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Nexar Triviño Veloz

Refrigeración con amoniaco:


aplicaciones, funcionamiento y
propiedades
La refrigeración con amoniaco (si ese producto que se utiliza para la limpieza también
es un refrigerante natural) es el método más económico y con mejor rendimiento
energético. Tal vez nos asalten preguntas como: ¿qué propiedades y ventajas tiene este
compuesto para poder usarse como refrigerante frente a otros? ¿solo tiene ventajas o
también desventajas el uso del refrigerante? ¿Cómo funciona su ciclo y componentes
respecto a la refrigeración con gases fluorados?

Veremos su uso en instalaciones de refrigeración, pero el amoniaco no solo se utiliza


como refrigerante ya que aproximadamente el 80% del amoniaco producido es utilizado
como abono fertilizante; el resto es utilizado para el sector textil, plástico, explosivo,
refrigerante y otros productos.

Las aplicaciones de la refrigeración con amoniaco son muchas.

La evolución del uso de las máquinas de amoniaco, ya en los años 1850, empezó en el
sector de la refrigeración de alimentos instalándose para la fabricación de hielo,
procesamiento de alimentos y plantas químicas. Son muy usados en el enfriamiento de
carne, pescado, frutas y vegetales, leche y queso, bebidas, así como también para la
congelación del helado.

Son instalaciones industriales muy importantes, ya que en la actualidad, prácticamente


toda la alimentación que necesita frío en su cadena, antes de añadirlos a nuestro carrito
de compra, pasan en algún momento por alguna planta o almacén que usa amoniaco
para la refrigeración.

Tras estos usos, la tecnología migró hacia la climatización y aire acondicionado


inicialmente en el ámbito industrial y posteriormente para el confort térmico humano;
encontrando su lugar en instalaciones de climatización de grandes complejos como por
ejemplo edificios públicos, hospitales, aeropuertos, hoteles y otros. Este empleo se ha
impulsado por el diseño de sistemas con carga de refrigerante limitada ya que es un
compuesto que requiere de mucha seguridad ya que es peligroso y tóxico. A nivel
industrial está emergiendo un uso en plantas generadoras de energía.

Instalaciones y funcionamiento del sistema de refrigeración con amoniaco

La fórmula química del amoniaco es NH3 y el símbolo identificativo como refrigerante


R717, es un compuesto que existe de forma natural siendo uno de los gases más
abundantes en el ambiente ya que como indica su formulación se descompone en
moléculas de hidrógeno y nitrógeno, las cuales están en un 80% en la atmósfera.

El funcionamiento básico de la instalación de refrigeración con amoniaco se basa en un


ciclo cerrado de evaporación, compresión, condensación y expansión. El punto de
ebullición del amoniaco es a -33ºC a una presión de 1,09 bar.
El amoniaco es un refrigerante que según el Reglamento de seguridad para instalaciones
frigoríficas y sus instrucciones técnicas complementarias, está clasificado en el grupo
L2 y grupo de seguridad B2. Según esta clasificación la sala de máquinas específica,
diseño y construcción se rige por la instrucción técnica IF-07 de este mismo reglamento
y particularmente por su apartado “6. Salas de máquinas específicas para refrigerantes
del grupo L2”.

Propiedades, ventajas y desventajas de la refrigeración con amoniaco

El uso del amoniaco no solo tienes ventajas sino que también tiene alguna desventaja,
pero técnicamente resueltas como veremos a continuación El amoniaco ofrece las
siguientes ventajas sobre otros refrigerantes:

1. El amoniaco no es contaminante por lo que no daña la capa de ozono. Tal es así que la
Agencia de Protección al Ambiente (EPA) ha identificado al amoniaco como un
sustituto aceptable de sustancias dañinas al ozono en los principales sectores
industriales, incluyendo la refrigeración y aire acondicionado.
2. El amoniaco tiene rendimientos termodinámicos en torno a un 3-10% superiores a
otros refrigerantes, por lo que a igualdad de capacidad frigorífica tiene un consumo
energético menor.
3. La mejor característica de seguridad que tiene el amoniaco es su auto-alarma
provocada por su olor característico a diferencia de otros refrigerantes industriales.
Esto tiene la ventaja de que se detectan fácil y rápidamente las posibles fugas. Por otro
lado el fuerte olor del amoniaco provoca en los individuos la reacción de abandonar el
área antes de la existencia de una acumulación peligrosa.
4. El coste del amoniaco es menor que el de otro refrigerante y además se requiere de
una menor cantidad para la misma aplicación. Todo esto se acumula en costos de
operación menores, lo que se traduce en mejores precios competitivos de los
productos refrigerados o ahorro económico en la climatización.

Pero no todo son ventajas, la principal desventaja de utilizar amoníaco como


refrigerante, es el alta inversión en el equipo en el equipo y la instalación del sistema
correspondiente, ya que para que sea rentable una instalación de este tipo debe existir
una gran demanda de refrigeración. Si la demanda es muy baja, el costo de un sistema
de refrigeración utilizando amoníaco como refrigerante es demasiado alto, por lo cual,
en la mayoría de instalaciones pequeñas se siguen utilizando refrigerantes comunes.

Es un refrigerante tóxico e inflamable en determinadas y altas concentraciones, pero


manejado adecuadamente, no representa peligro alguno. Por otro lado el amoniaco puro
tiene un rango de inflamabilidad muy reducido y bajo altas concentraciones y
condiciones muy limitadas, pero es una de sus desventajas frente a otros refrigerantes.
No obstante esta inflamabilidad se incrementa con la mezcla del vapor de amoniaco con
aceite u otro elemento inflamable. El encendido de vapor de amoniaco requiere una
fuente de fuego externa ininterrumpida, por lo que el peligro de explosión es muy bajo,
el cual se reduce aún más con instalaciones ventiladas y libres fuentes de ignición.

Cualquier sistema de refrigeración es propenso a tener fugas debido a las sus presiones
de funcionamiento, pero los sistemas modernos son seguros ya que constituyen sistemas
completamente cerrados con control total y regulación de la presión en todo el sistema.
El mayor riesgo podría provenir de una posible explosión, pero para prevenirlo estos
sistemas utilizan válvulas de seguridad en recipientes y tuberías que evitan cualquier
sobrepresión, ya que se conducen directamente al exterior de la instalación. Por otro
lado incorporarán equipos robustos, detectores de amoniaco en sala de máquinas y
recintos cerrados, etc. O es que acaso no es más peligroso y explosivo el gas y lo
tenemos como combustible en multitud de industrias, salas de calderas incluso calderas
domésticas.

Una instalación segura de amoniaco requiere un adecuado diseño de ingeniería que


contemple todas las medidas de seguridad necesarias y continuar en la explotación con
un mantenimiento de la instalación adecuado que minimice el riesgo de fugas.

De esta manera un sistema de refrigeración con amoniaco será más seguro que cualquier
otro sistema de refrigeración, con las ventajas añadidas de utilizar un refrigerante
ecológico, de larga duración y con un rendimiento energético inmejorable.
Ciclo de absorción H2O-NH3 a llama directa de gas

Para explicar el funcionamiento del ciclo de refrigeración, seguiremos el curso de


los fluidos y los cambios de estado en el gráfico de la figura 1. Empezando el
análisis del ciclo en el generador, situado en el centro del gráfico, diremos que la
solución de agua y amoniaco se calienta en su interior por la aportación del
quemador de gas, a una presión entre 14 y 24 bar, hasta alcanzar una temperatura
del orden de 180ºC a la que por ebullición se separa, por un lado vapor con un
elevada concentración de amoniaco (denominada solución concentrada o fuerte) y
por otra una solución líquida con baja concentración de amoniaco, llamada
solución diluida o pobre.

El vapor pasa a través del rectificador donde el contenido de agua es separado por
condensación al contacto del serpentín por cuyo interior circula solución a una
temperatura inferior al punto de rocío del vapor de agua en estas condiciones. El
vapor de amoniaco depurado del agua, sale del rectificador a una temperatura
aproximada de 75ºC y a una presión de unos 19 bar, entrando en el condensador.
Éste lo forma una batería de tubos aleteados por cuyo interior circula el amoniaco
y por su cara externa el aire de la atmósfera exterior impulsado por un ventilador.
El flujo de aire enfría el amoniaco hasta condensarlo y llevarlo al estado líquido,
reduciendo su temperatura a unos 43ºC.

A continuación, la presión del amoniaco líquido es reducida a unos 12 bar por un


primer restrictor y luego enfriado en un intercambiador de calor del tipo tubo en
tubo, para seguidamente reducir todavía más la presión a 4 bar a la cual entra en
el evaporador donde, debido a la diferencia de presión, se evapora a 2ºC
obteniendo el calor latente de vaporización del agua a refrigerar que circula en
sentido inverso por el cuerpo del evaporador. Ésta agua que es la que circula por
la instalación del usuario, sale refrigerada a una temperatura nominal de 7ºC
entrando a una temperatura de 12ºC.

A la salida del evaporador, el vapor de amoniaco circula por el secundario del


intercambiador de calor tubo en tubo al que nos hemos referido anteriormente,
adquiriendo calor del amoniaco líquido que circula en sentido contrario por el
circuito primario, elevando su temperatura a 32ºC. En estas condiciones entra en
el pre-absorbedor al que llega también la solución acuosa (la que denominamos
diluida o pobre) procedente del generador después de atravesar un restrictor de
manera a reducir su presión a 4 bar, igual a la del vapor de amoniaco. En éste
dispositivo, en el cual se halla también un serpentín por el que circula solución rica
a una temperatura de unos 105ºC como veremos más adelante, el vapor de
amoniaco es absorbido por el agua debido a su afinidad y calentado a unos 85ºC
para dirigirse seguidamente al absorbedor. Este último está formado, al igual que
el condensador, por una batería de tubos aleteados por cuyo interior circula la
solución rica y por el exterior el aire ambiente forzado por el ventilador. A lo largo
del recorrido por el interior del absorbedor, el amoniaco es íntegramente
absorbido por el agua y seguidamente aspirado por la bomba de solución a una
temperatura de 44ºC. A esta temperatura, es impulsado por la bomba de solución
hacia el serpentín del rectificador donde, como hemos visto, provoca la
condensación del agua y al mismo tiempo obtiene calor de ella y del vapor de
amoniaco caliente que procede del generador aumentando su temperatura hasta
105ºC. El próximo paso es circular por el interior del serpentín del pre-absorbedor
al que nos hemos referido anteriormente, para volver finalmente al generador
donde el ciclo empieza de nuevo.

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