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SALUD MENTAL

Año V • Número 1 • 2005

A T E N C I Ó N P R I M A R I A

■ ARTÍCULO ORIGINAL
EN BREVE…
ACOSO MORAL Y PSICOLÓGICO APORTACIONES DESDE LA SALUD
MENTAL A LA TEORÍA DE LA ADOPCIÓN
EN PAREJAS HOMOSEXUALES
AL MÉDICO: MOBBING AVANCES EN SALUD
Flórez Lozano, J. A. MENTAL RELACIONAL
Catedrático de Ciencias de la Conducta Psiquiatria.com
2004JUL;3(2)
Departamento de Medicina
Universidad de Oviedo Últimamente se está asistiendo a un debate so-
Flórez Villaverde, I. bre la más que probable legalización del matri-
monio de las parejas homosexuales. Ligado a ello,
aunque no tenga en el fondo mucho que ver, está
el tema de la adopción de menores por parejas
homosexuales. Por lo que respecta al matrimonio,
no parece que haya mucho que decir.
■ AGENDA Si dos personas adultas en pleno ejercicio de
sus facultades mentales deciden libremente con-
traer matrimonio, teniendo en cuenta que no ge-
nera un perjuicio a ningún tercero, no se pueden
aportar argumentos en contra, ni desde la óptica
de la salud mental ni desde ninguna otra, a ex-
■ EN BREVE... cepción de que esgrimamos razones basadas en
las doctrinas religiosas.
Presentamos una revisión y un análisis sobre
la adopción de menores por parejas homose-
xuales, así como una propuesta orientada a cla-
rificar este controvertido tema. Revisamos los
resultados de la investigación efectuada hasta el
momento sobre el desarrollo de los hijos de ho-
mosexuales y lesbianas. Citamos la opinión ofi-
cial de asociaciones de profesionales. También
hacemos una revisión de las opiniones en contra de la
ARTÍCULO ORIGINAL adopción por parte de parejas homosexuales y de la li-
teratura que las apoya.
Concluimos que no hay diferencias significativas en
Acoso moral y psicológico al médico: el desarrollo de los niños criados por homosexuales y
por heterosexuales y que, por lo tanto, no hay ninguna
mobbing razón científica que se oponga a la adopción de meno-
res por parte de parejas homosexuales.


(Más breves en pág. 12)


INTRODUCCIÓN to de blanco o diana del grupo
al que pertenece y es sometido Salud Global®-Salud Mental es un producto de
«Si uno está sólo, a una persecución sistemática, ®
la alegría no es nada» mediante una estrategia minu-
JOSÉ SARAMAGO ciosamente preconcebida, que
Premio Nóbel de Literatura, 1998 tiene como objetivo esencial el
destruir emocional e intelec-
tualmente a la víctima. Se trata, Paseo Pintor Rosales, 26 - 28008 Madrid
Tel.: 91 542 09 55 - Fax: 91 559 51 72
El médico, como cualquier por lo tanto, de violencia psico- www.grupoaulamedica.com
otro empleado de una cierta lógica extrema sistemática y re- Con la colaboración de
organización, puede sufrir aco- currente que se mantiene en el
so u hostigamiento en el medio tiempo (un mínimo de seis me-
ses) (LEYMANN, 1996). S.V.P.: 269-R-CM
laboral. Muchas veces, es obje-
ISSN: 1697-4662


Depósito Legal: M-46657-2003


(Continúa pág. 2)
®
SALUD MENTAL

Acoso moral y psicológico al médico:


mobbing FLÓREZ LOZANO, J. A.
Catedrático de Ciencias de la Conducta
Departamento de Medicina
Universidad de Oviedo
FLÓREZ VILLAVERDE, I.

Es un comportamiento perverso y premedita- dos, pero a pesar de todo, ciertamente posible, si que- víctima es estigmatizada, se argumenta que el tra-
do, posiblemente debido a su brillantez personal y remos asegurar la salud de nuestros profesionales y to con ella es imposible, que tiene mal carácter o
a su inteligencia. Cualquier profesional médico, mejorar la calidad asistencial en todas sus dimensio- que está loca. Se llega a considerar que su manera
independientemente de su situación en la pirámi- nes (afectiva, técnica, ética, humanitaria, etc.). El caso de ser y de actuar es el factor responsable de las
de organizativa del centro de salud o del hospital, de este médico, por ejemplo, es suficientemente ilus- consecuencias del conflicto. Así pues, se le provo-
puede sufrir el acoso institucional (mobbing). Pero, trativo: había sido imputado de responsabilidad pe- ca, se inducen comportamientos reprobables, y de
sin duda, el acoso más habitual es el que ejerce la nal por la muerte de una paciente tras una interven- ésta forma, el agresor consigue lo que desea, es de-
persona que ostenta el poder. Los comentarios, las ción quirúrgica. La madre de la paciente informó a la cir la desestabilización emocional de la víctima, lo
críticas, las mentiras, las difamaciones, etc., puede prensa, a periódicos, revistas, repartió octavillas en el cual, a juicio de los demás, confirma las dosifica-
ser ejercidas en toda intensidad y frecuencia con- hospital, incluso las insertó en el tablón de anuncios ciones que viene manteniendo y practicando el
tra un determinado médico, ante la pasividad de del centro; en una revista afirmaba que el especialis- agresor. Un círculo vicioso, sin límites, en el que
sus compañeros que miran para otro lado. El obje- ta había asesinado a la paciente. También se enviaron hay un final previsto que es la enfermedad y la
tivo es la destrucción psicológica del individuo. Y cartas despectivas a sus colegas. inadaptación del médico. El agresor también pre-
conviene subrayar la destrucción, porque es cierto ¿Somos capaces de imaginarnos el sufrimiento senta diversos trastornos de la personalidad. Así
que en casos extremos, el mobbing puede inducir psicológico de esta persona a lo largo de éste pro- tenemos agresores «narcisistas» que buscan suje-
comportamientos autodestructivos, como intentos ceso? ¿Se ha recuperado su dignidad y honorabili- tos serviles, dóciles y obedientes que no le hagan
de suicidio o el propio suicidio. dad? ¿Qué consecuencias a medio y largo plazo la más mínima sombra. Son sujetos que propagan
tiene esta situación estresante para él y su familia? en sus equipos la mediocridad profesional. Nadie
¿Se puede equiparar la dignidad de una persona puede sobresalir porque se pone en peligro la pri-
MÉDICOS Y MOBBING: con 600 euros? ¿Quién será responsable de los po- macía de su «ego». Por ello se comporta de forma
UN COLECTIVO DE ALTO RIESGO sibles trastornos psicopatológicos de esta persona, despectiva con sus subordinados y de forma adu-
de la pérdida de su felicidad, de la pérdida de sus ladora con sus superiores. El psicópata tiene una
La violencia puede ser exógena, procedente de amigos, incluso de la pérdida de su familia? El mé- especial empatía hacia los demás; se muestra en-
familiares y enfermos e institucional (propiciada por dico trabaja en estructuras aún excesivamente rígi- cantador y seductor; tiene tendencia a explotar a
los propios jefes y/o compañeros, es decir, el mob- das y burocratizadas que no permiten una rápida los demás mediante un estilo de vida parasitario.
bing. Ante este conjunto de elementos psicosociales adaptación a las variables y necesidades de la po- Vive de los demás y posee un sentido grandioso
es fácil entender la problemática psicopatológica del blación a la que prestan los servicios médicos. de los propios méritos. Su personalidad es egocén-
médico y su alta vulnerabilidad frente a la enferme- Centralismo, objetivos marcados desde las alturas trica y presuntuosa; carece de remordimientos o
dad física. La Agencia Europea para la Seguridad y sa- (¡no desde la base!), falta de autonomía en las de- sentido alguno de culpabilidad, por lo que actúa,
lud en el Trabajo considera efectivamente a los médi- cisiones, individualismo, etc., constituyen los in- junto con su camarilla, sin piedad frente a la vícti-
cos como un colectivo de alto riesgo. Ni que decir gredientes más frecuentes de la organización del ma. Para el agresor paranoico, todo el mundo va
tiene que los efectos del mobbing deben minimizarse trabajo en la que el médico realiza su praxis asis- contra él; por lo tanto, parece lógico que pueda
y, en este sentido, algunos países (Suecia, Canadá y tencial. Múltiples agresiones subliminales, difíci- desplegar todo su acoso destructivo contra la víc-
Alemania), han comenzado a dotar de medidas jurí- les de detectar que van minando el equilibrio psí- tima más vulnerable; es incapaz de tener amigas,
dicas a las instituciones para tratar de erradicar al quico del médico. No se trata de ninguna agresión sospecha de todos y su estilo de dirección es auto-
mobbing desde los mismos inicios. El tema no es ba- física (que también se da con frecuencia), ni tam- ritario, no da concesiones, no muestra debilidad y
ladí; casi un 12 por ciento de los empleados públicos su- poco de un acoso sexual; el daño es más profundo, huye del diálogo. Desarrolla comportamientos
fre acoso moral en el trabajo. Muchos médicos son ridi- de carácter moral y descalificatorio. A tal punto ofensivos, crueles, malintencionados, humillantes
culizados por jefes o compañeros, el hostigamiento que en ocasiones salta la agresividad entre los pro- y mortifica a otros con críticas negativas incesan-
psicológico continúa implacablemente, estigmati- pios médicos. Indudablemente, hay algunas per- tes. Los comentarios negativos y la conducta de
zando a la víctima con el consentimiento o la cola- sonas especialmente susceptibles que pueden ser «hacer el vacío» frente a la víctima, se multiplican.
boración del resto del equipo. Muchas de estas per- más vulnerables frente al mobbing, especialmente Recientemente, un Juzgado penal absolvía a dos
sonas, deciden soportar estoicamente este ambiente aquellos que tienen alguna peculiaridad o defecto, médicos acusados de un delito de lesiones porque se
de acoso, hasta el punto de poder experimentar una los depresivos y necesitados de afecto y los ino- agredieron mutuamente al verse afectados por el
psicopatología ciertamente alarmante. Muchos mé- fensivos e indefensos. Pero, además, una de las ca- burnout. Muy recientemente, en el Diario Médico de
dicos, acosados sistemáticamente en su trabajo, ha- racterísticas más llamativas, es la dificultad de la 17 de junio de 2003, podemos leer un típico caso de
brán abandonado incluso su empleo con todo el es- víctima para entender lo que está pasando y orga- mobbing en el que el Juzgado de lo Social número 36
trés que implica para su familia (cambio de ciudad, nizar su propia defensa. de Madrid ha reconocido que un ginecólogo ha sido
búsqueda de otro hospital o centro de salud, cambio sometido por su jefe de servicio a este tipo de blo-
de amigos, nuevos colegios, etc.). También habrá queo psicológico. En este caso, el Instituto Madrile-
que tener en cuenta las posibles modificaciones de EL PROCESO DE ACOSO PSICOLÓGICO ño de la Salud deberá pagarle 24.040 euros. Pero no
su personalidad (ansiedad, irritabilidad, neuro- se dice nada acerca del comportamiento inductor y
ticismo elevado, inhibición social, desconfianza, Los burócratas y personal directivo cosifican la lesivo de su jefe o cómplices, con lo cual es muy po-
paranoidismo, etc.), lo cual puede tener una gran re- relación «médico-enfermo» e interpretan algunas sible que continúe el caldo de cultivo para atacar a
percusión en el equilibrio familiar y en el manteni- actividades empáticas de los médicos asistenciales otra víctima (¡o a la misma!). Además, ¿quién puede
miento de la red social de apoyo. como un reto o amenaza contra su poder institu- recuperar el equilibrio psicológico y emocional del
El estudio y control de todo este conjunto de va- cional; por ello no es extraño que desarrollen po- facultativo agredido en su psiquismo? Otra senten-
riables psicosociales es un objetivo primordial. ¡Difí- derosamente todas sus estrategias de «acoso y de- cia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía
cil tarea! Existen hábitos de conducta muy radicaliza- rribo». Cuando un proceso de acoso se instaura, la (TSJ), ha señalado que la baja por trastornos adapta-

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tivo con reacción mixta de ansiedad y depresión, es pueden ser muy graves. Aparece fácilmente el tras- burnout. Frente a estas conductas de «acoso y derri-
una forma de mobbing y no de accidente laboral. En torno de ansiedad, crisis de pánico, fatiga crónica, es- bo», el médico tiene que superar la indefensión psi-
este caso, a pesar de que la facultativa puso de ma- trés postraumático, síntomas depresivos, conductas cológica, rechazar la inculpación y evitar la indife-
nifiesto en diversas cartas al gerente y al presidente agorafóbicas y evitaciones sutiles que van evolucio- rencia. Evitar la pasividad y no reaccionar de
de la junta facultativa la marginación laboral a la nando progresivamente hacia la incapacidad psicoló- forma agresiva, así como conseguir el mayor grado
que se veía sometida y el correspondiente acoso psi- gica total. Lamentablemente, todos somos víctimas — de apoyo social y familiar, son estrategias adecua-
cológico y moral, la organización no respondió ade- de alguna forma— del temible mobbing. Muchas das para frenar las consecuencias del mobbing.
cuada y decididamente para cortocircuitar el mob- veces actuamos como simples espectadores que per- El clima de hostilidad que domina en esta socie-
bing. Además, la médico sufrió una constante mitimos (¡y aplaudimos!), las acciones injustas de los dad también se va infiltrando paulatinamente al
presión laboral y aislamiento profesional lo que im- demás en el equipo de trabajo; de tal suerte, que este medio laboral, incluso se vive como una condición
pidió claramente sus actividades formativas e inves- comportamiento altamente destructivo desde el pun- absolutamente normal; por eso sólo somos real-
tigadoras; finalmente, apareció una severa depre- to de vista psicológico se extiende por la organización mente conscientes de la punta del iceberg; una gran
sión que motivó su incapacidad laboral. En este como un reguero de pólvora. masa de personal que permanece en silencio es ob-
caso, como en otros muchos, se pudo comprobar la jeto frecuentemente de estas actitudes hostiles que
existencia de actitudes hostiles de forma sistemática frenan el normal desarrollo de la actividad clínica y
y duradera, lo cual implica un trastorno adaptativo. LAS VÍCTIMAS DEL «MOBBING» la promoción profesional, enquistando al sujeto en
Todo esto se produce habitualmente en el am- disfunciones psíquicas que empujan al sujeto al
biente laboral, en el lugar del trabajo, ante la indife- Cualquier médico sometido a este tipo de inter- desmoronamiento psíquico, a una sensación de in-
rencia o pasividad de muchos compañeros que son ferencias, agravios, exclusiones, bloqueos, amena- capacidad o de limitación psíquica acentuada, con
testigos de lo que realmente está sucediendo; pero zas, insidias, discriminaciones, agresiones y des- impresión de agotamiento, laxitud y desaliento.
nadie es capaz de frenar el ataque psicológico siste- consideraciones, termina víctima de un cuadro El mobbing, va más allá del exceso de trabajo, de
mático. ¿Cómo? Es relativamente fácil: se le impidió clínico relacionado con el mobbing. Además, mu- la presión laboral, de la angustia que se experimenta
el acceso a los partes de quirófano, no se le permitió chos problemas podemos detectar: ¿Se tienen en en esas condiciones laborales. El mobbing apunta di-
realizar cirugía de autoconcertación (las peonadas) cuenta tus opiniones?, ¿Te cambian las guardias o rectamente a la dignidad personal, a la libertad, a lo
y también se le excluyó de la formación médica con- los horarios sin consultarte?, ¿Te cambian el pro- más íntimo de la persona. Se trata de una actitud
tinuada. Todo ello se mantiene durante mucho grama quirúrgico?, ¿Te asignan tareas que no te mórbida, a veces fríamente calculada, donde la envi-
tiempo (varios años) y seguramente se acompaña corresponden?, ¿Hay rumores sobre tu vida profe- dia, el odio, la frustración y el resentimiento, juegan
de otras conductas muy sutiles (no se trata de pre- sional y privada?, ¿Trabajas en un ambiente profe- un papel determinante. Así pues, el mobbing, es ca-
siones constantes y violentas) que destrozan psico- sional de alta competitividad?, ¿Recibes la infor- paz de herir la sensibilidad psicológica y humana del in-
lógicamente a cualquier individuo. El acosador res- mación necesaria para realizar tu trabajo dividuo; una actitud y una táctica abrasadora que
tringe los diversos canales de comunicación de la eficazmente?, ¿Has recibido amenazas, ofensas, in- destruye al individuo que le oprime y le zarandea,
víctima, no se dirige a ella y tampoco permite que timidaciones de jefes o compañeros?, ¿Sientes una que le aturde y le ensordece, que arroja sobre su exis-
los demás interaccionen con él (lo evitan), rehúyen cierta persecución en relación a la eficacia de tu tra- tencia psíquica el estigma del oprobio (fig. 1). Los su-
la comunicación, no consideran sus propuestas, bajo y al cumplimiento horario?, ¿Notas una cierta jetos acosados acaban dudando de sus propias capa-
prácticamente disminuyen su interacción a un sim- discriminación en el trato personal entre los diver- cidades psicológicas, se rebelan antes contra ellos
ple saludo, absolutamente despersonalizado. El re- sos miembros del equipo? Todo este conjunto de mismos que contra sus propios verdugos y, general-
sultado final es el aislamiento social, es decir la an- cuestiones que podemos experimentar habitual- mente, se ven abocados a la pérdida de su autoesti-
tesala de una grave depresión. Conviene subrayar mente en el medio laboral, son situaciones de aco- ma, a la autoexclusión, a las somatizaciones, a las al-
en este punto que aproximadamente un 10% de los sui- so moral o de hostigamiento psicológico que pue- teraciones del estado anímico y, ocasionalmente, a
cidios consumados es atribuido a conductas relacionadas den producir en el individuo afectado graves conductas suicidas (autolíticas) (fig. 2). Las víctimas,
con el «mobbing». EL médico, en ocasiones, se ve alteraciones psicológicas inductoras finalmente del no tienen por qué ser personas débiles o de carácter
arrostrado por comportamientos tan degradantes
para la dignidad de la persona y su integridad moral,
que nos deposita finalmente en el acoso moral (mob-
bing, harcelement, bullying). El agente que hostiga al
médico puede transgredir incluso, la vida laboral
para criticar con infundios la vida familiar (bulos
sobre su vida familiar). Asimismo, es necesario se-
ñalar que las consecuencias patológicas de esta con-
ducta de hostigamiento y marginación, no sólo re-
percuten sobre el individuo, sino también sobre su
familia y especialmente sobre la calidad asistencial.
Está en juego, por lo tanto, la eficiencia de las tare-
as médicas y la praxis clínica.
Lo que parece que desencadena la envidia de es-
tos agresores son los éxitos y los méritos de los de-
más. HIRIGOYEN (1999), en su obra El acoso moral,
proporciona una serie de características propias de la
personalidad narcisista que, en cierta manera, define
la personalidad del agresor: grandiosidad, deseos de
notoriedad, fantasías ilimitadas de éxito y de poder,
arrogancia, intolerancia, dificultad para mostrar emo-
ciones positivas. Al ser consciente de sus complejos e
inhibiciones, el acosador teme intensamente ser des-
bancado en el logro de su carrera profesional. El des-
crédito, las críticas injustas, las injurias personales, los
gestos de menosprecio, los falsos rumores, el rechazo
de la comunicación, el aislamiento, el acoso, la vio-
lencia verbal, física o sexual, la infravaloración, el des-
precio, el rechazo, la marginación y la estigmatización
continuarán durante mucho tiempo. Naturalmente
las consecuencias psicológicas y físicas para su salud Fig. 1.

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dad, la susceptibilidad, el aislamiento, la conducta
evitativa, los problemas obsesivos y las depresiones
(no son extraños los casos de suicidio o de tentativas)
que generan un elevado grado de absentismo laboral
y un incremento en la accidentalidad, con cuantiosas
pérdidas para la organización sanitaria (fig. 3). La sa-
lud del médico se podrá ver aún más afectada, si no
tiene los apoyos psicológicos necesarios, lo cual no es
fácil, ya que en muchas ocasiones su propia familia
no entiende esto del mobbing y tampoco comprenden
la actitud del médico. En ocasiones incluso le culpan
a él. Si la situación de acoso e incomprensión persis-
te, es probable que se pueda producir una severa de-
presión que alimentará una rica y potente ideación
suicida. En este sentido, los trabajos de López García
y de Camps del Saz (1999) se refieren a algunos es-
tudios realizados en Suecia, en los años ochenta, que
aseguran que entre un 10 y un 20% del total anual de
suicidios se debía primordialmente a los efectos del
acoso laboral.
A veces, el miedo del jefe o de los compañeros,
también consigue hacer diana: se inmiscuye en sus
huesos, me decía uno de los afectados. El efecto, na-
turalmente, es fulminante, abrasando al individuo;
el resultado es un sujeto absolutamente «quemado»
(Flórez Lozano, 2003). Jefes desaprensivos y compa-
ñeros crueles amargan y mortifican a otros emplea-
dos. Su estrategia suele realizarse de forma sibilina
Fig. 2. y felona, buscando connivencias con otros, que con-
tribuyen también a crear vacío y extrañamiento a la
víctima (Díaz Franco, 2002). Las agresiones son nu-
frágil; a veces, son personas que se enfrentan al aco- acoso moral implica conductas atentatorias tanto merosas y se repiten continuamente, de forma vela-
sador. A menudo son personas carismáticas con contra la autoestima como contra la reputación de da, en el medio laboral: obligaciones que no son
buenas habilidades sociales, que cuestionan los mé- la víctima. Conductas varias se observan en este mías, esperar por el personal, resolver líos de com-
todos irracionales de trabajo que les vienen impues- hostigamiento: ridiculización pública, ninguneo, pañeros, cambios de turno a compañeros que llegan
tos como la sobrecarga laboral. descalificación, desacreditación, aislamiento, indi- tarde, relación con gente que sabe perfectamente lo
El acoso laboral es una desviación psicológica ferencia, marginación, recriminaciones, acusaciones que no tiene que hacer pero no lo que tiene que ha-
que tiene su origen en la propia organización del insidiosas, etc. Se trata, por lo tanto, de una con- cer, teléfonos bloqueados porque alguien está co-
centro. Se trata de organizaciones sumamente buro- ducta de aniquilamiento del prestigio profesional mentando el partido de fútbol del día anterior, ame-
cratizadas, despersonalizadas, que se alejan de los de la víctima, uno de los comportamientos más de- nazas sindicales, abusos con los interinos y con
principios básicos reguladores de la eficacia indivi- vastadores que puede sufrir el ser humano en si- personal que tiene contratos «basura», etc. A largo
dual y grupal (objetividad, honestidad, respeto al tuaciones sociales normales (Flórez Lozano, 1994). plazo, la provocación y el acoso, se van haciendo
individuo por encima de todo, discreción, pruden- Pero para que se pueda hablar de mobbing, hos- más duros y, como consecuencia, ocasionan en la
cia, igualdad, consideración personal, justicia, ca- tigamiento o psicoterror laboral, es necesario que éste víctima ansiedad, depresión, ataques de pánico e
rrera profesional, trabajo en equipo, etc.). El carác- se produzca de forma sistemática y se prolongue irritabilidad.
ter cerrado o autosuficiente de este tipo de en el tiempo, al menos, durante unos seis meses. Se trata de un problema que se está extendiendo
organizaciones y el miedo al desempleo juega, con Recientemente, un médico relataba en un diario rápidamente en las organizaciones laborales. De he-
otros factores, un papel esencial para crear un caldo profesional lo siguiente: mi jefe de servicio me ha re- cho, la Fundación Europea para la Mejora de las Condi-
de cultivo que permite finalmente la práctica de es- ducido las guardias sin motivo alguno; en otra ocasión ciones de Vida y Trabajo (1996) mantiene que en Euro-
tas conductas de hostilidad, acoso o aislamiento de me impuso un turno fijo de tarde para cubrir un servi- pa, 12 millones de trabajadores sufren acoso moral.
la víctima por parte de sus jefes (mobbing vertical) o cio durante un mes, cuando en realidad deberíamos ro- Y asimismo Leyman (1996), en un estudio realizado
por sus propios compañeros (mobbing horizontal). tar varios facultativos; ahora estoy de baja por depresión con más de 2.400 sujetos, halló que un 14,41%, sufría
Surge, por lo tanto, muy frecuentemente un caldo y ansiedad.» Ésta es una forma típica de acoso psi- de mobbing. En España, es perfectamente posible ha-
de cultivo perfectamente adecuado para que se de- cológico en el trabajo que puede presentar graves blar de unas 600.000 personas afectadas por este sín-
sencadenen estos comportamientos de acoso y hos- implicaciones a nivel psicopatológico. drome. No obstante, la Organización Internacional
tigamiento. Mientras tanto, los compañeros ignoran de Trabajo (OIT), considera para España una tasa del
estas actitudes destructivas y de persecución psicológica mobbing en torno al 5% de la población activa. Sin duda,
y la organización sanitaria, frecuentemente niega la EL «MOBBING» Y LA SALUD DEL MÉDICO estamos convencidos de que el número de profesio-
existencia de estas conductas agresivas y perversas nales sanitarios es mucho más elevado; además re-
existentes en los diversos grupos de trabajo o servi- Aparece, por ejemplo, una hipervigilancia perma- sulta curioso que aproximadamente en un 42% de
cios. Sin embargo, Leymann (1996) describe hasta nente que tienen un efecto demoledor sobre el siste- los casos los superiores jerárquicos respaldan al aco-
45 formas de comportamiento que describen con ma nervioso (fatiga, cansancio emocional, depresión, sador y en un 40% existe un apoyo tácito. Es decir,
precisión el concepto de «acoso moral». Una con- agresividad, trastornos del sueño, pérdida del apeti- que la propia cultura organizativa de la institución
ducta sistemática y recurrente, mantenida durante to, trastornos obsesivos, sentimiento de culpabilidad, estimula el desarrollo de este trastornos psicosocial
un tiempo prolongado (una media de unos seis me- disminución del rendimiento laboral, trastornos psi- de gravísimas consecuencias para el individuo y pa-
ses), que trata de destruir las redes de comunicación de cosomáticos, etc.). En su vertiente patoplástica de- ra la organización. Por otra parte, el acoso moral, pa-
la víctima, así como su reputación, llegando a pertur- presiva, la clínica es muy parecida a la del síndrome rece ser más frecuente en el caso de las mujeres que
bar el ejercicio profesional y logrando finalmente de desgaste profesional o síndrome de burnout (Flórez Lo- en los hombres (70% en mujeres frente al 30% de los
que la víctima pueda abandonar su trabajo. Ley- zano, 2002). Son frecuentes a este respecto, las crisis varones) (Hirigoyen, 2001).
mann asegura que es el último campo de batalla en de ansiedad, el miedo, los sentimientos de amenaza, Así pues, en ese medio laboral podemos recibir
el que una persona puede matar a otra sin ningún la impotencia, la frustración, la apatía, las distorsio- viscosas calumnias, ensañados vituperios, acoso de
riesgo de llegar a ser procesada ante un tribunal. El nes cognitivas, las somatizaciones, la hipersensibili- infamias, actitudes perversas, etc., forman parte

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ve profundamente decepcionado porque realiza su
trabajo en un medio desconocido para él cual es la
ética empresarial (el mundo de la gestión). La filoso-
fía de la empresa más vanguardista fomenta la auto-
nomía, el espíritu renovador, la opinión de los clien-
tes o usuarios y la productividad en la innovación. El
médico en su quehacer cotidiano, luchando contra la
enfermedad, ayudando al paciente y a sus familia-
res, se encuentra entre el mundo de los valores (de-
dicación, comunicación, comprensión, responsabili-
dad, respeto por la dignidad del paciente,
solidaridad, ayuda, etc.) y el de los hechos (gastos,
número de pacientes, medicamentos, tratamientos,
intervenciones, altas, recidivas, utilización eficiente
de recursos, etc.). Se encuentra, por lo tanto, entre la
espada y la pared. El clínico también sufre directa-
mente las consecuencias de las listas de espera
(broncas, protestas, insultos, exabruptos, amenazas
y denuncias). Todo esto se traduce progresivamente
en una importante desmotivación del médico (sín-
drome amotivacional) que acaba disminuyendo la cali-
dad asistencial y lesionando los intereses de los en-
fermos (Flórez Lozano, 1998). Estas circunstancias
psicosociales nos llevan a una pérdida significativa
en cuanto a la percepción de su autoestima, gene-
rándose un sentimiento de desvalorización y desaliento
que definen precisamente, la depresión neurogénica
Fig. 3.
y el agotamiento psicofísico del médico quemado.
Aquel médico que había conquistado un gran
prestigio, dedicación, honestidad y profesionali-
de ese escenario laboral, ciertamente real, que cons- terpersonal y cada día ocupan un papel más rele- dad, casi convertido en «semidios» a los ojos del pa-
tituye el caldo de cultivo adecuado (toda una abyec- vante otros profesionales de la salud. Michael ciente que se entregaba plenamente a sus cuidados,
ción moral) para el desencadenamiento del mobbing. Peckman, en un libro recientemente publicado, ha sido sustituido por una imagen absolutamente
El individuo afectado se siente anegado hasta el cue- afirma que «el médico puede llegar a resultar tan distinta. En efecto, la desconfianza sistemática, la
llo, ¡no puedo más!, ¡siento que estoy asqueado y as- remoto para sus pacientes, como el piloto que tri- crítica acerba y la hostilidad frecuente, son algunos
fisiado! En fin, un sujeto posiblemente execrado, di- pula un avión de líneas aéreas para sus pasajeros: de los ingredientes sobresalientes del quehacer mé-
famado, vilipendiado; una criatura sufriente y todos reconocen su liderazgo y aceptan someterse dico en la actualidad. El anonimato, el apresura-
perseguida por los anatemas de jefes y compañeros. a sus decisiones, pero nadie le conoce». miento y la despersonalización también han contri-
Este incesante dolor psicológico será sin duda algu- La asistencia sanitaria constituye hoy una empre- buido firmemente a este tipo de modificaciones
na, la antesala de un cuadro psicológico que crista- sa de servicios (ética del negocio) y, en este contexto, drásticas en la relación «médico-enfermo».
lizará progresivamente en el síndrome de bur- el médico choca continuamente desde la perspectiva Igualmente las listas de espera (que promueven
nout (Flórez Lozano, 2003). de la ética tradicional; en este sentido, el médico se la irritación del enfermo y de sus familiares), la in-
La persona víctima del acoso moral, manifiesta
inseguridad, se siente ridículo (también el acosador
le ridiculiza), se siente responsable de la situación
laboral y vive intensamente estas emociones, ¡no lo
estoy haciendo bien!, ¡yo soy el único responsable!,
¡me merezco todo esto! Incluso la víctima acaba cre-
yendo todo lo que dicen de él y percibe a su enemi-
go como un amigo (¿síndrome de Estocolmo?). El
«acosador» también suele presentar algunos tras-
tornos de la personalidad como la psicopatía, el
trastorno antisocial, el trastorno paranoide o el nar-
cisista. Zapf y cols. (1996) han descrito una serie de
conductas desplegadas contra la víctima y que inte-
gran básicamente el perfil del mobbing. Se trata de
comportamientos como: restricciones en las posibi-
lidades de hablar, aislamiento físico, cuestiona-
miento continuo acerca de las tareas realizadas,
asignación de tareas muy por debajo de sus capaci-
dades, realización de trabajos degradantes, ataques
a las relaciones sociales, intimidación a su vida pri-
vada, burlas respecto a sus actitudes, agresiones
verbales, difusión de rumores, etc. Algunos autores
(Piñuel, 2002), consideran el mobbing un fenómeno
emergente de una gran magnitud en el ambiente la-
boral que tiene un gran impacto psicológico, social
y económico y que, inexorablemente, pone en peli-
gro la salud del individuo y de la propia institución
sanitaria (fig. 4).
Está claro que en los últimos años, la relación
medico-enfermo ha dejado de ser exclusivamente in- Fig. 4.

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diferencia ambiental y el trato despersonalizado, trabajando, evitan delegar cualquier trabajo, limitan una doble etiología: por un lado, los procesos de in-
consiguen deprimir los espíritus más optimistas y las lecturas a los temas estrictamente profesionales, tercambio social que tienen lugar constantemente en
los inundan de contrariedades, presentimientos tienen dificultades para relajarse, trabajan habitual- el trabajo clínico (pacientes, compañeros, familias,
y frustraciones que se proyectan esencialmente mente con tensión, se encuentran mejor trabajando estructuras burocráticas); por otro lado, el síndro-
contra el médico; sin duda, el único estamento que que en cualquier otra actividad, son grandes perfec- me tiene que ver con los procesos de afiliación y
no es responsable de esta planificación sanitaria cionistas y se complacen en comentar el tiempo que con la comparación social con los compañeros de
realmente caótica. A este respecto, me gustaría in- dedican a su trabajo. Toda una conducta reactiva trabajo (Schaufeli, 1993). En el primer supuesto
sistir, algo más en el fenómeno de la «despersona- para tratar de evitar el fracaso del logro personal y (procesos de intercambio social), la incertidumbre
lización» que se sufre tanto en el caso del paciente una autoevaluación negativa con sentimientos de (falta de claridad sobre lo que uno siente y piensa
como en el del propio médico. La identidad perso- fracaso y de baja autoestima. cómo debe actuar), la percepción de equidad (equili-
nal, es un presupuesto ético básico, porque el hom- Además, el médico, probablemente por su dedi- brio percibido entre lo que las personas dan y lo
bre es un ser individual, único e irrepetible. El gran cación casi exhaustiva a su profesión, no es cons- que reciben en el transcurso de sus relaciones) y la
escritor y pensador Álvaro Mutis, sugería inteli- ciente de los cambios vertiginosos que se están pro- falta de control (posibilidad del individuo de contro-
gentemente que la individualidad se está borrando en duciendo en su derredor; ello puede originar lar los resultados de sus acciones laborales), son
estos tiempos de contemporizaciones y tecnologías. conflictos con los pacientes e insatisfacción en los tres variables psicológicas suficientemente impor-
Ciertamente en el quehacer médico se echa en clientes. En fin, este análisis refleja precisamente la tantes como para producir un desequilibrio en el
falta este respeto por la búsqueda de la identidad distancia existente (¡mejor dicotomía!) entre ges- Yo del facultativo. Con relación a los procesos de
(contornos de la identidad psíquica). Esa dejación tión y actividad clínica y asistencial. El resultado afiliación social y comparación con los compañeros, pa-
del individuo individualizado, valga el pleonasmo, inexorable es la deshumanización de la que tanto se rece claro que es absolutamente fundamental con-
de esa irreductible condición humana que es la pro- quejan pacientes y familiares y también el propio seguir un buen apoyo social; además en los grupos
pia identidad, prácticamente ha desaparecido y cier- médico, pues es en esta cualidad, donde más apo- sanitarios, existe una especie de contagio social de
tamente, es el origen de muchos conflictos psicoló- yo e interacción hay con el paciente. Humanizar éste síndrome, debido a los síntomas que se van
gicos y de una práctica médica que supone supone atender y respetar la dignidad del paciente produciendo indefectiblemente en la institución
básicamente insatisfacción y frustración. En este en todas y cada una de sus dimensiones. Desde es- que, frecuentemente, no adopta ningún programa
sentido, el médico debería contar con una formación ta perspectiva el paciente y su familia, se sitúan en preventivo ni terapéutico.
continuada durante toda su vida laboral con el fin el centro de su asistencia y el médico, auténtico Todo esto, puede producir conductas de inhibi-
de adiestrarse en las técnicas psicológicas más efica- protagonista de esta obra, siente el orgullo y la sa- ción, regresión y empobrecimiento de la personalidad.
ces para neutralizar el estrés cotidiano de su praxis tisfacción de su noble tarea profesional. Uno de los Frente a esta degradación del ambiente sociolabo-
médica. La educación en cuanto al proceso de toma mecanismos psicológicos más eficaces para conse- ral que ha experimentado estos últimos años, el
de decisiones, la administración de su tiempo, el guir un buen grado de «humanización», y por en- médico tiene que potenciar su afectividad especial-
manejo de las habilidades psicosociales, el trabajo en de, de satisfacción profesional es la empatía; es de- mente en el seno de su familia (de sus seres más
equipo, la asunción de actitudes positivas y creati- cir, ponerse en el lugar de otra persona, queridos), contactando con sus propias emociones,
vas, son algunos ejemplos de dominio, control y su- aproximándose e interesándose por ese mundo reconociéndolas y buscándolas como terapia fun-
peración para garantizar un clima laboral agradable emocional y afectivo fuertemente perturbado como damental para huir del burnout y conseguir la feli-
(Flórez Lozano, 2003). Por el contrario, el manteni- consecuencia de la enfermedad. cidad. Esta vivencia puede constituir una frustra-
miento de una tensión laboral mantenida (distrés Cuando una persona accede a un centro sanita- ción muy importante que se encuentra en el origen
crónico) produce un alto grado de malestar, incre- rio, su vulnerabilidad (miedos, temores, angustia y del síndrome de burnout. De ahí, que numerosos
mentándose al mismo tiempo la secreción de cate- ansiedad) está muy acrecentada; por eso requiere países (Alemania, Reino Unido, Italia, Austria,
colaminas y cortisol. lo mejor de su médico: comprensión, atención, con- Suecia, Francia, etc.) hayan comenzado a desarro-
En fin, la sobrecarga de trabajo, la falta de coope- fianza, seguridad, competencia profesional, afecti- llar programas terapéuticos al objeto de prevenir y
ración de los enfermos y de sus familiares, la ausen- vidad y amor. Pero ciertamente también hay que tratar el mobbing. Así, por ejemplo, la British Medi-
cia de control sobre el propio trabajo, la deshumani- subrayar que este estilo de trabajo tan deseable y cal Association, ha impulsado un servicio de conse-
zación del propio trabajo, la carencia de soporte altamente satisfactorio, puede precipitar y empujar jo telefónico sobre el estrés y un servicio de counse-
ambiental, la inexistencia de factores motivaciona- decididamente al médico al temido burnout. Todo lling para los médicos atrapados por el mobbing. En
les en el sistema de gestión de la salud, la pérdida esto explica, que el agotamiento, la apatía, la desi- todo caso, la estabilidad afectiva, el soporte social y
de tiempo en tareas burocráticas o administrativas, lusión y la desesperación, con el paso del tiempo, familiar y los valores religiosos, actúan como po-
la ambigüedad de funciones, la escasa participación pueden invadir totalmente el psiquismo del médi- tentes amortiguadores del estrés laboral, dificul-
en las decisiones importantes de su servicio y del co como una tela de araña construida en base a la tando la aparición del mobbing. Pero, de cualquier
hospital, la inexistencia de autonomía suficiente pa- espesura de la burocracia y el contacto directo con forma, la tensión en el trabajo y la forma personal
ra alcanzar su grado de autorrealización personal y el sufrimiento y el dolor del paciente. Sospecho que de enfrentamiento a los problemas son los princi-
una compensación económica insuficiente, condu- lo descrito anteriormente ilustra suficientemente pales predictores de burnout. Igualmente, los efec-
cen finalmente a un aumento del estrés percibido por que el médico se encuentre con falta de tiempo y de tos acumulativos del ambiente médico en el que
el médico y a una fuerte disminución de la satisfacción energía para sentarse a la cabecera del enfermo y desarrollamos el trabajo, van desgastando las de-
laboral. Pero también conviene subrayar que el mé- poder aliviar sus temores o impartir (¡recetar!) op- fensas psíquicas y orgánicas del individuo, facili-
dico frente a ese estrés que no logra apagar, reaccio- timismo y esperanza. Posiblemente, la falta de tiem- tando la aparición del síndrome.
na con un comportamiento inadecuado y peligroso po es el factor que más ha contribuido a la caída Poco a poco, como consecuencia de la interac-
para su salud que es la neurosis de adicción al trabajo. vertical del prestigio profesional de la Medicina. ción del médico con un entorno laboral poco entu-
Se trata de facultativos que casi viven exclusiva- No cabe la menor duda de que ver 40 enfermos siasta, ilusionante y motivador, surgen las distintas
mente por y para el hospital. Este síndrome conoci- en una sola hora, demuestra una carencia absoluta manifestaciones del síndrome, especialmente, el
do como workaholism, se refiere precisamente a una de profesionalidad, una actitud fraudulenta y una agotamiento emocional, la despersonalización y el blo-
personalidad que dedica más tiempo al trabajo del tergiversación de la práctica de la medicina. Así, queo de los logros personales. Así, pues, la asistencia
que exigen las diversas situaciones (Naughton, pues, el médico se enfrenta cotidianamente a los sanitaria en la actualidad plantea un gran desafío a
1987). Un médico que considera el trabajo como el múltiples fracasos del sistema, los cuales, a su vez, los médicos (prácticamente imposible de superar).
punto central de sus vidas en el que domina una desprestigian a estos profesionales. Las nubes de Se trata de armonizar los principios humanistas, el
personalidad obsesivo compulsiva, preocupado por protestas y reclamaciones que estos profesionales respeto por la dignidad humana (decisión compar-
controlar el ambiente (¡puedo organizar perfecta- sanitarios han realizado ante las autoridades sani- tida, en la que el médico aporta su saber y el enfer-
mente todo el servicio y/o hospital!) y así atenuar tarias, han encontrado —en la mayoría de los ca- mo sus valores y deseos), el valor de la calidad de
su inseguridad personal. En todos estos médicos sos— el silencio como respuesta, lo cual ha contri- vida, el espíritu altruista del médico y el progreso
adictos, el agotamiento será progresivo y el resulta- buido a potenciar la sensación de frustración, de la ciencia y de la biotecnología. ¿Es esto posi-
do final, desde el punto de vista psíquico, lamenta- decepción y desasosiego en relación con la activi- ble?... Me temo que no; de ahí, posiblemente surja
ble. Algunos rasgos de su comportamiento son muy dad del médico. Fácilmente, podemos entender esa cascada de frustraciones y conflictos que crista-
sugerentes: se sienten culpables cuando no están que el síndrome de quemarse por el trabajo, tiene lizan en el estrés crónico del médico.

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SALUD MENTAL
EL MEDIO SOCIOLABORAL, ción continua (unos funcionan, otros no; unos profe- hastío hacia su trabajo y responsabilidades. Además
EL «BURNOUT» Y EL «MOBBING» sionales son competentes, otros nada), la disfunción desaparece el «autocontrol emocional» y, en conse-
del rol (yo hago de secretaria, telefonista, celador e cuencia, se suceden continuos enfados, molestias y
El médico se siente presionado para mostrar una informático) y los conflictos interpersonales (discuto explosiones de cólera. De esta forma, el médico se va
imagen saludable que no tiene por qué correspon- con mi compañero de trabajo por la forma en que ha volviendo cada vez más susceptible y agresivo, sor-
derse siempre con la realidad, ¡como si los médicos tratado a un paciente). Una encuesta recientemente prendiendo a pacientes, familiares, compañeros e in-
fueran inmunes a la enfermedad y la falta de salud publicada por la revista British Medical Journal, ha cluso a sus propios seres queridos... Surge progresi-
cuestionara su competencia profesional! Otro estu- puesto de manifiesto la importancia de la «carga de vamente la despersonalización que se refleja en la
dio muy reciente también ha podido mostrar que un trabajo», en el sentido de que los médicos consulto- frase que le dice su mujer cuando llega del hospital:
81,6% se automedica. Si el común de los profesionales res del sistema público de salud británico (NHS) tra- ¡Desde luego, no te conozco! ¡Ya no eres el mismo!
de la medicina tiene dificultades para gestionar bien bajan una media de 21 horas por encima de la jornada se- Emerge entonces el síndrome con toda su fuerza
su propia salud física, cuando lo que se resiente es la manal, lo cual nos explica también el cansancio evidenciándose en múltiples síntomas de fatiga,
salud mental, los problemas son aún más difíciles. adicional del médico. Algo similar, o más exagerado, irritabilidad, falta de concentración, baja producti-
Más del 90% de los médicos reconoce que sufre un estrés sucede en nuestro país. Así, por ejemplo, un juzgado vidad y creatividad, pesimismo, agotamiento psico-
exagerado que se traduce en trastornos de ansiedad y se refería recientemente a la sobrecarga de trabajo físico, desvalorización, resentimiento, alteraciones
en conductas adictivas (consumo de alcohol, adic- continuo que realizaban los médicos de un servicio del carácter y de las relaciones interpersonales, as-
ción al trabajo y a diversos psicofármacos). Lo infre- con relación a las guardias y por ello condenó a la tenia y enfermedades psicosomáticas diversas (ce-
cuente es que el propio médico lo reconozca y bus- Consejería de Sanidad a normalizar la jornada labo- faleas, dolores osteomusculares, aumento del coles-
que tratamiento médico, con lo cual el síndrome va ral de los médicos y a compensarles con periodos de terol y ácido úrico, disminución de la glucosa y de
adquiriendo unas características de graves deterioro descanso, que podrían añadir a sus vacaciones. las defensas inmunológicas, molestias gastrointesti-
de su personalidad: conflictos interpersonales, irrita- Por eso sería conveniente una renovación para nales, úlceras, problemas diarreicos, disminución
bilidad y labilidad emocional, impulsividad, baja to- poder expresar y cultivar los valores de la «creativi- de peso, sensación crónica de cansancio, hiperten-
lerancia a la frustración, suspicacia, aislamiento so- dad», «innovación», «imaginación» y aprendizaje sión arterial, insomnio, etc.) (Flórez Lozano, 2002).
cial, elevada ansiedad e insomnio y marcadas compartido. Posiblemente, un formato organizati- Nuestra experiencia clínica también nos ha con-
dificultades en las relaciones familiares (Flórez Lo- vo autónomo, con equipos de trabajo bien interco- firmado que entre los médicos afectados por este
zano, 2002). nectados de forma horizontal y con vínculos fuertes cuadro clínico, es muy frecuente encontrar un cua-
También es común que el médico atenazado por socioafectivos, constituyan esa cultura necesaria pa- dro de depresión «anérgica» asociado a ciertas adic-
el síndrome de burnout, llegue a presentar senti- ra conseguir la excelencia de los procesos asisten- ciones sociales como es la bulimia, la hiperfagia, la
mientos de soledad y abandono, aplanamiento ciales; una cultura asistencial identificada por sus ludopatía, el síndrome de compras compulsivas y
afectivo, anhedonia, episodios de heteroagresivi- atributos de confianza y lealtad, que puedan ser ca- las adicciones químicas (drogas y medicamentos).
dad e ideación autolítica. Curiosamente, los médi- paces de reforzar el proceso de dinamización de los La presión del tiempo, el sueldo (la Asociación Eu-
cos, a menudo, recomiendan a sus pacientes des- servicios públicos sanitarios y que, al mismo tiem- ropea de Médicos de Hospitales ha puesto de ma-
canso en su domicilio, pero la mayoría de po, sea capaz de asegurar el bienestar del médico. nifiesto que en cuanto a retribuciones económicas,
facultativos no asumen ese consejo cuando enfer- Por otra parte, la necesidad de valoración y reconoci- la diferencia entre lo que cobra un médico al prin-
man. Un artículo bastante actual, publicado en la miento (un aspecto prácticamente desconocido en la cipio y al final del ejercicio profesional es mínima),
revista British Medical Journal y realizado por Wi- espesura de la burocracia) constituye un evento y el entorno de presión amenazante, constituyen
lliam Thompson, de la Universidad de Belfast, ha ciertamente estresante, simplemente porque no se potentes agentes estresantes que determinan final-
puesto de manifiesto que el médico no se cuida satisface en la organización laboral. Asimismo, el mente el burnout del médico. En este sentido, es
cuando cae enfermo. Argumentan que entonces los exceso de trabajo y el insuficiente salario son las significativo el absentismo y el bajo rendimiento la-
pacientes cuestionarían la competencia de un mé- principales causas de infortunio de los médicos, boral de estas personas; por lo general, se presenta
dico, se sienten presionados por los gerentes para que también se quejan de las pérdidas de estatus y una situación de comorbilidad, es decir, una aso-
no faltar al trabajo y, generalmente, exhiben un ele- de control sobre su trabajo, del tratamiento que les ciación de unos cuadros clínicos con otros.
vado sentimiento de culpabilidad hacia los compa- da la prensa y de las desmedidas expectativas crea-
ñeros, que en esas circunstancias deberían hacerse das, de los pacientes demasiados exigentes y de la
EL ACOSO MORAL
cargo de la consulta no atendida. poca comprensión social y política en general.
En fin, la sobrecarga de trabajo, la presión en el con- Igualmente, la dimensión social del ser humano En este punto nos vamos a referir al mobbing
texto sociolaboral (grandes listas de espera, ruido, hacina- a un constante ejercicio de comunicación, que en la (acoso moral). Según el psicólogo sueco Heinz
miento, contaminación), las relaciones con los compa- mayoría de los casos tiene un fuerte contenido de LEYMAN, se trata de una auténtica violencia ca-
ñeros, las condiciones del trabajo, la responsabilidad persuasión. Esta actuación es cotidiana en el queha- racterizada por una actitud discriminatoria hacia
en cuanto a la toma de decisiones, el trato con los fa- cer médico; sin embargo, esta actividad es una de un médico por parte de sus compañeros o sus su-
miliares que se niegan a aceptar la enfermedad del las que más desgastan emocionalmente al médico al periores. El médico puede experimentar una coac-
paciente, la ausencia de cualquier tipo de reconoci- no controlar los procesos, formas y estructura po- ción abusiva a través de palabras (descarnadas pa-
miento por la entrega, dedicación, responsabilidad y liédrica de la comunicación. El médico, en muchos labras), actos, gestos, vejaciones, abusos y
el afán de superación, constituyen algunos indicado- casos, llega a rechazar o huir de la comunicación, conductas (por ejemplo, la zafiedad presuntuosa
res que actúan realmente como auténticos marcado- para evitar reacciones por parte del enfermo y de la del jefe, la humillación, la ofensa, las actitudes de-
res. Igualmente, los problemas inherentes a las difi- familia que puede ser muy estresantes. Miguel de nigrantes y lesivas de gerentes, directores, jefes,
cultades para alcanzar la promoción profesional, las Unamuno escribió en su obra El sentimiento trágico etc.) que atentan contra su personalidad y digni-
necesidades relativas a la trepidante formación (necesidad de la vida, acerca de la necesidad (sed) del hombre dad. Muchos médicos que no han encontrado aún
casi obsesiva, de estar constantemente formándose), el te- de ser cada vez algo más. Sin embargo, este bloqueo una estabilidad en su trabajo, que están en la cuer-
mor al fracaso terapéutico, una exagerada competitividad, en la promoción profesional, junto a la losa tremen- da floja, soportan vejaciones impronunciables por-
la coacción de los superiores (con falta de preparación para da de responsabilidad que implica su quehacer mé- que la inestabilidad laboral en sus empleos (¡y la
funcionar y diseñar una organización humana compleja), dico, actúan como potentes agentes estresantes que mano del jefe que llega muy lejos!) les impide res-
hostigan constantemente al profesional sanitario, facili- alimentan sin cesar este cuadro clínico. ponder con la contundencia que les exige su pro-
tando también la continua aparición del síndrome de Así, muy lentamente, el médico se da cuenta del pia dignidad. Y no solamente no responden a esos
burnout. Sin duda, este contexto organizacional tiene agotamiento que siente y muestra poca atención y jefes, tampoco lo hacen a los pacientes, a los fami-
mucho que ver con el desencadenamiento del sín-
drome. Los centros sanitarios responden en muchas
ocasiones a burocracias mecánicas asociadas a un
gran desgaste emocional del profesional sanitario, Más del 90% de los médicos reconoce que sufre un estrés exagerado
debido a la rutina, la monotonía, la falta de control y
la laxitud de la estructura administrativa. El produc- que se traduce en trastornos de ansiedad y conductas adictivas
to final de este contexto estructural es la confronta-

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SALUD MENTAL
liares y a sus propios compañeros, envueltos tam- La mayoría de los estudios confirman que los ción en todo el campo de la comunicación, alimenta
bién en esa marea del mobbing. El resultado es un servicios sanitarios tienen un elevado porcentaje también este síndrome. La comunicación con el pa-
largo rosario de síntomas que van estructurando de ésta conducta patológica. Concretamente, el ciente es esencial; hay que conocer sus gustos, afi-
progresivamente el «síndrome de estar quemado» British Medical Journal (1999; 318: 228-332), refleja- ciones, preferencias, sensibilidad, etc. En general, te-
(Flórez Lozano, 1994). Un médico, con más de 25 ba en un estudio con más de 1.000 trabajadores sa- nemos buenos médicos pero malos comunicadores
años en el Sistema Nacional de Salud, me comen- nitarios que el 38% habían sufrido diversos tipos y esto constituye una fuente de conflicto cada vez
taba con rabia e irritación todo lo que ha tenido de acoso y, además, el 42% había sido testigo de hos- más ostensible. Saber comunicarse con el paciente,
que soportar de un jefe sumamente celoso y envi- tigamiento hacia sus compañeros de trabajo. Los ras- explicarle lo que tiene y asegurarle que su colabora-
dioso. Ante cualquier idea o proyecto siempre sur- gos de empatía de la personalidad del médico: ción para el tratamiento es esencial, son habilidades
gía la dificultad y el obstruccionismo. Describía es- sensibilidad, compasión, tolerancia, entrega, capa- esenciales para moderar la intensidad del estrés.
te médico el terrible daño moral y psicológico que cidad de sufrimiento, interés por el bienestar del Hay algunos médicos que rechazan el plano
sufrió en su desarrollo personal, incluso con su paciente y de la familia, etc., chocan frontalmente emocional y afectivo en la comunicación con el pa-
fortaleza psíquica; otros, por el contrario, han re- con otros rasgos de personalidad absolutamente ciente, se convierten en una pared. Precisamente la
sultado absolutamente dañados en su personali- distintos que se detectan en los «burócratas» (en- buena comunicación con el paciente (especialmen-
dad y no han podido alcanzar la plena capacidad tendemos naturalmente por inadecuados burócra- te en los pacientes oncológicos) es una de las cla-
de su vocación médica y de sus capacidades in- tas), tales como el control, la optimización de los ves de éxito terapéutico. Estas deficiencias en los
vestigadoras y clínicas. recursos, el control de calidad (¿calidad? ¿De que niveles de comunicación no se solucionan con el
El tema, desde luego, no se puede trivializar, no calidad hablamos?), el rendimiento profesional, tiempo ni con la experiencia clínica, con lo cual los
es baladí. Exige un esfuerzo de comprensión, estudio etc. Naturalmente, la capacidad del médico, de su problemas de interacción y de estrés aumentan sin
y tratamiento adecuados. ¿Cuántos profesionales ha- relación, de su competencia, de su prestigio, de cesar, facilitando la aparición del burnout. La moti-
brán sido postergados por la injusticia de un jefe in- su capacidad empática, puede desencadenar una vación para el médico reside fundamentalmente
seguro y vanidoso? Un jefe que desconoce la labor, el lucha de poder (¿inconsciente?) y a partir de aquí, en el significado y en la «trascendencia», es decir,
esfuerzo y el entusiasmo de sus colegas. ¿Cuántos convertirse en el pararrayos de las desgracias del «algo» que va más allá de la propia persona. En la
médicos no habrán podido llegar a ser grandes pro- sistema y en el acoso laboral de jefes y burócratas búsqueda de ese sentido personal reside principal-
fesionales debido a ese acoso moral? ¿Cuántos médi- que se sienten (se perciben inconscientemente) co- mente la eficacia terapéutica. Se trata, no de hacer
cos habrán sufrido trastornos emocionales como mo superados por los médicos que simplemente lo que se puede, sino lo que se «debe», la autorre-
consecuencia de la envidia de sus jefes? ¿Cuántos de- quieren trabajar y desarrollar de la mejor forma alización y autoexpresión.
sequilibrios psíquicos y disfunciones familiares se posible su envidiable profesión. El trabajo tiene Como estos mecanismos y procesos psicológicos
habrán producido en muchos médicos, como conse- que ser un lugar de realización personal que, al mis- no se comprenden y tampoco se valoran, es fácil que
cuencia de tener un jefe sin inteligencia emocional y, mo tiempo, sea capaz de potenciar todas sus habi- finalmente el médico sea una víctima impotente de
además, incompetente desde el punto de vista cien- lidades y capacidades. Un espacio y un contexto una situación desesperada. El mobbing, por lo tanto,
tífico y clínico? La respuesta es realmente alarmante en el que el médico encuentre respuestas y satis- va a ser la causa determinante del posible aislamien-
y muchos de ellos, a pesar de los años, aún experi- facciones a su quehacer profesional; un trabajo que to social (anomia), de la falta de apoyo y de la caren-
mentan ira y rabia por todo lo que no han podido alimente su orgullo personal, su amor a los pa- cia de sentido. En estas circunstancias, el médico tie-
conseguir y, sobre todo, por todo lo que no han po- cientes y su equilibrio emocional. ne que encontrar algún tipo de solución; desarrollar
dido disfrutar, debilitando su felicidad. El clásico «je- En esta perspectiva, el médico tiene la posibilidad algunas habilidades en la solución de problemas. De
fe», ante su incapacidad, inseguridad y carácter pu- de avanzar en el desarrollo de su personalidad que lo contrario, sabemos que la desesperación y fre-
silánime, se ha traducido en un mecanismo de es en sí mismo, una forma de «trascender», de ser fe- cuentemente la anomia vienen cuando las personas
proyección, de «acoso y derribo» de sus subordina- liz y de caminar hacia la perfección. Pero además, en no tienen opciones (¡no hay escapatoria para este
dos (ética menesterosa, abuso de poder, amiguismo, ese proceso de desarrollo personal, el médico tiene la ambiente tan frustrante!). Es fundamental, por lo
caciquismo, cosificación, etc.). Una actitud sádica necesidad imperiosa de entablar relaciones, especial- tanto, asumir que en cualquier situación tenemos op-
que podría compensar su profunda insatisfacción, mente con el paciente y con sus familiares... El médi- ciones, aunque sea solamente la del cómo enfrentar-
inseguridad y debilidad psíquica. Naturalmente, és- co tiene mucho que compartir: vivencias, sentimien- nos a esa crisis. Es igualmente imprescindible asumir
te fenómeno psicosocial de cierto tipo de liderazgo dis- tos, afectos, amistad. Y esta relación de ayuda es la la responsabilidad de nuestros actos y la trascenden-
funcional destruye progresivamente el ambiente de que puede producir un desgaste emocional patológi- cia hacia los demás. El médico víctima de este acoso
trabajo; todo se vuelve más conflictivo y complicado co. Pero su activismo, determinación y autorrealiza- psicológico y del síndrome de burnout, tiene que ser
y, por supuesto, las relaciones humanas van desapa- ción, pueden quedar muy mermados como conse- consciente de lo siguiente: Tienes que aceptarte a ti mis-
reciendo generándose un clima frío que favorece el cuencia del acoso laboral. Esta actitud se manifiesta mo; ahí estás por lo que eres; no hay seres perfectos. (Fló-
desgaste, la desconfianza, la insatisfacción laboral cuando se ejerce una presión continua sobre el médi- rez Lozano, 2003).
(ergofobia) y las actitudes neuróticas. co (nuevos horarios, nuevos pacientes, otras respon- Es necesario vencer el vacío existencial que se
Generalmente, esta respuesta al acoso laboral es sabilidades, falta de comunicación, exclusión en la puede producir en estas circunstancias psicopato-
una conducta inadecuada bastante generalizada, es- participación integral del servicio, etc.). lógicas vinculadas al burnout. Jung, por ejemplo,
to es, el absentismo laboral (conducta evitativa). En El mobbing, (matar social y laboralmente a alguien) es escribió que la falta de sentido de vida en las per-
fin, la intimidación, «hacer el vacío», el asedio cons- un proceso sistemático de comportamiento hostil hacia sonas era equivalente a la enfermedad y una etio-
tante, el amedrentamiento, el hostigamiento psicoló- un individuo que, si tiene una frecuencia elevada y logía crucial en las neurosis. Desde el punto de vis-
gico (instantes penosos y ominosos padecidos por la una duración prolongada, puede llevar a la incapa- ta psicoterapéutico, estoy convencido de que lo
víctima) en el trabajo, se agrava cada vez más y ne- cidad psíquica del médico (síndrome de estar quema- esencial para superar el síndrome de burnout es
cesita, por supuesto, programas operativos de pre- do). Probablemente, la cuestión más importante no encontrar la plenitud de su significado en el vivir.
vención y tratamiento. La Unión Europea (UE), de- es qué actitudes y comportamientos se muestran ha- Esta falta de sentido de la vida ligada al síndrome
finió oficialmente el «acoso moral» en el trabajo el 14 cia la víctima o cómo se le trata, sino que el factor re- de burnout, se expresa a través de una neurosis
de mayo de 2001 como un comportamiento negativo levante es la frecuencia con que se ponen en prácti- existencial (incapacidad de encontrar sentido al
entre compañeros o entre superiores e inferiores jerárqui- ca tales comportamientos y durante cuánto tiempo. trabajo, a la familia, a los amigos, a los pacientes, a
cos, a causa del cual el afectado es objeto de acoso y ataque Esta carencia o deficiencia de estructuras u organi- la medicina; pérdida de la esperanza, etc.). Cuan-
sistemático durante mucho tiempo, de modo directo o in- zaciones sociales explicada por el acoso laboral, im- do se tiene algo por qué vivir, por qué luchar, la
directo, por parte de una o más personas, con el objetivo plica una profunda apatía que sobrepasa a la misma capacidad de superación y de soportar cualquier
y/o efecto de hacerle el vacío. Toda esta normativa, na- depresión. El mobbing, llega a producir en el sujeto circunstancia crítica, es mucho mayor. En la pers-
turalmente, será de obligado cumplimiento en todos una situación anómica, es decir, una carencia de sig- pectiva terapéutica y de afrontamiento del bur-
los estados miembros. En Francia, por ejemplo, ya es nificados de la vida y del propio existir que se resu- nout, hay que potenciar las expresiones positivas y
un delito sancionado en el Código Penal. También men en la tríada neurótica (depresión, agresión y minimizar las expresiones negativas o neuróticas. De
Alemania, Inglaterra, Bélgica y recientemente Portu- adicción). La destrucción del acto médico y de la re- esta forma se puede conseguir una personalidad
gal han modificado sus leyes para proteger a sus tra- lación «médico-enfermo», facilita extraordinaria- totalmente congruente (saludable y altamente sa-
bajadores del acoso laboral. mente la aparición del mobbing. La falta de forma- tisfactoria) que no será afectada por factores exter-

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nos y prácticamente inmune a las enfermedades cia de seguridad, mirarle a los ojos, permanecer ción, promoción y autorrealización de todos los
(Flórez Lozano, 2003). con seguridad y firmeza, actuar con confianza en miembros del equipo sanitario, facilitando además,
Es importante recalcar, y esto es central en sí mismo, tratar de comprenderlo y ayudarlo, pue- la importante necesidad de logro. La capacidad de
nuestra tesis y de hecho es lo que fundamenta al den ser armas eficaces para neutralizar el ataque adaptación, versatilidad y entusiasmo de este líder
humanismo y a la posibilidad de cambio y desa- del paciente. En última instancia, los servicios de es esencial para garantizar el equilibrio en el seno
rrollo de las personas, que tanto la anomia como seguridad, los propios compañeros del centro y la del grupo. Su intuición y saber estar en el lugar ade-
sus variaciones: la depresión, el nihilismo, el con- propia huida, son las conductas adecuadas. cuado y en el momento preciso, permiten superar
formismo y la búsqueda material, se refieren a ele- Naturalmente, el permanecer diariamente en un consideraciones anacrónicas que empequeñecen y
mentos de personalidades periféricas o superficia- entorno hostil produce un fuerte estrés que des- reducen el crecimiento psicológico de los propios
les. De cualquier manera, es preciso encontrar ese gasta psíquicamente al médico; la víctima tiene la médicos. La nueva filosofía organizativa y grupal
plano de «trascendencia» que asegura la coheren- sensación de que no vale nada, su autoestima se tiene que ser capaz de superar el escenario penoso
cia de nuestra personalidad. En este sentido, un queda por los suelos. Efectivamente, la duda acer- en el que muchas veces se desenvuelve el médico y
objetivo terapéutico esencial radica en entrar en ca de su competencia profesional y capacidades, se que se caracteriza esencialmente por el aburrimien-
contacto con la esencia del ser humano; permitir instala en su mente y le atormenta de continuo; se to, la rutina, la esterilidad, el cansancio, el hartazgo,
que se desarrolle al máximo su potencial, logran- siente culpable y acaba por ser incapaz de acudir a el aislamiento, el hermetismo, la ausencia de capa-
do a su vez que encuentre también su camino de su trabajo, debido precisamente a la crisis de an- cidad organizativa y de medios y la falta de res-
trascendencia. En fin, actitudes de fatalismo, nihi- gustia motivada por el acoso laboral y que se puede ponsabilidad y moralidad.
lismo, resentimiento, desvaloración (o sobrevalo- traducir en una reacción mixta «ansiedad-depre- Todo esto supone una gran desestabilización
ración enmascarada), decepción e inhibición, cons- sión» acompañada de una serie de síntomas tales psíquica para el individuo, lo cual le conduce ine-
tituyen frecuentemente las respuestas psicológicas como: hiporexia con pérdida de peso, insomnio de xorablemente a la enfermedad. Una persona cansa-
a este acoso laboral que puede terminar, en el su- conciliación y mantenimiento, irritabilidad, bolo da, con menos ímpetu que va con su «nada» por las
puesto de una cronificación, en el síndrome de esofágico, palpitaciones y falta de atención. calles y por los pasillos del hospital, con pérdida
burnout. Conseguir una buena relación amorosa acrecentada de su vitalismo y de sus grandes idea-
para con uno mismo es la condición básica para les de ayuda a los demás. En fin, una dolorosa ex-
NUEVAS PERSPECTIVAS Y
amar, tolerar y ser tolerante con el otro (con los periencia cotidiana (¡Es triste que el trabajo sea así¡)
FILOSOFÍAS ANTE EL «MOBBING»
amigos, con los familiares, ¡y con el paciente!). que se traduce en el fracaso profesional más estre-
Para el médico, es la repetición sistemática de ta- mecedor (¡Eso es el burnout!). Se trata, por lo tanto,
«El que tiene un porqué por el que vivir puede
les comportamientos abusivos (¿agresivos?, cons- de una persona alejada del rol convencional o tra-
soportar casi todos los cómo».
cientes o inconscientes) a lo largo de un tiempo pro- dicional típico de estructuras «piramidales», es de-
VICTOR FRANKL
longado, la que va a causar los graves efectos cir, absolutamente obsoletas para luchar precisa-
(El hombre en busca de sentido).
psicopatológicos en su personalidad. Este compor- mente contra el síndrome de burnout. Personas que
tamiento genera en la víctima una sensación de se caracterizaban por ejercer un rol duro, frío, ejer-
«Cada día que vives es una ocasión especial»
«persecución constante», mediante ciertas actitu- ciendo el control sobre los demás (dominancia acti-
(¡Aprovéchala!)
des: imposición del silencio, amenazas, aislamiento, va), claramente desconfiadas, competitivas, neuró-
asignación de tareas vacías de contenido, ataque El mobbing, implica un círculo vicioso; una vez se ticas, sarcásticas, narcisistas, con gran tendencia a la
verbal, actitudes arrogantes, rumorología, etc. En inicia el acoso, este fenómeno se retroalimenta del búsqueda del poder, agresivas y que generaban
nuestros estudios, hemos podido comprobar que miedo que el médico siente ante el agresor. ¿Qué una gran tensión y ansiedad en el seno del grupo.
dos tercios de la muestra de médicos que sufren agresor? Lo más común es el jefe de servicio u otro No obstante, no existe un perfil claramente definido
violencia en el entorno laboral (mobbing), general- cargo administrativo, pero también puede ser su de personas más sensibles o vulnerables a este sín-
mente son jóvenes que tienen una buena formación propio compañero de trabajo que abusa de su debi- drome. Sin embargo, podemos entresacar que las
y que, por lo tanto, son una amenaza para compa- lidad psíquica, para así poder ascender él en su pro- personas «inseguras» y «competitivas» tienen ma-
ñeros y jefes de más edad y con una formación me- moción profesional, sin olvidar tampoco los pacien- yor riesgo de padecer este síndrome. En realidad,
nor. Así, pues, en estos casos una persona o grupo tes (enfermos difíciles) y los propios familiares no se trata de dos rasgos de la personalidad, sino de
de personas se comportan abusivamente con pala- (agresores potenciales ante cualquier tipo de frus- uno solo, porque la competitividad es la simple ex-
bras, gestos, actitudes, etc., generando una degra- tración o fallo del sistema sanitario). Por eso, en las presión compensatoria de la inseguridad.
dación del clima laboral, un entorno laboral hostil empresas y hospitales de vanguardia, se cuida al Obviamente, estas personas deben de ser exclui-
que puede determinar este síndrome. En efecto, la máximo el perfil de los profesionales que gestionan das para ejercer este tipo de liderazgos en un hos-
agresión verbal y física aumenta continuamente. el servicio o el hospital. Uno de los instrumentos pital moderno porque, sin duda, está en juego la sa-
Discusiones con gritos, gesticulaciones, insultos, más utilizados en este sentido es el Percepcion and lud de los pacientes y también la de los médicos; un
amenazas o intentos de chantaje son cada vez más Preference Inventory, una herramienta psicológica tema, por lo tanto, extraordinariamente importante
frecuentes en la consulta del médico; a veces, termi- cada vez más utilizada por estas instituciones con el que las nuevas administraciones sanitarias deberán
nan en agresiones físicas (agarrones, puñetazos, fin de asegurar el éxito en el rendimiento profesio- tener muy en cuenta, de forma prioritaria, a la hora
empujones, uso de arma blanca, etc.). nal y conseguir, en última instancia, que la persona de organizar y planificar nuestros hospitales. En es-
Los motivos tienen que ver con la imposibili- que vaya a ocupar ese puesto de responsabilidad te sentido, se habla frecuentemente de conseguir un
dad del sistema de salud para ofrecer una asisten- cuente con altísimas garantías y sea la más indicada nuevo hospital. Pienso que lo más importantes, no
cia óptima, con la saturación de las urgencias y con para hacerlo. ¿Qué tipo de garantías? Pues natural- es el hormigón, aún valorando de forma importan-
las elevadas listas de espera. La falta de cultura de mente, son garantías que se derivan de las propias te el diseño, los espacios y la ergonomía; pero esta-
algunos usuarios y el intento de sacar beneficios necesidades de los médicos y del resto del personal remos de acuerdo que lo trascendental es el cuida-
económicos, se añaden a estos males endémicos sanitario y que cristalizan en una serie de cualida- do de la persona (el médico y su familia) y, por
del sistema sanitario público. Estos pacientes son des que configuran el líder ideal. supuesto, de los equipos sanitarios. Con un nuevo
conocidos de forma eufemística como pacientes Hablamos de una persona culta, justa, honesta, edificio, el burnout puede ir in crescendo progresiva-
«conflictivos» y buscan fundamentalmente rece- sensible, flexible, equilibrada, respetuosa, pruden- mente; por el contrario, en la atención a la persona
tas, bajas laborales o pensiones de invalidez (Va- te, discreta, trabajadora, comunicativa, estimulati- y a los grupos, se encuentra la clave para poder fre-
quero, 2003). Ante estos comportamientos, el fa- va, amable, sincera, alegre, comprensiva, sociable, nar este síndrome que amenaza con destruir la re-
cultativo siente una total desprotección que se con gran capacidad de escucha, atenta a los detalles lación médico-enfermo y, en última instancia, la ca-
hace patente por la ausencia de personal de segu- (son personas que dan más importancia a la calidad lidad asistencial y el equilibrio psicofísico de
ridad, falta de interfono, sistemas de alarma, etc. que a la cantidad), participativa, creativa, imagina- médicos y otros miembros del equipo sanitario.
El médico adiestrado en las técnicas psicológicas tiva, cordial, coherente, potenciadora de los grupos Este miedo, al mismo tiempo, genera una actitud
precisas puede evitar la práctica totalidad de las y equipos de trabajo, facilitadora de las relaciones defensiva que provoca nuevas agresiones y actitu-
agresiones y enfrentarse correctamente a estas per- interpersonales y de la confianza del equipo y de to- des fóbicas. El mecanismo funciona de la siguiente
sonas violentas: no entrar en discusión, escuchar al dos sus miembros, con tendencia a la contención forma: ver al acosador implica miedo en el médico;
paciente irritado, establecer una adecuada distan- emocional y con respeto a la capacidad de adapta- cuando el agresor ve a la persona acosada siente

9
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SALUD MENTAL
odio y desprecio que le incita a continuar el proce- productividad, aumento del número de errores mé- lugar el decaimiento psicológico (depresión, es-
so. Es necesario, por lo tanto, romper este circulo vi- dicos, incrementos del absentismo laboral y aumento trés/ansiedad, pensamientos obsesivos, sueños re-
cioso y desarrollar estrategias de enfrentamiento y de las disfunciones psíquicas y físicas. El síndrome petitivos relacionados con el acoso, falta de motiva-
fortalecimiento ante las diversas actitudes agresi- de chivo expiatorio, la envidia y el abuso de poder en ción, descenso en la calidad, resentimiento, etc.).
vas. Tal como ha sugerido Leymann recientemente, el trabajo, son otros términos frecuentemente utiliza- Asimismo, el abuso de poder, la persecución psi-
el entorno laboral puede ser el único campo de batalla en dos para referirse también a este concepto (fig. 5). cológica, el rumor, las envidias, la actuación solapa-
que es posible destruir psíquicamente a otro sin tener Las críticas, vejaciones, mentiras y calumnias, da, la inhibición de los demás, la manipulación per-
ningún tipo de responsabilidad (bien es cierto que esto descalificaciones, humillaciones, ridiculización versa y una institución incompetente para resolver
empieza a cambiar). Concretamente, en lo que se re- pública, sarcasmos, insinuaciones, amenazas ver- los conflictos, son algunos ingredientes esenciales en
fiere a la presión que recibe el médico (muchas ve- bales, asignación de tareas insignificantes, oculta- la cristalización de esta conducta. En efecto, la orga-
ces actúa de parachoques de las medidas estructu- ción de información, silencios intencionados, mi- nización del trabajo, el liderazgo dictatorial, la espe-
rales del sistema), hay que citar especialmente la radas de desprecio, etc., comienzan a aparecer sura burocrática, el aumento constante de presión y
que puede recibir de sus jefes, no especialmente do- profusamente, dando lugar a una de las violencias responsabilidad y especialmente, la falta de autono-
tados en cuanto a las habilidades sociales, relacio- más íntimas y clandestinas, una de las experien- mía y capacidad de decisión del médico, constitu-
nes interpersonales y capacidad de liderazgo. cias psicológicas y emocionales más devastadoras yen ingredientes esenciales para un caldo de cultivo,
En los últimos tiempos hemos conocido un caso que puede sufrir un ser humano y que, en conse- en el que emerge con toda su fuerza y efecto devas-
—por cierto, se repite con bastante frecuencia— que cuencia, puede ser «destruido» física y psicológi- tador el estrés laboral, es decir, el burnout. Si conoce-
consistía en que el jefe prohibía al médico el acceso camente. No resulta, por lo tanto, extraño que un mos realmente que estos ingredientes, constituyen
a los archivos de informes de los pacientes, el mane- 80% de los médicos haya pensado seriamente en aban- lo más nocivo para el médico, para la enfermera, pa-
jo de los ordenadores del servicio, la actividad do- donar la Medicina y que un 70% no volvería a estu- ra los pacientes y para toda la institución, ¿por qué
cente, los servicios de guardia e incluso todo esto diar Medicina al conocer el contexto sociolaboral no los evitamos? y en su lugar, disponemos de un
supuso una disminución económica muy importan- actual. Este acoso implacable que puede sufrir el bálsamo relajante y estimulante que maneje otro ti-
te, para el médico víctima del abuso psicológico de médico por parte de su jefe, del gerente o de los fa- po de ingredientes «saludables» como: el reconoci-
este director. Pero en pleno siglo XXI está claro que miliares, llega a producir emociones fuertes muy miento personal, el apoyo social la promoción en el
será necesario diseñar nuevos equipos de trabajo nocivas para su salud, hasta que finalmente se ins- trabajo, la valoración del trabajo realizado, la com-
con nuevas filosofías que sean capaces de integrar al tala en la desesperación. Tan es así, que la tasa de pensación económica adecuada, los años sabáticos,
individuo y conseguir su plena autorrealización suicidios entre los profesionales de la medicina, es etc. Para compensar este conjunto de deficiencias, el
personal y profesional. Así, pues, la característica muy superior a la población general. médico se puede volcar aún más en el trabajo lleva-
esencial en la conducta de mobbing, viene dimensio- En Suecia, por ejemplo, se ha demostrado que do por sus fantasías y perfeccionismo, siendo atra-
nada por situaciones grupales en las que el indivi- un 20% de los suicidios se debe esencialmente al «mob- pado más fácilmente por el burnout.
duo es sometido a persecución, agravio, presión psi- bing». Esta panorámica tiene que hacernos reflexio- Naturalmente, las circunstancias negativas y alie-
cológica, violencia psicológica, etc. Precisamente, en nar seriamente. En principio, ser conscientes de que nantes del trabajo son capaces de alterar el estado
las instituciones sanitarias actuales se da un caldo de algo no funciona en el sistema sanitario y de que un eutímico del médico, llegando a sentirse sin áni-
cultivo excelente para que surja y se reproduzca en trabajo, tan poco alienante como es la medicina, no mo, con el monstruo de la depresión mordiéndole
toda su intensidad el mobbing. debería de producir tantos conflictos psicológicos las entrañas. Este lúdico impulso destructor, avi-
Se trata de instituciones que consideran el poder y capaces de poner en peligro la salud del médico, la vado muchas veces desde la propia institución,
el control como valores prioritarios sobre la produc- salud de su familia y, naturalmente, la calidad asis- tiene su tremendo coste; y, por cierto, no lo paga
tividad y la eficacia. Los costos de esta práctica co- tencial. Los conflictos agresivos se multiplican lle- solamente el médico, sino también sus pacientes.
mún en los medios sanitarios son realmente espec- gando a estigmatizar a la víctima, es decir, al médico Lamentablemente, con bastante frecuencia, en los
taculares: disminución de la calidad de vida y de la que se siente acorralado y, en consecuencia, tiene equipos sanitarios siempre existen sujetos capaces
de poner en marcha el mobbing. Los «trepas», los
sujetos «problema», las personas «envidiosas», los
individuos egocéntricos y desconfiados, los prepo-
tentes, los omnipotentes, los que rezuman senti-
mientos de superioridad, los saturados de resenti-
miento y deseos de venganza, los hipercríticos,
etc., siempre se encuentran dispuestos para des-
plegar e inyectar su veneno agresivo y destructor.
Algunas personas, pueden caer en sus trampas de-
moledoras, temen su malignidad y hacen todo lo
posible para inhibir su agresividad. Pero con el
tiempo, estas personas sistemáticamente acosadas,
vejadas, humilladas y despreciadas, dejan de ser
espontáneas y paralelamente ven cómo disminuye
su autoestima de forma progresiva (fig. 6).
Muchos tienen auténtico hambre de poder o
quieren mantenerse indefinidamente en él y conse-
cuentemente tratan de desembarazarse de cualquier
obstáculo que ponga en peligro su meta. Pero natu-
ralmente, estos comportamientos disruptivos sur-
gen en el propio sistema sanitario, son alimentados
y reforzados por él. El sistema, ya lo hemos dicho,
provoca muchas frustraciones muy importantes pa-
ra el logro psíquico individual (prestigio, considera-
ción, promoción, etc.). A partir de ahí resulta fácil
entender las conductas canallescas que se producen,
es decir, se producen pulsiones destructoras que de-
bilitan el sistema y el individuo. El amor a sí mismo,
la confianza en sí mismo, la autoestima y la creencia
en sí mismo, son seriamente afectados. Pero además
en esta estructura surgen otros elementos claramen-
Fig. 5. te destructores tales como los perversos narcisistas,

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SALUD MENTAL
ser el auténtico antídoto para prevenir el mobbing.
De nuevo, su eutimia colorea su interpretación del
mundo y hace posible que los elementos positivos
se valoren en primer plano y que los negativos pa-
sen al lugar más oscuro de la conciencia. El auto-
control, es decir, la regulación de los propios sen-
timientos, acciones y respuestas emocionales, es
una conducta esencial para frenar el mobbing. Es
necesario desarrollar todas las acciones terapéuti-
cas centradas en la autoeficacia, una estrategia de
afrontamiento que permite prestar atención para
identificar los posibles obstáculos.

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los psicóticos, los egocéntricos, los paranoicos, los dico tiene que ser consciente (¡este es el gran objetivo 1994; 155:3-4.
megalómanos, etc. Estos sujetos encuentran su caldo terapéutico!) de los contenidos de su conciencia que Flórez Lozano JA. El síndrome amotivacional en el médico.
de cultivo ideal en estos grupos desestructurados reflejan los peligros de la existencia y, al mismo tiem- Medicina Integral, 1998; 32(2):40-6.
delimitando el desarrollo de la personalidad y la au- po, tiene que inundar su pensamiento de contenidos Flórez Lozano JA. Manual de prevención y autoayuda del
toestima de los demás (fig. 7). De esta forma, se sien- entusiastas y optimistas (¿Será posible?)... Natural- burnout del médico. Ed. Entheos. Madrid, 2002.
ten más fuertes, se sitúan por encima del bien y del mente el médico puede encontrar bastantes dificulta- Flórez Lozano JA. Salud mental del médico: prevención y
mal, critican a todo el mundo y, por supuesto, no des si no es capaz de desarrollar la capacidad de au- control del burnout. Salud Global 2003; 3(2):2-7.
Buendía J. Estrés laboral y salud. Madrid, Biblioteca Nueva, 1998.
admiten ninguna crítica o reproche; disfrutan con el torreflexión que le va a permitir detectar los errores y FLórez Lozano JA. Terapia integral para el médico quema-
sufrimiento de los demás y tienen una fuerte necesi- las estratagemas del agresor (Flórez Lozano, 2003). do. Ed. Menarini, Barcelona, 2003.
dad de sentirse admirados. A partir de ahí, con el apoyo de sus seres queri- Vaquero L. La violencia contra los profesionales, otro mal
Por eso, cuando desde la altura del poder se ve dos, puede encontrar ese optimismo vital que va a para el SNS. El Médico, 2003: 1(03): 28-40.
a los seres humanos como simples peones, de los
que se puede disponer a capricho, el ambiente se
constituye en sí mismo como patológico y agresi-
vamente perturbador. Esta lacerante vulnerabili-
dad que puede llegar a experimentar el médico en
la situación actual permite que se sienta amenaza-
do, angustiado y acosado por una concepción dis-
armónica de la realidad.

SUPERAR EL «MOBBING»
Ante esta embriaguez malsana, es necesario con-
seguir el orden, así como vivencias de vitalidad que
determinan la placentera sensación de un buen esta-
do de ánimo; ello da lugar al disfrute de una sensa-
ción consistente en estar fuera de la vulnerabilidad
de cualquier ser humano. El médico dotado con un
ánimo elevado tiene una alegría vital grande y una
disposición gozosa al trabajo y a la relación con los
demás; esto constituye su gran escudo protector
frente al acoso y/o agresión del medio laboral o pro-
fesional; por eso, los aspectos angustiosos de la rea-
lidad, son relegados a la penumbra de la conciencia.
Es necesario, por lo tanto, salir de la embriaguez
patológica del mobbing, de la monstruosidad psicoló-
gica de este ambiente circular destructivo y encontrar la
sensación plena, placentera y serena que puede apor-
tar el afecto, el ejercicio físico y el apoyo de los seres
queridos. Precisamente la potenciación de la eutimia
del médico es un objetivo ciertamente esencial. El mé- Fig. 7.

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SALUD MENTAL

En breve...
EL 34% DE INMIGRACIÓN HISPANA ha coordinado el trabajo, ha indicado que, en algunos por esta circunstancia.» Otra de las potenciales teorías
CONSULTA POR INTENTO AUTOLÍTICO casos, los inmigrantes presentaban trastornos adapta- forma parte de la expresión de la psicopatología. «Las
DM 03/12/04 tivos —reacciones ansiosodepresivas—, considerados emociones se expresan a través de la conducta, lo que
normales y puntuales, «pero que al interferir de ma- implica que cuando no estamos bien expresamos una
La población inmigrante hispanoamericana registra nera significativa en la salud y en el rendimiento indi- conducta alterada. La predisposición genética podría
uno de los mayores índices de consulta por tentativas vidual dejan de serlo». Sin embargo, uno de los rasgos estar implicada como factor de riesgo, pero en ningún
autolíticas, encabezadas por autoagresiones e intentos más llamativos es el elevado número de intentos au- caso es determinante», ha señalado Quintero.
de suicidio, según un estudio realizado por la Funda- tolíticos. «La población autóctona consulta por este ti- Se estima que en el 90 por ciento de los casos que
ción Jiménez Díaz, de Madrid, y la Fundación La Caixa. po de circunstancia en un 18,6%, frente al global de los consultan por intento autolítico puede coexistir pato-
Un 34,3 por ciento de los inmigrantes hispano- inmigrantes, que es de un 28,7%». Se estima que en logía asociada. Así, la intervención precoz redunda
americanos acuden a los servicios de psiquiatría por España se producen 100 intentos autolíticos por en el pronóstico y la evolución de la enfermedad. «En
tentativas autolíticas, entre las que destacan los in- 100.000 habitantes al año. En la población estudiada los africanos, por ejemplo, se ha observado un eleva-
tentos de suicidio y otras formas de autoagresión, se- por el equipo de la Jiménez Díaz, la incidencia en es- do número de pacientes que consultan por alteracio-
gún un informe llevado a cabo por el equipo de Psi- pañoles ha sido la esperada, de 105, pero «en pobla- nes de la conducta.» La intervención y la formación
quiatría de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, ción inmigrante el porcentaje se dispara». en competencia cultural también favorecería el cum-
en colaboración con la Fundación La Caixa, y cuyos Los expertos evaluaron estas tentativas por grupos plimiento terapéutico en estos pacientes.
datos se presentaron ayer en Madrid. En la elabora- de inmigración: hispanoamericanos, africanos, euro-
ción del trabajo han participado también Enrique Ba- peos no comunitarios, europeos comunitarios y asiáti- Segundas generaciones
ca, Ignacio Basurte, Juncal Sevilla, Antonio Ceverino cos. En los tres primeros grupos, sobre todo en el his- La inmigración aporta unas características concre-
y María Martínez Vigo, todos del citado hospital. panoamericano, se supera la incidencia esperada. tas en el terreno de la salud mental. A la atención es-
Según ha explicado a DM Francisco Javier Quin- pecífica e inmediata que requieren las personas que
tero Gutiérrez del Álamo, del Servicio de Psiquiatría Diferentes hipótesis acuden a nuestro país se sumará en los próximos años
en la Jiménez Díaz, la zona de referencia estudiada «En los hispanoamericanos, las tentativas autolíti- un aspecto que, según los profesionales, también debe
comprende Centro y Arganzuela, distritos con un 24 cas suponen un 34,3 por ciento de las ocasiones de tenerse en cuenta: la atención a las segundas genera-
y un 19 por ciento, respectivamente, de población in- consulta, los africanos lo hacen en un 18,2 por ciento ciones de inmigrantes: hijos de personas que proceden
migrante censada. de las ocasiones y los europeos no pertenecientes a la de otros países y que han nacido en España. «Se des-
Sin embargo, la tasa de inmigrantes podría ser UE en un 29,4 por ciento. Europeos comunitarios y conocen las consecuencias, pero de las experiencias de
superior, ya que sólo se barajan las cifras de inmi- asiáticos no reunieron población suficiente como pa- otros países, estas personas —en su mayoría niños y
grantes censados. «Uno de cada cinco pacientes aten- ra obtener resultados significativos.» adolescentes— plantean un problema de desacomo-
didos en este servicio, en la población de referencia, Este hecho ha llamado la atención de los especia- dación porque ni son de aquí ni son de allí. Los padres
no ha nacido en España.» listas, teniendo en cuenta el país de referencia y el siguen teniendo referencias de su país, pero los naci-
El censo general de 2003 indica que en España país que acoge y que para los hispanoamericanos no dos en España intentan adaptarse, si bien en algunos
existen más de dos millones y medio de inmigrantes, presenta barreras lingüísticas. casos pueden generar problemas.»
tasa a la que hay que sumar el porcentaje no calcula- Las hipótesis que subyacen a este fenómeno, según Este fenómeno se planteará en las I Jornadas Inter-
do de los denominados sin papeles. los psiquiatras, se relacionan con la existencia de reac- nacionales sobre Psicopatología de la Inmigración en
ciones depresivas que no son atendidas de forma pre- España, que se celebrarán el próximo mes de abril or-
Rebasar la normalidad coz y que, por tanto, evolucionan de forma tórpida. ganizadas por la Fundación Jiménez Díaz. Se espera la
Quintero, que junto a José Luis González de Rive- «La intervención precoz, con el desarrollo de disposi- participación de expertos en salud mental de países
ra, jefe del Servicio de Psiquiatría del citado hospital, tivos accesibles, disminuiría el número de consultas con larga trayectoria en problemas migratorios.

Agenda
■ Primeras Jornadas Virtuales de Esquizoanálisis ■ VII Congreso Argentino de Neuropsiquiatría
Rosario (Argentina), Enero de 2005 y Neurociencia Cognitiva
Información: Centro de Estudios e Investigación de Medicina y Arte Hotel Crowne Plaza Panamericano, Buenos Aires (Argentina)
medicinayarte@hotmail.com 7 a 9 de Septiembre de 2005

■ XII Simposio Internacional sobre actualizaciones Información: Asociación Neuropsiquiátrica Argentina (ANA)-International
Neuropsychiatric Association (INA) (info@stpweb.com.ar)
controversias en psiquiatría: comorbilidad
Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (España), 14 y 15 de Abril de 2005 ■ VIII Congreso Mundial de Psiquiatría
Información: Grupo Geyseco, S.L. (controversias@geyseco.com) El Cairo (Egipto), 10 a 15 de Septiembre de 2005
Información: Carolina G. Sicilia (secretaria@wpa-cairo2005.com)
■ III Congreso Colombiano de Salud Social,
Mental y Medicina Familiar ■ VIII Congreso Mundial de Psiquiatría
Centro de Convenciones de Cartagena de Indias (Colombia), 1 de Mayo de 2005 San Diego, California (EE. UU.), 5 a 9 de Octubre de 2005
Información: FANAR y PAIDIA (miguelsabogal@hotmail.com) Información: APA (apa@psych.org)

■ CLVIII Encuentro Anual de la Asociación ■ Encuentro Anual de la Sociedad Internacional


Americana de Psiquiatría para el estudio del Estrés Traumático
Atlanta (EE. UU.), 21 a 26 de Mayo de 2005 Toronto (Canadá), 2 a 5 de Noviembre de 2005
Información: APA (apa@psych.org) Información: ISTSS (istss@istss.org)

■ Calidad y Evaluación de Resultados en Psiquiatría ■ LV Encuentro Anual de la Asociación Canadiense de Psiquiatría


Palacio de Congresos de Valencia, 17 a 20 de Junio de 2005 Vancouver (Canadá), 3 a 6 de Noviembre de 2005
Información: Grupo Geyseco S.L. (barcelona@geyseco.com) Información: CPA (cpa@cpa-apc.org)

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