XI

USO
Ahora bien, Yo intencionalmente no he expuesto el cmo y el porqu de estas cosas, porque Me he
reservado inspirrtelo de lo interno, cuando acudas a M en demanda de que as lo hagas y a la vez
seas capaz de recibirlo, pues slo de ese m o d o l o a c o ge r s c o n u n a vi s i n m u c h o m s
c o m p r e n s i v a q u e l a q u e p u d i e r a inspirarte lo aqu expuesto, en lo que al desenvolvimiento y
desarrollo de Mi Divina Idea se refiere, as como a Su expresin final ya perfecta.
Si Yo aqu te dijera la significacin real de Mis muchas manifestaciones, antes de que fueras capaz de
palpar conscientemente su Verdad, ni creeras en Mis palabras, ni podras comprender cul es su oculta
aplicacin y uso.
Por ello es que a medida que voy despertando en ti la comprensin de que YO SOY en tu interno el que
hago que tu conciencia humana se convierta cada vez
m s e n u n c o n d u c t o I m p e r s o n a l , p o r m e d i o d e l c u a l Yo p u e d a e x p r e s a r M e ,
gradualmente tambin ir revelndote la Realidad de Mi Idea, con lo cual, al mismo tiempo, ir disipando,
una por una, las ilusiones que a travs de las edades Me han ocultado de ti, y con eso se ir
haciendo ms factible el que Yo manifieste por t
conducto, en la Tierra, Mis Celestiales Atributos, en toda su perfeccin
humanamente Divina.
Bien es cierto que Yo aqu te he dado slo una vislumbre de Mi Realidad, pero sabe que precisamente
en el grado en que tal revelacin se te haga clara y comprensible, as tambin se te ir dando
ms de lo interno, y esto ser mucho ms maravilloso de lo que te parece lo ya revelado.
Porque cuando Mi Idea, que mora en lo interno, al fin resplandezca por completo a travs de su
manto de carne, te har reverenciarMe y glorificarMe, muchsimo ms de lo que hoy lo haces a ese
Dios que, por ahora, conciben tu mente e intelecto humanos.
P e r o s a b e q u e a n t e s d e q u e s e a s c o n s c i e n t e d e t o d o e s t o y p u e d a s verdaderamente
comprenderlo, t y tu personalidad humana deben facilitar que Yo lo revele, recurriendo a M en lo interno,
como la Una y nica. Fuente de inspiracin y gua; poniendo t a mi disposicin tu mente, como si fuera una
medida, enteramente vaca de todo concepto de ti, es decir, con tu mente y tu corazn tan
confiados y sencillos como los de un nio.
Entonces y slo entonces, cuando de los obstculos de la conciencia personal, ninguna quede
para impedir el que Yo te llene por completo hasta rebosar, con la conciencia de M, hasta entonces podr
mostrarte las glorias de Mi Verdadero Propsito, para lo cual todo este Mensaje no sirve sino como
una preparacin externa.

48