Discover millions of ebooks, audiobooks, and so much more with a free trial

Only $11.99/month after trial. Cancel anytime.

Combates de este tiempo
Combates de este tiempo
Combates de este tiempo
Ebook307 pages4 hours

Combates de este tiempo

Rating: 0 out of 5 stars

()

Read preview

About this ebook

Julio Anguita ha sido un hombre político; un político reflexivo y un hombre analítico. Los escritos que forman Combates de este tiempo son el fiel reflejo de las ideas que habitan la mente y la palabra de Julio, claro referente de la izquierda en España. El lector se sorprenderá ante la vigencia de estos textos y discursos, parejos a su trayectoria vital en la política, desde finales de los setenta, y con los que Julio Anguita nos invita a pensar sobre el pasado y el presente de este país. El libro se abre con el discurso fúnebre ante el cadáver de Pasionaria y se cierra con la intervención de Anguita en un acto de la izquierda con Saramago, un texto con más de diez años que respira una pasmosa actualidad. Son éstos los combates de un hombre que ha cambiado de trinchera, pero no de guerra.
LanguageEspañol
Release dateJul 1, 2021
ISBN9788412336030
Combates de este tiempo
Author

Julio Anguita

De familia materna cordobesa, estuvo afincado en esta ciudad desde la infancia. Ejerció como Maestro Nacional en Montilla, Alicún de Ortega (Granada), Nueva Carteya y Córdoba capital. Licenciado en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Barcelona, ha sido profesor de secundaria en el IES Blas Infante. A lo largo de su amplia carrera publicó diversos libros: La desamortización de Mendizábal en la ciudad de Córdoba (1984), Otra Andalucía —con Rafael Alberti— (1986), Corazón Rojo (La Esfera de los Libros, 2005), El tiempo y la Memoria (La Esfera de los Libros, 2006), Combates de este tiempo (El Páramo, 2011), A la izquierda de lo posible: conversación entre Julio Anguita y Juan Carlos Monedero (Icaria, 2013), Contra la ceguera —junto a Julio Flor— (La Esfera de los Libros, 2013), Conversaciones sobre la III República (El Páramo, 2013), ¡Rebelión! (Alfaqueque, 2014), Atraco a la memoria: Un recorrido histórico por la vida política de Julio Anguita —con Juan Andrade Blanco— (Akal, 2015) y Vivo como hablo(2020), la que a la postre se convertiría en su obra póstuma. Su aportación a los medios fue igualmente prolífica, siendo durante cinco años colaborador de la desaparecida revista La Clave y, más recientemente, columnista habitual de los principales diarios digitales, como Mundo Obrero y El Economista, además de frecuentes apariciones en programas de análisis político como La sexta noche. Afiliado al PCE en 1972 ha sido, en nombre de este partido, Alcalde de Córdoba y diputado al parlamento andaluz en dos legislaturas; entre 1988 y 1998 además fue su Secretario General. En 1989 fue elegido Coordinador General de IU, responsabilidad que ejerció hasta finales del año 2000. En nombre de IU ha sido diputado en el Congreso y Presidente-Portavoz del grupo parlamentario durante tres legislaturas.

Read more from Julio Anguita

Related to Combates de este tiempo

Related ebooks

Political Ideologies For You

View More

Related articles

Reviews for Combates de este tiempo

Rating: 0 out of 5 stars
0 ratings

0 ratings0 reviews

What did you think?

Tap to rate

Review must be at least 10 words

    Book preview

    Combates de este tiempo - Julio Anguita

    PRÓLOGO

    Ante ti, lector, tienes una visión generalizada de esta España nuestra, en artículos, comentarios y posiciones que, desde la transición democrática hasta nuestros días, van dando las claves y tomando el pulso, político y social, de cada momento de nuestra reciente historia.

    Desde los inicios de su militancia política, el autor va desgranando todas y cada una de las vicisitudes, luchas y alternativas que desde la izquierda política se plantean.

    Sus análisis ante la militancia empiezan a plantear las contradicciones del régimen y son la clave de sus discursos posteriores, cuando el PCE lo elige como cabeza de la candidatura de Córdoba y va de barrio en barrio con un planteamiento innovador que levanta adhesiones y esperanzas en todas las personas que lo escuchan.

    Cuando habla de la explotación y del trabajo con jornadas de sol a sol y de luna a luna, conecta con el sentimiento de un pueblo que lo había sufrido y que ahora lo veía con total claridad por las evidencias de explicaciones tan claras y precisas.

    Más adelante, cuando el pueblo de Córdoba lo elige Alcalde, sus discursos y planteamientos van calando de tal manera que en las siguientes elecciones les da la mayoría absoluta.

    Sus posicionamientos, siempre concordando con las necesidades más demandadas, van descubriendo su talante, acorde con los más necesitados. Así, apuesta por las barriadas periféricas, que precisaban de todo, y poco poco va dando cumplimiento a un programa que desde mínimos avanza al cambio necesario.

    Sus salidas a la radio y a TVE, sus encuentros con Balbín y con el Loco de la Colina más tarde, van dejando un poso de sensatez política y sentimiento de la izquierda de siempre.

    Su paso al Parlamento de Andalucía y más tarde al Congreso de los Diputados, van dando la imagen de un gran dirigente, de un gran líder. Van poniendo al descubierto en sus artículos y discursos la capacidad que los cordobeses ya conocíamos. Esa capacidad que le llevó a que muchos de sus compañeros de Córdoba y Andalucía apostaran por su elección como Secretario General del PCE y coordinador de IU.

    Tuvo que llegar el maldito infarto para que empezase a soltar amarras y para que la izquierda empezase a bajar peldaños en su representación institucional. Seguro que hubo más cosas que contribuyeron a esa bajada, pero creo que muchas personas de la izquierda plural notaron una importante pérdida.

    Su restablecimiento y descanso del ajetreo político diario, dio como consecuencia la vuelta a organizar de nuevo la posible aportación a la vida política de IU y del PCE.

    Y es así como van surgiendo colaboraciones de charlas y artículos en prensa, radio y televisión que de alguna manera son alimento espiritual del que los escribe y de los que los escuchamos o leemos.

    Estoy seguro de que en este libro va a quedar patente un periodo importante de la vida de España en general y de Córdoba en particular y que incluso el lector se verá reflejado en sus artículos y comentarios.

    Rafael García Contreras

    DISCURSO FÚNEBRE

    ANTE EL CADÁVER DE PASIONARIA

    (Madrid, 16 de noviembre de 1989)

    La muerte de Pasionaria no por esperada fue menos impactante y dolorosa para el PCE, el mundo de la izquierda nacional e internacional y la opinión pública ligada a la lucha antifascista. La dirección del Partido depositó en el Secretario General la responsabilidad de redactar y pronunciar el discurso fúnebre en el multitudinario acto de despedida que se celebró en la Plaza de Colón de Madrid.

    El texto recoge el testimonio que el propio Julio pudo recoger en directo durante el desfile de millares de personas ante el cadáver de Dolores Ibárruri. Son unas palabras en las que la emoción, el dolor, el respeto y la admiración equilibran un texto político de compromiso militante con la causa que encarnó con su vida y obra Pasionaria.

    Pero el sentido del deber y la responsabilidad hacia una causa como la que Dolores sirvió de manera tan ejemplar, no se fundamentan sólo en los principios, los esquemas organizativos y los compromisos políticos con los trabajadores; necesitan de algo más que la Presidenta del PCE exhibió con derroche: humanidad y cercanía. Pasionaria trascendió los límites de su Partido y los de su apuesta política; fue un ejemplo para la mayoría.

    Y eso es precisamente en lo que el discurso pone más acento.

    Dolores: Mira a tu alrededor, ¿sientes este manto humano que te envuelve? Miles de hombres y mujeres te están meciendo con su amor. En silencio, trabajadoras, trabajadores, jóvenes de hoy, jóvenes de ayer: el pueblo.

    Desde muy joven luchaste como nadie y con tu pueblo. Un día triste tuviste que marcharte. Otro día, jubiloso de democracia conquistada, volviste y paseaste por Madrid.

    Hoy te hemos acompañado en el paseo. Nos hemos parado todos, en esta plaza de Colón, a descansar un ratito.

    Dicen, Dolores, que has muerto. Qué tontería. Pervives en cada uno de los que te quieren y... ¡son tantos! En cada imagen de humana nobleza, en cada gesto de llaneza austera, en cada palabra de afirmación en la justicia; en cada voz de rotundidad sonora. Tu imagen, tus gestos, tu palabra, tu voz... esa voz de árbol vasco fuerte y acariciante; suave para todo el pueblo trabajador de España y dura para sus enemigos.

    Este mar de vida que te mima arrobado, es tu propia vida. Es tu corazón que late multiplicado por miles y miles de latidos que se acompasan a los tuyos.

    ¿Qué le dirías ahora a Irene? ¿Cómo ves lo que ha pasado desde que te has dormido? ¿Cómo te explicas ese río inmenso de visitas que has recibido en tu casa, Presidenta? Te han colmado de flores a ti, flor del pueblo.

    Unos se han parado ante tu lecho y, solemnemente, han levantado el puño. Otros han cantado la Internacional. Hay quien se ha santiguado, de rodillas, y después, ha hecho el saludo comunista. Los más, simplemente han llorado; que no hay reglas de protocolo cuando el pueblo expresa su emoción.

    Dicen, compañera Ibárruri, que tú eres un mito; ya sabes... idealización de una persona con caracteres extraordinarios.

    Pasionaria, tú no has sido nunca una idea; tú has sido, y eres, un acopio de carne humana, entera, concreta, desbordante y generosa.

    Mujer, cuánto has hecho por tus compañeras. Mujer, qué ejemplo para mujeres y hombres. Mujer, que roca llena de ternura. Mujer qué fragancia de firmeza.

    Presidenta:

    En estos tres días, has recibido una votación multitudinaria, unánime. ¡Cuánto nos da que pensar! La gente, el pueblo, ante ti, ha votado coherencia, firmeza, solidez en los principios; pero no desde la prédica distancia sino desde el amor inmediato, cercano, caliente, humano. Dolores; ante ti hombres y mujeres de nuestro pueblo han votado, de manera aplastante, por el valor del ejemplo.

    Tú has hecho desde tu partido algo extraordinario: trascenderlo, superarlo. Tú, comunista ejemplar, eres de todos: de los que han levantado el puño y de los que se han santiguado.

    Acabas de explicarnos una lección política: se es más comunista en la medida en que se es más para el pueblo. El partido no se organiza para él sino para los demás. Y éste, tu partido, está sobrecogido y alborozado. Sobrecogido por la grandeza de tu lección que nos remueve hasta el fondo. Alborozado porque se siente confirmado en su apuesta.

    Ante ti, Presidenta, recogemos tu último discurso. Con la pasión de corazón que tú, Pasionaria, pusiste en la causa de la emancipación humana. Con la serenidad ordenada del pensamiento y la reflexión. El PCE, tu PCE se ratifica y apuesta por todo lo que ha dado sentido a tu vida de luchadora. Seremos la fuerza política comunista que estos momentos están demandando.

    Los tiempos cambian, antes y ahora. Tú, Dolores, supiste adecuar tu militancia comunista a los momentos y situaciones nuevas, pero no doblegaste tus principios; el PCE tampoco.

    Situamos, en esta época, nuestra búsqueda de una sociedad en la que se concreten, en su plenitud, todos los Derechos Humanos. Situamos nuestro trabajo en la respuesta a las necesidades y problemas de un siglo que tú ya no verás despierta.

    Ayer fue el Frente Popular. Después el Pacto por la Libertad. Hoy es IU: un proyecto que compartimos, en paridad, con otras fuerzas, con otros colectivos y con otras personas. Y esta política nueva la mantenemos, la sostenemos, con el mismo nervio y con la misma fibra con la que tú, Pasionaria, estás hecha. El socialismo, Dolores, por necesario, sigue siendo nuestro horizonte.

    Diputada Ibárruri. Tú has ennoblecido el ejercicio de la política institucional. Ejerciste en el Parlamento un magisterio que nos obliga. Llevaste allí el latido de la calle, y ese pulso, por la fuerza de tu fuerza y de tu ejemplo, lo hizo más cercano a la fuente de la que debe su legitimidad: el pueblo.

    Trabajadora y luchadora; en la mina, en la fábrica, en el Parlamento, en el frente de batalla. Ardor del combatiente por la causa de la libertad; bálsamo del herido en las noches tristes de la retaguardia.

    Pasionaria de perfil y acento seguros. Qué majestad la tuya, debatiendo y explicando el único camino para los tuyos. Qué sencillez en los grandes foros internacionales. Qué cercana y dura en el debate parlamentario. Qué dignidad la del delantal recogido al recibir una visita.

    Te confesamos, Presidenta, que hemos sentido celos del pueblo. Te queríamos sólo para nosotros. Pero hemos visto que no es así. Y hemos comprendido también que no debe ser así.

    Y ahora, vamos a seguir paseando. Sigue viendo Madrid y España con los ojos de los que aquí te acompañan. Después, Dolores, tendrás que descansar, ha sido muy largo y muy duro tu combate. Entorna los ojos y sueña en tu pueblo.

    Duerme, compañera Ibárruri.

    Reposa, camarada Pasionaria.

    Descansa, Presidenta.

    Sueña dulcemente. Madre Dolores.

    TEXTOS Y DISCURSOS

    EL ÚLTIMO DE UNA SERIE SIN FIN

    (Revista Nuevo L.P., septiembre de 1977)

    Este texto de Septiembre de 1977 nos muestra a un Anguita que recién salido de la clandestinidad, vuelca su pluma en desarrollar documentos de carácter doctrinal tendentes a llevar a la mente del lector las claves con las que se pueda profundizar en un mayor conocimiento de la realidad. Se escribió en la revista cordobesa LP.

    En el número 58 de esta revista iniciaba, hace ya 11 meses, una serie que titulé DESMONTAJE: la intención de la misma no era otra que la expuesta en el párrafo final del primer artículo: La sociedad española corre hoy a una cita con la Historia; tendrá que elegir, tendrá que optar, tendrá que poner en juego su atrofiada capacidad conceptual para decidir ante las múltiples incitaciones que surgen hoy con la terrible prisa de cobrar la factura del tiempo perdido... Pero antes hay que liberar la mente de prejuicios y conceptos aherrojantes. Se impone la dolorosa auto-cirugía del desmontaje. Desde diciembre de 1975 han circulado legalmente multitud de periódicos, revistas e incluso libros que se han dedicado a mostrar la cara oculta del régimen franquista y sobre todo el precio tan alto, en sangre, sufrimiento, corrupción, esterilidad intelectual y moral que ha debido pagar el pueblo español por el fracaso histórico del sistema político que dijo representarlo. Sin embargo, el gran desmontaje ha estado a cargo de quienes, en condiciones no democráticas, pero de forma inequívoca, apostaron por la Democracia del 15 de junio de 1977: los electores. Por esa razón pongo punto final a la serie; detrás de los articulistas vendrán los doctores de las ciencias sociales para –de forma rigurosa y sistemática– dejar acabado el estudio de estos 40 últimos años. Pero si aquí abandono el objeto de mi crítica, no dejo el ejercicio de la misma, ahora aplicada a esta nueva situación que amenaza con envolvernos en nuevos y graves confusionismos.

    Cuando escribo estas líneas la UCD se ha constituido en partido político, la huelga de transportes está sin terminar igual que la del sector hotelero, el vergonzoso asunto del pan está en su más álgido y confuso momento de desarrollo, el paro es dramático y el HAMBRE es desde hace tiempo, una realidad en la provincia de Córdoba. Ante este panorama gran parte de la población se pregunta: ¿y esto es la democracia?; la pregunta, por incorrecta que pueda parecer, es lógica y coherente desde los presupuestos en que se formula: los de votantes; es aquí donde se ve muy claramente el error en el que frecuentemente ha incurrido la izquierda: confundir militantes y electores, obviando el análisis de los grados de concienciación y de los intereses próximos o remotos de cada una de las fracciones y capas del Bloque Dominado. En lo que Suárez y la izquierda han coincidido básicamente ha sido en la necesidad de desmontar el aparato político de la dictadura y sustituirlo por un sistema parlamentario basado en las libertades políticas, que las intenciones que movían a unos y otros eran distintas se ha visto en el resultado final de la operación, claramente favorable a la derecha.

    Constituye ya un lugar común decir que el régimen franquista fue una forma de fascismo, pero ¿qué es el fascismo?, hago mía la concepción de Mendel (1) según la cual el fascismo es una forma de dominación del Gran Capital en la que el incremento de la autonomía del aparato del Estado tiene como fin transformar radicalmente las condiciones de la producción y extracción de la plusvalía en beneficio del Gran Capital, eliminando toda resistencia organizada de clases que la clase trabajadora pudiera ofrecer; se trata, pues, de un auténtico estado de excepción económico, social y político que junto a las elevadísimas tasas de explotación conlleva la supresión de las libertades y la dictadura del aparato estatal en los niveles de represión física e intelectual. Está claro que la desaparición del régimen político fascista no arrastra necesariamente la del Estado Burgués; ahora estamos asistiendo a la consolidación del Estado capitalista a base de liquidar (más en lo accesorio que en lo fundamental) el régimen del cual el capital monopolista se sirvió en un momento dado de su desarrollo. Ahí está la clave de las frustraciones actuales, para el elector medio votar democracia significó votar contra el paro, la carestía de la vida, el caos económico y la corrupción; cuando ha visto que los problemas a los que quiso conjurar con su voto, no solo no han desaparecido, sino que se han agudizado peligrosamente, comienza a sentirse estafado; empieza a desconfiar de la palabra Democracia y mira con ojo acusador a las fuerzas políticas que siguen usando y abusando de la palabra. Se puso demasiado entusiasmo en el poder taumatúrgico de un vocablo. También la izquierda tiene gran parte de responsabilidad en el malentendido; se prometió demasiado (la conquista del voto debe tener su ética); se dejó sin explicar, de manera clara, la diferencia entre un concepto y su falsificación.

    Cuando derecha e izquierda hablan de Democracia se refieren a un significante con dos significados distintos, según quien de ellas lo emplee. Para la izquierda la Democracia es un concepto que debe ser construido teóricamente y desarrollado prácticamente en un ilimitado proceso de extensión y profundización. La Democracia, pues, no tiene unos límites ni conceptuales ni prácticos, ni unas reglas permanentes ni tampoco unas formas acabadas y precisas. Su manifestación política es aquella en la que se cumple que el voto libre de la mayoría sea lo decisivo. Para que el voto sea plenamente libre son necesarias las libertades plenas y eficaces de expresión y reunión... Suponiendo que estas condiciones sean cumplidas queda por ver el ámbito de operatividad de la Democracia. Una de las condiciones de la Democracia es la igualdad, pero la igualdad auténtica trasciende de un reconocimiento –el ciudadano– jurídico y formalista y penetra en el campo de la estructura social; cuando el fascismo dice que no pueden ser iguales el voto de un gañán iletrado y el de un propietario culto, no niega la democracia sino la imposibilidad de su realización mientras la palabra gañán y propietario tengan los contenidos sociales y culturales que actualmente tienen.

    El estado liberal burgués pretende alzarse como árbitro entre grupos con ideologías distintas, no ve al individuo incardinado en una clase social sino que lo abstrae y lo eleva a la categoría neutra de ciudadano. En el campo económico y social su identidad viene dada por ser o no un propietario de medios de producción. De esta manera su personalidad es escindida en dos planos distintos: como hombre de la polis tiene una serie de derechos políticos garantizados por un texto constitucional, como individuo perteneciente a una clase social está sujeto en sus relaciones laborales a una ley no escrita: la del mercado, la de la oferta y la demanda. De esta manera lo político (la superestructura jurídico-política del Estado) queda fuera del alcance de los resultados de la política (lucha ideológica de clases); el ejemplo de las socialdemocracias que, desde el gobierno administrativo fielmente al Estado Capitalista, es elocuente al respecto. La Democracia burguesa presenta al Estado como algo neutro, de esta manera evita tener que someterlo a las leyes que ella misma ha puesto para el Parlamento, los Ayuntamientos, etc. La Democracia burguesa intenta racionalizar en un juego proporcional de representatividad las corrientes ideológicas de la sociedad, pero al no poder racionalizar la producción se ve obligada a ir adulterando los principios que la introdujeron en la Historia como clase revolucionaria. La libertad y la Democracia tienen en la sociedad capitalista como límite el punto en que sea cuestionado peligrosamente su fundamento: la propiedad privada de los medios de producción; la Historia está llena de ejemplos aleccionadores. El dilema entre uno u otro tipo de Democracia es falso; no hay Democracia burguesa ni Democracia socialista; Lenin afirmaba que la diferencia entre ambas no es de esencia sino de grado; se trata, como dije antes, de un concepto, y su falsificación.

    En España, entre el voto y su equivalente representación en las Cortes se ha interpuesto la llamada ley de D´Hont.

    He aquí los datos que arroja el escutrinio del 97,43% de los votos emitidos (2):

    Derecha… 44,14% de los votos

    Izquierda... 47,01% de los votos

    Centro... 7,42% de los votos

    Derecha... 189 escaños

    Izquierda... 144 escaños

    Centro... 15 escaños

    Esta desproporción se acrecienta en el Senado, donde además están sentados 41 senadores los cuales han obtenido su escaño por el procedimiento nada democrático –aunque real– de la designación. No me consta de ninguno de ellos su pertenencia a la izquierda.

    La omnipresencia de la UCD en la España oficial no hace sino mantener abierto el abismo que la separa de la España no oficial, de una España que ha conseguido mayor número de votos y, que, de haber votado emigrantes y jóvenes, hubiese visto ampliarse su diferencia. Aunque estos votos no hayan podido ser emitidos, la presencia real de esas personas en la vida española conviene que tanto la derecha como la izquierda no lo olviden.

    El conjunto de intereses y el aluvión de siglas capitaneadas por Adolfo Suárez tiene la misión de salir de la Dictadura sin traumas (para la derecha). La UCD cómodamente instalada y con el respaldo de Alianza Popular en cuestiones vitales puede preparar su instrumentum regni, puede promocionar una Constitución a su medida, francamente conservadora, realmente derechista. ¿Qué espera la derecha de su privilegiada situación en el Parlamento?, está claro: el Pacto Social y a través de él:

    - Salir de la gravísima situación económica.

    - Legitimar la nueva forma política de su hegemonía.

    Los objetivos que la izquierda dice perseguir son:

    - Conseguir y consolidar la Democracia.

    - Profundizar en la Democracia evitando que los trabajadores paguen las consecuencias de la crisis.

    - Llegar al Socialismo.

    ¿Cómo están actuando derechas e izquierdas en la consecución de sus respectivos objetivos? Antes de analizar las posturas de ambas formaciones creo que debo explicar lo que –a mi juicio– contienen los conceptos derecha e izquierda: La derecha es la manifestación inercial de la realidad histórica, la izquierda es el revisionismo permanente de esa realidad histórica; la derecha es la capitulación ante la situación del momento, la izquierda es portadora de un proyecto nuevo; la derecha concibe la revolución como un acontecimiento que perturba, rompe y destruye un orden natural que es natural porque está ahí (o es el suyo) y por tanto el mejor de los mundos posibles; para la izquierda revolución es: … acontecimiento nuevo, que aún no ha tenido lugar jamás y que sobreviene siguiendo caminos distintos de los caminos históricos conocidos. Quien dice revolución habla de lo que no se puede pensar ni siquiera ver sirviéndose de conceptos antiguos. La materia prima y el primer éxito de la revolución consiste en la capacidad de innovar, en la palabra cedida a la imaginación colectiva contra las sentencias autoritarias, en la movilidad respecto del pasado, y en la rapidez en la creación (3); la derecha solo dispone de una táctica, la izquierda de una táctica, una estrategia y una ideología política; la derecha se encierra en el estrecho círculo del hoy, la izquierda mira al amplio horizonte de Utopía. Conviene aclarar que Utopía, lejos de encerrar un sentido peyorativo, es, muy al contrario, un recurso para planificar la praxis social, su existencia es una condición indispensable para que alguna vez deje de serlo" (4); así lo ha entendido ese gran utópico realista que es Helbert Marcuse en El final de la Utopía; la utopía está presente (debe estar presente) en la praxis, porque lo real (unión de lo objetivo y lo subjetivo), lo dado, no es algo inerte, cerrado, en sí, sino un encuentro de contradicciones, un tirón hacia lo inerte y también un haz de posibilidades en

    Enjoying the preview?
    Page 1 of 1