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Tema 4.- La especie humana. Origen y evolución.

TEMA 4.- LA ESPECIE HUMANA. ORIGEN Y EVOLUCIÓN.


¿Por qué existen multitud de especies? ¿Por qué algunas
desaparecen? ¿Por qué esa gran variedad?
La teoría de la evolución intenta contestar a todas estas
preguntas, y sus respuestas tienen muchas implicaciones para
nosotros, miembros de la especie humana. Por medio de la teoría
de la evolución podemos llegar a encontrar respuestas a
preguntas como:

¿De dónde venimos? ¿Cuáles fueron nuestros antepasados?


¿En qué somos diferentes a las otras especies? y, sobre todo,
¿cuál puede ser nuestro futuro como especie?

Desde sus orígenes, en 1859, las ideas de la teoría de la evolución crearon polémica y fueron rechazadas por
mucha gente (incluidos científicos), basándose en sus convicciones religiosas. Hoy en día la mayoría de los
científicos coinciden en aceptar la teoría, pero continúa la polémica con ciertos sectores de la sociedad.

1.- Creacionismo y evolucionismo

El orígen del mundo y de sus pobladores ha estado siempre en


la mente del hombre, y las explicaciones han ido muy ligadas a
las creencias religiosas, a la idea de un ser superior creador de
todas las cosas.
El desarrollo del pensamiento científico ha llevado (a veces de
manera inconsciente) a buscar un por qué alejado de los
dogmas.
Veamos cuál ha sido la evolución de todas estas ideas.

La ilustración de la arriba es un fragmento del fresco "La Creación", pintado por Miguel Ángel en la Capilla
Sixtina.Durante muchos siglos la Creación fue la única idea para explicar el origen del hombre en la tierra en el
mundo occidental.
¿Sabes en qué consiste la Creación según las religiones cristianas?

Fijismo y evolución

El fijismo o teoría fijista es una creencia que sostiene que las especies
actualmente existentes han permanecido básicamente invariables desde la
Creación. Las especies serían, por tanto, inmutables, tal y como fueron
creadas. Curiosamente muchos de sus seguidores creen en la generación
espontánea (creación de seres vivos a partir de materia inanimada).

El creacionismo, de nuevo de moda en algunos países, utiliza este fijismo y defiende el "diseño inteligente",
donde Dios diseñó hasta el más mínimo detalle morfológico, fisiológico y bioquímico de cualquiera de las
especies existentes. Niega el proceso evolutivo y evita el método científico. No puede, por tanto, considerarse
como ciencia.
Siguiendo la Biblia, el arzobispo Usher en 1593 llega a la conclusión de que el mundo fue creado a las 9 de la
mañana del día 23 de octubre del año 4.004 antes de Cristo.

La evolución biológica es el proceso continuo de transformación de las


especies y aparición de otras nuevas a través de cambios producidos en
sucesivas generaciones, y que se ve reflejado en el cambio de las frecuencias
alélicas de una población. La evolución biológica es un fenómeno natural real,
observable y comprobable empíricamente.

La llamada Síntesis Evolutiva Moderna es una robusta teoría que actualmente proporciona explicaciones y
modelos matemáticos sobre los mecanismos generales de la evolución o los fenómenos evolutivos, como la
adaptación o la especiación. Como cualquier teoría científica, sus hipótesis están sujetas a constante crítica y
comprobación experimental.

No es necesariamente contrario aceptar la evolución y la existencia de un Creador. Todo depende de la


interpretación que demos a los textos sagrados. La teología cristiana no siempre ha estado ligada al fijismo a lo
largo de su historia. Así, Tomás de Aquino y San Agustín negaron que Dios hubiera creado todas las especies
en los primeros seis días. Según esta corriente teológica, Dios habría conferido un poder productor o creador a
diferentes elementos de la Naturaleza y este poder sería el responsable de la creación de vida en distintos
momentos de la historia de la Tierra.

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Tema 4.- La especie humana. Origen y evolución.

EJEMPLO DE UNA CREENCIA (NO CIENTÍFICA): EL DISEÑO INTELIGENTE

A continuación para comprender mejor qué es la ciencia y qué no lo es vamos a compararla con un tipo de
pensamiento no científico: el Diseño Inteligente.

Leemos en la revista Despertad!: "La conclusión de que hay diseño no nace de la ignorancia. No es
consecuencia de lo que no sabemos, sino de lo que si sabemos. Los científicos pensaban que la célula era tan
simple que podía haber surgido del fango marino de manera espontánea. Pero desde entonces se ha
descubierto que es sumamente compleja. Tal complejidad funcional es prueba de diseño intencionado".
En la misma revista Despertad! leemos (en diferentes párrafos):
"Gracias a generosos aportes económicos, científicos estadounidenses, asiáticos y europeos pusieron en
marcha programas de investigación en los que emplearon métodos que prometían acelerar la evolución. Pese a
la gran cantidad de dinero invertido fracasó la mayoría de los intentos de conseguir mediante irradiación
variedades de rendimiento cada vez mayor.
La mutaciones no pueden transformar una especie original (de planta o animal) en otra totalmente nueva.
Si científicos muy preparados no logran producir nuevas especies provocando y seleccionando mutaciones
beneficiosas, ¿qué probabilidades hay de que lo consiga un proceso ciego y carente de inteligencia?"
Y hablando de los pinzones de Darwin, remata:
"Lo cierto es que los pinzones de Darwin no se han transformado en "nada nuevo". Siguen siendo pinzones"

¿Cual crees que es la técnica de los redactores? ¿Qué objetivo persiguen? Refuta científicamente alguno de los
puntos del texto.

2.- Los primeros pasos hacia una teoría.

Los primeros científicos que intentaron dar una explicación a la gran


variedad de especies fósiles que se iban descubriendo trabajaban
siguiendo el método científico. Aun así, tenían unas profundas
convicciones religiosas y eran fijistas y creacionistas.

Había que dar una explicación a aquellas formas petrificadas de animales y vegetales.
En algunos casos, llegaron a conclusiones que les hicieron replantearse sus creencias, cosa difícil en la sociedad
de la época. Sus trabajos forjaron las bases para las posteriores teorías.
Los fósiles: primeras pruebas
El descubrimiento de fósiles desde la antigüedad, así como otros datos de la naturaleza, había llevado a
pensadores de muchas culturas a intuir la idea de evolución, como es el caso de Anaximandro (siglo VI adC), en
la Grecia clásica.
Pero durante una época de sequía intelectual y científica, la presencia de “piedras” con forma de animales o
plantas derivó en varias posibilidades:
• Son caprichos de la naturaleza
• Son seres que perecieron en las catástrofes bíblicas
• Pueden ser restos de seres vivos muy antiguos, convertidos en roca por un proceso químico conocido
Sólo la última provoca el nacimiento de una investigación para dar una explicación, saber cómo ha ocurrido, qué
eran esos seres y cuándo vivieron. ¿Y por qué no? ¿Es que había miedo a que los dogmas fueran
derrumbados?

Primeras hipótesis: científicos que sentaron las bases de la teoría de la evolución.


Veamos las aportaciones a la ciencia de diferentes personajes clave para la teoría de la evolución. Como hemos
comentado, algunos de ellos fueron fijistas, pero su gran y minucioso trabajo dio pié a posteriores pensamientos.
Clasificación y evolución (Linneo)
La necesidad de dar nombre a todas la especies conocidas y a las muchas que se van descubriendo lleva a
Carlos Linneo (1707-1778) a agruparlas por semejanzas, con lo cual nace también un árbol genealógico, que se
completará posteriormente por abajo con las especies fósiles. Inevitablemente aparece el concepto de evolución
de las especies, aún cuando Linneo fuera fijista.
Evolución y degeneración (Buffon)
El gran problema de la época es que, si la ciencia habla de “especies extinguidas”, la obra del Creador no es
perfecta, dado que algunas no han funcionado. Georges Louis Leclerc, conde de Buffon (1707-1788) acepta los
cambios evolutivos, pero en sentido inverso. Los monos son degeneraciones del hombre, el burro del caballo,
etc.
Paleontología y evolución (Cuvier)
Georges Cuvier (1769-1832), gran impulsor del estudio de los fósiles (paleontología), se basa en los mismos y en
los seres actuales, a los cuales agrupa por sus características estructurales (dentición, forma, etc.) y se crea así
la anatomía comparada. Pero sus conclusiones caen en el fijismo, y propone la teoría de las grandes catástrofes
para la extinción de las especies (como el diluvio universal), evitando de nuevo poner en entredicho la obra del
Creador.

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El equilibrio dinámico (Lyell)


Contemporáneo de Cuvier, Lyell (1797-1875), abogado y geólogo, representa la corriente gradualista, contraria al
fijismo, y explica los cambios geológicos y biológicos mediante periodos sucesivos de extinción y creación. Su
obra Principios de Geología sirve de inspiración a Charles Darwin.

Lamarck: la necesidad crea el órgano

Un gran científico y una gran teoría. Lamarck (1744-1829) reconoce el cambio en las especies y lo explica
mediante dos fuerzas que, combinadas, son las causantes del árbol evolutivo: por un lado, la tendencia de la
naturaleza hacia el aumento de la complejidad de los seres vivos; por otro, la acomodación de los organismos al
medio externo que les rodea y la herencia de tales adaptaciones a sus descendientes (ley del uso y desuso de
los órganos y ley de la herencia de los caracteres adquiridos).
Lamarck todavía defendía la “generación espontánea”, por la cual los seres vivos (p.ej. los ratones) pueden
aparecer a partir de ropa vieja o granos de trigo y dota a los fluidos internos de los organismos de la capacidad
para modificar los órganos de los mismos.
Así, si un animal vive en una charca acabará desarrollando membranas entre sus dedos para nadar mejor. O,
por el contrario, si un animal no necesita sus patas, acabará perdiéndolas.
Aunque actualmente su teoría evolutiva ha sido desplazada, Lamarck fue un gran científico, con inmensas
aportaciones, y su pensamiento influyó profundamente en las concepciones evolucionistas del siglo XIX. Aún hoy
solemos explicar la evolución darwinista con frases como “las jirafas tienen el cuello largo para llegar a las hojas
altas de los árboles”, claramente lamarckiana.

3.- La teoría de la evolución: Darwin y Wallace

La historia de los descubrimientos científicos está llena de coincidencias y competiciones por ser el primero.
Charles Darwin (1809-1892) forjó sus ideas durante un viaje de cinco años alrededor del mundo como
naturalista, en el barco científico Beagle.
Sus observaciones le llevaron a formular una hipótesis: los seres vivos evolucionaban como consecuencia de
una serie de lentos cambios graduales provocados por la selección natural.
Pero Darwin tardó mucho tiempo en publicar su libro El origen de las especies, debido a su mala salud y al
rechazo social y religioso a sus ideas.
En 1858 en una carta desde Indonesia, el científico Alfred Russell Wallace (1823-1913), pedía a Darwin que
leyera y enviara a alguna revista científica, si lo consideraba aceptable, las conclusiones a las que había llegado.
Cuando Darwin leyó el manuscrito quedó conmocionado. Wallace había llegado a la misma conclusión que él,
pero de manera independiente: la evolución a partir de un origen común mediante la selección natural. Este
hecho hizo que Darwin publicara su libro inmediatamente y que la teoría lleve su nombre.
Cuando Wallace recibió un ejemplar del "El Origen de las especies" opinó: "Perdurará tanto como los Principia
de Newton. El señor Darwin ha donado al mundo una ciencia nueva, y su nombre, a juicio mío, se destaca por
encima del de muchos filósofos antiguos y modernos. ¡¡La fuerza de la admiración me impide decir más !!".

Darwin: selección natural y gradualismo. El viaje del Beagle.

La selección natural sobre los individuos se basaba en la variabilidad en la


descendencia, es decir, no todos los descendientes de una pareja son
exactamente iguales, unos son más altos, otros más bajos, de diferente color,
etc. Diferentes cambios ambientales provocarían la supervivencia de los más
aptos, debido a una selección natural que, mediante diversos mecanismos,
dejaría fuera a los menos adaptados.
Sus ideas se forjaron durante su viaje de cinco años alrededor del mundo
como naturalista, en el barco científico Beagle, donde se enroló como
naturalista "sin sueldo".
Mientras la tripulación trazaba nuevos mapas él recogía muestras y hacía
observaciones en los distintos lugares que visitaban.
En algunas zonas, como las islas Galápagos, observo las sutiles
diferencias que había entre diferentes especies de las distintas islas,
como los famosos "pinzones de Darwin".
Así llegó a la conclusión de que derivaban de una misma forma común,
que seguramente llegó desde el continente. A partir de ella se
producirían leves variaciones y en cada isla la selección natural haría
que sólo sobreviviera una de las variantes, creándose así nuevas
especies a lo largo de miles de años.
Lo mismo observó en las tortugas. Le ayudó la observación de la gran
variabilidad a la que llegan las especies domésticas, como las aves de
corral o los perros que, perteneciendo a la misma especie (pueden criar
entre ellos), muestran formas y tamaños muy distintos.

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Tema 4.- La especie humana. Origen y evolución.

La polémica tras la publicación de El origen de las especies aumentó en 1871 con la publicación de El origen del
hombre, donde Darwin hablaba de un ancestro común para los hombres y los monos, idea inaceptable para la
sociedad de la época (y para algunos de la actual).

Ejemplo de método científico: las pruebas de la evolución

A pesar de la imposibilidad de un registro fósil absolutamente completo, la evolución es un hecho, y las


evidencias que lo prueban no son simples observaciones, sino las predicciones comprobadas de una hipótesis.
Ninguna otra teoría acerca del origen y mantenimiento de la diversidad biológica posee tal cantidad de
evidencias ni está apoyada por tal cantidad de estudios científicos como la actual Teoría de la Evolución.
La evolución biológica es, posiblemente, el proceso más importante que afecta al conjunto de seres vivos que
habitan en la Tierra, aunque este proceso no se de directamente sobre seres vivos determinados, ya que es un
proceso que se prolonga mucho en el tiempo y tarda miles o millones de años en manifestarse; a pesar de ello,
es un proceso imparable que comenzó con la aparición de la vida y desde entonces no ha perdido nada de vigor.
Podemos tener una mayor certeza de la existencia de este proceso en el pasado, ya que según lo que acabamos
de ver, la evolución no se puede demostrar en la actualidad por su extremada lentitud; esta certeza, sin embargo,
la podemos obtener a partir de una serie de hechos que nos van a probar su existencia.
Veamos las diferentes pruebas que avalan a la Teoría de la Evolución.

Pruebas Biogeográficas
Las encontramos repartidas por todo el planeta, y consisten en la existencia de grupos de especies más o menos
parecidas, emparentadas, que habitan lugares relacionados entre si por su proximidad, situación o
características, por ejemplo, un conjunto de islas, donde cada especie del grupo se ha adaptado a unas
condiciones concretas. La prueba evolutiva aparece porque todas esas especies próximas provienen de una
única especie antepasada que originó a todas las demás a medida que pequeños grupos de individuos se
adaptaban a las condiciones de un lugar concreto, que eran diferentes a las de otros lugares.
Son ejemplos característicos de esto los pinzones de las islas Galápagos que fueron estudiados por Darwin, los
Drepanidos, aves de las islas Hawaii, o las grandes aves no voladoras distribuidas por el hemisferio sur, los
ñandúes sudamericanos, las avestruces africanas, el pájaro elefante de Madagascar (extinguido), el casuario y el
emú australianos o el moa gigante de Nueva Zelanda (también extinguido).

Pruebas Paleontológicas
El estudio de los fósiles nos da una idea muy directa de los
cambios que sufrieron las especies al transformarse unas en
otras; existen muchas series de fósiles de plantas y animales
que nos permiten reconstruir cómo se fueron adaptando a las
cambiantes condiciones del medio, como las series de erizos
de los acantilados ingleses, el paso de reptiles a aves a
través del Archaeopterix, o la evolución de los caballos para
adaptarse a las grandes praderas abiertas por las que
corrían.

Pruebas Anatómicas
Quizá son las que más información nos pueden aportar,
porque son el reflejo directo de las adaptaciones al medio.

En muchos seres vivos existen órganos atrofiados, no


funcionales, que aparecen en antepasados antiguos
perfectamente funcionales, pero que con el transcurso de las
generaciones dejaron de ser útiles; a estos órganos se les
denomina ÓRGANOS VESTIGIALES.

Por otro lado, el estudio de la anatomía de distintas especies nos enseña que existen muchas que se parecen
mucho, ya que son especies evolutivamente próximas, separadas por una diferente adaptación a medios
distintos, es decir, que poseen órganos y estructuras orgánicas muy parecidas anatómicamente ya que tienen el
mismo origen evolutivo, son lo que denominamos ÓRGANOS HOMÓLOGOS, como por ejemplo, la aleta de un
delfín y el ala de un murciélago, son órganos con la misma estructura interna, pero uno es para nadar y otro para
volar.
Al mismo tiempo, existen también especies muy separadas evolutivamente que se tienen que adaptar al mismo
medio, y por lo tanto desarrollan estructuras similares, los llamados ÓRGANOS ANÁLOGOS, que son patrones
anatómicos que han tenido éxito en un medio concreto y por eso varias especies lo imitan.

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Tema 4.- La especie humana. Origen y evolución.

Estos órganos que desempeñan la misma función, pero tienen


una constitución anatómica diferente se llaman ÓRGANOS
ANÁLOGOS, como el ala de un insecto y el ala de un ave que
ya hemos visto, y representan un fenómeno llamado
CONVERGENCIA ADAPTATIVA, por el cual los seres vivos
repiten fórmulas y diseños que han tenido éxito.

Pruebas Embriológicas
Relacionadas con las pruebas anatómicas, el estudio de los embriones de
los vertebrados nos da una interesante visión del desarrollo evolutivo de
los grupos de animales, ya que las primeras fases de ese desarrollo son
iguales para todos los vertebrados, siendo imposible diferenciarlos entre
sí; sólo al ir avanzando el proceso cada grupo de vertebrados tendrá un
embrión diferente al del resto, siendo tanto más parecidos cuanto más
emparentadas estén las especies. Esto es lo que Haeckel resumió
diciendo que la "ontogenia resume a la filogenia".

Pruebas bioquímicas
Por último, las pruebas más recientes y las que mayores posibilidades
presentan, consisten en comparar ciertas moléculas que aparecen en
todos los seres vivos de tal manera que esas moléculas son tanto más
parecidas cuanto menores diferencias evolutivas hay entre sus
poseedores, y al revés; esto se ha hecho sobre todo con proteínas (por
ejemplo proteínas de la sangre) y con ADN.

La evolución de una ciencia: la teoría en la actualidad

No sería un buen ejemplo el hecho de que el pensamiento científico no reflexionara, se modificara o cambiara a
la luz de nuevos hechos.
El avance de la ciencia lleva a integrar los mecanismos evolutivos de Darwin con la genética mendeliana como
base de la herencia, la mutación genética aleatoria como fuente de variación y la genética de poblaciones como
fuente de variabilidad.
Nace así la síntesis evolutiva moderna o neodarwinismo.

Las otras teorías

Además de las críticas sin fundamento y no científicas del creacionismo y el diseño inteligente, existen otras
dentro del mundo de la ciencia que discrepan puntualmente con la teoría sintética.

Así, Richard Dawkins aporta una visión particular del neodarwinismo,


afirmando que el gen es la única unidad de selección verdadera (el gen
egoísta), siendo los individuos o los grupos simples “vehículos” en el
proceso evolutivo del gen.

Lynn Margulis, más allá de su teoría de la endosimbiosis (mitocondrias y


plastos provienen de la simbiosis entre una célula eucariota y otra
procariota) defiende la simbiosis entre microorganismos como importante
fuerza evolutiva.
Stephen Jay Gould i Niles Eldredge
proponen el modelo del equilibrio
puntuado, con largos episodios sin
cambios evolutivos relevantes dentro
de cada especie.
Sin embargo, la comunidad científica
los considera solo como desacuerdos y
nuevas ideas sobre puntos específicos,
y que la teoría misma no ha sido
rebatida en el campo de la biología,
siendo comúnmente descrita como la
"piedra angular de la biología
moderna".

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Tema 4.- La especie humana. Origen y evolución.

4.- La evolución humana

Darwin abordó, en 1871, la evolución humana en su obra El origen del hombre,


hablando de un antepasado común para el hombre y algunos símios.
Inmediatamente, la sociedad simplificó sus ideas, como se puede ver en la
ilustración.
Aunque su hipótesis inicial era muy general (no explicaba los diferentes niveles
por falta de pruebas) se ha ido comprobando su validez general con el aporte
posterior del trabajo de numerosos científicos.
El mismo método utilizado hasta la fecha con los diferentes fósiles encontrados
se aplicó en el estudio de la evolución humana. Multitud de yacimientos
ofrecieron nuevas muestras que, poco a poco y tras diferentes hipótesis, han ido
conformando, gracias también a los modernos métodos genéticos, el árbol
evolutivo del hombre.

Los pre-Australopitecinos

Los primeros posibles homínidos bípedos son Sahelanthropus tchadiensis (6 ó 7


millones de años), Orrorin tugenensis (unos 6 millones de años) y Ardipithecus
(entre 5,5 y 4,5 millones de años). No hay acuerdo general sobre si estos
primeros homíninos fueron totalmente bípedos.

Fase Australopithecus

Los primeros homínidos completamente bípedos con seguridad son los miembros
del género Australopithecus, de los que se han conservado esqueletos muy
completos (como el de la famosa Lucy).
Prosperaron en las sabanas arboladas del este de África entre 4 y 2,5 millones de
años atrás con notable éxito ecológico, esparcidos desde Etiopía y el Chad hasta
Sudáfrica. Su desaparición se ha atribuido a la crisis climática que condujo a una
desertificación de la sabana con la consiguiente expansión de los ecosistemas
abiertos, esteparios.

Como resultado de esta presión evolutiva, algunos Australopithecus se especializaron en explotar productos
vegetales duros y de escaso valor nutritivo, desarrollando un impresionante aparato masticador, originado a
Paranthropus; otros Austrlopithecus se hicieron paulatinamente más carnívoros, originando a los primeros
Homo.

Fase habilis

No se sabe con certeza qué especie de Australopithecus originó los primeros


miembros del género Homo.
Clásicamente se consideran como perteneciente al género Homo los hominidos
capaces de elaborar herramientas de piedra. Las primeras herramientas eran
muy simples.
De esta fase se ha descrito dos especies, Homo rudolfensis y Homo habilis,
que habitaron África Oriental entre 2,5 y 1,8 millones de años atrás, y que a
veces se reúnen en una sola. El volumen craneal de estas especies oscila 650 y
800 cm³

Fase erectus

Es sin duda la etapa más confusa y compleja de la evolución humana. El sucesor


cronológico de los citados Homo rudolfensis y Homo habilis es Homo ergaster,
cuyos fósiles más antiguos datan de hace aproximadamente 1,8 millones de
años, y su volumen craneal oscila entre 850 y 880 cm³.
Morfológicamente es muy similar a Homo erectus. Se supone que fue el primero
de nuestros antepasados en abandonar África.

Por su parte, los miembros de H. ergaster que permanecieron en África inventaron un modo más elaborado de
tallar la piedra. Parece que el flujo genético entre las poblaciones africanas, asiáticas y europeas de esta época
fue escaso o nulo.
En Europa se tiene constancia de la presencia humana desde hace casi 1 millón de años (Homo antecessor).
La posición central de H. antecessor como antepasado común de Homo neanderthalensis y Homo sapiens no
está clara en absoluto. Los últimos representantes de esta fase de nuestra evolución son Homo
heidelbergensis en Europa, que supuestamente está en la línea evolutiva de los neandertales, y Homo
rhodesiensis en África que sería el antepasado del hombre moderno.

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Fase sapiens

La fase final de la evolución de nuestra especie está presidida por dos especies
humanas, ambas inteligentes, que durante un largo periodo convivieron y
compitieron por los mismos recursos. Se trata del Hombre de Neanderthal
(Homo neanderthalensis) y nosotros mismos, Homo sapiens. Son en realidad
dos historias paralelas que, en un momento determinado se cruzan. El Hombre
de Neanderthal surgió y evolucionó en Europa y Oriente Medio hace unos
230.000 años, presentando claras adaptaciones al clima frío de la época
(complexión baja y fuerte, nariz ancha).

Los fósiles más antiguos de Homo sapiens datan de hace unos 200.000 años
(Etiopía). Hace unos 90.000 años llegó al Próximo Oriente donde se encontró con
el Hombre de Neanderthal que huía hacia el sur de la glaciación que se abatía
sobre Europa. Homo sapiens siguió su expansión y hace unos 45.000 llegó a
Europa Occidental (Francia); paralelamente, el Hombre de Neanderthal se fue
retirando, empujado por H. sapiens, a la periferia de su área de distribución
(Península ibérica, mesetas altas de Croacia), donde desapareció hace unos
28.000 años.

Aunque H. neanderthalensis ha sido considerado con frecuencia como


subespecie de Homo sapiens (H. sapiens neanderthalensis), análisis del ADN
mitocondrial (ADNm) bastan para considerarlos como dos especies diferentes,
separadas desde hace al menos 400.000 años

Homo sapiens y sus parientes

Los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son los grandes simios: el gorila, el chimpancé, el bonobo y
el orangután.
Demostración evidente de este parentesco es que un mapeo del genoma humano actual indica que Homo
sapiens comparte casi el 99% de los genes con el chimpancé y con el bonobo. Para mayor precisión, el genoma
de cualquier individuo de nuestra especie tiene una diferencia de sólo el 0,27% respecto al genoma de Pan
troglodytes (chimpancés) y de 0,65% respecto al genoma de los gorilas. Ínfima diferencia cuantitativa, y sin
embargo, amplio salto cualitativo.
Los fósiles más antiguos de Homo sapiens tienen una antigüedad de casi 200.000 años y proceden del sur de
Etiopía (río Omo) que debe considerarse hoy por hoy como la cuna de la humanidad.

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