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Moshé Lewin

EL ULTIMO COMBATE
DELENIN

Editorial L:umen .
Título original: INDICE
Le dernier combat de Lénine
Prefacio. 11
Capítulo 1
Una dictadura en el vacío. 20
Capítulo II
Traducción:
La Nep, esta desconocida. 40
ESTEBAN BUSQUETS Capítulo In
El eclipse de Lenin 50

Capítulo IV
Stalin, Trotsky y los georgianos 64
Capítulo V
El enfermo y su guardián . 88
Capítulo VI
El "Testamento" de Lenin 100

Capítulo VII
"El asunto clandestino" . 115
Capítulo VIII
Rusia entre Occidente y Oriente 130
Capítulo IX
Para una reforma de las estructuras guber-
namentales 144
© de la edición original: Les Éditions de Minuit, 1967
© de la ed~ción en lengua española: EditOrial Lumen, Barcelona, 1970 Capítulo X
Impresión: GRAFOS, S. A. ARTE SOBRE PAPEL. Paseo Carlos r, 157 - Barcelona-13 Si Lenin hubiera vivido ,158
Dep6sito Legal: B. 4142 -1970 Printed in Spain
Anexos. 175
EDITORIAL LUMEN, AVENIDA DEL HOSPITAL MILITAR, 52 . BARCELúNA-6

7
Lo peor que le puede acontecer al jefe de un par-
tido extremista es verse obligado a ocupar el poder en
Un momento en que el movimiento todavía no está
maduro para establecer el dominio de la clase que re-
presenta y para la aplicación de las medidas que este
dominio requiere. [... ] Se encuentra entonces, inevi-
tablemente, ante un dilema insoluble: lo que puede
hacer contradice toda su acción anterior, sus princi-
pios y los intereses inmediatos de su partido; lo que
debe hacer es irrealizable. [ ...] Quienquiera que caiga
en esta equívoca situación, está irremediablemente
perdido.
F. Enge1s, La guerra de los campesinos en Alemania

Habría que considerar irremisiblemente perdidos a


aquellos comunistas que imaginaran que se puede
consumar una empresa de alcance histórico mundial,
como la de establecer las bases de una economía so-
cialista (sobre todo en un país de pequeños campesi-
nos), sin errores, sin retrocesos, sin recomenzar de
nuevo múltiples veces tareas inacabadas o mal ejecu-
tadas.
No están perdidos (y con mucha probabilidad no
sucumbirán) los comunistas que no se dejen arrastrar
por las ilusiones ni por el desánimo, y que conserven
la fuerza y la flexibilidad necesaria para recomenzar
desde cero y consagrarse a una tarea de las más difí-
ciles.
Lenin, Nota de un articulista, finales de febrero, 1922
9
PREFACIO

Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial,


han aparecido en la escena política internacional gran
número de regímenes progresistas dictatoriales, cuyo
único precedente lo constituye la Unión Soviética, que
celebra ahora el cincuentenario de su creación. Estos
cincuenta años de experiencias socialistas podrían ser,
sin duda, muy provechosos para los nuevos Estados,
si éstos se preocuparan de adquirir un conocimiento
profundo sobre los mismos y meditaran respecto a los
avatares de la primera dictadura proletaria: así, el
fracaso de los "combinados agro-industriales", crea-
dos en la u.R.S.S. en 1929-1930, ha prefigurado el de
las comunas populares chinas, y Nikita Kruschev fue
víctima de la misma megalomanía cuando en 1950
quiso implantar las "agrociudades". En cuanto a las
enseñanzas económicas y sociales, singularmente ricas,
del período de la Nep, con excepción de algunos so-
viéticos, han sido sobre todo los especialistas anglosa-
jones quienes las han tenido en cuenta, a pesar de que
apenas podían sacar provecho de las mismas. Muchos
otros períodos y otros elementos de la historia sovié-
tica permanecen sumergidos en una niebla más o me-
11
período de su vida, y en proponer en algunas ocasio-
nos densa, apenas disipada aquí y allá por los trabajos nes una interpretación nueva del mismo.
de algunos investigadores. Es poco probable que la Entre los documentos que constituyen nuestras
élite gobernante de la Unión Soviética conozca la ver- fuentes, es preciso citar dos en primer lugar. Por una
dadera historia de su país -descontando las experien- parte, la última edición hasta la fecha de las Obras de
cias vividas por cada personalidad individual- ya Lenin (5." edición), más completa que las precedentes
que, a causa de un fenómeno singular, los países mar- y dotada de un importante aparato explicativo, y, por
xistas tratan su historia como un secreto de Estado. otra, el "Diario de las secretarias de Lenin" , notas de
Los dirigentes parecen creer que el conocimiento de servicio tomadas entre el 21 de noviembre de 1922 y
un pasado con frecuencia trágico es descorazonador el 6 de marzo de 1923, publicadas por primera vez por
para la construcción del futuro a los ojos de aquellos una revista histórica soviética en 1963 y traducidas al
que deben construirlo; ahora bien, no cabe duda francés en los Cahiers du monde russe et soviétique. 1
de que la ignorancia de la historia hipoteca toda pros- Estas notas son tan importantes por su contenido como
pectiva mucho más gravemente que su divulgación y singulares por su forma. Están presentadas en forma
su análisis. Mientras la historia sólo pueda alcanzar la de un cuaderno con cuatro columnas: fecha, nom-
divulgación a través de una sanción oficial, seguirá en bre de la secretaria de servicio, encargos recibidos,
la oscuridad, ya que es la disciplina científica que co- notas sobre su ejecución; en esta última columna tam-
rre mayor riesgo de ser viciada por la estatización. bién figuran observaciones relativas a los aconteci-
El estudio que aquí presentamos de Lenin y de su mientos acaecidos en el transcurso de la jornada de
pensamiento al final de su vida no es, por descontado, trabajo en la oficina del presidente del Sovnarkom, del
totalmente nuevo: se han podido conocer ya muchas Consejo de Comisarios del Pueblo. Sus hechos y ges-
cosas al respecto gracias a las revelaciones de Trotsky tos, sus entrevistas, su correspondencia y sus palabras,
en los años veinte y a través de las consecuencias del son descritos a veces día a día, lo que nos ilustra sobre
asunto del "testamento" de Lenin, provocadas por los métodos de trabajo de Lenin, pero no aporta al
el XX congreso del P.C.U.S. Sin embargo, recientes principio ninguna revelación notable. Sin embargo,
publicaciones soviéticas nos han permitido reanudar no tardamos en advertir que Lenin trabaja con lenti-
este tema e intentar una reconstrucción a la vez más tud, que no acude con regularidad a su despacho, sino
fiel y más detallada de las relaciones que se estable-
1 Voprosy Istorii, 1963, núm. 2. El "Diario" también se repro-
cieron en las esferas supremas del poder en el momen- duce en Sotchinenija (Obras) de Lenin, tomo 45, págs. 455486; la tra-
to de la enfermedad de Lenin. Confiamos también en ducción francesa en Cahiers du monde russe el soviétíque, núm. V1I~2,
abril-junio de 1967. Nuestras referencias (Sotch.) corresponden siempre
llevar algo más lejos el análisis del "testamento" de a la s.a edición.
Lenin, es decir de su pensamiento político en el último
13
12
que a menudo prefiere llamar a una secretaria y dictar Político y del Comité Central. Este programa, que los
sin salir de sus aposentos privados. Lenin está ya mi- miembros del Buró no le han pedido, comprende cam-
nado por la enfermedad, sus médicos le obligan a cui- bios importantes que alteran los métodos de gobierno,
darse, a tomarse con frecuencia unos días de reposo las personas y, en parte, los objetivos. La mayoría del
en el campo, a faltar a algunas reuniones de trabajo, al Buró se muestra reticente.
Consejo de Comisarios o al Buró Político. El 13 de Con la sola ayuda de algunas mujeres -Krupska-
diciembre de 1922, el día siguiente a una importante ya, su esposa, Marija Ilinitchna, su hermana, y tres o
entrevista con Dzerjinsky, Lenin sufre dos serios ata- cuatro secretarias, en especial Fotieva y Voloditche-
ques y al fin debe someterse a las prescripciones impe- va-, Lenin combatirá obstinadamente para obtener
rativas de los médicos, aplazar sus tareas y guardar los dossiers que necesita. Interroga a los responsables,
cama. A partir de este momento, el "Diario" se vuel- les propone líneas de acción; busca aliados, si es pre-
ve apasionante. Cuando Lenin llama a sus secretarias ciso se informa por medios indirectos de las ideas de
para hacerles un encargo o dictarles algo, éstas le ob- talo cual dirigente; prepara un enorme informe para
servan con una sostenida atención, al acecho de sus el próximo congreso del Partido y publica artículos, ya
palabras y de sus menores movimientos, que transcri- que ha logrado obtener las autorizaciones necesarias, a
ben en el "Diario" en forma de breves anotaciones. veces de los médicos y a veces del propio Buró Políti-
Lenin está en cama, se encuentra en una pequeña ha- co, para proseguir en parte sus actividades. Pero exis-
bitación de su apartamento del Kremlin, la mano y la ten razones para que desarrolle clandestinamente otra
pierna derechas paralizadas, aislado casi por completo parte de su actuación. En efecto, con la ayuda de sus
del mundo exterior y, en apariencia, alejado de toda íntimos, este gran enfermo, inquieto por la suerte de
actividad gubernamental. Las prescripciones de los su obra, trama un verdadero complot. El corazón de
médicos en este sentido son severas y están reforzadas la "conspiración" -la expresión es del propio Le-
por las prohibiciones formales del Buró Político. nin- está formado por una comisión privada que él
Pero las notas del "Diario", por lacónicas que ha constituido secretamente para investigar los acon-
sean, bastan para mostrarnos el combate intenso y tecimientos sobrevenidos en Georgia, en los que han
apasionado que Lenin, paralizado y sin duda cons- sido implicados altos dignatarios del Partido. Las cir-
ciente de su cercano fin, libra, no sólo contra la deca- cunstancias de este asunto, que el "Diario" permite
dencia física, sino también contra el aparato rector de reconstruir con detalle, revelan o confirman cuáles
su partido. Penosamente, traza un cuadro de conjunto eran las relaciones personales y políticas de los tres di-
de la situación del país, elabora un programa de ac- rigentes: Lenin, Trotsky y Stalin. Las mismas notas
ción y se esfuerza en imponerlo a sus colegas del Buró nos permiten medir la amplitud del esfuerzo físico e
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intelectual de un hombre gravemente enfermo, nos ha- un nuevo vigor y una nueva eficacia. Su comporta-
cen sentir su presencia y la intensidad de sus emocio- miento plantea el problema de los ?~beres y las resp~n­
nes, la influencia de su personalidad, nos hacen ver el sabilidades que incumben a los dmgentes de un~ dic-
encanto de sus risas estrepitosas. tadura que se quiere socialista. Estas tres cuestlOnes
Pero el estrecho marco de la pequeña historia que- clave se encuentran siempre en los primeros pasos de
da ampliamente rebasado. Los historiadores hablan un régimen afín al arquetipó soviético, y cada vez que
fácilmente de una "crisis intelectual" que Lenin habría una dictadura se asigna la misión de desarrollar un
vivido en el curso de estos días, de un "golpe de Es- país atrasado. .
tado" que habría preparado, de una rebeldía contra La primera cuestión, tal como se plantea a Lerun,
los resultados a que debía llevar su propia obra, de la es la del equilibrio difícil de estab1e~er entre las ~uer­
tragedia, en fin, de un gran revolucionario que cree zas económicas espontáneas, necesanas para el pnmer
ver desvanecerse ante sus ojos su ideal de liberación impulso, a saber el campesinado de las gra.njas priva-
y de emancipación de las masas, que tiene la impresión das, los artesanos, los hombres d~ neg9clOs; y, por
de perder toda influencia sobre los acontecimientos a otra parte, el sector estatal centralIzado y.mas o me-
causa de la desgraciada coincidencia de un accidente nos planificado, que debe asegurar al ~onJunto de ~a
en su vida física y de implacables realidades políticas. economía una dirección general deternunada. Ya baJO
Al proseguir el estudio de los acontecimientos, tendre- la Nep existe el dilema del "mercado" .Y del "I:lan".
mos que examinar estas afirmaciones. A pesar de la desaparició~ del c~m~eslllado p:Ivado
Por otra parte, la situación en que se encuentra el y de las cIases medias de tipo capItalIsta, .todaVIa hoy
régimen soviético en el momento de la enfermedad de ocupa un primer plano en las preocupaclOnes de ~os
Lenin, los problemas a que éste debe enfrentarse en el dirigentes soviéticos, que descubren que ambas noclO-
transcurso de los últimos meses de su vida, siguen sien- nes no son en absoluto excluyentes una respecto a la
do de gran actualidad. Al abordarlos, descubriremos otra, sino que se completan si se sabe? poner en mar-
que nuestro estudio tiene un alcance muy distinto cha simultáneamente de forma armOillosa.
al de una contribución biográfica. Lenin quiere dar al La segunda cuestión, la del,fur:cionamiento. d~l
régimen, a cuyo advenimiento ha contribuido, un mar- Estado dictatorial, nos llevará mas tiempo. Al pnnc~­
co socioeconómico adecuade e inventar unos métodos pio, la dictadura se organiza para nev~r ~ cabo su mI-
de gestión adecuados a la vez a este marco y a los ob- sión de desarrollo del país y estableCImIento de una
jetivos finales de la revolución: el resultado será la mayor justicia social, principios en nombre de los c~a­
Nep, la Nueva Política Económica. Intenta imprimir les se ha realizado la revolución. Pero el Estado dIC-
a la máquina dictatorial un estilo determinado, darle tatorial muestra tendencia a cristalizar en un organis-
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mo que tiene sus leyes e intereses propios, corre el rantias institucionales, constituyen factores decisi,:os.
riesgo de sufrir sorprendentes distorsiones en relación En estas condiciones, es tanto más fructuoso medItar
a los objetivos iniciales, escapar de las manos de sus sobre la advertencia de Lenin aconsejando a los co-
fundadores y contrariar, al menos durante largo tiem- munistas conservar "fuerza y flexibilidad", estar pre-
po, las esperanzas de las masas. El instrumento se con- parados para "recomenzar desde cero";. se trata de no
vierte entonces en un fin en sí. Un sistema coercitivo perder el espíritu crítico y de saber batlrSe para reha-
instituido para promover la libertad, puede, en lugar cer, llegado el caso, todo o mucho de 10 que ha sido
de asegurar a las fuerzas sociales exteriores al aparato intentado.
estatal una creciente participación en el poder, con- No nos extenderemos de nuevo sobre estas impli-
vertirse en una máquina de opresión. Todo Estado que caciones actuales a 10 largo de la obra. Después de
intenta ejecutar eficazmente tareas difíciles y a menu- apuntarlas aquí, nos proponemos sólo proporcionar.10
do penosas para la masa, pasa a constituir inevitable- más objetivamente posible todas las pIezas necesarIas
mente un estrato privilegiado de cuadros que gozan de para emprender una reflexión sobre el tema.
un cierto prestigio y de ventajas materiales y políticas.
Estos privilegios, si no se controlan y se mantienen
dentro de límites estrictos, función de las realidades
sociales y económicas, se hacen rápidamente peligro-
sos y frenan el desarrollo.
Ahora bien, se corre el peligro de que los privile-
gios y los poderes corrompan a los hombres. Los diri-
gentes y los administradores del Estado surgido de una
revolución, aun si pertenecen a la élite a menudo va-
lerosa, idealista y austera que ha hecho esta revolu-
ción, se sienten tentados a anteponer los privilegios a
la función que los justifica, especialmente si se encuen-
tran perdidos en el seno de una masa de funcionarios
nuevos que no poseen el nivel ni el valor de los funda-
dores. ¿ Cuáles son los medios para preservar la inte-
gridad y evitar esta decadencia? La respuesta no es fá-
cil. Todo lo que puede decirse es que el temple moral
y la conciencia política de la élite, así como ciertas ga-
18 19
Rusia, que había iniciado sola el camino revolu-
cionario, se encontraba desde el comienzo bastante
aislada, pero dos factores impedían concienciar esta
situación: por una parte, las concepciones internacio-
nalistas de los dirigentes, y, por la otra, la persistencia
CAPÍTuLO I durante cierto tiempo de la agitación social en Europa.
Incluso durante la guerra civil, cuando Rusia, para
UNA DICTADURA EN EL VACIO sobrevivir, tuvo que hacer frente a una especie de in-
ternacional capitalista, los jefes soviéticos no se habían
percatado de la soledad del país. Sólo hacia el final de
La Revolución de Octubre no tenía, a los ojos de la guerra, las ilusiones de los menos teóricos y de los
sus promotores, sentido ni porvenir si se desligaba menos internacionalistas empezaron a esfumarse. Al
de su función internacional como catalizador y deto- fin, todos tuvieron que rendirse a la evidencia. Lenin,
nador: esta primera chispa debía permitir el estable- en el último discurso público de su carrera, declara:
cimiento de regímenes socialistas en países que, con-
trariamente a Rusia, dispusieran de una infraestructu- "Estamos solos: esto es lo que nos hemos dicho a
ra económica y una base cultural adecuadas. Sin el nosotros mismos.
cumplimiento de esta función, el régimen soviético no Estáis solos: casi todos los Estados capitalistas nos
hubiera debido siquiera sobrevivir. Lenin 10 había afir- lo han repetido a cuenta de no importa qué asunto tra-
mado con frecuencia y persistió en esta idea incluso tado con ellos.
después de transcurrir varios años sin que aportaran Es ahí donde reside la dificultad esencial, es pre-
una confirmación a su esperanza. En junio de 1921, ciso darse cuenta de ello." 2
declara: "La República Socialista puede subsistir den- Pero el hecho de esta soledad de consecuencias in-
tro de un cerco capitalista, pero, con seguridad, no por calculables para un largo período de tiempo, debía lle-
largo tiempo". En febrero de 1922, es igualmente ca- var también a registrar algunas consecuencias impre-
tegórico: "Siempre hemos proclamado y repetido esta vistas, derivadas de ella, y a revisar determinados
verdad elemental del marxismo, que la victoria del so- principios. La dictadura del proletariado, sistema de
cialismo exige el conjunto de esfuerzos de algunos paí- gobierno de la primera revolución victoriosa, debía,
ses avanzados". 1 según la interpretación más usual de la teoría marxis-
1 So/ch., 1. 44. págs. 9 y 418. 2 Discurso del 20 de noviembre de 1922, So/ch., t. 45, pág. 304.

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ta, establecerse en un país de población en su mayoría por los servicios gubernamentales, locales y centrales.
obrera, y en este caso la dictadura del proletariado se Las funciones gubernamentales merman las filas de la
ejercía sólo sobre una minoría negligib1e. Nada de esto clase obrera, especialmente en los sectores donde se
era realizable en Rusia, pero en realidad los bolchevi- había reclutado su vanguardia: metalúrgicos, ferrovia·
ques se sentían menos incómodos al constatado que rios o mineros. La utilización de los obreros en el apa-
los mencheviques; los primeros aceptaban una inter- rato administrativo fue quizá la carga más pesada para
pretación de Marx según la cual se admitía la posible el proletariado ruso, cuyo número no abarcaba más
consecución de un triunfo socialista en la Alemania de tres millones de obreros industriales. El propio Le-
atrasada de los años de 1850, gracias a "una revolu- nin lo constata: "Las fuerzas del proletariado han sido
ción proletaria apoyada por una guerra campesina". sobre todo agotadas por la creación del aparato ad-
Había tanto menos motivo de inquietarse por la infra- ministrativo" ,3 y añade que el proletariado ha perdido
estructura rusa, dado que la revolución, más facil de conciencia de clase, es decir se ha desviado del camino
desencadenar en tales condiciones, se extendería de in- de la clase que constituye. Ya fueran los obreros muer·
mediato a otros países y cedería la dirección del mo- tos en combate, integrados en el aparato administrati-
vimiento a otros partidos hermanos más dignos de asu- vo o desmoralizados por la penuria y el tráfico de mer-
mirla. cado negro emprendido para no perecer" el resultado
Pero si la segunda proposición resultó ser falsa, la fue en cualquier caso trágico. La revolución, presen·
primera se reveló asimismo en consecuencia bajo una tada como la conquista del poder por la clase obrera, y
nueva luz. Es incontestable que los obreros jugaron un que en efecto lo había sido en gran medida, encontró
papel de primer orden en la conquista del poder por un resultado diferente al término de la guerra civil,
parte de los bolcheviques. En el transcurso de la gue- porque la misma revolución había matado a sus pio-
rra civil, siguieron proporcionando los cuadros más neros en la tarea. Dos años después de Octubre, los
abnegados y adictos, tanto al ejército como a la admi- soviets habían perdido el ejercicio directo del poder.
nistración soviéticos. Pero esta guerra, mortífera y de- En marzo de 1919, Lenin constatará con profundo
vastadora, ocasionó un paro en la producción de nu- enojo, pero con la mayor franqueza, que debido al ni·
merosas fábricas, o incluso su destrucción; cobró un vel deplorable de la instrucción y de la educación de
pesado tributo de hombres entre los obreros, comba- las masas "los soviets, que eran por naturaleza unos
tientes de vanguardia en todos los frentes, y provocó órganos de gobierno por los trabajadores, no son en
asimismo su dispersión por los campos en busca de realidad más que órganos de gobierno para los traba·
medios de subsistencia. Al mismo tiempo, los elemen- 3 lbíd., pág. 106.
tos más entregados y mejor dotados son movilizados 4 lbíd.• págs. 103 y 106.

22 23
jadores, gobierno ejercido por el estrato más avanzado ponía todavía a través de todo el país de una masa de
del proletariado, pero no por las masas obreras".5 hombres adiestrados y disciplinados". 7 ¿No constituye
Desde el momento en que se admitió el hecho de esto un homenaje al poderoso instrumento forjado por
la debilitación del proletariado, la dictadura perdió fa- Lenin y que quizás ahora tomaba un sesgo que él no
talmente uno tras otro los caracteres que se le habían había previsto? El Partido detentaba el poder real y
atribuido. Deja de considerarse que el poder revolu- soportaba su carga. En efecto, se había hecho evidente
cionario se apoya sobre toda la clase obrera, ni siquie- desde los primeros meses de la revolución, e incluso
ra sobre una gran mayoría de ella. Pero, en realidad, la antes de las destrucciones causadas por la guerra civil,
dictadura no debe contar sólo con una delgada capa de que la sola clase obrera no era capaz de gobernar ni
obreros avanzados, o no se sostendría mucho tiempo; siquiera de dirigir las fábricas donde trabajaba. Los
el Partido, en el que los obreros sólo constituyen una comités de empresa, los consejos obreros, el control
importante minoría, sustituye al proletariado, es a la obrero, creaciones espontáneas y auténticas realizadas
vez el brazo y la espada del poder revolucionario. "La con el ímpetu revolucionario que siguió a la toma del
burguesía -dirá Lenin- comprende bien que en rea- poder y debidas a un impulso libertario de inspiración
lidad <das fuerzas de la clase obrera» están formadas anarco-sindicalista, se encontraban plenamente legiti-
en la actualidad por la potente vanguardia de esta cla- madas por El Estado y la Revolución de Lenin, pero
se: el partido comunista ruso." 6 Por otra parte, escri- sólo condujeron a desórdenes y a una ineficacia sus-
birá también que el Partido es la más sólida raíz de la ceptibles de paralizar el aparato de producción del
dictadura, 10 que constituye un fenómeno aberrante país. Hubo que cerrar el camino a esta orientación y
con respecto a la teoría marxista. Bien organizados, emprender uno nuevo; muchos han visto en ello una
guiados y encuadrados, las células y los grupos locales traición a los ideales socialistas, pero Lenin mantuvo
proporcionaban a la vez jefes y ejecutores para la lu- sus exigencias con la mayor energía: exigencias de
cha que se libraba en todos los frentes, para todas las disciplina garantizadas por el reinado de los directo-
tareas administrativas y económicas. Un historiador res (edinonatchalia) y la preponderancia de las admi-
norteamericano, que difícilmente puede suponerse nistraciones. Antes de la hecatombe de obreros cau-
simpatizante con el comunismo, dice: "Los Blancos sada por la guerra civil, existe ya una ancha brecha
tenían que enfrentarse a un enemigo que, ciertamente, abierta entre la teoría y la práctica de la dictadura del
tenía que afrontar deserciones, casos de corrupción y proletariado. Brecha a la que seguirían otras.
desobediencia, pero que en el partido comunista dis- Hemos visto en una de las citas que Lenin escribía
5 So/ch., t. 38, pág. 170. 7 DONALD TREAT90LD, Twentieth Cen/ur)' Russia, Chicago, Rand
B So/ch., t. 39, pág. 412 Y t. 44, pág. 106. McNally & Ca.• 1959, pago 181.

24 25
entre comillas las palabras: "las fuerzas de la clase la base de la jerarquía, centenares de miles de antiguos
obrera". La vanguardia partisana ya no tenía tras ella funcionarios que hemos heredado del zar y de la so-
el grueso de sus tropas; su base social estuvo en lo su- ciedad burguesa, trabajan, en parte a sabiendas, en
cesivo entre comillas. Los cerebros más lúcidos del parte inconscientemente, contra nosotros". 9 Ante esta
Partido se daban cuenta de que él mismo estaba en red apenas marcada por la influencia soviética, Lenin
cierto modo suspendido en el vacío, pero creer que queda perplejo y desarmado. Por otra parte, su análi.
esta situación pudiera prolongarse por mucho tiempo sis no es totalmente exacto, ya que esta máquina se ha
era otra quimera de teóricos. El vacío social en cues- convertido, contra la voluntad de los funcionarios en
tión iba a rellenarse muy pronto con fuerzas distintas cuestión, en un auténtico sostén social del poder; eje-
de las que inicialmente se habían previsto. cuta mal que bien las tareas que le son asignadas por
Las administraciones industriales empiezan a afir- éste y a pesar de todo está ligada a él por el hecho de
marse -aunque la industria sea todavía débil-, pero que, aunque parcialmente, está constituida por ele-
alIado de ellas se encuentra en los servicios locales y mentos adictos al nuevo régimen en una proporción
centrales una enorme masa de funcionarios que son, más importante que la que dice Lenin. Escuchemos a
según Lenin, antiguos burócratas zaristas y que ocu- este respecto otro valioso testimonio, el de Trotsky:
pan un lugar cada vez más importante en la vida po- "La desmovilización de un Ejército Rojo de cinco mi-
lítica. El régimen no podía prescindir de una máquina llones de hombres iba a jugar un papel considerable
gubernamental de este tipo, pero, y siempre según la en la formación de la burocracia soviética. Los grao
opinión de Lenin, esta maquinaria no es soviética, duados victoriosos ocuparon los puestos importantes
constituye una vergonzosa anomalía. Estos funciona- en los soviets locales, en la producción, en las escue.
rios zaristas -el término ruso tchinovniki indica muy l~s, para llevar a todas partes, obstinadamente, el ré-
bien su carácter- habían boicoteado el nuevo régi- gImen que les había hecho ganar la guerra civil. Las
men al principio, y después se habían dejado conven- masas fueron eliminadas paulatinamente por todas
cer. "Regresaron y ésta fue nuestra desgracia",8 dijo partes de la participación efectiva en el poder" ."0 El
Lenin. No sabemos qué hubiera sucedido si no hubie- lugar ocupado por estos combatientes responsables ha
ran vuelto, pero he ahí lo que pasó: "Tenemos en la sido mucho más considerable de lo que haría creer la
cúspide del poder, no sabemos exactamente cuántos, cifra propuesta por Lenin de algunas decenas de mi-
pero como mínimo unos miles, y como máximo unas llares de comunistas en la cumbre de la jerarquía ad-
decenas de millares de los nuestros. Sin embargo, en
9 Ibíd.
8 So/ch., t. 45, pág. 290. 10 TROTSKY. La Révolution trahie, en De la Révolution París
Ed. de Minuit, 1963, pág. 501. ' .
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27
ministrativa, puesto que éstos se mezclaron en todos lita, el Partido acrecienta su poder. Figuran obreros
los niveles a la masa de los tchinovniki. entre sus nuevos miembros, por descontado pero tam-
En realidad, Lenin se siente profundamente in- bién un número considerable de campesin~s, y sobre
quieto y descontento ante la forma en que ejerce el po- todo de intelectuales y de funcionarios procedentes a
der y cumple las tareas cotidianas el conjunto de las veces de otros horizontes políticos. Se aflojan los lazos
administraciones, sea cual fuere su composición. No con la ideología de los fundadores; incluso pueden falo
cesa de criticar a los héroes de la guerra civil que se tar totalmente cuando son vulgares arribistas atraídos
muestran incapaces de cumplir las tareas del tiempo por lo.s priv~legios de un partido en el poder los que
de paz; es el único que puede hacerlo impunement~. se afilian a el. En el transcurso de unos años el nivel
En el propio Moscú, donde se han reunido algunos llli- político y cultural del Partido en su conjun'to debió
llares de los mejores cuadros comunistas, Lenin des- b~jar considerablemente: "La inmensa mayoría de los
cubre y fustiga la rutina y la incuria. 11 Los comunistas llliembros del Partido no están 10 bastante educados
se dejan asfixiar por una masa extraña y no son ellos políticamente para que se tenga una dirección efecti-
quienes deciden efectivamente la marcha de los asun- vamente proletaria en un momento tan difícil, sobre
tos: todo si se tiene en cuenta el enorme predominio nu-
mérico del campesinado en el país, que despierta con
"¿Qué es lo que falta entonces? Está muy cIara, lo rapidez a una política de clase independiente" ."3
que falta a los dirigentes comunistas es la cultura. Con- A decir verdad, aun en el caso de que hubiera una
sideremos el caso de Moscú: cuatro mil setecientos mayoría de obreros en el Partido, esto no cambiaría
comunistas responsables y una masa enorme de buró" nada, serían a pesar de todo incapaces de poner freno
cratas. ¿Quién dirige y quién es dirigido? Dudo mucho a su propensión a degenerar en pequeños burgueses.
que pueda decirse que los comunistas dirigen, creo que Lenin lo sabe,14 y el motivo de sus peores temores es
puede decirse que son dirigidos." 12 la P?sible asfixia bajo el océano de la pequeña bur-
guesIa, tan poderosa en Rusia. Por el contrario, se
Todos los fenómenos que acabamos de revisar muestra mucho menos consciente de otro peligro que
ejercen una profunda influencia en los mecanismos del aparece en el horizonte en una dirección totalmente
poder: prácticamente, el Partido lo ejerce solo en lo distinta.
sucesivo, y escapa a un control preponderante de cual- El Partido, al tener que imperar sobre los obreros
quier fuerza social. Mientras la clase obrera se debi- que han permanecido fuera de su organización, tiende
11 Véase O prodnaloge. Sotch., t. 43, pág. 234. 13 lbíd., pág. 19.
12 Sotch., l. 45, pág. 95. 14 Ibíd., págs. 18, 19.

28
29
a adoptar la misma actitud hacia los o}Jreros .que s~
han unido a sus filas; y esta dominacion se eJercera Partido".15 Sin embargo, el proceso todavía no ha ter-
con mayor razón sobre los mie~?ros de otras c}ases minado. Sigue actuando la singular dinámica que
sociales que han podido ser admItid?s. La mayona .de lleva a una concentración cada vez mayor del poder
obreros, incluso aquellos que trabajan en la gran I~­ en un número de manos cada vez más restringido. Se
dustria y que en teoría deberían ser por tanto los mas diría que sobre el régimen soviético pesa una fatali-
sólidos pilares del poder, son de~asiado incultos p~;a dad, pero es más justo ver en un conjunto de circuns-
poder participar de fo~ma. ~fect1va en la. ~laboracIOn tancias particularmente duras el origen de esta evolu-
de la política y en el eJerCICIO de la f~nclOn guberna- ción. La guerra civil ha tenido sobre este régimen una
mental. Al decir esto, queremos refenrnos a los obre- influencia más decisiva y duradera de lo que se cree
ros en cuanto a grupo, ya que, individc:almente, !1eg~­ generalmente. Apenas instaurado y todavía muy poco
ban a los puestos más altos del Partido, que hab~a firme en su organización y sus métodos, se vio some-
permanecido fiel a la doctrina en este terreno y extraIa tido a un terrible esfuerzo y tuvo que volcar todas sus
sus cuadros de las filas de la clase,o.br~ra, a vece~ h.as- fuerzas hacia un solo objetivo: vencer para sobrevi-
ta agotar la fuente. Era la misma ,el~te mter.na l~ ~mca vir. Quisiéramos insistir sobre el punto de que en la
que podía asumir a la vez con exlt~ la dIreCClon de época que comentamos el régimen salía de la guerra
los asuntos y la educación de los mIembros del Par- civil y había sido tan moldeado por ella como por las
tido, ya fueran obreros o procedieran de otras clases doctrinas del Partido, o por la doctrina sobre el Par-
sociales. 1 ., d tido, en la que muchos historiadores ven el "pecado
La dictadura del proletariado, que a pr~sIOn e original" de Lenin.
las circunstancias había transformado en .dl~!adura Ante los ejércitos "blancos", numerosos, bien
de una minoría socialmente diversa, se convlrtio p~on­ equipados y apoyados por varios países occidentales,
to en una dictadura del Partido. Pero, en este sentido, se imponía en forma imperiosa un centralismo y un
la contracción del núcleo dirigente todavía .no ha ter- absolutismo estrictos. No obstante, en el curso de este
minado. En el mes de marzo de 1922, Lemn, en una período, la discusión en el seno del Partido no se de-
carta a los rniembros del Comité Central, debe ren- tuvo; estuvo sólo limitada por la solidaridad contra el
dirse ante una nueva evidencia: "Hay que recon~cer enemigo. La interdicción de fracciones y la ilegalidad
que la política proletaria del Pa~tido n? es determma- de todo debate que tocara demasiado a fondo los pro-
da en la actualidad por sus efectIVOS, smo por la aut~ blemas, no hicieron su aparición hasta finalizada la
ridad inmensa y no compartida de e~t~ capa d~lgadl­ guerra. El carácter constantemente alarmante de la si-
sima que puede denominarse la Vieja guardia del 15 lbíd., pág. 20.
30
31
tuación, la persistencia del estado de emergencia, exi- rior del Partido, otorgaba un enorme poder al Orgbju-
gían una movilización constante de los cuadros y su ro, el Buró de Organización, era necesario proceder a
transferencia de un frente a otro, o de una tarea mi· una reorganización de arriba abajo del sistema de di-
litar a otra económica y viceversa. Ningún procedi· rección, a una modificación casi revo1ucionaria. 16 Aho-
miento democrático hubiera permitido estas solucio· ra bien, la implantación de la Nep, en plena hambre,
nes. Sólo las hacían posibles los procedimientos auto- con la rebelión de Kronstradt y el espectro de un le-
ritarios: órdenes, nombramientos, desplazamientos de vantamiento campesino generalizado, no era todavía
oficio. Estos métodos, absolutamente imprevistos por el momento adecuado para el aflojamiento de los con-
la teoría o por los estatutos, pero practicados durante troles. Hacia marzo-abril de 1921, la situación parecía
tres años, se convirtieron en una realidad de la vida todavía más grave que antes y Lenin, deseoso de evitar
del Partido. Nombrar desde arriba un secretario de la parálisis del Partido, única fuerza de que disponía,
una organización del Partido pasó a ser cosa natural; prohibió las fracciones y reservó al Comité Central el
las organizaciones locales que necesitaban personal se derecho de excluir del Partido a los miembros acusa-
dirigían a veces ellas mismas a la jerarquía y pedían dos de fraccionarismo. Movimiento impaciente ante
que se les enviaran jefes; por otra parte, ya se desig- la urgencia, decisión temporal,'7 o bien fruto de un
naban mediante nombramiento todos los puestos im· error de cálculo y de falta de clarividencia, en cual-
portantes de la vida nacional ajenos al Partido. Con quier caso esta medida iba a gravitar pesadamente so-
el retorno de la paz, estas costumbres no se perdieron, bre el futuro del Partido y del país. Iba a reforzar to-
y siguió funcionando una oficina especial (utchras- davía más el Buró Político, su secretariado y su Orgb-
pred) afecta al Comité Central, que distribuía los cua· juro. La propia posición del Comité Central se debili-
dros según las necesidades. El procedimiento era tó. Crecía la tendencia de pasar todos los asuntos por
eficaz pero iba a provocar numerosas protestas, ya que el Buró Político; los altos funcionarios, incluidos tam-
resultaba facilísim.o par~ el secretariado del Comité bién los comisarios del pueblo, llevaban ante la ins-
Central cambiar de un puesto a otro, menos impor- tancia suprema todos los asuntos que se sentían dema-
tante o más alejado, a cualquier persona políticamente siado timoratos para resolver por sí mismos, y Lenin
molesta, opuesta a una determinada línea o a uno de
los jefes. Las protestas que surgieron con la implanta- 16 Véase CARR, Socialism in One Country, 1924-1926, t. 2, Lon.
dres, Macmillan, 1959, cap. 19, especialmente págs. 201·204 sobre el
ción de la N ep contra este procedimiento, juzgado an· sistema de nombramientos.
tidemocrático y contrario al principio electivo consa- 17 Véase CARR, The Interregnum, 1923-1924, Londres, Macmil.
lan, 1954, anexo. TROTSKY, op. cit., pág. 506: "La interdicción de las
grado por los estatutos del Partido, fueron poco frac~íones estaba concebida, repetimos, como una medida excepcional
eficaces. Para poner fin a esta política que, en el inte- destmada a caer en desuso en cuanto mejorara la situación."

32 33
se lamenta amargamente de ello en el XI congreso del y, finalmente, el dictador ocupará la del Comité Cen-
Partido. traL .. " 18 El único error de Trotsky fue considerar el
Esta situación se disimula, al menos en parte, con centralismo de Lenin como un "egocentralismo": las
la presencia de Lenin en el Sovnarkom, en tanto éste concepciones de Lenin no ocultaban ninguna sed de
puede mantenerse en su puesto, y el Buró Político se poder personal y, en definitiva, la máquina política que
dedica ante todo a la elaboración de las grandes líneas Lenin y Trotsky contribuyeron a construir se revolvió
de la política nacional y a la resolución de proble- contra ellos.
mas de principio. No obstante, el propio Lenin discu- A fin de comprender mejor el pensamiento político
tía en el Buró Político problemas corrientes que ha- de Lenin durante los últimos meses de su vida, no es
brían debido depender de la actividad del Sovnarkom inútil insistir en otro aspecto del fenómeno de concen-
y, cuando cae gravemente enfermo, el Buró Político tración del poder. Los bolcheviques creían sincera·
se convierte en la institución clave del país. El secre- mente en la doctrina de la dictadura del proletariado.
tariado que dirige el trabajo administrativo y de eje- La sustitución del proletariado por el Partido, puro
cución por cuenta del Buró y del Comité Central sigue estado de hecho al principio, tuvo que ser introducida,
siendo en apariencia un engranaje secundario pero, no sin ambigüedad, en la doctrina; se consideró como
con las nuevas prácticas aparecidas en el Partido, no un fenómeno transitorio, en espera del reagrupamien-
es difícil ver qué formidable poder puede adquirir su to de los obreros de las grandes fábricas y del incre-
jefe. mento de las industrias por medio de las futuras rea-
En abril de 1922, Stalin es nombrado secretario lizaciones. En realidad, empezó en las fábricas el rei·
general, gensek, en el lenguaje del Partido. En este nado de las administraciones, y la instalación de la
momento, sigue siendo comisario para las nacionalida- burocracia en todo el país. Lenin explicaba esta si.
des y, durante algún tiempo, comisario para la Inspec- tuación por la carencia de bases económicas adecua·
ción Obrera y Campesina, cúmulo impresionante de das. Este estado de hecho no era muy molesto en tanto
poderes y competencias que, en aquel entonces, sólo subsisti~ran perspectivas revolucionarias en Europa;
el prudente Preobrajensky denunció con energía. p_er~,a(la larga, este handicap iba a resultar trágico.
A partir de este momento, ya no está muy lejos la ma· Lenindecía que, aunque Rusia poseía el régimen po-
terialización de la situación que Trotsky, al criticar el lítico más avanzado del mundo, no había logrado
punto de vista de Lenin sobre la organización del Par- construir todavía ni siquiera las bases de una econo-
tido, había previsto en 1903-1904: "La organización mía nacional; la ausencia de las bases del socialismo,
del Partido ocupará el puesto del propio Partido; el
18 Loe. cit. BERTRAM D. VOLFE, Léllille el Trolsky, París, Cal·
Comité Central ocupará el puesto de la organización; mann-Lévy, 1951, pág. 142.

34 35
tal como se constataba, significaba casi que nada había de despertar esta conciencia. El puesto central atar·
sido logrado definitivamente: "Las fuerzas enemigas gado al Partido en la estrategia leninista y la interpre-
del capitalismo moribundo todavía pueden recuperar tación más bien voluntarista que el leninismo da del
el poder" .19 Así, los términos de la fó~ula b~sica del marxismo no deben, sin embargo, llevar a imputarle,
materialismo histórico se encuentran lllvertldos por como lo hacen algunos, toda la responsabilidad de
sus más fieles adeptos. Fallan trágicamente las bases ciertos fenómenos, como la contracción progresiva del
socioeconómicas indispensables para la realización de poder político descrita anteriormente, que, a fin de
los objetivos oficiales del poder. El nuevo poder se en- cuentas, debía culminar en una autocracia. Elleninis-
cuentra suspendido en una especie de "doble vacío" : mo, por descontado, no es monolítico; la dictadura
la primera carencia es la del proletariado; la segun- del Partido sobre el proletariado no entraba en los es-
da la de la infraestructura económica. El profesor quemas de Lenin, y constituyó el resultado final total·
C¡rr dijo que la dictadura del proletariado estaba in mente imprevisto de una serie de circunstancias igual-
posse más bien que in esse. 2D Se está muy lejos de las mente imprevistas. Apesar de la aguda intuición de
concepciones optinüstas, utópicas y simplistas expues· Trotsky, sería equivocado creer que la concentración
tas en El Estado y la Revolución en 1917, donde todos de poder que llegó a su paroxismo con el régimen esta-
los problemas parecían resue1t?s por a~t~cipado con liniano sea el resultado de las ideas y escisiones de
el ejemplo de la Comuna de ,~ans. Los mllIt~nt~s acos- 1903-1904. Su origen está en la historia de otro perío-
tumbrados a deducir 10 polItlcO de 10. economlCO y lo do, en los acontecimientos postrevolucionarios y en
social descubren una situación desconcertante en la la forma en que éstos desviaron la doctrina. Ni el "co-
que u~a élite gobernante desprovista de base social en- munismo de guerra", ni las nociones diametralmente
carna una especie de "poder político puro:' ~ ~pone opuestas que dieron lugar a la Nep, pueden remontar-
su voluntad a una sociedad, cuya entera dlllamlca es· se a las preocupaciones y a las teorías prerrevoluciona-
pontánea, bajo la Nep, tiende a fines opuestos a los rias. Una vez conquistada la paz con la victoria inte-
del Partido. rior, Lenin procuró dotar de bases seguras al poder
Lenin y la doctrina leninista tuvieron que acamo· político en todos los frentes: la adquisición 4e una in-
darse a esta nueva situación. Dos elementos les pres- fraestructura económica, la elevación del nivel cultu-//
taron su ayuda: la importancia del papel atribuido a ral de los cuadros y del pueblo, que tenía que erl1pezar
la toma de conciencia, que no es espontánea, y una por la alfabetización. Lenin sabía que, en la situación
cierta concepción del Partido que le atribuye la tarea en que se encontraba su régimen, 10 político se ante·
19 Sotch., t. 44, pág. 148 Y 1. 45, pág. 109. ponía a lo económico, pero la idea de que tal prepon-
20 CARR, op. cil., t. 1, págs. 103-104. derancia pudiera prolongarse en forma durable le in-
36 37
tranquilizaba. No se resignaba a servirse durante largo
te, pero, ¿qué sucede con la cultura de estos dos pue-
tiempo de la palanca política que muchos en ~uestr~
blos? La respuesta no es tan sencilla. Si el pueblo
época consideran como la más potente y la mas deCI-
conquistador es más culto que el pueblo vencido, le im-
siva."'
pone su cultura. Pero, en el caso contrario, el pueblo
Sobre este punto, otra decepción esperaba a los
vencido puede imponer su cultura al conquistador.
militantes al salir de las ilusiones del comunismo de
¿No es esto lo que ha sucedido en la capital de la
guerra. La construcción de las bases ~ue faltaban. al
R.S.F.S.R., y cuatro mil setecientos comunistas (casi
edificio no iba a permitir un acceso directo al SOCIa-
una división) de los mejores no han sido sometidos a
lismo y, con más razón, al comunismo. Lenin calma
una cultura extranjera? Es verdad que pudiera tener-
a los impacientes repitiendo que es sólo un período de
se la impresión de que la cultura de los vencidos es de
transición el que empieza, período para el cual él ad-
alto nivel. Error: es miserable e insignificante. Pero
mite la prolongación de la política de la Nep. Y, sin aun así es superior a la nuestra." 22
embargo, Lenin ve perfectamente las terribles,a~ena­
zas que a causa de ella se ~i~rne~ sob.re el regImen: Este texto muestra que Lenin tenía un sentido agu-
amenazas exteriores, inestabIlIdad mtenor (la del cam- do de los peligros que acechaban a su régimen. Aun
pesinado), pero asimismo el peligro qu~ represen~a la cuando los acontecimientos ulteriores de la historia
tendencia a la degeneración de los propIOS comumstas hayan sido bastante diferentes a 10 que él suponía,
bajo la presión de un medio co~ruptor. Ant~ el XI con- debe reconocerse que Lenin era un hombre que anali-
greso del Partido, Lenin, prOSIgUIendo su Idea de que zaba primero la situación y decía seguidamente sin
los comunistas ya no dirigen el juego sino que, por el ambages, al Partido y al país entero, la verdad de la
contrario, son dirigidos, declara: situación tal como él la veía.
"Ha sucedido algo parecido a 10 que se nos ense-
ñaba en las lecciones de historia de nuestra infancia:
sucede que un pueblo subyuga a otro. El que ha sub-
yugado es entonces un pueblo conq.uistador :( el que
ha sido subyugado es un pueblo venCido. EfectIvamen-
21 La prim,acía de la política so?~re la ec?nomÍ~ .en un sentido
que seguramente difiere de la concepclOfi marXIsta ~IaSlca f?e expre~
sada claramente por Lenin, en especial en O nachej r~voltsllJ So/ch.,
t. 45, págs. 378-382, y en el texto que hemos reprodUCIdo en exergo.
Véase también, CARR, op. cit., págs. 130-131.
22 Sotch., t. 45, págs. 95-96.
38
39
al país del desastre, de hacer las concesiones necesa-
rias al campesinado para que éste reemprendiera la
producción y alimentara al país. Y estas concesiones
podían resumirse en la inyección de una dosis de ca-
pitalismo, "capitalismo que debemos y podemos ad-
mitir, y al que podemos y debemos asignar ciertos
CAPÍTULO n límites, ya que es necesario a la gran masa del campe-
sinado y al comercio que permite satisfacer las nece-
LA NEP, ESTA DESCONOCIDA sidades de los campesinos. Hay que procurar que sea
factible el curso regular de la economía y del circuito
de intercambio capitalistas. Hay que hacerlo por el
En las condiciones que hemos expuesto, los diri- pueblo. Sin esto no podríamos vivir [... ] Para ellos,
gentes del régimen soviéti.co, debían, al final d~ la gu~, para la facción campesina, sólo esto es absolutamente
rra civil, resolver una sene de problemas. ¿Como eVI- necesario; en lo demás, ellos pueden tomar partido".l
tar un enfrentamiento con Occidente, a la espera de Lenin efectúa, por lo tanto, una operación que rara-
nuevas revoluciones en Europa o en Asia? ¿Cómo im- mente se ha visto en la historia. Concede a los campe-
pedir la degeneración del poder, o mejor, co.mo pre- sinos una fuerte dosis de capitalismo a cambio de "lo
servar la pureza ideológica y moral del Partido con- demás" , a saber, el poder político en manos de los bol-
vertido en gobernante? ¿Cómo acabar con la plaga cheviques, operación ventajosa, cierto, pero también
burocrática? No había respuesta a estos problemas, peligrosa. Numerosos militantes temían que este re-
que comprendían múltiples incógnitas, pero las cosas medio, aunque saludable para el paciente, resultara
se complicaron más todavía con la implantación de.un mortal para el médico. En el mundo entero menudea-
sistema económico original e inesperado conocido ron los comentarios; los enemigos del régimen abriga-
bajo la denominación de "Nueva Política Económi- ron la esperanza de que la Nep, que introducía de
ca". Esta política se adoptó ante la imperiosa nece- nuevo el capitalismo, anunciaba el fin del bolchevis-
sidad de poner remedio al marasmo en el que estaba mo. Los componentes de todas las tendencias que exis-
sumergido el país y principalmente la agricultura. Al tían en el interior del Partido habían aceptado al prin-
cabo de dos años de funcionamiento, demostró ser cipio esta solución como la única posible, pero muchos
útil, pero, para los bolcheviques, era un auténtico no tardaron en ver en ella una verdadera traición, una
pacto con el diablo.
Lenin explicó que se trataba, con el fin de salvar 1 So/ch., págs. 85-86.

40 41
alianza contra natura. El Partido estaba en todo caso
inquieto, y no sin razón, ya que ahora se venían abajo Pero había algo todavía peor. La Nep se encami-
las ilusi?nes suscitadas por el comunismo de guerra: naba a reinstaurar la clase capitalista, hombres de ne-
era preCISO restablecer el mercado campesino y el co- gocios, comerciantes, industriales, nuev~s o antiguos.
mercio privado, que no dejarían de penetrar en todos Así, la revolución no sólo seguía decepCIOnando a lo.s
los sectores de la vida soviética y de ser un elemento proletarios: sino que iba a proporcionar al campeSI-
de corrupción y de disolución, incluso para el Estado nado un foco antibolchevique y los jefes necesanos a
y para el Partido. En aquel entonces se pudo haber la rebelión en el caso de que cualquier conflicto con el
pensado en dar la razón a Rosa Luxembourg: "La re- Estado disgustara a los campesinos. Nadie deja,?a de
forma agraria de Lenin ha creado en el campo una considerar el peligro que suponía ver al campesma~o
nueva y poderosa clase de enemigos para el socialis- inclinarse del lado de los nepmany, o nueva burguesla,
mo, enemigos cuya resistencia puede ser mucho más y de los cuadros burgueses tradicionales todavía ho~.
peligrosa y obstinada de lo que fuera la de los grandes tiles al régimen, eventualmente ayuda~os por los Pai-
terratenientes aristócratas". 2 ses capitalistas extranjeros, que segman gozando de
una superioridad económica y milita:: apl~stante. ~a
Se verá que Lenin, sin poner en discusión la refor-
Nep hacía pensar en una autén~ica mma situada b,a]?
ma, dijo más o menos 10 mismo de los campesinos. El
el edificio todavía mal consolidado del nuevo r~gI­
can:p~sinad? ruso, poco interesado en las experiencias men 4 Ya las haya admitido o refutado en públIco,
SOCIalistas, iletrado en su mayoría, y, por añadidura,
Lenln no estaba menos abrumado que otros militantes
muy mal productor, constituía una masa de cien mi-
por la perspectiva de estas amenazas. La N ep era una
llones de personas en cuyo seno se incubaba constan-
temente cierto espíritu de rebelión, el de la pugatchev- apuesta que no ~staba ganada d~ ant~mano. To~?,s
chtchina o sublevación popular, que a menudo había seguían preguntandose con Lenm: Kto ~ovo.. ,
"¿ Quién la ganará?", Y esta vez en el frente mtenor.
turbado la tranquilidad de los zares. La Nep tenía la
Durante este tiempo, con la esperanza de llegar ~l
ven,taja de conceder la libertad de comercio, pero pa-
fin a una fase de construcción pacífica, los bolcheVI-
reCIa aumentar aún los inconvenientes políticos de la
división que había provocado la reforma· no haCÍa otra ques hacen un esfuerzo considerable. El período que
cosa que ligar un poco más los campesInos a la eco- va desde marzo de 1921, implantación de la Nep, has-
nomía capitalista y separarlos de los principios colec- 3 Lenin confirmará públicamente en 1921 que. hasta ent?nces ha·
tivistas del Partido. bían sido los campesinos, y no los obreros -:a qmenes habIa cc:rres-
pondido la carga más pesada- los que se habl~ aprovechado !!,as de
2 ROSA Lt;'XEhiBOURG, La Révolution
tacus, mayo de 1948, pág. 22.
Tusse~ París' Cahiers Spar- la revolución. Véase So/ch., t. 44, pago 46. Esto Iba a ser todavla más
cierto un año después.
4 Véase capítulo l. nota 20.
42
43
ta la aparición de las primeras luces esperanzadoras encuentra una versión ligeramente distinta: la Revo-
con la buena cosecha de 1922 y un cierto apacigua- lución de Octubre había sido plenamente una revolu-
miento del campesinado, fue aquel en que se buscó ción proletaria, pero habría cumplido "de paso"6 las
con mayor intensidad unos métodos de gestión y unos tareas de una revolución democrático-burguesa. En
remedios a los fracasos registrados, pero fue igualmen- , .
realidad , estas incertidumbres no son tan sorprenden.
te un tiempo de gran confusión teórica entre los mi- tes como parecen; sólo los resultados a largo termmo
litantes. Muchos de los dogmas y conceptos ante- de los acontecimientos de Octubre iban a permitir re-
riormente admitidos saltaron bajo la presión de los velar su verdadero carácter. Otro punto: ¿cómo justi-
hechos. Era preciso replantearse la cuestión capital ficar teóricamente la Nep, qué definición estratégica
del propio carácter de la revolución de Octubre. Le- podía darse? ¿Se trataba de una "retirada" en rela-
nin no escapa a la confusión; la reconoce al mismo ción al período precedente -y, en tal caso, no se re-
tiempo que es víctima de ella. En agosto de 1921 es- nunciaba a los objetivos ni a los métodos del comu-
cribe que la revolución había sido democrático-bur- nismo de guerra, que se consideraban como muy
guesa entre noviembre de 1917 y el 5 de enero prematuros-, o se había reemprendido, por. el con-
de 1918, y que entonces había comenzado la etapa trario, la línea más justa adoptada en la pnmavera
socialista con la instauración de la democracia pro- de 1918? Y, desde este último punto de vista, el co·
letaria. Pero en el mismo texto se trasluce otra divi- munismo de guerra no era más que una política de
sión en períodos, que se acerca a la adoptada en otoño circunstancias ampliamente errónea. 7 Lenin no opta
de 1918. La etapa socialista habría sido alcanzada claramente por una u otra de estas dos ideas pero, en
cuando el movimiento del comité de los indigentes o su último discurso, volverá a la de una "retirada", de
. 8
kombedy había llevado la lucha de clases al campo, un retroceso para sa1tar mejor.
contra los kulaks. Ahora bien, es útil recordar que los Todo esto no proporcionaba una explicación sufi-
kombedy fueron suprimidos a fines del año 1918. 5 Dos ciente de la Nep. Largo período de transición, la Nep
meses después del artículo citado, en octubre de 1921, debía ser necesariamente primero una retirada estra-
aparece todavía una nueva división en períodos. La tégica, después una reanudación de la marcha hacia
etapa democrático-burguesa de la revolución no ha- delante. Lenin intentó poner un poco de orden en
bría terminado hasta 1921. Y algo más adelante, se toda esta confusión enunciando la teoría del "capita.
lismo de Estado", formulada en su folleto Sobre el
, 5 El texto de ago,sto ,de 1921 está reproducido en Soteh., t. 44.
pags. 101-1.02. Lenm declaro el 6 de novIembre de 1918 en el congreso
de los ~ovlets: "La Revolución de Octubre de las ciudades no se ha 6 Soteh., t. 44, págs. 102, 145, 147.
con~ertIdo en una auténtica Revolución de Octubre para el campo hasta
7 Véase CARR, The Bolshevik Revolution, t. 2, págs. 273-278.
otono de 1918"'. Soteh., t. 37, pág. 144. 8 Soteh., t. 45, pág. 310 Y más adelante.

45
impuesto en especies, en ocasión del lanzamiento de escala, su tendencia a planificar y su sentido de la dis-
la Nep. Este concepto, utilizado ya después de la re· ciplina. Esta era la razón de que el Estado obrero tu-
volución de Febrero y asimismo a principios de 1918, viera que pactar con él para combatir la influencia
se inspiraba en la experiencia de la economía alemana perniciosa de la pequeña burguesía vacilante. Lenin
de guerra, fuertemente estatificada y estrictamente dijo: "El Estado proletario debe formar un bloque o
controlada. En el marco de la economía soviética exis- alianza con el capitalismo de Estado contra la anar·
tía, sin embargo, una diferencia sustancial: el Estado quía pequeño-burguesa". Y, en un texto anterior del
no era capitalista sino proletario, y ocupaba directa- mismo año, cita una opinión expresada ya en 1918:
mente importantes posiciones económicas. "la anarquía pequeño-burguesa es entre nosotros el
Lenin empleó el término de "capitalismo de Es- principal enemigo del socialismo" .9
tado" porque requería la colaboración del capitalismo Ahora bien, es preciso comprender que la pequeña
ruso y sobre todo del gran capital extranjero; creía burguesía en cuestión no es otra cosa que el campesi·
que Rusia tenía necesidad de un largo período de des· nado. ¿En qué paraba, pues, el imperativo es~ratégico,
arrollo capitalista para asimilar los métodos de orga· considerado también fundamental, de una alIanza con
nización, los conocimientos técnicos, y para adquirir el campesinado, tal como la expresaban los slogans?
los capitales y los medios intelectuales que el Estado En el curso de la historia, Stalin iba a resolver esta
obrero Jodavía no poseía. Este, evidentemente, debía profunda contradicción con los métodos que le eran
mantenerse constantemente alerta e inventar los mé· familiares. Lenin proponía otros, pero no los pudo
todos de fiscalización y de control necesarios. Lenin aplicar por sí mismo. . . .
esperaba, pues, construir el socialismo "con manos ex- En lo inmediato, la teoría ambIgua del capItalIsmo
tranjeras", creyendo que éstas no dejarían de apreciar de Estado iba a conocer una suerte curiosa. Fue con·
el interés del tributo que podrían obtener en esta oca- cebida para llenar simultáneamente varias fun~iones:
sión. Otra singularidad de esta teoría contribuyó a que primero, disipar toda ilusión sobre el pretendIdo ca·
otros responsables, y entre ellos Preobrajensky, Bu· rácter socialista de la sociedad soviética, y, a continua-
kharin y Trotsky, la acogieran con críticas o reservas. ción formular en términos marxistas la naturaleza del
Según Lenin, el principal enemigo del Estado ya no perí¿do de transición por que pasaba Rusia y definir
era en este momento el gran capital, sino el sector pe· en qué forma el desarrollo de este período llevaría a
queño-burgués, anárquico, dividido, que desafiaba Rusia al socialismo, cuyas condiciones previas no se
toda planificación y toda disciplina estatal. En sí mis· habían reunido por el momento. La noción de capi.
mo, el gran capital presentaba cualidades útiles al pro-
greso, a saber, su capacidad de organizar en gran 9 So/ch., t. 44, pág. 108 Y t. 43, pág. 206.

46 47
talismo de Estado, considerada como la forma política el corazón". Pero, ante los hechos, Lenin cambió pron-
y social más perfecta del capitalismo, y, por lo mismo, to de parecer y, sin dejar de denunciar a Moscú como
la que precedía directamente al socialismo, podría la capital de las nefastas rutinas burocráticas, arreme-
cumplir estas funciones de clarificación y de explica- tió también contra las influencias locales, oscurantistas
ción, siempre que la teoría se verificara en las condi- y corruptoras, y los ejemplos de liquidación de cuen·
ciones específicas de Rusia. Pero tuvo que abandonar- tas que facilitaban." 2 Era preciso por tanto acudir de
se dos años después, rebatida por los hechos. Lenin, al nuevo a los obreros más avanzados, a la élite proleta-
no obtener la colaboración del gran capital, buscó la ria, o mejor, al Partido. Gracias al apoyo de que éste
del campesinado. Volveremos sobre esta cuestión; bas· gozaba por parte de una fracción de los obreros y cam·
te constatar que, por el momento, la Nep se revelaba pesinos pobres, podría empezarse de nuevo sobre nue-
beneficiosa para la vida económica del país; parecía vas bases, aprovechando la neutralidad del conjunto
abrirse un período de edificación pacífica, aunque na· del campesinado satisfecho con la Nep. Debía dotarse
die supiera con exactitud cuánto tiempo podría durar. a la élite de nociones teóricas claras y de amplia ju-
Lenin, sin pronunciarse firmemente, parecía admitir risdicción gubernamental. En caso necesario, debía
que, en las condiciones de un cerco capitalista, no se- sobre todo poder emplear el terror a fin de "organizar
ría "evidentemente por largo tiempo" ."0 la coacción en interés de los trabajadores","3 según
Para tener éxito en esta empresa, era preciso reor· Una antigua fórmula de 1917.
ganizar, sobre todo en el plano concreto. En una si- Por el momento, la primera arma de la élite, es
tuación así, totalmente nueva, faltaban las estructuras decir un programa claro de acción, no existía. En su
de referencia, la experiencia y toda base científica para último discurso, Lenin se pregunta: "¿Cómo reorga-
la elaboración de los programas de acción. Primer mal nizar?", y responde: "Todavía no lo sabemos". La
a curar, el que se denunciaba con más frecuencia, el de otra arma, a la que se podía recurrir siempre, también
la burocracia. Lenin confiesa: "No sabemos cómo ac- debía ser adaptada a un período de reconstrucción pa·
tuar".11 Durante cierto tiempo creyó que la iniciativa cífica y de economía de mercado. Lenin empieza a
partiría de provincias. Le parecía más fácil experimen- reorganizar la Checa y a disminuir sus prerrogativas.
tar y aprender los procedimientos de una buena ges- Quedaba entonces por resolver el problema más am·
tión en unidades administrativas limitadas, ya que "el plio: ¿Cómo preservar la pureza de la élite detentara
mal de la democracia se concentra naturalmente en de un poder absoluto? ¿Dónde buscar las garantías
contra su eventual corruptibilidad?
10 ¡bid., pág. 4. Véase pág. 21. Sin embargo, se muestra más op-
timista en otros pasajes. 12 So/ch., t. 45, págs. 197·201.
11 So/ch., t. 43, pág. 234. 13 Fórmula empleada el 21 de noviembre de 1917. So/ch., t. 35,
pág. 110.
48 49
po de guerra, ya que lo que se les exigía era vencer a
toda costa, y no se les exigía razonar o dudar.
El fin de la guerra no se sintió de inmediato como
un aflojamiento de la tensión. La conciencia de que
acababa de empezar una época nueva sólo aparecería
en el curso de los dos años siguientes. La implantación
CAPÍTULO III de la N ep se presentó como una medida de urgencia
para evitar la catástrofe. El funcionamiento de la má-
EL ECLIPSE DE LENIN quina gubernamental iba a proseguir, pues, en forma
natural durante algún tiempo tras la estela del pasa-
do. El hecho de que la prohibición de las fracciones
La formidable máquina administrativa creada en sobreviniera sólo después de la guerra civil, demuestra
el curso de guerra civil fue un factor decisivo de la que la psicología seguía siendo la de una lucha por
victoria bolchevique. Lenin, a pesar de dedicarle las la existencia. Cierto número de hombres abandonan
críticas más amargas, no dejaba de constatar este éxi- entonces el Secretariado del Comité Central. Entre
to. Declara que la victoria en el curso de los años 1917- ellos se encuentran los tres secretarios Krestinsky,
1921 sólo había sido alcanzada gracias a la creación Preobrajensky y Serebriakov, todos futuros oposicio-
del aparato bélico y estatal. Añade incluso que "cons- nistas de izquierda y futuras víctimas de las purgas
tituyó una obra grande y excitante".l Pero, en Rusia, estalinianas. Y, en forma significativa, Kaganovitch,
la historia avanza aprisa y se pasa de una crisis a otra; Uglanov, Jaroslavsky y Molotov llegan a los peldaños
un factor favorable se convierte rápidamente en una más altos. Todos ellos son futuros estalinistas; casi to-
maldición y produce amargos frutos. Las consecuen- dos son de la "raza" de hombres de acción realistas y
cias de la guerra se hicieron sentir también en el per- prácticos. 2
sonal, directivo . ~el. Partido. Pronto aparece un tipo La conmoción de la guerra civil no ha dejado al
espeCIfico de dmgentes, que ocupa en exclusiva los país, aparte del Partido, más que una sola estructura
pel~años de la jerarquía. Tenían que saber ser rudos, resistente y bien articulada: el aparato administrativo
teman que ser buenos organizadores, tenían que mos- del Estado. En cualquier otro punto, es preciso recons-
trarse capaces de utilizar sin excesivos escrúpulos los truir y reconsiderar. Pero la máquina administrativa
enormes poderes que les confería la dictadura en tiem-
2 Después de haber ayudado eficazmente a Stalin a combatir la
1 Sotch., t. 44, pág. 106. oposición de izquierda, Uglanov se hará, sin embargo, bukhariniano
en 1928.
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51
y, ahora más que antes, la máquina del Partido prosi.
guen su camino hacia el endurecimiento dictatorial. él una prueba. Alfred Rosmer, que le vio aparecer en
Al principio, el proceso se desarrolla sin duda de la tribuna del IV Congreso de la Internacional, el 13
acuerdo con los deseos de Lenin pero, cada vez más, de noviembre de 1922, aporta su testimonio: "Aque-
aparecen tendencias, ora a sus espaldas, ora a su pe· llos que le vieron por primera vez ,dijeron: «Es el ~e­
sar, contra las que está mal pertrechado, ya que des- mn de siempre)). Los otros no podían hacerse esta Ilu-
pués de tres dolorosos años de guerra, de luchas, de sión; en lugar del Lenin vigilante q.ue hab~an conoci-
trabajo y de inquietud, Lenin cae enfermo. do, el hombre que tenían ante sus OJos habla quedado
duramente marcado por la parálisis, sus rasgos esta-
A finales del año 1921 se encuentra ya muy afec- ban como congelados, su aspecto era el de un autóma-
ta' su habla habitual, sencilla, rápida, segura de sí, se
tado por la enfermedad y se ve obligado a tomarse un
descanso de varias semanas. En el curso del primer
h~bía convertido en un hablar vacilante, a trompico-
nes. El camarada que le había sido asignado le ayu-
semestre del año siguiente, se reduce constantemente daba mal, Radek lo apartó y le sustituyó".4
su capacidad de trabajo. Luego, de repente, el 25 de El regreso a la vida pública no tuvo larga dura-
mayo de 1922, sobreviene una crisis catastrófica: pa- ción. El 13 de diciembre, un nuevo ataque obliga a
rálisis de la mano y de la pierna derechas, y perturba- Lenin a retirarse, esta vez definitivamente. Es, por lo
ción -o incluso pérdida- de la capacidad de hablar. tanto, evidente que su participación en los asuntos del
La convalecencia es larga y penosa. "Comprendes, año 1922 es muy limitada. Esto constituye un hecho
dirá más tarde Lenin a Trotsky, no podia hablar ni importante para comprender todo es.te período, q~e
escribir, era preciso que aprendiera de nuevo." 3 Su ha jugado un papel capital en los destmos de la ~usla
robusta constitución le salva una vez más, pero no soviética. La máquina gubernamental creada baJO Le·
reanuda el trabajo hasta el 2 de octubre, y su salud nin , mucho más a causa de las circunstancias que
no está del todo restablecida. Los síntomas de fatiga . por
una voluntad premeditada, sigue funcionando sm que
y de malestar que mostraba, sus frecuentes ausencias él casi participe. Sus camaradas del Buró Político se
de las sesiones de trabajo y su última crisis no pasaron acostumbran a gobernar solos y se aficionan a esta
inadvertidos a los miembros del Sovnarkom y del Buró independencia adquirida gracias a la ausencia del
Político. En el circulo restringido de los dirigentes se "viejo" . Pero su forma, su estilo de acción, seguían ins-
había planteado ya sin duda el problema de la suce- pirándose principalmente en la experiencia y en la ru-
sión. La reaparición pública de Lenin constituyó para tiDa anteriores.
3 TROTSKY, Ma vie, París, Livre de poche, 1966, pág. 547. 4 ALFRED ROSMER, Moscou sous Lénine París. Pierre Horay.
J

1953, pág. 231.


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53
A principios de 1922, Lenin aceptó y quizás in- otros, poniendo en duda la capacidad del comisariado
cluso sugirió el nombramiento de Stalin para el cargo para el comercio exterior de llevar a buen término los
de secretario general. Este puesto no tenía todavía una intercambios económicos internacionales y deseosos
importancia de primerísimo orden, pero la adquirió de desarrollarlos con la mayor velocidad, preconiza-
considerablemente en el curso del año, ante la sorpresa ban ya la atenuación del rigor del monopolio, ya su
quizá del propio Lenin, cuya ausencia contribuyó mu- abolición pura y simple. El propio Stalin era partidario
cho a ello. Mientras Lenin perdía capacidad de traba- de una de estas tesis. Pero Lenin veía en ello un error
jo y la dirección de los asuntos se le escapaba cada capital, un golpe inadmisible a los intereses del país.
vez más de las manos, Stalin se afirmaba, adquiría sol- Según él, era no sólo imprudente, sino indudablemen-
tura, seguridad, muy a menudo en pugna con Lenin. te nefasto permitir que los exportadores extranjeros
Se rodeó de hombres de su conveniencia; durante la entraran en contacto directo con los hombres de ne-
guerra civil ya se había constituido una camarilla muy gocios privados del interior, los nepmany, puesto que
adicta a él. Algunos de los miembros del Buró Político entonces "los extranjeros van a llevarse todo lo que
ni siquiera se daban cuenta. Este fenómeno se hizo pa- posea algún valor". Pero el argumento más importante
tente con el examen del asunto llamado "del comercio se relacionaba con la realidad social básica de Rusia,
exterior", y más todavía a través de los meandros del el campesinado. Sin duda, los contrabandistas infrin-
conflicto georgiano, dos ocasiones en las que Lenin gían de todas formas el monopolio del comercio -los
tuvo que luchar contra sus compañeros de equipo, y partidarios de su debilitación insistían sobre este pun-
que reflejan todos los problemas del régimen en el mo- to-, pero, siempre según Lenin, sólo se trataba de un
mento del eclipse de su jefe supremo. puñado de especialistas, y sería algo completamente
distinto "tener que habérselas con todo el campesina-
El problema del monopolio del comercio exterior do, que se defenderá como un solo hombre y se batirá
se planteó con cierta gravedad hacia finales de 1921, contra el poder que intente privarlo de su propio in-
cuando Milutin, delegado soviético en las negociacio- terés". 6
nes de Riga, prometió la abolición de este monopolio." Lenin acumulaba pruebas para intentar convencer
No se sabe quién le dio instrucciones en este sentido, al Comité Central de sus puntos de vista. Unicamente
pero es probable que la mayoría de los jefes del Partido el mantenimiento rígido del principio del monopolio
intentaran arreglar este asunto dentro del espíritu ge-
neral de la Nep. Bukharin, Sokolnikov, Frumkin y 6 Carta secreta a Kamenev, del 3 de marzo de 1922, publicada
por primera vez en 1959 (Sotch., t. 44, pág. 247). Véase igualmente la
carta dirigida a Stalin, el 13 de octubre de 1922, publicada en 1950
" Sotch., 1. 44, págs. 562-563. (Sotch., t. 45, pág. 221).

54 55
permitiría conjurar la debilidad económica del país. tos en sentido contrario: Quizás es en esta ocasión
Era necesario considerar la capacidad del extranjero cuando Lenin descubre que el gensek no está total-
en ofrecer precios de sostén, sin hablar de las condi- mente de acuerdo con él y que le hace frente con una
ciones del mercado internacional, muy ventajosas en firmeza creciente. A la carta de Lenin, Stalin responde
sí mismas para el productor agrícola ruso. La menor lo siguiente: "En esta etapa, no me opongo a la prohi-
brecha abierta en la defensa acabaría por destruir la bición formal de las medidas que tiendan a debilitar el
débil industria nacional y ayudaría a establecer una monopolio del comercio exterior. Creo, sin embargo,
alianza entre las fuerzas del capitalismo internacional que la debilitación se hace inevitable".8 Las proposi-
y los hombres de negocios, por una parte, y el conjunto ciones de Lenin fueron adoptadas por el Buró Político
del campesinado ruso, por la otra, en contra del po- el 22 de mayo, pero, durante su prolongada ausencia
der de los soviets. a causa de su primera parálisis, los adversarios del mo-
En el mes de marzo, los argumentos de Lenin pa- nopolio logran, por fin, una victoria. Algunos días des-
recían triunfar, y el monopolio fue confirmado por pués del regreso de Lenin a sus tareas, en la sesión del
medio de una serie de decretos, pero no era más que Comité Central del 6 de octubre, son ratificadas por
una tregua. Lenin comprueba con inquietud que los el pleno las propuestas de Sokolnikov, tendentes a in-
medios gubernamentales y del Comité Central no ce- troducir notables derogaciones en el monopolio esta-
san de poner esta cuestión sobre el tapete y de impug- tal. Lenin, indispuesto, estaba ausente de la sesión, y
nar la solución adoptada formulando constantemente consideró esta decisión un golpe por la espalda. Según
nuevos proyectos de modificaciones legislativas. Estas su costumbre, se lanzó a la batalla para exigir que el
incesantes tergiversaciones perjudicaban en forma Comité Central revisara la decisión, y empezó a pre-
considerable las conversaciones de los delegados co- parar el terreno para tomar el desquite en la próxima
merciales soviéticos con los medios comerciales ex- sesión plenaria.
tranjeros. Krestins1.)', por entonces delegado en Berlín, Era necesario primero lograr el acuerdo del Comi·
lo señala así a Lenin. Los extranjeros, al creer que iba té Central para que la cuestión figurara de nuevo en
a ser abolido el monopolio del comercio exterior, pre- su próxima orden del día. Para lograr sus fines, Lenin
ferían probablemente esperar la posibilidad de entrar envía carta tras carta a los miembros del Buró Políti-
en contacto con los comerciantes privados antes que co, a los cekistas, los miembros del Comité Central, y
tratar con la incógnita que era entonces en este campo a los altos funcionarios, se reúne con Stalin y otras
el gobierno soviético. Lenin, irritado, acaba por exigir,
en una carta a Stalin, que el principio del monopolio 7 Carta a Stalin del 15 de mayo de 1922, desconocida hasta 1959
(So/ch., t. 45, pág. 188).
sea reafirmado y que sean prohibidos todos los proyec- 8 lbíd., pág. 548.

56 57
personalidades, busca apoyos activamente, y a menu- esta segunda cuestión y se contentó con dar a enten-
do en forma discreta, entre los miembros más impor- der que estaba dispuesto a hacer concesiones. Logrado
tantes del gobierno. Desde su retorno al trabajo, esta un acuerdo de principio sobre 10 esencial, Lenin in-
acción le ocupa la mayor parte de su tiempo. Hecho sistió, en términos cada vez más cordiales, para que
significativo: el 11 de octubre invita a Trotsky a con· Trotsky se encargara de la defensa de su tesis común,
ferenciar con él, especialmente de este problema. Dos cualesquiera que fueran sus divergencias con respecto
días más tarde envía una carta urgente al Buró Po- al Gosplan: "En cualquier caso, te ruego que en el
lítico en la que exige en términos categóricos la revi· próximo pleno tomes a tu cargo la defensa de nuestro
sión de la decisión. El Buró se ve obligado a ceder algo común punto de vista".'o Del 12 al 15 de diciembre,
de terreno: decide poner a votación del Comité Cen- los dos hombres intercambian una abundante corres-
tralla demanda de Lenin. Una vez más, Stalin añade pondencia entre ellos, así como con algunos altos fun-
una nota a la carta de Lenin: "La carta del camarada cionarios adictos a la tesis de Lenin, el cual, no hay
Lemn no me ha hecho cambiar de opinión en cuanto que olvidarlo, se dispone a dejar sus ocupaciones. En
a 10 acertado de la decisión del pleno [ ... ] en lo que caso de fracaso, queda acordada una táctica: se vol-
respecta al comercio exterior". 9 Sin embargo, al fin verá a la carga ante la fracción comunista del próximo
cede y, como la mayoría de los cekistas, da su confor- congreso de los Soviets y, más tarde, ante el congreso
midad para un nuevo examen de la cuestión, "vista del Partido.
la insistencia del camarada Lenin". La mayoría del El 15 de diciembre, Lenin expone sus conclusio-
Comité Central se pliega, pues, al ruego apremiante nes: "Camarada Trotsky, creo que hemos llegado a
de Lenin, quien, en espera de la sesión, maniobra para un acuerdo en todo; te ruego anuncies al pleno nues-
movilizar a los adictos y para "trabajar" a los miem- tra solidaridad". En una posdata añade que rechaza
bros del Comité Central, pero su estado de salud se con firmeza toda tentativa de tergiversar y de aplazar
agrava y él sabe que no podrá asistir a este pleno. el debate con el pretexto de su enfermedad y en espera
Consciente de que Trotsky es también un defensor del de que él mismo participe en la discusión. "El aplaza-
monopolio, el 12 de diciembre le propone hacer causa
común con éL Trotsky respondió en el acto, pero apro- 10 La primera carta de Lenin a Trotsky a propósito del monopo-
lio fue escrita el 12 de diciembre. Trotsky contestó el mismo día. El
vechó esta ocasión para plantear su antigua idea de día siguiente, Lenin le escribe de nuevo haciendo constar su acuerdo
reforzar el papel del Gosplan, especialmente en la re- en cuanto al monopolio, pero demostrando sus dudas en lo que res..
pecta al problema del Gosplan. Estas cartas fueron publicadas por
gulación del comercio exterior. Lenin prefirió aplazar Trotsky en La Révolution défigurée (De la Révolution, París, Les Edi·
lions de Minuit, 1963), págs. 155-158. Esta correspondencia está publi-
9 Citado por FOTIEVA. lz vospominanij o Lenine, Moscú, 1964, cada en la actualidad en Sotchinenija, tomos 45 y 54, excepto una carta
págs. 28-29. La carta se reproduce en el anexo IV. que figura en el texto de Trotsky.

58 59
decía, de "que Trotsky defendería sus opiniones tan
miento, que hace totalmente inestable nuestra l?olític.a bien como 10 hubiera hecho él mismo".14 Tales pala-
en uno de los campos vitales, me preocupa dIez mil
bras no podían menos que aumentar la tensión y hacer
veces más." 11 El mismo día, en una carta dirigida a
crecer la desconfianza y las envidias en el seno del
Stalin y a los otros miembros del Comité Central,
Buró Político.
anuncia que ha tomado las disposiciones necesarias El 18 de diciembre, el Comité Central reunido en
para retirarse, pero -y esto debió causar sensación
sesión plenaria anulaba su acuerdo precedente, q.ue
entre los cekistas- también declara: "He concluido
tantos trabajos e inquietudes había costado a Lenm.
un acuerdo con Trotsky sobre la defensa de mis opi-
Stalin había cedido en toda la línea. Ya entonces, éste
niones respecto al monopolio del comercio exterior". 12
era su procedimiento preferido cuando se sentía en
Tanto en el Comité Central como en el Buró Po- posición de inferioridad. Lenin, ya guardando cama,
lítico, el problema de la sucesión preocupaba secreta- satisfecho del éxito logrado, felicitó calurosamente a
mente a los dirigentes. Trotsky, que acababa de ganar Trotsky: "Se diría que la fortaleza ha sido tomada a
puntos gracias a Lenin, no logró más que suscitar una mansalva, por medio de una simple maniobra; propon-
mayor hostilidad entre los antiguos compañeros de go no detenerse ahí y seguir la ofensiva" .15 Más ade-
éste en la emigración o los antiguos militantes clan- lante podrán verse las consecu~ncias de esta carta, qu~
destinos del interior. Los "viejos", a los ojos de los hizo perder los estribos a Stal1n. Por el momento, li-
cuales Trotsky sólo era un intruso arrogante e inso- mitémonos a extraer algunas conclusiones de esta "ba-
portable, cerraron sus filas después de la carta de talla del monopolio".
Lenin. En el curso de estas jornadas empezaron a apa- Puede advertirse en primer lugar que, si bien Le-
recer los perfiles del futuro triunvirato Stalin, Kame- nin preveía una larga duración de la Nep, no era por
nev Zinoviev fundado sólo en la aversión que sentían
" ~ .
hacia Trotsky y en el deseo de cerrarle el camIlla haCIa
ello menos consciente de los peligros que hacía gravi-
tar sobre el régimen. La alianza con el campesinado
el poder. 13 Lcnil1, en realidad, había ido todavía más no podía obtenerse sin hacerle concesiones, pero, por
lejos en otra posdata de su carta, donde reafirmaba su otra parte, no se podían hacer concesiones sin mante-'
oposición a todo aplazamiento, seguro como estaba, ner ciertos cerrojos' de seguridad. Por lo tanto, nada
11 Sotch., 1. 54, págs. 325·326. de libertad del comercio exterior. Esta libertad priva-
12 So/ch., t. 45, pág. 338. ría al poder de todo medio de controlar los precios y
13 No podemos estudiar aquí las relaciones entre Trotsky y los al productor campesino. Tampoco había necesidad de
otros miembros del Buró Político durante la enfermedad de Lenin. Pue~
den leerse los capítulos que hacen referencia a eHo en DEUTSCHER, Le 14 So/ch., t. 45, pág. 339.
Prophete désarmé; CARR, The lnterregnum, 1923·1924, y DANIELS, The 15 So/ch., t. 54, págs. 327-328.
Conscience 01 the Revolut{on. Harvard University Press, 1960.
61
60
dar libertad política al campesinado: "Sin capitalismo, Cuando es necesario, Lenin llega incluso a organizar
el campesinado no puede vivir ni producir, mientras a los partidarios de sus tesis en una forma que hubiera
que sí puede hacerlo, nosotros lo afirmamos, sin escu- podido tacharse de fraccionaria, si alguien hubiera
char la propaganda de los socialistas revolucionarios osado blandir contra él una acusación semejante. Sin
y de los mencheviques" . Lenin en este campo no quie- embargo, los métodos utilizados habrían parecido en-
re embaucar a nadie ni practicar la demagogia. "No teramente corrientes en un contexto distinto a aquel
prometemos libertad ni prometemos democracia". Ad- donde estaban prohibidas las fracciones. Se dice a
virtamos que esta denegación es provisional: "En menudo que Lenin era el "amo de Rusia". Es indis-
efecto, no serán concedidas libertades mientras no es- pensable puntualizar que no era un dictador dentro de
temos afianzados definitivamente contra los ataques de su Partido, sino más bien un jefe. Su dirección era in-
la burguesía". 16 contestable e incontestada, pero exigía de él un cons-
Segundo punto que el estudio del asunto del co- tante esfuerzo de pensamiento y de organización; de-
mercio exterior nos ha permitido esclarecer: ¿cuál era bía actuar como si tuviera que reafirmarla y reconquis-
la naturaleza de la dirección leninista? Se ve clara- tarla cada día.
mente que las opiniones y los proyectos de Lenin no Un año de enfermedad no le hace, ciertamente,
son adoptados automáticamente; a menudo se ve obli- perder su prestigio, pero debilita su dominio real sobre
gado a luchar contra otros miembros de la Dirección, los asuntos. Oponerse a Lenin se convierte en un me·
que en esta época sigue siendo auténticamente colec- dio de afirmarse, medio del que Stalin no se priva en
tiva, a pesar de la posición preeminente que Lenin el curso del año en cuestión. En realidad, lo utiliza
ocupa en ella: los otros miembros del Buró Político con mucha más frecuencia de lo que creíamos antes de
en primer lugar, pero asimismo otros cekistas, pueden algunas recientes revelaciones soviéticas. Si llega el
hacer prevalecer sus opiniones y luchar para obtener caso en que Lenin es minoritario en alguna cuestión
la mayoría. Lenin, al igual que los otros, debe, en caso que juzga primordial, busca la ayuda de Trotsky con-
de litigio, buscar apoyos, maniobrar y persuadir, para tra Stalin y otros jefes; y es a él a quien se dirige cuan-
que sus proposiciones sean aceptadas, sin que tenga do se encuentra en algún apuro. El segundo conflicto
asegurado por anticipado el éxito final. Gracias a su que vamos a examinar ilustra todavía mejor estos fe-
inmenso prestigio, a su capacidad táctica y a su poder nómenos.
persuasivo, triunfaba, es verdad, en la mayoría de los
casos en que estaban en juego problemas de principio.
16 Sotch., 1. 45, pág. 120 Y t. 44, pág. 54.

62 63
Las tres repúblicas caucasianas, que nos interesan
aquí particularmente, no habían pasado a ser soviéti-
cas hasta el transcurso del año 1920, y sólo en 1921
por 10 que respecta a Georgia, después de su conquista
por el Ejército Rojo con la complicidad más o menos
CAPÍTULO IV amplia de los comunistas locales y de la población
obrera rusa, preponderante en los centros industriales
STALIN, TROTSKY y LOS GEORGIANOS del país. Ordjonikidze había sido a la vez el responsa-
ble político y el jefe militar del frente caucasiano du-
rante la guerra civil. Fue él quien conquistó mili-
En los años 1920-1921, las relaciones entre tarmente las repúblicas caucasianas para el régimen
las seis repúblicas nacionales (Ucrania, Bielorrusia, soviético. Después de la guerra, permaneció allí y re-
Georgia, Azerbaidján, Armenia y Federación Rusa- presentó a Moscú en la región, como jefe del buró
R.S.F.S.R.), aun sin estar definidas con claridad, es- caucasiano del Partido, Kavbjuro. En 1921, Lenin,
taban reguladas por una serie de tratados bilaterales por razones de eficacia, apremia al Kavbjuro para que
entre la Federación Rusa y cada una de las otras cinco proceda a la unificación económica de las tres repú-
repúblicas. En virtud de estos tratados, se había esta- blicas, sobre todo en lo que respecta a las comunica-
blecido una colaboración en los campos de la econo- ciones, los correos y el comercio exterior, dentro del
mía, la defensa y la política extranjera. Todos los go- marco de una Federación Transcaucasiana, en que la
biernos de las repúblicas poseían una estructura dirección regional del Partido será rebautizada con el
paralela a la del gobierno de Rusia. La dirección cen- nombre de Zakkrajkom. Ordjonikidze se consagra con
tral del Estado se ejercía prácticamente por medio de celo a esta tarea, en la que despliega toda la experien-
los Comités Centrales de los Partidos de cada repú- cia adquirida y algunos de los métodos aprendidos en
blica, que dirigían los gobiernos locales, pero que es- el curso de la guerra civil y las conquistas. Ahora bien,
taban sometidos a la autoridad del Comité Central y aunque él mismo es georgiano, choca con la oposición
del Buró Político con sede en Moscú a través de los del Comité Central de los comunistas de Georgia que,
lazos de disciplina interna del Partido. Segundo fac- aun aprobando la consolidación de los lazos con Rusia
tor de cohesión que reforzaba la seguridad del régi- y el sistema soviético, velaba por la salvaguardia de
men: la centralización del ejército, aunque las repú- los atributos de la independencia nacional.
blicas estuvieran implícitamente autorizadas a dispo- Deseosos de obtener apoyo popular en este Cáu-
ner de unidades militares propias. caso donde los sentimientos nacionales y nacionalistas
65
eran tenaces y habían sido reavivados recientemente Los georgianos saboteaban cuanto podían las me-
por la experiencia de la independencia bajo un gobier- didas adoptadas por Ordjonikidze para realizar la in-
no menchevique que acababa de ser derrocado por la tegración económica de las tres repúblicas. Situaron
fuerza, los comunistas georgianos, con un equipo diri- guardias militares en las fronteras de la República de
gente valioso, afirmaban con más fuerza que cualquier Georgia, exigieron permisos de residencia, etc. 2 Mien-
otro grupo nacional del Partido el principio de la In- tras Ordjonikidze se preparaba para volver a la carga,
dependencia dentro del marco del sistema soviético. los georgianos hicieron aprobar por su comité militar
Por otra parte, la oposición de los georgianos a Ordjo- revolucionario y después por el congreso de los soviets
nikidze se exacerbó particularmente a causa de sus de su república, unas resoluciones solemnes sobre la
maneras de procónsul, que hacía poco caso de las opi- inviolabilidad de su independencia nacional, cuyo ca-
niones de los responsables locales. Opiniones tan re- rácter anti-federacionista no estaba ni siquiera disimu-
sueltas y firmes, que Lenin tuvo que admitir a finales lado. Sin embargo, en el mes de marzo, Ordjonikidze,
del año 1921 que el proyecto era prematuro y que era haciendo caso omiso de la oposición georgiana y
preciso preparar primero el terreno por medio de una contando con los dirigentes más dóciles de Armenia
campaña de propaganda entre la población.' Se inten- y Azerbaidján, proclamó el proyecto de constitución
sificaba el enfrentamiento entre el representante del de la Federación, proyecto que, a la vez que prometía
Comité Central de Moscú, vigorosamente apoyado por la salvaguardia de la soberanía de las repúblicas,
Stalin, cuyo peso político aumentó gracias a sus nue- anunciaba la creación de un gobierno federal. La ten-
vas funciones de gensek, y los cekistas georgianos, ya sión entre Stalin y Ordjonikidze por una parte y los
que éstos también gozaban de un apoyo, el del pres- cekistas georgianos por otra, aumentó todavía más.
tigioso Makharadze, hasta entonces partidario del Los representantes de Moscú declaraban en sus dis-
Zakkrajkom. Mak:haradze era conocido por su inter- cursos que las tendencias nacionalistas de los cekistas
nacionalismo, quc en un tiempo le había llevado a georgianos debían ser "quemadas con hierro canden-
combatir el principio de autodeterminación de las na- te" .3
ciones tan caro a Lenin; no podía ser acusado fácil- Esta lucha obstinada y llena de peripecias prosi-
mente de "desviación nacionalista", pecado que en- guió a lo largo del año 1922 y sus ecos llegaron con
tonces era reprochado de continuo a los georgianos frecuencia hasta Moscú. Este asunto, el de más grave-
por Stalin y Ordjonikidze. dad pero no el único, originado por el complicado
ordenamiento de las relaciones entre las repúblicas,
1 El problema nacional y las relaciones entre la Rusia Soviética
y las Repúblicas del Cáucaso son tratados en detalle por RICHARD PI- 2 FOTlEVA. op. cit., pág. 54.
PES, The Formation Di the Soviet Unían, Cambridge. Massachusetts. 3 lbíd.
Harvard Ulliversily Press, 1964. capítulos 5 y 6.
66 67
que se planteaba en un momento en que el Estado So-
viético empezaba a entrar en la arena internacional, propio Stalin redactó, con mano maestra, la resolución
incitó a los dirigentes a normalizar y clarificar el de esta comisión relativa a las relaciones mutuas entre
conjunto del sistema de política nacional del pais. El la R.S.F.S.R. y las repúblicas independientes, proyec-
10 de agosto de 1922, el Buró Político requirió al to llamado "de autonomización", que preveía la inclu-
Orgbjuro a fin de constituir una comisión que prepa- sión pura y simple de estas "repúblicas independien-
rara, para la próxima sesión del Comité Central, un tes" en la Federación Rusa como "repúblicas autóno-
proyecto de reglamento de las relaciones de la Fede- mas". El proyecto estipulaba, además, que el gobierno
ración Rusa con las otras repúblicas. Lenin estaba en- de la República Rusa, su V.C.I.K. (Comité Ejecutivo
fermo y controlaba cada vez menos los asuntos. La Central) y su Sovnarkom constituirían en lo sucesivo
prisa de los dirigentes era evidente, y es posible que el gobierno del conjunto:
incluso tuvieran una idea precisa de las conclusiones El texto de Stalin fue enviado a los Comités Cen-
a que debían llegar, puesto que la comisión quedó for- trales del Partido de las repúblicas; mereció la aproba-
mada el día siguiente al de la decisión del Buró Polí- ción de los de Azerbaidján y de Armenia, dirigidos por
tico. Su composición no deja de ser interesante. Figu- hombres incondicionales, pero en el resto fue mal re-
raban en ella Stalin, Kuybychev, Ordjonikidze, Ra- cibido. El Comité Central de Bielorrusia respondió
kovsky, Sokolnikov, y probablemente también Molo- que prefería unas relaciones basadas como hasta en-
tov, que presidió una de las sesiones, como represen- tonces en tratados bilaterales. Según nuestras fuentes,
tantes centrales, y por las repúblicas: Agamali-Ogly Ucrania no habría tomado posición, pero no se nos ex-
(~zerbaidján), Mjasnikov (Armenia), Mdivani (Geor-
plica el por qué.· La respuesta de los georgianos fue
g¡a), Petrovsky (Ucrania) y Tcherviakov (Bielorrusia)! clara: estaban en contra. La sesión de su Comité Cen-
A la cabeza de la comisión se encontraba, natural- tral del 15 de septiembre decidió: "La unificación
mente, Stalin, como comisario para las nacionalidades, propuesta sobre la base de las tesis del camarada Sta-
cargo que conservaría todavía aproximadamente un lin bajo la forma de una autonomización de las repú-
año. Investido de sus funciones de gensek, podía en blicas independientes debe considerarse prematura.
la actualidad influir en la composición de las comisio- Por el contrario, la unificación de los esfuerzos eco-
nes constituidas por el Buró Político. En efecto, vemos nómicos y de la política común debe considerarse
que en el seno de la comisión que comentamos sus indispensable, pero salvaguardando todos los atribu-
amigos políticos ocupan un lugar preponderante. El tos de la independencia".1 Esta resolución, tomada
4 Según las notas del Instituto del Marxismo·Leninismo publica. 5 En el anexo 1 se encontrará el proyecto de Stalin.
das en las Sotchncnija, págs. 556-560. 6 Sotch., t. 45, pág. 556.
1 lbíd.
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por unanimidad menos un voto, provocó una réplica sesiones sucesivas. Sólo el segundo párrafo, en el que
inmediata de Ordjonikidze y de su Zakkrajkom, que se estipulaba que el gobierno de la Federación Rusa se
adoptó de inmediato una resolución favorable al pro- convertiría en el gobierno del conjunto de las Repúbli-
yecto de Stalin y, todavía más, utilizando su superiori- cas, encontró cierta oposición: abstención del delega-
dad en la jerarquía del Partido, ordenó al Comité do de Ucrania, Petrovsky, y voto en contra de Mdiva-
Central georgiano que se ajustara a las órdenes de ni. En realidad, este éxito era sólo aparente; el autén-
Stalin y no hiciera públicas sus divergencias con Mos- tico sentir de los delegados iba a revelarse con ocasión
cú. s Siempre según la misma fuente, ésta no era la del examen de los problemas secundarios. Es probable
primera vez que se intentaba poner a los georgianos que nadie deseara desafiar a los representantes del
ante el hecho consumado; ya había sucedido así cuan- Buró Político y del Orgbjuro en el peligroso terreno
do se decidió invadir Georgia y acabar con el gobierno de una cuestión de principio. Pero, cuando Petrovsky
menchevique sin prevenir a los comunistas locales. En propuso que el proyecto fuera sometido otra vez a la
el caso presente, incluso antes de que sus proyectos discusión de los obkomy, los comités regionales del
sobre la autonomización fueran discutidos, Stalin ha- Partido en las repúblicas, su enmienda, que apenas
bría telegrafiado, según parece, a Mdivani el 29 de ocultaba la voluntad de aplazar la decisión y quizá de
agosto de 1922 para anunciarle que a partir de enton- enterrarla, obtuvo cuatro votos sobre nueve, entre los
ces las decisiones de las esferas gubernamentales supe- cuales estaba el de un "incondicional" de Moscú, Aga-
riores de la R.S.F.S.R. (V.C.I.K., Sovnarkom y S.T.O., maly-Ogly, que se había unido a los de Mdivani, Pe-
el Consejo de Trabajo y de Defensa) tenían fuerza trovsky y Tcherviakov, lo que demuestra la verdadera
obligatoria para todas las repúblicas. Una iniciativa amplitud de la oposición de las repúblicas a la auto-
de esta índole sólo podía hacer más categórico el nomización; sobre seis, al menos cuatro estaban en
niet de los georgianos a la totalidad del proyecto. contra, en diversos grados. Una vez rechazada su mo-
La comisión se reunió de nuevo el 24 y 25 de sep- ción, Petrovsky exigió que constara en el protocolo la
tiembre, una vez registradas en Moscú las reacciones mención de que Ucrania todavía no había tomado po-
de los Comités Centrales de las repúblicas. La propo- sición sobre el proyecto global. El juego de los ucra-
sición de Stalin fue aprobada globalmente. Hubo una nianos era muy evidente: no osaban o no querían
sola abstención, la del delegado de Georgia, Mdivani. todavía atacar de frente el texto de Stalin -quizá de-
La discusión párrafo a párrafo no ocasionó demasia- seaban sondear el terreno y conocer primero la posi-
das dificultades a Stalin y Molotov, presidentes de las ción de Lenin y las relaciones de fuerzas en el seno del
Buró Político y del Comité Central-, pero, según el
8 PIPES, op. cit., págs. 271-272. historiador norteamericano Pipes, el 3 de octubre,
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unos días después de las sesiones de la comisión su impulsado a rechazar el proyecto de autonomización
Comité Central votó por mantener relaciones co~ la y a proponer una solución diferente. Es preciso llegar,
RS.F.S.R dentro del marco de las proposiciones de dice, a "una Federación de Repúblicas con igualdad
la comisión Frunze, es decir dentro del marco de la de derechos". Para mejor garantizar esta igualdad, ta-
independencia, del statu qua. cha del proyecto de Stalin el párrafo relativo a la ad-
. Entretanto, Lenin, convaleciente pero vivamente hesión de las repúblicas a la RS.F.S.R, y en su lugar
mteresado en el problema, pidió a Stalin informes so- preconiza "una unificación formal conjuntamente con
bre la marcha de los trabajos de la comisión. Los ob- la RS.F.S.R, dentro de una Unión de Repúblicas So-
tuvo el 25 de septiembre; Stalin le facilitó todo el viéticas de Europa y Asia" .
expediente. La reacción de Lenin no se hizo esperar. El gobierno ruso no será el gobierno de la Unión.
En la carta que dirigió el día siguiente a Kamenev, su Lenin propone la creación de un Comité Ejecutivo Fe-
segundo en el Sovnarkom, y no directamente a Stalin, deral de la Unión de Repúblicas Soviéticas, así como
n.amaba la atención de este último sobre la importan- de un Sovnarkom federal, órgano nuevo, que englobe
CIa del asunto y pedía que le dedicara una profunda también el gobierno particular de Rusia. Así nace el
n~fl~xión. Lenin no se siente alarmado por los aconte- proyecto que pronto va a denominarse U.RS.S. Des-
ClIDlentos concretos, ni por los métodos empleados pués de su carta a Kamenev, que debía comunicarse
para la ejecución, ya iniciada, del proyecto. El conflic- asimismo a los otros miembros del Buró Político, Le-
to georgiano no le interesa todavía en cuanto a tal nin, desde su casa de campo de Gorki, va a seguir aten-
y, a pesar de sus frecuentes conversaciones con todos tamente en 10 sucesivo el desarrollo de la cuestión. El
los protagonistas del asunto, prevalece la impresión de 29 de septiembre, recibe a Ordjonikidze, y el día si-
que seguía fiándose de las informaciones proporciona- guiente se reúne con los cekistas georgianos: Okudja-
das po~ S.talin y su amigo Ordjonikidze. Se tienen prue- va, Dumbadze y Minadze, enviados por los georgianos
bas adlclOnales de ello al mes siguiente. En su car- a Moscú para oponerse a Stalin. Es probable que Le-
ta, Lenin habla de Mdivani como de alguien "que se nin tuviera que decepcionarlos, pero al menos los es-
sospecha que es un nezavisimest", es decir un nacio- cuchó.
nalista, en sentido peyorativo, pero no asume formal- Durante este tiempo, Stalin se comporta efectiva-
mente esta acusación por su cuenta, y, por otra parte, mente como un hombre con prisas. Seguro de la razón
encuentra a Stalin "algo precipitado". 9 Por 10 tanto es de su punto de vista y decidido a establecer un hecho
por razones de principio y no de hecho que Lenin s; ve consumado, comunica, sin esperar la opinión de Le-
nin, los resultados de los trabajos de la comisión a to-
9 La carta de Lenin se reproduce en el anexo II. dos los miembros del Comité Central, como material
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de su próxima sesión, que debía tener lugar el 6 de R.S.F.S.R., es a mi entender inaceptable. La coexi~­
octubre. La carta de Lenin que contenía un proyecto tencia de dos Comités Centrales Ejecutivos en Moscu,
de unión de las Repúblicas Soviéticas de Europa y Asia de los que uno será sin duda la Cámara.Alta y el otro
no era a sus ojos más que una injerencia del "viejo" la Cámara Baja, originará roces YconflIctos. [... ]
en un campo donde él, comisario para las Nacionali- Párrafo 4. A propósito del párrafo 4, el camarada
dades, había adquirido una sólida reputación y garan- Lenin, a mi entender, se «ha precipitado un POCO» al
tizaba la marcha sin tropiezos de los asuntos de su reclamar la fusión de los comisariados de finanzas,
incumbencia, que los georgianos no podían tener la abastecimiento, trabajo y economía pública con los
pretensión de perturbar en forma duradera. La inter- comisariados federativos. Apenas cabe duda de que
vención de Lenin irritó a Stalin, pero no le impresionó. esta precipitación servirá a los «independi~ntes» en
En ocasión de una de las sesiones del Buró Político detrimento del liberalismo nacional de Lenm.
probablemente, Stalin y Kamenev intercambiaron dos Párrafo 5. La modificación del párrafo 5 solicita-
breves notas referentes al memorándum de Lenin. da por Lenin es a mi entender superfiua." 11
Nota de Kamenev: "Ilitch toma las armas para
defender la independencia" . Stalin devuelve a Lenin golpe por golpe, no sin
Respuesta de Stalin: "Creo que hay que mostrarse caer en la ligereza y en la demagogia. La acusaci~n,
firmes contra Lenin" .'0 bastante moderada en conjunto, formulada por Lemn,
Esto es 10 que ahora hacía, dejando a un lado su de haberse precipitado un poco, le es devuelta, y ~ta­
habitual prudencia. Al comunicar el texto de Lenin a lin añade una reprobación de principio con este "l.lbe-
los miembros del Buró Político, agregó al mismo una ralismo nacional" de que le acusa. Pero no se detIene
carta, el 27 de septiembre, en la que no ocultaba su ahí' en previsión de los contraataques de Lenin, le
opinión y acusaba claramente al jefe del Sovnarkom deciara culpable de un centralism? pr~~?z qu~ es exac-
de un "liberalismo nacional" que no dejaría de esti- tamente lo contrario del pretendIdo liberalIsmo na-
mular a los separatistas. Citemos un extracto de esta cional". Stalin, en cierto sentido, se retrata por entero
carta, de la que poseemos una parte: en esta carta. Por su manera de argumentar, se com-
prueba que, para él, la táctica se antepone .a cualquier
"Párrafo 2. La modificación aportada por Lenin otra consideración. Así, no creyó necesano defender
al párrafo 2, en que propone la creación de un Comité
11 Esta carta es reproducida por Trotsky e~ La Révolulio,! dé·
Ejecutivo Central de la Federación, paralelo al de la figurée (De la Révolulion, págs. 160-161). El .Ins(¡(¡¡(o del MarXIsmo·
Leninismo no la reproduce, pero confIrma su eXlst.encla y las acusaClOnes
10 V. l. Lenin. Biografia, Moscú, 1963, pág. 611. de Stalin contra el "liberalismo nacional" de Lemn.
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más allá unas opiniones que, sin embargo, había ex- dito diente, lo devoraré con todos mis dientes sanos. Es
puesto en tono tan tajante. Comprendiendo que ten- absolutamente preciso que
dría minoría en el Comité Central, cedió en toda la un ruso
linea y transformó su proyecto de autonomización en un ucraniano
un proyecto de unión, en el sentido de las enmiendas un georgiano, etc.
de Lenin. El nuevo texto, firmado con los nombres de presidan por turno
Stalin, Molotov, Ordjonilddze y Miasnikov, fue envia- el C.I.K. de la Unión.
do a los miembros del Comité Central sin señalar las ¡i\bsolutamente!
diferencias que había respecto al anterior. Los redac- Tuyo Lenin."'3
tores del volumen 45 de las Obras de Lenin dicen que
estas diferencias "fueron escamoteadas". La introduc- Gracias a la autoridad de Lenin, cuyas concepcio-
ción al nuevo proyecto pretendía con toda tranquili- nes parecían ser aceptadas por todo el mundo, el Ca;
dad que sólo se trataba de una "formulación ligera- mité Central adoptó el proyecto globalmente y confio
mente modificada, más precisa" que la del Orgbjuro, a una nueva comisión la tarea de elaborarlo con más
la cual había sido "correcta en principio y plenamente detalle para la próxima sesión. Mdivani, present~ ~~
aceptable" .'2 aquella sesión, no se opuso al proy~cto, p~ro eXl~lo
Ignoramos si Lenin leyó la carta de censura de que Georgia, a semejanza de Ucra~a y Ble!orrusla,
Stalin y el preámbulo del proyecto refundido por el fuera admitida en la Unión como rnrembro mdepen-
gensek. Tampoco participó en la sesión del Comité diente y no a través de una Federación de Transcau-
Central que, el 6 de octubre, ratificó la nueva versión. casia que Ordjonikidze y Stalin seguían preconizando.
Pero, dato curioso, movido por un impulso del que El Comité siguió adelante sin preguntarse qué sentido
ignoramos la razón inmediata, el día de la sesión hizo tenía la Federación Transcaucasiana dentro del marco
pasar a Kamenev una pequeña nota que no iba a ha- del nuevo proyecto. En realidad, era la prosecución
cerse pública hasta quince años después. No sin cierto de una venganza personal en la que Stalin y Ordjoni-
humor, Lenin exclama: kidze habían comprometido todo su prestigio. Para
estos dos georgianos, se trataba de hacer prevalecer
"¡Camarada Kamenev! Yo declaro la guerra, no su razón sobre la razón de otros georgianos, y el si-
una lencio de Lenin sobre este punto no podía dejar de
. . pequeña guerra sino una guerra a muerte ' al chau- alentarlos. Los georgianos protestaron una vez más
VIlllSmo gran-ruso. Cuando me haya librado de mi mal-
12 So/ch., t. 45, pág. 559. El texto de la3 resoluciones finales se
reproduce en el anexo ID. 13 lbíd., pág. 214.

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ante Moscú contra la Federación Transcaucasiana. Se tió sus demandas a Lenin, éste, que todavía no veía
granjearon una dura respuesta de Stalin, en la que afir- contradicción alguna entre sus principios "unionis-
maba que el Comité Central había rechazado su pro- tas", su resolución de combatir el chauvinismo gran-
testa por unanimidad. 14 Surgió entonces una nueva ola ruso y la política practicada respecto a Georgia, res-
de protestas más violentas en forma de reuniones clan- pondió de inmediato con un telegrama glacial e irri-
destinas e incluso públicas, en el curso de las cuales tado:
los georgianos no cesaron de proclamar y reafirmar su
independencia. "21/1O/22 (cifrado)
Ordjonikidze comenzó a emplear recursos extre- TBILISSI, al C.C. del P.c.G., Tsintsadze y Kavta-
mos. Con la caución del Secretariado de Moscú, de la radze (copias al miembro del Comité Central Ordjo-
que se beneficiaba constantemente, alejó de Georgia a nikidze y al secretario del Zakkrajkom Orahelachvili).
los partidarios del Comité Central de esta república, Asombrado por el tono indecente de la nota por
ordenándoles por vía disciplinaria que abandonaran la comunicación telefónica directa firmada Tsintsadze y
región y se pusieran a disposición del Comité Central otros, que me ha sido transmitida no se sabe por qué
de Moscú." 0 Cuando, a su regreso de la capital, donde por Bukharin y no por uno de los secretarios del Co-
había seguido el desarrollo del asunto por cuenta del mité Central. Estaba persuadido de que todas las di-
Comité Central georgiano, los tres emisarios enviados vergencias habían sido extinguidas por las resolucio-
por esta república presentaron su informe, el Comité nes del pleno del Comité Central, con mi participación
Central georgiano, por gran mayoría, confirmó su exi- indirecta y la participación directa de Mdivani. Por
gencia de adherirse en forma directa a la Unión. Al este motivo condeno resueltamente las invectivas diri-
mismo tiempo, Makharadze y Tsintsadze enviaban gidas a Ordjonikidze e insisto en que vuestro conflicto
cartas personalcs a Bukharin y a Kamenev, esperan- se transfiera, en un tono decente y leal, para ser re-
do bloquear de esta forma la aceÍón de Stalin. No tar- sueIto por el Secretariado del C.C. del P.c.R., al que
daron en ver defraudadas sus esperanzas: sus dos nue- transmito vuestra declaración por comunicación tele-
vos interlocutores hablaban el mismo lenguaje que el fónica directa.
Secretariado; respondieron con nuevas acusaciones de Firmado: Lenin." 6
nacionalismo e insistieron en la necesidad de someter-
se a la disciplina. Una decepción más amarga todavía Lenin estaba, pues, tan seguro del valor de sus in-
esperaba a los georgianos. Cuando Bukharin transmi- formaciones sobre el asunto que remitía la queja con-
14 PIPES, op. cil., pág. 274.
tra Ordjonikidze y Stalin a manos de... ¡Stalin!
15 FOTIEVA, op. cit., pág. 49.
16 Sotch., t. 54, págs. 299-300.
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Al término de su paciencia, desesperando de en-
contrar justicia en Moscú, exasperados por las "de- miembro del Buró Político. lB El "impetuoso Sergo"
portaciones" ordenadas por Ordjonikidze, los cekistas (Ordjonikidze) se creía invulnerable. Pero, esta vez,
georgianos dieron un paso sin precedentes: el 22 de una queja contra él y una demanda de apertura de ex-
o?t:rbre presentaron su dimisión colectiva. 17 Ordjo- pediente llegadas a Moscú con la firma de Makharadze
mkidze probablemente no esperaba otra cosa. Su y otras personalidades, no podían ser ignoradas. 19
Zakkrajkom nombró de inmediato un nuevo Comité Aunque se obstinan en defender "la línea justa en
Central compuesto de jóvenes incompetentes y dóci- principio del Zakkrajkom" y en fustigar "las posicio-
les, que aceptaron sin pestañear la Federación. El Se- nes esencialmente incorrectas" del Comité Central
cretariado de Moscú se apresuró a aceptar la dimisión georgiano, que en sus comentarios designan con el
de los antiguos cekistas y los nuevos nombramientos. nombre de "grupo de Mdivani", los presentadores de
Sin embargo, el absceso no estaba todavía resuelto. las Obras de Lenin, en su última edición, enumeran,
Los miembros del Comité Central dimisionario no sin embargo, una serie impresionante de "errores co-
habían renunciado a la lucha. El cambio de equipo metidos por Ordjonikidze": "No dio pruebas de la
no hacía otra cosa que subrayar la impopularidad de flexibilidad y prudencia necesarias en la dirección de
Ordjonikidze en su país natal. Este experimentaba por la política nacional del Partido en Georgia, adoptó
esta causa la más viva irritación, tanto más cuanto las métodos administrativos, tomó con excesiva rapidez
medidas concretas de puesta en obra de la Federación determinadas medidas y no siempre tuvo en cuenta las
progresaban demasiado lentamente para su gusto, sa- opiniones y los derechos del Comité Central del Par-
boteadas por los partidarios de la independencia de tido Comunista de Georgia. Tampoco mostró un ade-
Georgia. Los incidentes, las intrigas, las quejas a Mos- cuado dominio de sí mismo en sus relaciones con el
cú se multiplicaban. grupo de Mdivani". 20
En el curso de una de estas confrontaciones Ord- Lenin empieza entonces a inquietarse. Lo que pa-
jO~lÍkidze perdió el control de sí mismo: golpeó ~ otro rece le alarmó de repente fue, al parecer, una carta del
miembro del Partido, adicto a Mdivani. El hecho su- georgiano Okudjava, cekista dimisionario, en la que
.c~dió durante una sesión privada en casa de Ordjoni- acusaba a Ordjonikidze de haber proferido amenazas
kidze. Estaba presente Rykov, adjunto de Lenin y contra los comunistas de Georgia. 2l Cuando el Buró
Político le hizo llegar, al objeto de que votara, los
17 F ., nombres de los miembros de la comisión investigadora
OTIEJA, op. cll., pago 52. De hecho, nueve de los once miem-
bros del Conllte Central georgiano dimitieron.
18 lbíd., pág. 75. El incidente se produjo sin duda hacia fines del 19 ¡bid., pág. 52.
mes de novIembre.
20 Sotch., t. 45, pág. 595.
21 PIPES, op. cit., pág. 281.
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que el Secretariado enviaba a Georgia para restablecer tido, y a menudo paradójicamente los propios estali-
la paz en el seno del Partido, Lenin, según se lee en el nistas, englobaban bajo el término peyorativo de ad-
"Diario" con fecha 24 de noviembre, prefirió abste- ministrirovanie. Estas prácticas cuajan en un sistema
nerse. No sabemos si pretendía así manifestar sus du- que se quiere justificar con motivadones distintas a
das acerca de la imparcialidad de la comisión, tres las que habían engendrado la Revolución de Octubre.
miembros de la cual-Dzerjinsky, Lozovsky y Kapsu- Aun preconizando la prudencia, la circunspecció~~ l~
kas-Mitskevitcmus- habían sido propuestos por Sta- flexibilidad, sobre todo en lo que respecta al difícil
lin, pero es evidente que empezaba a desconfiar de sus problema nacional, Lenin dirigía una dictadura que
primeros informadores y buscaba otras fuentes para sólo podía sobrevivir siendo implacable. No es s~)J:­
formarse una idea de los acontecimientos. Rykov se prendente que contribuyera a encumbrar a unos dITl-
dirigió a Georgia, sea porque Lenin le envió, sea por- gentes capaces de vencer; así, Ordjonikidze había sido
que tuviera otras razones. De todos modos, debía se- enviado al Cáucaso en calidad de conquistador. Entre
guir el asunto e informar de él a Lenin. Este espera estos delegados y comisarios, comandantes de los fren-
con impaciencia creciente el regreso de la comisión y tes y secretarios de grandes regiones en el curso de los
de Rykov. Las secretarias anotan fielmente en el "Dia- combates de la guerra civil e inmediatamente después,
rio" sus incesantes preguntas sobre sus itinerarios. encontramos las dos grandes categorías de militantes
Llegados a esta etapa del desarrollo del asunto, de que se componia el Partido. Unos eran intelectuales
nos permitiremos hacer algunas observaciones de or- sensibles a las exigencias de la doctrina, idealistas ape-
den general. No estamos en presencia de un simple gados a su visión del socialismo; en su mayoría habían
desequilibrio, inevitable en el curso de la ejecución de sido iniciados en un marxismo occidental, especial-
una política, entre los principios y los objetivos, por mente a través de largas permanencias en Europa du-
una parte, y los métodos de ejecución, por la otra. En rante la emigración. Los otros eran ante todo ejecu-
este caso, el conjunto de los medios refleja un cambio tantes, hombres de acción, prácticos de la revolución,
de objetivos que se opera con frecuencia de modo in- más apegados a las realidades cotidianas; su formación
consciente entre ciertos dirigentes: han convertido el y su capacidad raramente hacían de ellos intelectua-
centralismo del Estado en un principio supremo. Ord- les; eran en la mayoría de casos antiguos combatientes
jonikidze se comporta como un auténtico gobernador clandestinos del interior que jamás habían conocido la
genera~, se burla de las consideraciones legalistas y es- emigración.
tatutar~as, emplea la violencia pura y simple contra los Cada una de estas dos categorías de hombres había
comUnIstas de las repúblicas nacionales, lleva a cabo, tenido un papel a jugar en las tareas de la revolución,
en suma, todo 10 que los oponentes en el seno del Par- de la guerra civil, en las tareas propuestas por los idea-
82
83
les, de
.
Lenin. Pero el curso de los acontecimientos ' más Lenin lo reconocía así. Esto se hace patente en la car-
tragIco y penoso de lo que habían previsto los teóricos ta sobre la constitución de la U.RS.S., escrita a Ka-
iba a dar muy pronto una preponderancia a los activis~ menev el 26 de septiembre, en la que Lenin se felicita
tas del temple de Ordjonikidze, de Kaganovitch, Mo- de haber arrancado a Stalin una concesión sobre un
l?tov, Kuybychev o Stalin, sobre los Rakovsky, Kres- párrafo del proyecto. El estudio del "testamento" con-
tmsky, Serebriakov, Preobrajensky, Makharazde, firmará esta constatación.
Trotsky, etc. La terrible lógica de las realidades rusas En el curso del año 1922, Lenin ve con frecuencia
emr:ujaba a unos hacia destinos catastróficos, y pro- a Stalin y en cada ocasión conversa largamente con
metra a los otros un largo reinado, aunque algunos él. Su confianza queda demostrada por el hecho de
debían ser eliminados en las grandes purgas de 1936- que, en el conflicto georgiano, haya podido darle cons-
1938. I~aac Deutscher propone distinguir, entre los tantemente la razón durante un año en contra de la
bolchevIques, aquellos que se aferraron al sueño y gente de Mdivani, a pesar de las entrevistas personales
aquellos que se consagraron al poder. En el curso de con representantes de su facción. Sin embargo, se pue-
la realización del sueño, aparecieron dilemas cada vez de medir el abismo que separaba a Lenin de Stalin al
más graves y se fue ahondando la separación entre los comparar sus respectivas actitudes con respecto a la
dos grupos.22 cuestión nacional. Stalin propone una solución tan
La personalidad de Lenin realizaba en cierto modo simple como expeditiva, que cristalizará y reforzará la
l~ feliz. sínt~sis de est<?s dos tipos caracterológicos; po-
realidad del poder: ¿el gobierno de la RS.F.S.R no
dIa umr aSl una fidelIdad idealista a los fundamentos era, acaso, prácticamente el del conjunto de las repú-
de la doctrina a un pragmatismo que le preservaba de blicas? Pues bien, se convertiría oficialmente en el go-
una rigidez doctrinaria utópica o conservadora. Esto bierno de la Unión. ¿Cómo proceder? En el párrafo 6
era 10. que c.onstituía a la vez su fuerza, su debilidad y del proyecto de Stalin se lee: "La presente decisión, si
sus tnbulaclOnes, esto era 10 que le permitía colaborar es confirmada por el Comité Central del P.C.R, no
con Trotsky y entregar, al mismo tiempo, las más altas será publicada sino comunicada a los Comités Centra-
responsabilidades a Stalin. La ascensión de Stalin se les de las repúblicas para circular en el ámbito de los
había producido en el curso de la "Civil" y de la en- órganos soviéticos, los comités ejecutivos centrales, o
fermedad ,de L~nin. A pesar de las apariencias, y aun- los congresos de los Soviets de dichas repúblicas, antes
que el paIs caSI no le conocía, mientras que Trotsky de la convocatoria del congreso panruso de los So-
~ozaba. de gr~n popularidad, Stalin se había conver-
viets, donde se declarará que expresa el deseo de estas
tIdo baJO Lenm en un dirigente de primerísimo orden; repúblicas". Puesto que de todas fonnas era el Comité
Central de Moscú el que decidía e imponía su decisión
22 DEUTSCHER, Le Prophete désarmé. op. cit.
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a los Comités Centrales nacionales por medio de "cir- ciones soviéticas, era preciso que el Comité Central de
culares directivas" , es decir por medio de órdenes cuya Moscú tuviera la intención, la convicción y la fuerza
no ejecución era penable con medidas disciplinarias, de velar para que las instituciones y las garantías pre-
puesto que iba a declarar solemnemente que la volun- vistas no se convirtieran en letra muerta, cualesquiera
tad del Comité Central respondía al deseo de las repú- que fueran las presiones en sentido contrario. Era pre-
blicas, el sentido del proyecto de Stalin es evidente: se ciso también que las repúblicas y sobre todo los comu-
trataba de hacer ratificar el hecho para que se convir- nistas locales pudieran legal e institucionalmente de-
tiera en ley. Lenin, por el contrario, se niega a tomar fender sus puntos de vista en el seno del Partido, sin
en consideración la mera eficacia administrativa , e in- correr el riesgo de caer inmediatamente bajo el golpe
tenta resolver el problema aplicando sus viejos princi- de medidas punitivas por "actividades divisionistas" o
pios. En su carta dice, y no hay razón para dudar de por "haber infringido la disciplina". Para que las pro-
su sinceridad, que no quiere destruir la independencia posiciones de Lenin tuvieran sentido, era preciso rea-
de las repúblicas soviéticas, sino crear un nuevo esca- lizar modificaciones en el régimen interno del Partido.
lón en el ordenamiento constitucional: "una Federa- Más adelante se verá la manera en que Lenin las ha-
ción de Repúblicas independientes". Para Lenin, la bía previsto.
eficacia cuenta, claro está, y la solución adoptada debe Stalin, por su parte, era sincero cuando, al presen-
~ambién reforzar el Estado, pero, precisamente, el con- tar la nueva versión del proyecto de Unión, decía que
Junto de la cuestión de las nacionalidades debe resol- sólo variaba en algunos detalles respecto a su proyecto
verse y no suprimirse. No debe renegarse del interna- inicial, el cual también, afirmaba, era "correcto en
cionalismo en beneficio del centralismo; también hay principio y absolutamente aceptable". En efecto, es-
que seguir combatiendo la fuerte tradición de opre- taba persuadido de que prevalecerían en el curso de
sión que caracterizaba al estado zarista. Esta voluntad los acontecimientos, los intereses auténticos del Esta-
constante de tener presente en el espíritu los principios do, y de que la Unión funcionaría como él había pre-
de la ideología socialista encuentra su expresión en el visto. En estas condiciones, no veía inconveniente en
proyecto de unión de Lenin, que subraya el carácter ceder totalmente ante Lenin, sobre el papel. Además,
federativo de la Unión, los derechos de las repúblicas a sus ojos no existía ninguna clase de divorcio entre
la salvaguardia de su independencia y la preocupació~ los principios del programa bolchevique y la práctica.
por sus susceptibilidades. Las instituciones que él pro- Lenin, por el contrario, se dará cuenta de esta distor-
pone debían servir de garantía contra la tendencia a sión, considerará que él es en parte responsable y que
la usurpación por parte de la nación predominante. debe evitar que las cosas tomen un cariz excesiva-
Para que este proyecto fuera realizable en las condi- mente ajeno a su voluntad.
86 87
camino normal y de tal modo sometido a prueba por
el infortunio que, a pesar nuestro, es preciso que haga-
mos nuestros cálculos tomando como punto de com-
paración un índice más que débil: el de antes de la
guerra".
CAPÍTULO V La ayuda del exterior no iba a llegar con rapidez,
y el discurso muestra a un Lenin dolorosamente divi-
EL ENFERMO Y SU GUARDIAN dido entre la voluntad de salvaguardar todos los lo-
gros, léase todas las esperanzas del pasado -las de
las jornadas de Octubre y también las de la guerra
Cuando Lenin reasume la dirección de los asun- civil, reales o ilusorias-, y la conciencia de que habría
tos, en octubre de 1922, no recupera ya su capacidad que disponerse si era necesario a ceder más terreno
de trabajo ni su antigua influencia. Su discurso del todavía, sin perder la esperanza ni el poder. La con-
día 20 es confuso y visiblemente improvisado. Aborda ciliación de los fines y de los medios no era fácil. Con
en él los temas que le inquietan pero, deseoso de no la N ep era preciso aprenderlo todo de nuevo: "Es para
sembrar el pánico y de tranquilizar a su auditorio, in- hacer factible este estudio que me parece llegado el
t~~ta proponer soluciones; sin embargo, le falta la vi- momento de reafirmarnos mutuamente en esto: a pe-
SlOn clara de las perspectivas. La Nep, indispensable sar de efectuar este movimiento de retroceso, que he-
pero peligrosa, no se domina bien todavía ni es 10 su- mos denominado la Nueva Política Económica, hemos
ficiente familiar: "Este cambio de rumbo sigue oca- procurado no abandonar ninguna nueva adquisición
sionándonos ciertas dificultades, sigue ocasionándo- y, al mismo tiempo, ofrecer a los capitalistas tales ven-
nos, incluso diría, grandes dificultades". Y agrega: "Es tajas que todo Estado, sea cual fuere su hostilidad, se
pre~iso ~doptar medidas extraordinarias, es preciso viera obligado a aceptar tratos y relaciones con nos-
realIzar lllventos extraordinarios".1 El régimen había otros" .
efectuado una retirada, pero era preciso reponerse y Lenin sabe que esto tiene el aspecto de reto, puesto
pa~ar de. nuevo a! ata9~e; ahora bien, no se sabía por que los comunistas no poseen todavía práctica en los
q~e medlOs. La sltuaclOn general era desastrosa: "Vi- asuntos públicos y están dominados por los aparatos
vlm~s en las condiciones de un Estado hasta tal punto administrativos en lugar de ser ellos quienes los domi-
arrumado por la guerra, desviado por completo de su nan. Lo único que Lenin puede proclamar sin titubeos
es que "la Nep sigue siendo la consigna principal, in-
1 Sotch., t. 45, págs. 300-309.
mediata, universal, de hoy". 2
88 2 Ibíd., pág. 308.
89
Sin embargo, esta nueva orientación no ha recibi- que la lucha contra la burocracia debía empezar l?or
do todavía una formulación definitiva; todavía no se la eliminación de este mal entre aquellos que debIan
ha logrado nada definitivamente. dirigirla, es decir en el seno de~ Pa::tido, y en especial
Unos días después de este discurso, cuando en el en sus altas esferas. 3 Lenin, mejor mformado y. menos
ánimo de Lenin empiezan a aparecer amargos recelos confiado que antes, iba a adoptar pronto esta ~dea de
con respecto al asunto georgiano, los médicos le exi- Trotsky y a extraer de ella muchas.consecuenc~as. .
gen que reduzca considerablemente el ritmo de su tra- Rykov regresó al fin de Georg¡a y p~ese~~o .su .I~~
bajo. Lenin es un paciente difícil de cuidar; a este bull- forme a Lenin e19 de diciembre de 1922. El DIano
dozer le es dificil aceptar la inactividad, pero debe sólo menciona el acontecimiento e ignoramos lo que
rendirse a la evidencia del declive de sus fuerzas fí- dijo Rykov. Dzerjinsky llegó tres días después, y L,e-
sicas. Finalmente, acepta irse a Gorki a descansar, nin regresó de Gorki a Moscú para conversar con el.
pero prosigue su participación activa en la vida políti- La investigación de Dzerjinsky se orienta, natu~almen­
ca por medio de cartas y llamadas telefónicas. Espera te en el sentido de las explicaciones proporclOnadas
con impaciencia noticias de Rykov y de Dzerjinsky, a~teriormente por el Secretariado. Ordjonikidze que-
pero dedica lo mejor de su tiempo a organizar el tra- daba libre de culpa, y todas las faltas se insc?b~an: una
bajo de sus adjuntos, tres en la actualidad, Rykov, vez más, en el debe de los peligrosos deSVlaClOmsta~.
Kamenev y Tsjurupa. Está en contacto permanente Pero en esta ocasión, Lenin estaba alerta y p~esentla
con ellos para establecer colectivamente el funciona- una patraña bajo el andamiaje de la tesis ofi.cIal. ~os
miento del Sovnarkom. La reorganización del Sovnar- hechos, que Dzerjinsky no pudo o~~l,tar, le,lmpreslO-
kom con una nueva división de tareas está visible- naron de un modo especial: la collliSlon habla tomado
mente unida en su espíritu a la problemática de la la decisión de llamar a Moscú a los jefes del antiguo
sucesión. Así, a primeros de diciembre, Lenin invita Comité Central georgiano, que tenían toda la culpa.
a Trotsky a una nueva entrevista, en el curso de la Otra revelación: Ordjonikidze, irritado, había llegado
cual le sugiere la constitución de un "bloque contra a golpear a un contrincante, ta~bién é~ miembro del
la burocracia", es decir prácticamente le invita a par- Partido. Fotieva cuenta, yel proplO Lenm lo confirma,
ticipar en un comité especial que se constituiría para
dirigir esta lucha: le propone también que pase a ser 3 Véase el testimonio de Trotsky sobre esta conversación en La
uno de sus adjuntos en el gobierno. Trotsky expresa Révolution défigurée (De la Révolution, pág. 165) Y DEUTSCHER, .op.
cil., págs. 66, 68-69. Trots~y se n.egó d~ nuevo esta vez a convertirs.e
su convicción, ya bastante antigua, y base probable- en adjunto de Lenin, pero sm la lll1sma fll1l1eza que antes. S~bre las cn-
mente de sus críticas anteriores contra la Inspección tieas anteriores de Trotsky contra el R. K. 1. Y el Gosplan, vease Sotch.,
t. 45, págs. 180-182.
Obrera y Campesina que tanto irritaran a Lenin, de 4 PIPES, op. cil., pág. 281.

90 91
que el relato de Dzerjinsky "10 ha consternado pro- la organización del trabajo en el Sovnarkom; recibe la
fundamente"." La lectura del "Diario" nos muestra visita de varias personas con la ayuda de las cuales
hasta qué extremo este incidente preocupó a Lenin du- espera hacer anular la decisión. del Co~it~ Central r~­
rante su enfermedad. lativa al monopolio del comercIO extenor; mte:cambIa
Uno podría preguntarse si no era un poco ridículo cartas con Trotsky y le encarga, como hemos VIsto, que
atribuir tanta importancia a una manifestación de mal- defienda la causa común. Otra noche de insomnio y,
humor de un jefe del Partido que andaba a la greña en la mañana de116 de diciembre se produce un nuevo
con las dificultades de ejecución de la política que le y grave ataque. Lenin se apresura, sin <:mbargo, a dic-
había sido ordenada, en un país que, todavía ayer, era tar una última nota destinada a sus adjuntos antes de
presa de las matanzas y del hambre. Uno podía pre- la llegada de los médicos. Se ha perdido toda esperan-
guntárselo realmente en el seno del Secretariado del za de que pueda participar en el próximo congreso de
Partido, entre hombres aguerridos y cómplices. Pero, a los Soviets, para el que se había estado preparan~o
los ojos de Lenin, la imagen de un gobernador comu- durante las semanas precedentes. En adelante, Le~n
nista que se comportaba como un sátrapa en país con- ya no saldrá de su pequeña hab~tación del Kr~mhn:
quistado representaba un indicio, un síntoma inquie- era imposible trasladarlo ~ GorkI co~o se,habla pen-
tante de la enfermedad que atacaba a todo el cuerpo sado inicialmente. Esta CIrcunstancIa sera, por otra
político, y de los estragos que todavía podía hacer. Los parte, de gran importancia para el desarrollo de las
laberintos del asunto georgiano se le aparecieron de actividades del ilustre enfermo durante los ochenta
repente bajo otra luz. El 30 de diciembre, escribiría: días en que conservará todavía las facultades intelec-
"Si las cosas han llegado hasta ahí, es fácil imaginar tuales. En el futuro, le son prohibidas las visitas:. Ver~
en qué lodazal nos hemos hundido". La entrevista con sólo a su mujer Krupskaya, su herm~na l\;IanJa Ih-
Dzerjinsky tuvo una influencia nefasta sobre el curso nitchna, y tres o cuatro de su~ ~ecretanas, sI,n contar,
de la enfermedad de Lenin y sin duda precipitó la cri- naturalmente, el personal medico. Se pr.ohíbe a sus
sis. La noche debió ser agitada; en la mañana del 13 acompañantes que le transmitan cualqUIer clase. de
de diciembre, dos ataques graves obligan a Lenin a correspondencia o le informen de los asuntos cornen-
dejar definitivamente el trabajo. tes del Estado, a fin "de no darle motivos de preo~upa­
Los dos días dedicados a la entrega de los expe- ción y de inquietud".6 Empieza entonces el ~atIgoso
dientes fUeron todavía de mucha actividad. Lenin pro- combate de Lenin para que le tengan al cornente de
sigue su correspondencia con sus adjuntos respecto a 10 que le interesa y para formular sus opiniones y dar-
5 FOTlEVA, op. cit., pág. 54 Y Sotch., t. 45, pág. 596.
6 So/ch., t. 45, pág. 710.
92
93
las a conocer a los interesados. No se trata del capricho El 22 de diciembre, al enterarse por sus informa-
de un enfermo que, negándose a enfrentarse con la dores de que el día anterior Krupskaya había tomado
muerte, prosigue un simulacro de actividad. Lemn, por al dictado un carta, de hecho cuatro palabras, de Le-
el contrario, sabía que la muerte podía alcanzarlo re- mn, la llamó por teléfono y la cubrió, dice la propia
pentinamente, en unos momentos en que el país y el Krupskaya, "de injurias indignas y de amenazas".s
Partido se debatían en una situación extremadamente Pretendía demandarla ante la Comisión Central de
difícil, sin un claro programa de acción, sin m siquiera Control del Partido por su "infracción" a las pres-
unos jalones que indicaran el camino a seguir. Sentía cripciones del régimen del enfermo. Este tipo de rude-
que debía decir al menos lo más esencial sobre los te- za no tenía precedentes en las relaciones entre los jefes
mas más acuciantes, que esto constituía el deber pri- del Partido y la familia de Lenin. No existía evidente-
mordial del jefe del Estado, dellider de una revolución mente ninguna razón para dudar de la devoción que
hasta la fecha sin precedentes. Se consideró que el es- Krupskaya sentía por el enfermo y de su aptitud para
tado del enfermo se agravaría con las preocupaciones velar por él. La intervención de Stalin era incluso in-
políticas, pero era una preocupación peor para el jefe justificada en derecho: Krupskaya obtuvo autoriza-
del Estado no poder avanzar, mientras le fuera huma- ción del médico que asistía a Lemn, y Stalin podía
namente posible, hacia el cumplimiento de su misión. comprobarlo fácilmente. Pero había dejado de lado
Lo ambiguo de la situación aumentaba todavía toda consideración de prudencia y de tacto, debido a
por el hecho de que el hombre que estaba encargado que había actuado en un verdadero acceso de cólera:
de velar para que fuera respetado escrupulosamente la carta de Lenin era la que dirigió a Trotsky para fe-
el régimen del enfermo no era otro que Stalin! Los licitarlo por su actuación en la sesión del Comité Cen-
médicos dictaban las prescripciones, pero en constante tral durante el debate dedicado al monopolio del
coordinación con el guardián nombrado por el Comité comercio exterior. Stalin no ignoraba las relaciones
Central. Stalin estaba encargado oficialmente de man- cada vez más estrechas que se establecían estos últi-
tenerse al corriente de todo lo que ocurriera a la cabe- mos tiempos entre Lemn y Trotsky. No le habían in-
cera de Lenin, y se dedicó a esta tarea con auténtico quietado mucho en el curso del año 1922, ya que los
celo. Un significativo incidente ocurrido entre Krups- dos Grandes, sin combatirse en cuestiones de princi-
kaya y Stalin muestra en qué forma entendía cumplir pio, forcejeaban en constantes escaramuzas sobre cues-
su misión. tiones secundarias. Lo cual no había impedido a Lenin
proponer a Trotsky que fuera su adjunto, pero Trotsky
7 Por una decisión del Comité Central del 18 de diciembre de 8 La carta de Krupskaya a Kamenev se expone, por lo que pa-
1922 (Ibid., t., 45, pág. 60S).
rece con cortes, en So/ch., t. 54. págs. 674-675. Véase anexo V.
94
95
rehusó y, en esta ocasión, Stalin logró, no sin cierta das cosas a Vladimir Ilitch. ¿Cómo está él al corriente
maliciosa satisfacción, que el Buró Político reprendie- de los asuntos en curso? Por ejemplo, su artículo sobre
ra a Trotsky por falta en el cumplimiento del deber." la Inspección Obrera y Campesina demuestra que co-
Sólo después se llegó a la cordial "entente" sobre la noce ciertas circunstancias". Una vez más, se trataba
cuestión del monopolio. de un tema a través del cual se hacía alusión a Stalin
Por otra parte, el 25 de noviembre, Lenin, como personalmente, en forma velada sin duda, pero eviden-
hemos sabido recientemente,"0 había informado al te para el interesado.
Buró Político de que aprobaba las proposiciones de Lenin tendrá que librar su último combate contra
Trotsky sobre el empleo de tácticas relativas a la In- esta vigilancia y contra esta limitación a sus activida-
ternacional. Sobre todo, en la segunda parte de este des, por otra parte legalmente justificadas. La primera
mensaje, Lenin aventuraba una opinión muy lisonjera batalla se produce el 23 de diciembre. Lenin ha sufri-
sobre las tesis de Trotsky relativas a la N ep: deseaba do una grave recaída en el transcurso de la noche del
que fueran editadas en forma de folleto y profusamen- 22 al 23. Ha podido, sin embargo, dormir, pero, al
te difundidas. Esto constituía sin duda un gran cum- despertar por la mañana, comprueba que de nuevo tie-
plido, ya que se trataba de uno de los problemas más ne paralizada una parte de su cuerpo, la mano y pierna
complicados de la política soviética y que causaba mu- derechas. La noticia es comunicada de inmediato al
chas preocupaciones a Lenin. No es, pues, sorpren- Buró Político. A pesar de la conmoción provocada por
dente que Stalin, a quien atañía más que a nadie el este ataque, el pensamiento de Lenin gira fundamen-
problema de su sucesión, se saliera de sus casillas al talmente en torno a los destinos del Estado y del Par-
enterarse de esta nueva muestra de gratitud de Lenin tido. Exige entonces un permiso para dictar cinco mi-
hacia Trotsky, tanto más cuanto que el acercamiento nutos al día. Presiente que el momento en que habrá
entre los dos hombres -ya podía presentirlo- iría que "entregar la guardia" puede sobrevenir en cual-
unido a una verdadera campaña contra él. A causa quier instante y, si no dicta, "cuando un problema le
de esto, hará 10 imposible para reforzar todavía más inquieta, no puede dormir". Concedido el permiso,
su vigilancia sobre Ilitch. He aquí una prueba: una Lenin llama a una de sus secretarias y le dicta una
llamada telefónica a una cercana colaboradora de Le- treintena de líneas en cuatro minutos. Los médicos,
nin, su secretaria principal Fotieva. Esta vez el tono avisados, se mantienen cerca. Al día siguiente, exige
es correcto. Fotieva anota en el "Diario", el día 30 de el derecho de proseguir lo que llama su "Diario". Los
enero: "Stalin ha preguntado si yo no digo demasia- médicos intentan impedírselo, pero Lenin les pone un
9 DEUTSCHER, Op. cit., p. 61. ultimátum: si no se le permite dictar algunos minutos
10 So/ch., 1. 54, pág. 314.
97
96
cada día, se negará a cuidarse. u Un consejo compues- al desarrollo interno. Además de las notas, existen cin-
to por médicos y miembros del Buró Político, Stalin, co artículos escritos en enero y febrero de 1922, aun-
Bukharin y Kamenev, no encuentra forma de negar- que la mayoría del Buró hizo lo posible para evitar o
se a su petición. La autorización es concedida, pero aplazar su aparición. '3 Tiempo de reflexión, dictado
la decisión del Buró Político especifica que las notas - a veces con dos versiones-, correcciones, estudios
no pueden tener el carácter de una correspondencia previos, documentación, lectura intensa de obras so-
y no deben requerir ninguna clase de respuesta. '2 En bre historia, economía, socialismo, marxismo, proble-
esta forma se redactó el "testamento", una serie de mas agrarios, toda esta tarea estaba estrictamente
notas muy breves al principio, dictadas a costa de un planificada. En cuanto su estado de salud mejoró un
enorme esfuerzo durante unos minutos al día. Sin em- poco, Lenin dictó un plan de trabajo, que al fin llegó
bargo, la fuerte constitución de Lenin parece obrar un a realizar casi por completo. 14 La enfermedad no ha-
milagro. Su estado de salud empieza a mejorar y sur- bía disminuido su lucidez, pero la debilitación de sus
gen esperanzas de curación. Podrá dictar hasta tres fuerzas iba a repercutir inevitablemente en la rapidez
cuartos de hora cada día, e incluso podrá leer y pro- de elaboración de sus ideas, y a veces también en la
seguir la lucha por medio de su fiel "entourage": su claridad de la redacción, en particular durante los pri-
mujer, su hermana y las secretarias, totalmente adic- meros dictados, demasiado breves.
tas a él.
. El "testamento", en el sentido estricto del térmi-
no, está constituido por las notas dictadas entre el 23
y el 31 de diciembre, con un anexo del 4 de enero, no-
tas que en las Obras se titulan "Carta al Congreso".
Pero la verdadera exposición de las ideas de Lenin, el
testamento en el auténtico sentido del término , lo
constituye el conjunto de escritos de este período. En
él puede encontrarse una visión coherente de la situa-
ción y las perspectivas internacionales, elementos im- 13 Las notas de Lcnin se encuentran reproducidas en el volumen
portantes para un programa y una línea de acción, 36 de la cuarta edición en francés de sus obras, los artículos en el vo-
así como un intento de dilucidación en lo que se refiere lumen 33. Reproducimos el plan de trabajo y el último articulo en los
anexos VII y IX. Estas notas y artículos son reproducidos de nuevo en
el volumen 45 de la 5.' edición francesa y en el volumen 54 se repro-
U, Relato de Uljanova, la hermana de Lenin, citado en Sotch., ducen muchas cartas inéditas.
t. 45, pago 591. 14 Este plan de trabajo se reproduce en Sotch., t. 45, pág. 592.
12 ¡bíd., pág. 170. Véase anexo VI. Véase nuestro anexo VII.

98 99
Primer remedio: un importante aumento del nú-
mero de miembros del Comité Central haría que esta
asamblea fortaleciera "varios millares de veces" la es-
tabilidad del Partido. Lenin propone asimismo "otor-
gar, bajo ciertas condiciones, carácte: legislativ~ a las
CAPÍTULO VI decisiones del Gosplan, avanzando aSI en el sentldo de
las posiciones del camarada Trotsky, hasta cierto pun-
EL "TESTAMENTO" DE LENIN to y bajo ciertas condiciones".2 Estos conceJ?tos sólo
pueden comprenderse insertándolos en el conjunto del
plan de Lenin, pero, lo que aquí nos interesa, es el pa-
Las notas que Lenin empezó a dictar el 23 de di- pel que las notas jugaron en el desarrollo de las rela-
ciembre teIúan por objeto, como manifiesta él mismo ciones entre los jefes y de sus luchas.
ya en la primera linea, proponer al próximo congreso La primera nota, la del 23 de ~ciem~re -10 he-
del Partido la realización de "una serie de cambios en mos sabido recientemente- fue envIada dIrectamente
nuestro sistema político",1 Enumera con extrema con- a Stalin, y estaba destinada a .los miembros del Buró
cisión las razones que le llevan a proponer estos cam- Político. Es probable que Stalm no la mostrara a na-
bias: la dirección del país deberá hacer frente sin duda die." Este nuevo indicio de aproximación a Trotsky era
a un encadenamiento de circunstancias poco favora- inconfundible: se trataba, en efecto, de un tema (el
bles, puesto que la lucha se agravará en el terreno in- Gosplan) que había sido motivo de litigio e~t;e Lenin
ternacional. Es preciso en primer lugar reforzar la y Trotsky durante todo el año 19.2.2. Segum~n ~tras
unidad del Comité Central, a fin de que sea capaz de notas, que habrían podido tranqUIlIzar. a Stalin SI l~s
cumplir la urgente tarea que representa la reorganiza- hubiera visto. Pero no fueron comumcadas a na~Ie
ción o mejor la reconstrucción del aparato estatal, a durante algún tiempo; eran, por indicación de Lemn,
fin también de impedir que el Partido sucumba al pe- "categóricamente secre~as" .4. • ., '
ligro que le acecha: la escisión susceptible de produ- Las divergencias mas senas y la eSCISlOn que podIa
cirse como consecuencia de las luchas entre grupos o
entre personalidades. Según Lenin está en peligro la 2 ¡bid.
3 ¡bíd., págs. 593-594. . .
estabilidad del Partido. Y a este problema concede él 4 ¡bíd., págs. 592-593. Las notas debían prepararse e? cmco eJem-
la prioridad. plares -uno para los archivos secretos, uno para Le~1D, tres para
Krupskaya- y debían ponerse en sobres sellados. Volo~lteheva revel6
estos detalles en 1929. S610 Lenin tenía derecho a abnr estos SO~fl:S
1 Sotch., t. 45, pág. 343. Para la traducción francesa, véase ca- y después de su muerte, Krupskaya. Pero Voloditeheva no os6 escnbu
pítulo V, nota 13. e~ los sobres las fatídicas palabras "después de su muerte".
100 101
resultar de ellas -los enemigos del régimen tenían respectivamente treinta y cuatro y treinta y dos años,
razón en contar con ella- podían tener dos orígenes. todavía estaban a tiempo ambos de corregir sus de-
Uno consistía en la misma base social del régimen. fectos.
Todo el sistema se basaba en la alianza entre los obre- Respecto a Zinoviev y Kamenev, hay una sola ob-
ros y los campesinos; si ésta fallaba, era "inútil hablar servación, cuya interpretación provoca, sin embar-
siquiera de la estabilidad de nuestro Comité Central" . go, ciertas dificultades. Se trata de su "episodio de
Pero esta eventualidad era lejana e improbable. El Octubre", de su actitud en el momento del golpe
peligro más inmediato residía en las relaciones perso- de Estado: "Evidentemente no fue fortuita, pero no
nales en la cumbre del poder. "Más de la mitad del debe invocarse más contra ellos personalmente que el
peligro de escisión" que Lenin quería remediar depen- no-bolchevismo de Trotsky". ¿Por qué esta alusión al
día de las relaciones entre Stalin y Trotsky. Después pasado? ¿Significa una advertencia? ¿Una disculpa?
de haber llegado a esta comprobación profética, Lenin ¿Ambas cosas a la vez? Quizá será más fácil respon-
esboza los retratos de seis personalidades: Stalin y der a estas preguntas a la luz de los retratos que Lenin
Trotsky, Zinoviev y Kamenev, Bukharin y Pjatakov. traza de Stalin y de Trotsky, cuyos caracteres opues-
Estas notas, redactadas los días 23 y 24 de diciembre tos podían provocar una escisión súbita y no inten-
-cuando el estado del enfermo era alarmante en ex- cionada:
tremo-, revelan un doloroso esfuerzo de refbxión y
ponderación, para expresar 10 esencial sin frustrar a "El camarada Stalin, al convertirse en secretario
causa de una palabra imprudente el objetivo persegui- general, ha concentrado en sus manos un poder in-
do: la continuidad y la estabilidad del poder en manos menso, pero no estoy seguro de que sepa usar siempre
de un Partido unido. de él con la necesaria prudencia. Por otra parte, el
De los dos hombres más jóvenes, Bukharin y Pja- camarada Trotsky, tal como lo ha demostrado su lucha
takov, uno es un brillante teórico, favorito del Parti- contra el Comité Central en la cuestión del comisa-
do, y el otro posee voluntad y gran capacidad. Pero riada de vías y comunicaciones, se distingue no sólo
también tienen defectos. El pensamiento de Bukharin por su capacidad excepcional -personalmente es en
no es enteramente marxista, "ya que hay en él alao de forma incontestable el hombre más capaz del actual
escolástico (no ha aprendido nunca, y creo que ¡unca Comité Central- sino también por una excesiva con-
ha comprendido plenamente, la dialéctica)". Pjatakov, fianza en sí mismo y por una tendencia algo excesiva a
por su parte, está "demasiado ligado al lado adminis- considerar sólo el lado puramente administrativo de
trativo de las cosas para que se le pueda confiar una las cosas." 5
cuestión política importante". Sin embargo, al tener
5 INd., pág. 345.
102 103
La idea de que Stalin y Trotsky eran los dos gran- tiva. Pero, "la coincidencia de estas dos cualida~es ~n
des jefes podía con motivo -por la categoría que se una sola persona se encuentra raramente y no es mdlS-
otorgaba a Stalin- asombrar al país, herir a Trotsky pensable"." En una institución como. el Gosplan, el
y sorprender desagradablemente a Zinoviev y a Ka- aspecto administrativo era se?un~ano. De los. do,s
menev que, durante unos años, en el futuro triunvi- hombres que formarían un eqUIpo Ideal, era el ClentI-
rato, iban a creerse los más fuertes. Por parte de Lenin fico hombre reflexivo y a la vez dotado para las re-
significaba quizá la comprobación de dos nuevos fac- laci~nes humanas, quien debería ser el jefe. ~enin
tores: la importancia del cargo de secretario general creía sin duda haber encontrado así la fórmula Ideal
creado escasamente ocho meses atrás, y la posibilidad para la dirección del Estado. No insistiría tanto si sólo
para su detentador de haber adquirido en tan poco se tratara de mantener a Krjijanovsky a la cabeza del
tiempo un poder inmenso. Puede observarse asimismo Gosplan, poniéndole de adjunto a Pja!akov. Ahora
que el paralelo entre Trotsky y Stalin se formula en bien, Trotsky y Stalin no formaban un tande,:n ~e este
tales términos que no se puede descubrir en él la me- tipo. En lugar de complementarse se empenanan en
nor preferencia, ya que las cualidades que se recono- excluirse mutuamente.
cen a Trotsky tienen como contrapartida importantes Era sin duda injusto reprochar a Trotsky una ac-
defectos. ¿Cuál era la gravedad de su "tendencia a titud que respondía a las circunstancias de la guerra
considerar sólo el lado puramente administrativo de civil y que representaba entonce~ una.fu.erza y una ga-
las cosas"? Es preciso analizar las cualidades que Le- rantía de éxito. En circunstancIas dIstmtas, Trotsky
oin exigía a un verdadero jefe: las pone de relieve en era más capaz de abordar los problemas del Estado y
sus notas sobre el Gosplan. Los días 27, 28 Y 29 de de la revolución de una forma científica que el resto de
diciembre, Lenin enumera y repite con insistencia los miembros del Comité Central. Podía perfectamente
cuáles eran en su opinión las cualidades que se reque- captar "una realidad global" como Lenin exigía d~ un
rían para dirigir toda gran institución del Estado, las jefe modelo. Por el contrario, era dudoso que. tuvler;a
mismas que sin duda debían exigirse a los hombres "poder de atracción", y, por otra parte, Lenm sabIa
que ocupaban los cargos supremos. El jefe, según Le- que carecía de ciertas cualidades de político en un S~?­
nin, debe poseer una sólida preparación científica en tido más estricto: flexibilidad con los hombres, aficlOn
una de las ramas de la economía o de la tecnología, a la táctica, capacidad de maniobra, habilidad 'p~ra
debe ser capaz de captar "una realidad global", debe navegar en la "cocina" política de la dictadura sm lil-
poder ejercer cierta atracción sobre la gente a fin de hibiciones ni excesivos escrúpulos. El desarrollo de los
guiar y controlar su trabajo. Al mismo tiempo, debe
estar dotado de capacidad organizadora y administra- 6 Ibíd., pág. 351.

104 105
acontecimientos demostró que Trotsky era incapaz de marcada. Y, en el momento de dictar estas primeras
jugar este juego, y con mayor razón de salir airoso notas, seguramente no tenia todavía ninguna. A:-mque
de él. Lenin tenía razón en dudar de sus facultades de ya entonces simpatizaba más con Trotsky, tema que
político, aunque las críticas formuladas contra él no 10 ocultarlo para no envenenar las r~lacione~ entre los
fueran en términos muy explícitos. En resumen, la po- dirigentes. No podía ignorar la actItud haCIa ~rot~ky
sición de Trotsky resulta algo disminuida por las con- de sus antiguos compañeros de lucha, la de Zmovl.ey
sideraciones del "testamento", en especial porque no y de Kamenev, la de ~talin y div~rsos ~pos de m11l-
se le sitúa en un plano superior a Stalin y porque su tantes. Su no-bolcheVIsmo le habla perjudIcado a me-
no-bolchevismo, aun no debiendo "ser invocado per- nudo en numerosas querellas a propósito de l~s. cuales
sonalmente contra él", no deja de ser mencionado. Lenin había tenido que emplear todo su prestigto para
Si Lenin no encuentra aparentemente nada con- defenderlo. No podía pensar en imponerlo como he-
creto que reprochar a Stalin, hace, no obstante, una redero tanto menos cuanto que, hasta formarse una
reserva en cuanto a él: ¿sabrá utilizar con suficiente nueva 'opinión de Stalin, no había considerado la hi-
prudencia el inmenso poder que detenta? Pero, en la pótesis de un heredero único. .
práctica, esta reserva, cualquiera que fuera el valor de En suma, Lenin sugería en este estadIO que los dos
la intuición que la inspiraba, no tenia gran importan- altos jefes, Stalin y Trotsky, conservara~ aJ;nbos su
cia política en estos primeros días de 1923 y no podía preeminencia, que Zinoviev y ~amenev slgu;eran en
perjudicar a Stalin. Supongamos por un momento que segunda posición, ya que la deblhdad que ~ablan mo~­
la redacción de las notas se hubiera detenido aquí y trado ante una gran prueba no era fortmta y podta
que hubieran sido leídas seguidamente en la tribuna por tanto repetirse, que los dos jóvenes, Bukl:a~~n y
de un congreso del Partido: hubieran parecido domi- Pjatakov, por último, quedaran en tercera pOSlClOn a
nadas por un afán de equilibrio, por la voluntad de la espera de su perfeccion~mie~~o. Pero, c~mo no ~e
mantener el statu quo, para evitar la escisión. En efec- podía resolver mejor la sltuaclOn, el Partido debla
to, salta a la vista el carácter intencionado del reparto permanecer atento y vigilar a sus jefes, puesto que no
equitativo de elogios y censuras. Lenin no podía legar estaban exentos de defectos y sus rivalidades podían
su poder; no era un monarca. No se sentía autorizado acarrear consecuencias fatales. Tampoco había que
a proponer un delfín al Partido, aunque el problema olvidar controlar el uso que Stalin hiciera de su poder.
de su sucesión ya le hubiera preocupado antes de su Para ejercer estos controles, era preciso reforzar la
enfermedad. En espera de la hora de "entregar la competencia y el prestigio del Comité Central. Pero,
guardia" se esforzaba en no perjudicar la cohesión de para apreciar la clarividencia de Lenin, es preciso ob-
su partido con una preferencia personal demasiado servar que en aquel entonces ya señalaba el "detalle"
106 107
que iba a trastornarlo todo, este "poder inmenso" de tentación de relacionarlas con la grave afrenta de Sta-
Stalin que dejaba en clara desventaja a los otros cinco lin a Krupskaya ocurrida el 22 de diciembre. Stalin
personajes, detalle sobre el cual no hacía ningún co- no la habría cometido si no hubiera sabido que el león
mentario de momento, pero del que más tarde extrae- estaba herido de muerte, y Lenin, por su parte, como
ría consecuencias, al volver sobre el problema de las iba a expresarlo en una carta escrita a Stalin dos me-
personalidades tras haber reflexionado largamente so- ses después, no era hombre que perdonara estas im-
bre las cuestiones de fondo. pertinencias: "No tengo intención de olvidar tan fá-
En efecto, puesto que su estado de salud todavía cilmente lo que se ha hecho contra mí, y ni que decir
se lo permite, Lenin prosigue su trabajo y, diez días tiene que lo que se hizo contra mi esposa lo considero
después de la redacción de las primeras notas, cuando corno si se hubiera hecho contra mí" .7 La conmoción
su atención estaba vuelta ya hacia otros horizontes, que corría el peligro de provocar en Lemn si éste se
añade, el 4 de enero de 1923, un último escrito a su enteraba de lo sucedido era una razón suficiente para
"testamento", que trastorna por completo todo el pru- impedir que Krupskaya se lo contara en los últimos
dente equilibrio de los primeros textos, o, mejor, co- días de diciembre, cuando estaba demasiado grave-
rrige el desequilibrio de hecho del que daba cuenta en mente enfermo. Por aquel entonces, Krupskaya des-
forma implícita. Lenin propone apartar a Stalin de ahogó su indignación quejándose amargamente a Ka-
sus funciones de secretario general: menev en una carta que reproducirnos en el anexo V.
Pero pudo revelar el incidente a su marido unos días
"Stalin es demasiado rudo, y este defecto, plena- más tarde, ya espontáneamente, ya acosada a pregun-
mente soportable en la relaciones entre nosotros, tas por él, en el caso de que Lenin hubiera notado en
comunistas, se hace intolerable en las funciones de ella algún signo de aflicción especial. Lenin, furioso,
secretario general. Por esta razón, propongo a los ca- habría dictado de inmediato esta nota en la que sólo
maradas que reflexionen sobre la forma de desplazar a habla de los defectos de carácter de Stalin, sin hacerle
Stalin de este cargo, y de nombrar en su lugar a un reproches de orden político. Los presentadores de las
hombre que, en todos los aspectos, se distinga de él Obras suponen que Krupskaya no había contado el
por su superioridad, es decir, que sea más paciente, hecho a Lenin hasta principios del mes de marzo. Pero
más leal, más educado y más atento con los camara- esta versión, corno cualquier otra, no puede tenerse
das, menos caprichoso, etc." por cierta. Por otra parte, sabernos lo suficiente sobre
Lenin para encontrar a las declaraciones de Ilitch
¿No serían estas palabras expresión de una brusca
reacción ante un hecho irritante? Puede sentirse la 7 Sotch., t. 54, pág. 337. Esta carta podrá leerse más adelante.

108 109
contra Stalin una explicación que cuadre mejor a su denoInina, diríamos, oficialmente, el problema de la
carácter, a su condencia de jefe responsable, par~ Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas".8 Si-
quien la política se antepone a cualquier otra conSI- gue una larga justificación personal, especialmente por
deración. El estudio de la primera nota del "testamen- las circunstancias de la enfermedad, y después la des-
to" muestra claramente cuál era la preocupación más cripción del efecto revelador producido por el informe
acuciante de Lenin, y algunos otros datos 10 confir- de Dzerjinsky: ¡la violencia de Ordjonikidze se des-
man. Es vano suponer que una ofensa personal come- ató, pues, hasta tal extremo que había sido capaz de
tida contra su mujer -no olvidemos que considera golpear a un oponente comunista! "¡En qué lodazal
la rudeza "plenamente soportable" en las relaciones nos hemos hundido!" Al conocer Rusia, su burocra-
entre los comunistas -le hubiera podido impulsar a cia "apenas matizada de espíritu soviético", al conocer
un acto político capaz de trastornar las relacio~es de sobre todo el carácter de "este hombre auténticamente
fuerza en el seno del Comité Central. Para reahzarlo ruso, este chauvinista gran-ruso, esencialmente dañino
teIúa graves razones de otra índole. Para conv~~cerse y agresivo que es el típico burócrata ruso", Lenin ha
de ello basta estudiar las notas sobre la cuestlOn na- podido darse cuenta de que su régimen no ha hecho 10
cional y sobre la autonomización dictadas los días 30 necesario para defender a las naciones Ininoritarias
y 31 de diciembre, cuestiones que, ~el a su pl~n de contra la invasión de los cabos de vara, de los dzerji-
trabajo, aborda una semana despues del comIenzo mordy rusos. Pero la crítica va más lejos: las filas de
de sus dictados. los culpables no están formadas únicamente, como ha-
Este texto cuenta entre los más importantes del bía creído, por los tránsfugas del antiguo aparato de
"testamento", y sin duda es el más.significativo.e.u opresión; el régimen soviético, los jefes más altos del
cuanto nos permite medir la profundIdad de la CrISIS Partido, habían seguido un comportamiento auténti-
que Lenin atravesaba en este perí?do, ~ ~a vez q.ue su camente imperialista, aunque fuera sólo en los deta-
honestidad intelectual y su audaCIa polítIca. Es mclu- lles. Lenin sabía perfectamente, y no temía decirlo,
so verosímil pensar que sus tribulaciones a propósito que una situación así, que descubría con consterna-
de los negocios públicos fueran de tal magnitud que ción, reducía a la nada el valor de "toda la sinceridad
precipitaran el progreso de su enfermeda~: . de principio, toda la defensa de principio de la lucha
Las consideraciones sobre la cuestIon nacIOnal contra el imperialismo" proclamadas por el Partido.
empiezan con una autocrítica: "Por lo que parece soy Esto era tanto más grave cuanto que "el día que llega
muy culpable ante los obreros de Rusia por no habe! será precisamente un día en que los pueblos oprímidos
intervenido en forma suficientemente áspera y enérgI-
ca en este famoso problema de autonomización que se 8 So/ch., t. 45, pág. 356.

110 111
por el imperialismo despertarán definitivamente, y em- nefasta contra el pretendido "social-nacionalismo".
pezará una lucha decisiva y difícil para su liberación" .
Dzerjinsky ha dado muestras de esta actitud "auténti-
Era inútil añadir que la sinceridad socialista y revolu-
camente rusa" que caracteriza a los extranjeros rusifi-
cionaria del Partido era objeto de graves sospechas si
cados; responsable de una comisión investiaadora , ha
se consideraban las actuaciones que Lenin no dejó de b

dado pruebas de un prejuicio imperdonable, y los tra-


estigmatizar en lo sucesivo.
Según Lenin, los jefes del Partido no han compren- bajos de su comisión deben considerarse nulos y deben
dido siquiera el primer principio que debía guiarlos a re~acerse "par.a .c?rregir esta enorme masa de irregu-
dar una solución al problema de las nacionalidades landades y de JUICIOS preconcebidos que contienen sin
dentro de un espíritu internacionalista. El proletariado duda". Lenin acusa resueltamente a Ordjonikidze y a
debía, en su propio interés, conquistar la confianza de Stalin de haber actuado como brutales gran-rusos de
los pueblos alógenos. Estos experimentaban una pro- ha~er infringido las reglas del internacionalismo pr~le­
funda desconfianza respecto a la nación mayoritaria, tano y de haber naufragado en una actitud imperia-
que les había inferido ofensas hirientes y repetidas in- lista. Exige así un "castigo ejemplar" para Ordjoni-
justicias; de suerte que si la gran nación se contenta kidz~ -según Trotsky se trataba de expulsarlo del
con proclamar una simple igualdad formal, su actitud PartIdo, al menos temporalmente- y asimismo una
puede calificarse de burguesa. Para reparar las injus- inculpación oficial de Stalin y de Dzerjinsky, política-
ticias cometidas contra las pequeñas naciones, la gran mente r~sponsables. Al propio tiempo, vuelve contra
nación de los antiguos opresores está obligada a ad- los propIOS acusadores el calificativo de "desviacionis-
mitir cierta desigualdad en su propio detrimento, está tas".9 Reconoce que todo el proyecto de autonomiza-
obligada a practicar una especie de autodiscriminación ción "era probablemente injusto en su esencia y pre-
para compensar la desigualdad de hecho que sigue el
n: aturo ", admite n:antenimiento de la Unión, pero
existiendo en la vida en detrimento de las pequeñas SIempre que se este dIspuesto a hacer marcha atrás si
naciones. Es preciso redoblar las atenciones, las con- la experi~nda lo muestra necesario, y a dejar subsi~tir
cesiones y las medidas prudentes en beneficio de los de la Umón solamente la fusión de la política exterior
pueblos pequeños. Esta no era precisamente la política y la defensa, mientras sería necesario "en todos los
de Stalin, Ordjonikidze y Dzerjinsky. Lenin los con- otros caml?os, recon~titu.ir la ~?dependencia completa
dena en términos de una tal severidad que no deja de,lC?s antiguos comIsanados , es decir, a partir del
duda en cuanto a su profunda hostilidad política ha- proxlmo congreso de los Soviets, volver a las relacio-
cia ellos y hacia los que actúan corno ellos. Stalin es nes que existían anteriormente. Es legítimo suponer,
acusado de una precipitación fatal y de una cólera 9 Ver más adelante, capítulo VII.
112
113
como 10 hace el historiador norteamericano Pipes, que
si Lenin no hubiera sido abatido definitivamente en el
mes de marzo, "la estructura final de la Unión Sovié-
tica habría sido distinta de la que Stalin iba a darle
posteriormente".lO

Puede emitirse una hipótesis análoga en 10 que CAPÍTULO VII


respecta al conjunto de estructuras del régimen sovié-
tico. Entretanto, señalemos que Lenin dictaba estas "EL ASUNTO CLANDESTINO"
reflexiones sobre la autonomización precisamente en
el momento en que comenzaba el congreso de los So-
viets que ratificó la solución sobre la que Lenin abri- Los meses de enero y febrero de 1923 fueron para
gaba tantas dudas. Fotieva afirma que esto no sucedió Lenin dos meses de intenso trabajo. Durante este pe-
por casualidad, ya que Lenin "experimentaba un cre- ríodo, su salud experimentó altos y bajos. A veces su
ciente sentimiento de inquietud en cuanto a la solución humor era excelente, se comprobaba una mejoría del
correcta de la cuestión nacional". 11 La crítica de la estado general, Lenin estaba satisfecho de sus dicta-
política de nacionalidades llevada a cabo por Stalin dos y bromeaba. Los médicos le concedían entonces
y de su comportamiento con los georgianos explican un tiempo suplementario de trabajo y el permiso de
suficientemente el cambio de actitud de Lenin que le leer, después, cuando pareció ceder la parálisis de la
llevó a la idea de destituir a Stalin. Lenin se había for- mano derecha, consideraron incluso la posibilidad de
mado ya su opinión. En 10 sucesivo, sólo le guiarían permitirle recibir visitas y leer los periódicos. Con fre-
consideraciones de orden táctico en la elección de los cuencia, Lenin se sentía perfectamente, hasta tal punto
métodos y de los plazos adecuados para la defensa de que un día llegó a creer que su enfermedad era sólo
sus nuevas ideas. nerviosa." Pero los buenos ratos alternaban con perío-
dos de gran fatiga, de disminución de la memoria, de
dificultad en el hablar, de tensión y de dolores. Los
que le rodeaban estaban atentos al flujo y al reflujo de
la enfermedad; los miembros del Buró Político obser-
1 Véase el "Diario" en la fecha del 14 de febrero. No sabemos
10 PIPES. op. cit., pág. 276. cuál era en este momento el diagnóstico de los médicos y qué sabía
11 FOTIEVA, op. cit., pág. 50. Lenin de él. El fallecimiento fue atribuido a arteriosclerosis.

114 115
vaban vigilantes las alternancias de su dolencia. Du- y periódicos, puso fin bruscamente a sus esperanzas y
rante estos meses, se jugaba el futuro del poder y la prohibió la "información política". Cuando Lenin le
suerte de sus jefes. Y todo dependía de la respuesta preguntó qué es lo que entendía con ello, el médico
que el destino diera a la pregunta: ¿se restablecería respondió: "Ah, por ejemplo, usted se interesa por la
Lenin y podría participar en el congreso del Partido? cuestión del censo de los funcionarios soviéticos" . Esta
Y, en este caso, ¿qué es lo que diría? respuesta causó tal conmoción en Lenin que le tem-
Durante estos dos meses de enero y febrero, a tra- blaban los labios: el hecho de que los médicos estu-
vés de cinco artículos en los que desarrollaba las ideas vieran al corriente de tales detalles e hicieran distin-
expuestas en las notas, los proyectos de Lenin se con- ciones de este tipo no hacía más que confirmar sus
virtieron en un vasto programa de estrategia política sospechas. Fotieva anota en el "Diario", en un estilo·
preparada con miras al próximo congreso del Partido cauteloso: "Es probable, por añadidura, que Lenin
que debía celebrarse dentro de unas semanas. Lenin adquiera la impresión de que no son los médicos quie-
se siente impelido a acelerar su preparación, tanto por nes dan las órdenes al C. c., sino el C. C. a los médi-
el temor de no poder asistir a él como por el carácter cos". En realidad, para Fotieva, ya no se trataba de
urgente de las reformas preconizadas. una simple probabilidad, sino de una verdadera cer-
En el terreno práctico, tres cuestiones dominaban tidumbre."
su atención. Segunda cuestión que preocupaba a Lenin: su pro-
Primero, quería conocer los resultados del censo yecto de fusión del comisariado para la Inspección
de funcionarios en las grandes ciudades, que acaba· Obrera y Campesina con la Comisión Central de Con-
ba de realizarse a instancias suyas. Su obsesión por la trol, pieza maestra de su plan de reorganización del
burocracía había motivado que reclamara con frecuen- Comité Central y de toda la cima del organigrama
cia estos datos. Finalmente, su secretaria tuvo que del Partido. En el "Diario" se ve constantemente que
confesarle que estos documentos no se le podían pro- Lenin pide la opinión de su adjunto Tsjurupa y de los
porcionar sin la autorización de Stalin; Lenin lo ig- miembros del comisariado a quienes se han comunica-
noraba. Según el relato de Fotieva en sus Memorias," do sus proyectos. Los impele a actuar, a preparar estos
este asunto provocó un gran malhumor en Lenin tres cambios importantes para el Estado, y por último se
días más tarde, ellO de enero y, un mes después, el muestra firmemente decidido a llevar todo este asunto
12 de febrero, provocó en él una verdadera crisis. Uno a conocimiento del Congreso.
de los médicos, Forster, que iba ya a permitirle visitas Pero las principales fuentes de actividad y de in-
" Véanse las notas de Fotieva en el "Diario" el 1 y el 3 de
2 FOTlEVA, op. cit., pág. 70. febrero.

116 117
quietud seguían siendo el embrollo georgiano y la ma de hacérselo saber a Lenin, el 3 de febrero, "como
constitución de la u.R.S.S. Una vez determinada su por torpeza". Cuando Fotieva reclama de nuevo in-
opinión de principio y realizado su juicio sobre las formes del expediente, choca esta vez con una fuerte
personas en su memorándum de diciembre, Lenin te- oposición. Dzerjinsky le dice que vaya a ver a Stalin
nía que actuar, y actuar aprisa, a fin de reunir antes y Stalin no está en Moscú. Al fin, éste le informa d~
de la apertura del congreso la documentación necesa- que no puede entregarle el expediente hasta que el
ria para determinar las faltas cometidas y el papel Buró .haya decidido algo al respecto. Stalin interroga
exacto de los responsables, dadas las medidas radica- a FotIeva para saber si no ha dicho demasiado a Le-
les que debían caer sobre estos últimos. Una vez más, nin, quien, terminantemente, debe mantenerse alejado
podemos situar en forma bastante satisfactoria la de toda información sobre los asuntos corrientes. Fo-
"gran conspiración" de Lenin gracias al "Diario" y a tieva lo niega, pero repetirá la conversación a Lenin,
diversos textos dispersos en la 5: edición de las Obras. que hará esta breve observación, maliciosa e irritada:
El 24 de enero, después de haber terminado y remitido "¿Entonces el asunto nacional es un asunto corrien-
a Pravda su artículo sobre la Inspección Obrera, Le- te?" Lenin ha insistido demasiado para que Stalin le
mn llamó a Fotieva y pidió los expedientes de la co- pueda negar el expediente sin estar cubierto por el
misión investigadora Dzerjinsky sobre Georgia. Igno- Buró ya que, evidentemente, no se trataba de un asun-
raba que esta cuestión iba a ser debatida de inmediato to corriente. Fotieva, sin citar las fuentes, refiere un
en el Buró Político. El día siguiente, Lenin pregunta intercambio de mensajes entre Kamenev y Stalin en
de nuevo si Stalin o Dzerjinsky le habían enviado el el curso de la sesión del Buró:
expediente. Entre tanto, el Buró Político aprueba en Kamenev: "Puesto que VIadimir Ilitch insiste, creo
sus deliberaciones las conclusiones de la comisión, que será peor negárselo".
condena una vez más a los georgianos y justifica a Ord- Stalin : "Yo no sé nada; que haga lo que le pa-
jonikidze y a Stalin. La comisión había aconsejado rezca" .
que Mdivani, Makharadze, Tsintsadze y otros fueran Pero, evidentemente, éste no era su deseo, puesto
llamados a Moscú. Este consejo fue aprobado, y Pipes que exige que se le libere de la carga de responsable
llega a afirmar que la orden fue cursada incluso antes del régimen médico de Lenin. El Buró hace caso omiso
de la reunión del Buró! y decide enviar el expediente a Lenin, sin comprender
Fotieva logró mantenerse al corriente de todo 10 del todo lo que éste intenta hacer con él. 5
que sucedía en las alturas. Encontraría también la for- Lenin quería simplemente verificar los hechos por

4 PIPES, op. cit., pág. 282 Y FOTIEVA, op. cit., pág. 54. 5 FOTIEVA, op. cit., págs. 64-65.

118 119
sus propios medios. A este objeto, constituyó una co- que su inquietud se revela cada vez más fundada, y la
misión investigadora privada, formada por Gorbunov, responsabilidad de las personas implicadas más gra-
su encargado de negocios en el S.N.K., y por sus se- ve. El 14 de febrero, la comisión recibe nuevas indica-
cretarias Fotieva y Gliasser. Las primeras cuestiones ciones, que denotan el estado de ánimo de Lenin y su
que esta comisión debía poner en claro -seguirían resolución de no dejar nada en la sombra:
otras a medida que avanzara el estudio del expedien-
te- eran las siguientes: "Tres nociones fundamentales: 1) no está permi-
tido golpear a nadie; 2) las concesiones son indispen-
"1) ¿Por qué se acusaba de desviacionismo al sables; 3) no se puede comparar un pequeño Estado
antiguo C.C. georgiano? con otro grande.
2) ¿Qué se le reprochaba como infracción a la "¿Stalin estab¡l enterado (del incidente)? ¿Por qué
disciplina? no reaccionó?"
3) ¿Por qué el Zakkrajkom era acusado de re-
presión con respecto al e.e. georgiano? La falta personal se convierte en una falta política
4) Medios físicos de la opresión «biomecánica». de máxima gravedad. Más adelante leemos: "El califi-
5) Línea del C.C. del P.C.R. en ausencia de V1a- cativo de «desviacionistas» con el significado de des-
dimir Ilitch y en su presencia. viación chauvinista y menchevismo demuestra la mis-
6) ¿Con quién ha entrado en relaciones la comi- ma desviación en los velikoderjavniki". Este término,
sión? ¿Ha investigado exclusivamente las acusaciones que engloba bajo una misma denominación a los hom-
contra el C.e. georgiano, o también las que se han bres que Lenin critica, es difícil de traducir; evoca la
formulado contra el Zakkrajkom? ¿Ha estudiado el idea de chauvinismo, de egocentrismo de gran poten-
caso de «biomecánica»? cia, de imperialismo. Lenin está ahora decidido a su-
7) Situación actual; la campaña electoral, los primir esta tendencia adversa del Partido. En cierto
mencheviques, la opresión, la querella nacional." • sentido, incluso pasa de inmediato a la acción, puesto
que cursa la siguiente orden: "Directiva de Vladimir
Con estas indicaciones, y constantemente impul- Ilitch: hacer alusión ante Soltz a la idea de que está
sados por Lenin, sus tres auxiliares pusieron manos a (Vladimir Ilitch) del lado del más débil. Dar a enten-
la obra, esperando terminarla en tres semanas. Lenin der a alguno de los ofendidos que toma su partido" .7
plantea a Fotieva preguntas cada vez más precisas, ya Lenin no desea pues seguir guardando el secreto ni la
7 lbíd., pág. 107. Estas notas fueron redactadas por Fotieva.
6 So/ch., t. 45, págs. 606-607. 80Hz era uno de los dirigentes de la Comisión Central de Control.

120 121
neutralidad; por el contrario, intenta prevenir a los
dum sobre la cuestión nacional al congreso que se
interesados. 501tz, puesto al corriente, ha informado
avecina. Sin embargo, nuevos elementos pueden exi-
sin duda a los miembros del Buró Político y probable- gir una ampliación de la encuesta, quizás incluso el
mente a Stalin. Por su parte, los georgianos deben de envío de alguien al lugar de los hechos, cosa que re-
haber comunicado la noticia a alguno de sus protec- queriría bastante tiempo. Cualquier retraso de la co-
tores. Esta debe pues haber circulado, en forma bas- misión, dice el 4 de febrero a Fotieva, corre el riesgo
tante limitada al principio, pero suficiente para re- de echarlo todo a perder y de provocar en él el ma-
forzar la vigilancia de una y otra parte. Es posible que yor de los disgustos. Ninguna nota en el "Diario"
desaparecieran del expediente documentos excesiva- entre el 14 de febrero y el 5 de marzo. Los presenta-
mente comprometedores. No sin asombro, Fotieva se dores de las Obras tampoco proporcionan indicación
entera por 50ltz y escribe 10 siguiente: "Camaradas alguna sobre estas tres semanas. Es probable que Le-
del e.e. georgiano le han remitido material referente nin no escribiera nada durante este tiempo, y por otra
a toda clase de vejaciones cometidas contra los geor- parte sus secretarias están muy ocupadas con el tra-
gianos (partidarios del antiguo e.e. del P.e.G.). En bajo en la "comisión clandestina". 9 Sin embargo, co-
cuanto al incidente -la ofensa cometida por el ca- nocemos un hecho: el 3 de marzo la comisión enVÍa
marada Ordjonikidze contra Kabanidze-, la comi- sus conclusiones. 10 Pero aún hoy seguimos ignorando
sión central de control poseía una declaración de la el contenido de este documento. ¿Por qué no 10 ha
víctima, pero ha desaparecido. A mi pregunta: «¿Có- publicado todaVÍa el Instituto del Marxismo-Leninis-
mo, desaparecida?», el camarada 501tz ha respondido: mo? ¿Habrá "desaparecido", al igual que la acusación
«Así, desaparecida)). Pero esto no tiene mayor impor- de Kabanidze? Hasta ahora, no se sabe nada en con-
tancia, ya que el e.e.e. dispone de un informe obje- creto. De cualquier modo, los resultados de los traba-
tivo de Rykov, que estaba entonces en el escenario de jos de la comisión debieron dar el carácter de un com-
los hechos". 8 (Sin perdernos en detalles, se podría po- bate en toda regla a los dos últimos días activos de
ner en duda la objetividad de Rykov, quien, el 9 de Lenin. Debieron llevar al colmo su amargura y su có-
diciembre, en ocasión de su informe a Lenin, no dijo lera contra sus compañeros de equipo, y debieron re-
ni una palabra del incidente, del que Lenin se enteró forzar su convicción de que el asunto georgiano no era
por el propio Dzerjinsky, tres días más tarde.) más que el indicio de un mal mucho más profundo.
Lenin espolea a su comisión; su estado de salud
es precario y quiere a toda costa dirigir un memorán- ij Fotieva menciona, sin embargo. en lz vospominanij ... notas
tomadas ellO de enero (pág. 70) Y el 16 de febrero (pág. 75). Pero
éstas no figuran en el "Diario".
8 FOTIEVA, op. cit., pág. 75.
10 So/ch., t. 45, pág. 714.
122
123
Pero las fuerzas declinantes de Lenin no iban a permi- vuélveme el expediente, y veré en ello la señal de tu
tirle vivir por mucho tiempo en una tal tensión moral desacuerdo.
y nerviosa. A causa de ello, su enfermedad se agra- Con mi mejor saludo de camarada, Lenin." 12
varía de una manera fatal. Y, efectivamente, bajo la
acción conjugada del drama que vivía y del proceso Lenin no podía hacer nada sin un aliado. Trotsky
esclerótica progresivo, Lenin empezó a encontrarse no era sólo el único posible, sino también un apoyo
muy mal. 11 seguro. Con la protección de Lenin vivo, Trotsky era
Sin duda, ésta fue la razón que le impulsó a des- todavía invencible en estos primeros meses de 1923.
cargar sin más dilación los golpes que preparaba desde La fórmula de saludo era tan calurosa que Stalin, obli-
hacía dos meses contra sus adversarios, aunque fuera gado a leer esta carta ante el Comité Central en julio
un poco prematuro hacerlo. Los tres primeros asaltos de 1926, cuando su posición no podía ser ya seria-
fueron dirigidos contra un solo y único objetivo: Sta- mente amenazada, prefirió, sin embargo, cambiarla
lin. Ocultando a los médicos la profunda emoción que por un simple: "Con mi saludo comunista" ."3 Esta
le embargaba cuando tomó estas decisiones, les dijo, carta significaba una gran victoria para Trotsky: la
relata Fotieva, que se trataba sólo de unas cartas de conclusión definitiva de este "pacto contra la buro-
trámite. Llamó a Voloditcheva hacia el mediodía del cracia" que Lenin le había propuesto a principios de
5 de marzo y dictó dos cartas. diciembre y cuya realización había esperado en vano. 14
La primera, altamente secreta, y escrita en un tono Podía sentirse también auténticamente consagrado
afectuoso muy raro en Lenin, estaba destinada a tomo heredero, y, por lo tanto, sentirse seguro en
Trotsky y su contenido debía serle comunicado de in- cuanto al resultado final de la sorda intriga que se
mediato por teléfono. Helo aquí: tramaba contra él desde la enfermedad de Lenin.
Este, después de haber tomado las decisiones po-
"Te ruego con insistencia que te encargues de la líticas, podía ahora permitirse llevar más lejos la ofen-
defensa del asunto georgiano en el Comité Central del siva y saldar con Stalin una cuenta privada. En espera
Partido. Este asunto se encuentra actualmente bajo de la respuesta de Trotsky a su primera carta, se puso
la «persecución» de Stalin y de Dzerjinski, y no puedo a dictar otra a Stalin respecto a la ofensa que éste in-
fiarme de su imparcialidad, sino todo 10 contrario. Me firió a Krupskaya, pero la fatiga a la vez, y también
sentiría tranquilo si consintieras en tomar a tu cargo ciertas dudas de orden táctico, le impulsaron a dejar
la defensa; si no consientes, por cualquier razón, de-
12 So/ch., 1. 54, pág. 329.
11 Véase, "Diario" del 5 Y 6 de marzo, y TROTSKY, La Révolu~ 13 TROTSKY, op. cit., pág. 163.
rion défigurée, op. cit., pág. 164. 14 Ibíd., pág. 165.

124 125
para el día siguiente la redacción definitiva de este Este 6 de marzo, a medida que transcurre el tiem-
difícil mensaje. Lenin se preguntó sin duda si esta in- po, Lenin va de mal en peor y esto le hace q~emar
tervención de carácter personal no atenuaría el alcan- etapas. El día anterior, Fotieva y Gliasser, que Iban y
ce de la crítica de principios, y si era compatible con venían entre Lenin y Trotsky -inmovilizado él tam-
su actitud global. Pero al día siguiente, al enterarse bién por un lumbago en otro apartamento del Krem-
de la respuesta de Trotsky, que evidentemente fue po- lin-, habían anunciado a este último que Kamenev
sitiva,'5 acabó el dictado, lo leyó de nuevo y pidió a salia para el Cáucaso y que él, Trotsky, podía confiar-
Voloditcheva que llevara la carta a Stalin y esperara le, si 10 deseaba, cualquier encargo. 17 No se sabe con
su respuesta. He aquí el texto glacial de este mensaje, exactitud cuál era el objeto del viaje de Kamenev.
destinado a herir lo más duramente posible: Pero Trotsky, que había recibido el memorándum del
20 de diciembre y otros papeles de Lenin sobre Geor-
"Al camarada Stalin,
gia, propuso mostrar estos textos a Kamenev para que
altamente secreto, personal, de inmediato pudiera tomar ciertas medidas sobre el
copias a los camaradas Kamenev y Zinoviev. terreno. Fotieva fue a plantearle el asunto a Lenin, y
regresó con una respuesta categóricamente negativa:
Muy respetable camarada Stalin, "De ningún modo. VIadimir Ilitch dice que Kamenev
Te has permitido la grosería de llamar por teléfo- enseñará la carta a Stalin, que cerrará un trato des-
no a mi mujer y de injuriarla. Ella estuvo de acuerdo igual y lo traicionará luego" .'8 Esto sucedía probable-
en olvidar 10 que se dijo. Sin embargo, 10 comunicó a mente por la mañana. Poco después de la primera res-
Zinoviev y a Kamenev. No tengo la intención de ol- puesta, Fotieva fue a ver a Trotsky otra vez con nue-
vidar lo que se ha hecho contra mí, y ni que decir tiene vas instrucciones de Lenin y un ejemplar de otra car-
que lo que se hizo contra mi esposa lo considero hecho ta. Lenin proponía esta vez que se revelara todo a Ka-
contra mí. Esta es la razón de pedirte que consideres menev, e incluso que se le diera a conocer este nuevo
si estás dispuesto a retirar 10 que dijiste y a presentar mensaje, dirigido a los supuestos desviacionistas geor-
tus excusas, o si prefieres romper las relaciones en- gianos. Se trataba de cuatro líneas cargadas de ardor
tre nosotros. combativo:
Con respeto, Lenin." 16
17 lbíd., pág. 329.
18 TROTSKY, op. cit., págs. 163-164. El "Diario" y las otras fuen.
15 Véase nuestra nota sobre la respuesta de Trotsky en el ane-
xo VIII. tes a que nos referimos aquí permiten constatar la exactitud del testi-
16 Sotch., t. 54, págs. 329-330. monio de Trotsky sobre estos puntos. Lo único que quizá le sucede es
equivocarse en veinticuatro horas en la cronología de los hechos.
126
127
"(rigurosamente secreto) de la carta. Pero, al día siguiente, Voloditcheva se
A los ~amaradas Mdivani, Makharadze y otros. negó a toda vacilación: estaba obligada a ejecutar las
¡Quendos camaradas! órdenes terminantes de Lenin. Krupskaya buscó con-
Sigo vuestro asunto con todo mi corazón. Disgus- sejo antes de decidirse y, como lo hacía a menudo,
tado por la rudeza de Ordjonikidze y la connivencia recurrió al amable Kamenev. Debió ser en esta oca-
de Stalin y de Dzerjinsky, preparo notas y discurso sión cuando Kamenev se enteró de que "Vladimir
para vosotros. Ilitch se preparaba para aplastar políticamente a Sta-
Respetuosamente. Lenin. lin".21 Voloditcheva llevó entonces la carta a Stalin,
6 de marzo de 1923." 19 quien respondió de inmediato pidiendo disculpas,
como más tarde se supo gracias al testimonio de la
Esta .actitu~ estaba lejos de la irritada respuesta hermana de Lenin. Pero Lenin no pudo enterarse de
de q.ue hlZ~ objeto a los georgianos el 21 de octubre. estas disculpas: ese día, 7 de marzo, fue víctima de un
Lemn habla negado a conclusiones diametralmente grave ataque. Su estado se agravaba peligrosamente.
opu,estas~ No se 10 ocultaba a sí mismo, y esto era una
EllO de marzo, la mitad de su cuerpo estaba paraliza-
razon mas para defenderlos. do. Lenin ya no iba a recuperar jamás el habla. 22
Trotsky, asombrado por el cambio de Lenin en
cuanto a la participación de Kamenev en el secreto La vida política de Lenin había terminado. Tenía
pidió explicaciones. Fotieva le dijo 10 que suponía; sólo cincuenta y tres años y moriría once meses des-
"Probablemente es porque Vladimir Ilitch se siente pués, e121 de enero de 1924. Su organismo de hierro
peor y se apresura a hacer cuanto le es posible". Pue- no había cesado de librar un combate desesperado.
de confiarse en la veracidad de Trotsky cuando cita 21 DEUTSCHER. op. cit., pág. 90.
qu~ una de las secretarias de Lenin, probablemente 22 Véase en el anexo X nuestra nota sobre la enfermedad de Le-
Ghasser, le dijo: "Vladimir Ilitch prepara una bomba nin después de la recaída del 10 de marzo.
contra Stalin" .20
A pesar del deseo claramente expresado por Lenin
de que ~a carta en que exigía excusas llegara a manos
de Sta:111, K~upskaya titubeó en hacer transmitir el
mensaje. .E:;dentemente, en esta época ya temía al
gensek. PldlO a las secretarias que aplazaran el envío
19 Sotch., t. 54, pág. 330.
20 TROTSKY, op. cit., pág. 164.

128 129
parecer, de brindar a sus proletarios ventajas tales que
las perspectivas revolucionarias en Occidente parecían
esfumarse por el momento. A causa de esto, y con·
cienciando la soledad de Rusia, Lenin busca apoyo en
otras partes. Y se Volverá hacia Oriente con creciente
confianza.
CAPÍTuLO VIII Observaba en aquella zona los comienzos de un
proceso de inmensos alcances. Bajo la presión de la
RUSIA ENTRE OCCIDENTE Y ORIENTE misma fuerza que frenaba y oprimía Alemania, las
masas asiáticas entraban en la era capitalista, pero
penetraban a la vez en un período de conmociones re·
La parte más característica y sorprendente de la volucionarias de carácter nacionalista y anti·imperia-
evolución de Lenin a 10 largo de los últimos ochenta: lista. Es por ahí que Lenin entrevé a largo plazo el fin
días durante los cuales pudo todavía concebir ideas del aislamiento ruso, con la esperanza de un renaci-
y expresarlas, es la que se refiere a las reflexiones so- miento de las fuerzas revolucionarias en el mundo:
bre individuos. Sin embargo, estas reflexiones sólo son
en cierto modo derivaciones. Lenin no pierde de vista "El resultado de la lucha depende en última ins-
los problemas globales que su Estado debe afrontar. tancia del hecho de que Rusia, India, China, etc., for-
Y, naturalmente, el principal análisis, el que per- man la inmensa mayoría de la población del globo.
mite integrar todos los otros datos, apreciar las gran- y es precisamente esta mayoría de población la que,
des tendencias de la evolución y ponderar, por parte desde hace algunos años, es impulsada con increíble
de los dirigentes, las razones para confiar o para te- rapidez a la lucha por su liberación. A este respecto,
mer, es el de la política mundial. Ahora bien, la situa- no puede caber ninguna duda en cuanto al resultado
ción se desarrollaba entonces precisamente en direc- final de la lucha a escala mundial." 1
ción contraria a la que los bolcheviques previeran
después del éxito de la toma del poder. No se había
producido ninguna revolución en los países occiden- Aunque el resultado final siga siendo hoy una in·
tales. En los sitios donde había estado a punto de cógnita, la conjetura era acertada en cuanto a la diná·
triunfar, sus partidarios no podían ahora levantar ca- mica de la historia contemporánea. Con un sentido
beza. Entre los otros países, los principales habían ad- profundo de las realidades, Lenin prevé igualmente
quirido una estabilidad inesperada y la posibilidad, al 1 Sotch., t. 45, pág. 404. Véase anexo IX.
130 131
que el desarrollo del proceso revolucionario adquirirá Pero, al mismo tiempo, era también casi una ventaja
en el futuro formas todavía más específicas y descon- estratégica: la faz occidental de Rusia era demasiado
certantes, para los defensores de un marxismo dema- débil para poder desencadenar revoluciones en el Oes-
siado esquemático, que las que había conocido en te, pero su faz asiática parecía tener mejores condicio-
Rusia. En este contexto, Lenin examina el carácter nes para jugar el papel de acelerador y de modelo entre
específico de la revolución rusa. Lo explica por la po- las multitudes orientales. Lenin estaba seguro de ello,
sición de Rusia entre el mundo de la civilización ca- pero para un porvenir lejano. El problema del esta-
pitalista y el Oriente asiático, con una preponderancia dista consistía en responder a esta pregunta: ¿Cómo
de elementos orientales, en aquel momento. A veces resistiría Rusia hasta la llegada de estos refuerzos? Le-
se busca la explicación del desarrollo del fenómeno mn no ocultaba a sus conciudadanos que el juego es-
estaliniano en una herencia oriental: esta interpreta- taba lejos de haber sido ganado, y es preciso señalar
ción es bastante leninista. No deja de tener interés que sus declaraciones eran publicadas en los grandes
citar a este respecto un párrafo del texto Sobre nues- periódicos. ¿Era posible que la Rusia soviética se be-
tra Revolución, escrito contra las tesis de los social- neficiara durante mucho tiempo de la pugna entre Oc-
demócratas. Estas no toman en cuenta el hecho de que cidente y el Japón, que había actuado a su favor du-
"Rusia, situada entre los países civilizados y los países rante la guerra civil? Lenin no quiere pronunciarse. No
que esta guerra lleva por primera vez definitivamente escatima las profecías optimistas en cuanto a la sabi-
a la civilización, es decir, todo el Oriente, los países duría de la historia en general, pero se abstiene pru-
extraeuropeos, podía, y, por consiguiente, tenía que dentemente de formular previsiones demasiado tran-
mostrar algunos rasgos particulares, inscritos eviden- quilizadoras para el porvenir inmediato.
temente en el marco general de la evolución mundial, Se observa que la perspectiva de Lenin en este
pero de naturaleza tal que diferenciaban su revolución campo no es la que adoptaron sus sucesores, es decir
de todas las revoluciones anteriores de la Europa Oc- la que se expresa en la tesis del "socialismo en un
cidental, y que contenían en relación a éstas elementos solo país". Por el contrario, se trata de proderjatsija,
nuevos propios de los países orientales". 2 de resistir hasta la llegada de refuerzos y, entretan·
Esto constituye una fuente de dificultades y de de. to, de construir, no inmediatamente, el socialismo, sino
bilidad. Durante un cuarto de siglo, arrastrará a Rusia una sociedad de transición. En "Más vale menos pero
hacia un sistema que a algunos les gusta caracterizar mejor", Lenin afirmará: "No somos lo bastante civi.
con el concepto de "modo de producción asiático". lizados para poder pasar directamente al socialismo" .
La idea central de este artículo, que contiene la quin.
2 lbíd., pág. 379.
taesencia del legado que quería hacer a su pueblo antes
132
133
de morir, eS que los objetivos deben ser más modestos, otros hechos innegables que desafiaban la doctrina y
más realistas, menos ambiciosos; hay que desconfiar la sensatez. ¡Y he aquí que ahora las apuestas se ha-
de la megalomanía. Pero este realismo no lograba to- dan sobre las masas precapitalistas de Oriente en lugar
davía desvanecer el malestar que la situación específi- de contar con el Occidente civilizado! En su lecho de
ca de la revolución rusa provocaba entre sus más fer- ,enfermo , Lenin estudia estas críticas. La respuesta. del
vientes promotores. Era paradójico, aberrante inclu- teórico no es más ortodoxa que la acción del estadIsta.
so, que el poder proletario se viera en la imposibilidad
de abordar las tareas para las que había nacido. Por "¿ y si la situación absolutamente "in salida, al
muy ocupado que estuviera en asegurar la superviven- decuplicar las fuerzas de los obreros y de los campe-
cia práctica de la revolución, Lenin sentía también este :sinos, nos ha ofrecido la posibilidad de proceder a la
malestar y, en consecuencia, se esforzaba en demos- ,creación de las premisas esenciales de la civilización
trar la legitimidad de la revolución dentro de los tér- :al contrario de lo que han hecho todos los otros Esta-
minos de la teoría marxista. Al estar persuadidos los dos de la Europa occidental? [ ... ]
marxistas de que podían prever mejor que nadie el [... ] Si, para crear el socialismo, es preciso haber
curso de la historia, era embarazoso para ellos que los ~alcanzado un nivel de cultura determinado [ ... ], ¿por
acontecimientos que acaecían en la realidad no se pa- 'qué no teníamos que empezar nosotros por conquistar
recieran a determinados clisés establecidos. 'en forma revolucionaria las condiciones previas de este
En efecto, la revolución rusa encajaba tan mal en nivel determinado para, a continuación, valiéndonos
la interpretación más corriente del marxismo, parecía ,del poder obrero y campesino y del régimen soviético,
tan "anti-marxista" a sus adversarios, que los menche- ponernos en movimiento y alcanzar a los otros pue-
viques, derrotados y agostados en la arena de la acción blos?"
histórica, especialmente gracias al genio político de
Lenin, podían, sin embargo, blandir contra él los tér- Todavía hay más; haciendo una cita un tanto sor-
minos de la doctrina con un sentimiento de superiori- prendente, Lenin añade: "Recuerdo que Napoleón
dad. La toma del poder político en ausencia de una dijo: On s'engage ... et puis on voit".3 La Rusia sovié-
infraestructura adecuada, la dictadura del proletaria- tica contemporánea, seguida por China o Cuba, ha
do casi sin proletariado, acaparada por un partido en ,demostrado con hechos que se podía conquistar el po-
el seno del cual éste era minoritario, la readmisión del ,der primero y dedicarse a alcanzar el nivel de las otras
capitalismo después de una revolución pretendidamen- naciones después. Sin embargo, la máxima "On s'en-
te socialista, la omnipotencia de una enorme máquina
estatal burocratizada a medida de sus deseos, y tantos 3 Ibíd., págs. 380-381.

134 135
gage ... el puls on volt" no deja de ser ambigua. Lenin, tancias cada vez más complicadas. 4 Entonces, puesto
marxista en toda su Weltanschauung y en su sistema que había decidido resistir todo el tiempo que hiciera
de comprensión de las realidades sociales, partida- falta, ¿mediante qué programa, por medio de qué re-
rio de una acción siempre en función del estado de formas internas se lograría?
madurez de las fuerzas sociales, apartado de todo es- El tumor burocrático inquietaba, ciertamente, a
píritu aventurero, parece decir a la vez que el momen- Lenin pero, a su juicio, no era de ahí de donde proce-
to de la toma del poder y la manera de tomarlo no día la amenaza más grave: una ruptura entre los obre-
pueden ser estrictamente calculados en términos de un ros y los campesinos sería el fin de la revolución. El
análisis histórico-social teórico. El acto revolucionario , análisis, fundado casi siempre en la existencia de dos
como toda política, es en cierto sentido un arte, en el clases fundamentales, tendría que integrar con la Nep
cual el realismo se mezcla íntimamente con el amor al una tercera, la burguesía. La perspectiva era todavía
riesgo. Ninguna revolución concordaba por completo más sombría. Al proponerle un aliado eventual, se ha-
con la teoría que la había precedido y tendía a reali- cía más palpable el riesgo de defección del campesi-
zarla. Por esta razón, el mensaje de Lenin a los futuros nado. La alternativa era entonces la siguiente: "La
revolucionarios, aunque parezca casi una llamada a la suerte de nuestra república dependerá a fin de cuentas
aventura, exige sobre todo que se prescinda de clisés, de esto: la masa campesina, fiel a su alianza con la
cualquiera que haya sido su utilidad en el pasado. En clase obrera, ¿marchará con ésta, o permitirá que los
este sentido, contiene una advertencia implícita contra nepmany, la nueva burguesía, la desuna, la separe de
los clisés que pudieran originarse en las propias teorías los obreros?" 5 La alianza sobre la que descansa la
leninistas. existencia del régimen es precaria, Lenin no lo ocul-
Todo esto no era fácil de decir, y Lenin no habría ta. Ciertamente, el pequeño y el ínfimo campesinado,
sentido este curioso deseo de justificar su victoria si nacidos de la revolución, confían en el sistema sovié-
hubiera estado seguro de la supervivencia de su régi- tico: "No obstante, con esta confianza en la revolución
men. Este no era el caso. La revolución todavía podía . y sólo con ésta, no nos es fácil resistir hasta la victoria
ser aplastada, y de ser así Lenin no sabía cómo la juz- de la revolución socialista en los países más avanza-
garía la historia. dos".6 El campesinado está demasiado atrasado para
El estudio de los problemas internacionales no que se pueda contar con su seguro apoyo, tanto más
agotaba la lista de peligros que acechaban al Estado cuanto que la guerra civil y la intervención extranjera
soviético. Se vería obligado a maniobrar en circuns- han hecho retroceder la economía del país.
5 lbíd., págs. 387·388.
4 lbíd., págs. 343.344. 6 lbíd., pág. 401.

136 137
Una base social cual la descrita compromete a un cirse que esto sería realizar un trabajo nocivo, un tra-
tiempo la estabilidad del Estado y la del Partido. Y la bajo nefasto para el comunismo." 7
del Partido está ya amenazada por la posibilidad de
una repentina escisión provocada por un choque entre Lenin piensa en un sistema de iniciación gracias
los jefes. De nuevo, Lenin siente la necesidad de justi- al cual las células obreras de las ciudades difundirían
ficarse desde el punto de vista de la doctrina en cuanto en el campo la influencia urbana y soviética, a condi-
a la importancia que da a las relaciones entre las per- ción, sin embargo -ya que Lenin conocía su mun-
sonalidades para el desarrollo de la historia, impor- do--, de que esta especie de patronazgo fuera total-
tancia que un dogma sociológico difundido por el pa- mente voluntario y no se convirtiera a su vez en un
dre del marxismo ruso, Plekhanov, había minimizado. cuerpo burocratizado.
Una vez más, Lenin tenía razón. Quizá podría definirse globalmente el programa
A los albures de la alianza por una parte, al peli- de Lenin respecto al campesinado en la consigna: "re-
gro de escisión en el Partido por la otra, es preciso volución cultural". Este concepto, en la actualidad
oponer por un lado medidas a largo término, y por muy en boga en un país que dice ser leninista, se ca-
otro una reorganización inmediata de los peldaños racteriza ante todo en Lenin por un realismo y un an-
superiores de la máquina gubernamental. En este mar- tidogmatismo que no podría dudarse en calificar de
co, los proyectos de Lenin deben ser considerados exacerbados. Lenin ridiculiza despiadadamente a to-
como medidas de urgencia, aun cuando la mayoría de dos los que parlotean sobre la "cultura proletaria",
ellos sólo pudieran dar fruto al cabo de bastante tiem- cuando se vive es un "estado de incultura semi-asiáti-
po. Los dos tipos de remedios van unidos uno a otro, ca"; sería preferible pretender simplemente una cul-
la eficacia y el menor costo posible de la máquina tura, e incluso, más modestamente, el saber leer y
gubernamental debían contribuir a atraerse a los cam- escribir. Antes de disertar en forma docta sobre la cul-
pesinos. Es preciso conquistar al campesino, evidente- tura proletaria, hay que tratar de alcanzar el nivel de
mente, pero no por medio de la propaganda comunis- un país occidental medio: "Para empezar nos bastaría
ta. El Partido es puesto en guardia contra una empresa con poseer una auténtica cultura burguesa; para em-
de este tipo: pezar nos bastaría con librarnos de dos tipos particu-
larmente tenaces de la cultura preburguesa, es decir
"Esto no debe tomarse en el sentido de que debe- del tipo burocrático y del tipo feudal. En esta materia,
ríamos llevar de inmediato al campo las ideas comu- la precipitación y la temeridad son lo más nocivo". 8
nistas puras y simples. Mientras no tengamos una base· 7 lbíd., pág. 367.
material para el comunismo en las aldeas, puede de- 8 lbíd., pág. 389.

138 139
Aunque este progra¡na se denomine "revolución", su este punto era preciso plantear la cuestión de la co-
ejecución ocupará un largo período histórico. Es una rrespondencia de una concepción de este tipo con los
obra de larga duración; hay que recorrer "toda objetivos socialistas del régimen. Lenin había consi-
una época de desarrollo cultural de la masa popular" . derado siempre el cooperativismo como esencialmente
"Esto es lo único que le falta a Rusia para pasar al burgués; por esta razón era factible preguntarse si las
socialismo", dirá Lenin en De la cooperación. tendencias capitalistas de la N ep no reforzarían este
Esta tarea debe ocupar el centro de las preocupa- supuesto carácter del movimiento cooperativista cam-
ciones del régimen. El maestro de escuela popular debe pesino. En relación a esto, Lenin realiza un total cam-
revestirse de un prestigio nuevo y gozar de ciertos pri- bio doctrinal. Cree que el cooperativismo es el buen
vilegios materiales (en esa época: abastecerlo de pan sistema para llevar a la clase campesina hacia las es-
en forma prioritaria). Este aspecto del programa de tructuras. s?cialistas. Lo cree con tanta firmeza que el
Lenin permanecerá entre los más utópicos de su gran cooperatlvIsmo ocupa entonces en sus proyectos el
empresa: el pedagogo aldeano se mantendrá durante sitio que ha dejado vacante el capitalismo de Estado,
largo tiempo en la u.R.S.S. en una situación más bien que Lenin ha abandonado después de su fracaso en la
desfavorable. práctica. Debido a que el poder y los principales me-
El programa socioeconómico de Lenin para el ám- dios de producción se encuentran ahora en manos de
bito rural, su "plan cooperativo", aparece íntimamen- la clase obrera, el cooperativismo ha dejado de ser una
te ligado a la "revolución cultural"; su importancia se institución esencialmente burguesa y mercantil como
ve acrecentada por ésta. Pero se trata asimismo de una lo había sido antes. Iba a ser una institución socialista
obra de larga duración. cuyo crecimiento correría parejas con el del socialis-
~~. Este sistema permitiría que todo campesino par-
A los ojos de Lenin, la N ep es y debe seguir siendo
por mucho tiempo el marco socioeconómico accesible tICIpara en la construcción del socialismo por medio de
al campesino, comprensible para él y adecuado a sus procedimientos que le fueran familiares. Parecía ha-
intereses. Antes de morir, Lenin hace hincapié sobre berse encontrado el buen camino: "Propiamente ha-
el carácter de auténtico principio rector de esta idea, blando, sólo necesitamos hacer que nuestra población
durante un largo período de transición y, "en suma, sea lo bastante «civilizada» para que pueda compren-
de~ todas las ventajas ';lue ofrece una adhesión gene-
todo 10 que debemos hacer bajo el régimen de la Nep,
es agrupar en cooperativas unas capas 10 suficiente- ralIzada a las cooperatIvas, y para organizarla. Sola-
mente amplias y profundas de la población rusa"." En mente esto. Esta es toda la sabiduría que nos hace
falta en la actualidad para pasar al socialismo". Pasar
• lbíd., pág. 370. al soc,ialismo significa hacerlo al final del largo perío-
140 141
do necesario para la realización del primer objetivo. "comunismo" tienen para él una aplicación tan amplia
En función de su nueva estrategia cooperativista, Le- que no siente escrúpulos en emplearlos ahora por su
nin redefine así el socialismo en general: "El régimen carga revulsiva y su valor propagandístico, sin preocu-
de los cooperativistas civilizados, cuando los medios de parse, en reflexiones que se refieren esencialmente a la
producción pertenecen a la sociedad y el proletariado estrategia política a mediano término, de la exactitud
como clase ha triunfado sobre la burguesía, es el ré- científica del empleo de estas palabras. El mismo ar-
gimen socialista".lO Lenin no tiene tiempo de desarro- tículo proporciona la clave para comprender la ma-
llar esta idea en su artículo, que es perfectamente claro nera algo desenvuelta con que trata este género de
en su conjunto. Los únicos párrafos algo confusos son conceptos. Al justificarse por haber abandonado la
los que intentan explicar en qué sería socialista una noción de capitalismo de Estado ante ciertos comu-
cooperativa (y no sabemos de qué clase: ¿de consumo, nist~s má~ ?elosos que él de la pureza doctrinal, y que
de venta o de producción?), y tan socialista como una hablan cntlcado constantemente su uso, dice: "No se
empresa estatal, carácter que no ofrecía ninguna duda han percatado de que lo que siempre me ha preocupa-
a Lenin. Este cambio de doctrina plantea tantos pro- do es la finalidad práctica". Esta es la razón por la
blemas como los que resuelve. Por ejemplo, Lenin no que, en estos textos, las tareas inmediatas más impor-
habla de cooperativas de producción; las funciones de tantes fueran bautizadas indistintamente con los nom-
las que él proyecta serían principalmente comerciales. bres de "socialismo" o de "comunismo". Al ser el
El campesino y el comerciante ruso "ejercen el comer- coo¡~erativ!smo, a su juicio, una empresa de impor-
cio a la manera asiática; mientras que para ser un au- tanCIa capItal, le concede con liberalidad ejecutoria de
téntico mercader es preciso comerciar a la europea" ; el nobleza para incitar a las altas esferas del Partido a
cooperativismo permitirá a los campesinos convertirse prestarle la necesaria atención. Todo orden social nace
en "comerciantes inteligentes y civilizados". Para Le- con el apoJ:o de una clase determinada, explica Lenin;
nin éste sería entonces uno de los signos que demos- ~poyar el SIstema cooperativo, la circulación coopera-
traría que Rusia había logrado recorrer todo el inter- tlva, concediéndole créditos y ventajas, era de utili-
valo de tiempo que la separaba de los países evolu- dad. Esto era 10 que Lenin deseaba que se hiciese pero,
cionados. ' en este terreno, sus sucesores le iban a secundar sólo
¿El socialismo iba a ser un régimen de "comer- en forma muy parcial.
ciantes civilizados"? Seguramente no es así como Le-
nin entendía la cuestión. Los términos "socialismo" y
10 Ibíd' pág. 373.
J

142 143
Había algo todavía peor: estaba inquieto por el fun-
cionamiento de su propio Sovnarkom, 10 cual explica
que, en el transcurso del año 1922, consagrara una
parte importante del trabajo que todavía podía reali-
zar a la organización de las funciones de sus adjuntos
y, a través de ellos, de todo el gobierno central. Des-
CAPÍTULO IX cubre con horror que el Sovnarkom ha instituido cien-
to veinticinco comisiones, cuando, según él, dieciséis
PARA UNA REFORMA DE LAS serían sobradamente suficientes para llevar a cabo las
ESTRUCTURAS GUBERNAMENTALES mismas tareas.
Por otra parte, de regreso al trabajo después de un
período de enfermedad, Lenin se da cuenta de que du-
La reforma de las estructuras gubernamentales eS rante su ausencia las dos máquinas, el gobierno y el
el tema desarrollado con más amplitud en los proy~c­ Partido, han dejado de trabajar sincronizadas y han
tos de Lenin, ya que el poder político es ~asi la úmca empezado a trabajar por partida doble o a girar en el
palanca que tienen los bolcheviques para 111?-poner una vacío, con la manifiesta tendencia de los altos funcio-
dirección socialista al desarrollo de la SOCiedad rusa. narios, incluidos los comisarios, de rehuir las respon-
En efecto, una orientación de este tipo no está todavía sabilidades, ora escudándose tras las ciento veinticinco
en el orden de los movimientos espontáneos de esta so- comisiones, ora pasando cualquier problema por míni-
ciedad. La herramienta, si se utilizaba mal, corría el mo que fuera, y a veces incluso cuestiones de rutina, al
peligro de escapar de las manos 9-~e la sostenían. Le- Buró Político.
nin, desde el final de la guerra CIvIl, no cesaba de re- La recomendación más importante, dada el 23 de
petir: "Aprendamos a gobernar" . diciembre por primera vez, era la de aumentar hasta
Para luchar contra todas las tendencias perjudi- cien el número de miembros del Comité Central. Con
ciales para intentar poner remedio a todas las enfer- ello, Lenin se proponía amortiguar los choques entre
medades del aparato estatal del Partido, Lenin sólo los principales jefes, rehabilitar el prestigio del Comi-
veía un punto de partida: organizar en forma ejeml?lar té Central -muy necesitado de ello- y confiarle una
la élite comunista y, ante todo, la cabeza del PartIdo. tarea que hasta entonces no había sido suya: recons-
De ahí tenía que partir la renovación. De momen- truir todo el aparato estatal sobre una base nueva."
to, incluso los grandes comisariados funcionaban . 1 Estas ideas serán reasumidas por Lenin en sus arÚculos "Sobre
mal. Lenin no les dispensa de sus más severas crítIcas. la Inspección Obrera y Campesina" (cnya primera versión se reproduce

144 145
Lenin no explica por qué el Comité Central tiene sin consideración de personas, aunque se tratara del
necesidad de ser rehabilitado, pero no es difícil com- gensek.
prender que, ante los otros veinte miembros de este El Comité Central, reforzado de esta forma, sería
organismo, los siete Grandes del Buró Político goza- dotado de poderes más amplios. Pero, por último, ¿de
ban de una influencia excesiva en él. Después del dónde procedería la iniciación y el método para la
XI congreso, estos siete fueron: Lenin, Stalin, Trotsky, creación de un cuerpo eficaz de funcionarios? Lenin
Zinoviev, Kamenev, Tomsky y Rykov! En la segunda recurre a la institución de la que en otro tiempo fuera
etapa de su plan, Lenin propondrá que se constituya, promotor, pero que 10 había decepcionado profunda-
al lado del Comité Central ampliado, una Comisión mente: la Inspección Obrera y Campesina, que desig-
Central de Control que abarcara de setenta y cinco naremos en su sigla rusa con las tres letras R.K.I.
a cien miembros y que estaría encargada precisamen- Esta organización tenía la tarea de controlar el traba-
te de aswnir las tareas de construcción del aparato jo de los organismos gubernamentales y administrati-
estatal. La idea inicial era que los nuevos miembros vos. Bajo la dirección de Stalin, comisario de control,
fUeran elegidos entre los obreros, pero esta cláusula desde marzo de 1919 hasta el 25 de abril de 1922, se
será abandonada finalmente, puesto que las tareas que había convertido en un cuerpo pletórico y muy buro-
debían asignárseles eran demasiado complejas para cratizado, que comprendía unos doce mil funcionarios,
que las llevaran a buen término los obreros de las entre los que figuraban pocos obreros: el tchinovnik
fábricas. había logrado hacerse dueño muy pronto de las ins-
El Comité Central y la nueva Comisión Central de tituciones destinadas precisamente a combatir la bu-
Control constituirán en conjunto el nuevo Comité rocraCIa.
Central, importante asamblea de ciento cincuenta a Trotsky había comenzado a acusar a la R.K.I. des-
doscientas personas, que pasaría a ser en realidad una de principios de 1922. Por aquel entonces, Lenin toda-
Conferencia del Partido y se reuniría seis veces al año. vía defendía este comisariado y, por 10 tanto, indirec-
Por otra parte, el presidium de la Comisión Central tamente, también a su jefe, pero en sus últimos textos
de Control participaría en los trabajos del Buró Polí- lo describe como un foco de ineptitud, un "asunto sin
tico, como colaborador y como fiscalizador a la vez, y esperanza": "No existe otro comisariado peor orga-
velaría por el funcionamiento regular del Comité Cen- nizado que la R.K.I., ni siquiera posee una sombra de
tral y del Buró examinando todos los documentos, etc., autoridad". Estos dardos lanzados a Stalin a través del
comisariado del que había sido responsable, fueron
en So/ch., t. 45, págs. 442-450) y en "Más vale menos, pero mejor", sin duda la causa de que el artículo "Más vale menos,
reproducido aquí en el anexo IX.
2 Así como cuatro suplentes, entre ellos Bukharin y Kuybychev. pero mejor", cuya redacción estaba terminada el 10
146 147
de febrero, no apareciera en Pravda hasta el 4 de
marzo." igual en el Estado, un singular supercomisariado de
Era preciso librarse cuanto antes de todo este fá- organización y supervisión, encargado de difundir los
rrago, para conservar en el seno del comisariado sólo buenos métodos en todos los niveles de la administra-
a tres o cuatro cientos de los mejores especialistas en ción pública. .
métodos científicos de gestión y organización del tra- . f\pre~der a gobernar y enseñarlo a la máquina ad-
bajo, reclutados entre los antiguos funcionarios de la mInIstratIva, ganarse así la confianza de los campesi-
RK.I. o en otra parte. De esta manera podrían jugar ~os. y re~ucir al l?ínimo .los riesgos de ruptura de la
un papel pedagógico ante los nuevos miembros del alIanza , prevemr el pelIgro de escisión "accidental"
Comité Central. Por otra parte, en todo lo relativo a del Partido, ayudar al Estado a maniobrar más holga-
las administraciones gubernamentales, la nueva RK.I. damente en el campo internacional, "éstas son" dice
se uniría a la Comisión Central de Control en una es- Leni!:, "las grandes tareas que sueño para nuestr~ lns-
pecie de comisariado modelo que agruparía "todo 10 pecclOn Obrera y Campesina. He ahí por qué proyecto
mejor de nuestro orden social". Por 10 tanto, los espe- para ella la fusión del organismo supremo del Partido
cialistas de la RK.l. gozarían a la vez de una situación con un «simple)) Comisariado del Pueblo". Con estas
material privilegiada y de un gran prestigio, gracias a palabra~ termina el último artículo que escribió Lenin.
una fusión parcial con las altas esferas del gobierno. ..Lenm,. que se calificaba de marxista ortodoxo, que
Llegado el caso, la nueva Comisión Central de ut1lI~aba mdudabl,emente el método marxista para
Control sería a la vez una especie de academia o de ins- conSIderar los fenomenos sociales y que abordaba el
tituto, ya que dedicaría parte de su tiempo al estudio problema internacional en términos de clases se com-
de los métodos de gestión, control y racionalización por~a, sin .embargo, en su programa, como u~ jefe eje-
del trabajo, bajo la dirección de expertos en la mate- cutIVO guIado por un estricto sentido de élite, en lo
ria. De golpe, este C.C.C.-RK.I., con sus quinientos que se refiere a los problemas de gobierno. No aplica
expertos y miembros de la Comisión Central, se con- al ~ec~o de gob~rnar los métodos de análisis social, y
vertiría en una institución dotada de la más alta ca- se lImIta a exammarlo desde el ángulo de las técnicas
pacidad de trabajo, de una eficacia y de un nivel sin ~e or~anización. Esto no es más que el resultado de la
SItuaCIón del poder soviético a principios del año 1923
3 Según DEUTSCHER, op. cit., págs. 88-90, la mayoría del Buró puesto que, repetimos, el poder político -sobre tod~
se oponía a la publicación; Kuybychev había incluso propuesto impri-
mir, para uso de Lenin, un número especial de Pravda con el artículo con la N ep- era el único instrumento de acción que
en cuestión. Pero Trotsky insistió para que el artículo fuera publicado quedaba en manos de los bolcheviques. Este hecho in-
normalmente, y su idea triunfó finalmente con el apoyo de Kamenev
o de Zinoviev. esperado, qu~ inquietaba a quienes detentaban el po-
der, era la prImera manifestación de una de las carac-
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terísticas más originales de nuestra época: la supr~­ to r;o se pU~~e confiar en las fuerzas sociales que de-
macía de los factores políticos, la enorme influencIa ben~n partIcII:ar en su funcionamiento, puesto que
de los gobiernos sobre la economía y la sociedad en ~USI~, de?~ prrmero instruirse. Los obreros, en espe-
general. El leninismo era más apto que otras escuelas CIal, qUl~leran darnos un aparato mejor, pero no sa-
del marxismo para comprender esta verdad, puesto ben por donde empezar, no tienen el nivel necesario""
que su voluntarismo hacía hincapié en la co~ci~n~ia Los campesinos deben más bien ser vigilados. Por este
política y en la posibilidad de inculcar sus pnnclplOs motivo, Len~n se opone duramente a todo 10 que, de
a las fuerzas sociales. cerca o de leJOS, evoque la democracia burguesa. Pudo
El sentido de élite de Lenin no hacía más que tra- haber sacado provecho de una más madura reflexión,
ducir su adaptación a una situación en que la principal pero, de inmediato, estas prácticas hubieran llevado
fuerza del régimen era una minoría, y se disponía a rápidamente a la exclusión de los bolcheviques del po-
utilizarla al máximo para que sirviera de detonador al der. Este es el motivo de volver a la élite, a la calidad
proceso de transformación social de todo el país. Pero, de sus hombres, en espera de que el país adquiera una
en este orden de ideas, el pensamiento de Lenin en- cultura.
cierra algunos puntos débiles; disminuye su vigilancia Si todo el edificio descansa así sobre una base
hacia algunas tendencias peligrosas que, precisamente, "idealista", sobre la calidad de los cuadros superiores,
predominarán muy pronto en la cumbre del poder. y no sobre la fuerza y la conciencia de la clase obrera,
Es verdad que las circunstancias habían sido de esta actitud, por frágil que sea, e inesperada que sea en
tal especie, hasta fines de 1921, que era lógico que la un marxista, responde perfectamente a la situación que
preocupación principal de Lenin fuera defender el po- Lenin debe afrontar. En otros países iban a presen-
der, conquistado a costa de tanta audacia y de tantos tarse más de una vez análogos problemas de estructu-
sacrificios, antes que organizar la defensa contra el ras, que darían lugar a la misma tentativa de solución.
poder, contra la hipertrofia de la dictadura. La cues- En este sentido y en esta medida, el "testamento de
tión debía haberse planteado en 1922, pero se le es- Lenin" conserva un interés actual, al proponer una
capa, como 10 había hecho la cuestión nacional "casi política de los cuadros gubernamentales. Pero es pre-
por completo", para decirlo con sus palabras. Lenin, ciso interrogarse con más amplitud y afrontar con lu-
prisionero de la enfermedad, pero también de su pro-
pia máquina gubernamental, se plantea al fin el pro- 4 Sotch., t. 45, págs. 390-391. La primera versión de los textos
sobre la R. K. l. dic7 que los obreros deberán representar la fuerza esen-
blema tan dificil, y quizás insoluble a corto plazo, de CIal del nuevo COffilté Central y de la Comisión Central de Control El
los frenos y las garantías necesarios para asegurar la articulo publicado ¡;or I,! Pravda ya habla menos de ello. En "Más ~a1e
menos, per? m.ejor , la Idea de la preponderanCÍa de los obreros en las
salud política y moral de la dictadura. En este momen- nuevas lUstttuclOnes queda totalmente abandonada.

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cidez el otro aspecto de la realidad del poder, la buro- ción. El "vacío" en el que parecía sostenerse el régi-
cracia, esa burocracia que padecen los países en vías men soviético se colmó con rapidez, aunque los bol-
de desarrollo que han escogido para desarrollarse mé- cheviques no se dieran cuenta o no quisieran darse
todos estatales y centralistas. cuenta. El período estaliniano podría caracterizarse
Lenin combatía ferozmente la burocracia, pero no por la sustitución de la base social inicial del poder,
la analizaba lo suficiente en profundidad. Admitía que constituida por la clase obrera, parte de los campesi-
comprendía todavía defectuosamente este problema: nos más pobres y algunos estratos de la "intelligent-
"Es una cuestión que todavía no hemos podido estu- sia", por la burocracia.
diar".5 Lenin, las más de las veces, quiere ver en ella A Stalin, siendo como el propio Lenin un técnico
una herencia del antiguo régimen. La explicación, sin del poder, pero carente de la envergadura intelectual
ser falsa, es a todas luces insuficiente. La burocracia y moral de éste y desprovisto de los escrúpulos de los
iba a convertirse, por otra parte, en un rasgo tan ca- "cuadros europeos del Partido", no le costaba nada
racterístico de la realidad soviética, y a ajustarse hasta incorporar a sus proyectos todas las enmiendas de Le-
tal extremo al sistema, por su composición y por sus nin tendentes a un sentido idealista, internacionalista
métodos, que los elementos del pasado iban a perder o socialista, pues daba por descontado que muchas co-
pronto toda importancia. Es preciso buscar en otra sas quedarían en letra muerta y que la realidad, tal
parte. como él la comprendía, iba a prevalecer. De este modo,
El crecimiento incesante del número de funciona- todos los proyectos a los que Lenin atribuía tanta im-
rios y de su influencia en la vida del país era alimen- portancia -ampliación del Comité Central, creación
tado por la conjugación de los factores inherentes a de la gran Comisión Central de Control y fusión con
un país atrasado y de una necesidad real de nuevas la R.K.I.- serán aceptados y realizados; pero, al no
administraciones o de administraciones adicionales, estar animadas ya por el espíritu en que habían sido
engendrada por la economía en desarrollo y por la concebidas, estas creaciones sólo servirán para facili-
planificación centralista. Por ello -y Lenin no se dio tar la victoria de las tendencias que Lenin quería com-
cuenta- la burocracia se convirtió en la auténtica batir.
base social del poder. No es posible la existencia de Si el régimen de Lenin terminó apoyándose en una
un poder político "puro", privad0 de toda base so- fuerza, la burocracia, que éste aborrecía, esto es sólo
cial. El poder debe encontrar una base social que no fruto de una situación en que un régimen nuevo im-
esté constituida únicamente por los aparatos de coac- puso un esfuerzo de desarrollo a un país atrasado, don-
de las fuerzas sociales vitales eran débiles, indiferentes
5 ¡bid., pág. 251.
u hostiles. Si Lenin no previó este fenómeno, esto se
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debe a que su análisis social se fundamentó sólo en
jos de frenarla como quería Lenin, la acepta, se apoya
tres clases: los obreros, los campesinos y la burguesía,
en ella y la robustece.
sin tener en cuenta el aparato estatal en cuanto a es- Al término de su vida, Lenin ve cada vez más cla-
trato social diferenciado en un país que nacionalizaba ramente estos problemas, ya que la intención implícita
las ramas esenciales de la economía. Un gran historia- o explícita de todos sus proyectos es oponerse a las
dor reprocha a Lenin el desconocimiento del papel de tendencias que despuntan en el régimen y que, después
las administraciones en una sociedad moderna ... o, de su muerte, van a triunfar. Habría sido preciso que
digamos, en vías de modernización. 6 Este reproche está viviera para demostrar que podía cambiar sustancial-
justificado en la medida en que Lenin confundía los mente algo, pero, en este caso, hubiera tenido que su-
aparatos con el reinado del tchinovnitchestvo de tipo perar también una serie de puntos débiles existentes
zarista. Pero ya había abordado la cuestión en el en su análisis yen su razonamiento; los fenómenos de
año 1918, al favorecer a las administraciones en con- que habla en su "testamento" no los veía aún con toda
tra de las tendencias anarcosindicalistas de los obre- claridad.
ros; en 1923, sus proyectos de reorganización demues- Vemos, por ejemplo, que la C.C.C.-R.K.I. que él
tran que cada vez era más consciente del problema. proyecta debe ser independiente de los otros organis-
Lo abordó una vez más desde otro ángulo. Lenin mos de la cumbre gubernamental, lo que, en teoría,
sigue analizando el Partido en su función de "van- está garantizado por su vínculo directo con el Congre-
guardia del proletariado". Pero el Partido está com- so del Partido y por su responsabilidad exclusiva ante
puesto por una minoría de obreros que, además, no esta asamblea. Ahora bien, Lenin no dedica ni una
Juega en él el primer papel, y esto inquieta a Lenin. La palabra al Congreso y a su papel. Esto constituye una
composición del Partido refleja más o menos la situa- importante laguna. Quizá pueda explicarse debido a
ción de las fuerzas sociales del país. En su seno, al que el Congreso había sido hasta entonces una auto-
igual que en el conjunto del régimen, la tendencia ge- ridad suficientemente importante y prestigiosa. Pero
neral -que más tarde reforzará su "monolitismo"- iba a encontrarse, sin quererlo Lenin, ligado por sus
va hacia la burocratización, que se expresa especial- disposiciones de marzo de 1921 sobre la prohibición
mente por la preponderancia de las funciones ejecuti- de fracciones. Esta temible arma facilitada al Secreta-
vas y por la estructura piramidal del aparato. Es el riado permitía a éste paralizar todo intento de discu-
proceso de transformación de un partido político en sión o de contestación, al poder calificar cualquier
un aparato de poder. Stalin advierte la tendencia y, le- desacuerdo de divisionismo. Por otra parte, el Congre-
so iba a quedar fuera de combate a causa de la facultad
6 CARR, Socialism in One Country, t. n, pág. 200.
que tenía el Secretariado de nombrar prácticamente a
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tamente permisible una suposición, no desprovista de
todos los cargos de responsabilidad del Partido. Muy verosimilitud: Lenin ya no veía en el divisionismo el
pronto, la composición de los Congresos será libremen-
mismo peligro que en la época del levantamiento de
te manipulada por el Secretariado.
Kronstadt y estaba dispuesto a arrinconar las cláusulas
En estas condiciones, ha desaparecido la libertad secretas de las deliberaciones del X congreso. Esta su-
r:e.cesafia para l~ búsqueda y formulación de una po- posición concuerda con el sentido general del "testa-
htIca. El mecamsmo que permitía cambiar de línea o mento" , tal como vamos a intentar esclarecer seguida-
de equipo es falso o inexistente; Lenin lo menciona. mente y como conclusión.
Otra grave laguna: los miembros del futuro c.c.c.-
R.K.!. no debían ser elegidos, sino nombrados por el
Orgbjuro. Todo el futuro de la reforma dependía
pues, de los criterios y el espíritu de esta designación:
Lenin, inconscientemente, sigue razonando como si
fuera ~ participar en ella. Ha comprobado que uno de
los mIembros del Buró Político, el gensek, posee un
poder que los otros no tienen, y quiere que unos pode-
rosos fiscalizadores controlen sus actividades al mismo
tiempo que las del Buró. Ahora bien, si el gensek con-
serva las prerrogativas que tiene -y Lenin no ha pro-
puesto explícitamente una revisión de esta situación ,
salvo cambiar al titular del cargo-, es él quien en la
práctica nombrará a los fiscalizadores. Y esto es lo
que sucedió.
. U1~ima laguna, para concluir, muy distinta y sig-
lllficatlv~: todo el programa de Lenin tendía a asegu-
rar la umdad del Partido, a evitar la escisión. Pero no
dice palabra de este fenómeno, el divisionismo, cuya
represión servirá después de sempiterno pretexto para
acallar toda critica: bajo Stalin, la Comisión Central
de Control, constituida aparentemente en el espíritu de
los proyectos de Lenin, iba a hacer de esto poco menos
que su única preocupación. A este respecto, es perfec-
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cató del problema a propósito de un sector particular
de la vida política del país, la cuestión de las naciona-
lidades, y esto le alarmó en extremo, hasta el punto,
como hemos visto, de estar dispuesto a hacer derogar
la estructura de la Unión que el Congreso de los So-
viets acababa de aprobar, y llegar a exigir la liquida-
CAPÍTULO X ción política de los dzerjimordy. Cuando se piensa en
los puestos que los tres principales de ellos ocuparon
SI LENIN HUBIERA VIVIDO ... a los dos años de la muerte de Lenin, es posible medir
el enorme trecho que existe entre la dirección que to-
maron los acontecimientos y el curso que Lenin que-
En vista de la poca influencia que las sugerencias ría darle: en ese momento, en lugar de estar expulsa-
de Lenin han tenido sobre la marcha de los aconteci- dos del Partido, Ordjonikidze ocupaba la presidencia
mientos en la u.R.S.S., se siente a veces la tentación del aparato de control del Partido y del Estado, Dzer-
de calificarlas de utópicas, alejadas de la realidad e jinsky presidía el Consejo Nacional de Economía y
ineficaces. Sin embargo, creemos que merecen más Stalin seguía ocupando el puesto clave del Partido.
atención y una apreciación más positiva. Es cierto que La idea de la Comisión Central de Control no era
si bien Lenin consideraba objetivamente los problemas un simple procedimiento para mejorar el trabajo del
de su régimen, algunas tendencias se le revelaron de- aparato estatal. Su implantación debía acarrear cam-
masiado tarde y otras no fueron comprendidas por él bios importantes en el propio carácter de la cumbre de
con toda la claridad que era de desear. Sin embargo, la jerarquía y en la élite que reinaba en el seno del
sus propuestas de reformas comprendían en lo esen- Partido. Si se hubiera logrado el refuerzo del Comité
cial, tanto por su contenido explícito como por sus Central, habría tenido como consecuencia la sumisión
consecuencias implícitas, una respuesta global a la del Secretariado y de todo el cuerpo legislativo del Par-
realidad política del país. tido al control de un organismo más amplio y más re-
Recapitulemos someramente el conjunto de estos presentativo. Se habría concedido un papel nuevo
puntos. -Lenin deseaba que fuera preponderante- a los es-
Lenin no discernió en toda su amplitud el peligro pecialistas y a los estudiosos, con su entrada en las
representado por el abuso de poder que podía ejercer altas esferas del Partido y el gobierno. Desde la idea
la cumbre de la jerarquía, y su tendencia a degenerar inicial de conceder mayor valor a las decisiones del
en una dictadura personal irresponsable. Pero se per- Gosplan, Lenin había llegado a concebir este c.c.c.-
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R.K.I., que debería educar a los cekistas y ayudarlos
en la tarea de reformar los aparatos. Si se hubiera em- to y ~e trabajo, nuevos criterios para la elección de los
prendido realmente este espectacular esfuerzo por re- obJetIVOS. Ante ello nos sentirnos tentados extrapo-
unir en torno al Comité Central "todo lo mejor que l~ndo un término de moda, a hablar de un~ "revolu-
existía dentro de la dictadura", es fácil imaginar que la CIón tecnológica" contra la burocracia que Lenin en-
calidad del personal en la cumbre del poder, sus mé- contraba primitiva en exceso.
todos de trabajo y las relaciones internas habrían cam- Por otra parte, Lenin intenta establecer en la cum-
biado por completo. Aunque no hubiera tenido éxito, bre de la dictadura un equilibrio entre diferentes ele-
al menos se habría intentado un cambio serio en las ~entos, un sistema de control recíproco que podría
tendencias del aparato. Por otra parte, el nuevo ca- Jugar el papel -n~~stra comparación es aproximati-
rácter del período que se iniciaba -un período de va-/d~ la sep~raclOn de poderes en un régimen de-
respiro según la apreciación de Lenin- parecía reque- mocratICO. Un Importante Comité Central elevado al
rir estos cambios. El espectro del hambre, particular- rango de Conf~~encia del P~rtido, traza la~ líneas glo-
mente aterrador durante los años 1920 y 1921, cedió bales deJa polIt1ca y superVIsa el conjunto del aparato
ante la primera buena cosecha, la de 1922, recolectada del PartIdo, ~ la. vez que participa en la ejecución de
bajo el signo de la Nep. Se podría pasar a esas tareas las t.areas mas Importantes, tanto corno institución
de construcción y civilización (en sentido dinámico: conSIderada globalmente corno a través de las activi-
kulturnitchcstvo) que iban a requerir un tiempo inde- dades de sus miembros considerados individualmente.
terminado. Este trabajo en profundidad requeriría, U~~ parte de este Comité Central, organizado en Co-
como es natural, sin que esto se dijera expresamente, mISlOn Cen.tral de Control, además de su participación
no sólo una evolución en los métodos y en el estilo del en las funCIOnes comunes del Comité Central contro-
gobierno, sino también el advenimiento a la cumbre ¡arí~ a este mismo Comité Central y a los órg~nos que
de elementos nuevos, administradores y políticos cul- de el em~J.1~n: Buró Político, Secretariado, Orgbjuro.
tos y especializados, con un desplazamiento del centro La C?~ISlOn Central de Control, flanqueada por los
de gravedad del poder, que pasaría del Secretariado al especIalIstas de .l~ /R.K.I., ? C.C.C.-R.K.I., tenía que
Comité Central, tendente a desbancar el apparatchik ocupa~ u~a p.osIcIon e.specIal en relación al conjunto
de costumbres rudas y poco instruido. El proyecto de de las lllStItuclOnes; su mdependencia debía garantizar-
Lenin constituía un auténtico "golpe de Estado", pues- s~ con su vínculo directo con el Congreso del Partido
to que se trataba a la vez de desplazar a algunos jefes sI.n pas.ar por .el Buró Político y sus instrumentos admi:
y de implantar una nueva orientación en todo el fun- mstratIVos, 111 por el Comité Central. Vistos bajo este
cionamiento de la dictadura: métodos de rec1utamien- aspecto, estos proyect?s parecen complejos y poco ela-
borados. Pero, aun SIendo embrionarios, plantean el
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problema de principio: ¿ Cómo ~aran.tiz~ la supervi- lo analizan en cuanto a método: era preciso mantener
vencia de una dictadura revoluClOnana lilstaurada en esta arma siempre en reserva, Lemn tenia empeño en
condiciones "prematuras", Y a la v~z ~a!vaguar~ar.la recordarlo, por cuanto se corría el riesgo de que la li-
pureza inicial y l~ adhesi~n a los pnncrplOs? Lemn,m- beralización que acompañaba a la Nep rompiera los
tentaba racionalizar la dIctadura, de I1!0do que. esta cordones de seguridad del poder. Así, en una carta di-
pudiera defenderse a la vez de sus ene:mgos ~xtenores rigida a Kamenev y publicada por primera vez en el
y de los peligros inherentes al poder dIctaton~l. , año 1959, Lenin declara: "Es una equivocación muy
La parte más explicita del legado de Lenm podna grande pensar que la Nep haya puesto fin al terror;
resumirse esquemáticamente en estos tres manda- todavía vamos a recurrir al terror y al terror económi-
mientos: CO".l Explica a Kamenev que será preciso encontrar
1. Frenad el nacionalismo, en particular el na- la manera de hacerlo entender "delicada y educada-
cionalismo ruso combatid este chauvinismo de gran mente" a todos aquellos que en la actualidad quisieran
potencia que todos los brazos de la máquina .¡pb.erna- rebasar los límites asignados por el poder a los hom-
mental tienden a servir; velad por la educacIon mter- bres de negocios.
nacionalista de los pueblos de la Unión. Pero, en otros textos, más inquietantes, si se con-
2. Combatid la burocracia inculta, derrochador~ sidera el uso que después se haría de ellos, Lenin iba
y generadora de opresión, comba~idla a todos los nI- más lejos. En sus enmiendas al proyecto del código
veles, incluida la cumbre del PartIdo; luchad por una penal, insistió para que se diera la interpretación más
administración eficaz del Estado. amplia posible a la noción de "acción contra-revolu-
3. Deponed a Stalin. cionaria". Su definición debía ser vinculada a la "bur-
guesía internacional", en forma tal que este tipo de
La ausencia, en el "testamento", de to~a ~enc~ón delito quedara jurídicamente impreciso y que toda ar-
a la interdicción de las fracciones se torr:a SIgm~catlva bitrariedad tuviera entrada por esta puerta. El delito
por la auscncia iguaL."'11ente de referen~Ias r~!atlvas al habría consistido, entre otras cosas, en una "propagan-
terror como medio de promover la eJecuclOn de los da y agitación" o en "una participación o ayuda a una
planes del gobierno. Sin embargo, el terror había ~cu­ organización" en provecho de aquella parte de la bur-
pado un lugar b~stante co~sid.erable en !os escntos guesía internacional que no reconoce al régimen sovié-
anteriores de Lemn, que habla SIdo un fervIente defen- tico iguales derechos que al capitalismo, o intenta de-
sor del mismo, como último recurso. El nuevo volu- rrocarlo por la fuerza. Esta formulación ya es harto
men 45 de las Obras contiene numerosos textos, hasta
ahora desconocidos o defectuosamente conocidos, que 1 Carta a Kamenev del 3 de marzo de 1922 (Sotch., t. 45, p. 428).

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amplia, pero lo realmente estremecedor, si se considera toda precipitación: "Es preciso impregnarse de una
que la represión podía llegar hasta la pena capital, es desconfianza saludable ante todo movimiento de avan-
la ampliación del delito por analogía: sería culpable c?,b~~sco e inconsiderado, ante toda especie de presun-
"quien prestara concurso objetivamente a esta parte ClOn . Esta frase está extraída de "Más vale menos
de la burguesía internacional" (que combate al régi- pero mejor". Es mejor no alcanzar el éxito "hast~
men), y asimismo quien participara en una organiza- dentro de dos años, o incluso hasta dentro de tres
ción del interior cuyas acciones j "ayudaran o fueran antes que precipitar las cosas sin ninguna esperanz~
susceptibles de ayudar" a esta burguesía! 2 Citamos de formar un buen material humano". "¡Nada de se-
este ejemplo para demostrar que Lenin deseaba en- gunda revolución!", ésta será la interpretación del
tonces dejar campo libre al empleo del terror o a la "te~tamento" q~e Bukharin, cinco años después, lan-
amenaza de este empleo (no por medio de la Checa zara contra Stahn, y estaba en 10 cierto. Lenin ya no
únicamente, sino a través de los tribunales y de un evoca la fuerza como "partera de una nueva socie-
procedimiento regular), mientras los grandes países dad", después de la toma del poder y del retorno de la
capitalistas siguieran amenazando a la u.R.S.S. paz; la nueva consigna en esta situación nueva es cla-
Lenin está, por tanto, lejos de ser un liberal, blan- ramente seguir el camino de una evolución gradual.
do e incapaz de emprender, llegado el caso, una acción y esta nueva consigna es formulada contra toda la
enérgica. Pero, contrariamente a algunos de sus here- presión de la realidad rusa que - y Lenin lo sabía per-
deros, la represión le repugnaba; la reservaba para la fectamente- no hacía más que gravitar en sentido
defensa del régimen contra amenazas graves e impor- contrario.
tantes y para el castigo de quienes transgredieran la . La regla de "Más vale menos, pero mejor" será
legalidad. c1ertament~ difícil de hacer observar pero, por antici-
Ahora bien, volviendo al último programa de Le- pado, Lenm rechaza el argumento de las tendencias
nin, el empleo de la coacción - y con más razón del espontáneas:
terror- queda ostensiblemente excluido cuando se . "Sé que la regla contraria se abrirá camino entre
trata de establecer las bases de una nueva sociedad. El mil vue!tas y .revuelt~s. Sé que va a ser preciso oponer
segundo ¿Qué hacer? de Lenin exalta la prudencia, la una resIstencIa formIdable, que se tratará de dar mues-
mesura, la moderación y la paciencia. Lenin no ha tras de una perseverancia prodigiosa, que esta tarea, al
abandonado el arma de la coacción, si se trata de de- menos ~n los primeros años, será terriblemente ingra-
fender el régimen, pero, para construir, está vedada ta. Y, sm embargo, estoy persuadido de que sólo así
llegaremos a nuestro objetivo y sabremos, una vez lo
2 Carta a Kurskij, comisario para la justicia, de fecha 15 de mayo
de 1922. ¡bid., t. 45, págs. 189-190. hayamos alcanzado, fundar una república auténtica-
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mente digna del nombre de República Socialista So- soviética funcionaba todavía de forma muy diferente
viética, etc." .3 a como iba a funcionar más tarde. Si los proyectos de
A nuestro juicio, no se puede hablar de utopía a Lenin no se realizaron, fue a causa de que las tenden-
propósito de los grandes objetivos de Lenin. Muchos cias originadas durante la guerra civil sólo podían ser
de los objetivos asignados al régimen en 10 que se re- conjuradas por medio de reformas audaces, y de que
fiere al desarrollo económico y cultural del país han en ausencia de un jefe capaz y prestigioso los proyec-
sido hoy alcanzados. En cuanto a la otra gran empre- tos en cuestión quedaban reducidos a simples "votos".
sa, la de crear una máquina dictatorial capaz de con- La máquina implantada bajo Lenin hará con facilidad
trolarse a sí misma en gran medida, aunque su realiza- caso omiso de las intenciones profundas del jefe des-
ción esté hoy más cercana, sufrió de buenas a primeras aparecido; el embalsamiento de su cuerpo y la institu-
un doloroso descalabro: el régimen soviético atravesó ción póstuma de un culto a su persona iban a servir
un largo período, sumariamente denominado "estali- para intentar encubrir un tipo de dictadura completa-
mano", cuyos rasgos esenciales fueron diametralmen- mente ajeno a sus planes.
te opuestos a las perspectivas del "testamento". Este El mayor desfase entre las intenciones de Lenin y
hecho reclama algunos comentarios. La dictadura la historia real se encuentra en el campo de los méto-
progresista es uno de los fenómenos políticos más im- dos. Parece que en la actualidad la u.R.S.S. haya en-
portantes de nuestro siglo. Su papel es de gran impor- trado en un período de evolución interior en que los
tancia y sus perspectivas están lejos de haberse esfu- métodos económicos y pedagógicos sustituyen progre-
mado. Pero nada permite concluir que este tipo de sivamente a la coacción administrativa, como deseaba
dictadura, en determinado grado de desarrollo, esté Lenin. Mas, durante largo tiempo, el terror fue el ins-
obligatoriamente abocada a degenerar en una dictadu- trumento principal para implantar las nuevas estruc-
ra personal, despótica e irracional. Visto en una pers- turas.
pectiva histórica, el objetivo de Lenin, que consistía En nuestros días, se discute vivamente la cuestión
en llegar a un régimen dictatorial racional, a la cabeza de si los métodos de Stalin, tan perjudiciales a la idea
del cual figuraran jefes íntegros, dotado de institucio- que nos hacíamos del socialismo y al desarrollo del
nes eficaces y que trabajara conscientemente para re- movimiento socialista en el mundo, representaban la
basar el subdesarrollo y la dictadura, no tenía en sí elección, brutal pero justa, del único camino posible,
nada de utópico. Por otro lado, en el tiempo de Lenin, o bien si existía otra fórmula que Stalin personalmente
aunen condiciones tan difíciles, la máquina dictatorial había sido incapaz de concebir.
No cabe duda de que las poderosas fuerzas inhe-
3 Ibíd., pág. 392. Véase anexo IX. rentes a la situación interior de Rusia y a su posición
166 167
internacional impelían a recurrir a los métodos de todas estas cuestiones en forma correcta, y cómo se las
fuerza para romper los obstáculos que se oponían al hubiera ingeniado? (¿Puede legítimamente un historia-
desarrollo, tenaces en extremo en ese país atrasado, dor emprender una indagación de este tipo? Afirma-
agrario y aislado. No cabe duda que, cualquiera que mos que sí, a condición de no traspasar ciertos límites,
hubiera sido la capacidad de sus jefes y de sus mino- que la transformarían en una especulación gratuita.)
rías, la Rusia soviética estaba predestinada a sufrir Para responder a esta pregunta, es necesario pro-
crisis y conmociones. Era difícil imaginar una curva ceder a una extrapolación cuyo punto de partida se
de desarrollo que subiera suave y gradualmente, sin encuentra en nuestros conocimientos de la personali-
tropiezos ni convulsiones. Lenin no se hacía ilusiones dad de Lenin y su último programa. Sin duda Lenin
al respecto y tampoco las difundía. Sin embargo, en se habría empeñado en la realización de sus reformas;
cualquier circunstancia deseaba una política medita- en el curso del camino, algunas hubieran demostrado
da, quería que se fuera dueño de uno mismo ante cual- ser poco realistas o irrealizables y habrían sido susti-
quier tensión o cualquier dilema que se debiera enfren- tuidas. Otras, e incluso su política global, hubieran
tar. Si hubiera vivido, habría tenido que resolver tropezado con oposiciones en el seno del Partido y con
inevitablemente el problema de la "acumulación pri- dificultades en el país; la oposición interior hubiera
migenia" (constitución del primer capital para el procedido de la burocracia, de los apparatchiki nom-
arranque de la economía industrial), por grande que brados por el Orgbjuro, oposición debilitada, sin em-
hubiera sido su aversión ante este concepto. Hubiera bargo, al menos por algún tiempo, por la eliminación
tenido que reaccionar cuando el campesinado, aun sin del grupo de Stalin, que Lenin hubiera llevado a cabo
una intención política deliberadamente hostil, se negó conforme a sus intenciones. Con Lenin nunca hubiera
a vender el trigo y prácticamente amenazó con sumer- cesado la lucha contra los "métodos administrativos"
gir al país en el hambre, a causa de la débil oferta de y contra la ineficacia de la burocracia, contra el na-
productos industriales. Se hubiera visto constantemen- cionalismo ruso (y los nacionalismos locales alimen-
te obligado a enfrentarse con la paradoja de un partido tados por éste). Se hubiera visto obligado incesante-
único en un país socialmente diversificado, se hubiera mente a movilizar aliados dentro del Partido y fuera
visto obligado a preservar la unidad del Partido y los de él; hubiera tenido que recurrir a las "fuerzas vivas"
imperativos de disciplina y eficacia tan a menudo con- del país: la juventud, obrera y estudiantil, los intelec-
tradictorios con los que imponía la necesidad de dejar tuales, los mejores elementos campesinos, determina-
un sitio a la libre crítica para impedir que el Partido dos elementos de la vieja guardia revolucionaria, de
cayera en la degeneración burocrática. los otros partidos socialistas y de talo cual grupo, se-
¿Hubiera logrado Lenin resolver prácticamente gún las circunstancias, de la vieja guardia bolvechique,
168 169
compuesta entonces por hombres todavía jóvenes; los Para no ser derrotado, Lenin hubiera tenido que
elementos más ilustrados de la administración hubie- realizar prodigios de habilidad, hubiera debido mos-
ran sido asimismo un apoyo. El apparatchik, los po- trarse audaz, diestro en las maniobras, innovador en
licías, los y los tchinovniki, sin desapare- política; estas cualidades se le reconocen ampliamen-
cer nunca del todo, hubieran sido constantemente te. Se hubiera visto precisado a, según sus propias pa-
atacados, desalentados, rechazados. El primer plano labras, "dar muestras de una obstinación prodigiosa".
de la escena hubiera sido ocupado por los innumera- Puede creerse que era capaz de hacerlo. Es legítimo
bles militantes que Stalin debía eliminar, y también pensar que Lenin, actuando de acuerdo con Trotsky
por militantes menos brillantes pero a menudo hones- y otros, hubiera podido hacer pasar la Rusia soviética
tos, que debían ser utilizados por el sistema estalinia- por un carnina menos trágico, más racional y que ha-
no, por toda cIase de gente valiosa no afiliada que bría comprometido menos la idea del socialismo. En
debía sucumbir en las purgas. Se habría visto más fá- efecto, Lenin necesitaba la ayuda de Trotsky para lle-
cilmente a Lenin perecer en prisión que infligir a su var a buen fin sus ideas. No fue sólo a causa de la
país una hemorragia demencial de esta cIase. Una enfermedad que recurriera a él. Los dos hombres se
coalición de Lenin con Trotsky y algunos otros hubie- completaban perfectamente, aun sin llegar a produ-
ra permitido una utilización racional de los mejores cir la simbiosis que Lenin quería ver entre Krjijanovs-
cuadros, en lugar de su eliminación. Es indudable que ky y Pjatakov en el Gosplan. Juntos simbolizaban la
esta legión de hombres no se hubiera limitado sólo a llamada movilizadora de la Revolución de Octubre.
contribuir en la promoción del programa de Lenin, Trotsky solo no era capaz de lograr el reagrupa-
hubiera sido también un plantel de oponentes que ha- miento, la consolidación y la conservación de los "fu-
brían intentado desbordarlo, unas veces a la derecha turos depurados". Deutscher explica perfectamente
y otras a la izquierda. Lenin, con toda certeza, no ha- por qué no podía ser el "heredero": por ejemplo, es-
bría utilizado los métodos estalinianos para deshacerse tando ya Lenin definitivamente paralizado, Trotsky
de ellos. Nuestras palabras se convertirían en una sim- acabó por concluir aquel "compromiso desigual" con-
ple especulación afirmáramos que Lenin habría ven- tra el que Lenin le había puesto en guardia. Tranqui-
cido y salido airoso infaliblemente. También pudo ha- lizó a Kamenev, diciéndole que, aunque en el fondo
ber sucumbido, o acabar en "desviacionista" como estaba de acuerdo con Lenin, no era del parecer de
tantos otros. Pero lo que sí puede afirmarse con cer- "acabar con Stalin, ni de excluir a Ordjonikidze, ni
teza es que Lenin habría combatido encarnizadamente de separar a Dzerjinsky del Comisariado para Vías y
el proceso que terminó haciendo del período estalinia- Comunicaciones". Empezó a amonestar a Stalin:
no lo que éste fue. "Basta de intrigas, necesitamos una honesta colabo-
170 171
ración". 4 Quería mostrarse magnánimo, seguro de po-
der permitírselo con el apoyo de Lenin consignado en
el "testamento", pero así demostraba precisamente
que no comprendía las recomendaciones esenciales de
éste.
Su debilidad era también la de un hombre dema-
siado altivo y, en cierto sentido, demasiado idealista
para maniobrar en la "cocina" política del círculo li-
mitado de los dirigentes. Su posición de outsider, a ANEXOS
causa de su pasado y de su estilo, le impidió actuar,
cuando llegó la ocasión -y para él sólo hubo una-
con la resolución que se imponía. Sucumbió a una fe-
tichización del Partido, a un legalismo y a unos escrú-
pulos que le paralizaban y le impedían responder sin
vacilaciones a lo que sus enemigos hacían contra él,
como Lenin lo hubiera hecho. Lenln, el fundador, no
tellÚa deshacer y rehacer lo que había hecho con sus
propias manos, Lenin no temía organizar la gente en
torno suyo, conspirar, batirse por la victoria de su lí-
nea y para conservar la dirección en sus manos.
Trotsky no era ese tipo de hombre. Desaparecido
Lenin, Stalin tenía la victoria asegurada.

• 'TROTSKY, Ma vie, op. cit., pág. 559.

172
I

EL PROYECTO DE STALIN LLAMADO


DE "AUTONOMIZACION"

"1. Considerar la utilidad de la conclusión de un


acuerdo entre las Repúblicas Soviéticas de Ucrania,
Bielorrusia, Azerbaidján, Georgia y Armenia y de la
RS.F.S.R respecto a la adhesión formal de estas Re-
públicas a la RS.F.S.R dejando de lado la cuestión de
Bukhara, del Khorezm y de la República de Extremo
Oriente, y limitando el acuerdo a la conclusión de pro-
tocolos sobre las tarifas aduaneras, el comercio exte-
rior, los asuntos extranjeros, las cuestiones militares, ,
etcétera.
Addenda: Aportar las modificaciones necesarias
a las constituciones de las Repúblicas enumeradas en
el párrafo 1 ya la de la RS.F.S.R previo examen de
la cuestión por los órganos soviéticos.
2. En consecuencia, las resoluciones del V.C.I.K."
de la RS.F.S.R serán consideradas como ejecutivas
en 10 que se refiere a las instituciones centrales de las
Repúblicas enumeradas en el párrafo 1, Y las de los
1 Comité Ejecutivo Central Pan-ruso.

175
S.N.K. 2 y del S.T.O." de la RS.P.S.R por los comisa- Addenda 1: Los organismos de las Repúblicas
riadas unificados de estas Repúblicas. enumeradas más arriba que tengan por objeto la lucha
Addenda: Los representantes de estas Repúblicas contra-revolucionaria quedarán sometidos a las direc-
formarán parte del presidium del V.C.I.K. y de la trices de la G.P.U. de la RS.P.S.R
RS.P.S.R Addenda 2: Los C.I.K. de las Repúblicas sólo dis-
3. Los servicios de asuntos exteriores y comercio pondrán del derecho de amnistía en los asuntos civiles.
exterior, de defensa, de vías de comunicación y de 6. La presente decisión, si es confirmada por el
correos y telégrafos de las Repúblicas enumeradas en Comité Central del P.C.R, no será publicada sino co-
el párrafo 1, se fusionarán con las instituciones corres- municada a los Comités Centrales de las Repúblicas
pondientes de la RS.P.S.R y los comisariados co- para que circule entre los órganos soviéticos, los co-
rrespondientes de la RS.P.S.R delegarán en estas Re- mités ejecutivos centrales, o los congresos de los So-
públicas unos representantes acompañados de un pe- viets de dichas Repúblicas, antes de la convocatoria
queño número de funcionarios. del congreso pan-ruso de los Soviets, donde se decla-
Estos representantes serán designados por los co- rará que expresa la voluntad de estas Repúblicas."
misariados de la RS.F.S.R con el acuerdo de las (Archivos centrales del Partido en el Instituto del
c.I.K. de las Repúblicas. Marxismo-Leninismo del c.c.-P.c.U.S. Origen: Sot-
Hay que considerar útil la participación de repre- chinenija, 5." edición, t. 45, págs. 557-558.)
sentantes de las Repúblicas concernidas en las repre-
sentaciones de los comisariados de asuntos exteriores
y de comercio exterior en el extranjero.
4. Los comisariados para las finanzas, la alimen- TI
tación, el trabajo y la economía de las Repúblicas es-
tarán sometidos formalmente a las directivas de los OBSERVACIONES DE LENIN Y SU PROYECTO
comisariados correspondientes de la RS.P.S.R DE FORMACION DE LA U.R.S.S.
5. Los otros comisariados de las Repúblicas enu-
meradas en el párrafo 1, es decir los comisariados para
la justicia, la instrucción pública, el interior, la agri- "Carta a L. B. Kamenev, destinada a los miembros
cultura, el control obrero y campesino, la salud pública del Buró Político del c.C.-P.C.R (b)
y los seguros sociales se considerarán independientes. 26/IX
¡Camarada Kamenev! Sin duda Stalin ya te habrá
2 Consejo de Comisarios del Pueblo. enviado la resolución de su comisión relativa a la in-
3 Consejo del Trabajo y de la Defensa.

176 177
corporación de las Repúblicas independientes a la de establecer convocatorias cada dos semanas), las
RS.F.S.R cosas no serán difíciles de combinar.
En caso de que todavía no la hayas recibido, te Es importante no echar agua al molino de los ne-
ruego que la pidas al secretario y la leas de inmediato. zavisimets, no destruir su independencia, pero esta-
A propósito de este asunto he conversado ayer con blecer un nuevo escalón, una Federación de Repúbli-
Sokolnikov, he hablado hoy con Stalin y debo ver a cas que tengan iguales derechos.
Mdivani (comunista georgiano sospechoso de neza- La segunda parte del párrafo 2 podría quedar
visimost) mañana. como está: las quejas (contra las decisiones del S.T.O.
En mi opinión, la cuestión tiene enorme importan- y del S.N.K.) serán examinadas por el V.C.I.K. fede-
cia. Stalin se apresura en exceso. Dado que ya tenías ral, sin que por ello se retrase su resolución (como en
antes la intención de ocuparte de ello y que incluso has el caso de la RS.F.S.R).
estudiado un poco este asunto, debes meditar seria- El párrafo 3 podría conservarse con esta modifica-
mente sobre él y Zinoviev debe hacer 10 mismo. ción: «se funden con los comisariados federales si-
Stalin ya ha aceptado hacer una concesión, la de tuados en Moscú, los comisariados correspondientes
sustituir el término de «adhesióll) a la RS.F.S.R del de la RS.F.S.R, que dispondrá en las Repúblicas
párrafo 1 por (mnión formal con la RS.F.S.R en el miembros de la Unión de Repúblicas de Europa y Asia
marco de una Unión de Repúblicas Soviéticas de Eu- de representantes acreditados y de un reducido núme-
ropa y Asia)). ro de funcionarios)).
Confío en que el sentido de esta concesión está La segunda parte del párrafo 3 queda como ésta;
claro: nos reconocemos iguales en derecho con la para ser más equitativos, quizá podría decirse: «según
RS.S. de Ucrania, etc., y entramos con ella en pie de acuerdo de los V.C.I.K. de las Repúblicas miembros
igualdad en una nueva Unión, una nueva Federación, de la Unión de Repúblicas Soviéticas de Europa y
la «Unión de las Repúblicas Soviéticas de Europa y Asia)).
de Asia)). Sería preciso reflexionar sobre la tercera parte:
En este caso, el párrafo 2 también debe modificar- ¿no sería necesario sustituir «útil)) por (wbligatorim)?
se para crear, paralelamente a las sesiones del V.C.I.K. ¿O no sería preciso estipular una obligación teórica,
de la RS.F.S.R algo parecido a un «V.c.I.K. fede- aunque fuera en forma de una interpelación y no ad-
ral de la Unión de Repúblicas Soviéticas de Europa y mitir una decisión que no estuviera sujeta a interpela-
Asia». ción más que en los casos «excepcionales))?
Si el primer organismo debe reunirse una vez por El párrafo 4, ¿debería quizás estipular «fusionar
semana y el segundo a igual ritmo (o incluso si se trata según acuerdo de los V.C.I.K.»?
178 179
¿Podría añadirse al párrafo 5: «con la creación de III
conferencias y congresos comunes (o generales) de ca-
rácter puramente consultivo (o únicamente consul- PROYECTO SOMETIDO AL COMITE CENTRAL
tivo»? EL 6 DE OCTUBRE DE 1922, REDACTADO POR
Esto originaría las modificaciones correspondien- STALIN TENIEt'ffiO EN CUENTA LAS ENMIENDAS
tes en la primera y segunda addenda. DELENIN
Stalin ha dado su conformidad para atrasar el de-
pósito de la resolución en el Buró Político del Comité
Central hasta mi llegada. Llegaré el lunes 2 de octu- "1. Considerar indispensable la conclusión de
bre. Me gustaría poder verte con Rykov durante unas un acuerdo entre Ucrania, Bielorrusia, la Federación
dos horas por la mañana, pongamos desde el mediodía de Repúblicas Transcaucásicas y la RS.F.S.R relati-
hasta las dos o, si es necesario, digamos de 5 a 7 o vo a la unión en el marco de una «Unión de las Re--
de 6 a 8 de la tarde. públicas Socialistas Soviéticas», en la que cada una
Lo anterior constituye mi punto de partida. Apor- de ellas disponga del derecho de abandonar libremente
taré adiciones y modificaciones sobre la base de mis la «Unión».
conversaciones con Mdivani y los otros camaradas. Te 2. La instancia suprema de la «DniÓll)l será el
ruego insistentemente que hagas tú lo mismo y me con- «c.I.K. federal», constituido por los representantes de
testes. los C.I.K. de la RS.F.S.R, de la Federación Trans-
Tuyo caucásica, de Ucrania y de Bie10rrusia, representadas
Lenin. en proporción a su población.
P .S. envía copias a todos los miembros del Buró Po- 3. El órgano ejecutivo del «C.I.K. federal» será
liti·co. " el «Sovnarkom federal», designado por el «C.I.K. fe-
(Redactado el 26 de septiembre de 1922 y publi- deraln.
cado con arreglo al manuscrito. Primera publicación 4. Los comisariados de asuntos exteriores, de
en 1959 en Sbornik, XXXVI. Fuente: Sot- comercio exterior, de la defensa, de comunicaciones
a
chinenija, 5. edición, t. 45, págs. 211-213.) y de correos y telégrafos de las Repúblicas y de la Fe-
deración que formen parte de la «Unión», se fusiona-
rán con los órganos correspondientes de la «U.RS.S.»,
teniendo los comisariados correspondientes de la
«Unión de Repúblicas» en todas las Repúblicas y Fe-
deraciones sus representantes acreditados junto con
180 181
un reducido número de funcionarios, designados por IV
los comisariados de la «Unióll)¡ de acuerdo con los
C.I.K. de las Federaciones y Repúblicas. OPINION DE STALIN SOBRE LA CARTA DE LENIN
Addenda: Considerar indispensable el agregar re- DEL 13 DE OCTUBRE RELATIVA AL MONOPOLIO
presentantes de las Repúblicas concernidas en las DEL COMERCIO EXTERIOR
representaciones en el extranjero de los comisariados
de asuntos exteriores y de comercio exterior.
5. Los comisariados para las finanzas, la alimen- "La carta del camarada Lenin no me ha hecho
tación, la economía, el trabajo y el control de las Re- cambiar de opinión en cuanto a la justeza de la deci-
públicas y Federaciones miembros de la «Unión de sión del pleno del Comité Central del 6 de octubre re-
Repúblicas», al igual que sus organismos centrales lativa al comercio exterior. Los «millones» del comi-
de lucha contra-revolucionaria quedarán sometidos a sariado del comercio exterior (por otra parte deben
las directrices de los comisariados correspondientes y establecerse y calcularse primero) pierden todo valor
a las decisiones del Sovnarkom y S.T.O. de la «Unión si se toma en consideración que quedan compensados
de Repúblicas». varias veces por las decenas de millones oro que este
6. Los otros comisariados de las Repúblicas comisariado hace salir de Rusia. Sin embargo, visto el
miembros de la «Unióll», es decir los comisariados carácter insistente de la proposición del camarada Le-
para la justicia, la instrucción pública, el interior, la nin al objeto de que se demore la puesta en práctica del
agricultura, la salud pública y los seguros sociales se pleno del Comité Central, yo voto en pro, al objeto de
considerarán independientes." que esta cuestión sea discutida por el próximo pleno
(Archivos centrales del Partido en el Instituto del con la participación de Lenin."
Marxismo-Leninismo del C.C.-P.C.U.S. Fuente: Sot- (Archivos centrales del Partido en el Instituto del
chinenija, t. 45, pág. 559.) Marxismo-Leninismo del c.c.-P.c.U.S. Fuente: Fo-
tieva, lz vospominanij o Lenin, págs. 28-29.)

182 183
v VI
CARTA DE KRUPSKAYA A KAMENEV, EL EURO POLITICO PERMITE A LENlN,
DEL 23 DE DICIEMBRE DE 1923, RELATIVA EL 24 DE n¡CIEMBRE, DICTAR SUS NOTAS
AL COMPORTAMIENTO DE STALIN PARA CON ELLA

"¡Lev Borisovitch! Stalin se permitió ayer una sa· "1. Se otorga a VIadimir Ilitch el derecho de dic-
lida de tono de las más groseras contra mí, a propósito tar todos los días durante cinco a diez minutos, pero
de cuatro palabras que me dictó Lenin con autoriza- esto no puede tener el carácter de una correspondencia
ción de los médicos. No data de ayer mi entrada en el e Ilitch no debe esperar respuesta a estas notas. Las
Partido. En el curso de estos treinta años no he escu- entrevistas quedan prohibidas.
chado nunca una sola palabra grosera de un camara- 2. Se advierte a amigos y domésticos que no de-
da. Los intereses del Partido y de Ilitch no me son ben comunicar a Lenin nada relativo a la política, para
menos caros que a Stalin. En estos momentos tengo no darle motivos de meditación y preocupación."
necesidad de todo mi dominio sobre mí misma. Sé me- (De los mismos archivos. Fuente: Sotchinenija,
jor que todos los médicos de qué se puede hablar y de t. 45, pág. 710.)
qué no se puede hablar a Ilitch, ya que sé 10 que le al-
tera y lo que no, y en cualquier caso 10 sé mejor que
Stalin." VII
Krupskaya pide (según el resumen que hacen los
redactores sin citar sus palabras textuales) ser prote- PLAN DE TRABAJO DICTADO POR LENlN
gida contra "una injerencia grosera en su vida priva- EL 27 (O EL 28) DE DICIEMBRE DE 1922
da, contra injurias indignas y amenazas".
"No me cabe ninguna duda en cuanto a la deci-
sión unánime de la comisión de control con la que "Memorándum:
Stalin se permite amenazarme, pero no tengo fuerzas En la carta sobre el aumento del número de miem-
ni tiempo para perder en una comedia tan estúpida. bros del Comité Central se ha omitido (un párrafo)
Yo también soy un ser de carne y hueso y mis nervios sobre las relaciones entre el Comité Central aumenta-
están tensos en extremo. N. Krupskaya." do y la Inspección Obrera y Campesina.
(De los mismos archivos. Fuente: Sotchinenija,
1. 54, págs. 674-675.)

184 185
Temas a tratar: de marzo de 1923, que "la respuesta (de Trotsky) fue
1. El Centrosojuz 1 y su importancia desde el recibida por teléfono y estenografiada"; si esta respues-
punto de vista de la N.E.P. ta hubiera sido negativa, Lenin no habría enviado a
2. La relación entre el Glavprofobr 2 y el traba- Trotsky el texto de su memorándum y la copia de la
jo de la instrucción popular en general. carta a los georgianos, escrita después de haber reci-
3. La cuestión nacional y el internadonalismo bido la respesta de Trotsky.
(a propósito del reciente conflicto en el seno del Par- Poseemos también una carta de Fotieva a Kame-
tido georgiano). nev, fechada el 16 de abril de 1923, que confirma el
4. El nuevo libro estadístico sobre la educación acuerdo con Trotsky. He aquí su texto: 2
nacional aparecido en 1922." "Al camarada Kamenev, copia al camarada Trots-
(Fuente: Sotchinenija, t. 45, pág. 592.) kyL. B.
Como continuadón de nuestra conversación tele-
fónica, le participo, en tanto que presidente del Buró
Político, lo siguiente: como ya le he dicho, el 31 de
VIII diciembre de 1922, VIadimir Ilitch dictó un artículo
sobre la cuestión nacional. Esta cuestión le atormen-
RESPUESTA DE TROTSKY A LENIN A PROPOSITO taba mucho y se preparaba a intervenir a propósito de
DE LA DEFENSA DE LOS GEORGIANOS ella en el congreso del Partido.
Poco tiempo antes de su última recaída, me infor-
mó de que publicaría este artículo, pero más tarde.
El Instituto del Marxismo-Leninismo de Moscú Después, cayó enfermo sin haberme dado la orden de-
dice que Trotsky rehusó encargarse de la defensa de finitiva.
los georgianos ante el Comité Central y el Congreso, VIadimir Ilitch consideraba que este artículo de-
con el pretexto de que estaba enfermo. No se aporta bía servir de directiva y lo consideraba muy importan-
ninguna prueba para sostener esta alegación, que re- te. Por órdenes suyas se comunicó al camarada Trots-
pite Louis Fisher en su biografía de Lenin. Pero Deut- ky, a quien Vladimir llitch había encargado defender
scher dice lo contrario 1 y el "Diario" menciona, el 6 su punto de vista en el congreso dada su unidad de cri-
terio sobre esta cuestión ..."
1 Unión de la Cooperación. El Instituto del Marxismo-Leninismo no cita esta
2 Comité de la Educación Profesional.
1 Véase Solchinenija. t. 45, pág. 607; FISHER, La Vie de Lénine; 2 Carta citada por Trotsky, op. cit., pág. 163. Las cursivas son
DEUTSCHER. op. cit. nuestras.

186 187
carta, pero confirma su existencia y señala que Fotieva materia, la precipitación y la temeridad son lo más
la envió al Buró Político el 16 de abril de 1923. nocivo. Muchos de nuestros jóvenes literatos y comu-
nistas deberían metérselo bien en la cabeza.
y ahora, en lo que concierne al aparato estatal,
debemos extraer de la pasada experiencia esta conclu-
IX sión de que es mejor proceder más lentamente.
Las cosas andan tan mal con nuestro aparato es-
MAS VALE MENOS, PERO MEJOR tatal, para no decir que son detestables, que primero
(Pravda, 4 de marzo de 1923) nos es preciso reflexionar seriamente sobre la forma de
combatir sus defectos; defectos que, no lo olvidemos,
se remontan al pasado, el cual, ciertamente ha sido
"En lo que conCIerne al perfeccionamiento de alterado pero no ha sido todavía abolido; no se trata
nuestro aparato estatal, a mi juicio, la Inspección de una fase cultural superada hace tiempo. Planteo
Obrera y Campesina no debe apresurarse ni correr tras aquí precisamente la cuestión de la cultura, porque en
la cantidad. Hasta hoy, hemos tenido tan poco tiempo este orden de cosas sólo hay que considerar realizado
para pensar y velar por la calidad de nuestro aparato aquello que ha penetrado en la vida cultural, en los
estatal que sería legítima la preocupación de formarlo modos de proceder y en las costumbres. Ahora bien,
con un cuidado extremo, de concentrar en la Inspec- entre nosotros, lo que hay de bueno en nuestra orga-
ción Obrera y Campesina un material humano de alta nización social ha sido captado al vuelo, no puede ser
calidad, es decir que no fuera a la zaga de los mejores menos meditado, comprendido, sentido, examinado,
modelos occidentales. Ciertamente, esto es demasiado probado, confirmado por la experiencia, consolida-
modesto para una república socialista. Pero los prime- do, etc. Ciertamente, no podía ser de otro modo en
ros cinco años nos han llenado la cabeza de descon- una época revolucionaria y con un desarrollo tan ver-
fianza y de escepticismo. A pesar nuestro, estamos in- tiginoso que, en cinco años, nos ha llevado del zarismo
clinados a imbuimos de este sentimiento ante aquellos al régimen de los Soviets.
que disertan demasiado y con demasiada facilidad, por Ha llegado el momento de meditar. Hay que im-
ejemplo, sobre la «cultura proletaria)): para empezar, buirse de una desconfianza saludable hacia un ímpetu
nos bastaría con poseer una auténtica cultura burgue- desmedido, hacia toda clase de jactancia, etc.; es pre-
sa; para empezar, nos bastaría con librarnos de los ti- ciso pensar en verificar las disposiciones que procla-
pos particularmente inveterados de la cultura pre- mamos a cada hora, que utilizamos a cada minuto y
burguesa, es decir burocrática o feudal, etc. En esta de las que demostramos a cada segundo la debilidad, el

188 189
carácter inconsistente e ininteligible. Lo más nocivo, Para renovar nuestro aparato estatal debemos asig-
aquí, sería la precipitación. Lo más nocivo sería creer narnos a toda costa la tarea siguiente: primero, ins-
que es suficiente lo poco que sabemos, o incluso truirnos; segundo, instruirnos más; tercero, seguirnos
creer que poseemos un número más o menos conside- instruyendo. Después, cuidar de que el saber no quede
rable de elementos para formar un aparato realmente entre nosotros como letra muerta o como una frase de
nuevo, y que merezca de verdad el nombre de apara- moda 00 que, reconozcámoslo, nos sucede muy a me-
to socialista, soviético, etc. nudo); que el saber penetre auténticamente en el es-
No, este aparato no 10 tenemos, y sólo poseemos píritu, se convierta en parte integrante de nuestra vida,
un número ridículamente escaso de elementos que per- plena y efectivamente. En resumen, es preciso que exi-
mitan crearlo. Y no debemos olvidar que para implan- jamos otra cosa que lo que exige la burguesía de la
tarlo no hay que economizar tiempo, y que esto llevará Europa occidental, saber lo que es digno y convenien-
muchos, muchos, muchos años. te de exigir en un país que se propone convertirse en
¿Qué elementos poseemos para crear este aparato? un país socialista.
Unicamente dos. En primer lugar, los obreros exalta- Conclusión: debemos hacer de la Inspección Obre-
dos por la lucha por el socialismo. No son 10 suficiente ra y Campesina un instrumento de mejoramiento de
instruidos. Desearían darnos un aparato mejor. Pero nuestro aparato estatal, una institución verdadera-
no saben cómo hacerlo. No están lo suficientemente mente ejemplar.
formados, no poseen el nivel de cultura requerido. Para que pueda alcanzar el nivel deseado es pre-
Ahora bien, para hacer esto es necesario precisamente ciso atenerse a la regla: si es necesario recomencemos
tener cultura. En este caso, la solución no se puede al- veinte veces la tarea.
canzar con un golpe de audacia o un asalto, con for- Para esto, es preciso que todo 10 que haya real-
taleza o con bravura, o, en general, por medio de al- mente de mejor en nuestro régimen social se emplee
guna de las mejores cualidades humanas, no importa con el máximo de prudencia, de reflexión y de compe-
cual sea. En segundo lugar, poseemos elementos de tencia, para crear este nuevo comisariado del pueblo.
conocimiento, de instrucción, de enseñanza, pero ri- Para esto, es preciso que los mejores elementos de
dículamente escasos en relación a todos los otros nuestro régimen social, a saber: los obreros avanza-
países. dos, primero, y, en segundo lugar, los elementos real-
Es preciso no olvidar que todavía estamos dema- mente instruidos, de los que se pueda garantizar que
siado inclinados a querer suplir este saber (o a imagi- no creerán nada por las buenas y que no pronunciarán
narnos que se puede suplir) con el celo, la precipita- una sola palabra que sea contraria a su conciencia, sin
ción, etc. temer concienciar las dificultades, cualesquiera que

190 191
sean, y no retrocediendo ante nada para alcanzar el de que se pueden presentar muchos cálculos para de-
objetivo que se habrán fijado seriamente. mostrar.la insuficiencia de estas cifras. Pero creo que
Hace cinco años que nos esforzamos en perfeccio- por encrma de todos los cálculos posibles e imagina-
nar nuestro aparato estatal. Pero no ha sido más que bles, debemos colocar una cosa: una calidad auténti-
una vana agitación que, en estos cinco años, nos ha camente ejemplar.
demostrado simplemente que era ineficaz, incluso in- Estimo que ha llegado el momento justo en que
útil, para no decir perjudicial. Esta vana agitación nos debemos ocuparnos como es debido, con toda la grave-
daba una apariencia de trabajo; en realidad, cebaba dad requerida, de nuestro aparato estatal, y en que la
nuestras instituciones y nuestros cerebros. precipitación sería quizá lo que causaría el peor daño.
Es necesario, al fin, que esto cambie. Por eso me inclino a prevenir en contra de un aumen-
Es preciso adoptar esta regla: más vale menos, to de estas cifras. Muy al contrario, creo que en este
pero mejor. Es preciso adoptar esta regla: más vale caso hay que mostrarse particularmente avaro en ci-
dentro de dos años, o incluso de tres, que precipitar fras. Hablemos claro. El comisariado del pueblo de la
las cosas sin esperanza alguna de formar un buen ma- Inspección Obrera y Campesina no goza en la actua-
terial humano. lidad ni de una sombra de prestigio. Todo el mundo
Sé que será difícil observar esta regla y aplicarla sabe que no existen instituciones peor organizadas que
en nuestra situación. Sé que la regla contraria se abri- las que dependen de nuestra Inspección Obrera y Cam-
rá camino entre mil vueltas y revueltas. Sé que va a pe~iJ:a, y que en las condiciones actuales no se puede
ser preciso oponer una resistencia formidable, que se eXIgIr nada de este comisariado. Es preciso tener esto
tratará de dar muestras de una perseverancia prodigio- muy presente si realmente queremos llegar a consti-
sa; que esta tarea, al menos en los primeros años, será tuir, de aquí a unos años, una institución que, en pri-
terriblemente ingrata. Y, sin embargo, estoy conven- mer lugar, sea ejemplar, en segundo lugar inspire a
cido de que sólo así llegaremos a nuestro objetivo y todos una confianza absoluta, y, por último, demuestre
sabremos, una vez éste alcanzado, fundar una repú- a todos y a cada uno que hemos justificado realmente
blica auténticamente digna del nombre de República l~~ actividades de esta alta institución que es la Comi-
Socialista, Soviética, etc., etc., etc. SlOn Central de Control. En mi opinión, todas las nor-
Es probable que muchos lectores hayan encontra- mas generales del personal de sus administraciones
do insuficientes las cifras que he citado a título de deben ser proscritas de golpe y sin recurso. Debemos
ejemplo en mi primer artículo. 1 Estoy convencido e~coger los cua~ros de la Inspección Obrera y Campe-
sma con un CUIdado particular, sometiéndoles al más
1 "¿Cómo reorganizar la Inspección Obrera y Campesina?" riguroso examen, y de ninguna otra manera. En efec-
192
193
to, ¿para qué instituir un comisariado del pueblo en cos» de la Inspección Obrera y Campesina no las de-
que el trabajo se hiciera medianamente, y que, de nue- claren irrealizables, o no las acojan con una sonrisa
(10, no inspirara la menor confianza, y cuya opinión no desdeñosa. Pero, a cualquiera de los dirigentes actua-
tuviera más que un ínfima autoridad? Creo que nues- les de la Inspección Obrera y Campesina o de las per-
tra tarea principal es evitarlo cuando realicemos la re- sonas vinculadas a este comisariado, les pregunto:
organización que proyectamos en la actualidad. ¿puede alguno de ellos decirme francamente cuál es la
Los obreros que designemos como miembros de la utilidad práctica de este comisariado del pueblo que
Comisión Central de Control deben ser comunistas es la Inspección Obrera y Campesina? Creo que esta
irreprochables, y creo que será preciso consagrarles un pregunta les permitirá encontrar el sentido de la me-
largo esfuerzo para enseñarles los métodos y los obje- dida. O bien no vale la pena proceder a la reorganiza-
tivos de su tarea. Después, se precisará un número de- ción -hemos visto tantas cosas- de esta empresa
terminado de personal auxiliar, al que se tendrá la des~sperada que es la Inspección Obrera y Campesina;
precaución de someter a un triple control antes de su o bIen es realmente preciso imponerse la tarea de crear
admisión. Por último, aquellos de los postulantes que por medio de un esfuerzo lento, difícil, desacostum-
decidamos, a título excepcional, encuadrar de entrada brado y no sin recurrir a numerosas comprobaciones,
en la Inspección Obrera y Campesina, deberán reunir algo auténticamente ejemplar, susceptible de inspirar
las condiciones siguientes: respeto a todos y a cada uno de nosotros, no por la
primera, serán recomendados por varios comu- única razón de que títulos y grados obligan.
nistas; Si no nos armamos de paciencia, si no se consagra
segunda, pasarán una prueba en la que demues- a esta obra varios años, es mejor no emprenderla.
tren que conocen nuestro aparato estatal; Creo que entre los establecimientos que ya hemos
tercera, pasarán una prueba en la que demuestren conc~bido, en lo tocante a institutos superiores del
que conocen los elementos de la teoría relativa a nues- t~aba!o, etc., hay que escoger un mínimo, comprobar
tro aparato estatal, los principios de la ciencia admi- SI es~an organizados con toda la seriedad requerida, y
nistrativa, la contabilidad, etc.; segUIr la tarea, pero sólo de modo que esté realmente
cuarta, dcberán actuar en buena inteligencia con a la altura de la ciencia moderna y nos beneficie de to-
los miembros de la Comisión Central de Control y das s,us adquisiciones. A partir de esto, ya no será una
con su propio secretariado, de forma que podamos res- utopIa
~
esperar tener, dentro de algunos años una ins-
• .,. .,o. '

ponder del buen funcionamiento de todo el aparato. tituclOn que este capacItada para desempeñar su ta-
Reconozco que éstas son unas condiciones fuera rea, es decir perfeccionar nuestro aparato estatal con
de serie, y dudo mucho que la mayoría de los «prácti- método, sin desfallecimiento y gozando de la confian-
194 195
za de la clase obrera, del partido comunista de Rusia
y de toda la población de nuestra República. En primer lugar, podría tomarse como base el libro de
La acción preparatoria podría comenzar desde Ierman~ki, a~nque, dicho sea entre paréntesis, este
ahora. Si el comisariado de la Inspección Obrera y autor SImpatICe en forma claramente manifiesta con
Campesina aceptara el plan de esta reforma, podría el menchevismo y sea incapaz de redactar un manual
iniciar de inmediato los preparativos y seguir actuando que pu~da convenir al poder de los Soviets. Después,
sistemáticamente para llevarlos a buen fin, sin apresu- se .podna tom~r por base la obra recientemente apa-
rarse y sin negarse a rehacer lo que haya sido hecho reCIda de KefJentsev; por último, se podrían aprove-
ya una vez. char algunos otros manuales que tratan diversos as-
Las medias tintas serían en este caso perjudiciales pectos de la cuestión.
al máximo. Todas las consideraciones de otro orden .- Enviar algunas personas expertas y concienzudas
que se pudieran hacer a propósito de los efectivos de a. ¿Jemania.o a Inglaterra, para recoger documenta-
la Inspección Obrera y Campesina estarían, en reali- CIon y estudIar el problema. He dicho Inglaterra para
dad, basados en los viejos principios burocráticos, en el caso en que el viaje a Estados Unidos o al Canadá
los viejos prejuicios, en aquello que ya ha sido conde- fuera imposible.
nado y que provoca la burla pública, etc. Nombrar una comisión encargada de elaborar el
En suma, la cuestión se plantea así: programa preliminar de los exámenes a que deben so-
O bien demostrar, desde ahora, que hemos adqui- mete.r~e las personas que soliciten un puesto en la Ins-
rido conocimientos serios en materia de construcción pe~c~on Obrera y Campesina; al igual que para los
del Estado (no está vedado aprender algo en cinco soliCItantes de puestos en la Comisión Central de
años); o bien no estamos maduros todavía para esto y, Contro1.
entonces, no vale la pena encargarse de ello. , Estas actividades y otras parecidas no importuna-
Creo que con el material humano de que dispo- ran, por supuesto, al comisario del pueblo ni a los
nemos no será inmodesto presumir que ya sabemos mi~mbros. del colet?i~ de la Inspección Obrera y Cam-
bastante como para poder reconstruir de nuevo, con pesma, 111 al presIdmm de la Comisión Central de
método, al menos un solo comisariado del pueblo. Es Contro1.
cierto que este solo comisariado debe dar la medida ., Paralelame?te, será necesario designar una comi-
del conjunto de nuestro aparato estatal. SlOn preparatona encargada de encontrar candidatos a
Abrir de inmediato un concurso para la redacción los puestos de miembros de la Comisión Central de
de dos o más manuales sobre la organización del tra- Contro1. Espero que para estos puestos tendremos en
bajo en general y especialmente de la administración. l~ actualidad un número de candidatos más que sufi-
CIentes, tanto entre los colaboradores experimentados
196
197
,
de las administraciones como entre los estudiantes de Pero creo que no tendrán ocasión de limitarse a
nuestras escuelas soviéticas. No seria muy razonable esta actividad puramente académica. Necesitarán pre-
excluir por anticipado a talo cual categoría. Proba- pararse, por otra parte, para funciones que no dudaría
blemente nos será necesario dar la preferencia a un en llamar de preparación para la caza, no diré de ra-
personal variado para esta institución, en el que de- teros, pero algo de este tipo, y para la invención de
bemos buscar una síntesis de numerosas cualidades, de ardides destinados a disimular sus campañas, sus mar-
méritos diversos. De forma que será preciso un gran chas y contramarchas, etc.
esfuerzo para redactar la lista de los candidatos. Sería En las instituciones de la Europa occidental, se-
indeseable en extremo que este nuevo comisariado se mejantes proposiciones provocarían una indignación
formara según una norma única, digamos, el tipo de inaudita, un sentimiento de protesta moral, etc.; pero
funcionario, o eliminando el tipo de agitador, o.. los confío en que todavía no estemos burocratizados hasta
hombres cuyo rasgo distintivo es la sociabilidad o la este extremo. La N ep no ha adquirido aún entre nos-
facultad de penetrar en los medios poco familiares a otros una reputación tal para que pueda ofender la
este género de colaboradores, etc. idea de atrapar a alguien. Hace tan poco que ha sido
edificada nuestra República de los Soviets y hay un
Creo que expresaría mejor mi pensamiento com- tal batiburrillo que nadie pensará en irritarse ante la
parando mi plan con instituciones de carácter acadé- idea de que en este fárrago se realicen pesquisas con
mico. Los miembros de la Comisión Central de Con- ayuda de ciertos ardides y de sondeos que algunas ve-
trol examinarán regularmente, bajo la dirección de su ces apunten a fuentes bastante lejanas o se realicen por
presidium, todos los dosiers y documentos del Buró caminos indirectos. Y si alguien pensara hacerlo, pue-
Político. Por otra parte, deberán repartir su tiempo en de tenerse la seguridad que todos nos reiríamos de bue-
forma racional entre las diversas tareas de comproba- na gana.
ción de los sistemas administrativos de nuestras insti- Nuestra nueva Inspección Obrera y Campesina,
tuciones, desde las más pequeñas y menos importantes esperamos, dejará muy lejos tras de sí esta cualidad
hasta las grandes administraciones del Estado. Por úl- que los franceses denominan pruderie,2 y que podría-
timo, deberán estudiar también la teoría, es decir la mos llamar afectación ridícula o ridícula ostentación ,
teoría de la organización del trabajo al que tienen in- y que hace en forma superior el juego a toda nuestra
tención de dedicarse; deberán incluso efectuar ejerci- burocracia, tanto de nuestras instituciones soviéticas
cios prácticos bajo la dirección de camaradas experi- como de las organizaciones del Partido, puesto que,
mentados o de profesores de los institutos superiores
de la organización del trabajo. 2 En francés en el texto.

198 199
dicho sca entre paréntesis, la burocracia existe tanto ¿Cómo puede unirse una institución del Partido
en unas como en otras. con una administración soviética? ¿No hay en ello algo
Si he escrito más arriba que debíamos instruirnos inadmisible?
y seguir instruyéndonos en las escuelas superiores de No planteo esta cuestión en nombre propio sino
organización del trabajo, etc., esto no significa ni re- en nombre de aquellos a quienes he aludido más arri-
motamente que conciba esta «enseñanza» a la manera ba al decir que tenemos burócratas no sólo en nuestras
escolar o que me limite a la idea de una enseñanza es- administraciones soviéticas sino también en las orga-
colar. Confío en que un auténtico revolucionario no nizaciones del Partido.
sospechará que haya renunciado aquí a entender por En efecto, ¿por qué no reunir unas instituciones
«enseñanza)) una broma semidivertida, una añagaza, con las otras cuando el interés de la cosa lo exige? ¿Es
una buena jugada o algo por el estilo. Sé que en un que nadie se ha dado cuenta jamás de que, por ejem-
Estado estirado y circunspecto de la Europa occiden- plo, en un comisariado del pueblo como el de asuntos
tal esta idea habría provocado auténtico horror; nin- exteriores una tal reunión es extremadamente útil y
gún funcionario que se respete habría consentido si- se practica desde su fundación? ¿Acaso el Buró Polí-
quiera en discutirla. Pero confío en que nosotros no tico no discute, desde el punto de vista del Partido,
estemos todavía burocratizados hasta este punto yen multitud de cuestiones, grandes y pequeñas, relativas
que la discusión de esta idea sólo provoque buen hu- a nuestras «contramaniobras)) en respuesta a las «ma-
mor entre nosotros. niobras)) de las potencias extranjeras, a fin de preve-
En efecto, ¿por qué no unir lo agradable a 10 útil? nir para decirlo cortésmente, alguna artimaña por su
¿Por qué no aprovechar una broma dive~ti~:la o semi- parte? ¿Acaso no es una fuente inmensa de energía en
divertida para sorprender alguna cosa ndlcula, algo nuestra política la alianza flexible del elemento admi-
dañoso, o semirridículo, semidañoso, etc.? nistrativo y del elemento del Partido? Creo que 10 que
Me parece que nuestra Inspección Obrera y Cam- ha demostrado su valía y se ha consolidado en nuestra
pesina ganará mucho tomando en cuenta estas consi- política exterior y ha pasado a ser una costumbre hasta
deraciones y que la lista de los casos en que nuestra el punto de no suscitar la menor duda en la materia, no
Comisión Central de Controlo sus colegas de la Ins- sería menos conveniente (e incluso mucho más, en mi
pección Obrera y Campesina han conseguido algunas opinión) para el conjunto de nuestro aparato estatal.
de sus victorias más brillantes se enriquecerá con nu- Ahora bien, la Inspección Obrera y Campesina debe
merosos éxitos de nuestros futuros inspectores y fisca- tomar en consideración justamente nuestro aparato es-
lizadores, en aspectos que no es demasiado cómodo tatal en su totalidad, y su actividad debe incidir sobre
mencionar en manuales decorosos y circunspectos. todas las instituciones del Estado sin excepción, loca-
200 201
les, centrales, comerciales, puramente administrat~vas, micas y políticas somos «terriblemente» revoluciona-
escolares, teatrales, etc., en una palabra, todas, sm la rios. Pero en lo que concierne a la jerarquía y al res-
menor excepción. . . ,, peto de las formas y prácticas del proceso admínistra-
¿Por qué entonces en el caso de una lll~tltUClOn de tivo, nuestro «revolucionarismo» cede constantemente
esta envergadura y que, por otra parte, eXIge ~n~ fle- su lugar al espíritu de rutina más enmohecido. En este
xibilidad extraordinaria en sus formas de ac!:vIdad, caso puede constatarse un fenómeno del más alto in-
por qué entonces no admitir en su caso una~uslOn par- terés, saber que en la vida social el más prodigioso
ticular del organismo de control del Partldo con el salto adelante va unido con frecuencia a una monstruo-
del Estado? . , sa indecisión ante los menores cambios.
Para mí no habría ningún inconvemente. Es mas: Esto se concibe porque los pasos adelante más au-
creo que esta fusión constituye la única fianza que ga- daces pertenecían, desde muy antiguo, al dominio de
rantice una actividad fecunda. Creo que todas las du- la teoría, a un dominio cultivado principalmente, in-
das a este respecto emanan de los rincones más polvo- cluso casi exclusivamente, en el plano teórico. As-
rientos de nuestro aparato estatal y que no merecen queado de la abomínable realidad burocrática, el ruso
otra cosa que ser puestas en ridículo. aligeraba su corazón construyendo andamiajes de sis-
temas eminentemente audaces; y ésta es la razón por
Otra duda: ¿es conveniente asociar los estu~ios al la que estos sistemas eminentemente audaces adquirían
ejercicio de una función? Me parece que no solo es en nuestro país un carácter extraordinariamente estre-
conveniente sino necesario. En general, a p.es,:r?e toda cho. Se veía coexistir la osadía en las construcciones
nuestra actitud revolucionaria ante los prmcIpIOs 9ue de orden general con una sorprendente timidez ante la
rigen los Estados occidentales, éstos han, logra,do .1l~0­ más insignificante de las reformas administrativas. La
cularnos una serie de prejuicios de lo mas. perJud:cIal idea de una prodigiosa revolución agraria universal se
y ridículo. En cierta medida este,contagIO proVIene elaboró con una audacia desconocida en los otros paí-
también de nuestros amables burocratas que nos lo ses; y alIado de esto, se carecía de imaginación para
han pasado a sabiendas, con la esperanza muchas ve- realizar una reforma administrativa de décimo orden;
ces de poder pescar en las aguas revueltas de estos pre- se carecía de imaginación o de paciencia para aplicar
juicios. Y han pescado e.n est~s agu~s revueltas hasta a esta reforma los principios generales que, en lo to-
tal punto que sólo los CIegos lmpemtentes ~o se han cante a los problemas de orden general, daban tan
dado cuenta de cuán ampliamente se practIcaba esta «brillantes)) resultados.
pesca. , He aquí la razón de que nuestra vida presente
En toda la esfera de las relaciones sociales, econo- reúna en forma sorprendente rasgos de audacia pas-
202
203
mosa y una tal indecisión de pensamiento ante los cam- mente una salida de este tipo a la guerra imperialista
bios más insignificantes. les parecía ofrecer, sin duda, muchas ventajas. Si no
Creo que siempre ha sido así en todas las revolu- derrocamos el régimen revolucionario de Rusia, al
ciones auténticamente grandes, ya que éstas nacen de menos entorpeceremos su evolución hacia el socialis-
las contradicciones entre lo viejo, la tendencia a reto- n;o, así era como razonaban, más o menos, estas poten-
car lo viejo y la tendencia más abstracta hacia lo nue- CIas y, desde su punto de vista, no podían razonar de
vo, nuevo hasta el extremo de no contener ni un ápice otro modo. A fin de cuentas han cumplido la mitad
del pasado. de su tarea. No han derrocado el nuevo régimen ins-
y cuanto más radical es esta revolución más tiem- taurado por la Revolución, pero no le han permitido
po subsistirán estas contradicciones. tampoco dar de inmediato un paso adelante tal que
haya justificado las previsiones de los socialistas, que
El rasgo que caracteriza nuestra vida actual es les haya permitido desarrollar a un ritmo extremada-
éste: hemos destruido la industria capitalista, nos he- mente rápido las fuerzas productivas, que les haya per-
mos dedicado a demoler a fondo las instituciones me- mitido desarrollar todas las posibilidades cuyo conjun-
dievales, la propiedad señorial, y, sobre esta base, he- to hubiera formado el socialismo y demostrar a todos
mos creado el pequeño y el minúsculo campesinado ya cada uno con toda claridad, palmariamente, que el
que sigue al proletariado, confiado en los resultados socialismo implica fuerzas inmensas y que la humani-
de su acción revolucionaria. Sin embargo, con esta dad ha pasado ahora a una nueva etapa de desarrollo
sola confianza no nos es fácil sostenernos hasta la vic- que comprende perspectivas extraordinarias briUantes.
toria de la revolución socialista en los países más avan- El sistema de relaciones internacionales es ahora
zados: ya que el pequeño y el minúsculo campesinado, de tal especie que en Europa un Estado, Alemania,
sobre todo bajo la Nep, queda, por necesidad econó- está subyugado por los vencedores. Entonces, varios
mica, a un nivel de productividad bajo en extremo. Por Estados, entre los más viejos de Occidente, se encuen-
10 demás, la situación internacional hace que Rusia tran, a c?nsecuencia de la victoria, en condiciones que
haya retrocedido; que en el conjunto la productividad les permIten aprovechar la ocasión para hacer ciertas
del trabajo nacional sea ahora sensiblemente menos concesiones a sus clases oprimidas, concesiones, que,
elevada que antes de la guerra. Las potencias capita- aunque mediocres, retardan el movimiento revolucio-
listas de Europa occidental, en parte a sabiendas y en nario en estos países y crean una apariencia de «paz
parte instintivamente, han hecho todo lo posible para socia!».
retrasarnos, para aprovechar la guerra civil en Rusia Por otra parte, buen número de países, los de
en vistas de arrui.rlar al máximo nuestro país. Precisa- Oriente, la India, China, etc., precisamente a causa

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de la última auerra imperialista, han sido desviados es arrastrado a un movimiento que debe engendrar la
definitivamenfe de su camino. Su evolución se orien- revolución socialista universal. Pero también tenemos
ta definitivamente hacia el derrotero general del capi- la desventaja de que los imperialistas han conseguido
talismo europeo. Ha empezado en ellos la eferv~scen­ escindir el mundo en dos campos; y esta escisión se
cía que afecta a toda Europa. Y se ha hecho eYldente complica por el hecho de que Alemania, país en que el
al mundo entero que se han lanzado por un cammo que capitalismo está realmente evolucionado, sólo podría
no puede dejar de acabar en una crisis del conjunto hoy recuperarse muy difícilmente. Todas las potencias
del capitalismo mundial. capitalistas de lo que se denomina el Occidente la des-
Por consiguiente, en la hora actual, nos enfrenta- pedazan y le impiden recuperarse. Por otra parte, todo
mos con la siguiente pregunta: ¿sabremos sostenernos el Oriente, con sus centenares de millones de trabaja-
con nuestra pequeña y minúscula producción campe- dores explotados, reducidos al último extremo, está en
sina con el estado de deterioro de nuestro país, hasta tales condiciones que sus fuerzas físicas y materiales no
el día en que los países capitalistas de la E~ropa oc~i­ resistirían de ningún modo la comparación con las
dental hayan consumado su desarrollo hacI~ el SOCIa- fuerzas físicas, materiales y militares de cualquier Es-
lismo? Pero no lo consuman como antes cremmos. Lo tado, por mucho menor que fuera, de la Europa oc-
consuman no a través de una Hmaduración» regular cidental.
del sociali~mo entre ellos, sino al precio de la explota- ¿Podemos conjurar el futuro choque con estos paí-
ción de ciertos Estados por otros, de la explotación del ses imperialistas? ¿Podemos confiar en que los antago-
primer Estado vencido en la gu~rra imperialista, ex- nismos y los conflictos internos entre los países impe-
plotación unida a la de todo. el Onente. P?r otra parte, rialistas prósperos de Occidente y los países imperialis-
precisamente a consecuenCia de esta p~ll:l1era guerra tas prósperos de Oriente nos concederán por segunda
imperialista, el Oriente ha entrado ~efimtlva~ente en vez una tregua, como lo han hecho la primera vez,
el movimiento revolucionario, y ha Sido defirntIvamen- cuando la cruzada emprendida por la contrarrevolu-
te arrastrado al torbellino del movimiento revolucio- ción occidental en ayuda de la contrarrevolución rusa
nario mundial. fracasó a consecuencia de las contradicciones que exis-
. ¿Qué táctica impone esta situación a nuestro país? tían en el campo de los contrarrevolucionarios de Oc-
Evidentemente la siguiente: debemos dar muestras de cidente y de Oriente, en el de los explotadores orienta-
la mayor prudencia, a fin de conservar nuestro poder les y de los explotadores occidentales, en el de Japón
obrero, de mantener bajo su autoridad y bajo su direc- y de Estados Unidos?
ción a nuestro pequeño y minúsculo campesinado. Te- Me parece que a esta pregunta hay que responder
nemos la ventaja de que el mundo entero, desde ahora, que la solución depende en este caso de un enorme
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207
número de factores; lo que permite, en suma, prever Debemos esforzarnos en construir un Estado en el
el resultado de la lucha, es el hecho de que a fin de que los obreros sigan ejerciendo la dirección sobre los
cuentas el propio capitalismo instruye y educa para la campesinos, conserven la confianza de estos últimos y,
lucha a la inmensa mayoría de la población del globo. por medio de una economía rigurosa, destierren de
El resultado de la lucha depende en último térmi- todas las esferas de la vida social el menor exceso.
no del hecho de que Rusia, India, China, etc., forman Debemos realizar el máximo de economías en
la inmensa mayoría de la población del globo. Y es jus- nuestro aparato estatal. Debemos desterrar de él todo
tamente esta mayoría de población la que, desde hace vestigio de excesos que le ha dejado en tal cantidad la
algunos años, es impulsada con una rapidez increíble Rusia zarista, su aparato capitalista y burocrático.
a la lucha por su liberación. A este respecto, no podría ¿No será acaso esto el reinado de la mediocridad
haber ni una sombra de duda en cuanto al resultado campesina?
final de la lucha a escala mundial. En este sentido, la No. Si conservamos a la clase obrera su dirección
victoria definitiva del socialismo está absoluta y ple- sobre el campesinado, podremos, a costa de una eco-
namente asegurada. nomía de las más rigurosas en la gestión de nuestro
Pero 10 que nos atañe aquí no es de ningún modo Estado, emplear todas las cantidades economizadas
esta victoria final del socialismo. Lo que nos atañe es para desarrollar nuestra gran industria mecanizada, la
la táctica que debemos seguir nosotros, Partido Co- electrificación, la extracción hidráulica de la turba,
munista de Rusia, nosotros, poder de los Soviets de para terminar de construir la central hidroeléctrica del
Rusia, para impedir que nos aplasten los Estados con- VoIkhov, etc.
trarrevolucionarios de la Europa occidental. Para que Ahí, y sólo ahí, están nuestras esperanzas. Sólo en-
podamos subsistir hasta el próximo conflicto .milit~r tonces podremos, para emplear una imagen, cambiar
entre el Occidente imperialista contrarrevoluclOnano de cabano, abandonar el penco del campesino, del mu-
y el Oriente revolucionario y nacionalista, entre los Es- jik, renunciar a las economías indispensables en un
tados más civilizados del mundo y los países atrasados país agrícola arruinado, y montar en el cabano que
como los de Oriente, que, sin embargo, constituyen la busca y no puede dejar de buscar el proletariado, a sa-
mayoría, es preciso que esta mayoría tenga tiempo ber, la gran industria mecanizada, la electrificación, la
para civilizarse. Nosotros tampoco, nosotros no somos central hidroeléctrica del VoIkhov, etc.
10 bastante civilizados para poder pasar directamente He ahí cómo vinculo en mi espíritu el plan de con-
al socialismo, aunque poseamos las premisas políticas. junto de nuestro trabajo, de nuestra política, de nues-
Debemos seguir esta táctica o bien adoptar para nues- tra táctica, de nuestra estrategia, a las tareas de la Ins-
tra salvación la política siguiente. pección Obrera y Campesina reorganizada. He ahí 10
208 209
que justifica a mis ojos el cuidado excepcional, la aten- cían tan alarmantes que el gobierno decidió revelar la
ción sostenida que debemos dedicar a la Inspección gravedad de la enfermedad. Los lzvestija publicaron
Obrera y Campesina, situándola a una altura excep- desde entonces un boletín diario sobre su salud. El
cional, confiriendo a sus dirigentes los derechos del 15 de mayo, Lenin es trasladado desde su aposento en
Comité Central, etc., etc. el Kremlin a sti residencia campestre de Gorkí. Dos
He aquí la justificación: sólo depurando al máxi- meses después, en el transcurso del mes de julio, pa-
mo nuestro aparato, reduciendo al máximo todo 10 que rece realizarse un milagro: la salud de Lenin mejora
no es absolutamente necesario, podremos sostenernos de nuevo. Empi~za a dar paseos, se ejercita en escribir
en forma infalible. Y esto, no al nivel de un país de con la mano izquierda. Incluso puede visitar al presi-
pequeña agricultura campesina, no al nivel de esta es- dente del sovjoz local y pasar tres días con él.
trechez generalizada, sino a un nivel que se eleva cada Hacia el 10 de agosto se le permite leer. Recibe
vez más hada la gran industria mecanizada. todos los días la Pravda y más tarde los lzvestija y otras
Estas son las grandes tareas que sueño para nues- publicaciones. Pronto podrá emprender la lectura de
tra Inspección Obrera y Campesina. He ahí por qué libros de los que se le prepara una lista. Habitualmente
proyecto para ella la fusión del organismo supremo del es Krupskaya quien le lee los artículos de los periódi-
Partido con un «simple» Comisariado del Pueblo. cos y acaso los pasajes de los libros que él le señala,
ya que Lenin no está ni remotamente restablecido por
2 de marzo de 1923. Lenin." completo. Por este motivo, es sorprendente que logra-
ra hacer aceptar a los que le rodean el viaje que em-
(Traducción francesa: Oeuvres, Editions Sociales, prende el 18 de octubre. Se traslada a Moscú, va al
París,1. 33, págs. 501-517.) Kremlin en coche y parte de nuevo para recorrer las
calles y visitar los terrenos de la exposición agrícola.
Regresa a continuación a su gabinete de trabajo, per-
x manece silencioso en él durante largo rato, recoge al-
gunos libros de su biblioteca y regresa a Gorki.
NOTA SOBRE LA ENFERMEDAD DE LENIN Entre el 14 de noviembre y el 16 de diciembre, van
A PARTIR DEL 10 DE MARZO DE 1923 a visitarle Bukharin, Preobrajensky, Skvortsov-Stepa-
nov, Krestinsky, Pjatnitsky y el redactor de Krasnaja
Nov', Voronskij. Le hablan de los asuntos corrientes y
La parálisis de la mitad derecha del cuerpo y la le dan cuenta de noticias que Lenin escucha con aten-
pérdida del habla sobrevenidas el 10 de marzo pare- ción, pero no parece que hubiera recobrado el uso de
210
211
la palabra: la cronología contenida en el volumen 45
de las Sotchincnija, que señala la pérdida del habla, no
trata más de este asunto. pala¡J~ tiempo
A principios de 1924, Lenin asiste a una velada de
Navidad organizada en el sovjoz. El 19 de enero, si- 1. TEp.mo DE PROTESTA Y PARADOJA
gue en trineo una cacería por el bosque. Pero su acti- G. E. WEllWARTH
vidad esencial entre el 17 y el 20 de enero consiste en 2. BLUES PARA MISTER CHARLlE
escuchar la lectura del informe de la XIII conferencia JAMES BAlDWIN
del Partido. Lenin la sigue atentamente y a veces hace 3. ALGUIEN
preguntas por medio de gestos; algunos puntos le irri- ROBERT PINGET
tan visiblemente, pero Krupskaya logra calmarlo; pro- 4. EL INNOMBRABLE
bablemente gracias a informaciones inventadas por SAMUEl BECKETT

completo en aras de la causa. 5. LA NUEVA ARQUITECTURA Y LA BAUHAUS


El 21 de enero, la salud de Lenin se agrava súbi- WALTER GROPIUS

tamente. Muere a las 18 horas 50 minutos. 6. LOS PASILLOS DEL PODER


c. P. SNOW

7. SANGRE SABIA
FlANNERY O'CONNOR
8. EL ASTRAGALO
AlBERTlNE SARRAZIN

9. UNA NUEVA VIDA


BERNARD MAlAMUD
10. EL HOMBRE INVISIBLE
RAlPH ElllSON

11. UNA CHICA COMO TU


KINGSlEY AMIS

12. LA FRANCIA BURGUESA


CHARLES MORAZE
13. UNA AMARGA HERENCIA
ARTHUR M. SCHlESINGER, JR.

14. EIII BUSCA DE BISCO


ERSKINE CAlDWEll

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