EKAI CENTER
Los autores del análisis entran en pleno debate sobre la campaña destinada a la
dilución del capital social de Kutxabank por parte de su presidente y afirman que
«resulta evidente que nos encontramos ante una campaña obsesivamente dirigida a
hacer recaer sobre Europa el coste político»
EKAI GROUP
.. “El PNV se arma de “realismo” para asumir que Kutxabank seguirá EL DICTADO DE
DRAGHI” (Titular de EL CORREO)
.. “LA TROIKA HA IMPUESTO DURAS CONDICIONES, sin discriminar entre las bien y las
mal gestionadas” (EL CORREO)
Como vemos, resulta evidente que nos encontramos ante una estrategia obsesivamente
dirigida a hacer recaer sobre Europa el coste político de una decisión de la que sólo es
responsable un pequeño grupo de personas del entorno de la Presidencia de Kutxabank.
Por supuesto, se trata de la estrategia básica seguida por los impulsores de la bancarización
de las cajas de ahorros vascas desde 2011 y, por lo tanto, no es sorprendente. Desde el
principio, los mensajes sobre que “el Banco de España nos obliga”, “Europa nos obliga”, etc.
han sido permanentes.
Europa no nos obliga. Ni nos obliga ni puede obligarnos a diluir nuestro capital. ¿Cómo va a
hacer semejante cosa con una entidad financiera sana? ¿Por una extraña obsesión contra las
cajas de ahorros? Recordemos que ésta es una obsesión española y no una obsesión
europea.
Ni la Unión Europea ni el Eurogrupo han decidido nunca nada en contra de las cajas de
ahorros. Ni pueden hacerlo cuando, como decimos, estas entidades financieras están
perfectamente asentadas y legitimadas en los principales países europeos.
La responsabilidad de los obstáculos normativos actuales recae, de forma muy directa, sobre
la Presidencia de Kutxabank y también –lógicamente- sobre los que le han mantenido como
negociador en un proceso en el que era parte directamente interesada y con intereses
radicalmente contrarios a la defensa institucional de las cajas de ahorros.
Así y todo, el conjunto de esfuerzos desplegados para hacer recaer sobre Europa la
responsabilidad de que iniciemos un proceso de dilución de la titularidad de Kutxabank ha
resultado un fracaso. A pesar de dichos esfuerzos, sigue habiendo no uno sino varios
caminos abiertos para hacer innecesaria cualquier entrada de capital externo y asegurar así
el enraizamiento de Kutxabank y de nuestras cajas y su compromiso con nuestro tejido
productivo. Por supuesto, para desarrollarlos necesitamos personas que realmente apuesten
por ello y no ser representados por ejecutivos que dediquen su tiempo y esfuerzos a intentar
boicotear cualquier salida distinta de la dilución del capital y la entrada de nuevos inversores,
como ha venido sucediendo hasta ahora.