Autor: Ernesto Prez Vallejo

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Hola, Tienes fuego?
Fumo porque no tengo tu boca.

Lo de beber es una opcin alternativa.
O en serio alguien se cree
que por consumir este lquido color caramelo,
t vas a salir de mi cabeza?

Se puede perder el equilibrio
pero nunca la memoria.
La realidad es que querer olvidar,
es el modo ms estpido de recordar para siempre.

Y yo cada da estoy ms seguro de que la felicidad,
solo depende del paisaje
y que el paisaje que puede hacerme feliz,
solo depende de ti.

Y nunca vuelves.
Porque volver si ya te has ido es llevarse la contraria.

Lo malo del cario,
es que cuando te acostumbras a l,
el amor se parece demasiado a una madre.
No s si me lo dijiste o lo he soado.
Pero es cierto.

Como nos bamos a desear,
si ya no sabamos insultarnos?

E ignoramos a conciencia que el placer
comenzaba en las rodillas,
que lamer ms que un verbo era un idioma.
Y aprendimos a apagar las luces,
pues una vez se conoce el camino del orgasmo,
la rutina se hace cargo de recoger los gemidos.

Pero sin ti la rutina,
nunca es lo mismo que contigo.

Y creo que estoy viviendo demasiado rpido,
para morir tan viejo,
demasiado triste,
para soar contigo.
Y creo que me estoy queriendo demasiado poco
por quererte tanto.
y fumando demasiado a pecho
por no hallar tus labios.

Y nunca vuelves.

Y yo ya no s del todo,
si an tu risa es mi cancin preferida,
las veces que te pienso riendo con otros
firmo guerras nucleares en las aceras del barrio donde vives.

Porque yo nunca he sabido amar sin egosmo,
ni pude desear la felicidad en el amor si no era mutua.
Si la guerra era tu nombre cualquier paz,
era un campo de batallas.

As de triste.
Como cuando descubres que los amigos son los padres.
O recibes un correo sin posdata.
As me hallo.
Como cuando se difumina la cicatriz que te recuerda que fuiste nio.
Como observar que en el banco donde nos dimos el primer beso
han puesto una rotonda,
para que gires sin sentido buscando un amor
que se han llevado otros labios.

As de estpido.
Como decir te quiero a un nmero que ya no existe.
O hacer aviones de papel por si vinieras
no descubrieras que ahora tengo miedo a volar.

Pero nunca vuelves.

Y fumo.