You are on page 1of 8

ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA.

CAMBIOS EN LOS HIJOS Y EN LA


FAMILIA. RELACIONES FAMILIARES, IMPLICACIONES EN LA SALUD,
SEXUALIDAD, CONDUCTAS DE RIESGO Y ESTUDIOS.
SEMINARIO

SESIÓN 5: Volver la mirada hacia lo que hemos trabajado. Adolescencia y Educación

HEMOS TRABAJADO

En las anteriores cuatro sesiones hemos visto que para ayudar a adquirir autonomía a
nuestros hijos en todas las facetas de su vida teníamos que tener en cuenta:

La adolescencia es un período de cambios físicos, sexuales, psicológicos, sociales e


intelectuales que permiten a nuestros hijos pasar de la niñez a la edad adulta. Como todos los
períodos de cambio es un tiempo de “crisis”.

Los padres y madres somos responsables de acompañar a los hijos e hijas en esta transición
para que desarrollen autonomía y responsabilidad y construyan un estilo de vida físico, psicológico
y social saludable.

Para ayudar a nuestros hijos e hijas en la adolescencia tenemos que tener en cuenta:

La autonomía se desarrolla desde la infancia dejando espacios de libertad para desarrollar la


responsabilidad según el grado de madurez. No podemos pretender que se adquiera de golpe a los
13 años. Por lo tanto, habrá que empezar a trabajar el tránsito mucho antes: durante toda su infancia.

El adolescente para buscar su autonomía se “aleja” de la familia y se refugia en el grupo de


iguales en el que prueba identidades hasta que se decide por la suya. Por eso en este período es
importante el grupo, o los grupos de amigos.

Este alejamiento no significa que no nos necesite. Nos necesita más que nunca. Sabe lo que
no quiere, pero no sabe lo que quiere. Por principio nos cuestiona, opone sus valores a los que
nosotros le hemos ofertado. Al final, de ese cuestionamiento saldrá su sistema de valores, en el que
hemos tenido “que ver mucho”. Es muy importante mantener una relación respetuosa con nuestros
hijos/as basada en el afecto, el respaldo y la solidaridad familiar. Tenemos que aceptar que la
comunicación con el adolescente va a ser diferente, tenemos que buscar los momentos adecuados
para hacer llegar nuestro mensaje, sin herir (mensajes yo) y respetar sus silencios.

Siguen siendo importantes las normas razonadas y razonables, pero ahora se pactan, igual
que las consecuencias de su incumplimiento.

La autonomía de nuestros hijos no está completa si no aprenden a vivir plenamente su


sexualidad.
1
Página

Plan de Formación de Padres y Madres


ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA
Sesión 5: Adolescencia y Educación
La familia educa con lo que dice y calle, con lo que hace y no hace. Por eso es importante
actuar en la dirección correcta con naturalidad, en la adolescencia siguen necesitando de nuestro
afecto, aunque ahora en la intimidad, lejos del público. Cuando dialoguemos tenemos que transmitir
lo que sentimos, dudas, pudor, les hace ver normal lo que les sucede… Deben captar el mensaje de
que durante el desarrollo todos son verdaderos chicos y chicas independientemente de su ritmo.
Evitaremos que sufran ansiedad comparándose con otros.

Hay que educar sin adoctrinar adaptándonos a la edad: niñez (masturbación en la intimidad),
adolescencia (relaciones entre cuerpos completos con deseos y sentimientos)

Los objetivos de la educación sexual en la familia son: ayudar a nuestros hijos a conocerse, a
aceptarse y a que las expresiones de la erótica les permitan ser felices siendo coherentes con sus
valores, sintiéndose bien y evitando consecuencias no deseadas.

También tenemos que tener en cuenta las necesidades de nuestros hijos en cuanto a la salud:
Educar en hábitos saludables les va a permitir gozar de salud en la edad adulta. Tenemos que tener
en cuenta que en la salud intervienen a partes iguales lo físico, lo psicológico y lo social. Si un
aspecto se deteriora la salud sufre.

La salud de nuestros hijos está relacionada con la higiene y el ejercicio físico, con la
alimentación, el ocio, la prevención de drogodependencias, el rendimiento escolar... Y tanto la
familia como la sociedad intervienen en la salud de los hijos/as.

La familia puede hacer mucho proponiendo y haciendo vida de hábitos saludables:


alimentación equilibrada, descanso adecuado. No hay que esperar a la adolescencia para intervenir,
hay que empezar a actuar antes de que se den los problemas: prevenir. Conocer que hábitos de
alimentación, higiene y descanso son adecuados y convertirlos en estilo de vida es el mejor seguro
de salud.

Los adolescentes buscan seguridad, placer, y encuentran en el consumo de drogas una vía fácil
para satisfacer sus necesidades. Si desde la familia se les propician estas necesidades de afecto y
respaldo, podemos evitar que busquen la droga y hagan uso de ella, pudiendo llegar al abuso y a la
adicción final. Los padres podemos educar en prevención de drogodependencias:

siendo modelos de vida saludable (no abusando de medicamentos, no fumando, evitando


beber alcohol, al menos en su presencia.
Manteniendo buenas relaciones con los hijos/as basadas en el afecto, la comprensión el
respaldo y alimentados por una comunicación basada en el respeto, en la que nos cuenten
los problemas y preocupaciones y les ayudemos a hacer frente a ellos con sus recursos
personales.
Fomentando su autoestima al reconocerles los logros y esfuerzos realizados en estudios,
deportes, metas personales y sociales, etc.
Ayudándoles a adquirir autonomía usando su responsabilidad adecuada al momento de
madurez.
2
Página

Plan de Formación de Padres y Madres


ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA
Sesión 5: Adolescencia y Educación
Preocupándonos de sus amigos. Sugiriendo que tengan más de una alternativa de amistad,
para que puedan optar por hacer o no hacer evitando la presión de grupo.

Si sospechamos que nuestro hijo/a está tomando alguna droga:

Analizar la situación sin perder la calma.


Hablar con otros miembros de la familia que nos ayuden a ver claro.
Hablar con el propio interesado si lo vemos necesario, buscando el momento adecuado y
exponiéndole nuestras sospechas y dudas, evitando darlas por ciertas. Permitir que nos
explique para evaluar la situación y tomar una decisión acertada.
Si vemos que el caso es difícil ir a especialistas en Drogodependencias para que nos
asesoren y orienten.

SESIÓN 5: Adolescencia y Educación

LA FAMILIA Y LA ESCUELA EN LA EDUCACIÓN

Hay que tener en cuenta que, aunque la tarea de educar a los hijos/as es fundamentalmente
de los padres (así lo asume un 64% en un estudio realizado por La Caixa sobre familia y
educación), en esta tarea no estamos solos. La realizamos con ayuda de instituciones educativas
como el colegio y ahora el instituto que a su vez trabajan con instituciones locales o comunitarias
realizando actividades de promoción de la salud sobre hábitos saludables, sexualidad, prevención de
drogodependencias.

Todos participamos de la educación de las futuras generaciones, pero cada uno en su


parcela.

La familia, es el primer ámbito de socialización donde se adquieren los valores de la cultura


a la que pertenecemos.

Tenemos que asumir que la familia y la escuela tienen parcelas separadas y parcelas
comunes en la educación de los hijos/as y que es muy importante trabajar coordinados a lo largo de
toda la etapa de crecimiento de los hijos. Del buen hacer de familias y centros educativos
dependerá la educación de niños y jóvenes.

LA EDUCACIÓN EN LA ADOLESCENCIA

Todavía recordamos cuando nuestros hijos/as acabaron 6º de primaria, ellos y nosotros


sentíamos cierta inquietud sobre el futuro, nos mostrábamos temerosos ante el cambio, Era el
momento de la incertidumbre. Esta incertidumbre producía en nuestros hijos y en nosotros
ansiedad, deseo de conocer lo que les esperaba y de que ya hubiera pasado el trago de integrarnos
en la nueva etapa: la entrada en el instituto.
3
Página

Plan de Formación de Padres y Madres


ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA
Sesión 5: Adolescencia y Educación
Nuestra ansiedad y la de nuestros hijos está justificada porque:

Se enfrentan a cambios:

De centro, de profesores, de compañeros.


De etapa educativa: la ESO.
De etapa evolutiva: la adolescencia.

Para resolver la ansiedad y abordar juntos la nueva etapa es necesario ACOMPAÑAR SU


APRENDIZAJE desde la familia.

ACOMPAÑAR ¿PARA QUÉ? ¿CÓMO? ¿CUÁNTO? ¿POR QUÉ?

¿Para qué?

Acompañar para ayudar a crecer, a resolver la dificultad que supone el cambio intelectual
de la niñez a la edad adulta.

¿Cómo?

Conocer el instituto o el centro escolar dónde va a permanecer de cuatro a ocho años


realizando estudios secundarios, su proyecto educativo, la etapa de la E. secundaria, sus
profesores, su tutor. Lo hacemos a través de las reuniones colectivas o individuales a las que
nos citan la Dirección del Centro o el tutor de nuestro hijo. También si nos informamos de la
gestión del centro a través de la A.M.P.A. o nuestros representantes en el C. Escolar. Así
entenderemos mejor a nuestros hijos en sus necesidades de aprendizaje y adaptación al
nuevo cambio.

Conocer como las características de la etapa evolutiva de la adolescencia: cambios físicos,


psicológicos, sociales, influyen en el rendimiento escolar. Conociendo las dificultades qué
puede tener y la mejor manera para ayudar a afrontarlas con éxito desde la familia trabajar
desde la niñez. para conseguir Podemos orientarnos asistiendo a sesiones de formación de
padres sobre el tema, intercambiando experiencias con otros padres y profesionales, es
bueno pertenecer a la A.M.P.A., leyendo bibliografía especializada, requiriendo los consejos
del Orientador del centro.

o De los 11 a los 16, revolución de las hormonas, pubertad, adolescencia, aparición de


nuevo de etapa egocéntrica, asunción de nueva identidad para entrar en la vida
adulta. Rechazan nuestros postulados para crear los propios. No admiten órdenes,
pero sí pactos negociados. Parece que no escuchan, pero lo que les decimos lo tienen
en cuenta cuando les hace falta. Respetar sus silencios. Qué sepan que nos tienen
para lo que necesiten. Lo pasan mal.
4
Página

Plan de Formación de Padres y Madres


ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA
Sesión 5: Adolescencia y Educación
En los estudios, están capacitados para trabajar con símbolos, entran en la etapa de
las operaciones abstractas, pero rinden menos porque las emociones les dominan,
aparece la pandilla y luego el enamoramiento, el sexo, las conductas de riesgo con la
droga y el alcohol, se sienten cansados, su estado de ánimo pasa de la euforia al
abatimiento sin razón aparente… Es más difícil mantener las condiciones
ambientales físicas y psicológicas necesarias para el estudio, por eso, buenos
estudiantes, si no han adquirido hábitos con anterioridad, aunque tengan
capacidades, pueden tener un bache y fracasar temporalmente. Muy importante:
servir de modelo, mantener la comunicación asertiva, dejar espacios de libertad para
crecer, ayudar a planificar el tiempo de trabajo y de ocio y procurar que lo respeten.
Ser constantes en nuestro empeño, felicitar por los logros y animar en las
dificultades.

Respetar sus necesidades para el aprendizaje físicas, psicológicas y ambientales: propiciar


hábitos saludables: alimentación adecuada, descanso suficiente; Un chico bien alimentado,
que descanse lo suficiente, fortalecido por el deporte (favorece actitudes de empatía, de
trabajo en equipo, de superación en el esfuerzo por uno mismo y por los demás) está mejor
preparado para el ejercicio intelectual que requiere el aprendizaje.
o ambiente cultural propicio, actividades de ocio enriquecedoras. Si nuestros hijos
respiran un ambiente cultural en casa: libros, música, teatro… su aprendizaje se verá
facilitado.
o Lugar y ambiente adecuado: habitación, mesa independiente, material preparado, sin
distractores, buena luz por el lado contrario al que escriben.
o Tener en cuenta sus necesidades emocionales: sentirse queridos comprendidos y
respaldados.

En la adolescencia, es conveniente intentar que nuestros hijos adquieran las necesarias


técnicas de trabajo intelectual. Para ello es conveniente que aunque son ellos los que
aprenden guiados por sus profesores, nosotros sepamos “de qué va” y les orientemos. Pedir
ayuda al tutor y orientador del centro. Sobre todo que fomentemos el esfuerzo, que
favorezcamos la adquisición de hábitos de trabajo continuados. Los deberes son necesarios
en esta etapa del instituto, es el momento en que se encuentran solos ante la tarea, les
confiere autonomía, además de la explicación y el trabajo en clase, el repaso, el estudio, la
realización de más ejercicios en casa hace que el conocimiento se haga sólido y permita el
avance en el aprendizaje sin puntos débiles, ni lagunas.

Hay tiempo para todo. Enseñar a usar la agenda y a planificar los momentos del día, de la
semana y sí fuera necesario, del mes o el trimestre. (Pedir ayuda al Dpto. de Orientación si
lo vemos necesario) De nuevo, ¡cuidado con la TV!

- Incluir en su calendario de trabajo un tiempo diario adecuado a su nivel y madurez


para el trabajo intelectual en casa.
- Empezar y terminar por materias de menos dificultad y entre estas trabajar las que
resulten más duras.
5
Página

Plan de Formación de Padres y Madres


ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA
Sesión 5: Adolescencia y Educación
Trabajar la adquisición de autonomía y el gusto por el aprendizaje desde casa. Lo hacemos
con actividades que complementan la labor del profesor para que adquieran las
competencias básicas. En el instituto van a aprender conceptos, actitudes, procedimientos,
técnicas de trabajo para cada materia, y lo van a hacer mejor si nosotros hemos preparado el
camino predisponiéndolos para ello y luego, todo eso, tenemos que intentar que se convierta
en hábito, en estilo de vida, con su trabajo en casa, tenemos que dar un sentido a su esfuerzo
por aprender, que adviertan que “saber” produce satisfacción personal, que van a disfrutar
más de la vida. Tenemos que hacerles ver que es importante para nosotros y para ellos.

Trabajar la adquisición de hábitos en todos los aspectos paralelamente a los de los estudios,
para fomentar la responsabilidad. Si no es autónomo darle responsabilidades y hacer valer
su trabajo…

Animar a nuestros hijos a afrontar su educación con ilusión:

o Mantener un cauce de comunicación asertiva abierto con los hijos sobre la marcha de
sus estudios y sus relaciones con compañeros y profesores, habitualmente, desde la
niñez, para que podamos hacerlo en la adolescencia cuando existan dificultades.
(Ver anexo: Como comunicar sin herir) comunicándole nuestras expectativas
sobre su formación, valorando sus logros y ayudando a superar las dificultades que
surjan poniendo los medios y recursos a nuestro alcance.

o Apoyar y respaldar a nuestro hijo en las dificultades. Felicitar por lo logros. Así
cuidaremos su autoestima y se sentirá capaz del esfuerzo. Si el rendimiento no es el
adecuado, consultar con el centro la necesidad de ayudas externas. Si les podemos
ayudar nosotros o sus hermanos, no hacerles el trabajo, que lo perciban como una
ayuda no como un fastidio de ellos y de los padres (no es bueno que se sacrifique
toda la familia porque ellos tengan que estudiar… hay que buscar soluciones)

¿Cuánto tiempo?

Debemos acompañar y guiar su aprendizaje durante, al menos, toda la E.S.O. Adecuando la


magnitud e importancia del acompañamiento a sus necesidades de maduración, según el grado de
autonomía adquirido.

¿Por qué?

Porque, aunque, ya los veamos crecidos físicamente y no tan indefensos, todavía no han
alcanzado la madurez, están en proceso de adquisición de autonomía y responsabilidad también en
los estudios, tan necesarias para desenvolverse a lo largo de su formación intelectual. Nuestro
seguimiento les ayudará a responsabilizarse de su formación intelectual el resto de su vida.
6
Página

Plan de Formación de Padres y Madres


ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA
Sesión 5: Adolescencia y Educación
ACTUAR CON ORDEN. SEGUIR UN PROCESO PARA AYUDARLES A ABORDAR LAS
DIFICULTADES

Cuando hablamos de falta de rendimiento escolar, este no está relacionado únicamente con
dificultades de aprendizaje, generalmente hay que tener en cuenta “a la persona entera” para
ayudarle a solucionar el problema que incide en su estudios.

Ante el hecho de bajo rendimiento en los estudios de nuestro hijo, o de cualquier otro
problema relacionado con el centro escolar, tenemos que actuar sin ansiedad, con calma, pensando
que nuestra meta no es resolver la dificultad sino afrontarla convenientemente, siguiendo el proceso
de:

Analizar los hechos y sus circunstancias.


Ver dónde está la dificultad y las posibles causas.
Hablar con nuestros hijos e hijas sobre el hecho.
Buscar estrategias para afrontarla convenientemente, implicando en ellas a nuestro/a hijo/a y
manteniendo comunicación y asesoramiento del tutor y el orientador del centro.
Ejercer un control de seguimiento, apoyando y respaldando el esfuerzo de nuestro hijo y
haciendo que se cumplan las consecuencias pactadas en caso de no cumplimiento. (Ayuda
en el proceso de asunción de responsabilidades y adquisición de autonomía)
Actuar con constancia y con paciencia. Dando “tiempo al tiempo”.
Evaluar los resultados en función de los cambios que observemos.

Las dificultades escolares, a veces, son ocasionadas por la diferencia de criterios a la hora de
establecer normas de actuación y de convivencia en casa y el centro educativo. Para que el
adolescente abandone su niñez y sea cada vez más autónomos asumiendo sus responsabilidades es
necesario que nosotros como padres y el centro adoptemos unas pautas comunes para que nuestros
hijos asuman determinadas normas adecuadas a la casa y al centro las cumplan. El cumplimiento de
normas supone la modificación de comportamientos y esta se produce con lentitud, manteniendo la
comunicación con los hijos, la constancia en nuestra exigencia, el refuerzo en los logros y teniendo
mucha paciencia.

Es importante analizar y organizar los datos de los que disponemos que nos ayudarán a actuar
sabiendo en todo momento lo que estamos haciendo y para qué. Saber lo que queremos conseguir y
que podemos hacerlo, nos ayuda a ser constantes, a tener paciencia, a no esperar con los brazos
cruzados a que surja “un milagro” y a no desesperarnos… ¡ÁNIMO!

MEJOR PREVENIR

Una buena actuación familiar en la adquisición de autonomía de los hijos e hijas, suele ser
suficiente para prevenir los problemas en el centro escolar de los adolescentes. Para ello hay que
7
Página

Plan de Formación de Padres y Madres


ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA
Sesión 5: Adolescencia y Educación
trabajar durante toda la infancia, desde nuestro papel de padres y madres, ayudando a que nuestros
hijos desarrollen las competencias básicas con actividades de la vida cotidiana y familiar. En el
centro escolar trabajarán las mismas competencias con las materias de estudio. Así, centro y familia
aunarán esfuerzos en conseguir el objetivo de educar a los ciudadanos y ciudadanas del futuro.

A modo de ejemplo estas serán algunas actividades que ayudarían desde la familia a mejorar las
competencias básicas en la etapa 12-16.

Arreglar su habitación.
Poner la lavadora y el lavavajillas.
Ayudar en la limpieza semanal realizando alguna tarea: pasar el aspirador.
Hacer pequeños recados diarios.
Anotar los productos de la casa (alimentos e higiene) que hay que reponer.
Responsabilizarse de las mascotas; perros, gatos, pájaros, peces.
Dejarles ejercer su responsabilidad y autonomía en espacios de libertad adecuados a su
madurez: hora de llegada, cumpleaños, viajes, fiestas…
Conversar con ellos de los temas que salgan en TV que sean oportunos.
Pedir su opinión para pasar las vacaciones y ante una situación familiar especial.
Dejarles decidir en algunos asuntos y hacerles ver el alcance de su decisión
respetuosamente, valorando su decisión.
Comprar progresivamente su ropa ajustándose a un presupuesto.
Llegar a acuerdos sobre las tareas y normas de convivencia en la familia.
Colaborar en el cuidado o control de hermanos menores y abuelos o personas dependientes.
Participar familiarmente en actividades de ocio: senderismo, viajes para conocer ciudades y
su cultura y arte, fiestas del pueblo… fiestas familiares: cumpleaños, celebraciones. Ver con
ellos eventos deportivos. Ir al cine, al teatro, a ver exposiciones.
Animarles a que pertenezcan a alguna asociación o grupo juvenil.
Facilitarles que se integren en algún equipo deportivo o hagan alguna actividad física.
Ayudarles a planificar, sus actividades diarias, y controlar y favorecer el establecimiento de
buenos hábitos.
Mostrarnos con naturalidad en nuestros éxitos y en nuestros fracasos para que aprendan a
conocernos y aceptarnos y, de paso, a conocer y aceptar sus limitaciones.
Disculparnos ante nuestras faltas y pedirles que se disculpen ante las suyas.
Mostrar nuestros sentimientos ante sus acciones para que aprendan a ponerse en nuestro
lugar. Ponernos en su lugar igualmente y comunicarles que sabemos cómo se sienten.
Hacerles participar en las decisiones importantes de la vida familiar, para que se sientan
solidarios con todos sus miembros.

Estas y muchas otras actividades les ayudan a “crecer en autonomía y responsabilidad”


sintiéndose queridos, seguros y respaldados en sus dificultades.
8
Página

Plan de Formación de Padres y Madres


ADOLESCENCIA Y AUTONOMÍA
Sesión 5: Adolescencia y Educación

You might also like