You are on page 1of 5

Una Política para Europa

EVITAR LA GUERRA

Working Paper 24 de agosto de 2015


Una Política para Europa
EVITAR LA GUERRA

1. Evitar la guerra es, sin duda, en este momento, el primer


objetivo estratégico de Europa. Y ello porque el riesgo de
un conflicto bélico internacional, incluso nuclear, es en
este momento más alto que nunca. Quizás más alto que
en las décadas de guerra fría entre Estados Unidos y la
Unión Soviética.

2. Como se ha repetido, durante la denominada "guerra


fría" se temía muy seriamente a algún incidente que,
involuntariamente, provocara una respuesta nuclear
imparable. Pero en ningún caso nos encontramos
entonces ante un contexto como el actual en el que un
importante sector de Wall Street está buscando la guerra
como una solución a la desesperada ante el riesgo de
perder su hegemonía mundial.

3. Estados Unidos, empujados por Wall Street, llevan 15


años inmersos en una estrategia bélica continuada
destinada a evitar la pérdida de su hegemonía mundial
frente a China, Rusia y Europa. Los sucesivos fracasos de
esta estrategia bélica en los países musulmanes,
añadidos a la desesperación ante la situación crítica de la
gran banca occidental, han llevado a un importante
sector de Wall Street a una creciente apuesta por el
enfrentamiento bélico directo con Rusia y China.

4. Tras la respuesta negativa de los gobiernos de Chirac y


Schröder a la invasión de Irak, Europa no ha hecho sino
dejarse arrastrar una y otra vez a los sucesivos avances
en la escalada bélica norteamericana. La abstención
alemana -junto a Rusia y China- en el Consejo de
Seguridad de la ONU en 2011 ante el ataque y posterior
destrucción de Libia fue un gesto significativo pero
insuficiente.

5. Lo cierto es que, salvo estas honrosas excepciones,


Europa se ha dejado arrastrar por Washington a un
2
Una Política para Europa
EVITAR LA GUERRA

conflicto tras otro, yendo de la mano de una estrategia


crecientemente enloquecida de Wall Street.

6. Tras el ataque y destrucción de Libia, Rusia y China -


conscientes de que, junto a los países musulmanes, ellos
mismos son el objetivo último de la estrategia belicista
de Washington- decidieron poner fin a su hasta
entonces tolerante actitud frente a dicha estrategia. Este
factor, añadido al creciente riesgo de estallido del
sistema financiero central, condujo a Washington a
plantearse cada vez más en serio la estrategia de
conflicto bélico internacional, e incluso nuclear.

7. En este contexto se inscribe, con claridad, el golpe de


estado en Ucrania en el que los gobiernos europeos
consintieron convertirse en cómplices de Estados Unidos
en el acoso y derribo de un régimen democrático en la
propia Europa. Como era previsible, las consecuencias
están siendo desastrosas para Ucrania y para Europa. La
guerra civil, la destrucción de la economía ucraniana y el
permanente riesgo de conflicto bélico internacional eran
una consecuencia en buena parte buscada de dicho
golpe de estado.

A la vez, Europa se está dejando arrastrar a una absurda


e improvisada campaña de rusofobia impulsada por los
grandes medios de comunicación controlados por el
sistema financiero, destinada a crear el caldo de cultivo
para el enfrentamiento bélico.

8. Determinados países europeos -Reino Unido, Francia-


han colaborado también activamente en la estrategia de
Washington de acoso y derribo del gobierno de Siria y en
la destrucción efectiva de este país, apoyando para ello
cuando ha sido necesario a grupos islamistas como Al
Nusra (Al Qaeda) o el Estado Islámico.

3
Una Política para Europa
EVITAR LA GUERRA

9. En el caso de Europa, esta estrategia enloquecida no es,


desde luego, una verdadera estrategia sino una mera
consecuencia de la incapacidad de los gobiernos
europeos de hacer frente a la huida hacia adelante de
Washington.

10. Poner fin a esta absurda dinámica requiere, en primer


lugar, desactivar el riesgo de conflicto en Ucrania. El
acuerdo Minsk II entre Rusia, Alemania, Francia y Ucrania
en febrero de 2015 fue un evidente intento en este
sentido, que está siendo burlado repetidamente desde
Washington y Kiev. Una posición más clara y exigente de
los países europeos para hacer efectivos estos acuerdos
es cada vez más urgente, a la vez que se aborda -desde
las propias instituciones europeas- una estrategia eficaz
destinada a contrarrestar la artificial e improvisada
campaña de rusofobia en los medios de comunicación.

11. A la vez, las instituciones europeas deben empezar a


hablar claro con respecto a lo que está sucediendo en los
países musulmanes y, en particular, con respecto al
origen y fuentes de reclutamiento y financiación de Al
Qaeda o el Estado Islámico. A falta de otros recursos
diplomáticos o bélicos, parece el instrumento necesario
para frenar el desastre que estos movimientos radicales
suponen para Oriente Medio y para la estabilidad
internacional en su conjunto.

12. La creciente firmeza demostrada por Rusia y China y el


fracaso de los intentos de desestabilizar estos países
están situando a Estados Unidos en un contexto en el
que debe optar entre reorientar sus políticas o un
conflicto bélico mundial, probablemente nuclear. A partir
de este contexto, algunos de los recientes movimientos
de sectores del establishment norteamericano (el
acuerdo con Irán fundamentalmente) son una

4
Una Política para Europa
EVITAR LA GUERRA

oportunidad que Europa no puede dejar escapar para


poner fin a esta alocada dinámica bélica.

13. Pero las medidas diplomáticas no son suficientes.


Mientras el riesgo de explosión del sistema financiero
occidental continúe, la apuesta a favor de un conflicto
bélico que pueda arrastrar a Europa se mantendrá. Las
políticas anti-crisis desarrolladas en Europa durante los
últimos cinco años no han estado realmente destinadas a
resolver los problemas de fondo, sino a ganar tiempo y
evitar la destrucción de la economía real y de la industria
avanzada europea. Ahora vemos con claridad que esto
no es suficiente y que debemos dar cuanto antes pasos
decisivos para la superación de la crisis y, en particular,
para la reestructuración del sistema financiero occidental
en su conjunto.

As a Working Paper, it does not reflect any institutional position or opinion neither of EKAI Center, nor of
its sponsors or supporting entities.
EKAI Center seeks to do business with companies or governments covered in its reports. Readers should be
aware that we may have a conflict of interest that could affect the objectivity of this report. Investors
should consider this report as only a single factor in making their investment decision.

GARAIA INNOVATION CENTER, GOIRU 1A MONDRAGON


TEL: 943250104 LEKEITIO 675701785 DURANGO 688819520
E-MAIL: info@ekaicenter.eu
www.ekaicenter.eu scribd.com/EKAICenter

You might also like