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AUT OCONCIENCIA POR BL MOVIMIENTO Esta obra ofrece una serie de ejercicios practicos, sjaersipadlos en doce lecciones, con los cuales se intenta Id formaci6n de - \ mejores habitos corporates, ast como ef. éstablecimiento de. f D( EL MOVIMIENTO juevias dimensiones de la conciencia yla autoimagen. Por lo 9 jeneral, y segiin explica el autor, las personas se preocupan if oO F Ejercicios faciles para mejorar tu postura, finicamente por el objetivo que se debe’ alcanzar.sin prestar a4 4 vision, imaginacion y desarrollo personal atencién a la cantidad de esfuerzo desorganizado y difuso 4 E A que’ponen en juego.£l remedio consiste en perfeccionar la’ _sensibilidad y-en tomar conciencia del movimiento, con lo * que se logra la eliiminacion “del esfuerzo superfluo, de todo. ‘cuanto se interfiere con el movimiento 0 sele opone. 4A medida que vada uno tratade mejorar —dice et autor ‘puede encontrar en si mismo varias etapas del desarrollo.¥ a ‘medida que progresa, Jos recursos necesarios par atin mas se hacen cada vex mds sutiles.» En est ejercicios que presenta Feldenkrais consisten en simples, faciles:y leittos, ab alcance por lo tanto distintas edades,a.quienes ofrecen n la posibilidad de integrar. su desarrollo, fisico y mental en una ttotalidadd ae? fa .UTOCONCIENCIA N ~ METODO PARA MEJORAR LA SALUDY ELEVARILA Ct _ SENSORIAL, ES TAMBIEN. AUTOR, ENTRE OTROS LIBR( DIFICULTAD DE VER LO OBVIOY EL PODER DEL YO AMOS —IGU Mae 'PUBLICADOS F POR PAIDOS. ht Primera parte COMPRENDER AL HACER Prefacio "4 Laautoimagen...... 2. 2.19 Niveles de desarrollo... . . « . 33 Dénde empezar y cémo +. 39 Estructura yfuncién .... . +. 49 La direccién del progreso. . . . + 55 Segunda parte HACER PARA COMPRENDER: DOCE LECCIONES PRACTICAS 62 Observaciones generales . . . . +. 65 Algunas sugerencias précticas . +. 74 Leceién 1. {Qué es una postura correcta?.. 6... on: 0175) Leccién 2. ;Qué accién es buena? . +» 93 Leccién 3. Algunas propiedades fundamentales del movimiento . ere: + 99 Leceién 4. Leccién 5. Leccién 6. Leccién 7. Leccién 8. Leceién 9. Leccién 10. Leceién 11. Leceién 12. Epilogo . . - Diferenciacin de las parts y las funciones os =o 07 ydelosextensores .. 0s 00s + 123 Diferenciacién de los movimientos pelvianos mediante un reloj imaginario 127 La postura de la cabeza influye sobre el estado dela musculatura... . . « iematzs 435 Perfeccionamiento de la autoimagen. +145 Las relaciones espaciales como medio decoordinarla accion... ... = 153 El movimiento de los os organiza el movimiento del cuerpo. . . : Cémo conocer las partes de las que no tenemos conciencia con ayuda de aquellas de las que tenemos conciencia . Pensamiento y respiracién PREFACIO Actuamos de acuerdo con nuestra autoimagen, Esta—que a su vez gobiemna cada uno de nuestros actos— es condicionada en gra- do variable por tres factores: herencia, educacién y autoeduca- cién. La parte hereditaria es la més inmutable. El patrimonio biol6- gico del individuo —torma y capacidad de su sistema nervioso, es- tructura 6sea, misculos, tefidos, gléndulas, piel, sentidos—es de- terminado por su herencia fisica mucho antes de que él posea identidad establecida alguna. Su autoimagen se desarrolla a partir de sus acciones y reacciones en el curso normal de la experiencia. La educacién determina el propio lenguaje y crea un patron de conceptos y reacciones comin a una sociedad dada. Tales concep- tos y reacciones varfan segiin el ambiente en que nace la persona; no son caracteristicos de la humanidad como especie, sino s6lo de ciertos grupos de individuos. Dela educacién resulta en gran medida la direcci6n que segui- ri la autoeducacién, que constituye el elemento mas activo de nuestro desarrollo y que, en el plano de lo social, empleamos con frecuencia mayor que los elementos de origen biolégico. La auto- ccducacidn influyc sobre la mancra cn que adquirimos la cducacién exterior, asi como sobre la seleccién del material que se aprende y el rechazo de lo que no podemos asimilar. Educacién y autoedu- cacién son procesos intermitentes. En las primeras semanas de la vida infantil, la educacién radica sobre todo en absorber el am- biente, y la autoeducacién casi no existe: sélo consiste en rechazar 2 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVINIENTO todo aquello que, desde el punto de vista orgénico, resulta extrafio ¢ inaceptable para las caracteristicas hereditarias del infante, o en resistirse a ello, Laautoeducacién progresa a medida que el organismo infantil rece y se estabiliza, El nifio desarrolla poco a poco caracteristicas individuales; empieza a elegir, de acuerdo con su propia naturale- za, unos u otros objetos y acciones. Ya no acepta todo cuanto la educacién trata de imponerle. Esta y las propensiones individuales se asocian para establecer la tendencia que gobernara toda nuestra conducta y nuestras acciones habituales. De los tres factores activos que intervienen en la formacién de Ja autoimagen, slo la autoeducacién esté, en cierta medida, en nuestras manos. Recibimos la herencia fisica sin haberla pedido, la educacin nos es impuesta, y ni siquiera la autoeducacién es por entero voluntaria en los primeros afios, sino que es decidida por la relacién de las fuerzas de la personalidad heredada, las caracteris- ticas individuales, el Funcionamiento eficiente del sistema nervioso y la intensidad y persistencia de las influencias educacionales. La herencia hace de cada uno de nosotros un individuo tinico por su estructura fisica, su aspecto y sus acciones. La educacién hace de cada uno de nosotros un miembro de alguna sociedad humana particular, y procura hacernos tan parecidos como sea posible a todo otro miembro de esa sociedad. Esta dicta nuestra manera de vestimas, por lo que nuestra apariencia es similar ala de otros. Al darnos un lenguaje, la sociedad nos hace expresarnos en la misma forma que otros. Instila en nosotros una pauta de conducta y valo- res, y trata de que también nuestra autoeducacién influya de ma- nera tal que deseemos parecernos a todos los demés. ‘Como consecuencia, incluso la autoeducacién, es decir, la fuer- za activa que pugna por abrir paso a lo individual y levar al cam- po de la acci6n la diferencia hereditaria, tiende en gran medida a poner nuestra conducta en concordancia con la de los otzos. El de- fecto esencial de la educaci6n, tal. como la conocemos hoy, reside en que se basa sobre practicas antiguas y a menudo primitivas que no perseguian en forma consciente ni clara su propésito igualita- rio. Ese defecto tiene su ventaja, puesto que al carecer la educa- ciGn de todo propésito definido, salvo el de moldear individuos de ‘modo que no sean inadaptados sociales, no siempre logra anular por completo ala autoeducacién. Sin embargo, incluso en los pai- ses avanzados, donde los métodos educacionales se perfeccionan PREFACIO B constantemente, hay similitud cada vez mayor de opiniones, apa- riencia y ambiciones. El desarrollo de los medios masivos de co- municaci6n y las aspiraciones a la igualdad politica también con- tribuyen en forma sustancial ala actual confusién de identidades. Los conocimientos y técnicas modernos en los campos de la educacién y la psicologia ya han permitido al profesor B, F. Ski ner, psicélogo de Harvard, presentar métodos para producis in viduos «satisfechos, capaces, educados, felices y creativos». Ese es también, en efecto, el objetivo de la educacién aunque no se lo enuncie en forma tan explicita, Por cierto, Skinner no se equivoca acerca de a eficacia de esos métodos, y existen pocas dudas de que én su momento seremos capaces de crear unidades de forma hu- mana, educadas, organizadas, satisfechas y felices: y si aplicéramos todos los conocimientos que poseemos en el campo de la herencia biol6gica, incluso lograriamos producir varios tipos distintos de dichas unidades, con el fin de satisfacer todas las necesidades de la sociedad. Esta utopia, que tiene posibilidades de realizarse cn nuestro tiempo, es el resultado l6gico de Ia situacién actual. Para mate- rializarla s6lo necesitamos provocar uniformidad biolégica y em- plear medidas educacionales apropiadas para impedir la autoedu- cacién. ‘Muchas personas consideran que la comunidad importa mas que los individuos de que se compone. En todos los paises avan- zados se advierte una tendencia hacia el mejoramiento de la co- ‘munidad; las diferencias residen sélo en los métodos que se eligen para alcanzar esa meta. Parece haber acuerdo general en que lo mis importante es mejorar los procesos sociales de empleo, pro- duccién y provisién de iguales oportunidades para todos. Toda so- ciedad procura inculear en los més j6venes, mediante la educacién, aquellas cualidades que les permitiran formar una comunidad tan uniforme como les resulte posible, capaz de funcionar sin mayores tropiezos. Puede que tales tendencias sociales concuerden con Ja ten dencia evolutiva de la especie humana; de ser asi, todos deberia- mos, por cierto, ditigir nuestros esfuerzos hacia el cumplimien- to de ese fin, Empero, si por un momento hacemos a un lado el concepto de sociedad y nos volvemos al hombre mismo, comprobamos que aquélla no es la mera suma total de las personas que la constituyen 4 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO y que, desde el punto de vista del individuo, tiene un significado distinto, Para éste, la sociedad importa, ante todo, como campo en el que debe avanzar para ser aceptado como miembro valioso; va- lor que, a sus propios ojos, es influido por su posicién en la socie- dad. Pero ésta también le importa en cuanto campo donde ejerci- tar sus cualidades individuales, desarrollar y expresar aquellas particulares inclinaciones propias que forman parte orginica de su personalidad, Las caracteristicas orgénicas provienen de la heren- cia biol6gica y es esencial manifestarlas para que el organismo fun- cione en toda su plenitud. A medida que la tendencia a la unifor- midad, dentro de nuestra sociedad, crea innumerables conflictos con los rasgos individuales, la adaptacién a la sociedad puede re- solverse por supresi6n de las necesidades orgénicas individuales, 0 bien por identificacién del individuo con las necesidades de la so- ciedad (en forma tal que a él no le parezca impuesta), lo que pue- de llegar hasta el punto de que el individuo se sienta rebajado cuando no acierte a comportarse con arreglo alos valores sociales, La educacién provista por la sociedad obra en dos direcciones a la vez, Elimina toda tendencia disidente mediante penas consis- tentes en el retiro de su apoyo y, al mismo tiempo, inculca al indi- viduo valores que lo obligan a superar y desechar los deseos es- pontineos. Por efecto de tales condiciones, la mayoria de los adultos viven hoy tras una mascara, la mascara de la personalidad que cl individuo procura presentar a otros y a si mismo. Toda as- piracién o deseo esponténeo es objeto de una rigurosa critica in- tema, no sea que revele la indole orgénica del individuo. Esas as- piraciones y deseos despiertan inquietud y remordimiento, y el individuo procura combatir el impulso de realizarlos. El tinico premio que toma soportable la vida a pesar de tales sacrificios es la satisfaccién derivada del reconocimiento, por la sociedad, del individuo que alcanza el €xito tal como lo entiende ella, Tan inten- sa es la necesidad de recibir apoyo constante de los propios con- xgéneres, que la mayor parte de las personas parecen consagrar la principal parte de sus vidas a consolidar sus méscaras, Sélo la re- peticién del éxito puede estimular al individuo a persistir en la mascarada El éxito tiene que ser visible y supone un ascenso constante por la escala socioeconémica. Si el individuo no logra ascender, no sdlo se tomarin dificiles sus condiciones de vida; ademés, él dis minuira de valor ante sus propios ojos hasta el punto de poner en PREFACIO 15 peligro su salud mental y fisica. Apenas si se permitiré tomarse unas vacaciones, aunque disponga de los medios materiales para ello, Las acciones y el impulso que las origina —necesarios para mante- ner una mascara exenta de fallas y grietas, so pena de revelarse tal como él cs— no se detivan de necesidad orgénica alguna. Como consecuencia, la satisfaccién que obtiene de esas acciones, por mas éxito que tengan, no es orgénica, no lo revitaliza; es una mera gra- tificacién superficial, externa. ‘Muy lentamente, con los afios, ese hombre llega a convencerse de que el reconocimiento de su éxito por la sociedad tiene que darle contentamiento orginico; mas atin, se convence de que se lo da, Con no poca frecuencia, tanto se adapta el individuo a su mas- cara, tan completa es su identificaci6n con ella, que ya no siente impulso orginico alguno, ni satisfacciones de esa especie. Tal vez a raiz de ello descubra que en sus relaciones familiares y sexuales hay fallas y trastornos, y que quiza siempre los hubo, pero siempre se los pas6 por alto en atencién al éxito del individuo en la socie- dad. Pues la verdad es que, en comparacién con la brillante exis- tencia dela mascara y con su valor social, la vida orgénica privada y la atencién de necesidades urgentes de poderosos impulsos or- ‘ginicos no tienen casi importancia. La gran mayoria de las perso- nas viven, detris de sus méscaras, vidas lo bastante activas y satis- factorias como para que puedan sofocar, sin gran dolor, cualquier vacio que sientan al detenerse y escuchar qué les dice el coraz6n, En las ocupaciones que la sociedad considera importantes, na- die triunfa hasta tal punto que le permita vivir una vida de mésca- ra satisfecha, Muchos de aquellos que, en su juventud, no acerta- ron a labrarse una profesién u oficio que les brindara prestigio suficiente para mantener sus méscaras en vida, afirman que son perezosos y no tienen el cardcter ni la perseverancia necesarios para aprender algo. Intentan una cosa tras otra, van de empleo en empleo, y sin embargo se consideran, invariablemente, aptos para cualquier cosa que se les presente. Tal confianza en sus propias ap- titudes les infunde satisfaccin orgénica suficiente para justificar cada tentativa nueva, Pueden no tener menos dotes naturales que otros —tal vez tengan mas—, pero han adquirido hasta tal punto el habito de descuidar sus necesidades orgdnicas, que ya no logran sentir interés genuino por actividad alguna. Acaso tropiecen con algo en lo que se asienten més que de costumbre e incluso alcan- zan cierta eficiencia, Pero aun en ese caso sera la suerte de haber 16 AUTOCONCIENCIA POX EL MOVEMIENTO encontrado ese empleo y, gracias a él, una posicién social, lo que Jes permitira fundar un juicio sobre su propio valor. Al mismo tiempo, el débil respeto que sienten por sf mismos los leva a bus- car éxito en otras esferas, una de las cuales bien puede ser la pro- miscuidad sexual. Esta, paralela al constante cambio de empleo, es activuda por el misniy sicumisny, os devis, la Urcencia en alguna dote propia y especial. Eleva su valor ante sus propios ojos, y tam- bién proporciona por lo menos una satisfaccién orgénica parcial; bastante, en todo caso, para que valga la pena intentarlo de nuevo. La autoeducacién —que, segtin vemos, no es del todo auténo: ma— provoca aun otros conflictos estructurales y funcionales. Muchas personas padecen de algtin trastorno en la digestién, la climinaci6n, la respiracién o la estructura ésea. El alivio periédico de una de esas disfunciones trae consigo otros mejoramientos , por un tiempo, un aumento de la vitalidad general. Este perfodo sera seguido, poco menos que en cada caso, por un periodo de sa Jud y énimo empobrecidos. Resulta obvio que de los tres factores que determinan en gene- ral la conducta del hombre, tan solo la autoeducacién est sujeta en medida apreciable a la voluntad. La cuestién radica entonces en cual es realmente esa medida y, mas en particular, en qué forma puede uno ayudasse a si mismo. Muchos optaran por consultar a un especialist, y en los casos graves es la mejor solucién. Empero, muchos no lo consideran necesario, 0 no desean en modo alguno hacerlo: en todo caso, dudan que el especialista pueda serles ati En definitiva, el Gnico camino abierto a cada uno es ayudarse a si mismo. ‘Camino duro y complejo, estd sin embargo entre las posibili- dades pricticas de toda persona que sienta necesidad de cambiar y mejorar, mientras tenga presente que debe comprender con clari- dad algunos puntos para que ese proceso —la adquisicién de un nuevo conjunto de respuestas— no le resulte demasiado dificil Es preciso entender bien desde el principio que el proceso de aprendizaje es irregular, consiste en pasos y no carece de altibajos. Esto rige incluso para algo tan simple como aprender de memoria tun poema. Un dia un hombre puede aprenderlo, y al dia siguiente no recordar nada, Pocos dias después, sin haber vuelto a estudiar- Jo, tal vez compruebe de pronto que lo sabe perfectamente. Inclu- 0 si deja de pensar en ese poema durante meses, un breve repaso se lo restituird por completo. No debe desanimarse en conse- PREFACIO 7 cuencia, comprobar que en algtin momento hemos retrocedido al punto inicial; a medida que el aprendizaje continéia, esas regresio- nes se tornarn mas raras, y més fécil, en cambio, retornar al nue- vo estado, ‘También es preciso comprender que a medida que se operan cambios en la propia persona se descubren dificultades nuevas, hhasta entonces inadvertidas. La conciencia las rechazaba antes, fuese por miedo o por dolor; solo a medida que la confianza en si mismo se fortalece se tora posible reconocerlas. ‘Muchas personas efectiian tentativas esporadicas por mejorar yy corregirse, aunque a menudo no tengan clara conciencia de ello. La persona media se contenta con sus actividades y piensa que no necesita nada, salvo un poco de gimnasia para corregir unas pocas deficiencias que ha notado, Todo lo dicho en esta introduccién se dirige, en rigor, a ese hombre medio a cuyo juicio nada de esto le concierne. ‘A medida que cada uno trata de mejorarse, puede encontrar en si mismo varias etapas de desarrollo, ¥ a medida que progresa, los recursos necesarios para corregirse ms atin se tornan cada vez iis sutiles. En el presente libro, he trazado con detalle considera- ble los primeros pasos por ese ¢amino, con el fin de que el lector egue més lejos atin por su propio impulso. LA AUTOIMAGEN DINAMICA DE LA ACCION PERSONAL, Cada uno de nosotros habla, se mueve, piensa y siente en for- ‘ma distinta, de acuerdo, en cada caso, con la imagen de s{ mismo que ha construido con los afios. Para modificar nuestra manera de actuar debemos modificar la imagen de nosotros mismos que lle- vamos dentro. Esto implica, desde luego, cambiar la dindmica de nnuestras reacciones, no el mero reemplazo de una accién por otra Tal proceso supone no solo cambiar nuestra autoimagen, sino tam- bién la indole de nuestras motivaciones, y movilizar ademés todas las partes del cuerpo interesadas en ello. Esos cambios determinan las notables diferencias en la forma en que cada individuo ejecuta acciones similares, por ejemplo, es- cribir a mano y pronunciar. ‘LOS CUATRO COMPONENTES DE LA AOCION Nuestra autoimagen consiste en los cuatro componentes que intervienen en toda accién: movimiento, sensacin, sentimiento y pensamiento. El aporte de cada uno de ellos a una accién particu- Jar varia, tal como difieren las personas que la ejecutan, pero en cualquier accién estard presente, en alguna medida, cada uno de Ios cor tes. ; gard passa, pot-cjesaploana persona debe estar despieny y 20 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO saber que esta despierta y no sofiando; 0 sea, debe sentir y discer- nir cudl es su posicién respecto del campo de gravedad. De ello se deduce que en el pensar intervienen también el movimiento, la sensacién y el sentimiento, Sentirse iracundo o feliz, exige a un hombre adoptar cierta postura, en alguna suerte de relacién con otra persona y objeto. 0 sea, también debe moverse, tener sensaciones y pensar. Para tener una sensacién —visual, auditiva, tactil—la persona debe interesarse 0 sorprenderse por algiin hecho que le concierne, o tener conciencia de éste. Es decir, debe moverse, experimentar un sentimiento y pensar. Para moverse, debe emplear por lo menos uno de sus sentidos, consciente o inconscientemente, lo que involucra ademas senti- miento y pensamiento, Cuando alguno de esos componentes de la accién disminuye casi hasta el punto de desaparecer, la vida misma puede correr pe- ligro, Es dificil sobrevivis, aun por periodos breves, sin efectuar movimiento alguno. Un ser privado de todos sus sentidos carece de vida. Es el sentimiento lo que nos impulsa a vivir; sentirnos so- focados nos fuerza a respirar, Sin siquiera un minimo de pensa- miento reflejo, ni un escarabajo subsiste mucho tiempo. ‘LOS CAMBIOS SE TORNAN FIJOS COMO HABITOS. En realidad, nuestra imagen nunca es estética. Cambia de una accién a otra, pero tales cambios poco a poco se transforman en habitos;o sea, las acciones asumen un caracter fijo, invariable, Enlaedad temprana, cuando la imagen va cobrando forma, su ritmo de cambio es activo; répidamente se adquieren formas de ac- cién nuevas, que tan sélo la vispera superaban la capacidad del nfo. El infante empieza a ver, por ejemplo, pocas semanas des- pués del nacimiento; un buen dia empieza a ponerse de pie, cami- nar y hablar. Las experiencias del propio nifio y su herencia biol6- gica se combinan lentamente, hasta crear una manera individual de pararse, caminar, hablar, sentir, atender, asi como de ejecutar todas las restantes acciones que otorgan sustancia a la vida huma- na, Pero si bien la vida de una persona, vista desde cierta distancia, parece muy similar a la de cualquier otra, un examen més dete do revela que son por completo distintas. En consecuencia, debe- LA AUTORMAGEN an ‘mos emplear las palabras ylos conceptos de manera tal que se apli- quen mas 0 menos flexible o igualmente a todas. (COMo Si: FORMA LA AUTULMAGEN Nos limitaremos, pues, a examinar en detalle la faceta motriz, de la autoimagen. Por estar el instinto, el sentimiento y el pensa- miento conectados con el movimiento, el papel que cumplen en la creacién de la autoimagen se revela por si solo cuando considera- mos el papel que corresponde en ella al movimiento. La estimulacién de ciertas células de la corteza motriz del cere- bro activa un mésculo particular. Hoy se sabe que la correspon- dencia entre las células de la corteza y los misculos que activan no es absoluta ni exclusiva, Sin embargo, podemos considerar que existe base experimental suficiente para justificar la suposicién de que ciertas células especificas activan misculos especificos por lo menos en sus movimientos bésicos y elementales. ACCION INDIVIDUAL Y ACCION SOCIAL El recién nacido es incapaz de ejecutar practicamente nada de Jo que hara como adulto en la sociedad, pero es capaz de hacer casi todo lo que hace el adulto como individuo. Puede respirar, comer, digerir, defecar, y su cuerpo ¢s capaz de organizar todos los proce- sos biol6gicos y fisiol6gicos, con excepcién del acto sexual que, en el adulto, puede considerarse como un proceso social, pues se consuma entre dos personas. En el comienzo, la actividad sexual permanece confinada a la esfera individual. Ahora en general se acepta que la sexualidad adulta se desarrolla a partir de la autose- xualidad inicial. Este enfoque permite explicar las insuficiencias fen ese campo como una falla de desarrollo individual hacia la se- xualidad social plena CONTACTO CON EL MUNDO EXTERNO EI contacto del infante con el mundo exterior se establece principalmente por medio de los labios y 1a boca; por medio de EI’ , es decir, en la misma forma en que los animales hacen lo que necesitan para vivir. Aunque tales acciones se presentan en nosotros naturalmente, no son en modé alguno simples, Incluso la mas simple de las actividades humanas es tan misteriosa como el retomo de la paloma al palomar desde lar- gas distancias o la construccién de la colmena por las abejas. LAS ACTIVIDADES NATURALES CONSTITUYEN UNA HERENCIA COMUN ‘Todas esas actividades naturales son similares en las personas, como lo son entre las palomas y las abejas. En todas partes del mundo existen tribus que en forma natural han aprendido a hablar, as{ como a correr,saltar, combatir, usar ro- pas, nadar, danzar, sembrar, teer lana, cuir cueros, hacer cestos, y dems, e incluso lo han hecho asf familias aisladas residentes en islas, En algunos sitios estas actividades se han desarrollado y ra- mificado; en otros, siguen iguales a como eran en los primeros tiempos. 34 AUTOCONCIENCIA POR EL. MOVIMIENTO [LA SEGUNDA ETAPA ES INDIVIDUAL En las épocas y lugares donde ha tenido lugar una evolucién siempre encontramos una etapa especial, individual. Esto significa que ciertas personas establecieron su forma propia y especial de ejecutar las actividades naturales. Una puede haber dado con su manera particular de expresarse, otra con una forma singular de correr, de tejer 0 confeccionar cestos, en suma, con un estilo indi- vidual, que difiere de la manera natural, de ejecutar esta o aquella actividad. Cuando este método personal demostr6 poser ventajas decisivas fue adoptado por otros. Asi los australianos adquirieron elarte de arrojar el bumerén, los suizos aprendieron a cantar pa- sando de la voz. natural a la de falsete y viceversa, los japoneses a servirse del yudo y los islefios de los Mares del Sur a nadar bra- ceando en crol. Esta es la segunda etapa. ‘TERCERA ETAPA: METODO Y PROFESION Cuando cierto proceso es susceptible de ejecutarse en varias formas, alguien puede advertir la importancia del proceso mismo, prescindiendo de la forma en que lo ejecute este 0 aquel individuo. Discerniré algo en comin entre las actividades individuales y defi- nira el proceso como tal. En esta etapa, que es la tercera, el proce- so se consuma de acuerdo con un método especifico que resulta del conocimiento y deja de ser natural Si estudiamos la historia de los diversos oficios que se practi- can en el mundo civilizado encontramos esas tres etapas casi sin excepci6n. En los albores de la humanidad el hombre ereé natu- ralmente dibujos hermosos. Leonardo da Vinci aplicé principios clementales de perspectiva, pero sélo en el siglo x1x éstos fueron plenamente definidos (por Monge) y desde entonces se los ensefia en todas las escuelas de arte EL METODO APRENDIDO DESALOJA LAS PRACTICAS NATURALES Segiin puede observarse, las priiticas naturales han cedido gradualmente su lugar a métodos adquiridos, «profesionales»; la sociedad en general niega al individuo el derecho a emplear el mé- NIVELES DE DESARROLLO 35 todo natural y, antes de permitirle trabajar, lo obliga a aprender la manera aceptada de hacerlo, El nacimiento de un nifio, por ejemplo, fue en otro tiempo un proceso natural y las mujeres sabian, legado el caso, c6mo ay. ‘unas a otras. Peto cuando la parteria se convirti6 en método aceptado y la partera cont6 con un diploma, la mujer comin dejé de estar autorizada o capacitada para ayudar a otra durante un arto. Hoy en dia asistimos a un continuo proceso de desarrollo de sistemas construidos conscientemente, que reemplazan a los méto- dos individuales ¢ intuitivos, y vemos que las acciones ejecutadas antes en forma natural se convierten en profesiones reservadas para especialistas. Hace tan s6lo 100 afios era posible tratar a los ‘enfermos con métodos naturales. Hoy en dia el atender una casa se transforma en profesién, y amueblarla esta a cargo del decorador de interiores. Lo mismo ocurre con muchos otros campos de acti- vidad, donde se incluyen las matemitticas, el canto, el teatro, la guerra, la planificaci6n, y otras esferas similares; empezaron como actividades naturales y llegaron a convertitse, pot efecto de per- feccionamientos individuales, en sistemas y profesiones. CUANTO MAS SIMPLE ES UNA ACCION MAS TARDA EN PERFECCIONARSE. La observaci6n y el estudio revelan que cuanto mas simple y comiin es una accién natural, mAs tiempo necesita para alcanzar la tercera etapa, la sistematica. Hace miles de afios que se desarrolla- ron métodos aceptados para el tejido de alfombras, la gcometria, Ia filosofia y las matematicas, Caminar, estar de pie y otras activi. dades basicas llegan sélo hoy a la tercera etapa. En el curso de su vida, toda persona pasa por las tres etapas en algunas de sus actividades; en muchas otras no va més alla de la primera o de la segunda, Todo hombre nace en un tiempo deter- minado y crece en una sociedad donde se encuentra con distintas actividades en varias etapas de desarrollo: algunas en la primera, otras en Ja segunda y otras en la tercera I I _TD TTI I 36 AUTOCONGIENCIA POR EL MOVINIENTO. Es DIFICIL DEFINIR LAS ETAPAS ‘Todo hombre se adapta a su época. En el caso de ciertas accio- nes, la manera natural de realizarlas constituye el limite de cuanto es capaz de hacer, y también de lo que su sociedad es capaz de ha- cer: en el caso de otras se espera de él que llegue a la segunda eta- pa, y en el de muchas otras a la tercera. Esa adaptacién presenta dificultades obvias que se deben alo vago del proceso, En muchas situaciones resulta dificil determinar si el individuo debe atener- se alo natural, o empezar por el principio y estudiar las etapas metédicas. Asi, muchas personas incapaces de cantar 0 bailar lo justfican diciendo que nunca lo aprendieron, Pero también existen muchos que cantan y danzan naturalmente, y estn seguros de que los can- tantes y bailarines formados como tales no saben més que lo que saben ellos, a menos que posean mejores dotes naturales. Hay mu- chas personas que no saben tocar el tambor, saltar en alto 0 en lar- 80, tocar una flauta, dibujar, resolver crucigramas o ejecutar mu- chas otras actividades que en tiempos pasados slo se aprendian de manera natural; hoy ni siquiera se atreven a aprender por si so- Js esas artes debido a que existen pata ello inétodos aceptados. Tan grande es a juicio de esas personas el poder de! sistema, que incluso borran de su autoimagen lo poco que aprendieron de nifios acerca de esas actividades, por encontrarse empefiadas en otras que aprendieron sistematica y conscientemente. Si bien tales personas son muy ttiles para la sociedad, carecen de espontanei- dad y, en las esferas ajenas a lo profesional, sus vidas tropiezan con dificultades. Volvemos, pues, a la necesidad de examinar y perfeccionar nuestra autoimagen, para poder vivir de acuerdo con nuestra constitucién y nuestras condiciones naturales, no de acuerdo con una autoimagen que fue establecida por el azar, sin mayor conoci- miento nuestro, PROBLEMAS QUE PUEDEN PRESENTARSE CON LA TERCERA ETAPA La etapa sistematica de acci6n no consiste en puras ventajas. Su principal inconveniente reside en que muchas personas ni si quiera tratan de hacer cosas especializadas y como consecuencia NIVELES DE DESARROLLO 37 ‘nunca intentan siquiera pasar por las dos primeras etapas, que es- tiin dentro de la capacidad de cualquiera. Sin embargo, la etapa sistematica es de gran importancia. Nos permite hallar formas de conducta y accién que concuerdan con nuestras necesidades per- sonales ¢ interiores y que no podriamos encontrar naturalmente debido a que las circunstancias ¢ influencias externas nos han lle- vado por otras direcciones donde es imposible progresar de forma continuada. El estudio sistemético y la conciencia deben propor- cionar a cada hombre los medios necesarios para indagar en todos los campos de accién, con el fin de encontrar para si mismo un si- tio donde pueda obrar y respirar libremente, DONDE EMPEZAR Y COMO METODOS DE CORRECCION HUMANA El problema de corregirse a s{ mismo —sea con ayuda de otros 0 mediante el propio esfuerzo— ha preocupado al hombre a lo largo de toda su historia. Muchos sistemas se idearon para ese fin: las di versas religiones han procurado describir formas de conducta orientadas hacia el mejoramiento del hombre. Distintos métodos de andlisis se proponen liberar su comportamiento de compulsiones hondamente arraigadas, Los sistemas «esotéricos» —es decir, «inter- ‘nos»— practicados en Tibet, la India y Japén, y aplicados en todos los tiempo de la historia humana, influyeron también sobre el judais- ‘mo, Los cabalistas, los tzadikim y los practicantes del « Mussar» (mo- ralistas), menos conocidos que aquéllos, fueron mis influidos por el budismo Zen y el Raja Yoga que lo que parece a primera vista. Hoy es comin también toda una serie de métodos de sugestién. ¢ hipnosis (se los aplique a una sola o a muchas personas). En dis- tintos lugares del mundo se emplean por lo menos cincuenta de ta- les métodos, considerado cada uno de ellos, por sus adeptos, como el método. ESTADOs DE LA EXISTENCIA HUMANA Es habitual distinguir, en la existencia, entre dos estados: la vi- gilia y el suefio. Definiremos un tercer estado: el conacimiento. Fn 40 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO éste, el individuo sabe con exactitud qué hace mientras se encuen- tra despierto, tal como a veces sabemos, al despertar, qué sofiamos mientras dormiamos. Por ejemplo, un hombre de 40 afios puede adquirir conocimiento de que una de sus piernas es més corta que la otra sélo después de haber suftido dolor de espalda, de que se le hayan sacado radiografias y de que un médico le haya diagnostica- do su problema. Esto se debe a que, en general, el estado de vigi lia se parece mas al de suefio que al de conocimiento, Siempre se ha considerado que el suefio es un estado conve: niente para inducir mejoramientos en un hombre. Coué utilizaba el momento en que un individuo se duerme para provocar la auto- gestién, y el sueiio mismo para lograr la sugestidn. En la hipnosis, el sujeto es sometido a un estado de suefio parcial o profundo que permite sugestionarlo con més facilidad, Algunos métodos mo- dernos recurren al suefio para ensefiar matemiticas o idiomas, asi ‘como para sugestionar. El estado de vigilia parece apropiado para aprender procesos que suponen repeticién y explicacién, pero no sugestién. Es dificil modificar los habitos adquiridos en estado de vigilia; por otro Jado, presentan pocas dificultades cuando se trata de comprender material nuevo. COMPONENTES DEL ESTADO DE VIGILIA Cuatro componentes constituyen el estado de vi cin, sentimiento, pensamiento y movimiento. Cada uno sirve ‘como base para toda una serie de métodos de correccién. En la sensacién incluimos, ademas de los cinco sentidos cono- cidos, el sentido cenestésico, que comprende el dolor, la orien- tacién en el espacio, el paso del tiempo y el ritmo. El sentimiento comprende —aparte de las conocidas emocio- nes de alegria, tristeza, ira y demas— respeto de si mismo, senti- miento de inferioridad, supersensibilidad y otras emociones cons- cientes ¢ inconscientes que tfien nuestras vidas, El pensamiento abarca todas las funciones del intelecto, tales como la de oponer derecho e izquierdo, bueno y malo, acertado y cerrado, y las de entender, saber que uno entiende, clasificar cosas, reconocer reglas, imaginar, saber qué es lo que se siente, recordar todo lo anterior, y demas. DONDE EMPEZAR ¥ COMO 41 El moviniento incluye todos los cambios temporales y espacia- les del estado y las configuraciones del cuerpo y sus partes, tales como los que se producen al respirar, comer, hablar, circular la sangre y digerir, HABLAR SOBRE COMPONENTES POR SEPARADO SUPONE. UNA ABSTRACCION Excluir cualquiera de los cuatro componentes sélo se justifica al hablar de ellos. En la realidad, en el estado de vigilia no hay un solo instante en que el hombre no emplee al mismo tiempo todas, sus facultades. Es imposible, por ejemplo, recordar un hecho, una persona un paisaje sin emplear por lo menos uno de los sentidos —a vista, el oido o el tacto— para recobrar el recuerdo junto con Ja autoimagen de aquel momento, tal como la posicién, al edad, el aspecto, la accién o los sentimientos agradables o desagradables. De esa interaccién resulta que prestar atencién cuidadosa a cualquiera de los componentes influira sobre los otros y, por lo tanto, sobre toda la persona. En realidad, no hay manera practica de corregir a un individuo que no involucre un mejoramiento gra- dual dirigido, alternativamente, al todo y a las partes. LAS DIFERENCIAS ENTRE LOS SISTEMAS PARECEN MAYORES EN LA TEORIA QUE EN LA PRACTICA Las verdaderas diferencias entre los diversos sistemas de co- ee eee ieee | ied ee temee eee eee ee Explicita o implicitamente, en su mayor parte se basan sobre el su- puesto de que el hombre tiene propensiones innatas que pueden modificarse, es decir, suprimirse, controlarse o inhibirse. Todos los, sistemas que atribuyen al hombre un carter fijo consideran cada tuna de sus cualidades, facultades y dones como un ladrillo en un edificio; en algunos edificios, este o aquel ladrillo puede faltar © ser defectuoso, Estos sistemas exigen afios de esfuerzo a la persona que quiere mejorarse a si misma, Algunos de ellos incluso le requieren consa- sgrar toda su vida a esa tarea. CT Mee 42 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO MEJORAMIENTO DE PROCESOS, A DIFERENCIA DE MEJORAMIENTO DE PROPIEDADES Ese enfoque estatico convierte la carreccién en un camino lar- g0 y complejo. Creo que se basa en supuestos errOneos, pues re- sulta imposible reparat los ladrillos defectuosos de una estructura humana o agregarle los que faltan, La vida humana es un proceso continuo y lo que debe mejorarse es la calidad del proceso, no sus propiedades o su tendencia. ‘Muchos son los factores que influyen sobre ese proceso y es preciso combinarlos para que éste sea fluido y pueda ajustarse por si solo. Cuando mas claramente se entiendan los fundamentos del proceso, mejores seran los resultados UTILIZAR LOS DEFECTOS PARA MEJORAR Asi como en cualquier proceso complejo las desviaciones res- pecto de lo normal se utilizan como ayudas para corregirlo, en el mejoramiento del ser humano no se deben suprimis, pasar por alto © superar por la fuerza los defectos y desviaciones, sino que se los debe emplear para dirigir la correccién. (CORREGIR LOS MOVIMIENTOS CONSTITUYE EL MEJOR MODO DE MEJORARSE A Sf MISMO Se ha sefialado que cualquiera de los cuatro componentes del estado de vigilia influye inexorablemente sabre los restantes. La eleccién del movimiento —uno de dichos componentes— como principal medio de mejoramiento se basa en las siguientes razones: 1. La principal ocupaci6n del sistema nervioso es el movimiento El movimiento constituye la principal ocupacién del sistema nervioso porque no podemos ejercitar los sentidos, el sentimiento ni el pensamiento en ausencia de una setie de acciones polifacéti- cas y sutiles que el cerebro ejecuta para sostener el cuerpo contra la fuerza de gravedad; necesitamos saber al mismo tiempo dénde estamos y en qué posicién, Para conocer nuestra posicién, DONDE EMPEZAR Y COMO a3 del campo de gravedad, en relacién con otros cuerpos, o para mo- dificarla, debemos recurrir a nuestros sentidos y a nuestras facul- tades del sentimiento y el pensamiento. Hacer intervenir activamente todo el sistema nervioso en el estado de vigilia constituye parte de todos los métodos de mejora rmiento de si mismo, incluso de aquellos que afirman ocuparse en s6lo uno de los cuatro componentes de la vigilia 2. La cualidad del movimiento es més facil de distinguir Tenemos un conocimiento més claro y seguro de la organiza- ci6n que tiene el cuerpo contra la traccién de la gravedad que so- bre la ira, el amor, la envidia e incluso ef pensamiento. Es relativa- mente mas facil aprender a reconocer la cualidad del movimiento que la cualidad de los otros factores. 3. Tenemos una experiencia mds rica del movimiento Todos tenemos més experiencia del movimiento que del senti- miento y el pensamiento, y mayor capacidad para aquél. Muchas personas no diferencian entre sobreexcitabilidad y sensibilidad y consideran como una debilidad una sensibilidad altamente desa- rrollada. Suprimen todo sentimiento perturbador y evitan las si- tuaciones que pueden provocarlo. Muchas personas restringen 0 dislocan en forma similar el pensamiento, Se considera que pensar libremente significa desafiar las normas de conducta aceptadas, n0 s6lo en lo religioso sino también en cuestiones conectadas con las relaciones sociales, la economia, la moral, el sexo, el arte, la politi cay hasta la ciencia. 4. La capacidad para moverse inflye mucho sobre la propia aloracién Es probable que para la autoimagen de una persona su con: textura fisica y su capacidad para moverse sean mas importantes que cualquier otro factor. Nos basta observar a un nifio que ha encontrado una imperfeccién en su boca o algtin otro rasgo de su aspecto fisico que parece tornarlo distinto de los demés, para con- ‘vencernos de que ese descubrimiento afectaré en forma considera- ble su conducta. Por ejemplo, si su columna vertebral no se ha de- 44 AUTOCONCIENGIA POR El. NOVIMIENTO sarrollado bien, le resultaré dificil efectuar movimientos que exi- gen un agudo sentido del equilibrio. Tropezaré facilmente y ne- cesitaré ejercer en forma constante un esfuerzo consciente para hacer Jo que otros nifios hacen con toda naturalidad, Se ha desa- rrollado en forma distinta de los otros; comprucba quc necesi- ta pensar y prepararse de antemano; no puede confiar en sus, propias reacciones espontiineas. Asi, sus dificultades de movimien- to socavan y deforman su respeto por si mismo y le imponen una conducta que interfiere en su desarrollo segin sus inclinaciones naturales. 3. Toda actividad muscular es movimiento Toda accién se origina en la actividad muscular, Ver, hablar e incluso oir exigen accién muscular. (Cuando oimos, el misculo la tensién del timpano de acuerdo con la intensidad del sonido.) El cualquier movimiento no sélo tienen importancia la coordi- nacién mecénica y la exactitud temporal y espacial; también es im- portante la fuerza, Por efecto de la relajacién permanente de los miisculos la accién se torna lenta y débil; por efecto de su tensién excesiva y permanente, se torna brusca y angular. Ambas situacio- nes ponen de manifiesto estados mentales y se relacionan con el motivo de las acciones. En los alienados, las personas nerviosas y las de autoimagen inestable, es posible discernir en el tono muscu- lar alteraciones que concuerden con el trastorno psiquico. En cambio, otros atributos de la accién, como el ritmo y el ajuste en tiempo y espacio, pueden ser mis satisfactorios. Incluso un obser- vador que carece de preparacién especial y no sabe con exactitud qué es lo que le pareve usal puede advert trastornos en la regula- cidn de la intensidad del movimiento y en la expresi6n facial de una persona que ve por la calle. 6. Los movimientos reflejan el estado del sistema nervioso Los miisculos se contraen por efecto de una interminable serie de impulsos que provienen del sistema nervioso, Tal es la causa por la cual el patrén muscular de la posicién vertical, la expresién facial y la voz reflejan el estado del sistema nervioso. Como es ob- vio, nila posicién, ni la expresi6n ni la voz pueden modificarse sin DONDE EMPEZAR Y COMO 45 que en el sistema nervioso se opere un cambio que desencadene los cambios exteriores y visibles. En consecuencia, cuando hablamos del movimiento muscular nos referimos, en rigor, a aquellos impulsos del sistema nervioso que activan los misculos, que no pueden funcionar sin impul sos que los dirijan, Aunque el misculo cardiaco del embrién empie- za.a contraerse antes atin de que se hayan desarrollado los nervios gue han de controlarlo, no funciona en la forma que nos es comin aa todos hasta que su propio sistema nervioso puede regular esa ac- tividad. De esto podemos extraer una conclusién que a primera vista resulta parad6jica: el mejoramiento de la accién y el movi- miento s6lo puede presentarse después de haberse producido un cambio previo en el cerebro y el sistema nervioso. O sea que un perfeccionamiento de la accién corporal refleja un cambio en el control central, que es la Gnica autoridad. El cambio en el control central es el que sobreviene en el sistema nervioso. En cuanto ta- Jes, esos cambios son invisibles para el ojo humano; en consecuen- cia, algunos consideran que su expresién exterior es puramente mental, en tanto que, a juicio de otros, es puramente fisica. 7. El movimiento constituye la base del conocimiento La mayor parte de lo que sucede dentro de nosotros permane- ceapagado y oculto hasta que llega alos miisculos. Sabemos lo que sucede en nuestro interior no bien los masculos de nuestro rostro, coraz6n o aparato respiratorio se organizan de acuerdo con ciertos, patrones, que nosotros conocemos como miedo, ansiedad, risa o algiin otro sentimiento. Si bien sélo se necesita muy corto tiempo para organizar la expresi6n muscular de la respuesta interna, 0 sentimiento, todos sabemos que es posible controlar la propia risa antes de que otros la adviertan. En cambio, no podemos impedir- nos expresar visiblemente el miedo y otros sentimientos. No nos damos cuenta de lo que sucede en nuestro sistema ner- vvioso central hasta que cobramos conciencia de cambios operados en nuestra postura, estabilidad y actitud, pues tales cambios se ad- vierten mas facilmente que los que se producen en los miisculos mismos. Somos capaces de impedir una expresién muscular com- pleta gracias a que los procesos de aquella parte del cerebro que atiende las funciones peculiares del hombre son mucho mas lentos que los procesos de las porciones cerebrales encargadas de aten- EEE EEE 46 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO der lo que es comin al hombre y al animal. La lentitud misma de 0s procesos nos permite juzgar y decidir si actuaremos 0 no. El sistema entero se ordena por si solo, de modo que los mésculos se preparan tanto para ejecutar la accidn como para impeditla. No bien adquirimos conocimtento de los medios que se apli- can a organizar una expresién, podemos, a veces, discemnir qué estimulo la desencadena. En otras palabras, reconocemos el esti- mulo de una acci6n, o Ja causa de una respuesta, cuando nos tor- namos suficientemente conscientes de los muisculos que intervie- nen en ella. A veces podemos tener conciencia de que algo ocurre en nuestro interior, sin ser capaces de definirlo con exactitud. En este caso, esti surgiendo una nueva pauta de organizacién, que atin no sabemos cémo interpretar. Después de que se haya presen- tado varias veces se tornard familiar; entonces reconoceremos su causa y advertiremos incluso los primeros signos del proceso. En algunos casos la experiencia deberd repetirse muchas veces antes de que la reconozcamos. En definitiva, de la mayor parte de lo que sucede en nuestro interior nos damos cuenta principalmente por intermedio de los mésculos. Una parte menor de esa informacion nos llega por intermedio de la envoltura, es decir, la piel del cuer- po entero, las membranas que revisten el tracto digestivo y las membranas que encierran y revisten los érganos de la respiracién, asi como las superficies internas de la boca, la nariz y el ano. 8. Respiracién es movimiento Nuestra respiracién refleja todo esfuerzo emocional o fisico, asi como cualquier trastorno. También es sensible a los procesos vegetativos. Las alteraciones de la glndula tiroides, por ejemplo, causan una respiracién de tipo especial que ayuda a diagnosticar la enfermedad. Todo estimulo fuerte y repentino detiene la respira- cién, Cualquier persona sabe, por experiencia propia, cudn estre- cha relacién existe entre la respiracién y los cambios emocionales fuertes o su inminencia prevista ‘Alo largo de toda la historia humana encontramos sistemas y normas encaminados a inducit un efecto calmante mediante el perfeccionamiento de la respiracidn. El esqueleto humano se halla construido de tal modo que resulta poco menos que imposible or- ganizar la respiracién de manera adecuada sin dar al mismo tiem- po al esqueleto una posicién satisfactoria en relacién con la erave- DONDE ENPEZAK Y COMO 47 dad. Sélo se logra reorganizar la respiracién en la medida en que se logra, para aquel fin, perfeccionar la organizacién de los miscu- los esqueléticos para mejorar la postura y el movimiento, 9. Los goxnes del hébito Queda por fin una razén —la més importante de todas— por Ja cual debemos elegir la esfera de la acci6n para iniciar el ataque hacia el mejoramiento del hombre. Toda conducta, como sefiala- ‘mos antes, constituye un complejo de misculos, sensacién, senti- miento y pensamiento que se movilizan. En teoria, se podria utili- zar cada uno de esos componentes en lugar de alguno o algunos otros, pero tan importante es el papel que cumplen los miisculos en cualquiera de esas alternativas que, si se los omitiera de las pau- tas de la corteza mottiz, el resto de los componentes de esas pautas se desintegraria. La corteza mottiz del cerebro, donde se establecen las pautas 0 patrones que activan los misculos, se encuentra s6lo a pocos mili- metros por encima de la capa cerebral donde se operan los proce- s0s de asociacién. Todos los sentimientos y sensaciones que un hombre ha experimentado se vincularon, en algin momento, con los procesos de asociacién mental. El sistema nervioso posee una caracteristica bisica: no pode- ‘mos ejecutar una accién y, al mismo tiempo, la acci6n contraria, En cualquier momento dado, el sistema entero consuma una suer- te de integracién general que el cuerpo expresar en ese momen- to. La postura, la sensacién, el sentimiento y el pensamiento, asi como los procesos bioquimicos y hormonales, se combinan de modo tal que forman un todo que no puede dividirse en sus dis- tintas partes. Por complejo ¢ intrincado que sea, ese todo consti- tuye el conjunto del sistema tal como se integra en ese momento dado. Dentro de una y otra integracién, s6lo adquirimos conciencia de los factores donde entran en juego los misculos y la envoltura de piel y membranas. Ya hemos visto que, en la conciencia, los miasculos desempefian el papel principal. No puede operarse un cambio en el sistema muscular sin un previo cambio correspon- diente en la corteza mottiz. Si lograramos, de alguna manera, pro- vocar una modificacién de la corteza mottiz y, por medio de tal cambio, una alteraci6n de la coordinacién de las pautas 0 de las 48 ADTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO pautas mismas, se desintegraria la base sobre la cual se sustenta la conciencia en cada una de las integraciones clementales. Debido a la estrecha proximidad existente entre la corteza mo- triz y las estructuras cerebrales relacionadas con el pensamiento y el sentimiento, asf como a la tendencia de los procesos de un sec- tor del teiido cerebral a propagarse hacia los tejidos vecinos, un cambio radical en la corteza motriz no puede sino tener efectos pa- talelos sobre el pensamiento y el sentimiento, Un cambio fundamental que se opere en la base motriz, dentro de cualquier patrén de integracién, puede fracturar la cohesién del conjunto y, en consecuencia, liberar al pensamiento y el senti- miento de las ataduras que los sujetan a los patrones de sus rutinas establecidas. En esa situacién es mucho mas facil efectuar cambios en el pensamiento y el sentimiento, puesto que la parte correspon- diente a los misculos, por intermedio de la cual el pensamiento y el sentimiento llegan hasta nuestra conciencia, ha cambiado y ya no expresa més las pautas que nos eran familiares. El habito ha perdido su principal sostén, que son los masculos, y se ha tornado més décil al cambio. ESTRUCTURA Y FUINCION: ‘LA ABSTRACCION ES EXCLUSIVAMENTE HUMANA Hemos dicho que todo el proceso de la vida puede descompo- nerse en cuatro componentes: movimiento, sensacién, sentimiento y pensamiento. Este iltimo difiere en muchos aspectos del movi- miento. Tal vez podamos aceptar la idea de que, bajo la forma en que se encuentra en cl hombre, el pensamiento es propio de éste. Sibien cabe admitir que en los animales superiores se pueden ob- servar algunas chispas de algo similar al pensamiento, no hay duda de que la abstraccién es tertitorio exclusivo del hombre; la teoria dela armonia en miisica, la geometria del espacio, las teorias de los conjuntos y de las probabilidades, son inconcebibles fuera de la mente humana. El cerebro y el sistema nccvioso humanos posecn ademés, en cierta parte de su estructura, una peculiaridad que la diferencia por completo de la estructura de otras partes del cere- bro, parecidas en general a las que poscen otras criaturas vivas. Aqui no hay espacio para un andlisis detallado de las diferencias anat6micas y fisiol6gicas; deberd bastar, pues, una descripcién ge- neral de la estructura. ‘La PARTE ESTRICTAMENTE INDIVIDUAL DEL CEREBRO El cerebro necesita, para subsistt, cierto ambiente quimico y cierta temperatura. Y todo organismo vivo contiene un grupo de 50 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO estructuras que dirigen y regulan la quimica y la temperatura del conjunto de modo tal que éste pueda sobrevivir, Ese grupo de es- tructuras constituyen el sistema rinico; atiende los requerimientos internos individuales de cada organismo vivo. Si esas estructuras son defectuosas, el organismo queda lisiado 0 deja de ser viable. Son simétricas y hereditarias en todos los detalles de su disposi- ci6n y funcionamiento. IMPULSOS INTERNOS PERIODICOS Un segundo grupo de estructuras cerebrales atiende todo lo que concierne a la expresién exterior de las necesidades internas vitales. La necesidad de sustentar el cuerpo y el sistema rinico crean impulsos internos que se expresan hacia el ambiente. Esto es cumplido por el sistema limbico, grupo de estructuras que tiene a su cargo todo cuanto concieme a los movimientos del individuo en el campo de gravedad y a la satisfaccién de todos los impulsos internos, como el hambre y la sed y la eliminacién de los produe- tos residuales. En resumen, atiende todas las necesidades internas, que se intensifican cuando no son satisfechas, y disminuyen o de- saparecen cuando lo son, hasta que la necesidad aumenta y el ciclo. empieza de nuevo, ‘Todas las maravillas que habitualmente adjudicamos al instin- to, como la construccién de nidos por las aves, la confeccién de su tela por la araiia y la capacidad de la abeja y la paloma para en- contrar a gran distancia el camino de vuelta, se originan en dichas estructuras. ‘LOS ALBORES DE LA CAPACIDAD DE APRENDER Ya en actividades de este tipo pueden advertirse las propieda- des especificas del sistema nervioso humano. La estructura, la or- ganizacién y las acciones son principalmente hereditarias, a dife- rencia de lo que sucede con el sistema rinico, descrito antes, que es por completo hereditario y no cambia de un individuo a otro, sal- vo en los casos de cambios fundamentales por evolucién. Los instintos no son tan estacionarios y definidos como a me- nudo pensamos: varian v presentan peauenias diferencias entre iin -. °C OO ESTRUCTURA Y FUNCION st individuo y otro. En ciertos casos el instinto es débil y su accién necesita ser provocada por cierta cantidad de experiencia indivi- dual; ¢s el ejemplo del nifio recién nacido que no chupa hasta que sus labios son estimulados por el pezén. En otros casos el instinto permite un considerable grado de adaptacién a las citcunstancias, y allf se encuentra el primer indicio de aptitud para cambiar de acuerdo con las exigencias del ambiente; en sintesis, el nacimiento o albor de la capacidad de aprender: Asi, los pajaros, cuando se los tras- Jada a un Ambito extrafio, se acostumbran a construir nidos con ‘materiales que no conocfan. Pero la adaptacién es dificil y no todos los individuos tienen el mismo éxito. La adaptacin de los instin- tos a las exigencias de un ambiente nuevo puede llegar hasta el pun- to de acercarse alo que solemos llamar entendimiento y aprendizaje LA DIFERENCIACION FINA ES UNA PRERROGATIVA HUMANA Un tercer grupo de estructuras cerebrales se ocupa en las acti- vvidades que diferencian al hombre de los animales. Se trata del sis- tema supralimbico, mucho mas desarrollado en el hombre que en cualquiera de los animales superiores. De este sistema depende la delicada diferenciacién de los misculos de la mano, lo que multi- plica el niimero posible de pautas,ritmos y matices de cada opera- cidn, Ese sistema hace de la mano humana un instrumento capaz de ejecutar misica, dibujar, escribir y realizar muchas otras activi- dades. Fl sistema supralimbico imparte igual sensibilidad a los midsculos de la boca, la garganta y el aparato respiratorio. Andlo- gamente, el poder de diferenciacién multiplica en este caso el né- mero de patrones sonoros que es posible producir, de lo cual re- sulta la creacién de centenares de lenguajes y gran variedad de maneras de cantar y de silbar. EXPERIENCIA INDIVIDUAL CONTRA HERENCIA La estructura y los tefidos de este sector del sistema nervioso son hereditarios, pero su funcién depende en gran medida de la experiencia individual. No hay dos escrituras iguales. La letra de tun individuo depende del lenguaje que aprendié a escribir en pri- met término, el tipo de escritura que se le enseii6, la pluma o ins- 52 AUTOCONCIENCIA POR EL. MOVINIENTO trumento que haya utilizado, la posicién asumida al escribir, y ast sucesivamente; es decir, dependerd de todo cuanto haya afectado Ia formacién de pautas 0 cédigos en la corteza motriz durante el aprendizaje. La pronunciacién correcta de la lengua madre por un indivi- duo determina en gran medida el desarrollo de los miisculos de su lengua, asf como el de su boca, su voz y su paladar. El primer len- guaje de un hombre influye sobre la potencia relativa de los miisculos de su boca y sobre la estructura de la cavidad bucal has- ta tal punto, que en cualquier lenguaje que hable con posteriori- dad sera posible reconocer, debido a las dificultades de ajustar los ) individuo como consecuencia de dificultades surgidas en el proce- 80 de desarrollo fisiolégico o social. Cuando el individuo experi- menta repetidas veces una dificultad, por lo comin abandona la actividad que le resulta dificil dominar, en la que no tiene éxito 0 que le ha sido desagradable de algiin modo. Establece una norma para s{ mismo, diciéndose, por ejemplo: «No puedo aprender a bailar, o bien: «No soy sociable por naturaleza», o esto: «Nunca entenderé las matemiticas». Los limites que se fija a si mismo no s6lo detendrin su desarrollo en las esferas que ha resuelto aban- donar, sino también en otras, y pueden incluso influir sobre toda su personalidad. La sensacion de que algo es «demasiado dificil» se propagari a otras actividades hasta incluirlas. Es dificil estimar con exactitud la importancia que tienen para el individuo las cualidades de que ca rece y las cosas que, por lo tanto, nunca intenta, incurriendo asi, sin saberlo, en pérdidas incalculables. EL PERFECCIONAMIENTO NO TIENE LIMITES El hombre que estaba habituado a leer a la luz de una antorcha © una limpara de aceite pens6 que la vela de cera era la tiltima pa- labra y no prest6 mayor atencién al humo, e! hollin o el olor que despedia. Cuando consideramos el posterior desarrollo de la ilu- minacién artificial, comprendemos que al fir limites slo nos ba- samos en la ignorancia. Cada vez que ampliamnos los confines de nuestro conocimiento, aumentan nuestra sensibilidad y la preci- siGn de nuestras acciones y se expanden los limites de lo que con- sideramos normal. Cuanto mas avance un individuo en su desarrollo més facil le resultard la accién, facilidad que es sinénimo de organizacién ar- moniosa de los sentidos y los miisculos. Cuando la actividad esté exenta de tensién y esfuetzo superfluo, la facilidad resultante de ello da margen libre para una sensibilidad mayor y una diserimi- nacién més aguda, que a su ver facilitan més atin la accién. Ahora serd capaz de reconocer el esfuerzo innecesatio incluso en accio- ‘nes que antes le parecian faciles. Al refinarse mas atin, esta sensi- bilidad para la accién se tornaré cada vez més delicada hasta al- canzar cierto nivel. Para superar este limite, es preciso perfeccionar J organizacién de toda la personalidad, Empero, a esta altura del 96 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO proceso, los nuevos avances no se consumarén lenta y gradual- mente, sino mediante sibitos pasos hacia delante, La facilidad de accién se ha desarrollado hasta convertirse en una cualidad nueva, que abre nuevos horizontes. Supongamos que un actor, locutor o maestro que ha sufrido de ronquera empieza a estudiar maneras de mejorar su habla a fin de liberarse del problema. Al principio intentara localizar el exceso de esfuerzo en su aparato respiratorio y su garganta, Cuando haya aprendido a disminuir el gasto de esfuerzo y a hablar més facil- mente, advertira con sorpresa qne ademés ha estado haciendo un trabajo innecesario con los misculos de su maxilar inferior y su lengua, trabajo del que antes ne tenfa conciencia y que contribuia a su ronquera, Asi, la facilidad lograda en un campo posibilita una ‘observacién més estrecha y exacta de lo que sucede en otros que tienen relacién con aquél. Cuando siga ejercitindose en sus nuevas aptitudes y utilice sin cesfuerzo los miisculos de su lengua y su maxilar inferior, esa perso- na descubrira que s6lo habia utlizado la parte posterior de la boca y la garganta para producir su voz, y no la parte delantera de la bboca. Ello le suponia mayor esfuerzo para respirar, porque necesi- taba mayor presién de aire para forzar la voz.a través de la boca ‘Cuando aprende a emplear también la parte delantera de la boca el habla se le torna mucho més facil, y entonces comprueba que ade- més ha mejorado el uso de los miisculos del pecho y el diafragma Entonces descubrird, para gran sorpresa suya, que la interfe- rencia en los miisculos del pecho, el diafragma y la parte delantera de la boca se debia a una tensién continua de los misculos de la nuca y el cuello, que forzaba su cabeza y su ment6n hacia delante y alteraba la respiracién y los érganos del habla. Esto lo llevard a otras comprobaciones relacionadas con su manera de mantenerse derecho y de moverse. Esto significa que en el hablar correcto interviene el total de la personalidad. Pero la historia no termina en estos descubrimien- tos, en los perfeccionamientos que se derivan de ellos y en la faci- lidad de accién resultante, Ademés, ese hombre descubre que su voz, limitada antes a una sola octava, puede alcanzar ahora tonos mucho més altos y més bajos. Descubre en su voz una cualidad en- teramente nueva y se da cuenta de que puede cantar, También esto abre nuevas posibilidades y le revela aptitudes con las que antes ni siquiera hubiese sofiado. QUE ACCION ES BUENA? 97 ‘Usa LOS MUSCULOS GRANDES PARA EI. TRABAJO PESADO Para que el movimiento sea eficaz, el trabajo pesado de mover a cuerpo debe ser trnsfetid alos mésculos mis capaces de he cerlo. Si observamos cuidadosamente, veremos que los miisculos més ‘grandes y fuertes son los conectados con la pelvis. La mayor parte del trabajo la ejecutan esos miisculos, en particular los de las nal- zs, los muslos y el abdomen. A medida que nos alejamos del cen- tro de gravedad del cuerpo en direccién a las extzemidades, los misculos se tornan cada vez més delgados. Los misculos de los miembros esti construidos de mancra quc pucdan ditigir sus mo- vimientos con exactitud; ala vez, la mayor parte de la potencia de los misculos pelvianos es conducida por los huesos de las extre- midades hasta el punto donde debe eercerse. En un cuerpo bien organizado, el trabajo que hacen los gran- des mésculos es llevado por miisculos mas débiles hasta su destino final, por intermedio de los huesos, pero sin que pierda en el ca- mino gran parte de su energia, ‘LAS FUERZAS QUE TRABAJAN EN ANGULO RESPECTO DEL TRAYECTO PRINCIPAL CAUSAN DANO En condiciones ideales, el trabajo realizado por el cuerpo pasa Jongitudinalmente por la columna vertebral y los huesos de las ex- tremidades, es decir, en una direccién que se parece tanto como ¢s posible a la linea recta. Si el cuerpo forma angulos respecto de la principal linea de accién, parte del esfuerzo efectuado por los iisculos pelvianos no llegaré al punto a donde se dirigia; ademis, los ligamentos y articulaciones sufririn daiios. Por ejemplo, si em- pujamos algo con una mano y el brazo completamente extendido, Ja fuerza de los misculos pelvianos actuara directamente a lo largo del brazo y de la mano. En cambio, si el brazo esta doblado en én- gulo recto en el codo, la fuerza ejetcida por la mano no podra ser superior a la del antebrazo solo. La accién se tozna dificil e incémo: da, porque Ia fuerza de los grandes misculos no puede resultar Stil, ya que es absorbida casi totalmente por e! cuerpo. ‘Cuando la estructura del esqueleto no logra transmit la fuer- za de los grandes mitsculos pelvianos por intermedio de los hue- 98 AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO sos, resulta uy diffeil abstenerse de tensar el pecho para permitir ue los masculos direccionales hagan por lo menos parte del tra- bajo que deberia ser hecho con facilidad por los mésculos pel- vianos. La buena organizacién corporal posibilita ejecutar la ma- yoria de las acciones normales sin sensacién alguna de esfuerzo 0 tensién, DESARROLLAR TRAYECTOS DE ACCION IDEALES El trayecto de accién ideal del esqueleto al pasar de una posi- ci6n a otra —por ejemplo, de sentado a de pie o de acostado a sen- tado—es aquel que seguiria si no tuviera misculo alguno, es decir, silos huesos estuviesen conectados s6lo por ligamentos. Para al- zarse del suelo segiin el trayecto mds corto y eficiente, el cuerpo debe hallarse organizado de modo tal que los huesos sigan los tra- yectos que seguirfan en un esqueleto sobre cuya cabeza se ejerciera ‘tracci6n. Si siguen esos caminos, el esfuerzo muscular se transmi- tira alo largo de los huesos y todo el esfuerzo de los masculos pel- vianos se transformard en trabajo util. Leccién 3 ALGUNAS PROPIEDADES FUNDAMENTALES, DEL MOVIMIENTO En esta leccién aprenderd a reconocer algunas de las propieda- des fundamentales de los mecanismos de control de los mésculos voluntarios, Comprobard que para modificar el tono fundamental de los miisculos, es decir, el estado de contraccién en que se en- cuentran antes de ser activados por la voluntad, son suficientes al- rededor de 30 movimientos lentos, livianos y cortos. Una vez efec- tuado, el cambio Ye tono se propagaré a toda la mitad del cuerpo gue contiene la parte en que se inici6 el trabajo. Una accién se tor- na facil de ejecutar y el movimiento se vuelve liviana enanda los. poderosos miisculos de! centro del cuerpo hacen la mayor parte del trabajo y las extremidades se limitan a dirigir los huesos hacia el punto de destino del esfuerzo. Indague el estado de su cuerpo Tiéndase de espaldas. Separe cémodamente las piernas. Ex- tienda los brazos hacia arriba, un poco separados, de manera tal que el izquicrdo esté mas o menos en Kinea recta con la piemna de recha y el derecho lo esté con Ia izquierda. Cierre los ojos y trate de verificar las partes de su cuerpo que estén en contacto con el suelo, Preste atencién a la forma en que los ralones yacen sobre el suelo; observe sila presién sobre ambos 8 igual y si el contacto con el suelo se produce exactamente en el mismo punto en los dos talones. Examine en la misma torma el contacto que hacen con el suelo los misculos de las pantorrillas, la 100 AUTOCONGIENCIA POR EL MOVIMIENTO parte posterior de las rodillas, las articulaciones de las caderas, las costillas flotantes, la costillas superiores y los oméplatos. Fijese en las distancias a que estan los hombros, los codos y las mutiecas res- pecto del suelo. Unos pocos minutos de estudio le revelardn que en los hom- bros, los codos, las costillas y demas, hay considerables diferencias entre ambos lados del cuerpo. Muchas personas comprobarén que, en esta posicién, los codos no tocan el suelo, sino que estan suspendidos en el espacio. Los brazos no se apoyan en el suelo y se toma dificil mantenerlos en esa posicién hasta concluir el examen. DESCUBRA EL TRABAJO LATENTE DE LOS MUSCULOS ‘Tenemos un e6ccix, un sacro, cinco vértebras lumbares, doce dorsales y siete cervicales. ¢En qué vértebras de la regién pelviana se ejerce mayor presién? ¢Tocan el suelo todas las vértebras lum- bares (las de la cintura)? De no ser asi, gqué es lo que las eleva res- pecto del suelo? ¢Sobre cual de las vértebras dorsales (las de la es- palda) se ejerce mayor presién? Al iniciar esta leccién, la mayor parte de las personas comprobardn que dos o tres de las vrtebras tienen evidente contacto con el suelo, en tanto que las otras for- man arcos entre si, Flo resulta sorprendente, pues nuestro propé- sito era descansar tendidos en el suelo, sin hacer esfuerzo ni mo- vimiento alguno, de modo que, en teorfa, cada una de las vértebras. y las costillas deberia descender hasta cl suclo y tocarlo por lo me- rnos en un punto. Un esqueleto sin misculos yacerfa ciertamente asi. Se dita, en consecuencia, que los miisculos, sin que nos demos ‘cuenta, elevan las partes del cuerpo donde se insertan. Es imposible estirar toda la columna vertebral sobre el suelo sin ejercer un esfuerzo consciente sobre varias de sus secciones. No bien se relaja ese esfuerzo consciente, las secciones afectadas volverdn a subir y a separarse del suelo, Para apoyar toda la co- Jumna vertebral en el suelo debemos suspender el trabajo que los _miasculos hacen sin que nos demos cuenta.

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