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Francis Bacon
Vida y obra
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Historia del Arte Natalia Torres Ferrón
Francis Bacon Diana Sánchez Álvarez
¿Qué mejor remache visual que los dientes? Son como un clavo que atraviesa el
corazón. ¿Qué se acerca más a la vida que los dientes? ¿Que queda después de la
muerte sino los huesos y los dientes?
Entonces su trabajo sus obras, son un reflejo de su vida. ¿Qué es su vida para usted?
¿Que le alucina que le da miedo?
No es cuestión de miedo. ¿Qué me da miedo? La violencia aunque la he sufrido a
menudo. He perdido todos mis dientes a causa de mis amigos.
La pintura y todo el arte, se han convertido en un juego con el que el hombre se distrae.
Lo que resulta fascinante es que para el artista va a ser mucho mas complicado, porque
va a tener que profundizar en el juego para ser bueno y devolver al espectador a la
realidad de la forma mas violenta.
Tanto si gusta mi obra como si no, siempre hablan de la violencia que contiene. Pero
yo no creo que sea violencia en absoluto, basta con pensar en la vida.
Francis Bacon siempre negaba que su trabajo fuese algo más que una descripción
directa y personal de la realidad.
Ninguna obra podrá tener jamás la violencia que tiene la vida. Solo se me ocurre que
no piensen en la vida.
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Francis Bacon Diana Sánchez Álvarez
Estudio de Bacon, en Londres.
A pesar de los mitos que se han creado en torno a él, gran parte de su vida sigue siendo
un misterio. Apenas reveló nada sobre sus antecedentes familiares, y se sabe muy poco
sobre sus comienzos o de sus años de formación como pintor.
Sacar provecho del azar fue tambien la directriz de su vida privada. Siempre evitaba
hablar de sus sentimientos, pero nunca ocultó su sexualidad. A pesar de su
promiscuidad confesa, construyó su vida adulta en torno a varias relaciones serias con
hombres muy distintos, cada una de las cuales coincide con una década de su vida.
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Bacon nació en Dublín, en 1909. Era el segundo de cinco hermanos. Su padre era ex
capital del ejército llamado Eddie Bacon que domaba purasangres, y la familia vivía
cerca de Curragh, la cuna de la hípica irlandesa.
Sus padres eran ingleses de
la clase dirigente
angloirlandesa.
En Irlanda, la familia vivió en
varias casas, y durante la
infancia de Bacon vivieron
entre Irlanda e Inglaterra, donde
fue destinado su padre en la
Primera Guerra Mundial.
Irlanda estaba entonces inmersa
en la lucha por la independencia.
Francis fue asmático toda su
vida y extremadamente
alérgico a los caballos y a los
perros.
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Mis padres se indignaron conmigo cuando tenía 16 años ¿Cómo se dice? ¿Pederasta?
¿Se indignaron?
Si, mi padre me dejo a cargo de un amigo suyo que era criador de caballos de carreras.
Se enamoró de mí y me llevó a Berlín. Fui a Berlín a los 17 años. Allí me corrompieron
totalmente.
Fui a Berlín, No estuve mucho tiempo, pero vi el Berlín de 1927 y 1928, sus años
decadentes. Fui con alguien que me recogió, o como quiera llamarlo, y nos
hospedamos en el Adlon, un hotel maravilloso. La vida nocturna de Berlín, salí por ahí,
era muy emocionante para mí, porque nunca había visto nada. Viniendo de un país tan
puritano como Irlanda, ir a una ciudad tan abierta para esa época era algo muy
emocionante.
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Tenía un pequeño estudio cerca, en Queenberry Place y los diseñaba ahí. Pero no lo
recuerdo con satisfacción. Mis diseños no eran gran cosa, porque eran muy poco
originales. Estaban basados en objetos que se hacían en Italia, Alemania y Francia en
aquella época.
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Composición, 1933.
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Bacon no podía ganarse la vida con la venta esporádica de sus cuadros. Más tarde
admitió que obtenía dinero de los hurtos y de la prostitución. Se dice que publicó
anuncios en The Times ofreciendo servicios de compañía para caballeros y, durante
algún tiempo, fue criado personal.
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Durante muchos años, prácticamente no hice nada. Tenía trabajos temporales, hasta la
Segunda Guerra Mundial, no empecé realmente a pintar de nuevo. Me rechazaron para
combatir por ser asmático. Entonces empecé a trabajar con mayor regularidad y
seriedad, porque iba a la deriva. Mi madre me daba tres libras a la semana.
Eric Hall apoyó a Bacon durante ese periodo e hizo lo posible por promocionar los
pocos cuadros que pintó. En pleno Blizt, instaló a Bacon en una casa de campo cerca de
Petersfield, Hampshire, para que pudiera seguir pintando.
Bacon produjo varios cuadros mientras vivió allí, mas tarde los abandonó o destruyó y
solo quedan algunas fotografías de ellos. No queda prácticamente nada de lo que pintó
en esa época. Era famoso por destruir las obras que no le convencían.
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Eric Hall fue el principal benefactor de Bacon. Su tríptico pasó desapercibido en 1945,
en la exposición colectiva de una pequeña galería de Londres. A pesar de que había
encontrado su expresión personal como pintor, solo quedan cuatro cuadros más de los
siguientes tres años. Un enigmático retrato de Eric Hall, sin cabeza. Dos versiones del
mismo tema que tituló “Estudio de figura”. Y otro que titulo simplemente “Pintura”,
que incorporó imágenes recurrentes en su trabajo posterior.
En 1947, conoció a la tratante Erica Brausen,
que encontró comprador a los 2 años. El Museo
de Arte Moderno de New York, pagó solo 240
libras.
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Después del tríptico de 1945, empezó a pintar mas directamente de una forma
metafórica.
Bueno uno de los cuadros que pinté en 1946, que está en el Museo de Arte Moderno de
New York,
El de la carnicería.
Sí, surgió por casualidad. Estaba intentando pintar un pájaro posándose en un prado, y
puede que estuviera ligado de alguna forma a las tres formas que había pintado antes,
pero de pronto, la línea que tracé sugería algo totalmente distinto. Y de esa sugerencia
nació ese cuadro. No tenia ninguna intención de hacerlo, nunca lo vi así. Fue una
casualidad detrás de otra.
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Mas tarde se fue a vivir a una casa de campo de Berkshire con su nuevo amante, un ex
piloto de la RAF llamado Peter Lacy que provenía de una rica familia clase media.
Lacy era un sádico sexual que fantaseaba con humillar a Bacon y hacerle vivir a base de
paja, y Bacon un masoca al que le gustaba que le pegara su amante. Durante años, se
abandonaron a un comportamiento sexual extremo.
Bacon dijo que estaba físicamente obsesionado con Lacy, pero que estar enamorado de
él era como tener una enfermedad atroz. La relación se nutria de alcohol y la cólera de
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Lacy la deterioraba. Cuando su comportamiento se volvió mas violento y destructivo,
Bacon decidió dejarle y buscar un lugar donde pintar.
Volvió a Londres para vivir con Paul Danquad y Peter Pollock. Peter Lacy se fue a vivir
a Tánger, Marruecos. Bacon y Paul tambien iban con frecuencia, y Danquad acabó
mudándose allí.
Bacon decía que Lacy era el amor de su vida, y pasaba largas temporadas con él cuando
iba a Tánger. Allí también pintaba.
No estoy satisfecho con lo que hice. ¿Cómo estar satisfecho cuando todo se te escapa?
Y lo sabes muy bien. Aunque estés enamorado todo se te escapa. Quieres estar más
cerca de esa persona. ¿Cómo vas a abrirte en canal para unir tu carne a la del otro? Es
imposible. Ocurre lo mismo con el arte. Es casi como una larga relación con objetos e
imágenes, sensaciones y lo que llamamos pasiones. Realmente es así. Puedes querer
mucho a alguien, pero ¿Cuánto puedes acércate a él? Por desgracia, nunca dejáis de
ser desconocidos.
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Entonces trabajas con tus propios sentimientos y sensaciones. Se puede decir que es
parecido a un autorretrato. Trabajas con sentimientos muy personales sobre el
comportamiento y sobre como es la vida.
¿Es la crucifixión la base para expresar eso?
Si.
Se que para los religiosos, los cristianos, la crucifixión tiene un significado totalmente
distinto, pero para un no creyente es un acto de comportamiento humano, un modo de
comportarse con otro.
Durante los 50, cuando adquirió mayor confianza, empezó a introducir su vida en su
obra.
Le atraían los hombres y, a menudo,
heterosexuales, con los que tenia encuentros
sexuales anónimos.
“Hombre de Azul”, son siete retratos de un
hombre que conoció en un hotel de Henley.
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ciertas cosas te evocan imágenes.
Si supiera como hacerlo realmente bien, quizá con la ayuda de un médico que me diera
las cosas adecuadas.
¿No lo ves como un insulto a la vida?
No digas jilipolleces, claro que no.
Digamos que tienes un modelo, alguien a quien ha pintado muchas veces de memoria.
¿Ha posado alguien así para usted?
Sí.
¿Y que ha ocurrido?
Me inhiben, porque si me gustan,
no quiero herirles como lo hago
en mi trabajo. No delante de
ellos. Si me gustan, prefiero
hacerlo en privado.
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¿No cree que las líneas que traza, son a la vez una caricia y un golpe, una agresión?
Posiblemente.
¿No cree que el que posa, instintivamente lo percibe como algo hiriente, aunque
parezca ingenuo? Lo que yo digo es que su instinto es acertado.
Puede ser.
Al darse cuenta de lo que pasa en realidad.
En realidad estaba diciendo lo que dijo Wilde:”se mata lo que se ama”.
Los cuadros de Francis son grandes pinta casi a tamaño real. Su escala los hacía
difíciles de vender hasta hace cinco años. Lo que expone suele ser lo que queda de una
colección mucho mayor de cuadros que empezó, a menudo acabó y después destruyó,
porque estaba descontentos con ellos.
Los temas que utilizaba Francis, son inagotables por su sencillez, no cuentan una
historia en particular. Son simples confrontaciones con una presencia humana.
Aparece la imagen de alguien captado en un instante. La distorsión parece concebida
para sugerir movimiento, al igual que la forma de emborronar la cara con la pintura.
Tambien puede ser una figura quieta vista por alguien que pasa. Bacon capta a la
persona como en un instante, pero da una sensación de continuidad de acción, de que
el movimiento continúa.
La distorsión y el emborronamiento de la forma tienen relación con eso y con dar una
sensación de inquietud. Sus figuras no parecen cómodas como si posaran para el
artista.
Parece que alguien haya entrado en el cuarto y les hayan sorprendido.
Bacon se había cambiado hacia poco a la galería Marlborough Fine Art, famosa por
cuidar a sus artistas y promocionarlos en el mercado internacional.
Su trabajo ahora lo compraban importantes galerías, entre ellas el Guggenheim de New
York, y coleccionistas privados de América y Europa que tenían, literalmente, recursos
y espacios en la pared.
Bacon, pasó aparentemente sin esfuerzo, de unos grises 50, al glamour de los acelerados
60.
Es curioso que intenten buscarle un significado a sus cuadros, como si fueran cuadros
problemáticos o narrativos.
Quieren buscar, a la gente le gusta encontrarle un significado a todo.
Pero buscan algún tipo de historia ¿no? Quieren ver los cuadros como una especie de
comentario.
Si, sobre la sociedad.
Si, ¿esa es la intención?
No.
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A finales de la década, le invitaron a hacer una exposición individual en la galería
pública más célebre de París, el Grand Palais. Picasso era el único pintor vivo al que
habían otorgado ese honor, y para un artista británico era un honor sin precedentes.
Durante los 60, volvió a su antiguo formato, el tríptico. Los cuadros eran
monumentales, pero de temas domésticos. Son, sobre todo, figuras en habitaciones. Su
figura más frecuente es la de George Dyer, la persona más retratada de Bacon, aparte de
sí mismo.
Siempre me veo, no como pintor, sino como un vehículo para las casualidades y el azar.
Pero… ¿Qué ve?
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Afirma que cuando alguien muere, ya no quiere pintar más cuadros de él.
Me parece una locura pintar retratos de gente muerta. Después de todo, sabes que sino
han sido… incinerados, se están pudriendo. Su carne está podrida. Una vez han
muerto, tienes su recuerdo, pero no a ellos.
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John Edwards conoció a Bacon a mediados de los 70. Pronto se convirtió en su fiel
compañero. Bacon siempre decía que su relación con John era paternal. Se veían todos
los días y durante años se volvieron inseparables.
No intento pintar desesperación, pero lo que ocurre con la vida es que, después de los
30, lo único que hay, básicamente es la muerte. No es caer en la desesperación, es
darse cuenta de que la muerte está cada vez más cerca.
El último amante de Bacon fue un rico joven español, 40 años más joven que él. Su
relación empezó a finales de los 80. En 1990, llevó a Bacon a El Prado, a ver una
retrospectiva de su héroe, el gran pintor español, Velázquez.
Alos 80 y pico, el asma crónico que le asediaba desde su infancia se convirtió en una
enfermedad respiratoria grave. Durante su última visita a Madrid, fue ingresado en una
clínica, donde murió el 28 de Abril de 1992.
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