Musiqueando es un sistema silabofónico de Educación Musical dirigido a
niños de habla castellana, fundamentado en la percepción sonora del ser humano en estas primeras etapas de su desarrollo, apoyado por el uso de los recursos folklóricos de cada zona y de la improvisación como principal objeto de aprendizaje. Sus principales premisas son la sencillez y similitud con el lenguaje hablado respetando las diferentes formas de modulación de la voz regionales y provocando la improvisación y creación personal con la ayuda constante de objetos sonoros del entorno, así como la construcción propia de instrumentos muy sencillos.
VOCABULARIO
Sílaba fónica: Sílaba que suena más fuerte en el texto cantado.
Entonación melismática: Forma de interpretar el texto cantado, estirando algunas sílabas, generalmente las finales de cada palabra, para dar énfasis o espectacularidad, o sensación de letanía. Entonación típica de la música sefardí, andalusí, flamenco, entre otras manifestaciones artísticas. Habla melismática entonada: Forma de interpretar el texto hablado con los acentos naturales de cada zona. A veces se confunde habla y cante. Escala andaluza: Se identifica generalmente, como el modo frigio de mi, siendo muy característica de forma descendente, cayendo en los grados IV-III-II-I(LA-SOL-FA-MI) Objetos sonoros: Todo lo que suene sin ser un instrumento musical convencional.
Como se va creando el método
Este proyecto surge en parte por la necesidad de organizar el material
que la autora había ido trabajando desde que empezó a impartir clases de Educación Musical. La Educación Musical se ha trabajado generalmente en nuestro país, tomando como modelos o referentes constantes, los métodos pedagógicos musicales importados de otros países. A lo largo de una intensa trayectoria profesional, había echado de menos una forma de aprender música que naciese de nuestros folclores, tanto peninsulares, como no peninsulares, con un nexo común a todos, el uso de la lengua en sus diferentes entonaciones y la importancia de las mismas en nuestras músicas de raíz. No obstante, se ha intentado adaptar e incorporar continuamente muchas de las estrategias educativas de las grandes Pedagogías Musicales del s. XX. Este sistema se publica, en libros de texto y cuadernillos individuales para alumnos, de progresiva dificultad, discos, guías didácticas de los mismos para los docentes y un cuadernillo específico para los alumnos con necesidades educativas especiales. El sistema se fundamenta en objetos de aprendizaje vivos que acepten las adaptaciones o cambios que se quieran en cada momento, con actividades intuitivas y sencillas que sigan un orden lógico de dificultades. El seguir una secuenciación metodológica muy simple y bien estructurada, permite que el alumno/a casi trabaje solo/a y pueda ser ayudado por cualquier mayor aunque éste no sepa música. Los contenidos se organizan en Talleres de Historia, canto, practica instrumental, Flamenco, incluidos en Proyectos más globales, referentes a músicas del Mundo, a las grandes civilizaciones o periodos históricos…A partir del 3º cuadernillo, todas las Unidades Didácticas terminan con el TALLER DE FLAMENCO, dónde se trabajan compases, ritmos, palos, terminología, historia, tendencias…
Las bases metodológicas para trabajar contenidos son:
1. La sílaba tónica y los acentos naturales de palabras agudas, llanas y esdrújulas como base de partida del aprendizaje musical y la correcta dicción del habla. 2. La sílaba fónica musical y su evolución, desde las formas habladas a la entonación melismática propia de la música popular regional, hasta llegar al canto. 3. La improvisación como forma de expresión natural y de creación personal. 4. La lecto-escritura musical convencional y no convencional como instrumento de aprendizaje. 5. La utilización de objetos sonoros, instrumentos de construcción propia y de fácil uso e instrumentos musicales de rápido aprendizaje. 6. La interpretación y el disfrute de las audiciones, desde las más sencillas a las más elaboradas. 7. El conocimiento y recuperación del patrimonio musical propio y ajeno. 8. La importancia de la Música andaluza en España y su repercusión mundial.
La sílaba tónica y la sílaba fónico-musical
Musiqueando es un sistema de aprendizaje musical que parte de una
dicción purista del castellano fundamentado en sus acentos naturales y su expresión mínima constituida por la sílaba tónica, para ir evolucionando de forma progresiva a las diferentes formas melismáticas de entonación que derivan del mismo. Para ello trabaja fundamentalmente lo que he dado en llamar la sílaba fónica musical, que no es otra cosa que la sílaba tónica de los textos entonados. Y por texto entonado me refiero a la letra de una canción con una estructura rígida, o a una breve oración. La sílaba fónica musical no siempre coincide con la sílaba tónica de cada palabra, y esto es un problema cuando enseñamos ritmos silábicos, que es en la mayoría de los casos, a niños/as que están aprendiendo a leer. Por ello, es necesario diferenciar muy bien desde el primer momento como se lee y como se canta. Para un gran número de hispanohablantes, este aprendizaje paralelo es natural ya que aprenden a leer y escribir con diferente entonación a la hablada desde el principio. El sistema evoluciona a través de la palabra, adornando la sílaba, estirándola, realizando bucles de altura, de intensidad, hasta llegar a la forma melismática propia de nuestras músicas folklóricas. De esta manera llegaremos a acercarnos con los niños/as a los diferentes orígenes de nuestro patrimonio musical, sus influencias árabes, semitas, celtas o carolingias, según la zona de procedencia de los textos, y a su vez tomaremos conciencia del porqué de la entonación hablada de la zona propia de cada cual, analizando sus diferencias tonales con el resto y aprendiendo a respetar la variedad, y a disfrutar con ella. Es muy difícil a veces, otras imposible, llegar al estudio de tipos de música de nuestro folklore y uso cotidiano, como pueda ser el flamenco o las músicas aflamencadas, desde una enseñanza convencional de la Música. En estos casos es especialmente útil la interiorización de los acentos naturales de estas músicas, de sus textos y su dicción melismática, así como sus ritmos propios e improvisados, la audición y reconocimiento de la escala andaluza, y también de algunos palos.
La improvisación como forma de expresión natural y de creación
personal
La improvisación en general, es una cualidad innata en el ser humano, pero
la improvisación musical es un don que aflora más en unos individuos que en otros, sobre todo en una sociedad tan controladora con el niño, desde antes, incluso a su nacimiento. Por ello, cualquier docente que se dedique a trasmitir una enseñanza artística, tiene que despertar en cada escolar, la habilidad de la improvisación, la respuesta rápida a la provocación creativa, que será el principal instrumento con el que trabajará la Educación Musical. El material para improvisar saldrá también de los recursos folklóricos, desde la música más antigua conocida o intuida, hasta la de más rabiosa actualidad. Por supuesto, la selección que realicemos debe de resultar atractiva a cada edad. Al niño/a que improvisa con sílabas, palabras o textos le resulta más fácil hacerlo con su entonación natural hablada. Y, ¿a caso no es esa la manera natural en la que han ido improvisando y creando formas musicales folklóricas nuestros ancestros? Hoy conservamos un rico repertorio de canciones y formas, la mayoría de transmisión oral, porque los pueblos de España , no sabían leer y menos aún en el medio rural, cuna de tanta sabiduría y sentir popular plasmados en sus canciones. El hombre, en contacto con la Naturaleza, ha conseguido improvisar sus instrumentos musicales con un cedazo agitando garbanzos, un cencerro golpeado con un palo o un guitarrico construido por él mismo. Y eso, sin olvidar su principal instrumento de improvisación, el cuerpo y la voz. Un ejemplo muy curioso e ilustrativo de improvisación de habla melismástica entonada es el caso de Las Aceituneras, Trilleras, Arrieras y Temporeras, cantes campesinos de diferentes zonas de España. Si miramos el panorama de la música pop que se consume en la actualidad en nuestro país, comprobaremos que son las modas y tendencias adoptadas de otros países las que marcan las pautas. Pero también es cierto que en los últimos años no paran de surgir grupos jóvenes que realizan creaciones de gran eclecticismo, mestizaje de estilos y culturas, todo ello aderezado de sabor popular, de tonos aflamencados, de letras en las que no diferenciamos si el intérprete canta o recita sin más. Con los acompañamientos instrumentales pasa más de lo mismo, pudiendo asistir a un concierto en mitad de la calle, mientras paseamos detrás de los músicos, o a un espectáculo en el que los percusionistas golpean cubos de basura con recogedores y escobas.
La lecto-escritura musical convencional
Se utiliza desde el primer momento de la enseñanza musical de manera
paralela a otras formas de lecto-escritura. La introducción de símbolos musicales convencionales se realiza con paso lento, pero seguro, con una programación de dificultades progresiva y lógica. Los símbolos se presentan al niño/a de forma atractiva, utilizando la personificación de los mismos para que resulten menos abstractos y siendo los protagonistas de cuentos muy cortos en los que se les va contando la forma de utilización. Esto nos servirá para introducir conceptos muy facilitos dando vida a las notas, a la clave, hasta explicar el concepto de armónicos (ej. DO juega con sus mejores amigos DO´ y SOL) o de tonalidad a través de esta idea (Las notas de esta canción visitan la casa de SOL el Mayor. Allí siempre anda alterada la señorita FA) También utilizaremos códigos de color para cada nota, que ayudarán como regla nemotécnica a su memorización e interiorización de forma muy atractiva, sílabas rítmicas (ta, pi-ta) para el estudio del ritmo, uso de instrumentos de uso elemental, etc. Con la lecto-escritura convencional intentaremos asomarnos al análisis de canciones de estructura sencilla, a la composición de piezas propias, y a la interpretación y valoración de las ajenas.
Los objetos sonoros y los instrumentos de construcción propia
En la Educación Musical, todo lo que suena sirve, pero no todo lo que
suena es un instrumento musical.
En el aula podremos disponer de:
Instrumentos musicales de difícil técnica. Son como su nombre indica,
los que requieren un estudio continuado, pero pueden sernos de ayuda si son interpretados por el profesor/a o algún alumno/a que los conozca por alguna escuela de Música, Banda, Conservatorio, etc.(guitarra, piano) Instrumentos musicales de técnica elemental. Son los instrumentos de fácil uso que no requieren un estudio continuado. Resultan indispensables por su fácil manejo y por su calidad sonora. (Caja china, crótalos) Instrumentos de construcción propia. Son los que construyen los alumnos solos o con ayuda de familiares o del profesor/a. Suelen imitar la forma o el sonido de un instrumento musical, pero otras veces son mero producto de la imaginación. Objetos sonoros. Forman un “cajón de sastre” en el que tiene cabida cualquier objeto con el que podamos producir sonidos. En la selección se tendrá en cuenta que no sean peligrosos (botellas de cristal, latas metálicas que corten, etc.) y que sean materiales desechables que estamos recuperando. De esta forma trabajaremos simultáneamente el concepto de reciclaje. Desde que nacemos, utilizamos todos los objetos que tenemos a nuestro alcance para producir ruido. Somos seres ruidosos por naturaleza y nos gusta manifestarnos de este modo bien como forma de comunicación con nuestro entorno y con los demás, o bien como forma de creación personal. Desde los orígenes del hombre, sabemos que investiga y experimenta el mundo sonoro que le rodea a través de los objetos que tiene a su alcance, huesos, palos, piedras, tendones tensados, pieles de animales… y al igual que un bebé, los agita, los golpea, los sopla produciendo sonidos destinados a fines exotéricos o al mero disfrute personal de hacerse oír para La inmensa Madre Tierra. Conforme evoluciona la Humanidad, ha ido creando instrumentos musicales acordes con modas y gustos y perfeccionándolos, convirtiéndolos muchas veces en iconos de altas clases sociales, al igual que otros de construcción más modesta, eran relegados a clases más humildes. Durante siglos, el hombre de las zonas rurales ha fabricado sus instrumentos musicales y ha conservado el uso de objetos sonoros del entorno, desde el almirez y la botella de anís, hasta el cajón de madera hueca, o el cedazo con garbanzos que se agita o el callao de cascabeles… Actualmente surgen grupos musicales, especialmente en la percusión, que marcan tendencias utilizando todos los objetos sonoros que tenemos alrededor normalmente, desde cubos y fregonas, cucharones y cacerolas, mobiliario urbano o extraños instrumentos futuristas de construcción propia. Esto nos recuerda que para hacer música necesitamos solamente nuestra imaginación y ganas de mirar alrededor, a lo que nos rodea, recordando que, como seres ruidosos que somos, podemos conseguir sonidos de cualquier cosa. Desde estas experiencias podremos valorar más positivamente el esfuerzo y el estudio que se requiere para interpretar instrumentos musicales de difícil técnica. Y una vez hecha esta valoración, también será más probable que los alumnos/as se animen ha estudiar un instrumento de este tipo. Otro tipo de instrumentos musicales son los de fácil técnica, como la “pequeña percusión”, también llamados instrumentos Orff. Estos son de ayuda inestimable en el aula, por su fácil uso y por tener mayor calidad tímbrica que los objetos sonoros, o los instrumentos de fabricación casera. El único problema es que su uso se limita generalmente a muy poco rato en el aula, si tenemos en cuenta que la Educación Musical se imparte en una hora semanal. Los instrumentos de construcción propia son originales, divertidos, y nos enseñarán a asociar características tímbricas y materiales, formas de construcción, y disponer de materiales sonoros baratos de uso personal para su estudio fuera del aula.
Interpretación y disfrute de las audiciones
Tanto el disfrutar del tímido piar de un pajarillo, como del más
grandioso concierto compuesto jamás, es una de las principales finalidades que debe de perseguir una Educación Musical de calidad. La audición es la actividad que nos hace aprender y disfrutar con la creación propia o ajena, ir diferenciando las obras originales y las meramente comerciales, ir definiendo lo que nos gusta y lo que no, con sabio criterio. La selección de audiciones propuestas en el método, es meramente orientativa, ya que considero que cada docente debe de realizar su propia selección de piezas o fragmentos de las mismas, según los gustos y posibilidades de trabajar actividades de animación e interiorización. En primer lugar he tenido en cuenta que sean piezas muy conocidas y en segundo lugar, hacer hincapié en los grandes maestros españoles de todos los tiempos, muchas veces olvidados en el aula. La forma de presentación de cada audición es muy sencilla, bien a través de musicogramas u otras actividades propuestas, se centran en uno o dos conceptos musicales, para ir ampliando según las posibilidades del grupo con el que trabajamos.
El conocimiento y recuperación del patrimonio
La evolución del diatonismo modal en la música española es objeto de
enconados y contrapuestos debates entre musicólogos, pero en lo que todo el mundo parece estar de acuerdo, es en las diferentes influencias lógicas que ha recibido la península, de los pueblos que la han visitado, tales como siglos de música griega, elementos orientalizantes bizantinos, reminiscencias celtas locales, aportación de los ritos mozárabes, del canto llano en la alta Edad Media, y de los sistemas incorporados por árabes y
Mahometanos, especialmente en el sur.
Como resultado de esta amalgama, encontramos elementos característicos que se repiten en la música española, como el empleo abusivo de melismas, de notas rápidas, el carácter modal, los ritmos libres, el apoyo acusado a final de frase en las notas finales, el ámbito reducido no mayor de una sexta, las melodías de carácter descendente, la escala andaluza y la ausencia de escalas pentatónicas, abundantes en otras zonas folclóricas. El conocimiento y recuperación de nuestro patrimonio musical es un objeto de aprendizaje fundamental en este sistema, ya que aprendemos a través de los textos y material de transmisión oral llegado hasta nosotros. Estudiamos de donde venimos para saber quienes somos actualmente y sobre todo, a dónde vamos o queremos ir, y esto es muy importante, para una sociedad que camina con rápidas zancadas dejando atrás el andamiaje en el que se sujeta su identidad. Nuestro patrimonio cultural es rico y variado, tanto, que es muy difícil realizar una útil selección para nuestros escolares en muy pocas sesiones, que además se cargan y recargan de actividades intentando abarcar muchos contenidos.
ADAPTACIÓN DE musiqueando A LA ESCUELA
Musiqueando es una colección de libros y cuadernillos de educación
musical para niños/as en edad escolar, que juegan con la música, con la entonación hablada, la percusión y la practica de la flauta dulce.
Sus principales objetivos son:
1. Enseñar Música de forma atractiva y motivadora. 2. Posibilitar el aprendizaje al alumno/a, que investiga, identifica, practica y deduce. 3. Facilitar la autoevaluación.
Teresa Fernández Ulloa-California State University, Bakersfield1
Sara Canal Díaz-Universidad de Cantabria
Las canciones tradicionales en las clases de lengua española: un ejemplo con folclore cántabro