Working Paper

7 de abril de 2013

Políticas Anti-Crisis en España

AJUSTAR ESPAÑA
Y DESAJUSTAR EUROPA
Anti-Crisis Policy in Spain Krisiaren Aurkako Politikak Espainian
ADJUSTING SPAIN AND MESSING UP EUROPE ESPAINIA DOITU ETA EUROPA DESDOITU

As a Working Paper, it does not reflect any institutional position or opinion neither of EKAI Center,
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 Políticas Anti-Crisis en España
AJUSTAR ESPAÑA Y DESAJUSTAR EUROPA

1. El día 10 de abril compareció ante el 6. Porque lo más sorprendente de este

Congreso de los Diputados el Presidente del
Gobierno español, Mariano Rajoy, para informar
sobre el Consejo Europeo celebrado los días 14 y 15
de marzo de 2013.
2. Tanto la exposición del Presidente como la
del líder de la oposición, Pérez Rubalcaba,
responden al contexto habitual del posicionamiento
de ambos responsables políticos durante las últimas
semanas en relación con las políticas anti-crisis.
3. Lo más novedoso de este contexto es,
probablemente, la creciente falta de confianza del
Gobierno en sus propias estrategias. En
declaraciones repetidas, Mariano Rajoy ha
transmitido una y otra vez que las políticas de
ajuste son insuficientes, que deben completarse
con políticas de crecimiento, que España ya ha
hecho los deberes y que ahora le toca a la Unión
Europea, etc.
4. Los dos líderes del gobierno y de la
oposición, que se cuestionan mutuamente en otros
ámbitos del debate, parecen ahora coincidir en este
diagnóstico básico, con mayor o menor intensidad.
5. Que el gobierno de España esté
crecientemente nervioso por la evolución de la
crisis económica es lógico y era previsible también.
Las políticas de austeridad no se ponen en marcha
para dar frutos de forma inmediata. Al contrario,
suponen una necesaria contracción de la economía
destinada a dar frutos a medio plazo. En este
sentido, no parece que el gobierno español esté
demostrando la capacidad de resistencia esperable
una vez que estas estrategias se ponen en marcha.
Era sabido que las resistencias populares a estas
políticas iban a ser grandes y crecientes a medida
que las políticas de austeridad continúan y que los
frutos positivos que de las mismas se pretendían no
acaban de llegar. En este sentido, sorprende este
nerviosismo del Gobierno, apenas un año después
de iniciada la legislatura.
nerviosismo es que parece dar por supuesto que la
estrategia de austeridad impuesta en España está,
por sí misma, destinada al fracaso. La manifestación
más clara de ello es que la única alternativa que, al
parecer, se consigue entrever para evitar este
fracaso no es interna sino externa: conseguir unas
determinadas medidas de la Unión Europea que a
través de ayudas directas a España o de impulso del
conjunto de la demanda europea, ayuden a España
a salir de una situación cada vez más preocupante y,
aparentemente, sin salidas.
7. Sin embargo, imponer a la población
española esfuerzos tan dramáticos y, a los pocos
meses, no disponer de otra estrategia más que la
detracción de recursos de los ciudadanos europeos
no parece muy lógico ni, desde luego, coherente.
8. El Presidente del Gobierno incluía en su
exposición una cita de un líder socialdemócrata
sueco: “Si un país gasta más de lo que gana deja de
ser soberano porque depende de sus deudores, y si
no es soberano sus ciudadanos no deciden su
destino y ya no es demócrata, y si no es demócrata
tampoco puede ser social”. Mariano Rajoy daba a
entender con esta cita que este criterio básico de
una sana gestión pública ha sido la guía
fundamental de sus políticas anti-crisis.
9. Si esto es así, alguien nos debería explicar
por qué este concepto es correcto para la economía
española y no lo es para la europea. La economía
europea también está, en su conjunto, gravemente
sobreendeudada y tiene graves problemas para
mantener o recuperar la senda de crecimiento
económico. Alguien debería explicar por qué hay
que seguir una política de estricto ajuste en España
e intentar corregir los efectos negativos de ese
ajuste a través de un nuevo saqueo de los
patrimonios de los ciudadanos europeos. La
dialéctica política en España está siendo en este
sentido terriblemente injusta con Europa.

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AJUSTAR ESPAÑA Y DESAJUSTAR EUROPA

10. Si –como dice la oposición- las políticas de
ajuste o austeridad impuestas por Europa son
injustas, la solución es clara: No aplicarlas. Tiene
razón el gobierno español cuando indica que –como
contrapartida- la solución no puede ser alimentar
un déficit público y una deuda pública crecientes.
Pero España debería plantearse la necesidad de
definir una estrategia económica propia que sea
realmente viable y recurrir –en todo caso- a ayudas
externas de forma estrictamente complementaria.
Pero tanto el gobierno anterior como el actual
parecen dar por supuesto que es posible poner en
marcha políticas destinadas al fracaso, en la medida
en que desde Europa se aporten los recursos
necesarios para que todo vaya bien.
11. Recordemos que, en realidad, Europa no
está imponiendo nada. De forma acertada o no,
está simplemente poniendo condiciones a los países
que están solicitando ayudas extraordinarias, que
no caen del cielo sino que son aportadas por todos
los ciudadanos europeos, por los ciudadanos de
países que ya están en una situación límite.
Estas condiciones impuestas por Europa –en
nuestra opinión- no son correctas. Pero España está
intentando corregir una injusticia con otra injusticia
cuando lo que debería hacer es exactamente lo que
no ha hecho: minimizar la necesidad de ajuste del
conjunto de la economía española a través de la
imputación al propio sistema bancario de los costes
de su reestructuración. O, en su caso, atreverse a
plantearse la alternativa de salida del Euro,
alternativa políticamente tabú cuya racionalidad
económica, precisamente por ello, no parece
posible analizar con serenidad.
12. En síntesis, se dice ahora, España necesita
completar sus “políticas de ajuste” con “políticas de
crecimiento”. En principio, desde la perspectiva de
la teoría económica, esto parece contradictorio. Las
políticas expansivas de crecimiento suponen una
estrategia contraria a las políticas de ajuste. La
corrección del sobreendeudamiento que deben
permitir las políticas de ajuste o austeridad no se
produce si, a la vez, se desarrollan estrategias
expansivas. La explicación es que, al parecer, se
pretende que España desarrolle políticas de
austeridad mientras los aspectos negativos de estas
políticas de austeridad son corregidos por políticas
de crecimiento en Europa.
13. Pero si intentamos clarificar a qué se le
está llamando políticas de crecimiento, la cuestión
resulta mucho más oscura. Lo que sí parece claro en
el gobierno y la oposición españoles es que esta
política de crecimiento debe venir de Europa. O a
través de más aportaciones de recursos
presupuestarios a España o a través –cómo no- de
una política más expansiva del Banco Central
Europeo. Cabe plantearse qué clase de ajuste
interno es el que se intenta compensar
desajustando al conjunto de la economía europea.
14. “España ya ha hecho sus deberes y ahora le
toca a la Unión Europea” se está repitiendo una y
otra vez. De los 100.000 millones comprometidos
por Europa en el rescate bancario –y 40.000
millones aportados- ya no se acuerda nadie.
15. Evidentemente, cualquier nueva aportación
europea o cualquier estrategia expansiva con cargo
a recursos aportados por otros países será, sin
duda, positiva para la economía española, siempre
que la economía europea sobreviva. La cuestión
clave es en qué medida es o no razonable pedir
estos nuevos esfuerzos a la Unión Europea.
16. En nuestra opinión, esta dialéctica de
ajustar la economía española para compensar las
ayudas nunca suficientes al sector bancario y, a la
vez, con la misma finalidad, desajustar la economía
europea, está llegando a su fin.

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