la Obra.

    Numerarios:

    Comprenden aproximadamente al 20% de los miembros. Los numerarios y numerarias son miembros con compromiso de célibato que, generalmente, viven en un centro del Opus Dei. Pueden, en principio, ejercer una profesión civil, pero han de estar dispuestos a renunciar a su ejercicio, si la Prelatura se lo solicita para ejercer otra función dentro de la organización.

    Son los primeros responsables de la formación de los demás miembros del Opus Dei, y suelen desempeñar los cargos directivos. Numerarios y numerarias (no así las numerarias auxiliares) reciben una formación filosófica y teológica que, a lo largo de su vida, es comparable a la recibida por los sacerdotes en los seminarios.

    Numerarias auxiliares:

    Son numerarias que se dedican en exclusiva al trabajo doméstico (limpieza, cocina, cuidado de la ropa, gestión, etc.) de los centros. Viven en centros del Opus Dei y habitualmente no ejercen una profesión externa. No suelen tener estudios superiores, y no desempeñan cargos directivos.

    En los estatutos del Opus Dei se dice acerca de las numerarias auxiliares:

    (...) además, en la sección de mujeres, las Numerarias auxiliares, con la misma disponibilidad que las demás Numerarias, dedican su vida principalmente a los trabajos manuales u oficios domésticos, que acogen voluntariamente como trabajo profesional propio, en las sedes de los centros de la Obra. (n. 9)..

    Sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz

    La Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz es una asociación de clérigos (sacerdotes), intrínsecamente unida a la prelatura personal del Opus Dei. Pertenecen a ella los presbíteros y diáconos diocesanos que lo desean, y los sacerdotes (agregados y numerarios) del clero de la prelatura. Forman parte de ella poco más de 2.000 sacerdotes diocesanos y los 1.900 sacerdotes de la prelatura (año 2007). El prelado del Opus Dei es el presidente de la Sociedad.

    Cooperadores del Opus Dei

    Los cooperadores del Opus Dei no son miembros de la prelatura, pero colaboran de distintas formas con ésta (oraciones, limosna, trabajo). Para ser Cooperador no es necesario ser cristiano sino, tan sólo, tener deseos de colaborar con las actividades y/o fines del Opus Dei.

    Los cooperadores pueden participar de las actividades educativas y de formación del Opus Dei. Asimismo, comunidades religiosas pueden ser cooperadores de la Prelatura. Actualmente existen cientos de estas comunidades que cooperan mediante sus oraciones por el Opus Dei y sus apostolados.

    La Administración de los Centros del Opus Dei

    Uno de los encargos que tiene la Sección femenina del Opus Dei es el de ocuparse de las labores domésticas en los Centros de la Prelatura., tanto de varones como de mujeres

    Para casi todas las numerarias auxiliares y para algunas numerarias, las tareas de mantenimiento de los Centros constituye su trabajo profesional, y por lo tanto donde deben buscar su propia santificación.

    Cuando se trata de un Centro de varones, la separación entre los varones y las mujeres es total. De ordinario debe haber doble puerta entre la casa de las auxilares y los residentes. No suele haber ningún tipo de relación entre las auxiliares y los residentes de los centros, hasta el punto de que no es inhabitual que no conozcan los nombres ni mantengan conversaciones. Las entradas de los numerarios y las auxiliares son siempre distintas, incluso se procura que estén en calles distintas, para que las personas que viven en una y otra casa no se vean al salir y entrar. Con todo ello se busca evitar cualquier fundamento a maledicencias sobre el grado de cumplimiento del compromiso de celibato por parte de los miembros.

    Incorporación y salida

    Para pertenecer al Opus Dei se requiere solicitarlo libremente. La incorporación formal a la Prelatura se realiza mediante una convención bilateral que estipula los compromisos mutuamente asumidos por el interesado y por la propia Prelatura.

    El vínculo de los fieles con la Prelatura se establece mediante una declaración de naturaleza moral entre la persona que desea pedir la admisión (previamente solicitada por carta al prelado) y un representante del prelado, ante un testigo. Entre la solicitud por carta de la admisión al prelado y la incorporación jurídica definitiva del aspirante medían al menos seis años y medio, a lo largo de los cuales, el aspirante debe renovar su intención anualmente. En caso de no hacerlo, desaparecen las obligaciones mutuas, no devolviéndose en ningún caso las donaciones de bienes o dinero ni compensado por el trabajo realizado hasta ese momento.

    El vínculo con la prelatura cesa al terminar el plazo de vigencia del contrato, o antes, si la Prelatura así lo considera o si el interesado lo desea, solicitando dispensa al Prelado. En caso de que no se solicitara dicha dispensa, se estaría ante, lo que el Opus Dei considera una salida ilegítima y por tanto el miembro que abandonase su vocación, sin haber obtenido la dispensa necesaria, podría pecar mortalmente.

    Legalmente, por su propia voluntad y en cualquier momento, cualquiera puede abandonar el Opus Dei sin que exista obligación legal alguna de permanencia, pues el compromiso contractual es de índole únicamente moral. En ciertos casos, los bienes donados o testados podrían recuperarse.

    Para ampliar esta información:

    Incorporación al Opus Dei

    Salida del Opus Dei

    Instrucción y formación

    Según el fundador del Opus Dei, un cristiano se hace santo a través de dos elementos imprescindibles: la lucha personal por alcanzar el ideal cristiano y la gracia y misericordia de Dios. Para alcanzar el ideal cristiano de aprender a amar, existen unos medios de santificación. En el Opus Dei, dichos medios se pueden resumir en cuatro aspectos: 1) vida interior: la vida de contemplación a la que Jesucristo llamó la única necesaria; 2) trabajo: Escrivá defendió que el trabajo no es un castigo de Dios, sino un medio para santificarse y santificar a los demás; 3) Apostolado: el cristiano no puede reservarse el mensaje recibido para sí mismo, sino que debe comunicarlo a los demás; 4) formación doctrinal: conocimiento de la doctrina de la Iglesia Católica, que se ve como religión del Logos (logos =Verbo, palabra de Dios que ilumina la razón). Así dice Escrivá que el cristiano tiene que tener la piedad de los niños y la doctrina segura de los teólogos.

    Medios de formación

    Los medios de formación personal son la charla fraterna o confidencia (que es lo que, en el resto de la Iglesia, se conoce como dirección espiritual propiamente dicha) y la corrección fraterna (Catecismo del Opus Dei, n 200). El objetivo es ayudar a los fieles a mejorar en su vida interior y en otros aspectos de su vida personal.

    Los medios de formación colectiva son: los Círculos Breves o los Círculos de Estudios, los retiros mensuales, los cursos de retiro espiritual, los cursos anuales y las convivencias, las collationes mensuales; además de otras clases o charlas, convivencias especiales, etc.(Catecismo del Opus Dei. n. 201). En ellos se busca profundizar en el conocimiento de la doctrina de la Iglesia y del espíritu del Opus Dei.

    Dirección espiritual

    La Dirección espiritual es parte importante dentro de la formación que reciben los miembros del Opus Dei. La dirección se brinda mediante charlas personales (semanales) con los sacerdotes de la Prelatura en la confesión. También forma parte de la dirección espiritual la corrección fraterna. Otro medio es la Charla Fraterna, que nació como una conversación personal con San Josemaría sobre el espíritu y las costumbres de la Obra, y que, al aumentar el número, pasó a llevarse a cabo semanalmente y con el director/ra.[cita requerida]

    La corrección fraterna

    En el Opus Dei se practica habitualmente la corrección fraterna, a la que se concede gran importancia como medio de ayudar a los demás a mejorar. Estas correcciones se pueden hacer a todos, incluidos sacerdotes y Directores.

    En el caso del Opus Dei, antes de hacer la corrección fraterna se debe consultar al director/a del corregido, y después de hecha, informarlo. Según algunos críticos, esto equivale a delatar al hermano ante los superiores. Según el Opus Dei, se hace para evitar que una persona reciba la misma corrección fraterna varias veces, o que se haga una corrección fraterna que no resulte prudente; no para que el superior conozca los defectos del corregido.

    Confesión

    La confesión sacramental es en el Opus Dei, al igual que en el resto de la Iglesia Católica, un medio básico para avanzar en el proceso de identificación con Cristo, que es el ideal de un cristiano consecuente con su Fe.

    La práctica de este Sacramento tiene en el Opus Dei algunas características particulares. Las principales son: su frecuencia semanal, con el confesor habitual.

    Actitudes frente al Opus Dei

    Descrita como la fuerza más polémica de la Iglesia Católica, en las palabras del crítico Allen, el Opus Dei está visto por algunos teólogos como signo de contradicción y por otros como fuente de controversia, al mismo tiempo que ha encontrado apoyo en los Papas y líderes católicos, ha sido criticado por diferentes sectores y ex miembros.

    Críticas

    Captación y proselitismo agresivo de adolescentes, especialmente en los colegios dirigidos por el Opus Dei. Según Tammy DiNicola, ex-numeraria que trabajó en estas labores, el Opus Dei promueve muchos tipos de proyectos sociales, pero ella cree que detrás existe un motivo oculto: reclutar nuevos socios para la Obra.

    Desconocimiento en el momento de pedir la admisión de las numerosas obligaciones y restricciones a la que los miembros numerarios van siendo sometidos posteriormente de forma progresiva.

    Animar a los miembros numerarios a romper contacto con sus amigos y familiares en favor de contactos dentro del grupo.

    Amenazar a los miembros que intentan abandonar. Coacción al menos psicológica hacia los miembros que desean abandonar el Opus Dei. Especialmente miembros numerarios, que a veces son derivados a psiquiatras o psicólogos pertenecientes a la Obra, antes de dejarles salir, para tratar sus problemas vocacionales.

    Control absoluto sobre las actividades diarias de los miembros numerarios, debiendo requerir permiso para realizar cualquier actividad no reglada, y dando cuenta detalladamente de sus actividades cada semana a sus superiores mediante la confidencia semanal. Además deben entregar todo el dinero que ganen a la organización y hacer testamento a su favor.

    Falta de respeto a la correspondencia de los numerarios, que frecuentemente reciben las cartas de sus amigos y familiares abiertas y leídas por los responsables de los centros. A los numerarios también se les induce a entregar las cartas que escriban abiertas a los directores, para que puedan leerlas, y censurarlas en su caso.

    Falta de libertad para elegir confesor y director espiritual.

    Los críticos a menudo han atacado prácticas como la mortificación corporal que implica el empleo del cilicio y las disciplinas (pequeño látigo de cuerda de palmo y medio). Esta práctica es reforzada por la historia de que Escrivá de Balaguer se aplicaba tanto estas prácticas que dejaba rastros de sangre en las paredes de su habitación, aunque indicó posteriormente que los miembros no debían hacerlo.

    La actividad personal del fundador también es criticada y, por ejemplo se señala que, en 1968 Josemaría Escrivá de Balaguer solicita al Gobierno franquista de España, ser nombrado Marqués de Peralta (título nobiliario que no le correspondía por linaje familiar, pero que le fue concedido ese mismo año). Cuatro años más tarde, y sin haberlo utilizado, cedería este título a su hermano. Un estudio del historiador Ricardo de la Cierva demostró mediante documentos de su investigación, que la concesión de este nombramiento había sido irregular. La solicitud -según de la Cierva- habría estado motivada por el deseo del Fundador de hacer algo por su familia, que tanto había sufrido y sinceramente convencido de que le amparaba el derecho a esa reivindicación.

    El apoyo prácticamente unánime de la Iglesia al mensaje central de Josemaría Escrivá contrasta con el silencio frente a las novedades que el Opus Dei y su Fundador introducen en lo referente a la vida espiritual: no existe ninguna intervención de dignatarios eclesiásticos en favor de los novedosos modos ascéticos introducidos por el Opus Dei. Ni el hecho de que la dirección espiritual sea llevada principalmente por laicos, ni su dependencia de la estructura de gobierno de la Prelatura, ni la obligación de los miembros de permitir que sus superiores conozcan su intimidad, ni que en la corrección fraterna vaya incluido el deber de informar al superior de los defectos del hermano, han recibido nunca la aprobación ni el rechazo por parte de la autoridades católicas. Sin embargo algunos responsables católicos han reaccionado con preocupación frente a las denuncias recibidas contra supuestos abusos cometidos por el Opus Dei.

    Respuestas a las críticas

    El portavoz del Opus Dei, Jack Valero, niega todas las acusaciones en contra de la Obra aunque admite que algunos pueden haber cometido errores. Es habitual en la historia que instituciones católicas nuevas sean criticadas: los dominicos lo fueron, los jesuítas incluso se vieron prohibidos, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz encontraron grandes dificultades en la reforma del Carmelo, San José de Calasanz fue expulsado de la congregación que había fundado, Santa Faustina Kowalska fue criticada dentro de su congregación, el fundador de Schönstatt también pasó mucha penalidades.

    En cuanto a las denuncias de ex miembros, Valero explica que le duele que se hayan ido en malos términos y hablen mal de Opus Dei, pero también destaca los casos de personas que abandonaron el grupo y mantienen una buena relación con él. No obstante, aclara que no pone en duda la credibilidad de las personas que cuentan sus malas experiencias.

    Sobre las «críticas de algunos ex-miembros», John L. Allen, Jr. dice que mucho de lo que dicen los críticos es contradicho por muchos otros ex-miembros, por el elevado número de miembros presentes y por las personas que participan en las actividades del Opus Dei

    Posturas favorables

    El núcleo del mensaje que transmite el Opus Dei ha sido alabado por multitud de personalidades eclesiásticas. Tanto la llamada universal a la santidad y al apostolado como la importancia santificadora del trabajo profesional aparecen en discursos e intervenciones de Obispos, Cardenales y teólogos, incluso en varios documentos de la Iglesia relacionados con el Opus Dei, señalando la novedad de su mensaje.

    Juan Pablo II dijo que el Opus Dei anticipó la teología del estado laical que es una nota característica de la Iglesia del Concilio y después del Concilio y describió su fin como un gran ideal. Benedicto XVI, tres años antes de ser Papa, cuando dirigía la Congregación para la Doctrina de la Fe dijo que la vida y mensaje de Escrivá son un mensaje de grandísima importancia... que lleva a superar la gran tentación de nuestro tiempo —la ficción de que después del 'Big Bang' Dios se retiró de la historia.

    A través de la enseñanza del valor santificador del trabajo, la gente ordinaria ya tiene una genuina espiritualidad laical para hacerse santos. Según el Cardenal José Saraiva Martins, la gran originalidad del mensaje del Opus Dei está en proclamar sistemáticamente que:

    (1) todos los hombres y mujeres están creados para trabajar (Gen 2:15);

    (2) todos están llamados a la santidad; y

    (3) todas las realidades creadas han sido santificadas por Dios-hombre: las películas, computadores, excursiones, deportes son y deben ser medios de santificación.

    Abundando en el tema, la novedad absoluta del Opus Dei, según el Cardenal Franz König, estriba en su enseñanza acerca de la necesidad de que el mundo profesional y el mundo de relación con Dios de hecho tienen que caminar juntos. En este materialismo cristiano, como lo llama Escrivá, los cristianos que viven una vida integral de oración y mortificación están llamados a amar apasionadamente el mundo y liberar la creación del desorden.

    A este respecto, es ilustrativa la actuación del Cardenal Basil Hume, Arzobispo de Westminster, ya que, en 1998, en una misa de agradecimiento por el 70 aniversario de la fundación del Opus Dei, expresaba:

    El fundador del Opus Dei entendió que debía urgir a hombres y mujeres de todo tipo y condición a buscar la santidad y a hacer apostolado en medio del mundo, en el ejercicio de su profesión, sin tener que cambiar de oficio. No hay que cambiar de modo de vivir, sino sobre todo cambiar el propio corazón. Ese mensaje de hace setenta años anticipó el Decreto sobre el papel de los laicos en el mundo del Concilio Vaticano II.

    El mismo Cardenal, también solicitó al Opus Dei, respetase la libertad de los miembros en lo referente a la dirección espiritual.

    EL actual Papa Benedicto XVI, antes de ocupar dicho cargo, expresó del pensamiento de Escrivá, un Cristo en que el poder y majestad de Dios se hace presentes a través de cosas humanas, sencillas y ordinarias. Esperando como un Padre Misericordioso en el Sacramento de Reconciliación y realmente presente en el pan eucarístico, Cristo se hace totalmente disponible para alimentar al cristiano para que llegue a ser una sola cosa con él. Con el regalo de esta divinización en la gracia, un nuevo principio de energía, y con el apoyo de la familia de Cristo, la Iglesia, y un director espiritual bueno, la difícil tarea de ser santo, es también fácil, dice Escrivá. Y agrega: Está a nuestra alcance.

    La santidad se rehuye, según Ratzinger (2002), porque hay un concepto equivocado de la santidad…que estaría reservada para algunos 'grandes'... que son muy diferentes a nosotros, normales pecadores. Pero es una concepción errónea que ha sido corregida precisamente por Josemaría Escrivá. El santo tiene virtud heroica porque ha estado disponible para dejar que Dios actuara. Ser santo no es otra cosa que hablar con Dios como un amigo habla con el amigo, el Único que puede hacer realmente que este mundo sea bueno y feliz.

    Según John Allen, periodista católico y vaticanólogo de la CNN, estas acusaciones son mitos que no tienen que ver con la realidad del Opus Dei.

    Controversias en torno al Opus Dei

    Acusaciones de constituir una secta

    Una de las acusaciones frecuentes contra el Opus Dei es calificar a esta institución como una secta religiosa.

    En España la asociación Projuventud A.I.S. (Asesoramiento e Información sobre Sectas), se ha ofrecido a dar un asesoramiento que define como no comprometido con posturas religiosas a familias afectadas por el proselitismo del Opus Dei. En Estados Unidos aparecieron otras asociaciones como ODAN, para ofrecer ayuda a ex miembros afectados por el Opus Dei. Del mismo modo, debido al proselitismo con menores, se fundó la asociación Our Lady and St. Joseph in Search of the Lost Child, con miembros destacados en diferentes países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Irlanda.

    Massimo Introvigne, un conocido experto en sectas y activista católico, indica que los laicistas, los católicos progresistas y los anticatólicos estigmatizan el Opus Dei con el término secta porque ha sido su blanco principal por muchos años. Los laicistas luchan contra el Opus Dei, según dice, porque ellos no pueden tolerar 'el retorno de lo religioso' en la sociedad secularizada.

    Los laicistas afirman que la laicidad es un principio indisociable de la democracia, porque las creencias religiosas no son un dogma que deban imponerse a nadie ni convertirse en leyes. La Iglesia (y con ella el Opus Dei) reconoce que la laicidad, entendida como autonomía de la esfera civil y política de la esfera religiosa y eclesiástica –nunca de la esfera moral–, es un valor adquirido y reconocido por la Iglesia, y pertenece al patrimonio de civilización alcanzado.

    Por parte del Opus Dei y de la jerarquía católica se recalca que no es correcto llamar secta a una prelatura de la Iglesia Católica y que una secta es una organización no reconocida y el Opus Dei sí que está reconocido por la Iglesia.

    Introvigne dice también que como prelatura que es el Opus Dei, está en el mismo corazón de la organización socio-administrativa de la Iglesia Católica y que estigmatizarlo como secta, o bien viene de un uso de criterios cuantitativos que no examina las creencias sino tan sólo la intensidad de las prácticas, o del puro deseo político de usar una clasificación particularmente denigratoria contra un adversario que lo considera como peligroso. Pero es obvio que —si uno usa elementos cuantitativos o si uno estigmatiza como sectas grupos cuya espiritualidad no le viene bien al propio gusto— se puede hallar 'sectas' en todas partes, y se puede incluir entre ellas la misma Iglesia Católica en su totalidad

    En el exhaustivo informe de la Asamblea Nacional Francesa sobre las sectas, no se menciona al Opus Dei.

    El código Da Vinci

    El Opus Dei recibió atención mundial tras la publicación del best seller de ficción, escrito por Dan Brown titulado El código Da Vinci. Después de calificar al Opus Dei como una secta católica en página de hechos" de su novela, Brown crea un relato en el cual se presenta a las personas de la organización como unos devotos fanáticos, utilizados por estafadores para fines siniestros. Brown dice que su retrato del Opus Dei se basa en entrevistas con miembros y ex-miembros, y en los libros que se han escrito acerca de Opus Dei.

    El citado libro ha recibido multitud de críticas sobre este particular y sus constantes imprecisiones e inexactitudes históricas y teológicas e incluso geográficas.

    Mientras el portavoz del Opus Dei, Marc Carrogio, hizo una declaración de paz hacia las personas detrás del El código Da Vinci, algunos eruditos cristianos ofendidos indican que la tergiversación de creencias cristianas en El código Da Vinci es tan agresivo y continuo que la única conclusión es que es un resultado de una ignorancia deliberada o una malicia determinada.

    Acusaciones de secretismo

    Los miembros del Opus Dei se caracterizan por su discreción según sus defensores o por su secretismo según sus detractores. Su fundador explicaba que la manera más fácil de entender el Opus Dei es pensar en la vida de los primeros cristianos. Ellos vivían a fondo su vocación cristiana; buscaban seriamente la perfección a la que estaban llamados por el hecho, sencillo y sublime del Bautismo. No se distinguían exteriormente de los demás ciudadanos.

    Como tantas otras organizaciones, el Opus Dei no pone en conocimiento público quién es o deja de ser miembro de la organización, esta información es de carácter privado y deja a la libre elección de cada miembro el reconocimiento de este hecho.

    Hasta 1950, el Opus Dei no tuvo un estatuto jurídico pleno dentro de la Iglesia, con la primera constitución. El artículo 191, modificado en una revisión de los estatutos en los años ochenta cuando el Opus Dei fue nombrado Prelatura Personal, en la constitución original rezaba: «Los miembros numerarios y supernumerarios sepan bien que deberán observar siempre un prudente silencio sobre los nombres de otros asociados y que no deberán revelar nunca a nadie que aquellos pertenecen al Opus Dei». Aquella falta de publicidad dio una imagen de secretismo que continúa hasta la actualidad, pese a ser públicos los estatutos y constituciones del Opus Dei.

    Esto ha tendido a crear la sospecha que el Opus Dei funciona como una sociedad secreta y, hasta entrados los años 1980, ha sido prácticamente imposible, no ya por la gente común, sino incluso por los clérigos y, según algunos, por muchos de los miembros conocer íntegramente las Constituciones y reglamentos de la asociación.

    Basado en los reportajes de España, en los años 40, el Superior General de la Sociedad de Jesús, D. Wlodimir Ledochowski (1866-1942) dijo al Vaticano que consideraba el Opus Dei como muy peligroso para la Iglesia de España. Y le achacó el tener un carácter secreto además de que había señales de una inclinación para dominar el mundo a través de una forma de masonería cristiana. Según Vázquez de Prada, miembro del Opus Dei (1997), Berglar (1994), los periodistas católicos Messori (1997) y Allen (2005) esta controversia inicial, que procedía de círculos eclesiásticos muy respetados (la oposición de los buenos, según Escrivá) será la primera raíz de las acusaciones posteriores a lo largo y ancho del mundo: que es una sociedad secreta, peligrosa e inclinada al poder y al dinero. Estas acusaciones han sido rebatidas tanto por el fundador como por sus sucesores.

    A este respecto, el Parlamento italiano investigó al Opus Dei en 1986 y concluyó que no era una sociedad secreta. Por el contrario una Comisión del Parlamento belga incluyó al Opus Dei en la lista de las sectas peligrosas para la juventud en respuesta, entre otros factores, a las protestas de familias cuyos hijos han sido objeto de proselitismo desde el Opus Dei.

    Los Tribunales alemanes, por su parte, han indicado que el Opus Dei no está autorizado a publicar listas, pues la pertenencia es un asunto que forma parte de la esfera privada que se debe respetar[cita requerida].

    Tampoco el informe de la Asamblea Nacional Francesa sobre sectas considera al Opus Dei como tal.

    Falta de ortodoxia y ultraconservadurismo

    En la labor de enseñar su mensaje, el Opus Dei encontró controversias y rechazos por parte de numerosos detractores, incluidos algunos obispos. El Cardenal Julián Herranz, miembro del Opus Dei, dijo que Opus Dei fue víctima de la cristianofobia.

    En los años 40, algunos jesuitas, como D. Ángel Carrillo de Albornoz (que luego abandonó la Compañía de Jesús), denunció al Opus Dei como una nueva herejía por no ser ortodoxo que los laicos puedan ser santos sin votos y hábitos. También existía la preocupación de que el Opus Dei restara vocaciones a las órdenes religiosas.

    El actual Papa Benedicto XVI, cuando era cardenal dijo que el Opus Dei es la unión sorprendente de absoluta fidelidad a la tradición y fe de la Iglesia, y la apertura incondicional a todos los retos de este mundo. Sin embargo, el Opus Dei ha sido criticado por promover una visión demasiado ortodoxa (pre-conciliar) de la fe católica romana. Los críticos dicen[cita requerida] que el Opus Dei logró acercarse más a la cúpula del Vaticano gracias al Papa Juan Pablo II, para lograr convertirse en una iglesia dentro de la iglesia siendo empleada como una fuerza de choque por la necesidad de llevar a cabo una nueva evangelización con principios ultraconservadores y reaccionaríos. De otra parte, sus partidarios[cita requerida] dicen que este término conservador está mal aplicado a nociones religiosas, morales e intelectuales. Sin embargo otros dicen[cita requerida] que el término es lo bastante amplio como para aludir a actitudes de conservadurismo en general, no exclusivamente en el campo político.

    El prelado actual, Javier Echevarria, dice que "si se emplea la palabra conservador fuera del contexto político, se podría decir que toda la Iglesia es conservadora, porque conserva y transmite el Evangelio de Cristo, los sacramentos, el tesoro de la vida de los santos, sus obras de caridad. Por razones análogas, toda la Iglesia es progresista, porque mira al futuro, cree en los jóvenes, no busca privilegios, está cerca de los pobres y de los necesitados. O sea, el Opus Dei es conservador y progresista como lo es toda la Iglesia, ni más ni menos.

    Escrivá también dice que La religión es la más grande rebelión de hombres que no quieren vivir como bestias.

    El Opus Dei y su relación con la política

    En los años 1950 y 1960, el jefe de estado y dictador español Francisco Franco designó a varios miembros del Opus Dei como ministros y altos cargos dentro del régimen. Estos ministros, conocidos entonces como los tecnócratas, generalmente son reconocidos por haber introducido en la dictadura de Franco una ideología capitalista-liberal, modernizando también la economía española que contrastó con las influencias falangistas, carlistas y militares anteriores. Este hecho hizo que en su momento se propagase la idea del apoyo del Opus Dei al régimen de Franco y viceversa. El historiador e hispanista inglés Paul Preston afirma (1993) que Franco los designó como ministros por su habilidad técnica y no por su pertenencia al Opus Dei.

    Sobre la acusación de que el Opus Dei fue una especie de partido político en el gobierno de Franco, Messori dice que ésta es una leyenda negra que la Falange española y algunos clérigos han propagado y alegan que el régimen franquista persiguió igualmente a algunos miembros del Opus Dei. No obstante según el historiador Ricardo de la Cierva: "La equiparación de miembros del Opus Dei en el poder de Franco y en la oposición es falsa. Estaban en su inmensa mayoría con el poder; iniciaron una corriente de oposición muy minoritaria entre ellos mismos ya muy al final del régimen, por medio del profesor Calvo Serer, que durante décadas había sido un ardiente partidario de Franco y su régimen como Antonio Fontán y Rafael Calvo Serer.

    En tiempos más recientes, durante la etapa del gobierno del español Partido Popular, (1996-2004) algunos miembros del Opus Dei, como Federico Trillo o Isabel Tocino fueron designados ministros por el entonces líder de ese partido, José María Aznar. De la misma forma, el ex fiscal general del estado Jesús Cardenal, es miembro de la prelatura. Otro miembro que también ocupó un alto cargo fue Juan Cotino como director general de la Policía Nacional española. Dentro del nacionalismo vasco, sosteniendo una postura ideológica contraria a los antes mencionados, Rafael Larreina de Eusko Alkartasuna, ex parlamentario y actual vicepresidente segundo del Parlamento Vasco pertenece al Opus Dei.

    En cualquier caso, John Allen constata que, si bien el Opus Dei, desde el punto de vista institucional, no tiene una postura política oficial, hay pocas dudas de que muchos de sus miembros son políticamente conservadores al igual que la mayoría de los católicos españoles dentro de la dinámica que mantienen Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español en España a finales del siglo XX e inicios del XXI.

    También mantiene hoy en día cierta presencia de algunos de sus miembros y simpatizantes en élites financieras y políticas, sobre todo en las de tendencia católica conservadora[cita requerida]. Habiendo recibido el apoyo de diversos líderes políticos y empresariales[cita requerida] como Lech Walesa de Polonia, Corazón Aquino de Filipinas, Thomas Murphy de General Motors, Ruth Kelly del Reino Unido, Raymond Barre de Francia, Charles Malik, ex-Presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y que son algunos de los personajes que consideran como positiva la influencia del Opus Dei en el mundo.

    Los miembros del Opus Dei remarcan que la institución tiene una finalidad únicamente espiritual, y que cada miembro asume sus responsabilidades profesionales en el mundo de la política o los negocios, sin hacer partícipes de ellas a los demás miembros y menos aún a la institución. Escrivá decía que los fieles del Opus Dei podían tener la postura política que quisieran, siempre y cuando no entrara en contradicción con la doctrina católica.

    Las posiciones opuestas se reflejan en como se interprete el punto 353 del libro Camino de Escrivá:

    Aconfesionalismo, neutralidad: viejos mitos que intentan siempre remozarse. ¿Te has molestado en meditar lo absurdo que es dejar de ser católico al entrar en la universidad o en la asociación profesional o en la asamblea sabia o en el parlamento, como quien deja el sombrero en la puerta (Camino, punto 353)

    Alberto Moncada, un ex miembro crítico, sugirió que quizás la presunta búsqueda de influencia del Opus Dei en la sociedad se canalice a través de sus colegios y universidades, con el fin de que sus principios religiosos se transformen en modelo de vida.

    Los críticos dicen también que los miembros del Opus Dei no serían libres en materias políticas, ya que seguirían una ideología de tipo nacional-católico y según éstos los miembros del Opus Dei estarían en la derecha política, impulsando una influencia conservadora en el mundo, promoviendo las políticas más tradicionales del Vaticano. De acuerdo con los portavoces de Opus Dei esto no probaría la relación del Opus Dei con la política, sino la actividad política de algunos de sus miembros.

    No obstante el debate sobre el Opus Dei y su papel en la política sigue vigente hoy en día.

    El Opus Dei en la actualidad

    En cuanto al número de miembros, el Opus Dei mantiene un leve crecimiento numérico desde hace varios lustros, sobre todo en Europa. Desde 1990 ha habido aproximadamente un 4% de incremento en su número, mientras que en los años 1960 y 1970 habían aumentado sus miembros en más de un 45%[cita requerida]. Ello es en parte consecuencia de la progresiva secularización de aquellos países donde tradicionalmente se había asentado en primer lugar, como España, Italia y Portugal[cita requerida], y a un bajo índice de penetración en el resto de países europeos. Y en América Latina, debido en parte al fenómeno de la expansión de las iglesias protestantes[cita requerida], que en Brasil por ejemplo, llegan a copar más del 20% de una población, antes casi enteramente católica. Su expansión actualmente

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