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Javier Mina, guerrillero navarro.

De España a
México, por la Independencia

Javier Mina nació en Otano, Navarra, en 1789 y murió en México en 1817. Cuando las tropas
napoleónicas invadieron la Península, estaba estudiando en Zaragozan, por lo que fue
conocido con los sobrenombres de El estudiante o El mozo. De Zaragoza se dirigió a
Pamplona, y comenzó a organizar la guerrilla. Pronto se hizo notar en Navarra, Aragón y la
Riojan contra los franceses, perseguido de cerca por el general francés Harispe, natural de la
Baja Navarra. Al fin fue delatado y detenido. Lo más normal habría sido que lo fusilaran en
Pamplona, pero los afrancesados navarros intercedieron por él. También le valió el buen trato
dado a los prisioneros franceses, por lo que acabó en la cárcel de Vincennes, junto con los
principales enemigos de Napoleón: republicanos, obispos y cardenales, monárquicos o
Palafox, el héroe del sitio de Zaragoza. Allí, con el contacto de un militar francés también preso,
mejoró Mina sus tácticas guerrilleras.

En la dirección de la guerrilla le sustituyó su tío Francisco Espoz, que, para valerse de la fama
de su sobrino, dejó su segundo apellido, Ilundain y adoptó el segundo de su padre, Mina.
Desde entonces es conocido como Espoz y Mina. Al final de la guerra el más famoso era el tío,
por lo que fue el sobrino, recién excarcelado, quien se cambió el segundo apellido, Larrea,
haciéndose llamar Mina y Espoz. De todos modos, la política absolutista que impuso Fernando
VII a su regreso no fue admitida por estos guerrilleros. Pero su rebelión esta vez no obtuvo
respaldo popular y tuvieron que refugiarse en Francia.
De Francia a Inglaterra. Allí Javier Mina se relacionó con independentistas sudamericanos y
organizó una expedición para liberar México. Pasó por Estados Unidos con el objetivo de reunir
más tropa. En Haitín se entrevistó con el libertador Simón Bolívar. Ya en México, durante
meses se enfrentó a tropas mucho realistas españolas, mucho más numerosas, por los
alrededores de San Luis Potosí eta Guanajuato. Al final fue hecho preso y fusilado por la
espalda, como traidor.

Traidor porque era un español que luchaba para que aquel Virreinato de Nueva España se
convirtiera en los Estados Unidos de México. Su restos mortales reposan hoy en la Columna de
la Independencia, donde arde una llama que no se apaga nunca.

El protagonismo histórico de Javier Mina se ensalza o margina según época y lugar. En la


historia de Navrra o de España, prácticamente desaparece en 1810. En cambio, los
historiadores de México y Estados Unidos, en general más preocupados por su biografía, se
centran en sus últimos años. Irrumpió en la historia luchando en una Guerra de la
Independencia, y en otra Guerra de la Independencia pasó a la historia.

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