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SPI

entrevist

Pa l o m o moto o en bicicleta. Me orientaba como podía, ‘brujuleaba’ por ahí, y


cuando me enteraba de que se iba a celebrar un tentadero cogía mi
muleta y allá que me iba. ¡Menudas caminatas me pegaba! Me tiraba
toda la noche andando. Luego, cuando llegaba a la placita de tientas,

Li n a re s
me subía a la tapia a esperar mi turno.
P | Alguna que otra noche se le vio haciendo guardia en el portal
de la casa de un matador de toros de Linares.
R | Sobre todo en el de Paco Moreno, que era el que tenía coche y no
paraba de tentar. Me pasaba las noches durmiendo en el portal de su
casa porque sabía que tarde o temprano por ahí tenía que salir.
P | Aseguran los que le vieron que con esa edad ya andaba de
maravilla con las vacas.

“Si el rabo que corté R | Andaba como podía porque no sabía nada de esto; pero, eso sí, me
arrimaba como un perro. Poco a poco me fui haciendo un hueco entre
los ganaderos de la zona. Les caía simpático, y como luego, además,

en Madrid lo llega
veían que daba la cara…
P | Tras varios años merodeando por los tentaderos de la zona
y sin haber matado un solo becerro llegó su gran oportunidad.

a cortar otro, le hacen


En 1964 viajó a Madrid para participar en la convocatoria que
los Dominguín y los Lozano habían organizado en la plaza de
Vistalegre, con el fin de seleccionar maletillas que pudieran ser

un monumento que
toreros.
R | Así es. Parece mentira, pero durante esos años no tuve la ocasión
de torear un vaca para mí solo en el campo, y lo de matar un becerro,
ni soñarlo. Recuerdo que estaba en Linares cuando una noche leí en el

llega hasta la diario Pueblo que se iba a celebrar una prueba de selección para cha-
vales que querían ser toreros. Rápidamente comprendí que aquella
era mi gran oportunidad, y no lo pensé dos veces. Partimos de Linares

calle de Alcalá” cinco maletillas, pero se rajaron cuatro en el camino. La primera parte
del viaje fue una odisea. Recorrí cincuenta kilómetros a pie hasta lle-
gar a Santa Elena. Una vez allí, hice autostop y me subí en un camión.
Cuando llegué a la plaza de toros de Vistalegre me sorprendió la canti-
Texto: José Ignacio de la Serna dad de chavales que estaban esperando aquella oportunidad.
Fotos: Botán P | Continúe...
R | Yo pensaba que en cuanto echara pie a tierra iba a torear, pero tardé
A finales de los años cincuenta Sebastián Palomo Linares ocho días hasta que pude pegar un muletazo. Tenía en el bolsillo trece
era un niño menudo y despierto, astuto y sagaz como un pesetas y estaba desesperado. Pasaban los días y nada, que no llegaba
mi oportunidad. Dormíamos en las galerias de la plaza, el dinero se
zorro, que contagiaba alegría con una simpatía arrolladora. acababa y no hacía más que beber agua para matar el hambre. Ya no
Llegó a Madrid con trece pesetas en el bolsillo, a probar podía esperar más.
fortuna, y fue tal el éxito alcanzado, que tres años más P | Pero…
R | Pero mira por donde al octavo día salió una vaca muy seria y asti-
tarde, incluso, llegó a protagonizar las peripecias de su vida fina que tuvo leña para todos. Recuerdo que los turnos estaban orga-
en una película. El 22 de mayo de 1972 cortó cuatro orejas nizados de forma que a cada vaca salían diez chavales; pero como
y un rabo en la plaza de toros Monumental de Las Ventas aquella no se cansaba y seguía embistiendo con poder, me fui derecho
y desde entonces nadie ha repetido la hazaña. ¿Polémica? a don Pablo Lozano y le dije que no podía esperar más, que por favor
me dejara salir. Su primera reacción fue de sorpresa y me contestó que
“Eso vino después, –asegura el torero– provocada por un era demasiado pequeño para ponerme delante de aquella ‘pepa’. Pero
sector de la prensa que quiso manipularme y no pudo. En insistí tanto que al final me dio su permiso.
aquel momento nadie protestó”. P | ¿Y que pasó?
R | Pues que nada más terminar, don Pablo se acercó y me preguntó
que cómo me llamaba y de dónde venía. Entonces me dio la dirección
“Muy pronto dejé el colegio y a los siete años me puse a trabajar como de su oficina en la calle Gran Vía y me indicó que me fuera para allá
aprendiz de zapatero ‘remendón’. En mi casa, como en la gran mayo- lo antes posible, que cuando llegara dijera que iba de su parte. Yo
ría de los hogares españoles en aquellos tiempos, hacía falta el dinero estaba loco de contento y salí para la oficina corriendo como un gamo.
y yo aportaba mi granito de arena con las veinticinco pesetas que Cuando llegué me dieron la gran noticia: era uno de los maletillas
ganaba a la semana. Sin embargo, desde que tengo uso de razón no he clasificados para torear la becerrada.
querido otra cosa que ser torero, y te puedo asegurar que en mi gran P | Y con trece pesetas en el bolsillo, ¿de dónde sacó el dinero para
vocación nada tuvo que ver la necesidad económica”. alquilar un vestido de torear?
Pregunta | Pero una cosa lleva a la otra y en esos tiempos… R | Me las arreglé como pude con lo poco que me quedaba. En la sastre-
Respuesta | Ya, pero cuando apenas tienes siete u ocho años no tienes ría de la ‘maestra Nati’ alquilé un vestido blanco y plata, una montera,
noción de lo que son las cosas, y mucho menos qué es el dinero y para un par de zapatillas...; en fin, todo lo que necesitaba. Ahí fue cuando
qué sirve. Yo quería ser torero porque me nacía de dentro y porque empezó la historia de los vestidos bordados en plata, los mismos que
sentía una afición desmedida. Sólo pensaba en la forma de escaparme luego he utilizado durante toda mi carrera. Cuando tenía que arrear
del trabajo para acudir a los tentaderos. una tarde me ponía uno blanco y plata.
P | ¿Con siete años? P | Aquella becerrada significó mucho más de lo que hubiera podi-
R | Con siete años y a ‘golpe’ de calcetín. No te vayas a creer que iba en do imaginar. Inmediatamente después decidieron apoderarle

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entrevist

los hermanos Lozano y la casa toros detrás de la cadera. Esa


Domiguín.
R | Los Lozano no tenían enton-
es la pureza del toreo, digo yo,
llevar a los toros lo más largo
Qué me
ces la fuerza que tienen ahora. posible. ¿Que decían que me retorcía
Andaban luchando por ahí, en retorcía? Pues vale, pero tam-
plazas de poca categoría, pero bién los llevaba más lejos que al torear?
intuyeron en mí la posibilidad
de desarrollar un proyecto mara-
los demás.
P | Permaneció un año de novi-
También
villoso, como así fue. Recuerdo llero con picadores antes de llevaba a los
que ese año apenas toreé die- tomar la alternativa, el 19 de
ciocho novilladas sin picadores. mayo de 1966, en Valladolid. toros más
Pero al siguiente, después de
pasar un invierno recluido y
Desde entonces, el ‘fenóme-
no Palomo Linares’ pareció
lejos que los
preparándome a conciencia en imparable. ¿Cuáles fueron las demás”
su finca toledana de Alameda de claves para que su éxito subie-
la Sagra, debuté con picadores ra como la espuma?
a principios de temporada y le R | No esperar a que saliera del
di la vuelta a España. Terminé el chiquero el toro boyante. Si
año con ochenta festejos. quería ser figura del toreo tenía
P | Durante ese periodo de que cortar las orejas todas las
recogimiento y preparación, tardes. Había que atacar.
donde los toreros pulen defec- P | Si estaba preparado y sus
tos y profundizan en su con- éxitos se contaban por actua- P | Cuatro años después de tomar la alternativa se presentó en el toro, en un gesto de arrebato y desesperación. ¿Qué quería
cepto, participó activamente ción, ¿Por qué no se presentó Las Ventas para confirmar el doctorado, el 14 de mayo de 1970. demostrar?
un banderillero llamado en Sevilla ni en Madrid como ¿Cómo le recibió la afición tras esta demora? R | Eso fue después del rabo en Madrid. Resulta que aquel toro,
Felipe Novillo. ¿Quién era real- novillero? R | La afición no, un sector de la plaza que estaba situado en la ahora no recuerdo de qué ganadería era, tuvo un gran movilidad,
mente? R | Por las circunstancias. grada del siete. No sé por qué, pero Madrid siempre fue duro con- pero me hacía hilo y se vencía hacia dentro en cada muletazo. La
R | Había sido banderillero Además, tampoco lo necesi- migo. Si el rabo que corté en el año 72 lo llega a cortar otro, le gente creyó que era bueno porque pasaba una y otra vez, y como
de Domingo Ortega y tenía el taba. hacen un monumento que llega hasta la calle de Alcalá. Mira, te yo no acababa de centrarme, comenzó a protestar. Entonces decidí
toreo metido en la cabeza. Tenía P | En el año 69 protagonizó voy a contar una anécdota que me ocurrió en Madrid y que de ponerme en su camino, para que me cogiera y demostrar que no
gracia, porque apellidándose junto a El Cordobés una tem- alguna manera resume mi relación con esta plaza. Hace unos era tan bueno como ellos pensaban. Me arrimé como un conde-
Novillo no te imaginas cómo a ‘guerrilla’ fue muy porada que fue bautizada como años se celebró en Las Ventas un festival a beneficio de Enrique nado pero no me echó mano. Y como ya estaba harto de tantas
embestía. Felipe hacia el ‘avión’
con una clase extraordinaria.
importante para ‘la guerrilla’, que tuvo como
escenario cosos de menor cate-
Bojilla, mi banderillero de toda la vida. Pues bien, cada vez que le
tocaba el turno a uno de mis compañeros, el público se levantaba
protestas, cogí la calle del medio y me lance literalmente sobre los
pitones del toro. Después, algunos tuvieron la osadía de decir que
P | ¡Qué envidia! la fiesta. Pretendía goría. Exactamente, ¿de qué se de su asiento y rompía el silencio con una gran ovación. Menos a Palomo había perdido los nervios. ¡Una polla los nervios! Lo que
R | Embistiendo era el mejor trataba? mí. Cuando llegó mi turno no me dedicaron ni una sola palma. quería era que me cogiera.
del mundo. Nunca he visto una dignificar la profesión R | ‘La guerrilla’ fue muy impor- ¿Qué te parece? P | Me parece que es mejor tenerlo como amigo que como
cosa igual. Cómo sería que per-
maneció a mi lado hasta que el
de torero y defender tante para la fiesta porque, entre
otras cosas, pretendía dignificar
P | ¿Le afectó esa reacción?
R | ¿A mí?, en absoluto. Jamás me afectaron esas cosas.
enemigo.
R | En la plaza no he sido precisamente un garbanzo blando.
hombre ya no pudo más. Incluso la independencia de la profesión de torero y defender P | Volvamos a la tarde de su confirmación. P | Nunca anunció su retirada, ¿por qué?
siendo matador de toros se venía la independencia de los que nos R | Yo estaba deseando torear en Madrid, así que cuando me vi en R | Sencillamente, porque nunca me he retirado. Es absurdo qui-
conmigo a América para entre- los que nos ponemos ponemos delante del toro. En el patio de caballos me sentí el hombre más feliz del mundo. Ese tarse de algo que a uno le gusta.
nar. Con Felipe aprendí mucho.
P | Los Lozano han tenido
delante del toro” aquel momento el toreo estaba
monopolizado por cinco gran-
año de 1970 toreé dos tardes y corté tres orejas. En la segunda salí
por la Puerta Grande.
P | ¿Qué han significado en su carrera los hermanos Lozano?
R | Todo. Mi segunda familia. Prácticamente empezamos juntos
fama de ser muy disciplina- des empresarios, que quisieron P | Además, era raro el ‘sanisidro’ en el que no cortaba una en esto, y desde entonces no nos hemos separado ni un momento.
dos y meticulosos a la hora de contratarnos en todas sus plazas oreja. En ellos he encontrado una entrega total, absoluta, la misma que
preparar toreros. como si formaran una sola empresa, y, además, por la misma R | Como salía a darlo todo, no tuvieron más remedio que entre- han recibido por mi parte. En esta vida hay que ser agradecido, y
R | Eran muy duros y muy profesionales. Fíjate hasta donde lle- cantidad de dinero. Y claro, aquello no nos convenció. Por eso garse. yo lo soy. Su capacidad de trabajo y su profesionalidad es algo que
gaba su afán de perfeccionamiento que siendo novillero graba- decidimos plantear una temporada alternativa en otras plazas. P | Hablemos del polémico rabo que cortó en Las Ventas. no está al alcance de todos.
ban todas mis actuaciones con una cámara de ‘superocho’ para El éxito fue total. Sucedió la tarde del 22 de mayo de 1972, con un toro de la P | Por cierto, en la cresta de la ola protagonizó varias pelícu-
luego, tranquilamente, corregir los defectos. P | Sin embargo, dicen que no sólo las plazas eran de menor ganadería de Atanasio Fernandez, de nombre Cigarrón. las. Una de ellas, Nuevo en esta plaza, se estrenó en 1965. ¿Cómo
P | ¿Y cuál fue el que más le costó corregir? categoría, también el trapío del toro. Quizá esto restó impor- R | ¿Polémico? Allí nadie protestó. Además, te puedo asegurar se sentía ante la cámara?
R | Yo creo que ninguno. Todo lo veía claro. tancia a su postura. que la faena fue de rabo. Lo de la polémica vino al día siguiente, R | De maravilla. Además, era muy fácil. Se trataba de hacer de uno
P | ¿Gracias al valor? R | Mira, cuando he querido matar una corrida de toros de Pablo generada por ese sector de la prensa que quiso y no pudo mani- mismo; y si te equivocabas, podías repetir.
R | Pues no lo sé. Pero lo cierto es que para mí nada era difícil. Romero, Miura o el Conde de la Corte en una plaza de primera pularme. Recuerdo que la tarde fue dura porque en mi anterior P | ¿Recuerda dónde vio el estreno?
Me gustaba tanto lo que hacía que aprendí sobre la marcha. categoría, lo he hecho porque me ha dado la gana. Las he pedido actuación no había tenido suerte con un lote de Garzón. Por eso, R | En una sala de la Gran Vía madrileña. Yo estaba allí, sentadito
Además, si alguna virtud he tenido es que he sabido escuchar yo, cuando en realidad no lo necesitaba. En el toreo, cuando eres cuando aparecí por el portón de cuadrillas, ‘gracias’ a la prensa, en mi butaca, tranquilamente, pero cuando terminó la proyección
con humildad cuando se me ha corregido. Te estoy hablando figura, eliges las corridas y el dinero que tú consideras que está en el público me recibió con una bronca tremenda. ¡Imagínate el y la gente me reconoció me sacaron a hombros y me pasearon
incluso cuando era matador de toros. consonancia con tu categoría. Eso ha pasado toda la vida y seguirá panorama! Luego, me entretuve en cortar cuatro orejas y un rabo. por la calle.
P | ¿Cuál era el concepto de Palomo Linares? pasando. Además, el público estaba encantado con nosotros. Así es el toreo. P | En Linares ‘fliparían’ con Palomo.
R | Intentaba por todos los medios enganchar a los toros por P | ¿Y la prensa? P | ¿Cómo fue Cigarrón? R | Sobre todo en mi casa, donde empezamos a comer divinamen-
abajo y adelante. Y después, tirar de ellos para que su embestida R | La prensa echaba humo porque no me podía manipular. Sin R | Extraordinario. Bravo como la lumbre y repetidor. Empecé con te todos los días.
describiera una circunferencia a mi alrededor. Quedarme quieto embargo, hubo un periodista llamado Emilio Romero que adop- las dos rodillas en tierra, primero con la mano derecha y después P | ¿Qué es lo más importante en la vida de un hombre?
y en el sitio, y la muleta otra vez puesta debajo del morro. tó una postura muy inteligente. Sabía que su periódico, el diario con la izquierda. Le formé un lío gordísimo y lo maté por el hoyo R | La familia.
P | Algunos decían que se retorcía al torear. Pueblo, tenía que ofrecer una información que interesara a la de las agujas. Ese mismo año, antes que en Madrid, corté otro rabo P | ¿Y quién ha sido Palomo Linares en el toreo?
R | Eso es algo que siempre me ha hecho mucha gracia. Lo que gran mayoría. Y como ‘la guerrilla’ interesó a todos, pues siguió en la Monumental de México. R | El mejor. ¡Ojo!, y con mucha diferencia.
ocurría es que, como era muy flaquito y tenía una gran elasti- de cerca nuestros pasos. Sin esperarlo, nos hizo una publicidad P | Anda por ahí una fotografía que, sinceramente, me ha P | ¿Puedo ponerlo así en esta entrevista?
cidad en la cintura, podía permitirme el lujo de echarme a los tremenda. impresionado. Aparece lanzándose como un kamicaze sobre R | Para eso te lo he dicho.

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