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¿Acaso se nos olvida que no solo se escucha por los oídos? También se
escucha desde el interior, desde el corazón, desde la observación de las
supuestas “casualidades” que tanto se repiten en nuestras vidas, para las
cuales no tenemos explicación, pero que traen consigo un mensaje divino.
Podrán llamar esto misticismo…pero ¿alguien puede explicar porqué una
flor contiene tanta belleza? ¿Por qué existen tantos colores? ¿Por qué una
bola inmensa de fuego llamada sol nos calienta a la distancia perfecta? Hay
que realizar que al igual que estas cosas son posibles, todos llegamos a
existir por razones divinas y propósito.
Ante el argumento de algunos que olvidan a Dios, hay que recordarles con
amor como es que su corazón palpita “por si solo” al ritmo perfecto para
mantenerlos vivos. ¿No es eso un milagro? ¿Acaso la casualidad se
organiza sola? Poco a poco el ciego verá; poco a poco, el sordo escuchará;
poco a poco, el mudo testificará; y poco a poco, el insensible sentirá.
Es difícil saber a donde Dios se dirige y por lo tanto también a donde nos
dirige a nosotros. Nada de esto es mejor definido como lo pensé en un
momento de inspiración anterior diciendo:
“Dios a primera vista está loco; como mirar el universo por primera vez y
pretender entenderlo. Y cuando pasa algo me pregunto ¿por qué? ¿Por qué
ahora? Me doy cuenta de que para el Creador no existe el tiempo y todo es
un solo gran evento. Cada vez que me acerco más a Dios, más me muestra
el camino correcto, a la marcha me corrige y me lleva a darme cuenta de
aquellas cosas que El entiende que debo darme cuenta o aprender. Soy su
hijo y el me está criando mientras existo. Deseo ver un orden, pues mi
condición humana necesita ver las cosas en orden para entenderlas, pero
Dios no necesita eso, El lo ve todo a la vez y quiere que sea como El.”
Tal vez, Dios, esa conciencia universal que sujeta la existencia completa,
quiere que seamos locos…tal vez… No es difícil darse cuenta que en la
locura es que se encuentra la libertad total.