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EDITORIAL:
L´asoziazión cultural Allá Catallá os presenta con un poco de pena pero con muchas
nuevas secciones el nuevo número de nuestras fuellas. Empezaremos estrenando
una sección de varios capítulos en la que os contaremos la relación de nuestro
pueblo en la historia de Aragón. Mas tarde pasaremos a descubrir una curiosidad
botánica con el enebro del Caidau. Tras él, seguimos con las ordenanzas
municipales de Alfajarin del año 1910. Proseguimos con la ruta por o lugar. En este
caso llegaremos hasta un paraje lleno de agua y vida: El Soto de Quinto, una mas
que recomendable andada.
Tras ella una triste noticia: La muerte del Pino Piñonero de Solano o también
llamado de “Las Piscinas”. Un desastre medioambiental para un pueblo con
tan pocos grandes árboles como el nuestro. Una gran pérdida para Alfajarín.
Luego proseguimos con “cuando era zagal”. Esta nueva sección está hecha de
recuerdos infantiles de Alfajarin.
Tras las crónicas estrenamos otra nueva sección titulada Cuervos por el mundo. En
ella conoceremos a personas de nuestro pueblo que viven en lugares lejanos. Nos
contaran sus nuevas vivencias y sus recuerdos de Alfajarin. Continuamos con los
Chuegos do recreo, en esta ocasión jugaremos a tula en sus diferentes variantes.
Después nos toca descubrir mas peculiaridades del habla de Alfajarín en donde
recordaremos frases y palabras del aragonés que se dicen en nuestro lugar.
En la sección de cocina tradicional os explicaremos como era la matacía en
Alfajarín. De nuevo abrimos una nueva sección dedicada a los remedios
tradicionales. Usos y costumbres de nuestros antepasados para curar
enfermedades, lesiones y dolores . Todo ello con plantas y condimentos naturales.
FOTO - PORTADA:
No podía ser de otra manera, nuestra portada corresponde al Pino Piñonero de
Solano. Enfermo, esta a punto de sucumbir después de tantos años dando sombra.
FOTO - ADIVINANZA
Como se puede apreciar en estas fuellas, la foto adivinanza de las fuellas anteriores
correspondía al cortejo de una boda por la calle Mayor (Ramón y Cajal) llegando a la
plaza del Horno (Urbano Orad).
Blancas dice que la Aljafería fue construida por Aben-Alfaje, cuarto régulo de Zaragoza y
que Alfajarín fue construido por el mencionado personaje. Sin embargo, otros
historiadores afirman que el castillo de la Aljafería fue construido por Abúr-Chafar-
Ahmed, más conocido por Almoctadir y que Aben-Alfaje fue un personaje fantástico del
siglo IX. Cualquiera que fuese el fundador, cabe admitir que Alfajarín fue fundado
durante la dominación árabe.
No tenemos noticias de lo que fue Alfajarín durante su dominación, por lo que hemos de
deducirlo, recopilando datos y dejándonos llevar por algo de imaginación. Si nos
trasladamos al lugar donde está emplazado el castillo derruido que hoy contemplamos,
se observa la esplendida vista que allí se disfruta. Desde dicho punto tenemos una visión
de aproximadamente 50 kilómetros que domina toda la zona derecha e izquierda del
Ebro, comprendida entre Zaragoza y Fuentes de Ebro. Suponemos que sería interesante
para los árabes instalar en dicha altura una atalaya o sitio de observación militar, pero
también podía pensarse en un lugar de recreo porque por aquellos tiempos estaba
poblado de árboles tanto llano como monte.
La reconquista de la tierra aragonesa, invadida por los musulmanes africanos desde los
primeros años del siglo VIII, fue iniciada en el último tercio del siglo XI por Ramiro primer
monarca netamente aragonés, Sancho Raminez, Pedro I y Alfonso el Batallador,
siguieron las conquistas y a la muerte del Batallador quedaba dominado el Ebro y su
margen izquierda.
Los mozárabes eran los antiguos cristianos, los judíos existían en España desde tiempos
antiguos y los musulmanes se quedaron en condición de sometidos como vasallos del
señor y se dedicaron al cultivo de la tierra como tales. A los musulmanes sometidos se
les llamaba mudéjares.
Hemos dicho que Alfajarín pertenecía al rey Alfonso I después de la reconquista; todavía
en 1224 el rey Don Jaime cede a D.B. Torino la villa de Alfajarín, hasta que se resarza
de los desembolsos realizados en Zaragoza, noticia que hemos leído en documentos del
congreso de Estudios Medievales publicados por Bofarull.
El 28 de Mayo de 1293, Don Jaime II cedió a Don Pedro Cornel la villa de Alfajarín. Los
Cornel eran la familia más antigua de los ricos hombres aragoneses. Contaban entre sus
ascendientes a Don Pedro III y en sus colaterales a infantes y títulos poderosos.
Descendía Don Pedro Cornel primer señor de Alfajarín de aquel Gastón de Biel, famosos
capitán francés que ayudó a Don Alfonso en la conquista de Zaragoza. De Don Pedro
Cornel, uno de los nobles que figuran en la famosa compana de Huesca; de Don Ximeno
Cornel que acompañó a Don Jaime a la conquista de Valencia.
Dadas las circunstancias en las que se desenvolvían los nobles aragoneses de la Edad
Media, cabe suponer que el castillo de Alfajarín se construyera en estas fechas, que
según el Arzobispo Don Fernando se llamaba Alfat ó Alfaj.
Al mismo tiempo que la fortaleza, debió de construirse la muralla que circundaba la villa
cuya entrada era la actual Portaza. Los nobles de la Edad Media construían fortalezas y
amurallaban los lugares que les habían sido cedidos para hacerse fuertes contra el rey si
la ocasión se presentaba.
Reinaba en Aragón por aquel entonces Pedro IV uno de los monarcas que más acusaron
su recia personalidad militar y política, apodado por unos el Ceremonioso y por otros el
del Puñalet.
Acostumbrados aquellos patricios a mandar a los reyes, obraban por cuenta propia en
sus querellas y rencores. Equipaban tropas y rotas las treguas, movían sangrientas
guerras que a todas partes llevaban desolación y tragedia.
Sólo contra el rey se unían, cuando este trance llegaba, todos alzaban pendones para
abatir, o debilitar al menos, el poder supremo. Pedro IV, como sus antecesores, vio venir
desde la altura de su trono la turbamulta de reyezuelos en desaforado tumulto. Marchaba
a la cabeza el infante Don Jaime, hermano del rey.
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Cuando Pedro IV casó con Doña María, hija del rey de Navarra, tuvo de ella una hija
llamada Constanza a la que quiso dejar el trono, en caso de no tener hijos varones. Don
Jaime se creyó perjudicado en sus derechos, tanto más cuanto que el rey, receloso de
él, le privó de la procuración del reino, que venía ejerciendo.
Formando la antigua unión, pactaron unos y otros su alianza contra el rey, si éste no
accedía a sus peticiones. A todo accedió el rey, agobiado por sus asuntos de Cerdeña y
Mallorca, pero no pensaba en cumplir, pues con alguna antelación, había dictado una
constitución secreta, por la cual, declaraba nulos todos los privilegios, concesiones y
confirmaciones que hiciese, a los cuales no viniese obligado por fuero o derecho, así
como las modificaciones que le impusieran los unionistas en el Consejo.
Al poco muere Don Jaime (créese envenenado), el rey consigue atraer a su partido
algunos nobles de la Unión, entre los que se encontraba Tomás Cornel, hermano del
señor de Alfajarín.
Se reanuda la contienda,
cercando los unionistas al rey
en Murviedo, que nuevamente
finge ceder, proclamando
heredero del trono al infante
Don Fernando, hermano del
rey y de Don Jaime, siendo
llevado el rey a Valencia,
donde permaneció casi
secuestrado hasta que
apareció la peste negra, que
azotaba por entonces Europa,
pudiendo salir el monarca de
Valencia.
Imagen de la derecha:
Retrato de Pedro IV “el
del Puñalet”
Allá Catallá Nº17 Paxina 5
Art. 24. La infracción de las precedentes disposiciones será penada con multa de cinco
pesetas.
Art. 25. No podrá darse función alguna teatral, bailes, ni espectáculo de ninguna clase,
ya sea de pago, por suscripción o en cualquiera otra forma que les de carácter de
público, en lugar cerrado, sin que se haya obtenido permiso de la Autoridad local. El que
contraviniere a esta disposición, incurrirá en multa de diez pesetas, sin perjuicio de
suspender el baile o espectáculo que se celebrare si la Autoridad lo ordenare.
Art. 26. El que intentare dar cualquiera clase de espectáculo público, acreditará
previamente cual es la capacidad del local y que este reúne condiciones de seguridad,
sin cuyo requisito no se otorgará la licencia.
Art. 27. Se prohíbe expender mayor número de billetes que el que permita la capacidad
del local, bajo la multa de cinco a diez pesetas.
Art. 28. No se permitirá entrar en los salones de bailes públicos con bastones, palos, o
armas. El que intentare hacerlo o insistiere después de apercibirlo, incurrirá en multa de
cinco pesetas.
Art. 33. Queda prohibido a todas estas clases de industriales al anunciar sus ejercicios
por medio de instrumentos que puedan molestar a los vecinos o turbar el reposo.
Art. 34. Se prohíbe igualmente echar las cartas, decir la buenaventura, interpretar o
explicar los sueños, y llevar consigo animales dañinos o feroces a menos que los
conduzcan atados y con precauciones debidas para que no puedan causar daño alguno.
Art. 35. Se prohíbe que los vendedores de específicos, drogas o medicinas así como los
dentistas ambulantes se sitúen en la vía pública sin licencia escrita de la Autoridad.
Art. 36. Todos los comprendidos en esta sección quedan obligados a cesar en sus
ejercicios y retirarse de los sitios públicos a la primera intimación que los agentes de la
Autoridad les hicieren, si no hubieren obtenido la oportuna licencia, y aun habiéndola
obtenido, siempre que la Autoridad lo ordenare por cualquier motivo. Los que resistieren
serán detenidos y entregados al juzgado.
Art. 37. Lo dispuesto en esta sección es igualmente aplicable a todos los que ejerciesen
artes o profesiones asimilables a las que quedan mencionadas, así como a los que
enseñasen cosmoramas, polioramas, fenómenos, etc., o instalasen tiros de ballesta,
billares romanos, etc., debiendo todos producirse con el debido decoro y el consiguiente
respeto a la moral y costumbres públicas.
Art. 38. En los días de fiestas públicas, deberán los vecinos cumplir con mayor celo
todavía que en los demás lo prescrito en estas Ordenanzas, respecto a la limpieza de las
calles, tránsito de carruajes, caballerías, etc.
Art. 39. Un bando especial dispondrá en cada caso los festejos que hubieren de tener
lugar, para conocimiento del vecindario; dictando además las reglas que hubieren de
observase según las circunstancias o el objeto que tuvieren las fiestas.
Art. 40. No se podrán disparar armas de fuegos, cohetes, petardos, carretillas u otros
fuegos artificiales, dentro ni fuera de la población sin permiso de la Autoridad.
Art. 41. El público guardará en todos los sitios de general concurrencia, la debida
compostura y se abstendrá de proferir gritos descompasados, cantar canciones
contrarias al orden público, las instituciones, las mozas y las buenas costumbres o hacer
cualesquiera otras manifestaciones que pudieran turbar el orden o la tranquilidad del
vecindario.
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Art. 42. Para establecer con carácter transitorio ya sea en lugar cerrado, ya al aire libre,
tanto en los días de las fiestas populares como en cualquiera otra época, rifas legales,
juegos o entretenimientos lícitos de cualquiera clase, paradas o puestos dedicados a la
venta de buñuelos, horchata, dulces, quincalla y en general, toda clase de mercancías,
es indispensable haber obtenido de la Alcaldía la licencia correspondiente previo pago
del arbitrio establecido o que en lo sucesivo se estableciese.
Art. 43. En los días de carnaval, se permitirá andar por las calles con disfraz, careta o
máscara, pero se prohibe llevar la cara cubierta después de anochecido.
Art. 44. Se prohibe igualmente, usar para los disfraces, trajes que imiten a los de la
magistratura, los hábitos religiosos, los de las órdenes militares, o los uniformes que
estén designados al Ejército o la Marina, o a ciertas y determinadas clases oficiales.
Art. 45. Se prohibe igualmente a las máscaras hacer parodias que puedan ofender a la
religión del Estado, a los demás cultos tolerados por las leyes, o a la decencia y las
buenas costumbres, insultar a las personas con discursos satíricos o bromas de mal
género o expresiones que ataquen el honor y reputación de las mismas, y usar palabras
o ejecutar acciones o gestos que puedan ofender a la moral o al decoro.
Art. 46. Los enmascarados no podrán llevar armas por las calles ni en los bailes, bajo
ningún pretexto.
Art. 47. solamente la Autoridad o sus delegados o agentes podrán obligar a quitarse la
careta a la persona que hubiere cometido alguna falta o producido cuestiones o
disgustos con su comportamiento.
Art. 48. No se permite que en los días de carnaval se pongan mazas a las personas que
transiten por las calles, ni que se arroje a nadie, agua, harina, ceniza u otros objetos,
materias o substancias que puedan ensuciar o causar daños.
Art. 49. las infracciones de las prescripciones consignadas en los precedentes artículos,
serán penadas con multa de dos a cinco pesetas.
Antes de empezar recuerda que cuando andes por la naturaleza debes respetarla, no
abandones basuras, ni enciendas fuego, no arranques flores ni ramas y respeta a la
fauna. No cruces por las tierras de labranza pisando el sembrado. El mantener este
espacio tal y como esta depende de todos, por favor respétalo. Prepara bien la andada,
lleva comida y sobretodo bebida, protección solar, un sombrero y un buen calcero.
También es recomendable no andar en las horas centrales del día.
Tras nuestros consejos empezamos a andar saliendo de Alfajarín por el camino del soto.
A pocos metros pasamos junto a grandes árboles y por los depósitos del agua del
pueblo. Luego cruzamos la Acequia Urdana (1) por el puente. Desde este podemos ver
a nuestra izquierda el edificio del molino y a pocos metros el lavadero. Enfrente el ancho
camino se abre paso entre huertos y campos de cereal. El camino cambia el asfalto por
la tierra y pasamos junto al matadero Municipal. Giramos a la izquierda para entrar en la
zona agropecuaria de Alfajarín, aquí hay multitud de granjas, almacenes agrícolas y
ganaderos. Llegamos al punto geodésico de La Balsa (2). Estamos a 182 metros sobre
el nivel del mar y tras nosotros se ve la silueta del castillo y la ermita de Alfajarín.
Zona de La Balsa
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Tras la amarga visita volvemos al camino principal. El camino gira a la izquierda, aquí
aparece a nuestra derecha con sus juncos y tranquilidad de su corriente la acequia de
Pina. Después de la Urdana esta es la acequia mas importante de Alfajarín. A pocos
metros aparece el desvío hacia Los Huertos pero nosotros seguimos recto. El camino
gira a la derecha y cruza la acequia de Pina por el Puente de Barras (5). Tras unos
árboles y una nueva curva el camino asciende hasta un nuevo puente. Se trata del
famoso puente del soto, este da acceso a la zona de la huerta con ese mismo nombre.
Seguimos el recto camino, a nuestra derecha podemos ver un gran abrigo de cañas al
cual vamos a parar al final de la recta. Estos abrigos naturales son de gran utilidad para
los agricultores pues resguardan del cierzo a los cultivos permitiendo de esta manera
crecer mas. Así mismo también hacen de parapeto protector ante las riadas y avenidas
del cercano río Ebro.
El camino gira a la izquierda y en pocos metros nos topamos con un cruce. Nosotros
seguimos recto, apenas nos separan treinta metros para llegar a nuestro destino.
Con cuidado podemos internarnos por las instalaciones hasta llegar al lugar donde la
bomba succiona el agua para el riego. Un gran tubo se sumerge en las aguas del brazo
de río, de ahí el agua pasa a un pequeño aljibe y de éste a una acequia de hormigón.
Mediante una canalización de tubos, el agua se reparte por la finca y pueden regar sus
150 hectáreas con agua del Ebro.
Desde lo alto del ribazo que forma la acequia de tubos, podemos observar a lo lejos el
castillo de Montesblancos con su desértico monte a las espaldas. Tan cercano y tan
diferente, así es nuestro lugar.
Adyacente a este sistema de riego se encuentra una casa derruida e invadida por las
zarzas. En ésta se encontraban las antiguas bombas de extracción de agua. Tras
observar el conjunto hídrico podemos dar un paseo por los alrededores para descubrir la
belleza de este bonito rincón.
Podemos acercarnos al brazo del río y observar algún barbo o perca saltando por sus
aguas. Los juncos y plantas acuáticas pueblan las orillas y un espeso manto verde cubre
el suelo. En este lugar podemos encontrar uno de los pocos reductos de mejillones
autóctonos, ahora en peligro de extinción. Grandes álamos y chopos se elevan ante
nosotros, los hongos se adhieren a sus troncos y los pájaros revolotean entre sus ramas
chiflando. Ésta es la bella sinfonía de este lugar, un paraje perfecto para hacer un pic-nic
y echarse una buena siesta a la sombra de uno de sus chopos. Cañas, zarzas, tamarices
y rosales silvestres pueblan este rincón, un remanso de tranquilidad y sosiego en el Soto
Quinto.
En total han sido 5,5 kilómetros de marcha desde Alfajarín sin apenas desnivel y por el
ancho camino del soto que no entraña ninguna dificultad. Como siempre esperamos que
haya sido de vuestro agrado y os emplazamos hasta la próxima ruta por o lugar.
Soto de Quinto
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RUTA POR
O LUGAR:
EL SOTO
DE QUINTO
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LA MUERTE DE UN SÍMBOLO
Lleva cientos de años con nosotros soportando tormentas, heladas invernales, los
calores veraniegos y el fiero cierzo, pero parece que ya no aguanta mas. El piñonero se
seca a pasos agigantados. De un tiempo a esta parte la parte superior de su gran copa
empezó a secarse. Se encuentra en un proceso de degradación muy avanzado, tiene
sus días contados.
Parece que una misteriosa enfermedad se ha cebado con él acabando con su larga
existencia. Sus ramas han perdido el verde que siempre le caracterizaba y ha dado paso
al seco marrón, símbolo de muerte para el árbol.
De aquel bosque a la salida del pueblo ya no quedará nada, ni siquiera un piñonero. Ese
bosque, primer refugio de los hombres, el bosque que nuestros antepasados honraban
con culto y que nosotros hemos dejado extinguir. El cual en otros lugares se intenta
restaurar convencidos de su utilidad y de sus beneficios. Y es que al fin y al cabo los
árboles son como nosotros, hijos de la tierra, y cada vez que caen sin motivo en la
plenitud de su fuerza y de su belleza, la vieja Cibeles llora indignada. Nobles especies,
que antes se alzaban ante la vista de los astros, a cuyo alrededor volaban los espíritus
de los aires y de los bosques, perecieron al contacto de algunos homínidos impuros.
Marchábamos hacia las eras por el camino de las piscinas. Durante el recorrido nos
comíamos la brenda y algunos recogían ya algunas piedras en los bolsillos. En cuanto
salíamos del pueblo se veía a lo lejos. Sobresalía alto y fuerte, era el Pino Piñonero.
Pasábamos junto a las piscinas y tras el cruce del camino de pasajeros llegábamos a su
base. Nos parecía inexpugnable, como un castillo en lo alto de una escarpada montaña.
Su tronco subía y subía. Visto desde abajo parecía que tocaba el cielo. Se decía que
algún valiente había subido hasta su copa pero yo no creía esa historia. A pesar de mi
ignorancia infantil, lo veía imposible.
Tras las primeras observaciones, nos dedicábamos a buscar piedras por el suelo. Tenían
que ser de la medida adecuada, ni muy grandes ni muy pequeñas. Si eran demasiado
grandes no llegábamos arriba y si eran muy pequeñas no tiraban nuestro objetivo.
¿Y cuál era nuestro objetivo?. Nuestro objetivo eran las enormes piñas que
colgaban de las ramas del árbol.
Para nosotros, sus piñones eran un manjar. Había que tener mucha destreza para
acertar a las piñas desde el suelo, pero lo conseguíamos a base de muchos intentos. Se
puede decir que teníamos buena puntería, de echo estábamos todo el día practicando
con ellas. Cuando no era para hacer guerras entre nosotros, hacíamos apuestas de tiro
con paneles de abejas, botellas, etc. Las piñas caían de lo alto del árbol, nos
abalanzábamos sobre ellas para desmenuzarlas y sacar los piñones. Luego los
picábamos con dos piedras y nos los comíamos.
Disfrutábamos mucho con este juego, la buena puntería era premiada con un suculento
regalo en forma de ricos piñones. Pero también tenía sus peligros. Había que estar muy
atentos pues las piedras que lanzábamos en muchas ocasiones pegaban en ramas
desviando la trayectoria. Las piedras caían hacia cualquier lugar inesperado y podían
coger a alguno acachado cogiendo alguna piña o piedra y darle en el tozuelo. Mas de
uno volvía a casa con alguna cuquera.
En ocasiones venía al Pino Piñonero la “Tia Juana”, vestida de negro. Con un cuchillo en
la mano nos encorría haciéndonos salir en desbandada y quedándose sola para recoger
las piñas. Para nosotros era un incordio, pero no nos atrevíamos a acercarnos pues le
teníamos mucho miedo.
CRÓNICAS DE UN LUGAR:
CIEN AÑOS DE HISTORIAS Y SUCESOS EN ALFAJARÍN (1837 - 1937)
La identificación ha sido difícil por el estado de descomposición del cadáver; pero por las
ropas que conservaba se ha deducido es la joven Pilar Velilla, que desapareció de su
casa á fines del mes anterior. Posteriormente ha sido identificado el cadáver por su
hermano, el médico de esta población Sr. Velilla. Se ignoran las causas que la hayan
obligado á suicidarse.
Convénzase, pues, los anglófilos de que Egipto tiene mucho de España - y España algo
de Egipto - para que nos pongamos los españoles de parte del heroico almirante inglés.
No se conocen ni aun sospechase los móviles del crimen. En los primeros momentos fue
preso un individuo. Todo hace creer que el crimen obedeció al deseo del robo,
consumándose el asesinato, sin poderse lograr el segundo propósito. La víctima según
la autopsia facultativa, tiene ocho golpes de hacha, cinco de ellos mortales. Tan
espantoso espectáculo tiene aterrorizados a los vecinos de aquella localidad, de la cual
han llegado ayer a Zaragoza varios individuos de la guardia civil, conduciendo a dos
presos que por disposición del juzgado, quedarán sujetos al sumario instruido.
Empezamos con Carlos Miguel, un joven cuervo que cruzó el charco para hacer su nido
en el antiguo barrio sueco de Andersonville en la ciudad de Chicago, en el estado de
Illinois de los Estados Unidos de norteamerica. Carlos nos cuenta su vida en ese lugar:
Como les ocurre a muchas personas, el trabajo forma parte integrante de la vida de uno,
y en mi caso no lo es menos. Soy profesor titular de literatura y lengua españolas en la
Universidad de Valparaíso, en el estado de Indiana, a unos 100 kilómetros de Chicago,
lo cual me permite trabajar donde me gusta y vivir en la ciudad, en Chicago.
El día comienza temprano a las 5:30, y así como a las 6:30 tomo el coche para ir al
trabajo. La autovía tiene un tramo de autopista que administra una empresa española,
por lo que siempre que paso me acuerdo y pienso que deberían hacerme un descuento
generoso.
Por las tardes suelo tener reuniones de diferente índole, de comités de los que formo
parte, tales como el de Educación General de la Universidad, Normativas del campus,
coordinar las actividades de la Casa española, así como otras relacionadas con el
departamento.
Suelo dejar la universidad algo tarde: en torno a las 6, si me quedo en la oficina para
escribir, o más tarde, si tengo algún evento al que acudir. En cuanto a mi trabajo, sólo
puedo decir que mi vocación es enseñar a nivel universitario, y que lo disfruto todos los
días. Tengo suerte además, de que mis compañeros de departamento -enseñamos 9
lenguas diferentes- son muy buenos y no les gustan los problemas, por lo que todo
funciona muy bien.
Tradiciones de Alfajarín.
Recuerdo las grandes, Navidad y Semana Santa, por ser las que más presencia han
tenido siempre en nuestras vidas: las Navidades son siempre mis preferidas porque se
disfruta mucho de casa y de tu familia. Semana Santa tiene un significado más espiritual,
que pesa mucho en nuestra formación. Pero en la vida diaria echo de menos las
tradiciones que cada familia crea individualmente: en mi caso echo de menos hablar con
mis padres en las comidas, o por las tardes, cuando solemos tomar un café con leche y
algo dulce que ha hecho mi madre, de entre cuyos manjares culinarios mis favoritos son
las tortas en la sartén con azúcar, y las empanadillas rellenas de confitura, amén de los
bizcochos, la tarta de piña, las rosquillas de anís, y un sinfín cuyo solo recuerdo me llena
la boca de agua.
Salir al corral y ver crecer los rosales en primavera es algo que echo mucho de menos,
pues la primavera en Aragón es larga y revitaliza con mucha fuerza la vegetación. Visitar
a mis familiares también me gusta mucho, y ver qué tal están. Ver a mi padre traer
verduras del campo y comerlas en casa, es un lujo que saboreo siempre: los tomates,
lechugas y escarolas, no saben igual cuando las compras.
Tradiciones en Chicago
Cocina norteamericana
Estados Unidos es un país que se hizo de muchos, por lo que la cocina incluye platos de
italianos, suecos, franceses, alemanes, etcétera. Hay una gran variedad de restaurantes
y de productos que puedes comprar para cocinar en casa.
Creo que la gran diferencia no está en lo que se come, sino en cómo se come: en EEUU
la comida del mediodía no existe prácticamente porque no se da tanto tiempo en el
trabajo como en España para comer, por lo que la comida mayor es por la noche, de
7:30 a 8:00, cuando tienes tiempo de comer en casa.
Lugares de Alfajarín.
Mi casa, llena de recuerdos y de cariño, con sus colores y sus esencias, pero como no
puedo, por eso vengo tan a menudo. Y del pueblo, me gusta mucho el olor del alfalce
recién cortado en verano que viene de la huerta; y la vista de la ermita en las lomas que
rodean nuestro pueblo, que cada vez están más verdes.
Esas tres cosas me llevaría en un baúl que pondría en mi cuarto de estar para enseñar a
mis amigos en mi casa de Chicago, y les diría: ¡Mira: en mi pueblo tenemos unas
montañas con una ermita preciosa rodeada de árboles! ¡Y en septiembre celebramos su
día y todos subimos a verla! Y en verano se corta éste cereal y todo el pueblo se inunda
con su aroma a frescura húmeda.
Es curioso comprobar como añoramos nuestro lugar cuando estamos lejos. Sin embargo
cuando estamos en él, no le damos importancia, no lo saboreamos, no lo conocemos, no
lo vivimos. Como dice nuestro amigo Carlos, subir a la ermita para ver atardecer sobre la
vega del Ebro es un placer que en otros lugares quisieran. Nuestro pueblo tiene monte y
huerta, barrancos y vales, sotos y riberas.
Lo tenemos todo y debemos de cuidarlo como lo que es, nuestra casa y la de nuestros
descendientes. Debemos de mantenerla e intentar recuperar los destrozos que se han
cometido en este peculiar ambiente de contrastes que es nuestro pueblo.
Tula en alto: El jugador que la paga sólo podrá tocar al resto cuando alguien esté
tocando suelo. Para salvarse han de subirse en alto, aprovechando cualquier objeto:
escalones, piedras, árboles, etc.
Tula veneno: La variante consiste en que el jugador al que se toca habrá de ponerse la
mano en el lugar donde le hayan tocado, teniendo que ir de esta forma a perseguir al
resto.
Cortar el hilo: El jugador que la paga tendrá que decir en voz alta el nombre del jugador
que va a perseguir. El jugador perseguido podrá ser salvado por otro jugador, si pasa
este entre ambos gritando: ¡corto el hilo¡ y se convertirá en el nuevo perseguido,
salvando al anterior.
Tula en sombra: Se juega los días soleados, cuando el sol proyecta las
sombras de los jugadores en el suelo. El jugador que la paga tendrá que pisar la sombra
del jugador perseguido para que éste se convierta en el que la paga.
Allá Catallá Nº17 Paxina 21
Cuando se bosteza con mucha frecuencia y muy seguido se tiene esterico y es síntoma
de anemia. Cuando alguien se queda sin respiración por la risa o por el llanto, se dice
que se encana. Los ataques de nervios reciben el nombre de alferecias. Cuando
antiguamente se ponía a un niño pequeño delante de un espejo se decía “quítalo que te
darán alferencias”.
Un niño gordo y hermosoto se dice que esta muy escoscao o muy lucido. Una mujer
delgada se le dice enjuta, y si es delgada y al mismo tiempo fuerte, se le llama
lambreña, si es gorda y baja se le dice chaparra. Si ha perdido “adelgazado” mucho en
una enfermedad por estar mucho tiempo encamada se dice que esta sunsida y se oye
cuando alguien se muere después de una larga enfermedad “s´ha muerto sunsidica”.
EL CARÁCTER
Existe una gran riqueza de vocabulario para expresar aspectos del carácter: Una
persona que no hace nada y estorba, se la llama espantajo; un gandul es un hombre
que no vale para nada, también se les llama penco o zancarrón y mas despectivamente
pencuz. Todas estas denominaciones tienen parecido significado.
También en el momento de cocerse las bolas y morcillas, era muy típico que la
familia enviara presentes de éstas a vecinos y amistades, con un plato cubierto
con algo.
Los niños de la casa estaban pendientes de que el matachín sacase del animal la vejiga
de la orina: después de golpearla contra una pared fina se hacía mayor, se hinchaba de
aire, y se les servía a los niños para jugar al fútbol durante todo el día.
La matacía también era conocida como "Mondongo". Su elaboración era dirigida por una
persona siempre mujer, "la mondongera", que controlaba las mezclas de productos y
especias que había que echar en las carnes y otros materiales empleados para hacer
chorizos, longanizas, salchichas y butifarras.
Los lomos y perniles eran colocados en sitios frescos de la casa con fuertes pesos, para
que saliese de ellos todos los restos que pudieran quedar de agua y sangre. Después de
unos días, eran tratados los perniles con sales y pimientas, y los lomos se freían y se
guardaban en conserva, en unos recipientes. Así eran consumidos durante todo el año;
se le llamaba "parra".
En los casos de diabetes, se come de cuatro a cinco bayas crudas al día para estimular
las funciones orgánicas y como hipoglucemiante.
Para las afecciones reumáticas, se puede realizar baños de enebro. Para ello, se debe
macerar durante una hora un buen manojo de bayas trituradas en 1 litro de agua
hirviendo. Luego, se filtra y se añade a la bañera. También se pueden añadir al baño las
agujas y la corteza del mismo árbol. Otra opción para aliviar la reuma consiste en
elaborar una tintura con 30 gramos de bayas trituradas por 80 gramos de alcohol. Se
macera durante 9 días y se usa diluido en fricciones.
FOTO ADIVINANZA:
AYER Y HOY