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BASES JURÍDICAS DEL COMERCIO ―ASPECTOS JURÍDICOS DE LA

EMPRESA

Una definición de Comercio, según la Real Academia Española,


corresponde a “Negociación que se hace comprando y vendiendo o
permutando géneros o mercancías”. Sin embargo, para efectos jurídicos
hemos de referirnos a la existencia de “actos de comercio”. Éstos son actos
de intermediación realizados con espíritu de lucro o ganancia. Los distintos
actos de comercio que reconoce nuestra legislación se encuentran
explicitados en el artículo 3° del Código de Comercio. A partir de ello,
podemos señalar que el Derecho Comercial consiste en el conjunto de
normas jurídicas que regulan los actos de comercio.
Algunos supuestos económicos que han de tenerse presentes para el
estudio del Derecho Comercial son:

Producción y consumo de bienes: las personas tienen necesidades que


satisfacer. Éstas son esencialmente carencias que deben completarse o,
precisamente, satisfacerse. La manera como las personas satisfacen sus
necesidades es mediante la producción de ciertos bienes, lo que consiste en
la utilización de trabajo y técnicas para dar origen o producir el bien
necesario. Para completar la satisfacción de necesidad, el bien debe ser
consumido, es decir, utilizado para satisfacer la necesidad (utilizado como
comestible, diremos, o utilizado como instrumento).
Cambio (intercambio), intermediación y lucro: cuando distintas personas
producen distintos bienes que satisfarán distintas necesidades lo hacen
pensando en lograr algo más que la satisfacción de la propia necesidad.
Unas personas pueden producir un bien que satisfaga su necesidad al
tiempo que la necesidad de otra persona. De ahí tenemos que, si aquella
persona produce mayor cantidad de la que requiere y necesita satisfacer
otra necesidad que tiene con el consumo de un bien que no produce, pero
que sí produce otra persona, ambas pueden intercambiar los “excedentes”
que hayan producido y que requieran. Pero, en ocasiones, la producción de
un bien en grandes cantidades se hace con el objeto de llevar a cabo otra
actividad, distinta de la mera producción, que permita adquirir cantidades
de un medio de cambio aceptado por la sociedad y que explica una
valoración del bien (dinero), no sólo para producir más del mismo bien, sino
que también para otros fines que estime conveniente. Nos referimos a la
comercialización, una actividad de intermediación, que reúne a productores
y consumidores, sostenida en el ánimo de lucro o de generación de
ganancia.

FUENTES DEL DERECHO COMERCIAL

Las fuentes formales del Derecho Comercial, es decir, las formas


jurídicas a través de las cuales se manifiestan las normas y reglas de esta
disciplina o rama del Derecho, son muy variadas:

Código de Comercio

Según su artículo 1° “rige las obligaciones de los comerciantes que se


refieren a operaciones mercantiles, las que contraigan personas no
comerciantes para asegurar el cumplimiento de las obligaciones
comerciales, y las que resulten de contratos exclusivamente mercantiles”

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Tratados Internacionales

Podemos afirmar que el derecho comercial es el factor de mayor


importancia en las buenas relaciones entre los diversos países del mundo.
En la actualidad podemos hablar de un Derecho Comercial Internacional
nacido gracias a la labor de diferentes reuniones y conferencias
internacionales, que se manifiestan en Tratados, Acuerdos, Pactos,
Convenciones etc.

Costumbre Mercantiles

Costumbre es la repetición constante, uniforme y prolongada en el


tiempo, en una región o país, de un acto ejecutado con la convicción de que
constituye un imperativo jurídico.
Si bien es cierto que hoy la costumbre no es admitida como certeza jurídica
en el Código Civil, en materia mercantil la ésta tiene un valor y
reglamentación jurídica diferente. Por ejemplo, en materia civil la costumbre
tiene valor sólo cuando la ley se refiere a ella, y en materia mercantil lo es
incluso cuando la ley nada dice, rige en el silencio de la ley: Art. 4° del
Código de Comercio: “Las costumbres mercantiles suplen el silencio de la
ley, cuando los hechos que las constituyen son uniformes, públicos,
generalmente ejecutados en la República o en una determinada localidad, y
reiterados por un largo espacio de tiempo, que se apreciará
prudencialmente por los juzgados de comercio”.

CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS DE COMERCIO

Los Actos de Comercio son enumerados en el Artículo 3° del Código


de Comercio:
“Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de
uno de ellos:

1. La compra y permuta de cosas muebles, hechas con ánimo de venderlas,


permutarlas o arrendarlas en la misma forma o en otra distinta, y la venta,
permuta o arrendamiento de estas mismas cosas.
Sin embargo, no son actos de comercio la compra o permuta de objetos
destinados a complementar accesoriamente las operaciones principales de
una industria no comercial.
2. La compra de un establecimiento de comercio.
3. El arrendamiento de cosas muebles hecho con ánimo de subarrendarlas.
4. La comisión o mandato comercial.
5. Las empresas de fábricas, manufacturas, almacenes, tiendas, bazares,
fondas, cafés y otros establecimientos semejantes.
6. Las empresas de transporte por tierra, ríos o canales navegables.
7. Las empresas de depósito de mercaderías, provisiones o suministros, las
agencias de negocios y los martillos.
8. Las empresas de espectáculos públicos, sin perjuicio de las medidas de
policía que corresponda tomar a la autoridad administrativa.
9. Las empresas de seguros terrestres a prima, inclusas aquellas que
aseguran mercaderías transportadas por canales o ríos.
10. Las operaciones sobre letras de cambio, pagarés y cheques sobre
documentos a la orden, cualesquiera que sean su causa y objeto y las

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personas que en ella intervengan, y las remesas de dinero de una plaza a
otra hechas en virtud de un contrato de cambio.
11. Las operaciones de banco, las de cambio y corretaje.
12. Las operaciones de bolsa.
13. Las empresas de construcción, carena, compra y venta de naves, sus
aparejos y vituallas.
14. Las asociaciones de armadores.
15. Las expediciones, transportes, depósitos o consignaciones marítimas.
16. Los fletamentos, seguros y demás contratos concernientes al comercio
marítimo.
17. Los hechos que producen obligaciones en los casos de averías,
naufragios y salvamentos.
18. Las convenciones relativas a los salarios del sobrecargo, capitán,
oficiales y tripulación.
19. Los contratos de los corredores marítimos, pilotos lemanes y gente de
mar para el servicio de las naves.
20. Las empresas de construcción de bienes inmuebles por adherencia,
como edificios, caminos, puentes, canales, desagües, instalaciones
industriales y de otros similares de la misma naturaleza.

Es necesario partir señalando que los contratos citados por el artículo


3° corresponden a:

1. Compraventa: Es un contrato en que una de las partes se obliga a dar


una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquélla se dice vender y ésta,
comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio,
mientras que las partes que intervienen son el vendedor y el
comprador.
Según el artículo 139 del Código de Comercio “No hay compraventa si
los contratantes no convienen en el precio o en la manera de
determinarlo; peo si la cosa vendida fuere entregada, se presumirá
que las partes han aceptado el precio corriente que tenga en el día y
lugar en que se hubiere celebrado el contrato.
Habiendo diversidad de precios en el mismo día y lugar, el comprador
deberá pagar el precio medio.
Esta regla es también aplicable al caso en que las partes se refieren
al precio que tenga la cosa en un tiempo y lugar diversos del tiempo y
lugar del contrato”.

2. Permuta: Es un contrato en que las partes se obligan mutuamente a


dar una especie o cosa por otra. Según el artículo 161 del Código de
Comercio “La permutación mercantil se califica y rige por las mismas
reglas que gobiernan la compraventa, en cuanto no se opongan a la
naturaleza de aquel contrato”.

3. Arrendamiento: Es un contrato en que las dos partes se obligan


recíprocamente, la una a conceder el goce de una cosa, y la otra a
pagar por este goce un precio determinado. En el arrendamiento de
las cosas, la parte que da el goce de ellas se llama arrendador, y la
parte que paga el precio, arrendatario. Se considera comercial
respecto del arrendador cuando ha adquirido el bien con el objeto de
arrendarlo, y respecto del arrendatario cuando arrendó el bien con el
objeto de subarrendarlo.

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Los Actos de Comercio pueden clasificarse de acuerdo a su naturaleza
en:

Actos formales de comercio: Son aquellos que se consideran siempre como


comerciales, independientemente de las partes que en ellos participan y de
la intención que hayan tenido al momento de realizarlos. Por ejemplo, las
operaciones sobre letras de cambio, pagarés y cheques sobre documentos a
la orden.

Actos mixtos: Son aquellos que implican un doble carácter: para una de las
partes el acto es civil, en tanto que para la otra el acto es comercial. Por
ejemplo, si una persona concurre a una tienda a comprarse un vestido para
usarlo: será civil para la persona que compra y comercial para la persona
que vende.

Así, tenemos que son características esenciales de los actos de


comercio:

Que versen sobre cosas muebles.


Debe existir un espíritu o ánimo de lucro o ganancia.
Debe existir intermediación.

CONCEPTO DE EMPRESA Y DE COMERCIANTE

Si bien es cierto que no existe una definición de Empresa en el Código


de Comercio, ésta puede entenderse, en su sentido jurídico, como “el
ejercicio profesional de una actividad económica organizada con la finalidad
de actuar en el mercado de bienes y servicio” (definición del académico
Rodrigo Uría).

También desde el punto de vista del Derecho Comercial,


comerciantes con aquellos que, “teniendo capacidad jurídica para contratar,
hacen del comercio su profesión habitual” (Artículo 7° del Código de
Comercio), si embargo de lo cual, según el artículo 8°, “no es comerciante el
que ejecuta accidentalmente un acto de comercio; pero queda sujeto a las
leyes de comercio en cuanto a los efectos del acto”. De lo señalado en el
artículo 7° puede señalarse que los comerciantes: tienen capacidad para
contratar, es decir, capacidad de ejercicio; realizan un acto de comercio
incluido en el artículo 3° del Código de Comercio; deben tener la voluntad
de hacer de la actividad comercial una fuente de recursos para subsistir,
mediante una organización destinada al comercio, es decir, que haga del
comercio su profesión habitual (“habitualidad”); realizan los actos de
comercio por cuenta propia, es decir, no sería comerciante el gerente de
una empresa, por cuanto aunque sí realiza actos de comercio, lo hace en
representación de la sociedad comercial y no a nombre propio. Los
comerciantes pierden su calidad cuando fallece o se retira voluntariamente
de la actividad, aunque conserva la responsabilidad (en el caso de
personas) y con la disolución (en el caso de las personas jurídicas).

El Empresario Individual

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La empresa es individual o unipersonal cuando la actividad
económica que la constituye es ejercida por una persona natural. Su
actividad es regulada por el Código de Comercio. El titular de la empresa
individual debe ser una persona natural, capaz de ejercer derechos y
contraer obligaciones. La empresa individual no forma una persona jurídica
distinta de su dueño, ni tiene jurídicamente un patrimonio propio, por lo cual
no corresponde distinguir entre los acreedores de la empresa individual y
los acreedores de la persona natural del empresario, debiendo responder
dicha persona en forma ilimitada con todos sus bienes (tanto con los afectos
al negocio como con los no afectos) de las obligaciones contraídas.

OBLIGACIONES DE LOS COMERCIANTES

Los comerciantes, en el ejercicio de su actividad, celebran toda clase


de actos y contratos con terceros que no ejercen dicha actividad, por lo que
el Código de Comercio les impone el cumplimiento de determinadas
obligaciones con el propósito de brindar protección a los terceros que
contratan con ellos.

Las obligaciones en materia de contabilidad mercantil consisten en


llevar libros de contabilidad que interesan tanto al comerciante (puesto que
les permite conocer con exactitud el estado de sus negocios) como al fisco
(pues le sirven para determinar los impuestos que deberá contribuir el
comerciante). Pero, dado que la importancia de los libros, a efectos
jurídicos, radica en su valor probatorio, la legislación ha querido inducir a los
comerciantes a llevarlos para que con ellos puedan controlar la marcha de
la empresa, así como para que tengan conocimiento seguro de los créditos
y obligaciones de que son titulares y puedan acreditar su existencia y
cumplimiento. Los libros (que, según lo dispone el artículo 26 del Código de
Comercio, “deberán ser llevados en lengua castellana”) a que hemos hecho
referencia son:

a. El Libro Diario: en él “se asentarán por orden cronológico y día por día
las operaciones mercantiles que ejecute el comerciante, expresando
detalladamente el carácter y circunstancias de cada una de ellas”
(artículo 27 del Código de Comercio). De llevarse libro de caja y de
facturas, “podrá omitirse en el libro diario el asiento detallado, tanto
de las cantidades que entraren, como de las compras, ventas y
remesas de mercaderías que el comerciante hiciere” (artículo 28 del
mismo Código citado ya).
b. El Libro Mayor o de cuentas corrientes: no tiene una finalidad
establecida en la ley. En la práctica, sin embargo, éste resulta de la
traslación ordenada de los asientos del Libro Diario, anotándose las
compras y las ventas que hace un cliente determinado o el
movimiento de una determinada mercancía.
c. El Libro de Balances: según el artículo 29 “al abrir su giro, todo
comerciante hará en el libro de balances una enunciación estimativa
de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles, y de todos sus
créditos activos y pasivos.
Al fin de cada año formará en este mismo libro un balance
general de todos sus negocios”.

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Este Libro es de gran importancia, puesto que de él se
determinan las obligaciones tributarias que recaen sobre el
comerciante.
d. El Libro copiador de cartas: no es propiamente de contabilidad. En
éste los comerciantes deben dejar copia íntegra y a la letra de las
cartas que escribieron sobre los negocios de su giro. Hoy está en
desuso.

Una segunda obligación de los comerciantes consiste en la inscripción


de ciertos documentos en el Registro de Comercio (artículo 22). Entre
otros documentos que deben ser inscritos, tenemos:

Las escrituras de sociedad, sea ésta colectiva, en comandita o


anónima, y de las en que los socios nombraren gerente de la sociedad
en liquidación.
Los poderes que los comerciantes otorgaren a sus factores o
dependientes para la administración de sus negocios.

La tercera obligación vigente de los comerciantes consiste en pagar


una patente. El ejercicio de toda profesión, industria o comercio, estará
sujeta a una contribución de patente municipal. Éste es un impuesto
para el ejercicio de una actividad y no constituye un permiso para
desarrollar esa actividad.

AGENTES AUXILIARES DE COMERCIO

Son Agentes Auxiliares aquellos que secundan o apoyan al


comerciante en sus negocios, ya sea integrando formando parte del recurso
humano con que cuenta éste, ya autónomamente o actuando como
mediador o comisionista.

a. Martilleros: son oficiales públicos encargados de vender en pública


subasta mercaderías sanas o averiadas al mejor postor. Son
mandatarios. Son, además, nombrados por el Presidente de la
República a propuesta de la Dirección General de Crédito Prendario y
Martillo.

b. Factores de comercio: (mandato comercial) “Factor” es el gerente de


un negocio o de un establecimiento comercial o fabril, o parte de él,
que lo dirige y administra según su prudencia por cuenta de su
mandante. El mandante toma, en relación a sus dependientes, el
nombre de “principal”. Cuando los factores actúes o contraten a
nombre de sus clientes, deberán expresar, en los documentos, que lo
hacen por poder (artículo 325). Aquellos factores que actúen a su
propio nombre quedarán obligados personalmente a cumplir los
contratos que celebren.

c. Comisionistas: (mandato) la “comisión” es un tipo de mandato


comercial que versa sobre una o más operaciones mercantiles
individualmente determinadas. La persona que realiza o desempeña
la comisión se llama “comisionista”. El principal derecho del
comisionista es el cobro de una “comisión” por el trabajo realizado.
Ésta se fija de común acuerdo entre el comitente y el comisionista.

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d. Corredores: son oficiales públicos instituidos por la ley para dispensar
su mediación asalariada a los comerciantes y facilitarles la conclusión
de sus contratos. Hay un número fijo de corredores, nombrados por el
Presidente de la República.

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