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ESTABLECE LAS REGLAS DE EMPLEO Y USO DE LA FUERZA POR PARTE DE LAS FUERZAS
ARMADAS Y PNP
El 01 de septiembre del presente año en el diario El Peruano salieron publicados los decretos
legislativos 1094, 1095, 1096 y 1097. Mientras que el decreto legislativo Nº 1097 ampara la
impunidad a los responsable de la violación de los derechos humanos en nuestro país; el
decreto legislativo Nº 1095 continua con el proceso de criminalización de la protesta social.
Según el DL N° 1095 la intervención de las fuerzas armadas en el control del orden interno se
va a desarrollar en tres escenarios:
PRIMER SUPUESTO: Cuando previa declaración del estado de emergencia, se encarga a las
fuerzas armadas el control del orden interno, a quienes se les faculta a utilizar “operaciones
militares” en contra de “grupos hostiles”. Rigen las normas del derecho internacional
humanitario.
• En este escenario las fuerzas armadas actúan controlando el orden interno por si solas (es
decir no están respaldadas por la Policía Nacional) desarrollarán operaciones militares en
contra de “grupos hostiles”, definidos como grupos de individuos en el territorio nacional que
reúnen 3 condiciones (literal f) del art. 3):
• La norma señala que en este supuesto será de aplicación las normas del Derecho
Internacional Humanitario, norma que de acuerdo a los tratados internacionales solo se aplica
en los casos de conflictos armados internaciones o conflictos armados internos, es decir en
situaciones de guerra y no en contextos de tensiones y disturbios internos como es el caso de
las protestas sociales.
b) Objetivo militar: Es aquel que por su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización contribuye
a la actuación del grupo hostil pudiéndolo destruir si se obtiene una ventaja militar. Se estaría
avalando la destrucción de cualquier lugar donde se pueda reunir personas previo a una
marcha e incluso instalaciones donde se encuentren refugiados.(literal j) del art. 3)
c) Comando operacional: este comando es designado por las fuerzas armadas y está a cargo
del control del orden interno. La policía está también bajo su dirección. (art. 12)
d) Uso de la fuerza letal: se puede utilizar contra los manifestantes, aunque estos no supongan
una amenaza para la vida, si con ello se obtiene una ventaja militar (literal d) y e) del art 7).
• Respecto a la necesidad del uso de la fuerza por parte de las fuerzas armadas se atiende a
dos supuestos (literal b) art. 16):
b) Llegar a la conclusión de que un eventual uso de la fuerza resulta “inevitable para alcanzar
dicho resultado”.
En otras palabras siempre se justifica el empleo de la fuerza para obtener una “ventaja militar”
o el “resultado esperado”.
TERCER SUPUESTO: Cuando las fuerzas armadas no asumen el control del orden interno, pero
apoyan a la Policía Nacional del Perú, desarrollando “acciones militares” en casos de tráfico
ilícito de drogas, terrorismo, o protección de instalaciones estratégicas y en los demás “casos
constitucionalmente justificados” cuando la capacidad operativa de la Policía sea sobrepasada,
o existe peligro de que ello ocurra. Rige el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
CAPÍTULO I
PRINCIPIOS RECTORES
Los principios rectores que rigen antes, durante y después del empleo de la fuerza son los
reconocidos por las normas del Derecho Internacional Humanitario, y son los siguientes:
Debe distinguirse entre los objetivos militares y aquellos que no lo son. Sólo los objetivos
militares pueden ser objeto de ataque.
d. Necesidad militar.- Es aquella que justifica el empleo de la fuerza y que permite obtener la
legítima y concreta ventaja militar esperada. Este principio no constituye excusa para conducta
alguna que esté prohibida por el Derecho Internacional Humanitario.
e. Proporcionalidad.- Autoriza una operación militar cuando sea previsible que no causará
daños incidentales entre la población civil o daños a bienes de carácter civil, que sean
excesivos en relación con la ventaja militar concreta y prevista.