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sumario
Director: EDITORIAL
Ángel M. Remis Saucedo
Subdirectora: NARRATIVA
Verónica Moreno Puerto Ensayos 4
POESÍA VISUAL 38
Depósito Legal:
EDITORIAL
Tiene usted en sus manos, estimado lector, el primer número de la Revista Café
con Letras, compendio de ilusiones, esperanza y arduo trabajo que se hace por fin
realidad tras los grandes esfuerzos personales que cada uno de los integrantes ha
hecho de forma desinteresada y con la sola intención de aportar algo nuevo y de
calidad, pese a las voces interminables que claman la pérdida de esta generación.
Debemos agradecer a todos aquellos que nos han precedido su ejemplo y tesón,
figuras idolatradas en nuestros jóvenes corazones, grandes maestros, guías y
ejemplos de futuro que hacemos nuestros a través de las lecturas de
las obras que forman parte de la Historia de la Literatura, reciente
o clásica, conocida o perdida en la interminable lista del olvido
universal. A todos ellos, gracias por motivar la ilusión que
hoy se ve reflejada en estas páginas.
Intentaremos superar los juicios establecidos como par-
titura inamovible de la técnica, jugar con las formas,
crear, a fin de cuentas, una litera-
tura moldeable, ágil, de giros y
reveses inesperados, sin per-
der el horizonte de la trans-
misión del mensaje y de la
mirada tangible, tan real
como cotidiana.
Hacemos nuestro el
significado de la palabra
Libertad, con las obliga-
ciones que de ella se des-
prenden, aunándola con las de
Respeto. Sabemos que la agre-
sividad a ningún sitio nos
conduce, pero
EDITORIAL
tampoco renunciamos a tratar asuntos que por su dificultad o dolor suelen dejarse
para tratados de psicología que pierden su voz en el viento, sin que nadie se haga car-
go de los mensajes que nos comunican como individuos y como sociedad, por mucho
que apartemos la mirada.
Queremos, además, retratar la realidad social de nuestra generación, cuestionar-
nos, en primer lugar, a nosotros mismos para comprender el mundo en el que nos
desarrollamos y vivimos como piezas individuales de un todo, el mismo que nos en-
vuelve y condiciona, pero que a la vez somos capaces de modificar dentro de nuestros
reducidos espacios personales.
Notará usted en el transcurso de las páginas letras, signos, palabras y párrafos que
construyen composiciones emanadas de lo más profundo de nuestro ser y se erigen en
historias vivas. Nos hacemos visibles a través de nuestros escritos y deseamos since-
rarnos hasta el punto en que la desnudez de nuestras almas sea total, abierta y conoci-
da para todos aquellos que deseen explorar nuestras inquietudes y planteamientos.
Uno de los fines de esta publicación consiste en rescatar autores perdidos en los
tratados de Literatura, terminar con el ostracismo al que se han visto condenados
algunos autores y sus obras por no pertenecer a una corriente o generación determi-
nada, tanto literaria como política.
Como contrapartida, ofrecemos estas páginas a las obras de los autores noveles
que guardan sus escritos en las profundidades de los cajones por la desesperanza que
imprime un medio tan competitivo y feroz. Queremos convertirnos en puente entre el
autor y el público, sin los condicionamientos propios de una determinada
línea editorial; es por ello que lanzamos la invitación a los lectores para
que participen con nosotros enviándonos sus textos, demostrando así
que pese a nuestra juventud esta nueva generación es capaz de evitar
barroquismos inertes y divagaciones verborreicas, alejándonos de la
Literatura de tubo de ensayo y diseño de laboratorio, desligada a
un sentir superior, cotidiano y trascendental
de nuestro presente moldeable.
NARRATIVA
Mª Carmen Moreno Díaz
Título: “Millenium”
Juntemos esto y al final, mirémoslo no con ese se- culturas? ¿Es solo convivencia cultural el hecho de
nequismo tergiversado que nos caracteriza y que nos que en una mezquita se construyera una catedral?
lleva a satisfacer nuestra vista con todo lo que nos Deberíamos cuestionar la ironía que supone saber a
rodea (qué bonita es mi ciudad, Córdoba, lejana y qué teatro grande es al que vamos. Y ni siquiera nos
sola, de excelso muro y torres coronadas) sino con preguntamos, sociedad de Córdoba, si queremos ser
un criterio náufrago en islas de proyectos con el que actores en el Gran Teatro del Mundo o ciudadanos en
nos preguntaríamos cómo Córdoba es y sigue siendo la ciudad. Ni siquiera preguntamos.
un ejemplo de tolerancia y convivencia, un lugar de Yo, como ciudadana cuestionada de a pie, no me
encuentro; cómo se utiliza un enunciado que en la gustaría que la Córdoba histórica se llevara todo el
práctica flaquea, por ejemplo en las prácticas musul- trofeo de una Capitalidad Cultural que parece haber
manas que no pueden realizarse por deseo expreso de ganado ya, y supongo que ustedes, después de la cam-
los que impidieron a R. Scott rodar en la Mezquita. paña publicitaria tan profusa llevada a cabo, no se
Independientemente de que estemos a favor o en con- conformarán con una victoria de antemano. Pero como
tra, ¿es justo abanderar el lema de la convivencia de todo, Su Majestad escoja.
NARRATIVA
Carlos Castillo Rodríguez
Si hay algo característico de la literatura hispano- zada, donde los temas que priman en el panorama son
americana es que quienes la escriben son primordial- plásticos, fáciles, monótonos, todos ellos enmarcados
mente criollos, al igual que los que comandaron la dentro de la cultura Pop y la literatura digestiva para
independencia de las antiguas colonias y el posterior después del café.
8 sistema económico y político de las respectivas repú- Sin embargo, al mismo tiempo en el norte del conti-
blicas. El sueño bolivariano de la unión continental de nente surge un movimiento distinto conocido como el
América Latina quizá no se haya cumplido en tratados Crack mexicano, la Generación del Crack, que como
internacionales ni en pactos de cooperación, aunque su nombre sugiere es el sonido del rompimiento, esta
existe otro lazo impalpable aún más firme, el de las le- vez con lo preestablecido; ya no se pretende rebuscar
tras, que unidas, han despertado las antiguas músicas regionalismos para exportar, sino tomar como base y
de los dioses muertos para tomar conciencia propia y escuela a los autores precedentes pero sucediéndoles
hablar una lengua común donde reconocerse. sin conformarse con imitarlos.
Pero quizá sea tiempo de dejar de imitar. Cuando a Charles Robert Darwin en El origen de las es-
un lector se le pregunta por un título de literatura his- pecies por medio de la selección natural, expli-
panoamericana no es de extrañar que sugiera al primer caba que a causa de la disponibilidad de alimentos,
intento obras de la Generación del Boom, donde inme- los jóvenes miembros de las especies compiten por la
diatamente se sumerge en mundos fantásticos, desde supervivencia. Los sobrevivientes darán lugar a una
un Aleph bajo la escalera en el sótano de la Argentina nueva generación que incorporará variaciones natura-
de Borges, pasando por las cumbres de las montañas les favorables, que a su vez trasmitirán a través de la
de una civilización que cimentó su cultura sobre las herencia, provocando, en términos adaptativos, la me-
alas del Cóndor que planea entre las corrientes hela- jora de cada generación con respecto a las anteriores.
das de las nubes peruanas, hasta llegar a los campos Ahora queda esperar que el tiempo y la calidad de
yermos de Rulfo. Pero nada más. Quizá la pregunta, las obras de las nuevas tendencias hablen por sí mis-
para evitar repeticiones monótonas de nombres pro- mas. Escuchemos con atención los ecos empujados por
pios y títulos archiconocidos, sería ¿qué está pasando el viento que nos llegan de ultramar y mantengamos la
con la literatura latinoamericana actual? mirada alerta y curiosa, porque desde lo más profundo
La respuesta es complicada por la multiplicidad del continente hermano comienzan a andarse los pri-
de acotaciones que se derivan, pero podríamos decir meros pasos de una nueva era. Es sólo evolución.
que no es muy distinto el panorama del que se vive en
Europa. Afortunadamente nos hallamos en un tiempo
inmejorable para la lectura, donde cada vez aparecen
nuevos títulos y nuevos autores, pero ¿qué nos deja
esta masificación? Indudablemente escritores que uti-
lizan el lenguaje con una capacidad envidiable; inclu-
so, de vez en cuando, buenas historias. Pero, en defini-
tiva, muy poca literatura, lo que incrementa nuestras
ansias de encontrar ese faro guía que nos conduzca
entre los laberintos de las librerías a esos libros que
nos ofrecen un mensaje profundo que nos cuestiona y
que no asimilaremos sin esfuerzo.
Al llegar a las puertas del nuevo siglo dos movi-
mientos elevan sus voces con aliento renovado en esta
nueva era en la que los sentimientos ultrapatrióticos se
difuminan. Cuando a mediados de los noventa Chile se
alejaba a gran velocidad de la dictadura para entrar en
el neoliberalismo desbordado, el movimiento Mc Ondo
apostó por que la literatura dejase de ser un sistema
regulado por el conocimiento para convertirse en un
valor de mercado, donde no importa cuánto se lea
una obra, sino la cantidad de ejemplares vendidos y
la presencia del autor en los medios de comunicación;
tendencia, al parecer, nunca mejor llamada globali-
NARRATIVA
Mario Benedetti
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Se escondió muy dentro de mi estómago en un berrido ahogado que despertó un olor seco como el que percibía de
niño al golpearme la cabeza cuando caía de un árbol o en mis intentos de aprender a deslizarme en patines.
La mano venía acompañada de una sonrisa incontenible por parte de su dueña. Era apenas perceptible la son-
risita, pero me empequeñecía como la mayor carcajada, así que no tuve más remedio que reír para no parecer un
idiota, o más idiota.
Son estas grandísimas incongruencias las que me hacen dudar acerca del destino. Suelo desplazarlo al baúl de
las creencias vanas, pero estas causalidades logran hacerme dudar.
Esa mano no sólo me ayudó a levantarme del charco que quedó seco después de ser completamente absor-
bido por mi pantalón, sino que
me sostuvo y acompañó hasta
el banco más cercano para po-
14 der valorar si el dolor era como
para ir al médico o tragármelo
como mi orgullo recientemente
destronado. Ella se sentó junto
a mí y preguntó lo de siempre
“¿Estás bien?, ¿te duele mu-
cho?, ¿quieres ir al médico o
no ha sido tan grave?” Amable-
mente le dije que no era nada,
solo lo aparatoso de la caída,
mientras que en mi interior una
vocecilla me decía: “tío, seguro
que te rompiste algo”.
Ella volvió a reír y esta vez
la coreé con ganas sinceras, no
podría haber soportado el do-
lor sin un poco de humor. Fue
después de llevar mis manos a
las rodillas y lanzar un quejido
que al ver su rostro preocupa-
do descubrí que era hermosa.
Entonces ya no me dolían tan-
to las piernas. Le pregunté su
nombre y respondió “Karen”,
y le dije “Gracias, de verdad
mil gracias”. Dijo que no había
sido nada y si quería que me
acompañase al hospital. Una
lucecilla perversa y misteriosa
salió de lo más hondo de mi
ser y me susurró “Aprovecha
la ocasión, está preocupada”, y
yo, que suelo hacer caso a esta
vocecilla que casi siempre me
acaba metiendo en problemas,
le respondí con un tono que
hasta a mí me dio asco por su
galantería: “Mejor te invito a
un café que está más cerca y
además me salvas del apuro de
entrar y que todo el mundo se
NARRATIVA
Ángel Remis
ría de mí”. Sabía que no podía haber sonado más cur- didos en el espacio que los separaba de las vigas del
si, infantil e idiota, pero funcionó. Me tendió el brazo y techo y preguntó “¿Qué?” Volví a decir “No, esta vez
juntos caminamos hasta los tres peldaños más grandes no”. Cuando descubrí que me miraba como si estu-
de toda mi existencia. El dolor subía conforme el agua viera loco y antes de que cogiera su bolso y echara a
de mis pantalones seguía enfriándose, pero resistí a correr sin la menor posibilidad en alcanzarla por mi
toda costa con tal de poder tenerla frente a mí en la momentánea invalidez le dije que no, que esta vez no
cafetería y sacarle el teléfono para cuando pudiese escribiría una ficción sobre una chica maravillosa que
volver a andar. se cruzaba en mi imaginaria vida llenando el espacio
Y es aquí donde esa cuestión del destino de felicidad, de nuevos y buenos sabores, de historias
rompe mis más asentadas certezas. Resultó que quizá nunca fuesen reales. Le dije que prefería
que Karen además de guapa era inteligen- no matar a la magia de la vida y darme por una vez la
te, lo cual no suele suceder en mi pequeño oportunidad de no ser el esclavo de mi pasión y permi-
universo; le gustaba el cine, el teatro, la fo- tirle a la vida, a mi vida, vivir de verdad, vivir por una
tografía y, poco a poco, guiado nuevamente vez una historia verdadera fuera del papel, con todas 15
por esta perversa voz de mi interior, la fui sus consecuencias, aunque doliese. Creo que fue en-
llevando a mi terreno. Hablé como nunca de tonces cuando creyó que realmente escribía.
lo que mejor sabía y ella me seguía el ritmo, Me observó fijamente, escrutando la sinceridad de
no me lo podía creer. Por fin tocamos el pun- mis palabras en esta mirada mía que poca gente lo-
to de la literatura y tras un par de ruegos por gra sostener y solo dijo “De acuerdo”. No me lo podía
su parte para averiguar a qué me dedicaba creer, era demasiado bueno para ser verdad, quizá tan-
–queda mejor que decir que casi se lo tengo to como para ser escrito. Cogió una servilleta y apuntó
que arrojar a la cara porque no pillaba las su teléfono. Después me besó en la mejilla y se despi-
indirectas-, le dije que era escritor, vamos, dió. Quedé sentado en el café con el pantalón mojado,
que me gustaba escribir y que aún no había las piernas adoloridas y mirando la servilleta como si
publicado nada pero que no perdía la espe- todas las verdades del mundo estuviesen contenidas
ranza. en unas cuantas letras y números.
Seguramente no me creyó porque a su ros- Cuando me sentí capaz de levantarme pagué los ca-
tro volvía la sonrisita con la que me levan- fés, salí lentamente y con el cuidado que los ancianos
tó del suelo y me preguntó: “¿qué escribes ponen a los escalones esperé un taxi para que me lle-
exactamente, sobre accidentes?”. La mandé vara a urgencias. Afortunadamente no era nada más
al carajo en mis pensamientos y le devolví la que la inflamación aunada con el frío lo que me dolía
sonrisa. Resultaba que la señorita se reía de tantísimo según dijo el médico.
mí después de que casi me rompía las pier- Al volver a casa comencé a escribir sin detenerme,
nas. Decidí no levantarme y dejarla clava- no lograba parar y las páginas se llenaban de palabras
da en el sitio, primero porque me dolían las que formaban renglones, luego párrafos, después capí-
rodillas de solo pensarlo, y segundo porque tulos y finalmente cuentos.
me había hecho gracia la broma y realmente Como es normal la llamé y volvimos a vernos en el
me gustaba. mismo café, después en el teatro, en el cine, en recita-
Seguimos hablando de música, de pelícu- les y allí donde hubiese una excusa. Poco a poco des-
las que nadie ve pero que casualmente nos cubrimos que los accidentes a veces traen consigo la
gustaban a los dos y de mil tonterías más suerte de encontrar a alguien maravilloso y, finalmente
que por su simpleza soy incapaz de recordar ,decidimos vivir juntos.
en estos momentos. Mientras discurríamos Ahora hace casi exactamente un año de nuestro pri-
por más películas y más y más directores yo mer, y para mí patético encuentro. Lo sé porque me
iba maquinando un cuento que escribir. Se vuelven a doler las rodillas por el frío. El médico que
había abierto la caja de la invención y me me atendió en urgencias era sumamente incompeten-
imaginaba las letras cayendo como la lluvia te, resulta que tras nuevas pruebas necesito operarme
fuera de la cafetería sobre un folio en blan- y que estaré algún tiempo sin andar, lo que me dará
co, llenando los renglones de intensidad y aún más tiempo para escribir, escribir ficciones, nunca
locura, tenía ya pensado el argumento del más hechos reales, porque la magia de las historias
nuevo escrito cuando de repente callé y dije: verdaderas merece ser vivida, no imaginada.
“No”. Karen se quedó mirando mis ojos per-
NARRATIVA
Andrés Neuman
EN LA LITERATURA
TODOS SOMOS
PACIENTES
Muy buenas. ¿Usted es el escritor? Vale. Pero dése la vuelta.
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El mismo. Mucho gusto. Vale. Pero no me entretenga y vayamos al asunto.
Adelante, está usted en su casa. Por aquí. Ya está.
Le agradezco que me haya atendido tan pronto, doc- ¿Ya está?
tor. Es muy amable. Tiene usted una consulta verda- Sí, doctor.
deramente acogedora. ¿Podemos empezar, entonces? ¿O todavía quedan
¿No me diga? Qué observador. A mí en cambio no más introducciones?
me gusta demasiado. La encuentro, cómo decirle, No, doctor. Creo que ha estado bien así. Crear un
un poco fría. mínimo de expectativa es importante, pero más de-
¿Fría? En absoluto: me parece un lugar perfecto licado aún es no caer en la retórica. Yo diría que el
para trabajar. clima está razonablemente conseguido. Ahora po-
¿Para que trabaje quién? ¿Usted o yo? demos pasar a exponer el asunto.
Pues no sé... Me imagino que usted. O yo. No sé. Muy bien: ¿cómo se siente?
Ajá. Desvístase. No me haga esa pregunta tan directamente, se lo
¡Pero si ni siquiera me he tumbado! ruego.
Correcto: veo que tiene método. Túmbese, enton- Debo hacérsela.
ces. Y desvístase. Sí. Pero es incómoda.
De acuerdo, de acuerdo. Hoy en día todos los mé- Pues lo lamento mucho. Es mi papel.
dicos son iguales. No se toman su tiempo. Ape- Dolor.
nas reflexionan sobre lo que ven. Auscultan y al ¿Cómo dice?
siguiente. Dolor.
No me parece el mejor momento para discutir esa Explíquese. No puedo adivinar sin más. Tengo que
cuestión. Y tampoco lo veo a usted en situación de conocer los detalles.
exigir mucho. Pero permítame puntualizar que, con No estoy seguro de que sea pertinente, doctor. Al
los tiempos que corren, lo difícil es encontrar pa- menos, desde un punto de vista estético. Sé que hay
cientes especiales. Es normal que uno vaya deprisa: autores prolijos. Yo me considero más bien tenso,
todos cuentan lo mismo. contenido.
¿Qué? Si lo suyo es tensión, entonces el problema podría
Hombre, yo qué sé. Que si el amor se va pero siem- ser arterial. Si es contención, habría que revisarle
pre vuelve, que si asesinan a alguien pero el plan se los riñones.
complica, que si hay que rescatar a una princesa... Doctor, permítame decirle que detesto que me sim-
No, no. Digo si qué: si me desvisto ya o qué. plifiquen.
Ah, sí, perdóneme. A veces me distraigo. Eso me Pues será culpa suya. Explíquese mejor.
pasa por darles conversación a los pacientes. En fin. Un dolor, le decía, un dolor sin fronteras. De tierra
Ahí tiene la camilla. a cielo, desde el mar al desierto.
Hace un poco de frío, de repente... Continúe, por favor.
¡Ah! ¿Lo ve? ¿No le decía yo? Oh, preferiría no hacerlo. Temo que no se me en-
Qué bien, doctor. Parece que nos vamos entendiendo. tienda.
Eso ya lo veremos. De momento, quítese la ropa. Eso les pasa a todos. Créame.
NARRATIVA
Andrés Neuman
Sí. Pero yo soy yo. Lo mío, y no se extrañe, puede llegar a ser bastante
¿Pero no estábamos en que su dolor no tenía fronte- contagioso.
ras? No me diga. Pues le confieso que ya casi adivino
Veo que presta usted atención a lo que digo, doctor. toda su historia clínica.
Eso me consuela. No se imagina el alivio que me da escuchar eso.
Además, eso de que usted es nada más que usted ¿Entonces tengo cura?
habría que pensarlo. Bueno... Ejem...
Yo quería decir más bien que soy una frontera, que ¿Entonces no tengo cura?
uno es una frontera. Pero a la vez, o quizá por eso Verá, sería mucho más útil que nos refiriéramos al
mismo, el dolor nos une. El dolor es la línea de con- mal, antes que a los remedios.
tacto, el punto de sutura. ¿El mal? Un mal enorme. Todo el mal que nos cabe.
Es curioso. Ahora habla usted como un médico. El de cualquiera. De tierra a cielo, créame. Desde
Eso es normal, doctor. Forma parte de la consulta. el mar hasta el desierto. E incluso le propongo una
Tengo alguna experiencia. Tarde o temprano, suce- variante: desde el pez hasta la duna.
de. Me transformo, me asimilo. Yo era yo, uno es Ya lo tengo: ¡metonimia!
uno, hasta que llega otro, llega usted por ejemplo, ¡Doctor, es usted un ser sensible! Y todavía hay
y entonces usted ya no es el otro sino que en cierto más. Escuche: siento un dolor aquí, en el centro de 17
modo se convierte en yo mismo. Al fin y al cabo la garganta, que se expande nadando y escarbando.
usted también piensa que es solamente usted, y en Unas veces forma olas, otras veces acumula arena.
esa mismidad estamos todos, tanto yo como usted, o Si acumula arena, uno termina, ¡oh!, recluido en un
viceversa. castillo; si se han formado olas, el final nunca di-
Ejem. Me deja usted perplejo. Aunque lamento fiere demasiado de ahogarse. He ahí mi tragedia,
anunciarle que está a punto de enredarse. Se tra- ¿me comprende? He probado con todo: invitar al
ta de una patología bastante corriente, sobre todo ahogado a cenar al castillo, obligar al rey a nadar
durante el desarrollo del relato. Y le recuerdo que
allí fuera tengo a muchos pacientes esperando. No
tenía por qué atenderlo a usted. Fue sólo simpatía, o
intuición. Pero todo tiene un límite.
¡Exacto! Suscribo la idea, doctor. Todos tenemos un
límite. Y, como iba diciéndole antes, ese límite nos
une...
...Nos une y nos separa.
¡Exacto! Precisamente ese es el problema. Cuánta
razón tiene, doctor, cuánto lo admiro.
Bueno, en fin, muchas gracias. No creo que sea para
tanto.
¡De ninguna manera! Es usted extraordinario. Sien-
to que estoy en las mejores manos. Cualquier elogio
es parco.
Caramba, me abruma usted... Sí, por qué no reco-
nocerlo: son ya bastantes años, uno lee bastante,
conoce muchos casos... Ejem, ¿le parece que prosi-
gamos? hasta una isla, insinuar que los náufragos se sal-
¿Proseguir con qué...? ¡Ah! Encantado. Pero no me van, simular que los peces se ríen como niños. Pero
malinterprete, doctor. La digresión era oportuna. nada: el dolor sigue ahí, donde estaba al principio.
Íbamos demasiado rápido hacia el desenlace. Una Y entonces, volviendo al principio...
cosa es la eficacia, y otra bien distinta es la pobreza No siga, se lo ruego.
de recursos. ¿Pero por qué, doctor? Me notaba inspirado.
Si usted lo dice. Al fin y al cabo es su salud, no la Pues mejor espire. Y relájese. Si le soy sincero, ya
mía. comienzo a sentir unos dolores aquí, en el costado.
No crea. ¡Eso es algo magnífico, doctor!
¿Cómo dice? Puede ser. Pero mejor se viste y que pase el siguiente.
NARRATIVA
Ángel Remis
ENTREVISTA
ANDRÉS NEUMAN
1. Codirigiste la Revista Letra Clara de la Univer-
sidad de Granada. ¿Qué experiencias te dibujan una
sonrisa en el rostro y por el contrario cuáles te dejan el
gesto serio?
Me gusta recordar el entusiasmo de planificar cada
número, la emoción de contactar por carta con poe-
tas que admirábamos y recibir algún poema suyo, los
nervios al corregir las pruebas, la incertidumbre de la
imprenta, el café interminable de las reuniones, los
cigarrillos malos, y sobre todo el grupo de amigos que
se formó alrededor de un proyecto literario y el sueño
18 de dedicarse a la literatura. Quizá lo que más valoro
hoy sea el incansable intercambio de opiniones, gus-
tos, textos y libros que propició Letra Clara, y con el se a los amigos y dejarse leer por ellos. Lleven razón o
que personalmente aprendí muchísimo. Recuerdo que no, esas opiniones son siempre un simulacro de publi-
gracias a aquellos amigos oí hablar por primera vez de cación y te curten. La opinión ajena no tiene por qué
Corbière, Rilke o Eluard. Por otro lado, como es natural, coincidir con la nuestra. De hecho, a veces los demás
una revista está compuesta por personas, así que los re- entienden y juzgan los textos con mayor lucidez que sus
cuerdos negativos tienen que ver con los pequeños roces propios autores.
personales, las discrepancias y las vanidades que todos
teníamos. También recuerdo con cierta angustia las es- 3. Existen escritores que se han hecho a sí mismos
trecheces económicas con las que teníamos que lidiar, de manera autodidacta gracias a sus lecturas; hay tam-
aunque supongo que eso también fue un aprendizaje. bién bastantes egresados universitarios que escriben
Y debo decir que la revista duró más de lo que espe- buena literatura, pero a veces la posesión de un título
rábamos: estuve en ella unos tres años y medio (seis universitario reduce la capacidad creativa del autor por
números desde finales del 96 hasta mediados del 99), su autocontrol frente a las normas, es el caso, por ejem-
y hoy aún sigue existiendo con un consejo de redacción plo, de las filologías. ¿Cómo combinas en la balanza la
distinto. Vistos con perspectiva, sólo puedo decir que línea infranqueable de las reglas estilísticas frente a una
para mí aquellos años de formación compartida fueron explosión creativa desenfrenada?
de enorme importancia personal y literaria. Excelente pregunta, y completamente de acuerdo. Si
no existe un equilibrio (o mejor dicho una tensión, una
2. A aquellos que no han tenido la oportunidad de lucha constante) entre conocimiento y atrevimiento, te
editar un libro o publicar algún texto qué podrías reco- volverás un soso literario o un gilipollas genialoide. En
mendarles, aunque duela. términos de escritura, creo más en el autodidactismo y
Les recomendaría paciencia y autocrítica, que son la curiosidad que en los estudios académicos. Si uno
dos cosas difíciles de sostener si uno tiene dieciocho quiere hacer crítica literaria, difícil será hacerlo sin
o veinte años. La paciencia sirve para soportar que te una formación teórica sólida. Pero si alguien quiere ser
digan “no”, “no” y “no”, y seguir escribiendo con la poeta o narrador, lo único ineludible es observar y leer
misma alegría. Porque uno, aunque desee publicar o intensamente. Sartre, que además de estudioso era un
ser reconocido de alguna forma, escribe sobre todo por megalómano, dijo que el infierno eran los demás. A mí
una razón: porque tiene que hacerlo, porque lo necesita, me parece que lo contrario también es cierto: a veces
porque es un destino. Y esa llama sagrada no debería el paraíso de un escritor está en los otros, en abrir los
perderse nunca. Por su parte, la autocrítica sirve no sólo ojos y espiar, escuchar, intentar comprender a los demás
para mejorar el estilo sino para ser mejores personas: (incluidos aquellos a quienes odiamos: ellos también
es imprescindible darnos cuenta de que no somos tan son personajes). Para mí la felicidad sería eso, ver la
buenos como creíamos. También creo que es muy útil, vida como una novela dispersa, infinita, llena de perso-
una vez superada la fase de corrección de los textos (que najes contradictorios que uno trata de descifrar y gozar.
conviene que sea prolongada y con huecos de tiempo: Para eso no hace falta estudiar filología, y lo digo como
escribir, al cajón unos meses, y vuelta a corregir), abrir- filólogo. Ahora bien, como lector analítico, la universi-
NARRATIVA
Ángel Remis
dad me fue útil y clarificadora. Tuve algunos profesores mejor y deja de asustarnos. Creo que la maldad tiene
magníficos, descubrí la maravillosa hemeroteca de la más que ver con callarse durante mucho tiempo que
universidad de Granada y pasé cientos de horas en la con hablar demasiado. En ese sentido pienso que la
cafetería, que es donde más se habla de la literatura que palabra es curativa. Pero ojo, la palabra íntima y sin
les interesa a los alumnos. jerarquías, porque los padres confesores y otra clase de
chamanes me dan muy mala alergia. Aunque no estoy
4. Todos estamos condicionados por el medio donde ni siquiera bautizado, gracias a Dios y a Cortázar. ¿La
se forjó nuestra personalidad, un abrazo a tiempo, una escritura me mantiene cuerdo o escribo porque soy un
nalgada merecida, un regalo por salir bien en las notas… esquizoide? Ambas cosas son ciertas y se llevan muy
todos y cada uno de los factores de nuestro pasado con- bien: porque todos somos un poco esquizoides y escri-
figuran nuestro presente actual. Alguna vez comentaste bimos, la escritura nos mantiene lúcidos, conscientes
que tu abuela –Dorita- era la única aliada que tenías de nuestra identidad.
cuando mostrabas tus primeros escritos. A ella le dedi-
cas El que espera. ¿Qué papel tiene en tu presente? 6. En repetidas ocasiones te han preguntado sobre Ar-
Mi abuelita Dora sigue viva, leyendo y preguntando. gentina y España, el doble juego que como a tantos te ha
Es incansable, gorda y divertida. Tiene una biblioteca tocado vivir y obliga a situar la nacionalidad en un punto
espléndida y ve dos o tres películas por día. Viaja de intermedio del Atlántico. ¿Queda algo de melancolía por
vez en cuando a España, y cuando yo voy para Argenti- los lugares, los amigos… o es ya un bello recuerdo des-
na duermo en su casa. Cuanto tenía once o doce años, pués de poner punto y final a Una vez Argentina?
sólo me interesaba escribir historias sangrientas (hoy se 19
llamarían gore, pero entonces no había esas palabras Me gustaría contestar con una preciosa canción de
tan prestigiosas para referirse a la crueldad) y mi pobre Los Beatles que se llama In my life: “There are places
madre estaba aterrada por la idea de tener a un psicó- I’ll remeber/ all my life, tough some have changed;/
pata en casa. Pero tuve la suerte de que mi abuela, tan some for ever, not for better;/ some have gone, and some
remilgada para algunas cosas, supiera conectar con esos remain”. Eso es. Tengo dos países y a la vez ninguno. No
cuentos y adivinar que por debajo de aquella carnicería puedo elegir uno ni descartar el otro. Así que supongo
había un niño que quería ser escritor. Tal vez por eso que, como decía un libro de Marzal, llevo una vida de
mismo ahora me aburran las historias muy violentas. frontera. Pero no soy un nostálgico ni me gusta llorar por
el pasado ni nada de eso. Ese tipo de actitudes me pare-
5. Hay quien profesa profundo miedo a terrores par- cen reaccionarias. Lo que sí es verdad, o al menos ahora
ticulares como los arlequines o los enanos, en tu caso lo siento así, es que después de Una vez Argentina tengo
tengo noticia del miedo a la locura. Proviniendo en tu la sensación de haber cerrado un capítulo de mi memo-
primera juventud de una sociedad aperturista como la ria o de haber saldado ciertas deudas íntimas con mis
argentina donde ir al psicoanalista es como comprar as- recuerdos argentinos. Ahora me siento en paz con eso y
pirinas en la farmacia, ¿podríamos decir que la escritu- (como también decían los Beatles) espero quedarme por
ra te sirve de amigo, psicólogo, padre jesuita o demás un tiempo escribiendo en nowhere land.
espejos donde mirarte, no sin cierto temor, y plasmar
tus obsesiones? ¿La escritura te mantiene en la delgada 7. Para aquellos que escriben creo que es necesario
línea de la cordura o es tu personalidad alternativa es- que en el camino de sus vidas se cruce la figura de un
quizoide quien escribe? maestro o buen amigo que realice críticas objetivas y
¡Oye, este tipo de preguntas son peligrosas! ¡Des- sirva de guía. José Viñals te dijo que no le interesaban
pués de la entrevista tendré que ir al psiquiatra! A tus escritos, sino el hombre que los escribía. Además
ver, no sé, es curioso, actualmente me considero una de heredar el gusto por el brandy, qué más huellas ha
persona serena y más o menos sensata; y sin embargo dejado en tu persona.
sí, siempre, desde niño hasta hoy mismo, he intuido lo José Viñals fue para mí un personaje crucial, el primer
fácil que sería volverse loco. Cualquiera puede sen- interlocutor literario en el que sentí que podía confiar y
tirlo: ponte a pensar una hora seguida en la muerte, al que me entregué con entusiasmo y disciplina. Ade-
en tu muerte; ponte a pensar en tus peores celos, en más de tener un talento poético que hipnotiza y admira,
tus peores odios; sé sincero con tus envidias, con tus José es una persona de un espíritu inmenso, generoso,
frustraciones; y enseguida verás qué cerca está tu lado apasionado, afectivo, terrible y absorbente. Lo conocí a
oscuro, lo peor de nosotros, y lo relativamente sencillo los 15 años y durante bastante tiempo fui a visitarlo a
que es ser una mala persona. Pero por eso mismo estoy su casa casi todos los fines de semana para enseñarle
convencido de que la escritura trae bondad: nos dice mis escritos, leer los libros que él me recomendaba y
la verdad, nuestra verdad, y al leerla la entendemos escuchar sus consejos, que me conmovían y me hacían
NARRATIVA
Ángel Remis
reflexionar. Estoy seguro de que, si en cierto modo he 10. Sabemos que para una novela puedes tardar dos
sido un escritor precoz, en parte fue gracias a aquellas años y ocho borradores para sentirte satisfecho, e igual-
reuniones. ¿Qué huellas me ha dejado? Muchas e im- mente sucede con los libros de poemas. Observando
portantes: la visión humanista (no literaria ni erudita) las fechas de publicación de tus libros observamos que
del escritor, la lectura crítica como forma de hedonismo, desde 1999 se sigue un patrón: libro de poesía, novela
el deseo de mezclar el rigor con el sentido del humor, o cuento, libro de poesía, novela o cuento. ¿Cómo deli-
la visión del texto como campo de batalla espiritual y mitas los territorios de una forma a otra?
sensorial... Más tarde, como debe ser, fui haciendo mi Bueno, es un orden casual, me doy cuenta de que es
propio camino para bien o para mal, y el cariño y la más o menos como tú dices pero no me preocupo de-
gratitud han seguido intactos en mí ya sin la necesidad masiado. Si tengo el impulso de empezar un texto o un
de estar de acuerdo en todo con mi querido José: tan libro, lo hago. Todo transcurre más o menos fluido y sin
importante para un joven es tener un buen maestro (o grandes limitaciones. Soy muy disciplinado en cuanto
varios), como crecer para formarse un criterio propio. a la cantidad de trabajo (si es una novela puedo estar
Creo que uno debe aprender a escuchar a los que saben, ocho o diez horas escribiendo), pero no en cuanto a las
sin ser exactamente discípulo de nadie. reglas. En realidad, mi única norma es no escribir dos
libros del mismo género a la vez. Puedo estar haciendo
8. Cuando se escribe para escribir, a qué se renuncia, poemas, cuentos y novela al mismo tiempo, siempre y
¿hay algo que quisieras realizar como escritor o como in- cuando en mi cabeza cada libro se diferencie con cla-
dividuo y que los compromisos de trabajo te impiden?
20 ridad. De hecho, pasar de uno a otro libro me ayuda a
Como supe desde niño que mi felicidad dependería en
desconectar, tomar distancia y no cansarme de un mis-
buena parte de la escritura, cuando escribo nunca sien-
mo libro. Así trabajo muchas más horas, pero me saturo
to que esté equivocándome de lugar o momento. Ahora
menos. Otra cosa son las fechas de publicación de esos
bien, la escritura para mí no es una renuncia a la vida,
libros: ahí sí trato de organizarme, no me queda más
sino más bien su alimento y también su espejo torcido.
remedio porque las editoriales tienen sus plazos y con-
No me interesan los escritores que, a fuerza de forjarse
una leyenda canalla o maldita, carecen de cultura. Pero veniencias. Por lo general procuro no publicar dos libros
menos aun me interesan los escritores que, con la excusa demasiado seguidos, y si alguna vez sucede evito que
de culturizarse, se desentienden de la calle, el sexo o los sean del mismo género.
viajes. Creo que un escritor sabe que cuando sale está
buscando personajes, y que cuando escribe está buscan- 11. Has dicho que hay entusiasmo y decepción en
do vida. Eso sí, dentro de los diferentes géneros litera- la propia escritura, sin embargo la crítica te trata bien,
rios, puede que la novela sea el más esclavo. Una novela incluso la internacional. Tomando tu voz interior como
te exige escribir todos los días para no perder el contacto la que dirige tus escritos, si desconfías de los críticos, a
con su mundo, y en alguna ocasión me he sentido rehén quién le pides consejo: ¿algún profesor de la Facultad,
de ese compromiso diario o bien angustiado por no cum- un amigo, tu pareja, un niño…?
plir con él. Lo que pasa es que la escritura es tan hija de Es que la decepción de la escritura no tiene nada
puta que, si te secuestra, es para que te mueras de gusto que ver con lo que digan las críticas. Uno agradece
disfrutando del síndrome de Estocolmo. que sean buenas, y probablemente se sentirá algo dis-
gustado (sería hipócrita negarlo) si la crítica es mala.
9. Cuando se presentan tiempos vacíos donde la ins- Pero la verdadera felicidad, y también la verdadera
piración toma vacaciones sin avisar, a pesar del tesón, amargura, se queda dentro del proceso de escritura.
¿cómo haces para que pase desapercibido o no se note? De hecho cualquiera que haya publicado un par de
¿Cómo juegas con el talento? veces sabe que la mayor alegría no es ver el libro en
Para que no se note que no estás inspirado hay un la librería ni promocionarlo ni hablar sobre él; sino
recurso muy simple: releer lo que has hecho y tirarlo a la estar escribiéndolo y sentir que avanza, que fluye. Esa
papelera. No es necesario escribir con la exigencia inter- sensación de plenitud no se alcanza en ninguna otra
na de lograr la “gran” obra; basta con disfrutar, obedecer fase de un libro, y además es adictiva como una dro-
al capricho de los impulsos y después, al cabo de unos ga dura. Obviamente uno también desea obtener una
meses, evaluar hasta qué punto el resultado ha valido la respuesta positiva de los lectores, pero eso sucede
pena. Yo no puedo estar demasiado tiempo sin escribir. cuando el libro ya ha muerto para el autor y ha nacido
Prefiero escribir diez páginas y después corregirlas y ti- para los demás. ¿A quién le pido consejo? A todas las
rar seis, que vivir constreñido y escribir de vez en cuan- personas que me quieren y en las que confío. Es decir,
do para lograr cuatro páginas. Aunque el resultado sea muy pocas: mi familia, mi pareja, algunos amigos que
parecido, me siento más realizado haciendo eso. escriben.
NARRATIVA
Ángel Remis
12. Se ha intentado adjudicarte título de pertenencia 14. Afortunadamente militas y defiendes al cuento, pero
a ciertos autores. Desmientes todas estas teorías y es- no contento con ello teorizas sobre su naturaleza y presen-
caramuzas y dices que detrás de ti hay lecturas mas no tas tu visión a través de una serie de consejos sobre las
influencias. Pero hay algo que me deja perplejo: tu faci- formas de escritura en los apéndices que cierran tus libros
lidad para las citas. ¿Cómo lo haces? ¿Tienes un banco de relatos. Después de agradecer el esfuerzo que haces al
de ideas por temas o algo por el estilo? plantear las cosas sobre la mesa me queda aún una pre-
Para mí las mejores influencias son las involuntarias. gunta, ¿es posible que esta serie de consejos o preceptos
Las influencias demasiado buscadas suenan a imita- no sean al mismo tiempo una cárcel para quien no posea
ción, así que lo mejor es leer con entusiasmo y después una capacidad ecléctica y los siga al pie de la letra?
tratar de escribir con un estilo propio. Por supuesto, ahí En primer lugar, jamás he entendido mis ensayos teó-
también aparecerán huellas de otros, pero serán más ricos como una consigna ni como un precepto: se trata,
sutiles e indirectas. En cuanto a las citas, no hay nin- simplemente, de las conclusiones personales que he ido
gún secreto. No guardo una libreta ni colecciono frases sacando mientras escribía mis cosas, y que no tienen
ni nada por el estilo. Tengo buena memoria y confío en por qué servirles a los demás para escribir las suyas. La
el azar. Eso sí, cuando una frase me fascina siempre la teoría en la que creo no viene antes sino después de la
subrayo, la anoto, la pienso durante un rato. Cada vez escritura. No la planea, la va descubriendo. Sin embargo,
que releo un libro vuelvo a encontrarme con esas citas, siempre me ha gustado mucho leer ensayos y libros teóri-
y a veces las empleo en mis textos. Si te das cuenta este cos. Me subleva la comodidad con que algunos se desen-
mecanismo, que es tan viejo como la literatura, es el tienden de la teoría, como si fuese un mérito renunciar a
antecedente de Internet. la mitad del conocimiento. Para mí todo acto de escritura
es un acto práctico. Teorizar también implica ejecutar
literatura: experimentar con el sentido, buscar un tono, 21
13. Afirmas que el siglo XXI le pertenece al micro-
cuestionarse el estilo… El discurso que llamamos en-
cuento por su parentesco visual con el flash, la velo-
sayo (y que no tiene por qué confundirse con el acade-
cidad, la construcción fragmentada. Sin embargo las
micismo) puede inspirar novelas o poemas, y viceversa.
generaciones que hemos crecido dentro del Imperio de
Creo que la escritura, como acto emocional, intelectual
la Televisión, demostramos en las estadísticas que la
y sensible, es toda una. Separar la teoría de la práctica
novela supera con creces en la lectura al cuento. ¿Será me recuerda a las bizantinas separaciones entre alma y
por una incapacidad mental producida por la televi- cuerpo, razón y sentimiento, amor y sexo, etcétera.
sión que nos agotamos de tan sólo imaginar que leemos
treinta historias, treinta vidas distintas, en cada libro 15. Acabas de publicar un nuevo libro de relatos,
de relatos y por ello preferimos la narración lineal de Alumbramiento, que incluye además un apéndice teóri-
la novela? co sobre el género, como es tu costumbre. ¿Cuáles son
Bueno, por empezar, que una determinada forma ar- los contenidos de esta nueva entrega?
tística represente a su siglo no significa que sea la que Alumbramiento tiene tres partes. La primera de ellas
más público tenga o la que más éxito inmediato consi- está compuesta por relatos que abordan distintos conflictos
ga. Todos sabemos que la poesía petrarquista resumió de la identidad masculina tradicional y sus roles clásicos:
la ideología del amor cortesano, y no por ello dejaba el héroe, el aventurero, el luchador, el padre, el marido, el
de ser una práctica minoritaria. Los lieder de Schubert artista, etcétera. Esto en algunos casos se plantea de forma
representaron mejor que nada la estilización romántica fantástica o muy metafórica (el primer cuento está narrado
de las tradiciones populares, y ello no impidió que el por un hombre que está dando a luz), y en otros de una
pobre se muriera de hambre. Kafka es en cierto modo forma en apariencia más cotidiana (el segundo cuento, por
la cifra del siglo veinte, y se murió semidesconocido (en ejemplo, narra la ruptura que produce en una pareja una
parte por voluntad propia). En ese sentido, pienso que pequeña raya que ella traza en la arena). Luego, a modo de
la micronarrativa tiene mucho que ver con el montaje intervalo, viene una serie de microcuentos estilísticamen-
visual, los flashes del videoclip, el lenguaje publicitario, te similares, algunos muy crueles y otros divertidos. Y la
la velocidad de las emociones urbanas, es decir, con la tercera parte del libro reúne unos cuantos relatos que tra-
lógica de nuestra época. Esto es así se vendan muchos tan, en clave irónica, distintos aspectos del mundillo de la
o pocos libros. Ahora bien, creo que la dificultad de un literatura: desde autores que admiro (como Borges, Gom-
libro de cuentos con respecto a la novela consiste, como browicz o Queneau) hasta figuras concretas como la del
bien dices, en que cada cuento necesita ser inaugurado editor, el traductor o el lector. Finalmente, como si fuera
mentalmente, con cada uno hace falta un “reseteo” que una especie de bonus track, se ofrecen dos textos teóricos
la novela, vencido el desconcierto y la pereza de las pri- acerca del minúsculo y precioso oficio de escribir cuentos.
meras páginas, no te pide. Eso sí, lo juro por Monterroso, son muy, muy breves.
NARRATIVA
Ángel Remis
Eremburg, Jean Cocteau y García Lorca con su Poema del nunca estará en libertad, pasando del campo de Argeles
cante jondo, entre tantos nombres y obras más. a las gendarmerías de París. Rescatado de ambos lugares
Cuando la mítica ‘Octubre’ desaparece intenta aglu- por sus colegas de letras franceses, sabemos con certeza
tinar las dispersas voces en una nueva publicación, ‘El que se encuentra en la URSS para la conmemoración del
Tiempo Presente’, que sólo conocerá dos salidas. A partir primero de mayo.
de esta época de fructífera producción, Arconada escribe En Moscú, Keliine le orienta a las labores periodísti-
en un breve espacio de tiempo tres novelas casi sucesi- cas y editoriales haciéndole director de la edición caste-
vas: La Turbina (1930), Los pobres contra los ricos (1933) llana de ‘Literatura Internacional’, más tarde ‘Literatura
y Reparto de tierras (1934). Las dos primeras enmarcan Soviética’. En los años sucesivos publicará dos libros de
los logros de la novela social española, resaltando la per- relatos, Cuentos de Madrid y España es invencible, su
sonal prosa cargada de lirismo del autor con despuntes largo poema Dolores (1945) y algunas obras teatrales,
de imágenes poéticas y metáforas que humanizan los la más conocida Manuela Sánchez (1949), estrenada en
elementos naturales, belleza añadida a la coherencia na- 1952. Se relaciona con Eremburg y Neruda cuando éste
rrativa y la fidelidad al relato. Estilo caraterístico en la acudía a Moscú. Los años pesan y la tristeza ya se aprecia
época vanguardista del escritor. como un lastre que marcará su labor literaria futura. Su
A mediados de julio de 1936 Arconada parte enviado capacidad creadora se ve truncada por el exilio y se con-
por Correos a Fuenterrabía en viaje de inspección, y allí fina en la crítica, las traducciones de autores rusos clá-
habrá de permanecer al sorprenderle la guerra. Fija su es- sicos y modernos como Pushkin, Lermontov, Nekrasov,
tancia unos meses en las cercanías de Oviedo y es corres- Maiakovski, Blok, etc., y la realización de adaptaciones
ponsal del frente astur para ‘Mundo Obrero’ desde su lle- teatrales, volcándose en el trabajo al frente de la revista.
gada. Cuando el frente comienza a debilitarse se traslada a Se une a María Cánovas, mujer que le acompañará has-
Valencia, sin pasar por Madrid, donde su hermano Felipe ta el final de sus días. Su presencia en conmemoraciones
dirige la Juventud Socialista Unificada. En la capital le- y actos literarios es constante. A España apenas si llegan
vantina se reúne con la madre y la hermana menor, evacua- noticias del escritor en forma de susurros empujados por el
das desde Madrid. El padre había fallecido en 1932. viento de oriente, como la noticia del 29 de diciembre de 23
El ministro de Instrucción Pública le pide que dedi- 1962 donde el diario ABC informa de un acto en homenaje
que por entero su tiempo a escribir. En tan sólo unos me- al poeta Alberti en el que hablan Eremburg, Mil Suslof y
ses redacta Río Tajo, novela que alcanza el primer pre- el “escritor español, asimismo comunista, César Arconada”.
mio del concurso de 1938 convocado por el Ministerio de No hay nada más, todo es viento.
Instrucción Pública, donde fueron galardonadas novelas En 1956 es invitado por la Asociación de Escritores
de Miguel H. Hernández y Manuel Altolaguirre. Chinos para visitar la reciente república socialista. Per-
De Valencia pasa a Barcelona, donde resiste hasta la manece cerca de dos meses y regresa a la patria adoptiva
caída final de la capital catalana el 26 de enero de 1939, hablando por Radio Moscú de la redacción de un libro de
comenzando el éxodo en compañía de los suyos por La viajes titulado Andanzas por la nueva China, nunca publi-
Junquera en dirección a Francia. En el país vecino casi cado quizá por el comienzo en aquella época del conflicto
chino-soviético. Al parecer se trata de un texto extenso
escrito en la rica prosa lírica que identifica al autor.
Foto: Robert Capa En los años finales su actividad como escritor se inten-
sifica y novela la vida de José Díaz, secretario del Partido
Comunista Español durante la guerra y asiste a la conme-
moración que se celebra por parte del partido en Praga
por esos años.
La muerte le llega el 10 de marzo de 1964 cuando se
recuperaba de una operación.
“Soy natural de Castilla. De la alta Castilla de tierras
incultas -escribió- secas, duras, cocidas de sol y sed. A
pesar de todo el aditamento que me dio, no puedo disimu-
lar mi ascendencia campesina... Se nos llama místicos.
Toda la mística española nació en Castilla. Pero pienso
que nuestra mística es una evasión de nuestra pobreza...
Aprendí a escribir como nuestros toreros aprenden a sor-
tear al toro: a fuerza de lances de capa, a fuerza de ir de
aquí para allá, de plaza en plaza, de pueblo en pueblo.
Esto es toda mi Universidad”.
NARRATIVA
Rosauro Varo Cobos
de ser un hombre por naturaleza polemista, Este es por tanto el hilo conductor de este
también fue un hombre sensible, pasional, que libro, escrito en prosa y verso y considerado
sufrió y vivió lo suficiente para hacer un li- por los expertos como una obra maestra, que
bro de las características de «El Collar de supone además un bellísimo retrato de la so-
la Paloma», con el que pretendió pintar ciedad del momento. El autor, entre nume-
“el amor, sus aspectos, causas y accidentes y rosas citas de personajes y acontecimientos de
cuanto en él o por él acaece” y para el que no la época nos desvela las características de la
le faltó tampoco valentía. Esta obra supuso Córdoba de hace mil años y en un extraño
una verdadera novedad en su tiempo, en el viaje, el lector es capaz de traspasar esa ba-
que escribir sobre el amor no era ni mucho me- rrera temporal al reconocer lugares que pa-
nos habitual. Retrató, con ese propósito, un recen haber llegado intactos a nuestros días.
cuadro de amantes que no pueden verse sino a Un viaje extraño porque se convierte en algo
través de una celosía, que se regalan mecho- más lejano de lo que en un primer momento
nes de pelo o que enferman por la lejanía del podría parecer. La Puerta de Sevilla, la
ser amado. Un amor éste “que radica en la Muralla,… quedan al fin y al cabo como
misma esencia del alma” y que debe ser sobre símbolos inertes de las ciudades de antes y
todo casto y sincero. Es un amor que nace de de ahora, sin que parezcan haber servido de
la belleza en su sentido más amplio, espiri- puente entre ambas y no haber sido capaces
tual y material, y que aspira, más allá de la de trasladar con ellas el alma de sus habi-
irresistible unión de los cuerpos a la fusión de tantes. Para un lector recién bautizado en
las almas, fruto únicamente de la voluntad este tipo de textos y sin capacidad para inter-
de amar y siempre al amparo de la sabiduría pretar desde un plano académico e histórico
de Dios. las semejanzas entre ambas sociedades, le es
muy difícil llegar a sentirse habitante de la
misma urbe. ¿Hasta qué punto pues, puede
uno sentirse identificado con aquel legado?, 25
¿hasta dónde llega su influencia?, ¿qué puedo
encontrar en mi manera de ser, que me acer-
que a Ibn Hazm y sus conciudadanos?, ¿qué
podemos exportar y enseñar de nosotros mis-
mos que nos distinga por esa influencia?
En el libro «Nuestra Andalucía», Ju-
lián Marías dice que al visitar una ciudad
siempre le asalta el mismo pensamiento:
[…] ¿es actual o mera supervivencia del pa-
sado? […] y se pregunta qué sería de los mo-
radores de una ciudad si se les sustrajese su
pasado:…¿Qué quedaría?[…]¿en qué medi-
da, si se considera a los habitantes actuales,
es suya la ciudad, o están equiparados a no-
sotros visitantes, es decir, se han encontrado
simplemente con ella, como una herencia de
sus antepasados?
Obliga el libro de este modo a una lectu-
ra reposada y paciente, a la difícil tarea de
intentar entenderlo desde la perspectiva de
nuestra propia educación, sin que eso provo-
que a su vez, un distanciamiento irreconci-
liable con lo que se está leyendo. Un esfuerzo
que a cada uno le merecerá la pena según sus
conclusiones y que desde mi punto de vista
siempre resulta beneficioso, más aún cuando
lo que se tiene entre las manos es un gran libro
y este sin duda, lo es.
POESÍA
José Antonio Garriguet Carmona
Tras la lectura de estos versos aparece en nuestra men- En este entorno que describe Alberti es de donde Vi-
te la rica imaginería del Romancero Gitano de Lorca. Sin llalón obtiene la rica imaginería rural de lo que podríamos
embargo, aunque estos textos parezcan darnos la clave, llamar ahora el hombre de a pie, sencillo y generalmente
siempre hay lugar para la sorpresa, y descubrimos que es- oprimido, elevando a la categoría de arte lo marginal,
tos versos pertenecen a un gran olvidado que compartió dignificando la pobreza y la tradición en la que los gi-
época con el propio Lorca: Fernando Villalón Daóiz y Hal- tanos ocupan, al igual que en Lorca, un lugar prepon-
cón, poeta sevillano que creció en la libertad campesina derante por ser símbolo de la exclusión: “agarrada a los
de Morón de la Frontera y compartió generación con los barrotes / de la cárcel de Saucejo / lloraba una gitanilla
poetas del 27. Generación, y una concepción de la poesía / que tiene a su amante preso. (…) Si el robar fuera un
ligada a la tierra, a la tradición, a lo popular que se da la pecao / no se cabría en el infierno, / y el señor juez de
mano con la marginación. instrucción, / ladrón convicto y confeso”.
De esta fascinación por la tradición surge este frag- Pero su conexión con los poetas del 27 no termina aquí,
mento del poema dedicado a la muerte del torero Ma- pues compartió educación con Juan Ramón Jiménez en el
nuel García ‘El Espartero’: “Negra faja y corbatín / negro, colegio del Puerto de Santa María, San Luis Gonzaga, que
con un lazo / negro, / sobre el oro de la manga, / la supuso para él algo similar a un encarcelamiento, una pe-
chupa de los toreros. / Ocho caballos llevaba / el coche queña muerte de su libertad campesina, un tiempo irreme-
26 del Espartero”. Texto que sigue el mismo sendero que el diablemente perdido que refleja en su obra Romances del
Llanto por Ignacio Sánchez Mejías de Lorca, que llora 800, dedicada al propio Juan Ramón Jiménez: “A J.R.J. en
a un hombre y a un torero en la hora de su muerte, de recuerdo de nuestra niñez encarcelada en los jesuitas del
la que destaca el fragmento del primer poema, titulado Puerto...”.
La cogida y la muerte: “A las cinco de la tarde. / Eran Resulta sorprendente el olvido de este autor, que evi-
las cinco en punto de la tarde. / Un niño trajo la blanca dencia que lo popular y lo poético pueden ser compañe-
sábana / a las cinco de la tarde. / Una espuerta de cal ya ros de parranda, tanto en su vida --como demuestra su
prevenida / a las cinco de la tarde. / Lo demás era muer- inversión en la búsqueda de una ganadería de toros con
te y sólo muerte / a las cinco de la tarde.”. Aquí Lorca los ojos verdes, mito de la Atlántida, con intención de
acentúa la importancia de su muerte mediante la enfati- conseguir el toro-dios del relato platónico--, como en
zación de las circunstancias que la rodean. Sin embargo, su obra, cuando arruinado por esos “negocios poéticos”
Villalón materializa su duelo utilizando una imaginería utilizó el andaluz como lenguaje lírico de su desgracia...
donde predomina el negro, oscuridad del cuerpo y del “mis amigos me despresian porque me ven abatío / ¡toíto
alma: “Negras gualdrapas / llevaban los ochos caballos el mundo corta leña / del,arbo q,está caío!”
negros; / negros son sus atalajes / y negros son sus plu-
meros”, como acabo de citar. Se da la circunstancia de
Autor: Antonio Uría-Monzón
que Villalón conocía a Ignacio Sánchez Mejías, que le
presentó a otro de los grandes del 27, Alberti. Éste en
su libro de memorias La arboleda perdida escribió de él:
“Era Fernando un hijo de esa romántica Andalucía feudal,
que se sentaba bajo los olivos a compartir tú por tú el
pan con los gañanes”.
POESÍA
Verónica Moreno Puerto
SOBREVIVIR
A UNO MISMO
La primera vez que abrí la puerta de las “Habitaciones: poema del
tiempo que no pasa” de Louis Aragón fue como cuando un cotilleo
te llega tras mil filtros de tiempo y de palabras: mi interpretación
de la interpretación de los recuerdos (que no dejan de ser una inter-
pretación) del poeta. Pero vislumbré de puntillas, con la sensación
infantil de estar mirando algo demasiado personal pero sin apartar
la mirada, la sinceridad de sus palabras. Quise viajar con él a través
de esas habitaciones amuebladas por su mente, cogerle de la mano
en ese paso incierto y desesperante de los juicios a destiempo.
Louis Aragon en su obra “Habitaciones...” descubre el único lugar
donde no pasa el tiempo: la memoria. Es un viaje por el recuerdo de
un viaje: el de la vida, en la que “el tiempo fuma a escondidas”1,
como un gángster del cine negro, con el rostro oculto en la sombra,
en silencio. Donde el único movimiento es el del humo que le en-
vuelve y que se eleva suavemente hacia otra oscuridad. Él manipula
la parte involuntaria de nuestras acciones, él nos muestra lo nece-
sario, lo que no tiene remedio...“esos hierros que martillean/ Mis
sienes Es el tiempo que pasa el tiempo/ El tiempo que no soporta ya
el no/ Pasar El tiempo en el final de los finales/ Que pasa”2. Foto: Herbert List
En el poema “El papel cuadriculado”, previo a “Habitaciones”, condensa la acción poética que desarrollará después. 27
Toma un fragmento de un poema escrito por él mismo y dentro de éste incluye la significación posterior que ese mismo
poema le ofrece pasado un tiempo, quedando el propio texto sometido a un juicio implacable. La misma valoración a la
que someterá a sus recuerdos en el poema “Habitaciones”. La despiadada sentencia del tiempo. Los recuerdos son como
un viejo papel cuadriculado y amarillento que se encuentra de repente en un cajón y que al leerlo de nuevo produce una
mezcla de nostalgia y rechazo... “siete años apenas y ya la lengua del hombre/ es para sí amarga ah qué largo aprendizaje
el de callar/ Finalmente”3.
Se trata de recorrer el camino en dirección contraria y para ello Aragón tiene que pintar las habitaciones de su
memoria. Recordar en qué lugar estaba cada silla, cada figurita de cristal, los zapatos de Elsa..., porque recorrer estas
habitaciones es también recordar lugares comunes, es así mismo, como casi todas las historias, una historia de amor.
Tras caminar largamente por la memoria sólo aparece ante él la necesidad de un final en el que descansar de las cica-
trices que duelen con el frío. Derruir el edificio y que quede escondido entre el polvo y los escombros del olvido.
Aragón, en su larga vida, pasó por dos guerras mundiales y estuvo en contacto con el surrealismo, con el comunismo
y muy influido por Eluard y Mayakovski. Pero en este libro poetiza la supervivencia de sí mismo, la pérdida de la fe tal
como la concebía Nietzsche, como el ocaso de los ídolos. Ni dios, ni comunismo, ni capitalismo... En esta etapa el au-
toestopista deja de creer en el viaje, se baja del coche, se sienta en la cuneta a observar el camino que ha dejado atrás y
sólo encuentra desesperanza... “no se escuchan más sollozos por el siglo Así/ no habremos podido espantosamente hacer
otra cosa/ Que ver al mártir y el crimen/ había creído sin embargo yo había creído...”4. Sus antiguas creencias son ahora
como un traje pequeño que no le sienta bien del todo porque ya no corresponde a su medida.
En Aragón llegar a sí mismo es vivir a pesar de todo o con todo el pesar. Llegados a este punto del camino ya sólo
queda la tristeza de haber sobrevivido en este mundo... “vivir al fin y al cabo sé qué ha sido/ amor mío (...) vivir después
de todo”.
1. Habitaciones: Poema del tiempo que no pasa. Ed. Alianza. Pág 21 / 2. Habitaciones: poema del tiempo que no pasa. / 3. Ibid. Pág 31. / 4. Ibid. Pág 129
POESÍA
Michel Pérez Rizzi
“Vamos a pasar como de la luz directa del sol a la que de él recibe la luna,
de la representación intuitiva, directa, que se afirma por sí misma…”
‘El Mundo como Voluntad y Representación’
Arthur Schopenhauer
“El Mundo es mi representación… el mundo que nos
rodea no existe más que como representación, esto es, en
relación con otro ser: aquel que lo percibe, o sea, él mis-
mo”. Así comienza Arthur Schopenhauer “El Mundo como
Voluntad y Representación”, su gran monumento filosó-
fico. En su pensamiento las artes, y sobre todo la poesía
y la música, tienen un valor inestimable como formas de
conocimiento que nos acercan a la verdadera realidad.
Intentan rasgar “el velo de Mayá” y poner de manifiesto
la falsedad a la que está sometido el Ser Humano. Desde
este punto de vista, la realidad sólo existe como repre-
sentación intelectual. Esta es nuestra forma de conoci-
28 miento y las artes nos pueden permitir trascender esa
falsa percepción.
Para Schopenhauer el verdadero conocimiento se da de
forma intuitiva, no racional. En palabras del filósofo “el
terreno de la pura intuición es claro, seguro, cierto; nada
hay que preguntar, ni hay ocasión de dudar, ni podemos
equivocarnos. Sentimos aquietarnos en la intuición y el
presente nos satisface. La intuición no es una opinión, es Retrato de Maurits Cornelis Escher
la cosa misma. En cambio del conocimiento abstracto, la
razón, nacen a la vez la duda y el error”. El pensamiento la escala de objetivación del mundo. Si la poesía, como
racional es reflejo del conocimiento intuitivo. La intui- hemos dicho, alcanza directamente a las Ideas, la música
ción es la verdadera impresión de donde luego pueden alcanza directamente a la Voluntad, el principio esencial
surgir los pensamientos racionales. Éstos son posterior- (nouménico) que sustenta a la creación. La música nos
mente transformados en palabras y conceptos. revela la íntima esencia del mundo en un lenguaje que la
La función de la poesía es expresar las Ideas (pla- razón no comprende.
tónicas), que son esencialmente intuitivas, por medio Motivado por el “Instinto Artístico” el músico y el poe-
del lenguaje. El poeta, asociando conceptos abstractos, ta se ven impulsados a representar la esencia del mundo
sabe precipitar la imagen intuitiva en el oyente. Si para y mostrarnos un reflejo de la realidad pura, el principio
Schopenhauer con el paso de la infancia al mundo adulto unitario del que todo mana: la Voluntad. Es así como
vamos separando la cabeza y el corazón, es decir, racio- las artes nos ayudan a conocer mediante un sistema de
nalizando cada vez más el conocimiento, la poesía tiene reflejos y emanaciones la verdadera realidad, el conoci-
como función representar la Idea del Mundo. Con la poe- miento fuera de los límites intelectuales del espacio y del
sía pasamos de los conceptos abstractos a las Ideas (pla- tiempo: la poesía mediante la intuición, como reflejo de
tónicas) que sólo se pueden percibir de forma intuitiva. las Ideas, y la música mediante el corazón, sintiendo el
La música, por otro lado, alcanzaría un grado más alto en verdadero principio del que todo emana, la Voluntad.
POESÍA
WITHMAN RIMBAUD
Consagrados
Antaño, si la memoria no me falla, mi vida era un festín
5 donde se abrían todos los corazones,
Creo en ti, alma mía, donde todos los vinos corrían.
pero el otro que yo soy no ha de humillarse ante ti, Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas.
y tú no debes humillarte ante él. - Y la encontré amarga.
Túmbate conmigo en la hierba, deja en paz tu garganta, - Y la injurié.
no preciso palabras, ni músicas, ni versos, ni costumbres, Me he armado contra la justicia.
ni frases, aunque sean las mejores. Me he escapado. ¡Oh brujas, oh miseria, oh odio,
Sólo tu arrullo quiero, tu susurro y tu voz confidente. a vosotros ha sido confiado mi tesoro!
¿Recuerdas una clara mañana de verano? Llegué a disiparen mi espíritu toda esperanza humana.
Descansabas tu cabeza en mis rodillas He dado el salto sordo de la bestia feroz sobre toda alegría,
y te volviste dulcemente hacia mí. para estrangularla.
Abriste mi camisa junto al pecho 29
He llamado a los verdugos para, al tiempo que perecía,
buscando con tu lengua mi corazón desnudo, morder la culata de sus fusiles.
después te alzaste hasta hundirte en mi barba He invocado plagas, para ahogarme con la arena, la sangre.
tocando al mismo tiempo la punta de mis pies. La desgracia ha sido mi dios. Me he tendido en el fango.
Supe entonces, de pronto, que el saber y la paz Me he secado al aire del crimen.
sobrepujan en mucho las disputas terrenas, Y he dado buenos chascos a la locura.
y ahora sé que la mano de Dios me ha sido prometida, Y la primavera me ha traído la horrible risa del idiota.
que el espíritu de Dios es hermano del mío, Tanto es así que, hace poco,
y que todos los hombres nacidos son también mis herma- encontrándome a punto de cascar,
nos, que todas las mujeres son hermanas y amantes, he pensado en buscar la llave del antiguo banquete,
y que un solo germen de la creación es amor; en el que quizá recobraría el apetito.
Que son infinitas las hojas de los bosques La caridad es esa llave.
o las que caen marchitas, - ¡Esta inspiración muestra que he soñado!
y las negras hormigas tras las hojas y surcos, “Seguirás siendo hiena, etc...”,
y el musgo de las vallas, clama el demonio que me coronó de tan agradables adormideras.
las piedras apiladas, el saúco, “Gana la muerte con tus apetitos, y tu egoísmo,
el verbasco y el ombú. y todos los pecados capitales”.
¡Ah! Estoy harto:
- ¡Pero, querido Satán,
yo te conjuro con una pupila menos irritada!
Y mientras esperas las pequeñas cobardías retrasadas,
tú que amas en el escritor la ausencia
de facultades descriptivas o instructivas,
te aparto estas repulsivas páginas
de mi carnet de condenado.
POESÍA
I V 31
Las tres Palmeras Desnudos blancos
clavan su oasis verde buscan la gracia del sol
amor a la Tierra gracias por el sueño
II VI
La piedra dice La pulpa rosa
que lo ignoraba todo almíbar en las piernas
amo la vida. labios que humean
III VII
Me gustas mucho Escribir poesía
pero no estás conmigo pensando en tus manos
amor al prójimo. deseos cumplidos
IV
Río de los verdes
olor a macedonia
arena y sexo
POESÍA
UNA-NISMO MÓVIL
Uno Voy a revisar mi agenda.
UNA-NISMO No es posible tener tantos amigos,
números inservibles,
Dos residuos ocupando espacio virtual.
Desesperada necesidad. Juan Carlos, Miguel Ángel...
Místico contacto. ¿Quién es Miguel Ángel?,
Proximidad ausente, ¿algún amigo de un amigo?
jadeos incontrolados. De repente, Álex.
¿Cómo olvidar a Álex?
Tres Qué extraños son los rastros inoportunos
Cuerpo, sangre, espíritu, de las personas muertas.
tres figuras unidas “¿Borrar?”,
en una verdadera. aprieto el botón,
Aliento entecortado de “¿borrar todos los detalles?”
poesía
Verónica Moreno
32
ROJO
Fuego en tus mejillas
cada vez que te halago.
Sangre que recorre mis venas
y que por ti derramo.
Atardecer solitario
en el que me hallo.
Ira contenida
por lo mucho que te amo.
Rojo mi color
al fin y al cabo
por ser el del amor
que tanto reclamo
5) Has afirmado buenos augurios para la poesía, pero en demasiado. Se busca una literatura que no aburra al
los tiempos que vivimos donde los índices de lectura lector, sin embargo, yo prefiero una literatura que me
arrasan con sobrada mayoría desde la narrativa, ¿cómo haga pensar. Ese tipo de libros son planos, muchos có-
es posible? digos y muchas espadas, que están arrinconando a la
En el mundo de la poesía no hay tantos intereses como verdadera literatura. Pero no ello podemos despreciar a
en la novela. El poeta anda más tranquilo, que, aunque los autores, que existen, por que realmente defienden
también tiene su política, es mucho menos corrupto y crean verdadera literatura. La prueba está en que son
que la novela. Lo que siempre he querido decir, es que estos últimos los que trascienden. Pongamos por caso
queda todavía para el creador de poesía la esperanza a los hermanos Argensola, contemporáneos de Cervan-
de esa libertad de que nadie te presione. Goza de salud tes, que no tenemos más noticias de ellos que la de
por su libertad, pero últimamente se está cayendo en una calle en Madrid.
otro tipo de poesía y ésta no puede venir marcada. En
definitiva, creo que la poesía marcha bien, sin dema- 9) ¿Podrías citar alguno de esos autores que han sido
siadas presiones. Hay muchos sitios para publicar y marcados por el olvido y que sus versos han dicho mu-
eso ayuda a los poetas. Si tienes algo que decir, hay cho más que esos otros tan conocidos?
multitud de posibilidades para hacerlo. Hay poetas como Antonio Gamoneda, que ahora es
muy conocido, pero durante muchos años fue casi
6) Miguel Hernández decía que se puede hacer poesía sin despreciado, ignorado, y es uno de los grandes poe-
apenas saber escribir, aunque comúnmente se asocia tas de la generación del cincuenta. Otro caso también
la labor poética al escritor culto. muy interesante y más cercano, es el grupo Cántico.
Desde el punto de vista del fondo, sí. Pero, ¿en- La gente ni siquiera los miraba en los años 40 y 50.
tenderías que un arquitecto pudiera hacer su era otro tipo de poesía, el comienzo de la poesía so-
casa sin haber hecho la titulación?, o bien cial. A estos se les consideraba como ‘estetas’, que al
¿un médico operar una apendicitis sin haber pasado fin y al cabo es lo que se hace ahora, que no es nada
por la facultad de medicina? Es decir, hablo de forma- más que hablar de la vida, de la muerte, del amor…
ción. Para conocer los secretos o técnicas del lengua- También le paso a Góngora. El tiempo hace justicia,
je, medio necesario para hacer poesía, se suponen tus como dicen por ahí.
conocimientos sobre el mismo. No es necesario hablar
de personas cultas, pero sí ser personas que entiendan 10)Su tercera novela ya ha visto la luz, La Alquimia del
esas técnicas o esos secretos. Aunque es verdad que Unicornio, ¿se siente más seguro cuando publica poe-
hoy día hay miles de poetas que no tienen una gran sía que cuando lo hace con la novela?
formación, y ahí están sus libros que son auténticas Es verdad que soy algo novato en este tema, aunque
obras literarias. tengo publicadas dos novelas anteriores. Toda la vida
llevo escribiendo poesía. Pero no podemos caer en la
7) Venimos hablando de formación, técnica, secretos del mentira sobre el que escribe poesía no puede escri-
lenguaje… Pero para ti, lejos de tecnicismos, ¿qué bir cualquier otro tipo de género. De eso nada. Una
debe comunicar la poesía? persona que se dedica a la literatura puede cultivar
El conocimiento propio del poeta. La poesía es sinó- todos. Tu intención es crear, ahí radican los vasos co-
34 nimo de necesidad vital, el poeta siente la necesidad municantes. El escritor tiene deseo de comunicar. No
de escribir porque quiere comunicarse con el mundo. me siento ni más seguro ni menos seguro. A algunos
Cuando tú escribes, profundizas en ti mismo, en ese le gustarás como poeta y a otros le gustarás también
acto te conoces, pero surge el afán misterioso de co- como novelista.
municar, que crees que son únicos, pero son los mis-
mos que tienen los demás. Por eso la única poesía que 11)¿Podías desvelarnos algunos datos sobre La Alquimia
perdura es la que realmente comunica algo. del Unicornio?
Trata sobre el camino de la mortalidad y de la inmor-
8) Sin embargo la literatura que se ha consolidado estos talidad, realidades virtuales, fantasía, bajada a otros
días en las librerías no es precisamente la que cumple mundos... Ramón Pino, un hombre de 40 años, sufre
la labor de trasmitir un mensaje, de hacer pensar, en una crisis existencial en pleno 2005. Hace tiempo que
definitiva, y por tanto identificarse. escuchó hablar de la alquimia. Viaja hasta Londres y
La que prima hoy en día es la literatura de digestión, descubre a dos chicas que le harán llegar hasta Nicolas
la que cuenta una historia bien narrada, pero no hay Framel, alquimista del siglo XIV, del que se difunde el
literatura. La literatura es difícil de leer. Los editores rumor que sigue vivo y reside en Milán. En el fondo es
buscan el mismo tipo de lector que sienta en su casa una búsqueda del amor a través de la inmortalidad, o
a la hora de la sobremesa para ver un film. Prima la la consecución de la inmortalidad a través del amor.
literatura de ocio. Se cuentan historias, pero sin exce-
sivas dificultades estilísticas, que no produzca pensar
POESÍA
Ángel Remis
España ha sido y sigue siendo un país de contrastes. Todo hecho trae consigo una serie de circunstancias
No se puede dar vuelta de página y comenzar a escribir la que le preceden y condicionan su desarrollo. ¿Por qué
nueva Historia, sin más, cuando perduran los viejos enco- entonces esta falta de ansias de conocimiento? ¿Acaso el
nos polarizados. Quizá a fecha de hoy el distanciamiento acomodamiento vital llega a empantanar los territorios
no sea tan patente, pero es innegable que en la memoria de la Literatura? Pareciera que sí.
colectiva perdura el aliento que nos ha traído hasta aquí. La figura de Manuel Reina es crucial para comprender
No hay que olvidar que en el siglo XIX España fue a tal la eclosión de la poesía del siglo XX, no sólo porque ade-
punto enfrentada consigo misma que vio en la centuria más de poeta fue político y hasta mecenas de los inte-
tres guerras carlistas, de las que se derivaron sus propios grantes de la generación del 98, sino porque su vida anda
regímenes políticos, sociales y culturales, a caballo entre épocas, lo que le excluye de
todos ellos padres del sangriento corrientes determinadas y generaciones
episodio del siglo XX y sus con- más que conocidas.
secuencias, así como de la Para estudiar su obra nos es
pérdida de las colonias de preciso analizar su vida y las
ultramar en 1898. condiciones en que se desa-
Lamentablemente en rrolla. Manuel Francisco de
este periodo al que Asís Reina Montilla nace
nos ceñimos –el trán- en Puente Genil, Córdoba,
sito de los siglos XIX el 4 de octubre de l856,
al XX- muchas voces hijo del hacendado Ma-
quedaron perdidas nuel Reina Morales, pieza
del rigor histórico fundamental del aconte-
en medio de los de- cer futuro del poeta, ya
bates de salón y las que la figura paterna será
trasnoches de taber- modelo a seguir. El padre
na, ejemplificando una era el jefe local del Partido
vez más la mala costum- Moderado y por tanto conce-
bre de los escribas y sus jal o alcalde en la infancia de
olvidos, mermando en parte Reina. Quizá sea ésta la razón
la noción de dónde venimos y
35
principal de la decisión del poeta
hacia dónde nos es posible caminar. por el estudio del Derecho, requisito casi
Este olvido causado es mucho más pa- imprescindible para acceder a la política de la
tente en las artes que en la política, llenando las hojas época. La familia, perteneciente a la clase media-alta
en blanco de los libros de Historia postergada con tinta acomodada de la región, encauzará hacia dos ámbitos
invisible, esperando que algún día se recuperen las voces su vida. Por un lado el futuro vital que correspondía a su
perdidas en medio de la vorágine de los acontecimientos clase, por otro, la necesidad de la poesía como vehículo
sociales. Prueba de ello es la figura del poeta pontanés para desarrollar su vocación.
Manuel Reina. Tras sus primeros estudios en el internado de los esco-
¿Cómo explicar la aparición de las generaciones litera- lapios de Archidona, Reina se matricula primero en Me-
rias del primer tercio del siglo XX sin un puente conductor dicina por la Universidad de Sevilla y después por la de
que uniese la tradición realista a las vanguardias? ¿Acaso Córdoba, carrera que abandonará para cursar Derecho en
nuestra ceguera es tan grande y nuestro conformismo tan Granada y posteriormente en Madrid. A su llegada a la
colosal que aún creemos, y es más, justificamos, la gene- capital, en 1874, publicará su primer poema en la revista
ración espontánea? ‘El Bazar’, observando los últimos coletazos de la Primera
POESÍA
Ángel Remis
República mientras el padre contribuye en provincia a la y la educación. Defiende que la enseñanza elemental sea
restauración borbónica de Alfonso XIII, secundando en obligatoria para todos los españoles, en una época en que
Córdoba los proyectos de Cánovas. tres cuartas partes de la población es analfabeta, promue-
Para los primeros años de Restauración en 1877, Rei- ve la educación física de los niños en los colegios e insiste
na contrae matrimonio con Francisca de Borja Moguer en que se creen escuelas superiores de mujeres. Consigue,
Gálvez, hija única de un próspero agricultor y boyante además, la aprobación de la ley por la que se prohíbe la
hombre de negocios pontanés, y publica su primer libro mendicidad de los menores de quince años, llegándole un
de poemas, Andantes y Alegros, prologado por José Sal- retrato con la dedicatoria “Besos de Marianela y Celipín”,
vador de Salvador. Colaborando ya para entonces en La de manos de otro diputado novel, Pérez Galdós.
Ilustración Española y Americana comienza a relacionar- En 1892, después de haberse enfrentado al Gobierno de
se en Madrid con amistades pertenecientes al círculo de 1889 alineado a Gamazo dentro del Partido Liberal dividido,
autores que eran, en general, mayores que él y también donde al año siguiente cae Sagasta y con él las Cortes de
emigrantes, especialmente de Andalucía, a la capital del 1886, es obligado a renunciar, después de haber sido de-
Reino. En 1879 fallece su suegro y la mujer hereda un im- clarado vencedor por el distrito de Lucena, lo que causa el
portante patrimonio, lo que permitirá al poeta dedicarse escándalo y amenaza con motines en Puente Penil. El Par-
definitivamente a la política y a la literatura. tido denuncia el “pucherazo” ante el Congreso pero en el
A principios de 1882 Reina momento de discusión del acta
compra en Málaga la revista se disuelven las Cortes. Reina
Andalucía y la traslada a Madrid protagoniza, al parecer, un in-
con el nombre de La Diana, en tento de suicidio y su familia
el que en su primer número de le pide encarecidamente su re-
febrero firma un manifiesto de tirada de la vida política. Gra-
intenciones en el que se decla- cias a ello reanuda su creación
ra al servicio de la Restaura- literaria, durante años dismi-
ción de Alfonso XIII. La rela- nuida, reuniendo su producción
ción que nace aquí con otros dispersa desde 1878 en un libro
escritores de la época, cola- prologado por Núñez de Arce,
boradores algunos de la revis- La vida inquieta (1894), donde
ta, como Clarín, Pérez Galdós, aparece por primera vez expues-
Juan Valera, Fernández Shaw, ta la poesía que más tarde se
Salvador Rueda, entre otros, va conocerá como Modernista.
introduciendo al poeta dentro La poesía de Reina era mar-
de los círculos sociales y políti- cadamente culterana ya que el
cos madrileños donde aparece autor poseía unos conocimien-
como fiel contertulio del Bilis tos de literatura europea bas-
Club, el Café Fornos, Apolo y tante adelantados a los de sus
el Ateneo de la calle Montera. compañeros de letras contem-
36 Gracias a la calidad estética poráneos. A él debemos, ni más
y la novedad de los artículos, ni menos, la introducción de
poco a poco La Diana comienza a perfilarse como una de Baudelaire en España. Podemos observar a lo largo de su
las más novedosas revistas de la época, declarada “la niña obra tributos a figuras que consideraba base fundamental
bonita de la prensa española” por Fenanflor. de la historia de la poesía, como Rollinat, Espronceda, Mil-
El Teatro Español de Madrid representa en 1883 el monólo- ton, Byron, Heine, Musset, Leopardi, Dante, Shakespeare,
go en verso El dedal de plata, única pieza dramática publicada Garcilaso y hasta Pushkin. Es toda esta asimilación lo que
del autor. A finales de enero de 1884, casi a dos años exactos dará como resultado la creación de los primeros versos del
de andadura, La Diana, cierra definitivamente coincidiendo, y Modernismo español, seguidos después por Ramón María
quizá debido a ello, con la muerte de la joven mujer de Reina, del Valle-Inclán, Manuel Machado y Francisco Villaespesa
que lo ha dejado a cargo de tres hijos pequeños. entre tantos más; tan sepultados los de Reina bajo las
En 1886 comienza una etapa en la que centrará sus figuras harto estudiadas y bien meritorias del Modernismo
esfuerzos en la vida política siendo elegido Diputado del Hispanoamericano como las del chileno Rubén Darío, el
Congreso por la Circunscripción de Montilla, desde donde mexicano Salvador Díaz Mirón, el argentino Leopoldo Lu-
abogará por la economía, la beneficencia, las bellas artes gones, el boliviano Ricardo Jaimes Freyre, etc.
POESÍA
Ángel Remis
Será 1895 un año marcado por el reconocimiento a la poesía de Reina, siendo nombrado por unanimidad Académico
de la Academia Sevillana de Buenas Letras y también de la Academia de Ciencias y Bellas Letras de la República del
Salvador. Gracias al gran éxito de la compilación de su obra, comienza una nueva etapa de ímpetu creador con La can-
ción de las estrellas (1895); Poemas paganos (1896); Rayo de Sol, poema y otras composiciones (1897) y El jardín de los
poetas (1899).
Hasta 1903 Reina no vuelve plenamente a la vida política, al menos a la primera fila, ya que desde 1898 es reque-
rido para su postulación al Congreso por Lucena, donde pierde las elecciones frente a Vega de Armijo, siendo después
nombrado Senador por Huelva.
Para entonces Reina está muy decaído, es diabético, ha perdido casi por completo la visión y
le acompaña una marcada cojera producida por un accidente de tranvía causado
por la casi ceguera que padece. Pese a los estigmas de su cuerpo,
Reina consigue uno de sus sueños: reunir una pinacoteca
de artistas contemporáneos en la que cuelgan obras
de Sorolla, Cecilio Plá, Jiménez Aranda, Nogales,
Simonet, Manuel Domínguez, Marcelino Unce-
ta, Álvarez de Sotomayor, Moreno Carbone-
ro, Romero Barros, entre otros.
Cuando la entrada en la Real Aca-
demia era un clamor entre los escri-
tores, apoyado por Pérez Galdós y
Maura entre otros, y se disponía
a emprender un viaje por His-
panoamérica donde sus letras
siempre fueron bien acogidas
y estudiadas, muere en su
pueblo natal el 11 de mayo
de 1905. Sus hijos, como ho-
menaje póstumo, reunieron
los manuscritos sin publicar y
editaron su último libro, Robles
de la selva sagrada.
Es encomiable la labor desarrollada en
el complejo estudio de la figura de Manuel Reina
por Santiago Reina López en su libro Manuel Reina:
Catalogación completa de su obra. Análisis de su poesía
en el tránsito al Modernismo, fuente primera que constituye
el esqueleto de este ensayo y sin la cual el conocimiento de
la obra del poeta sería aún más complicada a las generaciones
venideras ya que permanece aún hoy relegado y casi desco-
nocido. Es triste reconocer que uno de los abanderados del
Modernismo español sin el cual seguramente el curso de la 37
poesía del siglo XX habría tomado un camino distinto, no
haya sido elevado al puesto que se merece, en honor de
una ganada justicia, aunque sea tardía.
POESÍA VISUAL
LA COMPAÑIA
poesía
visual
JOAN BROSA
VERÓNICA MORENO
Invertida
poesía
visual
39
TEATRO
Ricardo de Luis García de la Rosa, Santiago Echeverría Berdayes
sentó en su ciudad natal, Puente Genil, con motivo del 150 aniversario
por parte del director, así como la seria interpretación de Carmen Rey,
de la acción.
ofrece estas páginas a las obras de los autores noveles que guardan sus escritos en las profundida-
des de los cajones por la desesperanza que imprime un medio tan competitivo y feroz. Queremos convertirnos en
puente entre el autor y el público, sin los condicionamientos propios de una determinada línea editorial; es por 43
ello que lanzamos la invitación a los lectores para que participen con nosotros enviándonos sus textos (cuento,
poesía y poesía visual).
Correo electrónico: edicioncafeconletras@gmail.com
Correo Postal: C/. Escritor Rafael Pavón, 3 - 14007 CóRDOBA - Andalucía - España
TEATRO
José Antonio Rojano Mora
Este pequeño espacio se abre libre en sí mismo para dar voz a los jóvenes autores teatrales españoles. A con-
tinuación reflejamos las consideraciones propias del dramaturgo Antonio Rojano Mora (Córdoba, 1982), Premio
Nacional de Teatro Calderón de la Barca 2005, Premio Marqués de Bradomín 2006 y Ganador del VIII Concurso
Bianual de Jóvenes Autores Miguel Romero Esteo para la joven dramaturgia andaluza (2006).
“A través del teatro no se expre- najes que se mueven por impulsos a veces ilógicos
san sólo los creadores sino la so- o antinaturales contra ellos mismos. Personajes que
ciedad contemporánea.” Así nos tradicionalmente no salen bien parados, aunque
recordaba el dramaturgo mexicano ellos siguen luchando, siguen intentándolo. Otros,
Víctor Hugo Rascón -en su mensa- a veces, no hacen nada por remediar su situación
je del Día Mundial del Teatro- uno de los pilares bá- y se dejan llevar como épicos luchadores estáticos.
sicos sobre los que el teatro actual debe sustentarse. Todos son hombres de un universo global al que per-
La escena no es sólo un coto privado para artistas, tenecemos. Son miembros de una sociedad por más
escritores o directores de escena; es un espacio, ante espacio vacío que exista entre ellos. Hombres que
todo, donde la sociedad debe mostrarse tal y como pertenecen a nuestro tiempo.
en realidad es, sin máscaras y en paños menores.
No hay que hacer un teatro diferente, hay que hacer
teatro.
Para comprender la importancia actual que debe
cobrar la temática social en el teatro moderno tan
sólo debemos recordar algunas ideas que diferencian
a la literatura dramática de los otros géneros (poesía,
narrativa, ensayo). El acto teatral se realiza ante una
audiencia. El público asiste a una reunión concerta-
da. El individuo se transforma en comunidad en el
patio de butacas. La sociedad asiste a la llamada. Por
ello el texto dramático tiene la prioridad de expresar
y contar aquello que ocurre en la sociedad, aquello
de lo que adolece, mostrar sus miserias, desnudarla.
Pero, ¿quiere el hombre del siglo XXI, el hombre del
progreso y de la tecnología, conocer de la boca de un
comediante qué es lo que hace mal? ¿Quiere el pú-
blico saber toda la verdad? Quizá sea esa la labor de
los hacedores de teatro: utilizar al hombre contem-
poráneo para enseñar al hombre contemporáneo.
Ésta siempre ha sido una de las normas obligadas
en mi teatro. Las dos últimas piezas dramáticas que
he escrito, Sueños de arena (Centro de Documenta-
ción Teatral, Ministerio de Cultura, Madrid, 2006.)
44 y La decadencia en Varsovia, tratan de individuos
que todos podemos reconocer, hombres con los que
nos hemos cruzado alguna vez en la calle, en un bar
o en la puerta de al lado de casa. Todos son persona-
jes sin rumbo, atrapados, al borde de estallar. Perso-
A TÍTULO PERSONAL
“Mi historia no es agradable, no es suave ni armo- El mundo puede resultar mágico, no para quien lo
niosa como las historias inventadas; sabe a insensa- vive como tal, sino para quien espera en él libertad,
tez y a confusión, a locura y a sueño, como la vida sueño incomprensible para los que creen tener lo
de todos los hombres que no quieren mentirse más más permisible de la vida: el amor. Así está el poeta,
a sí mismos... Hoy sé que ya muy bien que nada en marcado por lo más puro y sustancial de ese senti-
el Mundo repugna tanto al hombre como seguir el miento, enseñando la necesidad vital y existencial
camino que ha de conducirle a sí mismo”. En estas de cambiar lo que le encierra. Es libre, se siente libre,
breves líneas de la novela Demian o Historia de la más que ninguno, pero casi abatido por la intrínseca
juventud de Emil Sinclair del maestro Hermann He- descortesía del hombre, por la falta -e ignorante- sa-
sse (1877 – 1962) podría resumirse la obra. piencia de un sentir devastado por la empatía propia
Como reza el subtítulo, esta es la narración de de la época.
la juventud de Emil Sinclair, o más bien de su tran- En este libro, Miguel Hernández desvela la apatía
sición de la pubertad a la adultez. Un proceso de inmunda de los hombres de servirse a sí mismos
crecimiento y forja individual y consciente de la como fieras ante la pasividad descomunal de lo que
personalidad definitiva fuera de la monotonía gene- acontece: dolor, muerte… No sólo hay que ahondar
racional, donde los procesos sociales europeos que en la maestría de sus versos para comprobar la fra-
culminarán en la Gran Guerra (1914-1919) lleva- gancia sublime de lo que él respira en ese tiempo,
rán a nuestro protagonista a hacerse a sí mismo, no sino en la copiosa virtud de la celebérrima y perdida
siempre sin dolor, a base de renunciar a verdades sinceridad, olvidada por muchos en aquellos años
incuestionables de guerra. La desnudez del poeta se abre al lado más
En este proceso Emil Sinclair conocerá a Max De- humano y menos metafórico, pero porque enseña
mian, luz e ímpetu, verdad y conocimiento, quien le la endogamia perfecta de ese sentir que habita en
descubre su propia luz interior y le enseñará a enca- sus días. Poesía pura y sustancial, vital y existencial,
minar su fuerza personal para elevarse más allá de como el amor.
las incógnitas que alguna vez pudieron aterrarle de El hombre acecha es la crudeza latente de un sen-
tan solo pensarlas. timiento postergado a la desolación insana y mal-
En la novela se percibe la clara influencia de la obra trecha de la ruin soledad que sufre el mismo poeta,
del psiquiatra suizo Carl Jung, al que Hesse descu- pero con la esperanza de que los hombres algún día
brió en el curso de su propio, aunque breve, psicoa- sepan ver un mundo mágico, y no de fieras alocadas
nálisis. La lucha por la verdad tendrá que salvar los ansiosas de atrapar a la presa más débil, algo muy
aterradores pozos de las conformidades asentadas apropiado en nuestra era.
en el inconsciente colectivo para erigir los nuevos ci- El libro se compone de 19 poemas. El más corto
mientos del individuo y de la nueva sociedad que ya es de 14 versos, mientras que el más largo está com-
no cree en nada. “(La guerra) revelará la miseria de puesto de 144. En total, el poemario contiene 993
los ideales actuales y obligarán a derrocar toda una versos.
serie de dioses de la edad de Piedra. Este mundo, tal
y como es, quiere morirse y se hundirá”. M. Cuéllar
Definitivamente una obra excepcional donde sólo
algunos sabrán reconocer y reconocerse en el “estig-
ma de Caín”.
Es difícil intentar clarificar la personalidad de De la escritora Laura Gallego García, aquí tene-
Kawabata (1899-1972), de la cual se desprende el sen- mos el primero de los libros de una saga que te su-
tido de la pérdida y del pesar que funcionan en su escri- merge en un mundo de fantasía que se compagina
tura. Quizá el desconsuelo sea el nexo común entre su con la realidad. Fue escrito cuando todavía contaba
literatura y su vida, marcada por la orfandad temprana. con 15 años y poco a poco ha ido recreando un uni-
Él mismo definió su obra como un intento de hallar la verso lleno de detalles y color. El primer título rela-
armonía entre el hombre, la naturaleza y el vacío. ta cómo un grupo de jóvenes exiliados lucha, desde
Tras encabezar importantes movimientos culturales nuestro planeta, contra una fuerza enemiga que ha
del Japón, como el grupo de los neosensacionistas de tomado su mundo. Para ello contarán con la ayuda
su juventud universitaria, es condecorado por la aca- de la magia y la espada. Además de combatir contra
demia sueca con el Nobel de literatura en 1968. Bien el enemigo y defender a los exiliados, van a la bús-
es sabido que el consagrado premio no siempre ha sido queda de un dragón y un unicornio, que pueden ser
sincero baluarte cultural, si recordamos que Churchill la llave que les abra las puertas de su mundo y con-
lo recibió, por ejemplo. El mismo Kawabata en su dis- seguir así hacer realidad la profecía referida a ellos.
curso de agradecimiento titulado Del hermoso Japón, Desde el primer momento te embarcas en una
su yo, recuerda el suicidio de escritores anteriores a él aventura trepidante donde poco a poco ves evolu-
que consideraba de mayor importancia para la conce- cionar a los personajes y descubres la trama que los
sión de tal honor, pero que habían cumplido ya el noble envuelve.
ritual cuando en 1968 el mundo occidental pretendió Muy interesante y divertido, a mi parecer, para
agraciarse con el Japón renovado de la II Guerra. todo aquel que guste de la fantasía y tenga ganas de
La Casa de las Bellas Durmientes es el relato del vie- pasar un buen rato con un libro que te hipnotiza de
jo Eguchi que accede a un mundo oculto y vedado lleno principio a fin, haciendo que en cuanto lo acabas
de prohibiciones, pues en esta casa tan sólo es posi- quieras leer la siguiente parte.
ble dormir junto a hermosas adolescentes sedadas, sin Aquí os dejo la sinopsis:
oportunidad para intentar nada más como le advierte la El día en que se produjo en Idhún la conjunción
mujer de la posada: “No debía hacer nada de mal gus- astral de los tres soles y las tres lunas, Ashran el Ni-
to… no debía poner el dedo en la boca de la muchacha gromante se hizo con el poder en aquel planeta. En
dormida ni intentar nada parecido”. nuestro mundo, un guerrero y un mago exiliados de
A través de las progresivas visitas a esta casa, poco Idhún han formado la Resistencia, a la que pertene-
a poco el protagonista va recordando sus años de ju- cen también Jack y Victoria, dos adolescentes naci-
ventud gracias a los olores, al tacto, a las posturas de la dos en la Tierra. El objetivo del grupo es acabar con
jóvenes que duermen a su lado, y queda en el gusto del el reinado de las Serpientes Aladas, pero Kirtash, un
lector el sentimiento de añoranza de los años pasados, joven y despiadado asesino, enviado por Ashran a la
como tan bien trasmite Kawabata en las descripciones Tierra, no se lo va a permitir.
de los sentimientos y recuerdos de Eguchi al combinar
una refinada estética japonesa con narrativa y erotismo José Antonio Garriguet Carmona
psicológicos.
Bien se pregunta Vargas Llosa cuánto se habrá per-
Kawabata, al igual que Akutawa y Mishima, entre
dido en el trasiego de los signos originales a los recios
tantos más, como si se tratase de una tradición que no
vocablos españoles, cuántos matices, alusiones, perfu-
pudiese ignorar, terminó por suicidarse inhalando gas
mes, referencias o mensajes. Seguramente se nos esca-
en su residencia de Zushi el 16 de abril de 1972. Él no
46 parán muchos para poder comprender la totalidad de la
dejó ninguna nota.
obra desde una perspectiva occidental, pero quizá sea
eso lo que la lectura de esta obra magistral nos impulsa
Santiago Echeverría Berdayes
a imaginar.
BIOGRAFÍA
Ana Patricia Moya R.