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Beatriz Sarlo < ESCENAS DE LA VIDA POSMODERNA Intelectuales, arte y videoeultura en In Argentina Universinad ALBERTO. uRTASS BIBLIOTECA Uf 12.) 200% 040124 And pindosa sino de aprender a evtar les equivocactones y ‘longue desmedido que ta earactertaaron. A caiea de «55 equivocaciones y ese onpllo muchos desean ente- ‘rari para siempre, porque fue un leglslador soberbio un profeta demasiado salitarto, Sin embargo, los erro- Fes del pasado no sop suflciente crmen parh que se nos ‘ella sllencio, Bs certo que la vor de a critica no per- ‘enece silo a los ineleetuales, pero hay tn deber del ‘suber que fodavin tiene fuerza moral. La histor dirs, dentro de décadas, st verdaderamente el final de este ‘siglo vio el caso definitvo del intelectual entice, Mientras tanto no nos apresuremos, 2 Capitulo I Abundancia y pobreza Lewes ‘Ba muchas cludades no existe wa “eentro™. Quiero Adcir: um lugar geogrifice preciso, marcade por mom ‘mentos, cruces de ciertas calles y clerias avenidas, teateoa, eines, restaurantes, confiteras, peatonales, carteles huminosos destellando en el liquide, ambien luminose y metilico, que bana los ediiclos. Se podia lmualiva 5, en s misma, up tablro para la derva des tecrtorializnda. Los pumios de referencia son universe Jes: logotipos,siglas, letras, etiquetas no requteren que sua interpretes estén afncados en ninggna eultara pre- ‘ym odistinia de la del mereado. Asi. el shop pro- ‘duce una cultura extraterntorial dela que nadie puede ‘sentirse excluldo:inchiso los que menos consuien se ‘manejan perfectamente en el shopping e inventan al- {unos uses no previsios que la mquina tolera en la ‘medida en que no dlapiden tas energias que el shop- ping atiministra. He visto en los barrios reos dela ch- dad, sedoras de los suburbs, sentadas en los bordes 4 los maceteros. muy cerea de las mesas repletas de Jun patlo de comidas, alimentando a sus bebés, mien- ‘tas otros chicos carian entre ls mostradores con una Dorella plastica de dos litros de Coca-Cola; he visto co ‘mo sacaban sandwiches caseros de las olsas de plas- tieo con marcas internacionales que seguramente fue- ron sucestvamente reiciadas desde el momento en que ‘salleron de las Uendaa eumpliend les leyes de un pt 20 mer uso “Tegitima”, Estos vstantes, que la maquina del shopping no contempla pero quienes tampoe> exp sa.activamente, son exiraterrtorales y sin embargo la ‘nama extraterritortaldad del shopping los admite en luna paradoja curiosa de lbertas pleheya, Pil a a nie versalidad del mereado, el shopping en principio ao ex- chug. Su extratertortalidad tiene ventajas para Jos mas pobres ellos earecen de una ehuda impia. segura, con buenos servcis, transtable a tadas horas: vven en Dburbios de donde el Estado se ha reirado y ta pobreza Impide que el mereado tome ss hagar; soporta la er- sis de as sociedates vecinales, el deterioro de las sol aridades comunitarias y el anccdotare cotldiano deta violenela. El shopping es exactamente una realtzacn hiperbollea y condencada de cualidades opuestas y, ‘ademas, coro espacio extraterritorial, no exigevisados especiales, En la otra punta del arco seca la extrate- ‘itorilidad del shopping podria afectar lo que los sec- ‘ores mesos y altos consideran sus Gereches: si em ‘argo, el uso segiin dias y franjas horarias impide la colisién de estas dos pretensiones diferentes. Los po bres van los ines de semana cuando fos mens pores ¥yl08 mas ros prefieren estar en otra parte. Ei mismo ‘cepacio cambia con ina horas yloe dias mostrando esa, ‘cualidad transocial que, segin algunos, marcaria a fue {ol viraje de la posmodernidad, La extratertortalidad del shopping aseina también 2 os muy Jovenes. preelsamente por la postbiidad de ‘ertvaen ef mundo de ls sgniicantes mereantiles.Pa- ra el ftichismo de las mareas se despieya en el shop- ping una escenografia riquisima donde, por lo menos en teoria, no puede fallar nada: por el contraro, se ne- cesita un exeeso que sorprenda incluso a los entendl- a os mis erudiios. La escenografa ofrece su cara Dis- eyworid: como en Disteyworl, po falta ning persor fnajey eaéa personae muestra los atrtbutos de su la- ‘ma, El shopping es uma exposicién de todos los obfetos softs. se espacio sin referenclas urbanas esta repleto de ‘referencias neogulturalee donde Jos que no saben pu ‘den aprender un knowhow que se adqulere en elestar ‘ahi. El merendo, potenciando la libertad de eleccton. (aunque solo een de toma de partido imaginariol, edu fet.en saberes que son, por un lado, functonales 2 eu d- rnimiea, , por el otro, adecuadios a un deseo joven de ‘bertad antimsttucional. Sobre el shopping, nadie sa- ‘be mae qu los aolescentes que pueden eJeretar un sentimentaiemo anklgentimental en el entuslasimo por la exhibicion y a ibertad de tsinsite que se apaya ex. tun desorden controlado. Las mareas y etiqueias que {orman el paisaje del shopping reemplazan al eleneo de ‘lejos simbolos pablicos 0 rellglosos que han entrada ‘en su ocaza, Ademés, para chicos aflebrades por el Iigh-tech de las eomputadoras, el shopping ofrece un espacio que parece high tech aunque, en las versiones e cindadea pertfriea, ello sea un efecto esto ane tes que una cusiidad real de funeionaratento. Bl shop- ping, po lo demas, combina Ia plenstud iconogrifiea de locas las etquetas oon las marcas “artesanales” de al _ginos productos folk-ecologeo-naturistas, eompletan- ddoast a suma de eats que definen una estetica ado- lescente. Kitsch industrial y eompact dls La veloeldad con que el shopping se impuso en la cultura urbana no recuerda la de ninain otro carnbio de costurnbres. of siquleraen este sig que esta mar- ‘ado por la transitorledad de la mereanciay la inesta- bid de os valores, Se diré que el cambio mo es fun damental ni puede compararse con otros. Creo sin em- Dargo que stiteiza rasgos stews de lo Que vend 0 zejor dicho, de Io que ya est aqui para quedarse: en cluidades que se fracturan y se desintegran, este refo- ile antaténsio es perfectamente adecuad al tono de tuna época, Donde las instituctones y Ia esfera publica {ya no pueden constnuir hitos que se piensen eternes, ‘Se erige tn monumento que esta hasado prectsamente ten la veloead del fo mercanti. E} shopping presen- ta cl espeje de una ersis del espacio publice donde es Ais constroi sentidos:y eLespeo devuelve una iria- igen Invertida en ta que faye dia y noche wn ordenado torrente de significant. 2, Mecano Eseuehado hace poco, un domingo, bastante des- pués de mediodia, en ua resianrante que se tba vacian lo, Los patires de Ia ehiea le preguntaron qué queria ‘para au eummpleatios. ‘Ustedes ya saben, dijo la chica a operacion que me prometiern el nfo pasado cuando curplieatore. {Le ofrecieron, en eambio y para versa convencian. ‘un mes en una playa del Carb, vacaefones de ski pa ‘allay una amiga, clases particulares de patin aero ‘co ode ala delta, zapatilas con tacdmetso,autointla ‘bles, modelo antguo con sticla fina, ebeteadas de satén ‘con forro de citi sini para el apres, permi- ‘so para que sa amigulto se quedara a docmirtedas las noches, un vetida de festa Calvin Klen orginal, wn re- produetor de discos eompactos supeliviano para Ilevar fen el monedero, tna muneca inflable de Axl Rose tama- ‘Ro natural, una museca flable de Luts Miguel tam 2 So natural, una cama de plomnasia pasiva yun gabine- (ede rayos ultravioletas, lentes de contacto verdes, gris cero y turquesa, un Holograma de ou cabeza tamafo ‘natural, un mural para su pleza reproduclenda la pr- mera foto que le habian sacado despiies de nacer, cor te de palo. colocado de pestansas permanentea ytenido de las cejas. una festa en la se0 que eligiera, un ose ‘to Sarah Kay gigante. ‘Quiero ia operacton, sists la chica [Me parece que tus caderas estan bastante cesar Iladas para tu edad, razond la madce. Nore gusta rl trasero, asequrd la chica. No le veo nada de partentar, ‘jel hermanit. Preetsamente, di la muy terea. Sos _muy chlea todavia para deck, dior padre. Todas ris ‘ralgas e hicieron algo ose van a hacer algo para fes- tejar lon quince, y yo no quiero ser la nica estiplla. {Uo estnpido es operarse, dif el hermanito, con lo que Aebe dole, Nadie me entiende, ejo Ia chica, El patie se puso sero: te entendemnas perfectamen: (ea nadie se le puete negar ese derecho, pera ale ea ristmo. Mas caro va a salir que a mi na me quiera na: ‘ie, no me saquen foles en la playa ai salga en las revistas. Caro va‘a sereso, puro gasto de terapla y sin ‘que yo pueda trabajar de nadia evando sea mas gran- de. Algo de razin tlene en eso, jo la madre Nadie te pregunté cudnt habla eoalado ts iftng, Joka chica, sin darse cuenta de que no tenia que atacar ‘sus allados. Mi iting Jo pagué yo: fa al sanaterto con tuna hols lena de moneditasy todavia sebré pata. Va- yaa saber de dénde la sacaste, dijo la chica. La plata 1o tiene olor, dijo el Nermantto. Del estudio saqé lt Plata, cjo la madre. :Del estudio de quién?, pregunto Lhermantto. loca este chico es tiota, ajo el pace, ‘Ast coma soy. con este trasero chet, hasta fal ¢0- Pn leglo me da vengenza. Tedas las caieas se hicieron co sss: ensancte del puente nasal, azado de ios pomulos, Abultamienta de Ilo inferior. implante de pelo para ‘chiear Ia frente, reiogue de ment6n, tetas mas pran- des, tetas mas redonsas, depllacién definitva del pu- bis, serruchado dela lta cesilla eaderas.alzado de iduteos, cavado de tiles, enderezado de os dedos de los ples, levante del empeine, actleamiento de rauhe- ‘cs. implante de dable masculo en los pectoral, 12° ondeato defo bruzos,alargue de huesos, estirarsien- toelcuello, peekingcon aos naturals. ,Y st pidiera ‘implantes de pe laese? Bao es mischo peor. porque no se sabe alse Va seguir usando, Exo sf que ¢8 iar la plata a la basura, como los tatuafes de este tarado, Conmigo no te metas, reaccloné el hermanit. No somos millonarios dijo la madre. 2Que Lene que ‘ver eso con ra regal? Desde que enteé al secundarto te Ineste las bolsas debaje de los ojos, te enderezaste el tabique, te infitraron con colageno dos veces ¥ te ope- raste la panza para volver a usar traje de dos plezas. eCudntas veces cumplste aos desde que entre al se- ‘cundario? Tres. ;Cusintas operaciones te hiiste? Pero tio todas fueron con anestesla totaly, adem, laeulpa dela pana la (uvleron ustedes des. Conmigo ne se me- tan, dijo el hermanit. ‘Bata bien, dijo padre, pero ne pias ten casa has taloe dlecioco. A los dleciocho voy a ser maillonaria ¥ vivir en Mia clio la chica. Después, la madre comen- ‘te que ella ce baa hacer dos retoques antes de que ma diese dern cuenta porque se le estaba eayendo un po ‘co los parpados, A doa Tetoques por afo, 2 vivo hasta los setentay cinea, son mas e menos setenta retoques. ‘pero nunca se sabe lo que van a w descubstendo por el ‘camino. 2 Blque verdaderamnente necestaba operarse era el pa- ve. Con exas ejera, ato eliaban del abajo no Tan & ‘onsegulr un puesto decente en ninguna parte. Este ato ‘me opero yo también, dio el padre. Al fin y al cabo de sm dependen mas cosas que de todos ustedes juntas, Somos libres. Cada vez seremos ms libres para di ‘efi nuestro cuerpo: hoy la etrugia, mana la gené- tiea, vuelven o volveran reales todos os Suenos. Oulén sueha en esos suctios? La cultura suena, somos sofa ‘des por los iconos de la eultura. Somos ibreiente 80. ‘Rados por las tapas de las revistas, los aflches, la pu- bilekdad, la moda: cada tne de nosotros encuentra un bale que promete conducir a algo profundamente per. ‘sonal, en esa trama tejida con deseos absclutamente. ‘comunes. La tnestabilidad de la sociedad moderna se ‘compensa en e] hogar de ls suenos, donde con retazos de todos lads conseguimos manejar el “lenguale de ‘uestra identidad social”, La cultura nes sucha como tun eonldo de retazos, un collage de pastes, un ensam ‘ble nunca terminado del tedo, donde podrian recono. cerse los aos en que cada pleza fue forjada. el higar de donde vino, la pleza original que trata de tmita. ‘as identidades, se dice. han estallado. Ea su hagar ‘no est el vacio sino e! mercado. Las cienclas sociales escubren que la cludadania también se ejerce en el ‘mercado y que quien no puede realizar al sus transac ‘ones queda, por asi decile, fuera del rmundo. Frage ‘mentos de subjetividad se oblienen en esa escena pias netaria de etrevlacn, de la cual quedan exehuides los ‘niin, seleccona y. adem, “iferencia a través de los sex. ‘idos extramercantiles que toman los abjetos que ve 0 \ienea por cl intercamble merenntl I mereado ¢¢ wn Tengugley odos iratames de hablar algunas de ss le uas: nuestros suenos no tienen demasiado Jueso pro- ‘lo. Sotamos eon piczas que se encuentran en el mer- fad, Hace signs, las piezas venlan de otras partes, y ‘ne eran, necesariamente mejores. La ert de los sue~ fos fue uno de los grandes impute en le constrccion ‘de imagenes de soctedaces exferentes. Hoy, entonces, ‘0m los suctios serials del mereado los que esti aul ‘para sar abjeto de ia ete, El deseo de lo nuevo es, por definicion,{nextingu- bie. Algo de esto supieron las vanguardiae esteticns, porgue una vez que esallan Ins compnertas la tr Alek. de la religin, de las autoridades indisctibles, Jo nuevo se tmpone con su neo perpetuo, También en ‘el mercado 0, mejor dicho, en el mereado mas que en nlnguna otra escena, Hoy el sujeto que puede entrar en el mercado, que ‘Nene el dinero para interven en él como cansumidor, es una especle de elocciontsta a res. En higar le co- leccionar objetos,colecdlon actos de adqusicicn de ob- Jetos, El coleceionista de viejo tipo sustrae los objetos ‘dela chreulactin y de! uso para atesoracio: nlngzinf latelista manda cartas con las estampillas desi colee- ‘lon; ningiin apasionado de los soldadites de plomo [permite ue un nino juegue con ell; las eajas de tow foros de una colecelin no dehen waarse. El coleccionis {a traietonal conoce el valor de mercado de sus cbje tos (porque ha pagado por ells) o conoce el tempo de trabajo coleccionistico que ha tnvertico en conseguiclos Simo han llegado a él a través de la venta la compra Pero también conoce el valor digamos sintéeticn, que exes objetes tlenen en li coleceten aabe cuales le fal- ‘an para completar una seri, cues son Jos que de nn a {tin modo pueden ser canjeados por otros, qué historia ‘ota ats Ue ead tno de ellos. fn la eoleeein tradi ‘onal Jos objtos vallosos aon iteralmente ireemplae zables wangue un coleccionisa pueda saerfcar algue no para conseguir otro mis valingo todavia, El colectonista al revés sabe que los objelos que ad ‘quiere se deprecian desde e instante memo en que Ios toca con sus manos. £ valor de esos objetos empieza 2 frosionarse y se dela la fuerza magmetien sue hace LUGlar las cosas en Ine vidreraa del mercado: una vee sadqulridas. las mereaneias plerdea su alma fen la co leccidn,en cambio, las cosas tenen tun ama que ge er FHqucce a medida que la colecein se enrique: la vejoz cs valiosa en la coleceié). Para el colecciontsta ol rene, {5 deseo no tiene objeto que pueda conforinacl, por ‘que siempre hubri otto objeto que lo lame, Colecciona actos de compra-venia, momentos pecfectamente tn- ceandescentes y glorosos: las norteamericanes, que al {saben de estns peripecas dela modernidaa y la pos modernidad, aman shopping spree a una especie de Dbacanal de compras en la cual una cosa lleva a otra hnasta el agotamiento que clerma el dia en ls caleter 4 las grandes tienda. El shopping spree es un mpl 0 tedrcainente irefrenable mlentras exstar los me- dios econsmicos para levaro a cabo. Es, al ple de le tra, una eoleccién de actos de consumo en Ta que objeto se consume antes de ser ni siguert tocada por else, En el polo opuesto al eolerciontsta al reves est los ‘ecluldos det mercado: desde ls exciuldos que, de o- ‘das formas, pueden sonar consuios imaglnaris, bas ta los exchuttos a quienes la pobreza enclerraen el co ral de fantasias minkmas. Elloe agotan lop objetos en e.consumo y la adguisickin de objelos no hace que és- ‘os plendan su interés; para elles, el se de ls cbjctos ces una dimension fundamental de la poseslon, Pero, ‘salvoen el easo de estos rezayados de a festa, el deseo de objetos hoy es east inextinguble para quienes han fentendido el juego y ean en condiclones de jugar. Los objeins 9¢ nos eseapan: a veees porque ne po demos consegutros, otras veces porque ya los hemos ceonseguido, pero se nos eseapan siempre. La kdentidad transitoria afecta tanto. jo coleccioastas al revs co- mo a los menos favorecidos coleelontalas jeuagsnarios ambos plensan que e objeto les da (les daria) algo de 4o que carecen no en el nivel de Ia posesien sino en el nivel de la identidad. Aat los objetos nos slgalle an: ellos tienen al peder de otorgames alguiios series y ‘osotras estamos dispuestes a aceptarles Un trata ralista dria que se trata de un emindo perieetamente inverti¢o. Sin embargo, cuando nt la religion, nt las ‘deologias. nf a pollen, nos vejostazos de conan dad, ni les relaeiones modernas de sociedad pueden ofrecer una base de identificacian ni un fundamente sulfclente a tos valores, all esta el mereado, un espa: cio universal y bre, que noe da algo para reemplaza 8 los dloses desapatecidos. Las objetos son nuestros Jconos cuando os otros ieanas, aquellos que represen aban a alguna divinidad, muestran sis impatencia Simbelica: son nuestras scanos porate pueden crear luna eemunidad imaginaria (ia de los consukleres, ‘cuyo libro sagrado es el advertising, sus rituales el shopping spree, su templo 10s shopping: centers, y la mada su e6cigo ev Sin embargo, los abjelos se scapan fy no sala sees: ‘capan alos dese de quienes no pueden entrar con de- senvoltura en el mercado ont siquiera piseden piso) Aquello que Ios hace cescabies, tambien los vicive vo- 2» Tiles. La inestabiidad de los objetos e origina preet- ‘samente en ou libro sagraco y en los saberes que i en Clopedia de la moda eodiea ead temporada, Son va- esos porque camlan constantemente¥, por paradja, {tamblén plerden su valor porque constantemente eam ‘ian; la vida no loa apoyarse en eliosy nadie querria ‘usar un par de zapatills viejas slo por el hecho de que dha sic feliz cuando las levaba puesias. A veees, el sen- LUmentalisme puede salvar a lo objelos de a desapart- ‘dm: se guardan las camisetas de un equlpo de fate el vestdo de casamient, o el primer delantal escolar [Asi el sentimeralimsa es una forma psicolgica del co leecioniemo, Pero,en general, el pasado marca los obje ‘os silo como vejez, no exsten defensores de objetos ‘lejos del miSmno modo que existen conservacionistas de ‘ludades ode eaitos: soo fo pte lama ala preser vaciGn. Los cbjetos privados envejacen rapido y de esta vejez slo podria salvarios el aiseno perfecto, Per nl sl- Auiera éste: los objetes de diseno perfecto teminan en el museo o Ins eolecciones; los objeos de diseno “co- ‘man’ fen general, os objetos muy marcados por la mo- a) solo se conservan cuando no puetlen ser reemplaza- os por otros mais nuevas y melores. El Uempo fue abclido en ls objets communes del mer ceudo, no porque sean eternos sino porque son complete ‘mente ransiorios, Duran mientras no ge desaste del to 4o su valor simblico, porque, adem de mereancs, ‘son objctos hipersigalteantes. En el paseo, sl ls ob. Jelos de elt rliglosoo ety ls abjetas de arte tenian ‘esa capacldad de agregar su uso un pls de sentido gue los volvia mas signiieatwos. Hoy, el mereade puede ta tocomo a reigién 9€l poder: agregn aos obfetos un ps simbolicofugaz pero tan potente como eualguer iro simbolo, Las objetos crean sentido ms alld de ex wth ado de su belleza 0, mejor dicho, 6 wilde y 2 be: {era son subproductos de ese sentido que viene del j= rarqula mereantil. Noes indiferente qi ls abetos que ‘cupan e centr y la cima de Ia jerarquia sean ms be- os mejor disenados) que los que forman fa ase y los ‘scalones intermedios. Sin duda, el mereado no es una ‘ave de loos que adjudica mas punta ana edgueta ‘sin examinar sus cuslidades, Pero, siempre, el puntaje ‘de una marea, tuna etqueta ona firma Hen otros fan amentos, ademas de sus cualidades materiales de uu funclonamiento 0 dela pesfeclén de su disetio, ‘Todo esto se sabe. Sin embargo, los objetos siguen lescapindosenos. Se han vuelto tan valioses para ia cconsirucciin de una Kentidad, son tan eentrales en el Aiscurso de la fantasia, marean tan safamantemeate a quienes no los paseen, que parecen hechos de lx mate- Fa resistentee mabordable de los suctios, Frente a una realidad inestable y fragmentada, en proceso de meta- rmerfosis velocistinas, ls objetos son un ancl pero tn anc paradéjea, ya que ella mlsina debe cambsar ted el tempo, onidarse y destruse, entrar en absolescen- ca el mismo dia de et estrena, Con estas paradojas se ‘eonstruye e poder de las objeto: la ubertad de quienes Jos consumimos surge de Ia necesidad férea que lene ‘I mereado de converimos en consumidoree permanen: tes. La Mbertad de nuestros suenos de objets eseucha, la yor del apuntador mis poderoeo ynos habla con ella, Bt mundo de los objetos se ha ampliade y seguiré ampliandose. Hasta hace pocas décadas, o que podia comprarse y venderse tenia una materlaidad exterior ‘que sélo excepeionalmente entraba en Ia tntimdat de ‘nuestros euerpos: Hoy. no existe un temitrio donde el ‘mercado, en su imponente marea generalizaiora, noes- (é plantando sus tlendas, Se suehan objets qe mod st carn nuestros cuerpos y este es el sueno mas feliz y re aterrador- Bl deseo, que noha encontrado un objer toque o olme aunque sélo sea transteriamente, ha en- contrade er la construceian de obetos a partir del pro- plo cuerpo el non plus ulva donde se unen dos mitos: Doelleva y Juventud. En una earrera contra el tempo, el mercado propone una fleién consolndora: 1a vejez pu de ser dferda y. no es postble airmario ahora pero qul- 24s si manana, posiblemente veneida para siempre ‘Sta veer ntigna de las mereaneias expws la tem poralidad de nuestra vida dirt fl tempo de los ebje~ tos s6lo pesa a quienes no pucden reemplazarlos por 1otros mas nuevos ahora 9 nos ofecen abjetos que al teran nuestro cuerpo: protests. sustancias sintetieas, soportesartificales, gue entran en el everp durante Intervenclones que lo meaifiean segin las patna den design que cambla cada qulnquenio(zqulen quiere los pecs chatos que se usaron hace diew aos ol delga- dexde la déeada del seventx?). En el escenario pablo. Jos euerpas deden aleeuarve a ba funelon perfect, re- “ststente Ja vejez, que antes ce esperahi de les mer- ‘caneias. No hay mots para rechazar esta teenologia ‘quirdrgiea imitando e1 escandalo con que las senoras, hhonestas del novecientos se abstenfan de teflese el pe lo, La cuecttén no pasa por horrosizarse hey ante Inter venelones que nosotros mismos consideraremos ino ‘centes dentro de una déeada. Sin embargo es necesar¥0 Dreguntarse qué busca una sociedad en estos avatares ‘ela ingenieria corporal o del design de mereade. Quien habla en auesizos sueios de belleza? Qué ‘pasar con nosotros si logranmos no sélo prolongar la vi- a sino, senelamente, abelir a muerte? S.uovenes: Fl disfay es un gran tema. Bn las dlscotecas, ala rmadrugada, los muy jovenes Interpretan, a su modo, tun sil, Se trata del carnaval que todas persaban det itiamente retirado de la cultura urbana. Sin embar- 0, fia de aio lo desentierza para salir de noche, ‘Que naite se confurda: esa chica que parece una prosiituta dibujada en una historleta dela movida es- [panola, es simplemente una mascara, Ella ee ha den 2ndo de prostituta pero seria un completo malentend- do que se Ia confundliera con wna prostituta verdadera (que, por otra parte, no se viste como ella sino en eles {lo imitaetin modelo). Confundlila eon una prostituta ‘equivaldria a haber exe, em un earnaval de los aos veinte, que la “dara antigua” o la “ballarina rusa” ve pion del siglo XVI ode Rusia. Esa chiea ha compues to su cara y ha distrbuido sabre su cuerpo tna serie ide algnos que no signidean lo que alguna vee significa ron: Ja blusa negra transparente no es una blusa negra. ‘cansparente, les lablos morados no son labios mora- Ia pechos east al deantda no son pecs desu tampoco ia hotiss miltares gon bottat militares, ‘la minifalda brotal, pegada alas eaderas yal pubs cs una minifalda, Esa ehiea ha elegido wna mascara aque usa ala madrugada: noes una version del traje de esta de su madre, nel resultado de la negociacion en- tre um yestido de princesa y las postbilidades econémi- cas de la familia, Ella no se viste adaptando una moda ajena a les gustos de las diseoteeas de la adolescents, ‘como se vestian as jovencitas del eincuenta para i a tomar el té a una boite, en el intento de ser reprode- clones kltech de eus madres o de las seforas del cine. ‘Como su amigo (remera pintada a mano con colores rs © menos rasta tatuaje en el biceps, aros, ella e- ‘veun dials de diacuteca eu #1 que el humor disput 5 terreno al erotismo. la pura exteriordad del carnaval produce um efecto se superficie donde todo est para cer visto por com- pio: es una mda que se propane desnuda, oponkén- ose a su funeién tradicional de osilar entre lo visto y 1 Jo visto, Bl traje de festa es a apoteosts dela inet ruaelén: el dsfrax de discoteca reallaacasl por cormple- to un tea! de vistblidad total. El trae de flesta no a ‘mite comblnaclones fuera de su satema: los zapates, li ceartera, las joyas, el perfume tlenen que pertenecer & eso que el trae signi. El disfraz vive de eterta ds continutdad y su beleza sorpresiva proviene del artede lo tmprevito, de ia fantasia combinatoria mls que de canon. Como la ropa hippie de los aos sesenta, els fear de dseoteca no rehuye la cowbinackin de eferen: tes temporalidaesy orgenes: retro punk, retro raman- ue, relro cabaret retro folk, retro militar, eta Titanes fence Ring, retro rasta, gigolo, femme fatale, dein-mon fea porque saben que no conaeguirin en ella nt site alo que aus abueloa consiguleran,o porque no que: ren conseguir slo Jo que st abuelos buscaban, ‘Consurnidores cfectivos o constiicores imagins- ‘os, los Jovenes encuentran en el mercado de mercan- clas y en el de bienes simblioos un depésito de cbjelos ¥ discursos fast preparados especialmente. La velo! dad ée crreulaeién y. por tanto, la obselescencia nce lerada se combinan ea una alegoria de fwventud: en el ‘mercado, las mercancias deben ser nuevas, deben te- ner el esto de la moda, deben eaptar los cambios ras Inlgniicantes del aire de los Uempos. La renovactia in cenante que neceatia el mercado captalieta captura el mito de novedad permanente que tambien imptlsa a juaventud. Nunca como hoy, as necesidades del merc do estén afinadas ce manera tan precisa al imaginario de sus consumicores, EI mercado promete una forma del ideal de Mbertad ¥en su contraeara, una garantia de exeluston. Como ‘se desnuda el ractsmo en las puertas de algunas disco- teces donde las uardias son experios en diferenciacto znes sociales, el mercado elige a qulenes van a estar en. condiciones de elegiren él. Pero, como necesita ser uni ‘versal, enuncta su discurso como si todos en él fueran. lguales. Los medios de comunleactoa refuerzan esa idea ‘de tgualdad en ta libertad que forma parte central de Jas deotogias juveniles bien pensantes. donde se pasan ‘or alto las desigualdades reales para armar una eu: ‘ura estratiieada pero iqualmente magnetizada por los ‘es de Kentac musical ue se converten en espacios de Mentidad de expertencias. Solo muy abajo, en los ‘margenes de la socledad, este conglomerado de estra- tos se agrieta, Las ietas, de todos modos, Uenen sus pusnles simbélies: el video-clp y la misica pop crean la dusién de una continuidad donde las diferencias se disfrazan en eleecones que parecen indvidusles y ea- rentes ce mottvaciones sociales. St es ceri, como se ha dicho, que 2 ama ana estrella pop con el mismo amor con que se sigue un equips de fitbo, el carécter trans- clase de estos afectos tranquila la conciencia de sus portadores, aunque ellos mines, Lego, dlerencien cul- ‘dadosamente y can certo placer snob alos negros de fos rublos, sein In Iigea que también le clan en las puertas de Ins dlseateeas. £1 mpuleo iqualtario que a veces se cree encontrar en ia eutura de los ovens tee ‘ne sus limites en los prejuleios soctales y raciales.se- sales y morales. ‘La debilidad de pertenenela a una comunidad de va- lores yd sentidos es commpensada por una escena mas abstract pero igualmente fuerte: las temas de un aa- mario liso y brillante, aseguran que, precisamente, la |uventu ea la fuente de los valores con que ese imag ‘aro Interpela alos fovenes. El ciclo se clerra de ma- nnera cast perecta, 4. Vine castes Bntro en un Jocal que tiene ruldo de discotecay Ine ‘es de bar portuario. Los aslstentes parccen salldos de tun cole, de una vila misera ode oficinas donde tra- ‘bajan en el umbral més bajo de la espectallaaciiny del ‘alario; cada uno en lo suyo, las misadas no se cruzan Jamas. De ver en cuando, uno u otro camina hacia ¢| ‘mostrader del fondo y realiza una transaccién; quien. les atiende desconfia de sus clientes, preferiria mante- oy sed (th ner slo los contacionindiapectables. Soy la inten mn {Jeren local Mis tarde, entran dos chicas que pare ‘cen amigas de uno de los estudiantes. ‘Las pares del salen estin pintadas de colores oe verde manzans, amarillo, villa: contra estos pla- ‘nos de color rebotan las luces que euelgan del techo y lumblen reverberan algunos grafismos en ned, ray0s. cestrelins,esprales, Como sea, nadie mira ni las pare ‘des, nel tech: nadie tiene Uempo para desplazar la vista. Saben que hay poco para ver. El ruklo de la m= sea, una percuston que se repite sin varlactones detris dde una melodia brevsima, bien simple. que también se repli sin varaciones, est mezelado con otra serie de sonidos: sibides, golpes metalicos,golpes asordinades. ‘reves ondas eléetrieas, matraeas, aordes de sitet zador,tiros, vores trreconoctbles, boing, tome, clas, le tbanda sonora dela historeta ‘La loz cenital se mezcla eon otras luces: destellos, rayitos, bruseas daminaciones, oscureeimientos hasta ‘un negro arratonado, cambios de planos de color, at ‘reolas que rebotan cantra las paredes y los CucrpOs: son, efectos de his que se muestran asi wismnos, valen por Yoque som y no por lo que dejan vera su alrededor. Los cfecios de tux som como cosa, ena el local y lo eon- Slerten en una hologsafa, Sina Suzy el sontdo, estaria ‘aco, porque, en verdad, sus muebles son esos efectos: ‘llocal es tun escenarto de Juces donde cada metro eu Arado presenta una dlsposiciin nitidemente delitta- fda de colores y raklos. Por eso, eada uno puede aslar- se eno suyo. ‘Si me coloco cerea de alguno de Tos asistentes. un poco de coslado, para poder ver lo que est haclendo. ‘su mirada no se desviay esa falta de contacto me per ‘mite Suponer que nolo molesto demasiado, Sus jose {in abstraidos en una pantalla. 6s manos separadas Jevemente manejan las palancas y botones de un eo- ‘mando, A veces sm movimiento de eabera me permite ‘suponer la sorpresa, la contradiccon ola alegia, pero. en general, son gentes poco demaostrativas,ensimisma: das, abstraidas en a configuracién val de la panta- la que cambia cegin los resultados Instantancos de sus actos o las devisiones ineserutables de la chips. ‘Cada tes, cust, eineo minutos, se weve al prin: plo: algunas letras on a pantalla indican que, lle todo parece idéntico€ infinite, mo es as, que el cantar dor rucive a cero y que hay que empevar a sumar de nuevo. Las maquina son un ayfiato perdieo, eada {tanto lermina wn elo y reecmenaa otro cielo sten- ‘mente igual pero. al mismo tiempo, enracterzade por variactones. Como un infinite periddieo, hupnotzan ¢ Inducen a que se persiga un limite inaleanzable des oes del cual el jugador veneeria a la maquina Del oto lado del salin hay un mundo mas arcakc. ‘Tableros verticals y horizentaes, armados segin la {ética pop de la grail de los aftos eineuenta, ofrecer tuna superfiete poblada de obstaculos thong, ptentes, hhoyes, harreras,nbertntes, areos) por donde crenla tn bala de meta: avansa,retrocede y desaparece, Avan, retrocede y desepareee, pero al hacerlo produce mis ca: la musica que juega el jugador con sus dos manos los costados dl plano horintal tmpidienda que la esfera calga en el pozo de donde ya no sale hasta que tedo reeornience una vez maa. Obserwo que jos gad res gelpean, scinan, empuyjan ls patas y los laterals de la maquina. que nose mana stl con las manos sl ro con todo el cuerpo. En el tablesa vertical, las Iuees Muminan diferentes sectores,dibyjos de animales, mil gets, ruletas,naves espaciales,gorilas, selvas playas, : ata sees 2s, = a = 4 —— plseinas, mujeres; soldados, dinosaurios, depoststas. {loa dibujo son verdadero dibujos fa diferencia de las fguras geometrizadas de la maveria de ls pantalla) tos sonidas tame tienen algo de real porque la esfe- ren movimiento pega materlalmente contra tos hon: 080 las barreras de metal ‘Batas maquinas (las que no tenen pantalla) reeuer~ an un casing: Las Vegas en un espacio de dos metros por uno. No quiere deeir simplemente que maquinas “si. pantallas como la de la pared de enfrent. Tena fos casinos de Laa egos, Digo que eadla una de estas rmaiguinas sitetiza el nuido yl luz de un casino, la re petit, la concentracion, el infinite perio de un ca fino. ¥_ademds, copian la esttiea de Las Vegas (ogi ‘as mejor eer decir que Las Vegas y estas miquinas, ‘Menen ia misma esti) oy tna vuelta en U y lego a la sada. Ati, a cada Jado de la puerta, hay dos grandes pantallas donde se reproduce un partido de pelota:lgual que en la tele. sin, el resultado aparece en Ja base de fa pantalla, ‘dentieando a los equipos por sus camisetas de colo- res. Un hombre mira, come yo, ese partido verdadera- mente infinito y periodico, va hasta cl mostrador, uel ve con una ficha, dspuesto a Intervenie para cambiar ‘orden de la maquina, “He vst en ot oral como éste, un escenarto al fon- éo, con esealera y cascada, un techo artesonado y pi tao de oro, una fuente de la que brota agua verdadera. Probablemente en e:08 ambiciosos restos de decoraclén esté la metafora que buseo para entender l Juego que fe Juega. Ese salon eran cine. Hoy, exe cine se ha vidido, como tina imagen de televisiin procesada por ‘compustadera, en ms de cien eubculas, Donde la osc ‘edad el silencio admin solo una superficte umina- 6 day slo una fuente de gonide, ahora hay een supert- ‘es y een sonidos. Hero, nada ene un futuro asegura 40% en poco tiempo mas, la realidad virtual ir barrien- do las pantalas de video-game y sole rockers nestalgieos artistas del revvalismo jugar en Jos pocos Miype ‘que no hayan sido converidas, como las Viejas juke bo es. en plezas de decoraeion retro pop. Los locales de video-games. incluso los mas ljos0s {que combinan Kitsch y climas East Side neoyorquino ‘on escaleras de lata y mamparas de metal desplegado, ‘9 gralismos de publicad posraoderna con ls colores foo que se usaban hace dlez ais, no evitan el “efecto tuguno". Mas bien. lo sapertan como una de las conse: fuenciaa de au escenografia. En los barrios, algunas ‘macires junto a sus hijos pareeen extranamente fuera de lugar porque no saben como pararse, nl como evtar cl rebote de luz o de sonido: han levado a sus hijos @ ‘un lugar inevitable pero peligroso y creen que su pre- ‘ene pode salvarlos de la adiectin que fozgan tem ble porque. precisamente, sustrae asus hijos de Hos e3- ppacios imaginarioso reales donde se pede e)ercer la ‘gllancia. Sus hiJos, con los controtes en la mano, son ‘nds destros que ells. ¥ también mas inteligentes por- (que n0 se picrlen em el laberint grea que a ellas 20 Jes interesa porque no lo eomprenden. 0 n9 campren- {den porque no les interes, Eaas madres no atensian el “efecto tugarie™ mts bien fo subeavan: estan alt eamo quien acompaa a un borracho a la taberna con él fin, Inalcangable, de que tome unas copas de menos, Mucho mas que la mecaniea de os Juegos. el efecto {gurto" marea la preseneta de una sulbeultura euyos ‘miembros valoran logros que el resto de la sociedad no ‘consiierm tanto: por emplo, ganarle ala maquina, 10 ‘cus quiere decir no vencer a algulen teorcamente igual ina algo realmente erent: por clespo ganar sn Sherer ea recempensa quel soles. Cuando. en tes canton see gaca as maple rcopensns ci Somament:matciates, i algae de io Susan vn ear apuest, ee es ane {Seaeepnal) Elle tga Ue, sin embor. th aged ens ena ugar et asad prs tr na destin on nce sngut con Gjna Jeo la muna. y nolo oe, agen ede Stone mu esr su nen 9 par, suaro- Jrnuveltad. Sie den que chains magus ate el desat nse doe jugadores, oma comin. nto ocle pubis esl enfentament ge un gu ‘eda ea 5 miqsia. Coo el casino, a hinunvberdoyespusden sper Toss estos © ‘ee mas aoranados, per, min como en eles ‘lon modaie deg mpoten so rea de buen Tohorno mira de un modo ue provoue ac elo se sina mince yee, tanto gets que tebe queloesian mireade crow ius y f= fanbase doungucn ngatment en pala on video ego. rtm eagur” ene gue ver también com ape sen mnortara de mje ize alge sige Mtoasus novi eta, as vocasonaes, por o genera tran ete spate de orgs seems, Son mena surpredents ena proferctn de soio8 erotmpane cates mae tletals- Bm {Ela melon preseata verdadero sal ala frvion de conigrncone expan sobre tres a Aimy un custo ce temporal que paul velotd de ‘hid dee waaenes, Coma wn ls mujeres on O° easy nai as nia elas porque ean a Soe ne porque et hai indice a eruzar la menor 48 cantidad de miradas sobre los eepacts reales: os es ppuctos reales embotan la mirada y le hacen perder la aguderny el foe9 cercanisima necesarios para wer bien loo espacios de ns pantallas. Obviamente, hay ma mi Jeres en los locales de barrio familiares, mas chicos, ims pobres ea oferta tzeniea) y en los muy grandes vi eoxtromos dei centr, que interrumpen la decadeneta de algunas calles, antes tradiionales, con wna decor ‘6m generosa y la presencia de guardias de segura, Aanuinetados, en algunas casos, como tno de los serv cos especiales que oftece la gerencia de negocio, Cua o se descubrea auno de esos guardias,el"electo tu \guri" queda reforcado inmpediatamente. Las magulnas estin mas ala de todo lo dicho. En ‘verdad, son un ensamblae de elementos de temporai- ads diferentes: les palancasy los botones de contzol pertenecen a aera de ia mecanies; las pantalla, ala de la digitalzacién de imagenes y sonidos. La combinacion te esas dos tecnologia produce un hubride mas Ineo sgruente que el telado de buen diseno de una eompata dora barata Asi, combat contra esas maquinasrequle retuna suima de habildades de distints tin: el manejo de ls palancas y botones se mscrihe en el orden de los reficfes corparales: pero lo que sueede en la pantalla y lo que se desea que al suceda esta dent de un liga ‘extracorporal- Muchos de los egos operan sobre as Aeulindes que produce esta heterogeneldac: gewsnto puedo acelerar mis reljos eorporales para lograr ven= ‘cera velocidad de os chip? ,Qué nivel de fiend ad- mite, no mi prevision abstracta, sino ml eapacidad fist- cca de transformarla en acciones que aparezcan en pantalla? Estas son las preguntas eructales de todo ‘buen Jugndor de video-game. Los malos jugadores (co- ‘mo decir los malos bebedores, loa que sélo toma para sack emborracharse) no intenlan responder a estas pregun- ts, Se los deseubre enseguida porque mueven la pala- ex coma senémabulos, aprietan los botenes todo el ter o, no se sujetan a Ia rapidisima légica de efectos y consecuencias, no cambian de tactica; se encaminan hala el in del Juego como hacia un destino inevieable que Jams logan diferir en el empo nl trasponer en wn pnlaje mis clevado, Bstos malos jugadores (una ma- {oria de todos los jugndores que he visto) son arrebata os por la velocidad de la maiguina y erven que la velo- ida del refiej fist podira alguna vez compensar la aveleraciéa visual. Trabajan contra el tempo. EU buen Jgattor, en cambio, trabajacon el tempo; es slo su ‘etenternenterpido, no ms rapido de o sullen, Los ‘malos jugadores van contra la lea del juego que no reside a6ioen la acclraeien fistea sino enna teoria del ‘encuentro feomo Ia baitica) entre la acelerscian de fos ovimientoe y la traduceiSn de los rellejos en decito- ‘nes que aplacen el inal. Buenos jugadores he visto ex- ‘epelonalimente, pero ya han aparecido, en Estados Unk dee, manuaies de avloayuda. Los jugadores aprenden, ‘poco alse entregan al vdeo gare como sl fuera un pe: ‘rama de teleision un poco mas partlcipative, -Existen maquinas que stmulan una mala pelicula y ‘sus contrles imitan pistols o les. Aunque su teen: Joga sea nds sofisticada, eoncepiualimente won a pre historia del video nme. El realism de las imigenes pre- ‘dueldas por estos Juegos es banal e increible: banal porque traduce en ionos que imitan a otros feonos la ‘original ndependencia ieénica de las imagenes clisteas ‘del video-game; inereible porque, en las leyes del video game, eo podria admire un realsmo naturalsta per _Jecto (come la realidad virtual) y no wa aproximacten, torpe a imagenes mas vies que la tecnologia que las 0 hace poste. Pocos jugadores autesetigcn estas rad- ‘quinas, donde, ademis, las leyes son senellisimas y la lmilactin aproximatlva ofende la maginacién totalinen {e indepenizacia de un referente “naturals ques I~ ‘ce en fos juegos mejor disehades, Por lo general. estas ‘maquinas {como las que presenta partidos de fitbot en los que se enfrentan equipos realmente existente) se {encuentran en as entradas de los locales, para atrac a ‘aquelis que no son verdaderos aficionados y que et plezan a jugar porque las maquinas les recverdan otra ‘00a y no porque les dan alge totalmente nuevo. Esta también las mings que slmulan la conduc ‘lon de un auto en carretera o en pista, Dia que som Jas méquinas infantiles por exeelencia. Didécticas, com Jeves cambios de programactin podria incorporarse |aescucla pera ensefiar a conduc respetando sefales, Aacelerando come se debe en las curvas y evan alos Dolides que en cunleuier momento se tran sobre une, ‘Multipleadoras de una omnipotencia trial. e adap tan alos deseos mas prevsibles. Su didaetiamo no en sofia naga nuevo; Ia emocién que producen se origina en una variante hiperteenolgea de los aulitos choca ores. Les jugadores que no entienden la abstraceKin del video-game geometric ola coniograta etizada im. ventada por los Nintendo san estos Jucjos. mi anes al maginario de mercado y a la publickad televistva que a la estttea del videcdromo. [Las miquinas elisteas Ulamemos clases a las que ‘como Pacman produicen cus propios héroes) son las ‘is originales. Ellas ponen de manifesta la lgiea de varincin y repetician que es la ley del juego. ¥ tarabien, subrayan que el secreto esta en un limite nit entre ‘los de peripecias y vacio de sentido narratvo. En ca. ‘4a unkdad, se gana o se plerde sin que se altere ningin relat; ls pengresion consiste en aeumular puntos a fa- ‘oro evar el atamento de las cifieultades por obtura fn de salidas posibles. No hay historia sino untades tiseretas a cuyo término el Jugador sabe st ha perdido f ganado. BI video-game elisleo rechaza la narraci: ‘el suspenso depende de ins cuentas que la mSquina y fl Jiugador sacan despues de cada cambio en la panta- tlay de eada pulston de botenes 0 movimiento de pa Tanea. Los juegos elisicos han estillzado personajes ¥ ‘objetos del tmaginarto dela historieta, del deporte o del fim de acetom, pero it verdad reside mas en los perso najes inventades. Porque esta Pacman puede haber faviones, platos yoladores, animales prehistirieas, kc ratecaa y princesas pristoneras en otros vdeo-gnmes. Pacman y Tetris eon el tipo Mdeal de semiosis ala que ‘se adaptaron los personajes vabjetos que legam ce los Ambit exira-ehip,y lo hacen meer cuarto més pler Gen los rasgos que pertenecen a dimensiones gralicas fo nacrativas historleamente anteriores al video-game. eyo el future mis premimo ya nes est anunelando que ‘estos juegos elasicos seran desbordados por el eruce tire fms y games. Entonces, precisamente. se Teco- rover ut enlidad de chseos. ‘Se ha dicho que los video-games son un “carnaval Ge sigiicantes". Aste interpreta el vaclamiento de ma- ‘ration que reallzan inekuto aquelios egos que, por st titulo pore sistema de personajes, prometen una his toria, Bn realidad, el cumplimlento de esa pramesa de- {a inciferente al jagador que ne comienza el juexe para ‘er siest le revela el deseniace de una feeion cas ine= istente, ino para productr una desenlace no feconat fen sx duelo con Ia maquina. Los signos que evecan per- ‘sonales. oposiclones,jerarquias, enemigos y ayudanes (enum esperpéniico modelo estractural-fli-elevstvl, 2 Drucban que se puede tener tn sistema de personajes Si tener historia. Igualmente, hay aceién sia narackin fen cada wna de las untae del ego: algo acerea los video-gaunes al tedlo de un infinio cleico, com en sn iufo animado del gato y del raton 0 del pjaco loco. No ce necesita recordar Ja unidad anterior para pasar la siguiente. Mas atin, stl jgador se deturera a re- cordar quedarta inmediatamente retraced en la carte ‘ma que le impone el juego, Lo que ai existe y las pros pectos publlellarios que acompanan a los juegos Io presentan como argumento de venta, e un tera. gene Falmente frasvado desde la perspectiva de) jgacor que €l prospeeto converte en primera persona usted es un piloto de guerra que debe cumple ina mison, sobrevo Jando teritorio montasioso deaeonoetde, etcetera, etet tera Hay. también, Juegos “Intelectuales* que se ven- en para as computadoras hegaredas y que cotta la ‘buena conciencia de sus usuarios a qulenes se las in vita a constratr relatos completo y se les proporciona ‘Uempo para pensar alternathias ‘Tema sin narraciin, tema en estado primitive antes e la peripecia, de los desvis, de Ins lineas seeunda "ins, Entoncee: tema y significantes, En el medio, cope Hiciones exganizadas en cclos que exlgen una perfor ‘mance cuya verdad no esta en el enfrentamtento de personajes sino en el duelo entre jugador y maquina. Fin este sentido, el video-game ekisico produce wna tr ‘ma no narrativa, compuesta por el eneuentro de acclo tes fisices con sus conseetiencias digitales. Muchos ‘ms imitan hoy. sin poder aleanzar del todo exe vac ‘mento de historia: donde la historia estuvo, se repite Ja peripecia. BI video-game, como eslos filmes, escinde narraciin y peripecia. persousle y narracien, eel cae Junto que, tradieionalmente, los habia unico, Camara, ntonces, de pergeia sin esto, propio detann epoca dene In exprecin dleatotge 2 fcsaparcter cleo propoe aan de que Ins aecone pdrin, agua es, modi el inal pe ‘zo que tw manana eva inset Qpresenta, {nel jada otc. cn i pers pala fe donde aus alereatives oe rpteneisdanente ‘cao cnet spying leva, ben shay Se eu sombinaton Ge vor y bora, qe P= Arner el nga de una epoca Capitulo It El sueno insomne 1 zarm 1a tmagen ha perdido toda intenskdad. No produce ‘sombro nt intriga: no resulta especie mister. ‘sant especialmente traneparente, Esta all solo un mo- ‘mento. eeupando su tlempo a la espera de que otra Imogen la suceda. La segunda imagen tampoco aso bra n fntriga. nt resulta mistericea ni demasiado trans patente. Esti ali elo una fracetin de segundo, antes de ser reemplazada por la tecera imagen. que tampo- 0 ¢8 asombrosa ni intrigante y resulta tn Indifereate ‘como la primera o la segunda, La tercera ingen per iste una fraccién infinitesimal y se disuelve ene ris topo de la pantalla, Ha actuado desde el control remo ‘Cierra los ojos y trata de recordar la primera ima: ‘gen: geran algunas personas ballando, mujeres bla. casy hombres negros? Habla tamblén mujeres negra ¥ hombres blancos? Se acuerda nidamente de unos ppués del pop, nadie puede escandalizarse (nt asom. Drarse} por ningian recietafe ‘Cuando el siderground se enamora de los mass-me= ia, el bolero y la rorsta, recorre un camino que pocos impugnarian hoy y abre puertas que, en verdad, desde los anos sesenta cl pop habia dejado ablrias, Pero las bre ante un piblic joven que, seuramente. no paso por los escanialos mindanos ¥ estéticos del pop. El ‘ograma estético cs mas moderado que la iberad de Ideas sobre Ia sexual, la vileneta, la eligiin, lat ‘auloridades tradlelonales 0 ¢ travestismo, eamipos en los que el underground es tematicamente aucar ¥ con sigue efectos “progresistas™ aunque el adjetivo no ea ‘muy popular hoy en aia). Probablemente por eso, Ia industria audiovisual que, eréase o no, sempre supo que habia que culdar ‘ms as formas que las Keas) puede adoptar la parodia ‘que le tae ol underground sin grandes confcins. Co- ‘io el imperialism Blanco en el siglo pasado, Ia elev- 160 no reconoce fronteras: al su fuerza Capitulo IIT Culturas populares, viejas y nuevas En un puebitto de montana, su protagonista me ‘cuenta la sigutente historia: “Hace tres noches, me ro ‘baron el zaino de gran alzada, no el que traigo stem- ‘preaci, sino el otro, un caballo grande, de mas de uno setenta, 0 cas, Se lo habia prestado al cufadlo de i Ihermana. que se quedé sin caballo, porque los ven: ‘io para fechar la casa, la que usted conoce, en e la de ia foma, antes de legac a la ruta y alas canchas de tenis. Ai estaba el caballo el eufiado de mt hermana no lene buenos perros, atado con una eadena. Se ia ewaron y dejaron Ia cadena. Por es0 no me vio esto dias; salmos a buscar, porque tin amigo me dijo que ‘Seguramente era un grupito de trasiasiera, que lo ha- ‘cen de maldad, para andarios un rato y s} pueden después, los venden, pero en general no los venden, porque son de traviesos noms, pero travlesos mal en- ‘carados y, ademis, a mls caballos act los eonoce toda el mundo asi que para vender el zaino se tenian que ir bien lejos. Lo buscames todo el dia y, a ta tardecita ime vost, Estaba éesensillando cuando viene mi ami fo. con et eunado de mi hermana que ya se haba ido para su €asa, y rl amigo lo pare por el camino. Vie ron tu eaballo, me dice, ‘cerca del dique’. Yoa la pol. cla no fat a autcar pone nada mas que lean les pa ples. Ensilo de nuevo y saltmos con tos perree malas, (que algo pueden rastrear: en um potrere, como le ha ‘ban dicho a mt amigo, en la costa del ri, justo antes el aique, alitestaba el zaino, todo lasimado, Segura- ‘mente le habian hecho pechar un alambrado o correr alguna carrera entre ellos. pura maldad. No muy la. tumado, pero lastimade en fa paleta y también le falta- ‘ba una herradura, yo lo habia enlzado la semana pa- sada. Despues, ayer a la tarde, voli6 mi amigo ¥ me dice: ‘Antes de anoche, ieron tu caballo cn una festa, el otro lado del digue, en la vill: una festa grande, ‘algo de casamiento; el que lo vio, creyo que le habs prestado, porque lo montaron en el desile para Megar ala iglesia y despues en la Nesta’. Se ve que lo aban: {donaron cuando terminé el bale, Hegaron borrachos, Jo anduvieron por demas. Mt amigo me dice: “Me pro- ‘metieron conseguirte el video de Ia festa all se ene que ver bien tu caballo. Asi que abora estoy esperan- do el video, para reconecerla a tipo: la poiefa no me aa poder decir que quign sabe el que me rob6 el ea ballo. y que por es0 no lo busea. El conocido de mt amigo le prometié el video para esta tarde. Yo lo que fgulero es que me paguen la andada del caballo, dos as enteros,y la andada de los otros caballes buscan Go, y el eoste dela lastimaduras, pobre animal. quién sabe cémo sali en el vdeo, Usted vio que es un caba: lo de lo mis aparente, pero justo hace quince daa lo habla tusado, Los muchachos del eable me dijeron de 10 ‘pasar el video en el notiker de la tele de ci, para que Ja gente se ande precavida de esos ladvonee. Despute mire s vendo el caballo, que va a ser conoaida, Seg ro le saco buen precio” ‘Seha dicho que el interés por las culturas populares fs contemporaneo al momento de su desaparicién. An tropélogos,historadores, sotélogos, erties. endian algo que ya cast no existe como exo en tn prasad no) emasiado remota: no hay calturas eampesinas 0, por Jomenos, no hay culturas eampesinas incontamaadas, ‘salvo en reglones extremadaments pobres donde el ca piallamo se ha dedicado solo al weufructoy la destruc ‘lon. Las culturas usbanas son una saevcla dinamica, ton espacio bartido por los vieatos de los maae-medin Jo que, en algunos paises, fue eultura obrera ha sido ‘rosionada por las transformaciones productivns, los ‘sindicatos de nuevo tp, el desemplen la conversion de tiles de obreras en empleados de servicios y, por su- Duesto, el denominador universal de los medios de eo- ‘municacion. Culturas populares: no existe ese arefne- toenestado puro. “Tibridizactén",“mettzale" “reccafe", “merce” son, Jas palabras que oe usan para deseribir el fenémeno. {pe sectares populares ya no vsen Kmitadoa al expacto fisto del barrio, dela villa miseria © de la fabrics. Por enema de las casas, en ls pendientes barrosas acupa- as por las favelas, alo largo de los paailos de Ins vi las, en los monobloques detertoradoa, las antenas de lelevsién Henden las linens imaginaries de una nueva ccartograffa cultural. El hermetismo de las cultura ‘campesinas, incluso la miserta y el aslamiento de las ‘comunidades indigenas, ha sido oto: los indigenas han 105 ‘aprendido velormente que, quieren ser escuchacos cuales ellos escuchan le que sucede en Ia ciudad. Ver ‘udos con sus trajes tradietonales modernizados por el nylon y el Jean, ealzando zapatilas y proteglendo aus sombreras con bolsas de plastic, protestan en la pla- 2a pila pero laman a a televsston para qu 2 pro- testa sea vista. Hay que descartar toda idea que asimi- Je lo que esta suceciendo a Jo que ocurzi en el pasado: es certo que difedente se pueda evacar una epoca fen que las culturas populares vivian en untversoe ab: solutamente lausurades, lo que hoy eat sncediendo Lene una aceleracin y wna peofundidad desconocidas. ‘as culturas populares ya no escuehan, como pvt legiada vor extema, a las auteridades tradicional la Iglesia 0 los sectores dominantes mis en contacto com 1 mundo popular, intelectuales de viejo tipo, politicos paternalistas, eaulos, patrones semlfeudale, Elagrie- ‘amiento de las tadiciones lene un efecto iberadr,de- nperteo y leo respecto de tora raagoa ex- turalesarealeos. Los euras y los senares tuvieron que ‘competi primero con es indicat, con la escuca y con Jos politics: hoy todos tienen que competi entre ai y ‘on los mass-media La iglesia se preocupa por los pas- ‘ores electrénicos, que egan adonde no legan ss mi lst, y por las secias que operan con el estilo y el ap- peal de la televioién: les politeos tradietonales se ‘preocupan por el erectenteescepticismo con que ss pa labeas son reetbidas en las comunidades donde antes ‘ictaban lay, porque los medios han permlldo e=ct- char otras palabrasyy ver otras caras, La escuela, empo- brecdla materalysimbélicamente, no eae coma hacer para que su oferta sea ms atractiva que lade ia eults- audiovisual 108, Donde Tegan los mass-media, no quedsn intactas Jas ersenciaa, Jos saberes Ins laltades, Todos los ni- ves culturales se reeonfiguran cuando se produce un iro tecrologic de In magnitud tmpllcada en la tras- mlsion electronica de imagenes y sonidos. Hoy, la ei dad est en el mundo ral mo en ocastan de In visita de un eaudllo, un cura oun mercader de folleines s- fo slemore y sinerimlcament: el tempo dela ciudad y lide espacio campesine, que estuveron separates por distanciae que el ferrocasl los dacs y los Ibrosre- dducian eemanalmente, ahora son tempos sinicroniza- dos. ¥ dentro de a luda, el mlamo empo corre a tr és del sistema linftieo de los mass-media para ricat ¥y pobrea, dasempleadoa y miembros del et-set, ancl ‘os jovenea. La unidad nacional necesita tanto de la ‘omunieacion mediatlea como antes necesité del co- reo, de los ferrocariles © de la escuela. Con la elev som todas las subculturas partleipan de un espaeso na- ‘lomal-intecnaetonal que adopta caraeteristieas locales segin la fuerza que tengan las indusirtasculturales de cada pats. Bato, que preocuparia alos vejos populs- tas, no perturba a los neopopulistas de mercado que encuentran en eada uso loal de los estos interacts nales o nacionales una prueba irrefutable del Incesan- te palimpsesto que los sectores populares eserfben con log materiales que les Hegan deede el air. Mi amigo, ‘que plensa atrapar al ladron de eaballos despues de Identiicarla en el correspondiente video, e3 el héroe deal para una épiea neopopulsta, ‘Sin embargo, todavia no ha legado e reno de at ‘dependencia y la igualdad stmbolica. Los mass-media ‘rostonan viejo poderes, pero difetimente quieran nt 107 ‘pusdan senlar las bases para la construct de nue os poderes auténomas. Son come el perro del horela- ‘no: no dejan comer a vejo amo, pero tampace pueden Ssopertar que la gente prepare su propia comida y aho- ‘aTodas la dletas cuentan con un fondo de cocina ati- ovisual. Las eulturas populares, entences, araviesan luna larga transicin de Ia que es diet realizar us bar lance. Sabemos lo que se perdi, pero nadie puede co {a iguatmente seguro de todo lo ganado desde que loa rmedios audionsualesimplantaron su hegemenia, En- luc lo que se percid. hay que contabiitar Wentidades cristalizalasy viejo prejullos: hoy es habital que se ‘condenen actitudes (como el machismo o la violencia prlvada que parecian pertenecera la naturaleza de las ‘cosas. Entre lo que se perdi, ambien hay que contar Jn obedieneiaclega a pes tradiclonales de dominackén ‘simbolien (la del eaualio, la de seta, la del cura la ‘de padre, Ia del msests). Como oe ve por ka ersimera- ‘lon, no toda obediencla tenfa Jas mamas eonsecsien- ‘las para qulenes obedecian: fa escuela, sin ir ms le Jos, fue un factor esenctal de modemizacion lberadora ‘delos sectores poputares que comprendieron deede tn Drinetpio el valor del saber y supleron valerse de ell, Ubrindose de ta pinza determinista que converte ato” da trasmiston de saber en la imposteton de un poder, La debilidad actual de la escuela, que no puede distr- Dbuirsaberes bistoas de modo mitmamente aceptable, 5 uno de los peores obstaculos para la construcciin de una cultura comiin que no se apeye solamente en 4a comunidad imaginaria que producen Joe medios de ‘Quedaron sueltas también las valencias iberadas en. tun proceso de transformacion de las identidades popu lares tradiionales. cuyas Rsonemin ya hablan sido lt 108, ‘madas por los procesos de modernizacion. La eultra de los medice canvierte a todos en rlembres de wna s0- cledad electronica que se presenta imaginaziamente co- mo una sociedad de iguales. Ea apariencla, no hay na da més democratico que la cultura eleetrénten cuya necesidad de rating la cbliga a digert, sin fnterrapeto- nes, feagmentos eulturales de los origenes mas diver soa, En los meting, toda el mundo purce sentir qe hay algo propio ¥.al mismo tiempo, todo el mundo puede fantasear que lo que los medos le ofrecen es objeto de aproplacién y de usulructo, Los mlserables, 10s marg- nnados, los sinplemente pores los obrero y los desem pleas. ls habitantes do las eiudades y le campes ‘ce, encuentran en los medio una ealturs donde cada cual reconoce sx medida y cada cual erce identificar sus gustos y deseos. Este consumo imaginarlo [en to os los sentidos dela palabra imaglnario)reforma los ‘modes en que los sectores popalares se relacionan can su propla experiencia, con la polities, eon et lenguaf, con el meresdo, con Tos Weales de belleza y salud. © decir: todo aquello que configura una Wenitiadl socal, as identidades tradicionales eran estables a lo lar 4 del tiempo y obedecian a fuerzas centripetas que ‘peraban tanto sobre ls rasgos originales como sobre Jos elementos y valores impuestos por Ia dominacion ‘econdémieay embliea Hey, las Mdentidades atraviesan procescs de “baleanizacién’ ven un prescate deses- ‘abilzado por a desaparicion de certidumbrestradclo- rales y por Ja erosion de lt memoria: comprucban la quiebra de normas aceptadas, euya debsidad subraya 4 vacio de valores y propésttos comunes. La solidari- ad de la aldea fue estrecha y, mnschas veces, cfoista, ‘iclenta,sexsta, despladada con los que eran ciferen- (es, Bsa trama de vineulos cara a eara, donde princl- 109 La loa de cohesion premodernos furdaban comunidades fuertes basadas en autoridades tradictonales, se ha \desyarrado para siempre. Las vejas estrategias ya no pueden soldar los bors de las nuevas diverencias Muchas comunidades han perdido su cardcter terr- torial: las rigraciones trasiadan hombres y mujeres a eseenarios desconoeldas, donde los lazos eulturaes. 151 se relmplantan, Io hacen en confito con restos de ‘tras comunidades 0 con las elementos nsevos ce las ‘eulturas urban, ¥ all los medios masivas de come nicacion actuan, come el acldo mas eorrosvo, sobre las Jcaltades y las certidumbres tadicionales, Pero entre dos restos de vielos mandos separados entre ef por la ‘istancta eultaral y por el espacio, ls medion tambien ‘denden puentes y producen tna globaligad de nuevo ‘Upo. Vivimos en Ia era de! individualisme qu, parado- seamente, lorece en e terreno de as mas inclasiva co ‘munidad electrénica. Sin embargo. las geetas, que se- paraban distintas comunidades culturales, no terminin de unis, porque, en algunos casos, esas vieaa cult as fueron demasiade poderosns para desaparecer por ‘completo. fundamentaimente, porque, com la tenact- act de lo material, persisten las ferencias econéan- easy los obsticulos sociales tnterpuestos a un uso ver aderamente universal de los bienes simbslieos. Como sea, las viejas identldades se han ablandado y, sobre todo, han perdido eapaciiad para regenerar sentimien. tos de pertenencis, aunque no esta dicha la wltima pa. Inbra y,en ocastones, lejos aimboles son rueltos ausar ‘en nuevos contextos culturales o geografcos. ‘También sectores largamente aftncados en wn Iu ‘gr, se han desterrtoralizado: el barto popular hoy es ‘menos importante que haoe carenta cineuenta aos ‘come espacio de asoclaetin, de construceiin de hex no pericncla y de relactones cara a cara, Em muchas eh- aces, c1 aro obrero.y la Vila som lugares insegures, donde la violencia cotdiana aconsej el replegue pri vado, ¥en el centro del mundo privat, ori la pace talla siempre despleta. El barrio deja de sere terrto- to de use y pertenencia, porque sus habitantes han seguid el contraeietorlo deble proceso de brirse mas allt de toda frontera conviriendose en ptblica audio- Visual, y quedarse més adentro de sus proplas cass, ‘iejos centrostradicionales de interaceén, la escuela, las bibiotecas populares los comités politicos, as £0 Ciedades de fomento, los clubes bara, yao son los lugares donde, en un pasado, se definian perfles de IMdentldad y sentido de comunidad, Aquellos lugares, domtnadds todavia por la cultura de la letra por a=. actin individual eara a cara, hoy interpelan mucho menos. Se recurre a ellos no ao largo de wn continuo Cotidiano, sino en el momento de uns efals 9 de una necesidad perentorta, Los inés jovenes no encuentran en estos espactos singuna de las marcas culturales que interesaron a otros JOvenes, hace treinta, eusrenta 2 emeventa aos, ‘¥ stn Jovenes, no hay posibidad de tssmiaién eultu- ral. Otras lugares proponen alternativas mejor sintoni- _zadas con las cuales de la cultura avaonsual: gle ‘ias cuyo esillo se inspira en la pastoral electrénien ‘organtzaciones centradas en objeivos puntuales que sgaranticen asepsia politles, horkontalieme demecriti- ‘coy tun minimo de estructuracion nstituetonal; locales de video-game: discotecas que se especallzan en una gama sublisima de piblico y lo segregan con firme au- teconclenea: grupos de fis cuya pertenenca se orig nna en la eultura audiovisual hay excepclones: algunas bandas de rock pualeron establecer un puente por so- bre Jos massemedia, que, de todos mods, se ban per~ ‘Reclonad para no eer eseapar un fenomeno que. ‘us comienzos. habian pasado por alto) Hoy Ia cultura Jen es wna dimensién éinamica postblementela mas dinimica, dels cultures popula rea y no populares, Aun cuando los Joven Hen ‘mirada finisima para todos los matiees de a distinc, Ja cultura juvenil Uende a ser universal y, de hecko. _lraviesa las Varreras entre elasesy entre naciones, An {es que por la pertencncta social, las expersencias cal turales ee cortan por la pintmide de edades. Ali subsis: ten las diferencias (que, en el rock, son la base de verdaderas tidus) peo la universallzacion empuja con mis fuerza que los vies particulaismos de las subs celturasy los nuevos métedos de diseriminaelin. I nico absticul efeaz a la homagenetzactén cul ‘ural son las desigualdades eeonémiens: tod los de- ‘eos tienden a parecerse, pero no tes los deseos te- nen la mama oportunidad de realiarse, La ideologia nos constituye como consumidores universales, at que millones sean dnieamente consumldores imaglna- ‘en el pasado. la perteneneta a una eultura ase- guraba blenes simbotieos que constitufan la base de Nientidades fuertes. hoy la exclusin del consumo wel ‘we inseguras todas las identidades. Esto, precisammente cen Ia cultura juvenil, es bien eviente:e] deseo de la rmarea, marca sacialmente ‘Se ha perdido y se ha ganado. Por una parte, fs be trades que, en el pasado, detentaban el monepatio de Ta Tegitimidad cultural y slo debian disputarlo entre sus diversas facciones, hoy se ven enfrentados en blo- ‘que con nuevos mecanismes productore de leitini- dad: ya no pueden leislar sobre el gusto con orgullosa Independencia porque olros centres legtimadores dlo- m2 tan Ia moda de fo que dae ser. La eultuen suiovistal ‘enge sus jucces y reconoce a potencia del amen Ya ‘que su negocto esta en in amnpllactia incesante de los Drublicos mas que en la dstinelon elltista de fraciones. La diferenciacién en subculturas audioviauales e¢ un ‘enémeno subordinado a la ampliacién y homogenciza- lon: las neotrbus culuarales Uenen ta sensacisn de ccullivar los mas exelusivos partislarismas con entera Libertad, y nada los desmiente en tanto no disputen cf el mereade audiovisual labal, Cuando lo hacea, como Ssucedib en muchos lugares con Ias radios de frecaen la modulada, os grandes dela industria cultural pr "mero ponen gu grito en el cielo: huege redisesan esirs- {egias para inlerveir en ese nuevo meread euya base est en un fraccionamiento cas efit del ial rado- feo, En Ia acentuacién de esos particularismeos se apoya ‘una subordinacisn de nuevo tipo: no son las clases o- minantes, a través de un sistema eompieado de inst- tuclones y delegados, as que araviesan ele entre fraceiones sociales, Bn consecuencia, ya no puede hax ‘arse sda de una hegemonia cultural de las eases do- ‘minantes ni de una autonomia so respecto de la cul ‘tra impuesta por sus elites. Hoy toda probabllidad de ‘mlclatva cultural independiente pasa por el modo en. ‘que diferentes grspos sociales estén en condiciones de ‘mezelar sus propos instrumentes culturales, los de 18 cultura letrada y los de los medios de comuniezcén. ‘Seguin como se relacionen estas tres dimensiones (ele ‘mentos propies Kentiarios, cultura insttuetonal esco- Jar, cultura de los medlos) se producen confesraciones difereates e inestables, que pueden cambiar segin las cayunturas politeas y la temperatura socal Bn el mas~ ‘code a hegemonia andiovsual,alginassituacioneses- na ny Peciaimente nitidas (como el pasaje de una detadura a a democracta) deoias low canales a tates de 18 gue se cere esa hegemonia. Son epivodes particulares en (que se reordenan valores y se impulsan eonductas no habitules, sobre la base de una mezela de elementos origins en la tradieén cultural en Ia cultura inst ‘mcionalzads, en nuevos contensdoe potticos ¥en los ‘mass-media. Muchas veces, y esto es ben evidente en scenarios electorates, el discurso de los medios entra ‘en eortoeireulto cuando se toea eon Wdentidades polit- eas profundas 0 con nuevos Meales que los meds (por sazones de censura o de eeguera) no promoctonaren. En esos momentos, las aubeulturas atraviesan fases de reestructuracién relativamente independiente, sungue ro perslstan después de que la coyuntura ha agotado ‘su potencialad ideoligiea. Como sea, st alguna ver tuvieron limites fuertes y ‘precios. las culturas populares se han vuelto bores: ‘205: también se eafumaron los perfiles mas estables que distinguian a las cites de poder. La universalza- ‘lon imaginara del constao material la cobertura to- {al de (erztoro por I red audievigual no terminan con Js derencias soclales pero diuyen algunas mantesta- clones subordinadas de esas diferencias, El casa de la lengua hablada es partieularmente syiestvo. Durat- te décadas, la lengua “correcta” fue un Weal dela escte- Ja que hoy he desaparecido porque a escuela no esté en condiciones de trasmitir ningin Weal, sea el que fuer. Por ota parte, la vitalldad y la creacion lmgistca corre por earres completamente extras ala euluaa letra ‘a: y la homogerczseien lngistiea la diferencias re ‘lonales, de clase ode eto. Este impuso nielador He- m4 ne resonameias democrastas st se lo compara con la lengua haperestanitead de alganos paises europecs Sit embargo, no todo puede pasar bajo et rtulo de nvela- ‘lon demoeratiea cuando el discurso de un presidente de la replica o de un parlamentario proporcionan los ‘Jemplos mis Upicos de lengua popular. En un cfrculo ‘dol que es ini buscar el punto de ongen, los politicos Inablan cormo los jugatores de fitbo! o come las vedettes ‘elevistvas: para imitavis en el éit, eultvando el nco- ‘popullsmo, o (sein tambien ge die) para acerearse 'un puchlo, converte en comunidad de piblicosy node ‘ludadanos, que los consagraria segin erteros defn {dos pore! aura masemedhatea odo el mundo habla del mismo modo ¥ Ia Lanova ‘ién Imngnistiea emigra muy répidamente de una irae ‘lon social a otra St Se conservan fuertes mareas Léa: cas y fonéticas en vejos Sectores tradieionales de ka elites, de todos modos, es mas lo que ecos nivel te ‘nen en comin con el resto de la sociedad queTo que los iferencin, Aunque 1s proptas aujctos tengan la dis- {ineldn entre fraeciones como un eseude protector, esa ‘istinelin se atenta, porque esta menos fundada en clementos eulturales inaccesibles y mis apoyada en clementos al aleance de todas: no es fo mismo disti- gulrve porque se habla una lengua extranfera perfecta- ‘mente que porque se ha comprado e1 timo compact 4 Guns aes. No produce el mismo tipa de dfeten- facion inconquistable el usuiructo de wna biblioteca farniiar que la posesin de unsa moto faponesa: imag) ‘narlamente, cualgulera puede comprar tina moto japo- ‘esa. Los sinbols del mereado, que son iqualmente2e- ‘cestbles para todos, tienden a borrar los aimbbolos dela vieja dominacion basados sobre la diferencia y el estar ‘ectntento de mites inéranqueables, ns Lo que se consideraba, en e] pasado eultura letra da (que era la dnfea cultura legitima, porto meros pa- +a los letrados) ya‘no organiza la jerarquia de las eu- tras y subeulturas. Las letrados, ante esto, eligen entre des actitudes posibies, Unos lamentan el nau: frag de los valores sobre los cuales se fundaba su hhegemonia como lerados. Otros celebran que los res- tos del naufragio hayan legado ala eosta, dande van larmando un artefseto para explicar en qué eonsisten Js nuevas subeulturns y los sos populares de los de- sechos audiovisuales. Les primeros desconfian de lat promesas del presente; los segundos, neopepulistas ‘de mercado, creen fervientemente en elas, Ls prime ros son viejos legitimistas. porque todavia respetan luna Jerarquia ealtaral donde la cultura de a letra te nla un lugar hegeménico seguro, a abrigo de las pre« tensiones de otras formas eulturales. Los seguridos ‘son las nuevos Jgitimistas, porque ea el nautragio de la eultura de la letra y del arte cult, instalan su po- der como deseifradores e Intérpretes de lo que el pue blo hace con los restos de st propia cultura y Ios frag rentos de la cultura massmedtatica de los que se podera. Las enaae se han invertio para slempre: los neopopulistas aceptan una sola legiimidad, lade kas cculturas producidas en el eruce entre experiencia y ‘iscurso audiovisual; y eonsideran que los limites puestos a la cultura culta son tna revolucion stmbo- ican Ta eual los antiguas aojuagados ae harian dic- ‘hos de un destina independiente por medio de ls at ‘esanias que fabriean eon el zapping y otros recursos ‘eenologios de la cultura visual. Ambas postclones se cenfrentan segin una formula que se hizo eélebre ha- cc east teinta anos: apoealiptieas (hay diriames ve Jos leglimistas, defensores ireductibes de Ine moda ne lidades culturales previas a la organizactin audiowt ‘sual de la cultura) ¢integrados los delensores asala ‘iados o vocationales de las inustrias audiovisuales ye su nueva legitodad cults, Sin embargo, algunas cesas siguen slenda lereduc- tiles. Para empezar, a desigualdad en el acceso a los Denes simbélicos. Mas que alenuarse, esa Jesguaiad se acentiia porque la escuela atraviesa tina erst eco- ‘némica en cuyo envés puede Kerse lambién tna erste de obfetivasy la corrosién de una autoridad que no ha sido reemplazata por nuevas formas de direccia. La ‘escuela ya no sethumina con el presigo que le econo can tte las elites como los sectores populace en. ls primeras décadas de este siglo En la mayoria de loa vases de América Latina. la escuela pablicn es hoy el hugar de la pobreza simbeliea, donde maestros, curs clay medos materiales eompiten en condiciones de muy probable derrota con los riass-media de acceso ratuto o moderadamentecostosos cue cubren cas por complet los tertorios nacionales. ‘Sabemos que la cultura letrada est en eriis en el mundo; los administradores norteamerteanos miran. ‘com envidia os resultados de los examenes de los nos Japoneses, quienes, de todos modes, son sometides 2 ‘iseiplinas de samural para evilar el descenso de st ‘endimientes; también Ia escuela francesa st lament hhoy por la redueckén de los esldndares sobre todo en. las dlsclplinas humansstices y, en los altimos dice aris, tenear6 dos reformas consecutivas de una inetltucin ya reformadaalealer del elma antiinsttuctonal de los se- Tenta, Se multipican los ejemplos den dominio mas tardio y menos completo de las capacidades element tes: vivimos ia erisis de la alfabetizcién fy, com ella, de An eulra de la ota), aunque loa eptimiseaa massime- ddtcas celebren las destrezas adqairidas en et zapping ¥ el video-game. Esta ers, digamosio rapidamente, no filo se origina en una mayor difslin de la ensefanza ‘a sectoees soetales que antes no estaban incorporados lla (migrantes, minorias étntcas, etc). so que. en Jos ultimos anes y en patses donde la ensenanza yale va décadas de expansion en un sentido universal. se produce independielemente de los efectos que habrian {ntraductdo las minoréasraciales religiosas 0 la inclu- sin parcial de los mds desposelios. La criss dela al- fahetizeton afscta a los hoe de Ia capa meds wi danas, aloe de le seatares obreresestructurados, alos de Ia pequein bunguesin. Esta cueation tiene una im- portancia especial en America Latina, donde problemas ccomunes se sobrelmprimen en el marco de institcio- nes débiles y debititadas aun mas por los programas de econwersin evondmica ye redimensionaraento de los Balad. Se ice que in escuela na se ha prepara para ead venimienta de ia eultura audontsia os programas. ni las buroeracias educativas se han modificado con ‘una velocidad comparable ala de las transformactones ‘curries en los sas treinta aioe. Todo esto ex cher to. La cuestion no pasa eélo por ls condiciones mate rialea de equipamsenta, que las escuslas mas reas, gos ‘donadas privadamente, pueden encarar y, en muchos ‘casos, eallzan sin ton ni son. Comprar tin televisr, tuna video-casetera y una computadora, en cambio, ‘puede ser un obsiaculo nsalvable para las escuelas ‘ms pobres (que son miles en eualquer pats lainoa- mericano. Supongamos, de todas maneras, que Sony € IBM deeidteran practical Mlantropiaen una eacala - us iganlesca. Ast y todo, el problema que deseo plantear continuari en ple. porque, precisameate, no se (rat s0lo de uni cuestisn de equlpamiento téenico sino de smutaetin enttural la escuela (se dice) podria benelielarse y aumentar 1 cficacia reuilizande las destrezas que ss alumnos hhan aprendido en otra parte: Ia velocidad del feeling ad |quiida en el video-game: a eapacidad ce comprensiin _¥ respues frente a una superposiciém de menses 0s, Contenkosfariares y exétieos proporcionados por fos ‘medios, Seria absurdo discutr ode estos datos y, sin ‘embargo, todavia deberiamos poder eontestar tales ‘estrezas y saberes som sufetentes para considerstlos Iherramlentas dectsivas en la adawisiion de otros sabe res y destrezas vineulados, todavia Hoy, ala palabra, al razonamiento logic y matematica abstract, al diseu- rir ingtistico ¥ a la argumentacion, indispeneables, Ihasta nuevo aviso, en el mundo del trabajo, dela 80 nology de la politica. 1a velocidad de lectura del video-elipy el toque le ve indispensable para el video-game, no entrenan & ‘quienes los pen en la eapacidad intelectual para de~ tenerse largamente mirando un punto de la pantalla dela mas sencilla computadora, tal como todos sabe: ‘mos que es indispensable para resolver el problema ‘as sencillo suryido del so del programa mas senc- lo, Mucho menos preparan para el manejo de progra- ‘mas sofisticadisimos, come el hipertexto, que en poco ‘uempo serd relativamente accesible. La Ineorporsctén. {e la informatica aplicada al aprendtzafe de cualquier dtsciplina, requieze destrezas ausentes en ol Nintendo: lectura de sintaxisJerarqulzadaa y complejas, menos velocidad, menos conflanea en los relejos motrces, ‘menos impacienea, fnales muy diferdos, toda una na ne sativa del éxito, la prueba y el fracaso, que es apes ‘Wala velocidad de fesbtados del videoclip y el iced game, aungue los strates tadicns tenjgan com lame ‘quina una relacion menos distante y mas audas que la e sus padres y maestros. El aprendizaje trabaja con ppocas unidades semanticas y ligleas por unidad de tiempo, 6, dicho de otro modo, una lectura tntensiva {e pocas unidades El aprenaizae ea un proceso dead quisieton de distaneias, corporacion de diferencias exploracion de lo extrane, donde lo primero que se aprende son las destrezas necesarlas para aprender y Ja condiciones pstcologieo-morales (para Harnarlas de algun modo) impresei ables. ‘La adquiseién de una eultura comin (eal demo- ‘eritiea que puede ser reinventade en un sentido de ma- yor pluraismo y respeto delaseferencins, pero que no ‘deberia ser desechado) supone una serie de procesos de carte y no simplemente de continuldad respecto de lo cotidiano. Se aprende lo que no te sabe: esta idea simple obliga @ pensar otras. En primer lugar, que la fuente de un patrimonlo stabSlioo noes slo en aue- lio que ie sujetos han recibide y consideran propio (a (través de Ja cultura witda, familar, etnica 0 social) s- ‘non aquello que van a convertir en material conocido a través de un proceso que implica, en la ralsma apro- plactén, una dileultad y un aistanciamiento, ‘La hlpotetica donaeién de a Sony a ina escuelas po- Des de Améctea Latina, no volatiizaria el dato duro de ‘que, desde la video-cultura“espontanea", es necesario un salto a otras dimensiones culturales y que, aun ‘cuando se pueda facilitar ese salto Incorporando la di- ‘mension técaleay Idea de los mass-media, pers la necesidad de una intervencin fuerte no silo basada en Ja expontaneidad de los sujetos. B adtestramiento co- smo espectadores de Xuxa. 0 como jugadores de video: siame puede ser utllzade por la escuela so hasta un lero punto muy inital. Laie, los espetadores de Xu- 2a debea convertiraeen lelores de ua pagina que, no ‘importa cuan sencilla sea, requiere deslrezas ausentes el mundo segin Xia, Por otra parte, pese alas fantasias de alguns fms que plensaa que el feminisino consiste en presentar @ ‘lfas mas dlestras que sus hermanttos en el manejo de ‘una computador, el pugndor de video: gaene y el Fane LUco de Ia computdeton es, por viejas razones eulkurar Jes, muy notorsamente wn nfo maa que una nila, So bre todo en los sectores populares [que no poseen ‘computadoras nl famtly-games: ast, 108 locales de w- ‘deo-games en todas las prandes chidades itsmeames- ‘canas son frecuentados por un public predominante- ‘mente mascullno. La universalidad del entrenamiento adquirido no es entonces tan universal (es slo, en el ‘mejor de los eases, ée medio universo)y de ali podrian sacarse consecuenclas que afetan el optinlsio tecn0- logteo. Antes de celebrar la donacim de la Soy a txias Jas escuelas-rancho de América Latina, seria conve: lente desarrollar estrategas de campensacién de las Aesirezas maseuline-femeninas, que, de segutr el rio- iment del mereado, tenen un prenuncado elivaje de desiguakdad sexual las donaciones de Sony serfan tan iniiles como un viefo proyector de 8 mim sila esevela las sa comma extension dnieamente Indien, para eonvencer a sus llumnos de que aprender estan dlvertide como mira television. Los ninos, que no sen tontos, tn:uyen que noes cierto, Las culturas populares de paises coma el muestra, ‘desde hace an siglo tuvieron a la escuela como punto de referencia. Quien vea en Ia escuela silo un ist ‘mento de dominactin, se equivoca. Lo que la escuela proporcionaba pass a formar parte activa de loe per Jes culurales populares. La alfabetizcson permis la ‘ifustin amplada del periodico moderne, desde ce ‘enzo del iso XX, ya eelosin, en las euatro prime- ras décaias de este siglo de ua poderosisima indus- ‘tsa eatorial de masas, que publico centenares de miles 4 volumenes de ieratura, divulgacion eientifen de buen nivel, sorta, teatro y poesia. Las eulturas popa- lares urbanas no repudiaren esta canlaminactin con la cultura letrada. Por el contrario, adoplaron de ela le ‘mentos que fueron protagénicos en un proceso de me- demnizacén y base de dimensiones cuturales cormunes, Miles de mujeres de sectores medioa y medios bajos en ‘ontraron en la profesion escolar un ealino de inde- ‘pendeneta labora y sustento de un poder relatvamien- {eautdnome de a autoridad masculina, La escuela era ‘un hugar rico simbélieamente y prestgiososocialmen- {e, Sin duda, la dominacion simbolica tenia en la esce- a uno de sus escenarios, pero ia escuela no era solo ‘una instiucton de dominacion: eistribuia saberes y Aestrezas que los pobres sélo podian adquirr en ella. Bs clerto que liquids perfles culturales muy ries. Los inmaigrantes entregaron sus hijos a a escuela don- de éstos perdian la lengua y Is entra de sus padres para encontrar solo la nueva lengua del nuevo pais, Pe- + esa imposicién, al mismo tempo, os convertia en ‘ludadanes y no en miembros de ghettos étnleos don de ls diferenctaseulturales quedan mntactasy tambien ‘queda intacta Ia desiqualdad entre nacionales y extran- e108, entre miembros de diferentes relgiones 0 de ferentes etnias. La escuela pasaba su cepillo de acer pero sobre su brutal conversion de las cultura de ort zen-en tablas rasas aportaba saberes que eran indis- pPensables no lo para convertirse en mana de ba ca pillists, sino para furdar las modalidades letradas de Jacultura obrera ls indicates y ns ntervenclones en Ta Jucha politica En una escuela fuerte eintervenctonista 1s letra- os impuseron valores, iilos, historias y tadiciones ‘los sectores populares. Pera también fae el espacio Iaico,grahultoy tedrieamenteigualitario donde les sec- tores populares se apoderaron dle nstruzentos cult rales que luego uttizaren para sus propos fe e in- lereses. La escuela, sin dla, no ensefiaba a combate Jn dominacion simbdlica, pero proporcionaba herra- ‘mientas para afirmar la cultura popular sebre bases Aistintas, rats varladas y més modernas que las de la ‘experiencia eotidiana y los saberes tradicionales. A ‘partir de esta disiriueten ae bienes y destrezas cull Tales. los sectores populares realizaron procesos de Adaptacion reconversion muckas veces exitos0s. Las miijeres, cn especial, cnoeieron tempranamente la ‘gualdad legal que exigia su presencia en la escucla tanto como la exgia a ls varones. las operaciones de hibridacion entre eultuzas po: ppulares y cultura de los medios, que los seetores po- ppulares unto con el resto de la socledad) realizan hoy. ‘uvieron un capitulo importantisino en el escenario escolar. Alli, desde comienzon del siglo XX, se conse- flan las destrezas necesarins para ser pablico de los _ganudes darios modernos. para entender las transior- -maclones tecnologieas y dominar sts elementos (gen! os. para apropiarse de conoeimientios que pervaltian lusos independientes de ls abjetivoe institucional. va (Com la adguiseién de saberes que deseonocian y que to perteneefan “naturalmente” ast sux st te Aiato, los sectares populares ao se acceuaban come robota alas contemides de una cultura dominate sk no que tambien eortaban, pegaben, cosa fragmen ‘aban y reciclaban, Pero la apoteosis de la industria cultural capitalista no compensa Ia decadencia cela escuela pabliea. No existen eulturas incontaminadas (0 contamina: das wéle por la dominaclén de las elites) ¥96lo Tos te- Jos populistas podian ereer en la ipotétion“purera” de Jas eulturas populares: por eo, la euestion ce las eul= ‘urns populares y desu siempre reativa autonomla pa ‘58 por Ios clementos que entran en cada momento de Ja mezcin. Tad depende de las operaciones que los sec: {ores populares esten en condiciones de hacer a partir ‘dela mezcla eultural, que es inevitable y que sla pe ce serestigmattzada desde una perspectivatradiciona. lista arcalzante. Nadie es responsable de a perdica de ‘una pusreza orignal que las eulturas populares, desde Ja modernidad, no tuviron jamds. En consecuenea, la cultura popular no ene un pa- rdgmna pasado al cual puede emilee impestble la reslauraciin de una autenticiéad que slo proucria ‘manilestacones de un Kitch fllérico que na podria ‘nteresar ni siquiera a sus protagonistas. As{ como las otradas no vuelven asus cisicos sino a través de procesos de transformaciin,deformacién rons, las culluras populares no pueden pensar sus origenes eno desde el presents. ¥. de fdas formas, prestponer saa ‘onjgeres ya es uma compleactn: gen fue ct momento vetdaderanente autéetona de una ear que ya ha s- 1a o atravesada por los procesos dela modernidad? Re ‘memento ¢9 una alupis etogritea que sO} una plese ta en escena en el maseo vuelve vile. Por fortuna, los seetores populares earecen de esa Voencén etnngraliea yy hacen con su pasado lo que pueden, Pero las coniictones de lo que pueden hacer sf son ‘modiicables y dependen de politieas eulsurales sobre lus que los séctores populares deelden muy poco, Los Ineopopulistas de mercado, que ke eneandilan eon el ruce entre los restos eulturales populares y los masse media, guia Jos ojos ante las desgualdaces de acce ‘0 allo bienes simblicosy, cn consecuencia, pelle no referirse a la dominacion conde y eultral Pa 14 estos neopepulistas, Ja tiniea Imposickin cultural preocupante es la de ls elites letradas que conservan tun paradigma pedagégico opuest al fatser firey .guen sosteniendo, ademls,elearicter fundamental de Ja cultura de Ja letra dentro de ta cantguraciin cult ral contempordinea. Del resta de les astuntos, es deelt defo mas importante, nada teen que decir '¥lo mas importante, preelsamente, son fs lls con ‘que los mass-mettia completan fa trama desgarrada de las culturas populares. Sobre est, ta perspectiva cul tural democritlca¢ iguabtarista debe proneineiarse, St Jas polticas culturales quedan a cargo del mereado ca pitalsta, los procesos de hibedacion care vieja trad clones, experieneias eoiidianas, nuevos saberes cada ‘Yee mis complejos y productos auciowstiale, tendein ‘enel mercado su verdadero ministerta de planifieacion, ‘Todas las destgualdades son eubrayadas en este mer~ ‘cdo simbolico: Ta desigualdad en et aeceso a la inst tuciin escolar, la destaualdad en las posibilidades le eleceion dentro de la oferta audicrisual las desteusida desde fermscion cultural de orien Las sectones popu 125 ~ ” lares no posten ninglin recurso todopoderoso para ‘compencar aquello que una sccuels en fate no pucde arles, aquello que el ceo de os letradess puede a ‘Aircast sin dinero, aquellos bienea del mercado austo- sual que no son gratuites 0 que no se adeptan al gus- to que el mercado protege preeisamente porate ¢8 el susto favorable a sus productos estandartzados (que esos preduetes han eontribulde a forma) Nohay en los sectores populares una espontancidad culiural mss eubueriva, nts nacional, nl mas 82 ba que ln de otras fracciones de Ia aeiedad. Los vejos popnlistas {anteriores a los actuales neopopulistas de ‘mercade) ereian encontrar en pueblo las reservas cul- turales de un Kentidad naclonal, Le adjudicaban alos sectores populares lo que ellos. como ineleetuales po- pullstas, andabar buscando. Hey cabemos que mingu- na elle ltr tone el derecho de pei a ofzoa que le fapnquen las esencias populares © nacionales que esa felie necesita para concebirse como eite de tn Pueble- [Nacion, Sabemos que esas sustancias nacional-popula- res no sélo pueden ser base de orgullosas Meniidades Independlentes, sino que adoplan, muchas veee los rostros mis horrbles del nacionalisemo, el racism, el sexism, el fundamentals. ‘Sabemos entonces que, asi come no existe una unt- ‘ca cultura legtima, en cuyo ibre todos deben aprender Ja mlama lesion, tampoco exisle una cultura popular {an sabia y potente que pueda ganarle 1odas las part ‘dos a i cultura de los mase-media, haciendo con los ‘roductna de los mass-media un Hbrey orgulloso cle ‘geen el que insevbiea sus propios sentidos y borracia Js sentidesy las ideas dominantes en los medios. Na die puede hacer una operacion tan a contrapelo en los ratos de oclo, mlentras mira television. os sectores populares no Hees ms obligation que Jos letras no es lilt esperar que sean mds astutos, -ns mas rebeldes, al ms persistentes, nique vean mas claro, ni que representen otra cosa que ellos mares Pero, a diferencia de las elites coondanicnse ntelectae Jes, lenen menos posestones materiales y simabilicas, peores condiciones de disrite eulturl,snenores post baidades de practicareleceones no condicionadas por In pobreza de la oferta o a escasee de reeureos mate- nals y de instrumentos mfeletile; a meniade tienen ‘nts prejuttos racials sexuales,nacionales qe os io- telectuales quienes han aprendigo a ceultar 0 abolit ‘0s prejuleios. En consccueneia to son poriadores de luna verdad ni responsabies de mostrarla al mundo. Son suyetos en un mundo de diferenelas materiales y simbolicas Por lo tanto, si se quleren erear condiciones para el despliegue libre de los diferentes ntveleseulturales de ‘una sociedad, la primera de esas condiciones es que se garantte el acceso demeeratico alos almacenes donde ‘se quardan las herrarnlenta:fuesteeoeolaridad y ran des postilidades de optar entre diferentes oferta at Siovisuales que disputen con la repetid oferta de los rmedios capitalistas, an iguales 4 si memos eomo las ‘mercancias que producen. La qu la gente haga con e=- {os instrumentos podra lamarse hibridacin, mezcla 0 ‘como se quiera. Pero es importante que, sila hibrida ‘ln es efectivamente un mode de construceiin culty ‘al, los materiales que entren en su ealdera puedan ser clegidos de la manera més libre que sea posible, was ‘gualtaria desde el punto de vista institucional y eco- nome. ‘Lo otro la celebracion indiseriainada de las estra- teglas de superviveeia popular en el continu fiujo de wz los medios audiotounles, implica conflar no en ta i= catia y a orginalidad del pueblo. sino entregario to- 4o al despiegue de ins diferencias sociales proplas del capitalism y ever. en eso sta la manera popalisa ci- ‘ica, que todo lo que el pueblo hace es sable y va per feotamente en la direct desis sntereses. ue Capitulo 1v Ellugar del arte De acuerdo: munca, des a invenetin de a tmpren- ta, se han publieado tantos bres por ano, nt tantos dlarios yrevistas: salvo en casos de excepetonal ceaue- reomo el que padecemos aqui, los medios audiovisua- les se ocupan de los eserliores y os arlsas. ¢Bstamos ‘encel melor de los munsdos? Difesimente ia pregunta pueda responsderse de mi era univoea. La industria cultural el cine, i televi- stom, 10s discs, la organtzackén de eventos musicales, 1a ediciid tiene mis poder econémieo de lo que alge na ver se atrevieron a sofar los fundadores de un im- perio como Hollywood. Sin embargo, 1 se toma el ca ‘so del ene, lo que ha pasado al representa de manera ‘espectacular el nudo de problemas que hoy enrieda con sus hills al public, los artistas y los inversores capltalstas ‘Comenzarfa por uns pregunta sobre e ene que te ne la rtd de interesara todo el mando: gpor qué hay 129

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