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Cambio de era: Manifiesto fundacional de Europe Écologie

EuropeEcologie_jueves, 25 de febrero de 2010 - http://ecologia-politica.blogspot.com/

La historia está parada porque la sinrazón se ha apoderado del mundo. Como


testimonian los desarreglos de los mecanismos financieros, el crecimiento del hambre, el
agravamiento de las desigualdades y la aceleración del cambio climático, la humanidad
está en peligro de perder el control sobre su propio destino. Hemos alcanzado ese
momento clave en que todo puede bascular hacia lo irreversible o, al contrario,
favorecer una transformación que favorezca la construcción de unas nuevas reglas del
juego en la que Europa podría jugar un papel crucial. Caben dos alternativas.

O bien la trayectoria de agotamiento de la generalización de todos los mercados y la


depredación ciega se prolonga en el tiempo, y atestiguaremos, por lo tanto, la
conjunción de crisis de diversa índole –ecológica, energética, alimentaria, financiera,
económica, social e identitaria– que precipitarían el planeta hacia una regresión sin
precedentes; o bien las sociedades humanas se re-organizaran, haciendo frente a la
espiral de excesos, fractura social y desacoplamiento con el mundo natural a los que nos
enfrentamos realizando las reformas necesarias para escapar al caos y construir un
nuevo horizonte de esperanza. Es urgente organizarse para lograrlo. Ni mañana, ni a lo
mejor… Ahora es el momento.

No hacer nada abriría las puertas a políticas autoritarias para mitigar las penurias y las
consecuencias de las migraciones de origen climático. Hacer algo significa evitar la
barbarie y elegir la civilización.

No tenemos tiempo. Todos los indicadores están en rojo. Nuestro modelo de desarrollo
ha sido pulverizado por la realidad. Cegados por la ideología de un crecimiento sin
límites, drogados por el “deja hacer” del liberalismo, el sistema productivista va directo
a la catástrofe, como un barco borracho. En todos lados, la inseguridad social se
agranda. El progreso pierde sentido en beneficio del crecimiento de la insignificancia y
la destrucción de todo lo vivo. La humanidad avanza hacia un desierto.

Otras orientaciones económicas y sociales se imponen. Otro tipo de sociedades son


indispensables. Otra política es posible: la de la responsabilidad. El deber de la igualdad
universal, la necesidad de reducir la huella ecológica sobre los recursos y los ecosistemas
naturales demandan un cambio de era. Debemos de entrar sin mayor dilación en un
mundo nuevo, el de una profunda mutación ecológica y social de la civilización. Esta
nueva civilización se apoyara sobre los valores de la sobriedad, de la mesura y la
moderación, de la colaboración, de la solidaridad y de la democracia, al contrario de las
alienaciones comerciales y de las violencias económicas que contaminan los
ecosistemas, destruyen a las sociedades, eliminan la diversidad cultural y enredan a los
individuos en una competición diaria que crea una frustración permanente.

¿Cómo construir una alternativa al desencanto del mundo? ¿Cómo hacer posible un
cambio basado en el crecimiento personal y el bienestar colectivo? Proponemos una
alternativa: la de la regulación de las actividades dirigida esta vez hacia lo humano y la
reconciliación con la naturaleza.
***

Lo primero que hay que hacer es romper con esta lógica auto-destructiva. Romper con
las imposturas sociales y ecológicas de un sistema condenado; romper con los ilusos que
intentan corregir solo lo más urgente y que se aprestan a regular lo irreversible; romper
con el fatalismo que lleva a acomodarse frente a una situación dolorosa para la mayoría
de hombres y mujeres del planeta y para el futuro de nuestros hijos. No saldremos de
este atolladero haciendo gestos de cara a la galería, adaptándonos a la lógica dominante
o a base de tímidos ajustes sectoriales. Romper, significa ir a la raíz del problema, tanto
en el seno de nuestro sistema económico y social como en nuestras practicas
individuales. Debemos de modificar la arquitectura de la generalización tanto como el
imaginario de cada individuo. Debemos de actuar sobre la estructura de nuestras
sociedades y trabajar al mismo tiempo por una insurrección de las conciencias, he ahí
los dos desafíos a los que nos enfrentamos para evitar la derrota de la humanidad.

Urge pues reunir las voluntades colectivas para que la humanidad se embarque en otra
vía. Otro proyecto de sociedad, otro modelo de civilización… El camino pasa por la
refundación progresiva y pacifica de nuestra manera de ser y de vivir, juntos e
individualmente. Ni sueño utópico, ni borrachera revolucionaria, el objetivo que
debemos de perseguir consiste en abrir el camino a un horizonte emancipador, dando
sentido al progreso y consistencia a la esperanza. No defendemos ni mañanas que nunca
han de llegar ni programas milagro. Solo buscamos una cosa: unas nuevas reglas,
fundadas sobre el imperativo ecológico y social, que cada comunidad humana deberá de
establecer por si misma democráticamente. Nuestra propuesta consiste en oponerse
paso a paso a las lógicas destructivas y especulativas, a distinguir entre lo que es posible
y lo que no lo es, para aglutinar las energías para que la sociedad se embarque en una
transición hacia un mundo que, aunque no perfecto, seguirá siendo viable para todos y
será más justo para el mayor número de personas posible.

***

Lo que está en juego es tan importante y su urgencia tan acuciante que no podemos
seguir consintiendo la tradición de juegos de rol con que la representación política se
complace, con sus mangoneos tradicionales que petrifican el futuro y sus crispaciones
clánicas que devalúan las conciencias. Sin importar cuales son sus referencias
ideológicas, los partidos políticos dominantes se tambalean ante los desafíos del nuevo
siglo, y se niegan a saltar el obstáculo del gran cambio que se necesita. Siguen ligados a
un tipo de desarrollo insostenible, fundado sobre el mito de un crecimiento exponencial
de la riqueza, y al final confiándose al credo absurdo del crecimiento por el crecimiento.
Cada uno a su manera, perseveran en la reproducción de mecanismos cada vez más
alienantes.

Por lo tanto, el atasco que las fuerzas políticas dominantes imponen a la sociedad debe
de ser desatascado. La mayor parte de políticos no están en sintonía con los tiempos de
escasez que se avecinan. Son el producto de una época excepcional, la de la revolución
industrial y los años del desarrollismo, en que la creencia ciega en la abundancia infinita
se hizo con el imaginario colectivo. Esta época consagro el dominio del tener sobre el
ser y de lo económico sobre lo político. La matriz común de los partidos políticos,
forjada en torno al culto al crecimiento a cualquier precio, impregnado de devoción
hacia lo científico y de intolerancia tecnológica, les ha cegado a lo que está ocurriendo.
Es por esto que se han negado obstinadamente a escuchar las advertencias lanzadas
durante 30 años por el movimiento ecologista. Vivir en este siglo consiste en tomar
conciencia de que la era del despilfarro y de la inconsecuencia se ha acabado, que la
autorregulación del mercado es un espejismo, que la realidad está determinada por la
crisis ecológica y la profundización de las desigualdades sociales. Estos políticos
pretenden conducirnos al futuro con sus promesas obsoletas y sus reflejos esclerotizado.
A estos partidos rancios debemos de enfrentarnos, electoralmente y democráticamente.

No nos resignaremos jamás a un futuro diseñado por el fundamentalismo del mercado y


la ceguera de los incondicionales de la desmesura: un apartheid global basado en el
reparto de los recursos y la destrucción de la naturaleza.

***

Por todo esto hay que desarrollar un nuevo espacio político en el seno del que se puedan
encontrar con toda su diversidad los que estén interesados en la perspectiva de crear un
nuevo proyecto de sociedad. Esto no es imposible. Se basa en la aspiración de cada vez
más gente de vivir de una manera distinta que no repose tan solo sobre la acumulación,
lo ficticio, las deudas y sobre el clamor ciudadano por un reparto más equitativo de la
riqueza y un justo intercambio entre los pueblos.

Este modelo alternativo no estará inscrito en ningún dogma ni breviario, aunque este
ligado a las más nobles tradiciones humanistas, en particular a la oposición radical al
racismo, al antisemitismo, al sexismo y a toda forma de ostracismo y dominación. Este
proyecto se construirá paso a paso, a partir de los deseos y necesidades de siete billones
de individuos, del interés colectivo de los pueblos de la tierra, de la protección de los
bienes comunes, de la expansión de los servicios públicos, del reparto de los recursos y
del respeto a los equilibrios existentes entre todos los seres vivos. Estará fundado sobre
los valores de la justicia social y la solidaridad global, en la austeridad y la consciencia
de los limites, en los derechos humanos y el dialogo democrático. Orientara toda
actividad humana hacia la reducción paulatina de la huella ecológica, buscando nuevas
formas de consumo, producción, transporte, trabajo, intercambio, innovación y una
nueva manera de habitar las ciudades y los territorios en la construcción de una nueva
sociedad. Encuadrara rigurosamente los mecanismos de mercado y su prolongación
financiera. Estimulara la investigación científica y la creatividad industrial de acuerdo a
una perspectiva compatible con las necesidades reales y los límites de la biosfera.

Este nuevo proyecto de sociedad requerirá una nueva regulación económica y social. Se
trata de repensar la organización social según el principio de durabilidad, integrando a
la vez el imperativo ecológico y la justicia social: durabilidad de los recursos naturales,
durabilidad de la diversidad cultural, de los sistemas económicos del mañana, de los
contratos sociales y de los modos de vida. Dicho de otra manera, se trata de realizar
reformas incompatibles con la hegemonía productivista y consumista que precipita el
desgaste ecologico y social a golpe de desregulación, crecimiento del poder financiero,
la comercialización y la uniformización.

Ya conocemos los principales instrumentos que conformaran la plataforma electoral de


las listas de Europe Ecologie: el decrecimiento del flujo de materias y energía hacia la
industrial nuclear y los biocombustibles, una nuevas reglas del juego económicas basadas
sobre la proximidad de los intercambios, el fomento de las energías renovables, la
búsqueda de nuevos indicadores de riqueza, la regulación del mercado para el fomento
de objetivos ecológicos y sociales, el control de los mecanismos financieros, el refuerzo
de la economía social y los servicios públicos (servicios de interés general según la
terminología europea) en los sectores clave de la vida colectiva (energía, transporte,
salud, vivienda, educación, telecomunicaciones, solidaridad social), puesta en marcha
de una nueva política fiscal que tenga en cuenta el precio ecológico y que reoriente los
comportamientos económicos y la inversión, la protección de los bienes comunes de la
humanidad (el agua, el aire, los ríos, los océanos, los bosques, las zonas húmedas y los
suelos), protección de las especies, incentivo del trabajo de los campesinos y de los
agricultores respetuosos con el entorno, protección del medioambiente y la salud,
protección contra la contaminación causada por los pesticidas, modificación de una
organización del territorio orientada hacia lo urbano, reorientación de la movilidad de
las personas y las mercancías hacia medios de transporte suaves como el ferrocarril o las
vías acuáticas, movilización de la investigación científica para favorecer la creación de
tecnologías ecológicas, cooperación y co-elaboración con los países del sur, derecho a la
soberanía alimentaria, desarrollo de relaciones internacionales en base a la resolución
de conflictos, defensa de los derechos fundamentales de las personas (derecho de asilo,
derecho de voto para los emigrantes…) y de las libertades individuales, extensión de la
democracia a través de vías participativas, refuerzo de los poderes de la justicia
respecto a los paraísos fiscales y las prácticas mafiosas, respeto a los territorios e
identidades culturales en el marco de una Europa federal, reducción del tiempo de
trabajo en paralelo a los incrementos en productividad…

***

Este nuevo espacio político portador de una nueva política de regulación solo se puede
concebir a nivel Europeo, puesto que Europa es nuestra familia, y sin fronteras puesto
que el mundo es nuestro pueblo.

Europa es la primera que debe de adoptar medidas puesto que ha explotado más que
ninguna otra región sus recursos naturales y los de sus antiguas colonias para construir su
pujanza. Incluso hoy, todavía consume más recursos de los que dispone. Su huella
ecológica, como la del conjunto de los países industrializados, excede la capacidad
biológica del planeta. De media, cada habitante de la Unión Europea utiliza al menos
dos veces más de superficie productiva que la biocapacidad disponible. La reducción de
este impacto destructivo constituye una prioridad insoslayable. De la misma manera,
Europa debe de pagar su deuda. Su desarrollo económico, como el de todos los países
industrializados, se efectúa a costa de una extracción masiva de recursos naturales a
nivel global. De esta manera Europa se ha convertido en un deudor ecológico masivo a
nivel global. Esta deuda marca la relación de la Unión Europea con los países del sur. Los
países del sur deben de contar con Europa. A pesar de sus defectos de nacimiento y sus
prácticas a menudo tecnócratas la Unión Europea ha construido un espacio de paz y
cooperación entre los veintisiete estados y 80 pueblos que la componen. La UE se ha
sabido interponer como una fuerza conciliatoria en los conflictos. Este es un logro
formidable teniendo en cuenta su pasado violento. Sus distintas culturas han demostrado
que pueden vivir en paz y enriquecerse mutuamente en un mundo caracterizado por la
violencia multipolar y los rebrotes nacionalistas.

También es gracias a Europa que ciertas cuestiones vitales han podido escapar a los
egoísmos nacionales y se han encaminado hacia una resolución a nivel del interés
general. Europa, por ejemplo, ha sabido ponerse al frente de la lucha contra el cambio
climático, ha fomentado la conservación de los espacios naturales y ha sabido imponer
restricciones a la industria química…

Más que nunca necesitamos a Europa: porque es en Europa donde tienen lugar la mayor
parte de las decisiones políticas que tocan más íntimamente la vida de los ciudadanos,
porque ésta constituye nuestra mejor plataforma para abordar los problemas
transnacionales, porque Europa podría ser la mejor defensora de los derechos sociales y
el medioambiente y construir un modelo alternativo al de la globalización, porque
estamos convencidos de que los Estados-Nación solo ofrecen una respuesta parcial e
inadaptada a los riesgos globales a los que nos enfrentamos.

Pero la UE no parece una entidad capaz de regular los equilibrios globales según criterios
de justicia social y del medioambiente. Sus derivas liberales tienden a confundir lo
epifenomenal de una globalización caótica, y se convierte en un acelerador de este
procesos. De esta manera los pueblos rechazan Europa porque no se reconocen en sus
instituciones. Esto no es sorprendente ya que a los ciudadanos solo se les habla de
competitividad y competencia, como si el mercado fuese el único objetivo. Europa está
más presente en sus vidas cotidianas que en sus horizontes. Ha llegado el momento de
que los Europeos se identifiquen con la perspectiva política de una Europa solidaria y
duradera. Poniéndose como meta el ecologismo y lo social, Europa podría convertirse en
el motor de una nueva civilización.

Seamos lucidos pero no tengamos miedo. La crisis global a la que se enfrenta la


civilización puede ser superada. La humanidad está obligada a reaccionar y cambiar.
Posee los medios para ello. Lo que no tiene claro es el objetivo. La intensidad de la
presente crisis ofrece paradójicamente la oportunidad de crear las bases para un nuevo
mundo construido sobre los mejores valores humanos y que sea capaz de movilizar la
inteligencia y la energía a favor de la creatividad, de renovar la democracia y rehabilitar
la política. Con la Europa ecológica y social, tenemos la ocasión de encauzar nuestro
destino y vivir mejor. ¡Solo a nosotros nos corresponde el aprovechar esta oportunidad!

Han participado en la elaboración de este manifesto los miembros del comité de


campaña : François Alfonsi, Danielle Auroi, Jean Paul Besset, Michel Bock, Sylvie
Bouleau, José Bové, Yves Cochet, Daniel Cohn Bendit, Cécile Duflot, Pascal Durand,
Patrick Farbiaz, Hélène Gassin, Jérôme Gleyses, Rémi Guerber, Marie Isler Beguin,
Yannick Jadot, Bernard Jomier, Didier Jouve, Erwan Lecoeur, Patrice Miran, Denis
Pingaud, Marianne Robert-Kerbrat, Jean Marc Salmon, Agnès Sinaï, Toufik Zarrougui.

Traducido del francés para EcoPolítica por Francisco Seijo, miembro del comité de
Ecopolítica.
Publicado por Francisco Folguera. Verdes de Mérida en 11:14 No hay comentarios:
miércoles, 24 de junio de 2009

Ecología política española: Retos teóricos y perspectivas prácticas

Florent Marcellesi*

Artículo publicado en el número 61 de El Ecologista (verano 2009)

Mientras la ecología política se asienta con cada vez más contundencia en el panorama
europeo como espacio político propio, el Estado español sigue siendo un caso aparte
donde prevalece la debilidad del movimiento verde. Es indudable que la llegada tardía
de la democracia, la predominancia de los partidos comunistas y de las cuestiones
nacionales en los movimientos postfranquistas, el desarrollo de una fuerte escuela de
pensamiento ecosocialista, y la fuerte división interna intrínseca al movimiento verde no
ha permitido que aparezca una sólida y perenne correa de transmisión política del
movimiento social ecologista. Sin embargo, cabe interrogarse si, 26 años después, sigue
válida la pretensión del Manifiesto de Tenerife de tener “una formación política
comprometida con nuestra concepción global de la vida y de las relaciones del hombre
con su entorno”. De hecho, a la vez que la europeización del espacio ideológico y
político se hace más intensa, debemos reflexionar sobre la existencia de un modelo
autónomo de ecología política: tenemos que plantear, por un lado, la capacidad de la
ecología política de representar una ideología global y, por otro lado, la de trasladar
esta visión en la práctica como espacio político propio.

La ecología política como ideología global y transformadora

Mucho se ha debatido acerca de si la ecología política se puede definir como ideología o


si representa un simple conjunto de valores que se puede incorporar a otras ideologías
existentes. Parto de la hipótesis de Dobson de que la ecología política responde a las
tres características básicas de una ideología: promueve una descripción analítica de la
sociedad que permite a sus usuarios orientarse en el mundo político, prescribe una
forma particular de sociedad empleando creencias acerca de la condición humana y
proporciona un programa de acción política desde la sociedad en que vivimos
actualmente a la prescrita (1997: 23).

De esta forma, la ecología política no puede entenderse como el apéndice medio-


ambiental de otra corriente política y aún menos como una aproximación tecnócrata y
sectorial de los problemas ambientales. Al contrario, supone cambios radicales en
nuestra relación con el mundo natural no humano y en nuestra forma de vida social y
política, y se presenta como «la gran transformación del siglo xxi». No podía ser de otra
manera cuando la ecología política —y principalmente a partir de los años sesenta—
introduce ante la finitud del planeta el concepto de supervivencia humana y cuestiona
directamente el sentido de las sociedades industriales modernas y de la cultura
occidental desarrollista: ¿cómo? ¿para qué?, ¿por qué estamos produciendo? Evidente-
mente este antiproductivismo es un cuestionamiento a las teorías (neo)clásicas
dominantes y un ataque estructural al sistema capitalista basado en la acumulación, el
fetichismo de las mercancías y la explotación del trabajo asalariado.

Sin embargo, afirmar esto no significa que se pueda asimilar la ecología política
automáticamente a la teoría marxista, incluso si ambas pueden converger de forma
puntual. Al considerar que lo esencial, la infraestructura, descansa en la economía y en
el llamado «trabajo productivo», las raíces del socialismo conllevan una cierta
incapacidad de pensar lo ecológico. Es más, Alain Lipietz (2000) —quien teoriza la
evolución de lo rojo a lo verde— afirma que el marxismo está agotado como sistema de
pensamiento práctico y como guía para la acción transformadora de la sociedad.
Considera que la ecología política se opone al marxismo en el punto capital del
«progreso de las fuerzas productivas» ya que el paradigma verde, no determinista, no
concibe la Historia como la historia de un progreso. Sobre todo, la reducción de la
historia natural del género humano a la actividad de transformación y artificialización de
la naturaleza por los productores consisten en la mayor contradicción respecto a la
ecología política. Ante las propuestas de ecomejoras del núcleo duro del marxismo,
Lipietz propone por tanto una «sustitución radical de paradigma: reconstruir el
materialismo en torno a otro tronco común [la ecología política], con elementos
reciclados cogidos de las ruinas del antiguo paradigma marxista» (ibídem: 188).

Por estas razones, la ecología política se puede entender como un sistema de pens-
miento político global y autónomo que responde a unas necesidades históricas concretas
y que puede convertirse en un nuevo referente de los movimientos transformadores
adaptado a los retos ecológicos y sociales del siglo XXI.

¿Izquierda verde o espacio político propio?

Sin duda, las experiencias del gobierno rojiverde alemán, de los verdes franceses en la
gauche plurielle y de los verdes españoles en diferentes CCAA con Izquierda Unida y/o el
PSOE, o el dominio ideológico y político en el conjunto ecologista español del
ecosocialismo sugieren un modelo de «izquierda verde» (Valencia, 2006). Sin embargo, si
pensamos la ecología política como ideología global y autónoma y tras presenciar la
construcción de un espacio verde a nivel europeo, dinámico y bien diferenciado, se nos
incita a replantear la cuestión de un espacio verde propio en el Estado español. Además
debemos tener en cuenta el amplio debate ideológico que agita el movimiento verde
europeo acerca del margen de actuación dentro del sistema capitalista y de sus posibles
alianzas políticasi, mientras que el movimiento verde español sigue convulsionado por
sus relaciones caóticas con las corrientes marxistas (y nacionalistas) y por su voluntad de
despegar de una vez de la marginalidad política.

En este sentido, es necesario superar el análisis de la realidad socio-política que gira


principalmente en torno al eje colectivista-neoliberalii. De hecho, desde una perspectiva
ecologista fuerte, no es suficiente preguntarse quién posea los medios de producción, si
el proceso de producción en sí se basa en suprimir los presupuestos de su misma
existencia. Dada la magnitud de la crisis socio-ecológica y que lo crucial es el sentido de
la producción, el eje productivista/antiproductivista se convierte en un eje
estructurante y determinante. Por tanto, este eje tendría que guiar los pasos de
cualquier movimiento transformador en busca de un equilibrio satisfactorio entre
justicia global y recursos finitos del planeta, entre oportunidades de las generaciones
presentes y futuras —y por ende de la supervivencia de la especie humana—, y de la
liberación y emancipación del ser humano.

Además, puesto que es una crítica principalmente no marxista del sistema productivista,
la ecología política no es reductible o asimilable al ecosocialismo. Sin embargo, tampoco
se trata de negar que ecología política y ecosocialismo compartan puntos de encuentro
en torno a la crisis ecológica. Al contrario: considero que el ecosocialismo comparte
suficientes fundamentos antiproductivistas con la ecología política para que se aleje
paulatinamente de su matriz socialista y se produzca un acercamiento cada vez mayor a
la matriz ecologista. De hecho, desde una perspectiva europea, el ecosocialismo tiende,
en general, a transformarse en una corriente interna del movimiento verde, donde
representa una interpretación marxista, hoy en día minoritaria en Europa, de la ecología
política. Aunque seguramente dará lugar a alguna que otra polémica, constatamos en
términos prácticos que en el seno del Partido Verde europeo la corriente ecosocialista
convive de facto con las demás corrientes de la ecología política y todas parecen tener
futuro común bajo el paraguas del ecologismo político europeo. No hay razones para que
esta dinámica europea no se traslade y concrete también en España, eso sí, recorriendo
su propio camino y teniendo en cuenta la historia y el contexto local.

¿Hacia una acumulación de fuerzas ecologistas en el Estado español?

Aunque la izquierda verde haya sido el modelo más desarrollado en España, al entender
y definir la ecología política como una ideología global es necesario profundizar la
reflexión sobre un modelo de ecología política autónomo, que al mismo tiempo sea
incluyente, aglutinador y en constante interacción con la actual recomposición de los
movimientos transformadores y alternativos. Ante una creciente europeización de lo
verde, cuya influencia es cada vez mayor en nuestro propio tejido sociopolítico, este
nuevo paradigma ecologista queda todavía en gran parte por escribir.

En este libro abierto donde se reformulan las posibles coaliciones sociales para combatir
el (des)orden actual y donde sólo podemos constatar el fracaso de las estructuras
políticas verdes realmente existentes, ¿por qué no plantear un (nuevo) proceso de
acumulación de fuerzas ecologistas? Este proceso constituyente se podría articular bajo
la forma de una Asamblea Permanente de la Ecología Política con comités
descentralizados, encuentros estatales periódicos y abierta a ecologistas de todos los
horizontes (político, asociativo, sindical, etc.) y de todas las corrientes (ecopacifistas,
ecofeministas, ecosocialistas, medioambientalistas, etc.). Con un calendario de trabajo
a uno o dos años vista, sería la ocasión de repensar, refundar y renovar el espacio verde
tanto ideológicamente (en plena crisis mundial social y ecológica del liberal-
productivismo, ¿qué líneas programáticas para los 5-10 próximos años?) como en su
concreción práctica (¿qué estrategia y estructura(s) para desarrollar este ideario?). Sin
duda, un desafío estimulante para construir la esperanza del siglo XXI.

Notas:
1. Este artículo se basa en el estudio del mismo autor (2008): Ecología política: génesis,
teoría y praxis de la ideología verde, Cuadernos Bakeaz, nº 85, disponible en
http://www.bakeaz.org/es/publicaciones/mostrar/102-ecologia-politic

2. Véase la evolución del ecologismo político en los países del Este, las coaliciones de
centro-derecha a escala nacional en Irlanda, Finlandia o la República Checa o la
dinámica de unión de los ecologistas para las elecciones europeas en Francia en torno al
eje Bové-Cohn-Bendit-Hulot.

3. Otros modelos más completos tienen en cuenta el eje autoritario-libertario. Además


en España sería necesario añadir la fuerte influencia transversal de las cuestiones
nacionales.

Referencias:

 Dobson, Andrew (1997): Pensamiento político verde, una nueva ideología para el
siglo xxi, Barcelona, Paidós Ibérica.
 Lipietz, Alain (2000): «Political Ecology and the Future of Marxism», Capitalism
Nature Socialism, 39.
 Valencia, Ángel (ed.) (2006): La izquierda verde, Barcelona, Icaria.

La Geografía y el Ecosociodesarrollo
Julián Gutiérrez

Fuente: Rebelión

Es un hecho que la problemática ambiental, social y económica actual tiene causas


conocidas y bien estudiadas, los actores mundiales que la han causado sabían hacia
dónde iban las tendencias en cuanto contaminación, su gravedad, los elementos del
entorno a ser afectados, los cambios climáticos que generarían los gases de efecto
invernadero a través del calentamiento global; Igualmente, sabían que la aplicación de
un modelo económico depredador, el capitalismo, tendría efectos devastadores en la
degradación y agotamiento de los recursos naturales, así como la generación de la
inmensa pobreza reinante en la mayoría de la población mundial, en un planeta que ha
sido generoso en recursos para garantizar un mínimo de bienestar a la mayoría de la
población mundial.

Además, la actual crisis económica es parte de un entramado de acciones cuyos


resultados se pueden proyectar al pasado y constatar su repetición en las crisis cíclicas
ya experimentadas (crisis de los 30s, 80s), debido a operaciones de sobreproducción y
maximización de ganancias, rentabilidad máxima, que estalla por el descontrol, por
parte de los gobiernos y de los actores económicos privados, descontrol promovido por
los mismos agentes políticos a sueldo o colocados en puestos claves del gobierno por los
mismos agentes económicos privados. Todo lo anterior debido a un afán de lucro
desmedido, en el que nunca es suficiente la concentración de riquezas, tanto a nivel de
países como de individuos que poseen los medios para someter países, poblaciones y
voluntades, sea de forma encubierta (FMI, BM, OMC, USAID, ONGs, Plan Colombia) o de
forma descarada, como las invasiones militares con patente de corso (casos Palestina,
Irak, Afganistán), lo que les garantiza amplias opciones de dominio y poder.

Aunque esta crisis resalta por su magnitud y duración probable (no será breve
precisamente), ya que los efectos han sido esparcidos y magnificados como un virus
mundial por la tan promovida globalización (por cierto nadie señala al culpable mayor,
que ahora pretende imponer la solución), mecanismo ya conocido con otro nombre
(colonización) en otras épocas y diferentes medios, como lo fue la expansión marítima
de los imperios español, inglés, portugués, y demás ejes de poder europeos de la época.

Como en la escena de un crimen, quién quiera saber quienes son los causantes de la
actual situación, se deben plantear la siguiente cuestión: A quién beneficia tal acción?,
(países, individuos, entidades, grupos), no debemos pensar solamente en términos de
beneficios económicos, ya que la creación de desestabilización y crisis puede crear, y
efectivamente crea, condiciones para alcanzar otros objetivos de una agenda oculta
(expansión de la OTAN, gobierno mundial), aunque en este escrito no es nuestro objetivo
desarrollar tal ejercicio, pero es claro que la respuesta es obvia.

Algo que también debe estar claro es que el capitalismo no es sustentable ni ecológica,
ni social, ni cultural, ni económicamente. No lo es porque está basado en la obtención,
en todas las instancias (individual, de grupo, de empresas, de países), de máximas
ganancias en el menor tiempo posible, basado en la producción de bienes, servicios y su
comercialización. Producción que depende de una base de recursos naturales finita, y de
la explotación despiadada de mano de obra barata, en algunos casos casi esclava. No es
sustentable ecológicamente, porque como se dice anteriormente, la base de recursos
naturales que lo sostiene posee límites, conocidos como el del petróleo (no renovable),
además de los efectos de su utilización en forma de energía (efecto invernadero), y en
el caso de los renovables, no se respetan sus ciclos de reposición, como la deforestación
de la selva amazónica. No es sustentable socialmente, porque con el objeto de
maximizar ganancias, lo hace a través de disminuir costos pagando salarios de miseria,
con distribución desigual de la riqueza y creando pobreza en la mayoría de las
poblaciones, generando amplias brechas entre las diferentes clases sociales, y por lo
tanto potenciales revueltas y levantamientos populares, con la ya planificada represión.

No es sustentable culturalmente, porque como se constata busca la homogeneiza-


ción/uniformización de las diferentes culturas y pueblos del mundo, mediante la
creación de necesidades, imposición de conductas, patrones de consumo, modas y
transculturización, a través de los medios de comunicación masivos, claramente
sometidos mediante chantajes económicos, contratos de publicidad, o parcializados
actores muy activos, con fines meramente consumistas de la producción antes nombrada
(ver:“- La industria de la mentira y la alienación” en http:/loultimoenpolitica.
blogspot.com).

No es sustentable económicamente, porque como se dijo, está basado en la explotación


de recursos naturales finitos, y es sabido que si se acaba con el capital natural (recursos
naturales), sea por su agotamiento, degradación o contaminación, eventualmente se
quedará sin recursos para continuar el proceso de producción.

Si solamente evaluamos las consecuencias, ya suficientemente expuestas, del cambio


climático, es por tanto a nuestro entender una crisis civilizatoria, si no reaccionamos,
las probabilidades de una catástrofe mundial son extremadamente probables. El cambio
climático afectará las garantías de alimentación de la población, generará además
grandes desastres naturales, la aparición de plagas y pandemias en ámbitos hasta ahora
impensables, por sus efectos interconectados en la climatología. Se verá afectada la
calidad de vida de prácticamente todos los habitantes del mundo.

En vista de que el desarrollo sustentable, según su planteamiento original, es inviable en


el capitalismo (ver: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76844), es imperioso
entonces plantear modelos alternativos de desarrollo, nuestro objetivo es exponer
algunas ideas sobre mecanismos y métodos para diagnosticar la situación (desentrañando
sus verdaderas causas), así como para proponer medidas de solución.

Según Aristóteles: el objetivo de los seres humanos es determinar qué es una “Buena
vida”, para después dedicarnos a vivirla. La función de los gobiernos es ayudar a los
ciudadanos a conseguir ese objetivo, el Estado de bienestar de la ciudadanía. Entonces
los conceptos claves son: Bienestar y Calidad de vida. La forma como elegimos
desarrollarnos, o desenvolvernos en el territorio que ocupamos tendrá consecuencias
económicas, sociales y ambientales, consecuencias que se manifiestan y tiene su
expresión más fiel en el paisaje o espacio geográfico.

Entendemos al Ecosociodesarrollo como una propuesta de gestión democrática de la


producción de bienes y servicios básicos y esenciales para la mayoría de la población de
un determinado territorio, sea el municipio, la región, países o el ecosistema Tierra, con
la premisa de que para poder pensar en el bienestar del ser humano, calidad de vida a
largo plazo, debemos pensar previamente en la preservación del medio físico que le da
la base natural de recursos para producir ese bienestar, y absorbe los subproductos
contaminantes y degradantes generados en el proceso, ya que manteniendo la integridad
del entorno se garantiza el bienestar tanto de las generaciones presentes como futuras.

Es importante dejar claro que “calidad de vida” y “nivel de desarrollo” son conceptos
relativos y subjetivos. Cada población, sociedad o grupo debe definir lo que considera
calidad de vida, por supuesto, teniendo en cuenta que su “bienestar”, no puede estar
basado en la degradación de la calidad de vida de otros grupos, sociedades o
poblaciones, ya que lo haría tremendamente injusto, por lo tanto insustentable.

Tenemos un problema: el crecimiento sostenido es insostenible (producción-


consumismo-deuda-producción), porque lo que la fuente de recursos es finita: la Tierra.
(Ver: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=79498). Estamos de acuerdo con las
bondades de un Decrecimiento, aunque pudiera sonar contradictorio con desarrollo, se
debe entender que desde la perspectiva del Ecosociodesarrollo se busca, además de
cubrir necesidades básicas, una disminución de las horas de trabajo para aprovechar el
tiempo libre en el crecimiento espiritual, el estudio, la inventiva, la creatividad, el ocio,
el fomento de las relaciones familiares y comunitarias, la solidaridad. Si abandonamos la
producción de bienes suntuarios o innecesarios, o de los que la publicidad se esfuerza
por crearles su aparente “necesidad”, además de no caer en la trampa del
endeudamiento (préstamos bancarios, tarjetas de crédito) podemos dejar la carrera de
trabajo, consumismo, deuda, estrés, trabajo, consumismo, deuda, estrés.

Para comenzar un ejercicio de análisis, podemos plantearnos las siguientes preguntas:

- ¿Por qué los países denominados indistintamente a través del tiempo:


subdesarrollados, del tercer mundo, del sur, emergentes, algunos siendo tan ricos, la
mayoría de ellos, en recursos naturales, mantienen esta condición?.
- ¿Por qué en los países capitalistas más avanzados económicamente (USA, Europa) se
ha logrado crear pobreza, miseria?

- ¿Por qué los avances científicos y tecnológicos se hacen mayoritariamente en los


países ya desarrollados?

Veamos ahora el siguiente enfoque, nada innovador (Ya Yves Lacoste lo planteó en su
libro “Geografía del subdesarrollo”, 1973, 1982), aunque poco aprovechado para
resolver nuestros problemas, como países e individuos sometidos y explotados, y el
problema ambiental al cual nos enfrentamos como humanidad, ya que persiste tal
situación.

- La Geografía, sus principios y el Análisis Geográfico

A través de la historia de la humanidad el Hombre ha tenido la curiosidad de explorar su


entorno y más allá de las fronteras físico-naturales que le rodean, tal aventura de
conocimiento nació en África, según las teorías actuales más reconocidas,
posteriormente, la misma necesidad de conocimiento y su reproducción por diferentes
medios dio origen a la ciencia geográfica. La Geografía (Geo: “Tierra”, Grafía:
"describir" o "representar gráficamente") es la ciencia que estudia la tierra como medio
de vida, las sociedades que la habitan y los territorios, paisajes, lugares o regiones que
forman al relacionarse entre sí (http://es.wikipedia.org/wiki/ Geograf%C3%ADa). Otro
concepto puede ser: la ciencia que estudia los hechos y los fenómenos físicos, biológicos
y humanos, considerados en su distribución sobre la superficie de la Tierra, así como la
investigación de las causas que los producen y sus relaciones mutuas.

- Hechos y fenómenos geográficos

En la superficie de nuestro planeta se observan ciertos estados de la materia que no


varían sensiblemente, o cuya variación es tan lenta que no puede ser apreciada en el
corto lapso que dura la vida de un hombre, invariabilidad que se manifiesta en la
permanencia de su situación, forma y extensión. A tales estados se les conoce bajo la
denominación de "hechos geográficos". Son hechos geográficos, por ejemplo, la
superficie del planeta, la extensión de las porciones marítimas y continentales, la forma
general de los océanos, islas y continentes, la altura de las montañas, las planicies y las
depresiones.

Por oposición, en la misma superficie terrestre se efectúan, en un instante o en un breve


tiempo, modificaciones en la situación, forma o extensión en los elementos geográficos
que reciben el nombre de "fenómenos geográficos". Tales son, entre otros, el
desgajamiento de los montes, la desviación de los ríos y el cegamiento de los
manantiales; la formación de grietas, que ocurre con frecuencia en los grandes
terremotos; la formación de conos y mantos de lava, escorias y cenizas durante las
erupciones volcánicas; los deslizamientos de tierra que acompañan a la estación lluviosa
en los suelos con fuerte declive; la devastación de las vertientes de las eminencias
nevadas producidas por los aludes o avalanchas de nieve; la alteración de la línea
costera producida por las grandes tempestades y marejadas; la formación de conos o
mantos detríticos durante las grandes inundaciones; la tala de los bosques por el
hombre, la apertura de tajos, túneles y canales para las vías de comunicación.

En síntesis, los "hechos geográficos" se refieren a un estado más o menos permanente de


la superficie del planeta y los "fenómenos geográficos", a una modificación “rápida” de
la misma.

- Los problemas fundamentales de la Geografía

Los hechos y fenómenos geográficos de cualquier categoría deben ser estudiados desde
tres ángulos fundamentales. En el primero debe estudiarse cómo están repartidos los
diversos grupos de hechos y fenómenos geográficos sobre la faz de la Tierra? (problemas
de distribución); en el segundo las causas que motivan estos hechos? (problemas de
causalidad); y en el tercero, las relaciones existentes entre unos y otras? (problemas de
conectividad).

Los Geógrafos abordan el estudio general del medio y las sociedades que lo habitan
desde diversas tradiciones, en algunos puntos complementarias y en otros
contradictorias. Éstas son:

 Los geógrafos próximos a la tradición física estudian varios aspectos del medio físico
(relieve, clima, vegetación, etc.).

 Los más próximos a la tradición corológica estudian sistemas territoriales, ya sean


éstos espacios naturales (sistemas naturales/regiones naturales) o sociales (regiones
humanas/espacios sociales).

 Los próximos a la tradición ecológica estudian las interacciones entre los grupos
humanos y el medio físico (y también el medio humanizado).

 Los que se decantan más bien por la tradición paisajística, se concentran en el


estudio de paisajes naturales y paisajes culturales o humanos.

 Los geógrafos partidarios de la tradición espacial estudian la localización y


distribución de fenómenos naturales y culturales.

 Los geógrafos más cercanos a la tradición social estudian a las sociedades y a los
medios que éstas habitan.

Para su ejercicio, es necesario aplicar los principios de la Geografía (1). La facilidad de


la Geografía para establecer conexiones con otras disciplinas del conocimiento
científico, han facilitado la integración de la misma en trabajos multi e
interdisciplinares. Al estudiarse elementos y factores, con sus características, las
relaciones existentes entre los mismos, el uso de métodos deductivos, inductivos,
analíticos y sintéticos, no ha habido muchas dificultades para introducirse en el análisis
de sistemas, concibiendo el Medio, el Paisaje, a las Regiones y al Territorio como
conjuntos de Sistemas Ambientales y Territoriales. En estos Sistemas espaciales
prestamos atención a sus caracteres, a las relaciones, densidades, flujos, percepciones,
formas, distribuciones, localizaciones, estructuras, organizaciones y tipologías
existentes. De esta manera, el análisis geográfico nos adentra en un camino complejo a
través de los lugares, entornos, paisajes, localizaciones, estructuras, relaciones,
procesos de diferenciación, a diferentes escalas y teniendo presente la variable
temporal.

La aplicación de los principios geográficos (1) como la 1.- localización, 2.- la distribución
o extensión, 3.- la generalización o comparación, 4.- la causalidad, 5.- la conexión o
relación, y 6.- la actividad o evolución, son de indudable interés para afrontar la
reflexión sobre los Sistemas Ambientales y Territoriales, junto a su introducción en las
fases de inventario y análisis de las diferentes modalidades de evaluaciones ambientales.

1. La localización nos servirá no sólo para conocer el lugar ocupado por un elemento en
el sistema, sino que nos dice la posición que ocupa en el mismo en relación a los
otros elementos y al entorno del sistema.

2. La distribución nos lleva a analizar el alcance, extensión o magnitud del elemento y


sus características, las probables influencias, las repercusiones en el sistema y su
entorno, tanto en sus aspectos estructurales como funcionales.

3. La generalización o comparación nos permite conocer las semejanzas, analogías y


diferencias, existentes entre los elementos, características y relaciones del sistema,
así como con otros sistemas.

4. La causalidad permite conocer los factores que actúan sobre todas y cada una de las
partes del sistema, con sus correspondientes consecuencias.

5. El estudio de las conexiones o relaciones es fundamental para el conocimiento de las


estructuras, las interacciones, interdependencias, influencias recíprocas, niveles de
jerarquización y la funcionalidad general del sistema.

6. El principio de actividad o evolución, nos permite trabajar en los procesos dinámicos,


en los cambios y transformaciones, en las variables más significativas que, a lo largo
del tiempo han afectado a los diferentes estados del sistema.

Es a través de los anteriores conocimientos básicos sobre la Geografía, que el autor


conoció en sus primeros años universitarios en un curso denominado “Problemas del
Subdesarrollo”, dictado por una excelente profesora, allá por el año 1977, el porqué la
condición de “subdesarrollados” de nuestros países del “Sur” no es al azar, y que las
causas son fácilmente descifrables, lo que no se acepta es porqué seguimos en esa
condición, algo sobre lo que tenemos la obligación de actuar. La Geografía ha tenido
diferentes etapas a lo largo de su evolución como ciencia, desde la básica “Descripción
de la Tierra” hasta reconocer que todo está interrelacionado y que es excelente
herramienta para descifrar el porqué de nuestro actual estado de desarrollo, con sus
diferencias entre países e individuos, así como su efecto en el entorno que explotamos
para obtener el tan deseado bienestar, y proponer métodos para solventar las
problemáticas generadas.

Es sabido que actualmente en el mundo hay una descarada concentración de la riqueza


en unas minorías y creación de pobreza en las mayorías, lo que se manifiesta en países
ricos y países pobres, debido a la explosión de la crisis capitalista actual, dentro de un
mismo país rico se han hecho evidentes individuos y grupos exageradamente ricos
(generalmente son minorías) y habitantes pobres (de hecho las mayorías). Tal fenómeno
geográfico es estudiado por la disciplina llamada Geografía de la pobreza, pobreza con
consecuencias asociadas como el hambre, la delincuencia y el crimen. En 1776 el
economista escocés Adam Smith planteó algo del tema en su obra: “La riqueza de las
naciones”, defendía allí Smith que la mejor receta para lograr la prosperidad era una
economía de libre mercado, en la que el gobierno dejara amplia libertad para la
obtención de beneficios en los negocios. Una vez comprobados los resultados, desde el
año pasado (2008) y a futuro, de la crisis económica mundial actual, ya vemos lo que el
“Libre mercado”, con sus modernos admiradores, logra hacer al dejársele actuar tan
libremente!!!.

En los tiempos actuales se comprueba la vigencia de los escritos de Lacoste, criticado,


entre otros, por adivinen quién?: el Opusdei! (ver: http://www.opuslibros.org/
Index_libros/Recensiones_1/ lacoste_geo.htm), su principal crítica es que es un
documento, “Geografía del subdesarrollo”, con intenciones políticas, nos preguntamos:
es que a fin de cuentas no debemos estar claros en nuestras ideas (Ideología) para así
poder definir un modelo de desarrollo propio y estructurar la “Política” que rija nuestras
acciones, y poner a trabajar las disciplinas necesarias (la Geografía) para conocer
nuestra condición y tratar de mejorarla?. Condición, por cierto, impuesta por la
ideología capitalista.

- Un breve ejercicio

Pasemos ahora a desarrollar un breve y sencillo ejercicio aplicando los principios de la


Geografía. La idea es identificar y reconocer cuáles principios pueden aplicarse para
estudiar las causas de la pobreza o subdesarrollo predominante en algunos países, así
como proponer la aplicación de algunas herramientas metodológicas geográficas para su
solución.

A través del tiempo algunos grupos humanos han logrado un mayor desarrollo que otros,
se ha documentado que los que evolucionaron primero del nomadismo al sedentarismo y
desarrollaron primero la agricultura, tuvieron ventajas comparativas para la generación
de conocimientos y tecnologías, y a la vez formaron y alimentaron ejércitos que les
permitieron conquistar otros grupos y pueblos, la mayoría de las veces con el fin de
conquistar territorios que les garantizaba recursos, ampliando así sus dominios, y
posteriormente sus “Imperios”. Imperios que se han desarrollado y fenecido a lo largo de
los siglos, los más recientes el Inglés y el Español, y el más reciente y activo el imperio
americano, que destronó a ambos. El inglés tuvo sus colonias, las cuales, sin grandes
variaciones, son actualmente países subdesarrollados, el español, igualmente “generó”
una lista de países incluidos en los del tercer mundo.

Nuestro fenómeno geográfico es la “Pobreza”, que tiene ubicaciones especificas


(principio de localización), aunque no necesaria y solamente determinadas por el
entorno (hechos geográficos), además de las condiciones propias de cada sociedad,
grupo o país, podemos encontrar países pobres con entornos ricos en recursos naturales,
como algunos de África y América Latina, en este último subcontinente es representativo
de lo anterior Bolivia (que en su momento formó parte de otro imperio: el Inca), el cual
sufrió la conquista y saqueo del imperio español, ejemplo patente de lo anterior es
Potosí. Se ha argumentado que países pequeños y sin costas tienen pocas posibilidades
de desarrollo exitoso, pero tenemos los casos de Suiza, Andorra y Lichtenstein, que
están entre los países más ricos, ¿por qué?, son paraísos fiscales!!!

La pobreza está ampliamente extendida por el mundo en diferentes magnitudes


(principio de distribución), incluso, actualmente se está generando pobreza en los países
desarrollados (USA, Europa), por la aplicación, a ultranza, de los preceptos neoliberales
del capitalismo salvaje, privatización de servicios públicos, desregulación bancaria y
financiera, abaratamiento del despido, contratos basura, erosión de las garantías
sociales. Si comparamos el fenómeno de la pobreza en sus diferentes manifestaciones
(principio de generalización o comparación), podemos observar que no es lo mismo un
pobre en los Estados Unidos y Europa que uno en América Latina o el África, hasta hace
poco el fenómeno de los “Homeless” (los sin techo) en USAmérica no estaba tan
expandido, pero de septiembre del 2007 a estos momentos se ha agudizado, al menos su
exposición en la prensa, miles de familias perdiendo sus hogares y formando las “tent
cities”, en las afueras, por ejemplo, de Los Ángeles, relacionado al mecanismo de las
hipotecas basura. En África, continente rico en recursos naturales, ya es lugar común,
hace décadas, ver niños famélicos que no tienen que comer, y a pesar de eso, en EEUU
se tiraba la producción de cereales para que no bajaran los precios de los alimentos.

En adelante se verá la relevancia de los dos siguientes principios en la explicación de la


situación de subdesarrollo de la mayoría de los países. Nos preguntamos: cuál es el
factor común en la generación de pobreza?. Dos de los principios geográficos más
importantes, en el análisis de la pobreza, son el de causalidad y el de conectividad. Si
analizamos los hechos históricos (principio de causalidad), además del papel jugado por
otros factores (limitación en recursos naturales, bajo nivel de formación, etc.) podemos
ver que los pueblos sometidos bajo el yugo de naciones imperialistas, generalmente han
mantenido su condición de pobreza, pero ahora, vemos que no solamente, las élites
mundiales, han sometido otras naciones para garantizar su bienestar, si no que también
son capaces de crear pobreza en sus propias poblaciones.

Nos preguntamos, cómo es posible que un puñado de países (G-7, G-20) puedan imponer
sus reglas a la mayoría de las demás naciones?, está demás decir que aplican el principio
de divide y vencerás (casos antigua URSS, Kosovo, Bolivia), utilizan la corrupción
mediante sus trasnacionales, invaden militarmente alegando causas inventadas como la
guerra contra el terror (Irak), y si no pueden aplican el veto en las Naciones Unidas! Y
hablan de democracia y libertad. Es por lo tanto perentorio desenmascarar las
estructuras de poder, instituciones y métodos (principio de conectividad) que han
utilizado para generar la riqueza de pocos y la pobreza en la mayoría. Sería interesante
analizar el funcionamiento de los organismos multilaterales (BM, BID, FMI, OMC), su
influencia en los países en los que han impuestos sus recetas económicas y sus
resultados, por ejemplo, en la Argentina, de un gran e industrializado país en los 50s,
granero del mundo, pasó a no ser dueño ni de su servicio de correos y la distribución del
agua! (ver en http://www.vnavarro.org/“El G-20 y el Fondo Monetario Internacional”).

Es interesante hacer un análisis comparativo entre los procesos de colonización y


globalización, en ambos el resultado es la extracción sistemática de riqueza de la
periferia hacia el centro, es decir, desde América Latina, además de Asia y África
(periferia) hacia el centro (imperios español, británico, estadounidense). Qué no fue
sino un vulgar saqueo de recursos la famosa conquista española?, barcos repletos de oro,
plata, e infinidad de riquezas surcando los mares hacia la metrópoli, incluyendo la
implantación de la lacra de la esclavitud (y se autodenominan el occidente civilizado), y
además se les debe agradecer la “evangelización” !!!, la magistral obra de Eduardo
Galeano, “Las venas abiertas de América Latina”, es una buna referencia. Actualmente
ese papel lo juegan los EUA, y sus socios menores, solo que a través de sus instituciones
facilitadoras: BM, BID, OMC, USAID, etc. (ver http://www.omal.info/www/ article.php3?
id_article=2058), y a través de sus trasnacionales. Todo el saqueo económico anterior,
les ha permitido generar holgura económica y ahorros que les permiten dedicar tiempo,
esfuerzo y personal a la formación y a la investigación, lo que les da ventajas en la
producción de conocimiento y tecnológica de punta, que conlleva a su vez a disponer de
nuevas formas de sometimiento, tanto organizacional, en inteligencia, como en
armamentos, en detrimento de otros países (principio de causalidad).

Hay un dicho que dice “pobre México, tan cerca de los EUA y tan lejos de dios” (ver:
www.kaosenlared.net/noticia/mexico-1848-gran-despojo-sangriento-4 y anteriores),
aunque si dios permite que lo represente la jerarquía de la iglesia católica, es mejor que
también esté lejos de dios (casos Inquisición, guerra civil española: la alianza Franco-
Iglesia en el genocidio del pueblo español). Recordad el dicho “las religiones son el opio
de los pueblos”, actualmente para las élites mundiales, además de las religiones, el opio
de los pueblos son la cocaína (¿porqué el tráfico ha aumentado en Colombia y Afganistán
desde la ocupación de ambos países por parte de USAmérica??), el fútbol, el béisbol, las
discotecas, los centros comerciales, y cuando eso no contenga a las poblaciones con
hambre, a propósito de la actual crisis mundial, pues tienen a los medios de represión y
legislaciones más restrictivas y de control (“Patriot act”), ya listos para actuar, hasta
con sus propios ciudadanos.

Si analizamos los diferentes movimientos de liberación, cuestionadores y revolucio-


narios, vemos que han aparecido y se han desarrollado (principio de actividad o
evolución) a partir de situaciones insostenibles de pobreza, falta de derechos humanos,
injusticias (dictaduras impuestas por los EUA en A. Latina, África, Asia), el genocidio de
los indígenas americanos, la discriminación de los negros en USA, de los latino-
americanos, marroquíes y turcos en Europa.

Es un hecho que la crisis energética que se aproxima será crucial para la sobrevivencia
de la humanidad, bajo un modelo de gestión capitalista es imposible hacer los cambios
necesarios, por los costos que implica, de reducción del uso del petróleo, por su seguro
agotamiento, mientras se cambia a energías alternativas al mismo. Los países más ricos
tienen una deuda económica y moral con el resto de los países, ya que su desarrollo ha
puesto en riesgo la sobrevivencia de la Humanidad. Los cambios globales ambientales
que se avecinan, por el cambio climático, nos afectarán a todos, pero, saben ustedes
quienes podrán enfrentarlos con mayor éxito?, los más ricos por supuesto.

En el interesante documento “Evolución histórica de las teorías de desarrollo: el papel


de la geografía en el estudio del subdesarrollo, de Carlos Tapia García (3), encontramos
lo siguiente: “una sociedad puede considerarse desarrollada cuando ofrece bienestar a
todos los individuos que la componen durante un periodo de tiempo lo suficientemente
largo como para poder precisar además que debe ser soportable por el lugar en el que
transcurren los acontecimientos. La forma de materializar ese desarrollo – generador de
innumerables discusiones – es algo que debe quedar estrictamente a voluntad de los
individuos, de modo que el término adquiere un sentido de libertad para elegir el
camino que cada sociedad – y dentro de ella cada individuo – estime más oportuno para
sí, con la única cortapisa de respetar el entorno (Nota del autor: entendemos al entorno
tanto natural como socioeconómico, La Tierra y sus ocupantes) para que ese bienestar
no termine consigo. En este contexto el papel de los estados, sobre los que normalmente
reposa el calificativo de desarrollados o subdesarrollados, es el de proporcionar los
instrumentos necesarios para que las sociedades y los individuos que los componen
alcancen ese bienestar. El subdesarrollo entonces, definido en términos de carencia de
bienestar social, puede entenderse como una incapacidad de algunas sociedades, bien
sea por propia ineficacia o por impedimentos ajenos a ella, para dotarse de las
estructuras necesarias encargadas de suministrar ese bienestar. En esencia el
subdesarrollo puede ser caracterizado por una serie de estructuras deficientes a gran
escala –estructuras políticas, económicas, sociales, espaciales,...– incapaces de ofrecer
un marco adecuado para el bienestar humano”.

En relación al tan cacareado discurso de las potencias, actuales y pasadas, de


“Bienestar, Libertad, Democracia y Derechos humanos”, es clave entender que nadie nos
regalará tales derechos (recordad la conquista de América por parte de los españoles, y
la actitud hegemónica de los EUA), debemos conquistarlos nosotros mismos, luchar por
ellos, no será gratis su alcance, implica luchas nacionales contra los explotadores y
opresores, ellos saben que si nos desarrollamos y producimos nuestros alimentos,
nuestro bienes, quién les comprará su producción?, por eso promueven tanto la apertura
al libre comercio, a las “inversiones”, la globalización, etc. En relación a los alimentos
es interesante aprender cómo llevan años tratando de controlar su producción (ver:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=83502).

Cualquier hecho o fenómeno natural, físico-natural o socioeconómico, en este caso la


pobreza y la degradación ambiental, por poseer coordenadas geográficas de
localización, génesis y evolución que le caracterizan, puede ser sujeto de estudio por
parte de la Geografía. La Geografía tiene sus técnicas y métodos, tanto para el
diagnóstico como para las propuestas de solución, entre otras, viejas conocidas como las
Evaluaciones de Impacto Ambiental, la Ordenación Territorial, la Ecología del Paisaje, y
nuevas herramientas, como las Evaluaciones Ambientales Estratégicas, la Evaluación de
la Sostenibilidad, el Índice de Desarrollo Humano, el Cálculo de la Huella Ecológica, para
diagnosticar y proponer medidas correctivas y mitigantes.

Pensamos también que el EcoSocioDesarrollo tiene un ámbito, que pensado desde lo


local puede tener repercusiones en lo global, aplicando todos los principios geográficos,
se propone entonces un ámbito de acción a partir de la Gestión comunitario-municipal
sostenible, escala geográfica que permite a los actores, gobierno y ciudadanos,
interrelacionarse de forma más efectiva y generar sus propias soluciones y correctivos.
Al ser el Municipio la principal puerta de entrada del ciudadano al Estado, los cambios
que se presenten en la calidad de su gestión y modernización incidirán directamente en
la evaluación general que tengan los ciudadanos de la administración, servicios públicos,
y sostenibilidad de la gestión en general, ambiental, social, cultural y económica. Como
elementos claves, para lo anterior, consideramos a la Educación y a la Participación
Ciudadana, elementos primordiales en una Democracia Participativa. Temas que serán
abordados en próxima entrega.

- Algunos documentos revisados


(1) - http://www.ingeba.euskalnet.net/lurralde/lurranet/lur23/evalest/evalestr.html

(2) - http://www.monografias.com/trabajos11/cartuno/cartuno.shtml

(3) - http://www.ingeba.euskalnet.net/lurralde/lurranet/lur21/tapia21/tapia21.htm

Publicado por Francisco Folguera. Verdes de Mérida

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