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COMO SOBREVIVEN LOS MARGINADOS LARISSA ADLER DE LOMNITZ Govemaia | INDICE siglo veintiuno editores, sd de cv ‘CEAAO.OEL AGUA 248, DELEGATION COYOACAN.odftO MENCO. OF. a hn siglo veintiuno de espafia editores, sa ‘CALLE FLAZA 5, 20049 MADRO, ESPARA . CAPITULO 1. LA MARGINALIDAD 15 i intiuno argentina editores sigio veintiuno arget Introduccién, 15; La margi cdo. = i init i ja, Itda en México, 19; Pobre jon y barriadas, 21; Como sobreviven siglo veintiuno editores de colombia, Ws margitades, 23; La’ red’de intccambio recip, 27; La mate ecolégica, 29; Algunas conclasiones tentativas, 30 CAPITULO 1. CERRADA DEL O6NDOR: OR{ENES, EVOLUGION DE- MOGRAFICA Y DESGRIPGION GENERAL 32 Introduccién, 32; Las barriadas en América Latina, 34; Cerrada del Céndor, 37; Origenes de la barriada, 41; Rutina diaria, 43, CAPETULO ML. ORIGENES Y PATRONES DE MIORACION DE LOS PO- BLADORES, 46 Un modelo ecolégico del proceto de migracién, 48; Migsacién en América Latina, 50; Corrada del Céndor: caracteristicas de low po- biadores, 52; Patroncs de migraci6n, 543 Resumen del patton migra : torio, 63;. Migracign intraurbana: ‘evolucién de la ciudad, 63; Ce- rada del Géndor: migracign intraurbans, 65 CAPITULO IV, ECONOMIA DE LA BARRIADA: OCUPACION, INGRESOS ¥ NIVELES DE VIDA n Introduccién, 71; Gerrada del Céndor: estructura ocupacional, 74; Niveles econbmicos, 78; Ejemplon, 81; Ocupacién.y nivel econd- D 1mico, 82; Ingresos 7 nivel econbmite, 83; Vivienda y tenencia de la Y Ge 8 tierra en’ Gerrada del Céndor, 84; Posesiones materiales, 87; Nivel econémico y estilo de vida, 90; Nivel econémico y escolaridad, 92; La tanda, una forma de crédito econémico, 43 DizcusiOn: economia y marginalidad, 95 fe canfruto v_ raMttaa ¥ PaneTEsco 100 fort de mara oan tutncspesunrge 1a familia, 100; La unidad doméstica: definiciones, 106; Tipos de : ‘onidad dotnéstica, 108; Historias de casos, 111; Algunos dates come riern ado, 1975, parativos sobre uidades doméstias, 126; El patron residencial, 127) SST Set ew Pecans patent ae Si Bite Peer. 1 oe pena shoe ceeereat ome rae CAPEFULO VI. REDES DE INTERCAMBIO; 140 lo contort «ta Clasificacién de redes de intercambio, 141; Redes en Cerrada del shrcchos reeds conforbe ny ecco De cee syria an as rs een : fa ——_———_—— ee 1 | i | twice, jentes y vecinos, 1493] His- jparentados, 154; Historias de casos: familias que no participan en fedes, 158; Redes y reladiones familiares, 160; Anélisis de una unigad espacial: Ta vecinddd de Pericos, 162; Anéliss de una parentelal Ia macro-red de Villela 165; Gonelusiones, 167 AULA MEMORIA DE MI PADRE EL DOCTOR MIGUEL ADLER (1904-1970) cAPiruLo VIL. ComPApRAZcO 172 MI PRIMER MAESTRO DE ANTROFOLOGIA EI compadrazgo en Gerrada del Génffor, 175; El compadrazto de ‘bautismo, 178; El compadrazgo de dnfirmacién, 182; Otros] tipos de compadrazgo, 183; Algunas conclugiones sobre el compadrazio en Gerrada del Céndor, 185 CAPETULO VIII. ASOCIACIONES FORMALES E INFORMALES. 189 Cuatismo, 189; El cuatisme como refacién diddica, 190; El grupo de cuates, 191; Cuatismo y redes de spciprocidad, 192; Asociagiones Jocales y’ nacionales, 195; Participagién en asociaciones na¢iona- Jes, 196; Asociaciones locales, 199 |} cAPEruLo DX. RECIPROCIDAD Y CONFIA 203 Introduecién, 203; zQué es reciproci ipro- cidad en Cerrada del Céndor, 206; Ld confianza: mueva vairalge del intercambio reeiproco, 209; "Qué efi Tx confianza?, 212; algunas observacioner sobre formas de intercabibiv, 215 cavfruLo x. RESUMEN ¥ commas 218 . 2Gémo sobreviven los marginados?; 248 miiocraria 224 PREFACIO La marginalidad como objeto de estudio de las ciencias. sociales lati-) . noamericanas se remonta a Ia década de 1950, cuando se hizo notorio | el crecimiento de las barriadas en torno a las grandes ciudades como Lima, México y Rio de Janeiro. Las predicciones optimistas acerca de tuna eventual absorcién de los marginados en el sistema de produccién ] industrial no se han cumplido; por el contrario, las barriadas siguen | expandiéndose en torno a los espacios urbanos y la segunda generacién de pobladores tampoco ha logrado acceso al proletariado industrial. ] ‘Ademés, la corriente migratoria del campo a la ciudad no ha mer; mado en intensidad. No cabe duda que estamos en presencia de un! . fenémeno socioeconémico nuevo, de una magnitud sin precedentes. ‘Algunos economistas empiezan a ver la marginalidad como un estrato permanente de las sociedades latinoamericanas en vias de industria lizaci6n. Este libro se basa.en el estudio antropoligico de una barriada de In ciudad de México, Esta barriada contiene unas 200 viviendas, to que constituye un tamaiio adecuado para ‘nano mperes fidad. jo. esvave enforide- pemordialimente en Tos my mas que de subsistencia, de los margi- ; Ae eas heveatigncioo, ago roralsnce incipal podria resumirse como siguélos marginados ws moda- ads econ6micas diferentes para subsist y para sobrovivis?La sub- Sstencia se basa en un intercarbia precatio-de mano de obra contra dinero. No hemos investigado a fondo este aspecto, aparte de constatar gque las labores realizadas por los marginados son predominantemente IMeraticiales con respecto In economia urbana industrial: servicios domésticos y de mant to, mano de-obra conscatada.al dia, re cies dexste domtaices e ut ee Los marginados son come |_7 Te cangrejos: realizan ciertas funciones tiles dentro de la ecologia Urbana se alimentan de sus sobras y viven en los intersticios de la | ciudad, fisica y econémicamente hablando. Por otra parte, los mecanismos de supervivencia de los marginados { comportan Ia totalidad de su. sistema de relaciones' sociales. Debido | alo inestable y precario de la situacién laboral, el aspecto de seguridad conémica reviate una importancia desusada para el marginado: es tn asunto de vida o muerte. Describiremos detalladamente Ins redes toviales de asistencia ruta que han suryido en la barriada. En nuestra Jnterpretacién, estas redes representan parte de wn sistema econémico fy a er ere WA | fnercado, ques caratteriza por j ales y que opera tn base al junque utiliza relacioes sociales 220, la. amistad), este kistema no les econ6micas primitivas y ca~ ta evolutiva, plenarhénte vital de Ja vida margi a fmpo fue efectuado 12 PREFAGIO \ informal, paralelo a la economia de €l aprovechamiento de los recursos intercambio reefproco entre iguales. -tradicionales (la familia, el compad 2 es meramente un resabio de modalid ducas, sino que constituye una resp ~ y vigente, a las condiciones extrem: EL primer perfodo de trabajo de tre enero muti _ STNEmtre octubre y diciembre deg] bros de tres familias, para compartir § dos de esias familias, Tos 3 ‘comunes: colocadores de alfombras tumbas en el segundo. Descubri pertenecfan a una vasta red familisti ginarias de un cierto ejido en el efado de San Luis Pdtost. Algo semejante ocurria con Ios pulidores de tumbas. Las coinciftencias en s_ los patrones ocupacionales y migratcios sugirieron por piimera vez \\a posibilidad de un mecanismo comin] que fuera determinanie para los rocesos de migracién y de insercién ef la vida econémica ufbana. Este descubtimiento reforz6 consiflerablemente mi conpiccién de que’ era indispensable el empleo de Id observacién participdate, tanto a ma OGupa f el primer caso, y pi Jos colocadores de |alfombras compuesta por 25 familias ori- nazrAcio 13 de campo. Sin embargo, el uso de cualquier tipo de metodologia, sea Htativa o cualitativa, debe supeditarse a la bilsqueda de una con-| cepcién globalista, caracteristica de la antropologia. En la ciudad como \ en el campo, todo es parte de la cultura: Ia familia, Is vivienda, la economia, los valores. La integracién de todos estos datos en una visién holistica organizada, constituye una de las metas del antro- pélogo. Deseo agradecer las contribuciones exiticas de Richard N. Adams, Angel Palerm y Rodolfo Stavenhagen, asi como de numerosos colegas de la Universidad Tberoamericana, de la Universidad Nacional Aut6- noma de México y de otras instituciones, principalmente mexicanas y latinoamericanas. Los planos y figuras son obra de la arquitecta Maria Elena Ducci de Colchero. Me es especialmente grato dejar cons- tancia de la ayuda de mi esposo, doctor Cinna Lomnitz, y de mis hijos Jorge, Claudio, Alberto y Tania, quienes colaboraron de mil manera: en esta labor. Finalmente, quisiera agradecer a los numerosos margi- nados quienes me otorgaron su generosa hespitalidad y confianza, per~ mitiéndome participar en las circunstancias de sus vidas y brindandome su trabajo doméstico, sin el cual no hubiera sido posible para una | mujer latinoamericana de clase media encontrar la dedicacién nece- saria para evar a cabo una labor cientifica. La etapa final del estudio fue completada gracias al apoyo eco- némico otorgado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologia, por la fundacién ‘Wenner-Gren. | carireLo 1 LA MARGINALIDAD ivrropucciéN Baa es ta histotia de una bariada de Ja ciudad de México. Ea loi lodazales suburbanos, ‘alld donde termiman”Tos servicios y Tas facilid: des que ssotiamos normalmente con una ciudad moderna, siven-ra Tones de seres'humanos fal margen deTa-sociedad_dominante,) A-tra- vis-de-un trabajo de campo-que se-extendié sobre-un-periode de ms de-dor afios, hemos.tratado-de-penetrar en las circunstancias espe- ciales de Ix: convivencia ‘de estos pobladores, analizando su economia, i sus-patrones-de-comportamiento y las formas de organizacién social Tquizh nuevas 0 quizd muy antiguas— que ellos han: desarrollado como-respuesia-a, Ins duras condiciones objetivas que enfreatan para | sobrevivir, De los datos obtenidos se desprenden generalizaciones tebricas, las | que servirin para explicar en forma consistente nuestras propias obser- F vaciones y Iss de numerosos otros investigadares que han trabajado en barriadas en Latinoamérica. ‘Todas estas deducciones han sido con- frontadas con las opiniones de un mimero de colegas; trabajadores les, economistas y personas involucradas en desarrollo de la. co- munidad. En el presente capitulo, intentaremos resumir el marco tebrico que ha ido'emergiendo en forma paulatina de este proceso de recoleccién de datos, confrontacién, elaboracién y discus 2 Quines son los marginados? ,CuAl es el significado del fenémesio de marginalidad? zQué relacién hay entre marginalidad, pobreza, harriadas y migracién rural? ¢Cémo sobreviven los marginados? LA. MARCINALIDAD:. DEFINIGION En la barriada de la ciudad de México, cuyas descripciones forman la base de este estudio, cerca del 70% de los jefes de familia y sus Cényuges provienen de diferentes lugares fuera del Distrito Federal, | generalmente de zonas rurales. Los pobladores nacidos en el Distrito Federal son frecuentemente hijos de migrantes rurales. Este hecho ~el origen predominantemente rural de. los pobladores de la ba- 15] 1 | a. EA MAROINALIDAD rriada— nos Ilevé a hacer un estudio del patron de ién det campo a la ciudad, incluyendo la migtacién dentro del Diels Federal. ‘Una de las conclusiones mas sobresalientes que emergié de este estudio fue la siguiente: un-factor dq N(Gi'la presencia de un pariente-en elflugar de destino. De del Distrito Federal, los frecuentes bios de residencia em la dimen- | Hon espacial, descrfben simultineampnte tun sistema de relaciones de parentesco en.el campo social “Al profundisar el estudio de este siftema de parentesco, descubrimos que The nécleos de paisanos y pariefites avecindados en Ip barriada, Ylavitaban hacia ocupaciones similards y a veces idénticas. Todas estas sCupaciones son consideradas-como-fmarginadas” desde ql punto de Vista de la economfa urbana industrpL. Tipicamente, se-tnjtarde ocu- Paciones manuales no calificadas y-dbvaluadas por el mercado laboral Urbano; existen también artesanias {specializadas, tanto de tipo tra- Eicioual (carpinteros,-herrevos, pulidpres de Iépidas), comp moderno ominador. comtin de ftodas estas \ (colocadores de alfombras). El. d P ocupaciones es-la falta-de seguridad bajadores no calificados como los cdlificados, trabajdn a jomada; no se encuentran adscritos 4 organizaciones publi das de ninguna indole. Como, por ¢tra parte,-su rol comp consumi- dores es limitado por su bajo nivel |de ingresos, y sobre todo par la inestabilidad. de-sus-fuentes-de-entraflas, puede decirse que particlpan ; jen forma marginal, en la economia industrial dominante. Las caracterfsticas anotadas cond{icen a la idea.de defiqir el grupo | social estudiado a través de su posieién estructural en 14 economia | urbana. Sabemos que existen diferen pecto al significado de la margindlidad en las sociedages subdes- arrolladas. Algunos investigadores dbfinen la marginalida@ como un fenémeno trascultural-propio de uni etapa transitoria de} desarrollo econémico;3-otres suponen que los marginados se inserta mente en.el-sistema capitalista a tfavés del concepto sno “del “ejército de reserva laboral”* Stavenhhagen* sugiere que los jnarginados se encuentran insertados en Ia’ econorpiia urbana dominante|a través de servicios prestados principalmente 4/la clase media. Es \. (Choferes, jardineros, meseros, snoz4s, cocineros, servicio [loméstico) han permitido a la clase media urbkna de América Latina gozar de un nivel de vida apreciablemente syperior del que corresyonde a sus 2 Véate Rodrigo Parra, “Marginalidall y subdesarrollo”, en Lal migraciones internas, Ed. R. Cardona, Editorial Anda, Bogotd, 1972, pp. 2211225. ado, 1973, 2°! Brando Lépez, “Migration and| development”, mimcog ® Gomunicacién verbal, 1973. .cional-| A MAROINALIDAD 7 ingresos reales, aprovechando la amplia disponibilidad y las bajas remuneraciones que perciben los marginados. ‘Me parece importante distinguir en principio, entre Ia categoria’ de marginalidad (definida estracturalmente por la ausencia de un rol | econdmico a¥ticilado con el. sistema de produccién, industrial) y la} de pobreza que implica mAs.bien «una situacién de escasos ingresos.| ai Existe, desde Iuego, una relacién obvia entre ambas categorfas, pero esta relacién no es necesaria ni fundamental a la definicién de mar- (, ginalidad. Por ejemplo, Adams* ha generalizado el concey {nw ee incluir_a cfertos grupos sociales exchuides de Jas fuentes re-poder, atin cuando el Estado se hace cargo de su supervivencial~ ’ fistea-De esta manera, podemos englobar en la definicién de margr-|\2¢S Ralidad a importantes segmentos de poblacién “sobrante” que existenf, en los paises industrializados més avanzados, tanto capitalistas como| socialistas. La idea de Adams pone de relieve la diferencia entre unh ‘concepto estructural (la marginalidad) y uno cuantitativo (la po-(/ breza). Un Estado puede acabar con la miserla a través de un sub sidio tainim a todos los ciudadanos; puede incluso acabar con Ia cesantia mediante 1a institucionalizacién del subempleo; pero tales er ae pe ay era eee tores que la economia no ha sido capaz de integrar funcionalmerite a ee aipee ea ese cease ee ee Suit es causa del procse 8 harginaincion en Amécea Lae tina? ;Existe un mecanismo a través del cual el desarrollo econémico va segregando a determinados sectores sociales que se convierten Iaege antmarginndott Soyer Stclel” 7 Quneet on praca ee Space ae oer ukae tara eae emer nuls‘y niconales que atrivictn dReresta commer de outa: | cién, La economia mas industrializada extrae materias primas de su . hinterland agrario-minero y simulténeamente lo utiliza como mercado Paes teanipressces (meas acai erat oeenioster ee: Bene utease ver aes eects pea lee eee ae Sistema no elimina las desigualdades entre la metrépolly sus mereados; : a et ae eet tar procare de’ marginaliactén slacionado' con ef desc neces WO wad de ioe center peimation fronts dearella oosehe mas ene eae 4 4“ Richard Adams, “Harnessing technology”, mimeografiado, sin fecha. 5 Oswaldo Sunkel, EU subdesarrollo Latinoamericano y la teorla del desarro~ lio, Siglo XXT, México, 1971, pp. 34-78. © “Anibal Quijano, “Redefinicién de la dependencia y proceso de margi Tiracién en América Latina”, cepar, mimeografiado, 1970, pp. 27-41 | aparecen no solamente en las econdin en las metrépolis de economia indus 18 A.su vez, en el interior de cada valorizacién de las ocupaciones trai jmodernas, y del campo frente a lal | definir la-marginalidad -como~“pob leapitalistas dependientes” Naturalmente, el calificativo “sol punto de vista de la economfa in fel marginado constitaye una: carga s mejor de los casos. Adams* ha no} | marginalizacién no seria, pues, la que debe buscarse en todo el proceso tecnologia, mayor. complejidad de k tracién del poder y més grupos ¢1 econémico, politico y social. Desde es seria Ia entropia social de los sistem: mayor especializacién de la eda ica y social, major concen- acelerada, Gran parte de esta margialidad se concentra ante permanece en [politicos y econémico: dependientes; pero una parte impo} primarios, dando origen a problemas| indole. Las naciones industrializadas har sociales para tratar de incorporar a sus sistemas econémicos. En los patse reviste formas mas agudas, ya que g mentar sistemas de seguridad social ni instituir modelos de ocupacién p 8 Zoe. cit, pp, 154-185. ® ‘Véase por ejemplo Herbert Ganz, N.Y. 1985; Michael Harrington, The ‘States, MacMillan, N. Y., 1962; David N.Y, 1968; Oscar Lewis, La Vide: 4 overly, San Juan and New York, Rand The negro family: The case for national a justrial dominante, para la que ao ue ios grupos bo Lctuidos del proceso ee urban villagers, The EA SAROINALIDAD lacién subdesarrollada|se produce un proceso similar, La moderniza utbes y los sectores agrario y artesai # de ta economia nacional. Este proc se concentra en Jas grandes jal tienden & quedar Inarginados fp viene acompafiado [por la des- ‘ionales frente a las jindustriales ciudad. Quijano™ hd. Iegado. 2 én-sobrante de las| economias ante” debe entenderse desde el J, 0 un simbolo de Atraso en el arginados también fas dependicates, a = usa de la organizacion de la control punto de vista, la mirginalidad en proceso de indw: jeralmente no han logfado imple- ifectivos para toda Jal poblacién, na de tipo estatal, i | salidad i | | | Free Press, | er America: Poverty in the United | amen, The slums, ‘Phd Bree Breas | Nierto Rican family’ in te culture of | House, N. Y., 1966; Dl Moynahan, ion, Washington, W. 8.|Department | LA MaRonaLiDAD ’ 19 Proponemos_apli (marginalidad de pobreza)a este tipo |, ila de a LA MARGINALIDAD EN atéxICO. Segin un grupo de economistas mexicano, Ia sociedad de este pate se enfrenta a un problema bésco’ “la enomre, deeeraad ee wa entre sus _miemby to a _la_participacioh en la produccién, el Ties, dl-consumg 9 as echoes one acto el “ETimfesin no so en tas TST ee depended Ingrewo muy seagada hacia lon extaton mperianes Pe tig oe una mareada diferencia entre los que tenth eeopleo neuen Tes permite tun aecewo aun nivel df vida elnino ee aque, por el Contratio, vietonan del desemples yal aches ee den ihtegrarge en forma humana a la console 7 clone carne ne fo minim y lo indapenssblonss Un informe de In Secretaria de Ia Presidencia de la Reptblica% indica’ un rapido crecimicnta deb poblesioe cheente Pn, tree decenion, Gon un aumento dsl indice medie ante edo es tn 1970. Ei crecimiento econémico en al mistne serait wake baa pereea Senin wanna amie ee tores soloecondmivos en forma desigual, Cade tee cnet ery Méxicon: “El sector modemo, compuesto por la edeatie tence | cios de ata prodvctividad y ln agricutinn de segoy teen caer | yet eae eof ana eon aster Poblacion ulbana sin colocacion of ocupecion fees Cems ee ena ree cién demogritica; en cambio, ls Cindades 26 ses de 16 000 Nabe hhan seguido creciendo a un’vitmo medio del 3% anvat. Ete ior ¥ 1970, la. poblacion, wsbana ha sumestade Pepetenent ec ae tin 209% a un 409% de la poblacion total de Rigeiony ones Se ies ele ere omits see of Labor, 1965; Ch. Valentine, Culture and poverty, The University of Chicago Press, 1972. * Carlos Bazdresh, “La julio de 1973, p. 16. a4 Francisco Javier Alejo, “Crecimiento demogritico y empleo en Ja eco- snomia mexicana”, ponencia presentada en el Congreso “La Ciencia y el Hoon bre”, México, 1973, #2 Bazdresh, loc. cit politica cconémica”, en Plural, nim. 22, México, @

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