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Federación Empresarial
Metalúrgica Valenciana
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS
PARA LA PREVENCIÓN
DE NUEVOS RIESGOS LABORALES
CON ENFOQUE DE GÉNERO
Edita: FEDERACIÓN EMPRESARIAL
METALÚRGICA VALENCIANA
(FEMEVAL)
Avda. Blasco Ibáñez, 127
46022 Valencia
En los últimos años ha crecido el interés por las cuestiones relacionadas con los
Nuevos Riesgos Laborales (NRL) y, particularmente, con el acoso en sus distintas for-
mas. Se ha ahondado en el conocimiento de la problemática, así como en su regula-
ción normativa, para tratar de resolver algunas de sus manifestaciones. También se ha
registrado un número creciente de iniciativas en este sentido. Sin embargo, es toda-
vía escasa la documentación existente sobre los NRL. Femeval quiere contribuir al
esfuerzo por mejorar la prevención de los NRL, en particular en las PYMES del metal.
El campo de los NRL no es ajeno al género. En este texto Femeval pretende ofrecer
a sus empresas y a todas las personas implicadas o interesadas en la prevención de los
NRL una primera aproximación al análisis de dichos riesgos desde el enfoque de géne-
ro. Con ello quiere contribuir al desarrollo y la difusión de buenas prácticas efectivas
que reduzcan los riesgos para la seguridad y la salud, objetivo general del proyecto.
Pero también pretende seguir trabajando en pos de una mayor igualdad de oportu-
nidades para todas y todos, y de una mayor sensibilización del sector, de sus PYME y
de la sociedad en general con relación a la importancia de analizar diferenciadamen-
te cómo inciden las situaciones en las mujeres y en los varones, para poder promover
soluciones y transferir buenas prácticas que nos conduzcan hacia una sociedad más
igualitaria y próspera.
¿Cómo desarrollar buenas prácticas en esta compleja materia? Nuestra Guía de bue-
nas prácticas para la prevención de Nuevos Riesgos Laborales con enfoque de género
presenta por un lado el marco conceptual y teórico básico necesario para avanzar en
su conocimiento y, por otro, propone ámbitos de trabajo y líneas de actuación enca-
minadas a experimentar buenas prácticas.
Nuestra experiencia en materia tanto de NRL como de género nos ha enseñado que
es indispensable partir de una base sólida en estos dos campos de conocimiento e
intervención que para muchas personas todavía son muy novedosos. Por otra parte, y
puesto que hablamos de prevención, nos parece interesante repasar las principales
nociones al respecto. Por ello, empezamos esta Guía de buenas prácticas con un pri-
mer capítulo dedicado a ofrecer, si no exhaustivamente sí con la mayor claridad posi-
ble, una definición de los conceptos que manejaremos posteriormente y que han de
dominarse para poder comprender y aplicar las buenas prácticas: empezaremos por el
género, continuaremos con la prevención y terminaremos con los NRL.
El segundo capítulo recoge el marco normativo y político básico referente a los NRL
en España y en el ámbito comunitario.
En el cuarto capítulo, que inicia la parte de propuestas de la Guía, sugiere una refle-
xión y algunas claves para la elaboración de un código ético de relaciones laborales
con enfoque de género.
6. BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 45
7. GLOSARIO ................................................................................................................ 47
ANEXO .......................................................................................................................... 51
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 7
1. DEFINICIÓN DE CONCEPTOS
1.1. ENFOQUE DE GÉNERO
Hemos elegido la definición del concepto de género de Marcela Lagarde, por conside-
rarla, entre otras muchas definiciones igualmente válidas, la más aclaradora y exhaustiva:
Género
Sexo y género
(1) Marcela Lagarde, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas, México,
UNAM, 1990, p. 165.
(2) Daniel Cazés, La perspectiva de género. Guía para diseñar, poner en marcha, dar seguimiento y evaluar
proyectos de investigación y acciones públicas y civiles, CONAPO, México, reimpr. 2000, pp. 91-92.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 9
Género como categoría de análisis
Durante el auge del nuevo feminismo de los años setenta, varias académi-
cas anglosajonas sistematizaron la intuición intelectual de de Beauvoir con
la categoría género, e incorporaron en dicho término el sentido que le daba
la vertiente médica de la psicología, que se interesó en el estudio de los tras-
tornos de la identidad sexual. Así, la categoría género se convirtió rápida-
mente en uno de los cimientos conceptuales con que las feministas constru-
yeron sus argumentos políticos. Hoy en día, las teorizaciones en torno al
género han rebasado el marco feminista inicial, y el uso de esta categoría es
moneda corriente entre los científicos sociales, especialmente entre las y los
anglosajones. Este predominio anglosajón se explica por el hecho de que la
acepción generalizada en inglés del término gender es unívoca: implica una
clasificación relativa al sexo. Esto vuelve al término mucho más preciso en
inglés que en las lenguas romances, donde tiene múltiples acepciones; estas
lenguas lo utilizan para clasificar distintos tipos, clases y especies de cosas
iguales entre sí. Por eso, al no tener la acepción específica sexual del térmi-
no gender, género en castellano o genre en francés se prestan a confusión.
¿Se habla de una clasificación literaria (por ejemplo el género teatral) o de
una tela (‘es un género que no trabajamos’) o de una taxonomía (ese géne-
ro de discusión me molesta)? Además, las pocas personas que vinculan la
categoría género a lo sexual piensan que es ‘lo relativo a las mujeres’. […]
(3) Para la traducción castellana, véase Simone de Beauvoir, El segundo sexo, Cátedra, Madrid, 1999, colec-
ción Feminismos, 2 vols.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 10
género se volvió un punto escandaloso de disenso en la ONU entre por un lado
las democracias occidentales y, por el otro, el Vaticano y los países fundamen-
talistas. La categoría género resulta amenazante para el pensamiento religioso
fundamentalista porque pone en cuestión la idea de ‘lo natural’ (tan vinculada
con ‘lo divino’), y señala que es la simbolización cultural, y no la biología, la que
establece las prescripciones relativas a lo que es ‘propio de cada sexo’”4.
Teoría de género
(4) Marta Lamas (compiladora), El género. La construcción cultural de la diferencia sexual, PUEG, México,
1996, Introducción, pp. 9-11.
(5) Daniel Cazés, op. cit., pp. 21 y 79.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 11
[…] La perspectiva de género, también llamada enfoque de género, se
basa en la teoría de género y se inscribe en tres paradigmas: el teórico his-
tórico-crítico, el cultural del feminismo y el del desarrollo humano. Las raí-
ces de la perspectiva de género están en el materialismo histórico, la antro-
pología y la historia críticas y el psicoanálisis. Su desarrollo continúa hoy en
los mismos terrenos, enlazándose en su dimensión con la sociología, la
semiótica y las demás disciplinas sociales y humanísticas – teóricas y aplica-
das – encaminadas a la comprensión y la ampliación del desarrollo y de la
democracia. […]
Análisis de género
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 12
1.2. PREVENCIÓN
Entre las distintas acepciones que el Diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua da para el término prevención figura la de:
(8) Sobre la prevención de accidentes, véase Éxito en la gestión de la prevención de accidentes, Agencia
Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, FACTS nº 13, 2001.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 13
d) Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la
concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los
equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en par-
ticular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efec-
tos del mismo en la salud.
Así mismo, el Capítulo IV de la ley, sobre Servicios de prevención, define en sus Arts.
30 y 31 dichos servicios y sus contenidos.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 14
e) La prestación de los primeros auxilios y planes de emergencia.
a) Tamaño de la empresa.
La OIT reconoce que las medidas preventivas para mejorar el entorno laboral, la
organización del trabajo y las relaciones interpersonales en el lugar de trabajo han
demostrado ser particularmente eficaces, reforzando el trabajo en equipo y la impli-
cación de las y los trabajadores en el proceso de mejora. Por otra parte, los agentes
sociales están en una situación privilegiada para promover los esfuerzos de preven-
ción, particularmente aquellos encaminados a modificar las actitudes y comporta-
mientos de las personas facilitándoles información y formación9.
(9) Así consta en el documento Draft code of practice on violence and stress at work in services: A threat
to productivity and decent work, Informe para debate en la reunión de expertos para desarrollar un
Código Práctico sobre violencia y estrés en el trabajo en el sector servicios: una amenaza para la producti-
vidad y un trabajo digno (8-15 de octubre de 2003), OIT, Ginebra.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 15
Sin embargo, no existe de momento una definición única ni de carácter general que
enmarque aquellos riesgos que se consideran “nuevos” o “emergentes”.
Los riesgos psicosociales: constituyen el grupo que más amplia atención viene sus-
citando y el que más se ha sistematizado y analizado, por comprender algunos “ries-
gos” de muy amplia repercusión tanto laboral como social.
Son varias las definiciones y clasificaciones que, a su vez, se manejan de los riesgos
psicosociales.
(10) T. Cox, A.J. Griffiths, E. Rial-González, Research on work-related stress, Informe dirigido a la Agencia
Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, 2000.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 16
De todas las definiciones se infiere que se enmarcan dentro de los riesgos psicoso-
ciales aquellos factores que interfieren con el objetivo del bienestar personal y social
de las trabajadoras y los trabajadores, así como de la calidad del trabajo y del empleo,
alejándose del planteamiento habitual de prevenir la ocurrencia de enfermedades
profesionales y de accidentes laborales.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 17
En la supervisión: Malas relaciones con los superiores o subordinados. Conflictos
interpersonales: intimidación, hostigamiento o acoso moral (mobbing o bossing
en este supuesto), acoso sexual, violencia física. Falta de apoyo social.
En la relación con los clientes y usuarios: Conflictos y presiones con los usuarios
o clientes del servicio. Falta de apoyo social.
Relaciones conflictivas entre las demandas del trabajo y las del hogar familiar
respecto al tiempo dedicado al trabajo y actividades de ocio. Bajo apoyo familiar.
Problemas de doble carrera profesional.
Falta de variedad en las tareas y/o trabajo monótono. Ciclos de trabajo muy cor-
tos. Trabajo fragmentado o inútil. Bajo uso de los conocimientos del trabajador.
Alta incertidumbre sobre los resultados de las tareas del puesto.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 18
El INSHT11 ofrece una clasificación de dichos riesgos en los siguientes bloques (a-g),
que pueden agruparse en dos áreas de estudio12:
(11) Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, Factores psicosociales: metodología de eva-
luación, Notas Técnicas de Prevención - NTP 443.
(12) Sergio Climent, Apuntes técnicos en psicología relacional, cap. 5, www.higia.org
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 19
Cuatro son los grupos que se distinguen en el documento Método istas2113:
Además, se cita la “doble presencia” como factor que también afecta a la salud,
aunque ésta no se incluye dentro de los riesgos psicosociales propiamente dichos. La
doble presencia es la situación que vive una persona que ha de compaginar las
demandas de los ámbitos de trabajo doméstico y no doméstico, padeciéndola funda-
mentalmente las mujeres, por ser las que mayoritariamente asumen el trabajo domés-
tico a la par que están cada vez más presentes en el ámbito laboral.
– el estrés laboral, que puede definirse como las “respuestas físicas y emociona-
les de la persona trabajadora cuando las exigencias del desempeño de su pues-
to o tarea, el entorno laboral y la organización del trabajo no se adaptan a la
capacidad, los recursos y/o las necesidades de dicha persona”14; o también como
“un modelo de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y de conducta a
los aspectos adversos y dañinos del propio trabajo, la organización y el entorno
laborales. Es un estado caracterizado por altos niveles de agitación y angustia
y, a menudo, del sentimiento de no saber sobrellevarlo”15.
(13) Método ISTAS21, Cuestionario Psicosocial de Copenhague (COPsoQ), Adaptación al Estado español,
Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, 2003.
(14) Traducido de Draft code of practice on violence and stress at work in services: A threat to productivity
and decent work, op. cit.. Obsérvese que este mismo documento distingue entre estrés positivo (el normal
y necesario para realizar el trabajo de forma satisfactoria) y estrés negativo (un estrés intenso, continuo o
prolongado que puede conducir a enfermedades físicas o trastornos psicológicos).
(15) Anna Diamantopoulou, Europa bajo los efectos del estrés, Agencia Europea para la Seguridad y la
Salud en el Trabajo, Revistas, nº 5, 2003.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 20
con vistas a lograr su aniquilación o destrucción psicológica y a obtener su sali-
da de la organización a través de diferentes procedimientos”16; en el ámbito
laboral, alguna autoras y autores lo asimilan en aquello que corresponde al
acoso psicológico o al acoso moral. El mobbing es, de los NRL, el que más lite-
ratura especializada y conocimiento ha generado, entre otras cosas porque,
según los estudios de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones
de Vida y de Trabajo realizados en el año 2000, “alrededor del 9% de la
población activa de la UE había sufrido intimidación o acoso en su puesto de
trabajo durante los doce meses anteriores”17.
(16) Adaptado de Mobbing. Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo, Iñaki Piñuel y Zabala, Ed.
Sal Terrae, Santander, 2001.
(17) Informe Anual 2003, Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo,
Dublín, 2004.
(18) Código de conducta sobre medidas para combatir el acoso sexual, Resolución del Consejo de Ministros
de 20 de mayo de 1990, relativa a la protección de la dignidad de la mujer y del hombre en el trabajo
(90/C167/02).
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 21
2. MARCO NORMATIVO Y POLÍTICO BÁSICO
En materia de Nuevos Riesgos Laborales, no existen referencias jurídico-normativas
concretas ni explícitas de ningún tipo. El Art. 4, 7º) d) de la Ley 31/1995 de 8 de noviem-
bre, de Prevención de Riesgos Laborales, publicada en el BOE nº 269 de 10 de noviembre
de 1995, incluye como “condición de trabajo” susceptible de tener una influencia signi-
ficativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador:
Su ámbito de aplicación “incluye tanto a los trabajadores vinculados por una rela-
ción laboral en sentido estricto, como al personal civil con relación de carácter admi-
nistrativo o estatutario al servicio de las Administraciones Públicas, así como a los
socios trabajadores o de trabajo de distintos tipos de cooperativas, sin más exclusio-
nes que las correspondientes, en el ámbito de la función pública, a determinadas acti-
vidades de policía, seguridad, resguardo aduanero, peritaje forense y protección
civil…” (Exposición de motivos, 3).
La ley define conceptos como “prevención”, “riesgo laboral”, “daños derivados del
trabajo”, “riesgo laboral grave e inminente” y “condición de trabajo” (Art. 4), algu-
nos de los cuales ya se han recogido en la presente guía.
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La política en materia de prevención de riesgos para proteger la seguridad y la
salud en el trabajo queda recogida en el Capítulo II, que fija los objetivos de dicha
política de promover la mejora de las condiciones de trabajo para “elevar el nivel de
protección de la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo” y ordena la
actuación de las diversas Administraciones Públicas con competencias en esta mate-
ria, como “la participación de empresarios y trabajadores, a través de las organiza-
ciones empresariales y sindicales más representativas, en la planificación, programa-
ción, organización y control de la gestión relacionada con la mejora de las condicio-
nes de trabajo y la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores en el tra-
bajo…” (Art. 12).
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 24
El Capítulo VI está dedicado a las obligaciones de los fabricantes, importadores y
suministradores de maquinaria, equipos, productos y útiles de trabajo y el Capítulo
VII regula las responsabilidades y sanciones que deben garantizar el cumplimiento
de la Ley, incluida la tipificación de las infracciones y el régimen sancionador
correspondiente.
Art. 54.2 g) Considera causa de despido disciplinario “el acoso por razón de origen
racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual al
empresario o a las personas ue trabajan en la empresa”.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 25
Estrategia Comunitaria de Salud y Seguridad (2002-2006)
1.3. Prevenir los riesgos sociales (el estrés, el acoso en el trabajo, la depresión, la
ansiedad y los riesgos asociados a la dependencia del alcohol, las drogas o los
medicamentos).
1.6. Tener en cuenta los cambios en las formas de empleo, las modalidades de
organización del trabajo y la jornada laboral.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 26
2.2. Una mejor aplicación de la normativa vigente (recomendando en particular
que “los servicios de prevención deben ser auténticamente multidisciplinares,
incluyendo los riesgos sociales y psicológicos, e integrar la dimensión de la
igualdad entre hombres y mujeres).
3.1.1.2. Integrando los nuevos riesgos, en particular los trastornos y las enfer-
medades psicosociales, como las diversas formas de acoso psicológico
y de violencia en el trabajo.
4. Preparar la ampliación.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 27
3. MARCO TEÓRICO DE LA PREVENCIÓN DE
LOS NRL CON ENFOQUE DE GÉNERO
“Las diferencias entre géneros en las condiciones de trabajo tienen una gran reper-
cusión sobre las diferencias entre géneros en cuanto a salud laboral. La investigación
y toda intervención deberán tener en cuenta los verdaderos trabajos que ejercen
hombres y mujeres y las diferencias en la exposición y las condiciones de trabajo”.
(19) “Las cuestiones de género en relación con la seguridad y la salud en el trabajo – Resumen
de un informe de la agencia”, documento disponible en:
http://agency.oscha.eu.int/publitacions/reports/209/3n/index.htm.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 29
Principales conclusiones del informe
Las estimaciones de los costes financieros para las empresas como consecuencia
del acoso en el trabajo son variables. Un estudio sueco señala que cada persona
perseguida cuesta a su empresa del orden de 30.000 a 100.000 euros anuales.
(20) Véase nota 19, así como un resumen del informe en la hoja informativa Facts nº 42 de la Agencia sobre
“Las cuestiones de género en relación con la seguridad y la salud en el trabajo”
(http://agency.oscha.eu.int/publitacions/factsheets/). Véase igualmente la hoja informativa Facts nº 43 sobre
“La inclusión de las cuestiones de género en la evaluación de riesgos”.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 30
Principales conclusiones del informe
Las diferencias entre géneros en las condiciones de trabajo tienen una gran
repercusión sobre las diferencias entre géneros en cuanto a salud laboral. La
investigación y toda intervención deberán tener en cuenta los verdaderos tra-
bajos que ejercen hombres y mujeres y las diferencias en la exposición y las con-
diciones de trabajo.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 31
La mejora de la seguridad y la salud en el trabajo de las mujeres no puede con-
templarse separadamente de aspectos más amplios relativos a la discriminación
en el trabajo y en la sociedad. Las medidas en pro de la igualdad en el empleo
deberían incluir la SST. Las actividades destinadas a integrar la seguridad y
salud laborales en otros ámbitos estratégicos, como son la salud pública o las
iniciativas de responsabilidad social de la empresa, deberían tener en cuenta el
género.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 32
3.3. AHONDANDO EN LA APLICACIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO A LA
PREVENCIÓN DE LOS NRL
El desarrollo de la sociedad y de las ciencias en todos sus campos ha producido nue-
vas realidades que requieren ser vistas y analizadas desde nuevos enfoques y plante-
amientos y con nuevas herramientas.
Comprobada la pertinencia de los NRL con respecto al género, veamos ahora por
qué consideramos que su prevención debe plantearse desde el enfoque de género.
Finalmente, el análisis de género evidencia que las relaciones humanas son, todas
ellas, relaciones de poder, en un sistema donde el poder es poder-dominación; por
ello, todas las relaciones están atravesadas por esta premisa del poder-dominación. En
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 33
el orden patriarcal sólo existen dos posiciones: arriba o abajo, para todo tipo de rela-
ciones, desde las más íntimas a las más públicas; y esta distribución del lugar y la posi-
ción está claramente asignada de antemano. Una parte de la humanidad, los varones,
por su condición de género, están en posición de superioridad, frente a la otra parte
de la humanidad, las mujeres, que por su condición de género están en posición de
subordinación. Esta forma del poder-dominación no se da sólo respecto a los géneros,
sino también en otras categorías de diferenciación de los seres humanos – como la
raza, la etnia, la edad, la clase social, etc. – donde siempre hay una parte que es domi-
nante y otra que es dominada. Hasta la modernidad, esta premisa fue asumida como
“natural” por todas las partes, generando múltiples conflictos y cuestionamientos
que han llevado a transformaciones formales pero no estructurales, a través de las
diferentes revoluciones sociales e individuales que se han producido en el transcurso
de la historia. Pero el gran reto de la humanidad es romper con esta lógica que sólo
beneficia a una parte y que tiene muchas repercusiones negativas a todos los niveles
y para todas las partes. Esto no es ajeno a las relaciones laborales, donde la jerarquía
forma parte de la norma.
Llegar a este umbral es un objetivo complejo y lejano. No obstante, son muchas las
medidas que se pueden tomar para ir avanzando hacia él y así evitar o disminuir las
situaciones de riesgo en el trabajo. En los dos capítulos siguientes se ofrecen algunas
claves para iniciar este proceso en el ámbito de las empresas, especialmente de las
PYMES.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 34
4. DEFINICIÓN DE UN CÓDIGO ÉTICO DE RELACIONES
LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO
En toda empresa, cualquiera que sea su tamaño, y en toda relación laboral, es nece-
sario establecer principios o valores, reglas o normas, que permitan a cada quien
saber cuáles son los objetivos, las premisas y los métodos que se consideran adecua-
dos y que quedan establecidos para conocimiento y uso de todo el mundo. El código
ético de una empresa es un conjunto de principios y reglas de conducta para regular
las relaciones humanas y los actos de las personas dentro de la misma, y cumple pre-
cisamente esta función.
Dicho código se basa en una determinada ética. Según Juan Cruz Cruz:
“La ética en general estudia los actos humanos (voluntarios, libres, adver-
tidos) que, dirigidos a fines o valores, siguen determinadas normas. La ética
se pregunta qué tipo de fines o valores se proponen los hombres y qué
reglas generales utilizan para ello.”21
(21) Juan Cruz Cruz, Valores éticos de la empresa, Cuadernos Empresa y Humanismo, nº 50, pp. 43-44.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 35
mación de la necesidad de respetarlo. Así por ejemplo, en el caso de la igualdad, no
se trata de igualitarismo y de homogeneidad (“todos somos iguales…”), sino del res-
peto y del reconocimiento de todas las personas, de sus capacidades, potencialidades,
conocimientos, destrezas, y también de sus ineficiencias como paso previo para resol-
verlas. Se trata pues de plantear unas reglas del juego que puedan ser asumidas por
todas las partes, para que todo el mundo las respete.
Por desgracia, en general no se suele pensar a priori que puedan llegar a producir-
se estas consecuencias negativas, y por ello no se previenen los riesgos y las personas
no se preparan para poder abordar las situaciones que acarrean (también hay veces
que no se quiere intervenir, con toda conciencia). Se presupone que todo el mundo lo
sabe y lo conoce todo – a las otras personas y sus reacciones, las dinámicas de las orga-
nizaciones y empresas, las leyes y las normas sociales de funcionamiento, etc. – como
en el mundo todo estuviera preestablecido (nada fuera cambiante ni dinámico): las
personas, mujeres y hombres, homogéneas, uniformes, invariables; las relaciones, pre-
definidas y cosificadas… La realidad es muy otra: las personas, las relaciones y los ele-
mentos (las normas, los principios, los tiempos, los espacios, los valores, las reglas, los
comportamientos…) están (estamos) en constante movimiento y cambio.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 36
Si este planteamiento lo aplicamos al mercado de trabajo y a las relaciones labora-
les y empresariales, la cuestión se agrava, produciéndose situaciones de abuso, de
excesos, de tensión, de sobre-exigencia, de maltrato, de acoso, etc., de las que deriva
un clima negativo, estrés laboral, enfermedades de origen psicosocial, absentismo
laboral, descenso del rendimiento y la productividad, manifestaciones distintas de los
nuevos riesgos laborales.
Somos conscientes de que esta tarea puede parecer de cierta dificultad para las
PYMES, pero quizás es importante hacer el esfuerzo de acometerla. Tiene diferentes
utilidades, por ejemplo como ejercicio de definición de los valores y principios de cada
empresa, permitiendo, un mayor conocimiento de ésta por parte de su propio perso-
nal (aunque no sea muy numeroso), de otras empresas, de sus clientes, de las admi-
nistraciones e instituciones etc.
Para desarrollar el código ético, consideramos que seria conveniente plasmar los
valores seleccionados a través de normas y reglas concretas, aplicables a los diferen-
tes ámbitos de trabajo, relaciones y niveles de la organización; todo ello encaminado
a prevenir situaciones problemáticas y tendentes a exponer a las personas a los NRL.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 37
¿DE QUÉ VALORES HABLAMOS?
Igualdad Equidad Paridad Equivalencia
Reconocimiento Simetría
Esfuerzo Cuidado
Justicia Democracia
Compromiso Autonomía
Libertad…
– Las conductas y los comportamientos que se consideran adecuados y que todas las
partes asumen, fomentando el sentido de pertenencia, la motivación y el bienes-
tar en el trabajo.
– Los derechos y deberes de todas las partes como base para que todas y todos
conozcan los límites y las posibilidades y como forma de anticiparse a conflic-
tos y situaciones desagradables que pueden acarrear consecuencias de mayor
envergadura.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 38
5. PROPUESTA METODOLÓGICA PARA LAS BUENAS
PRÁCTICAS EN MATERIA DE PREVENCIÓN DE NRL
CON ENFOQUE DE GÉNERO
En este capítulo pretendemos plantear una propuesta metodológica, en forma de
claves para la intervención, que permita a las empresas – pequeñas, medianas y gran-
des – revisar o plantear, desde el enfoque de género, buenas prácticas en materia de
prevención de aquellos NRL que puedan darse en su entorno.
En el caso de las PYMES, cabe sugerir que, a través de sus asociaciones y federacio-
nes empresariales o de la agrupación de varias de ellas, busquen fórmulas para apli-
car y desarrollar conjuntamente tanto la normativa como otras actuaciones para la
prevención de los NRL y, particularmente, para garantizar la aplicación del enfoque
de género en todas sus intervenciones en esta materia.
Por lo tanto, empezaremos apuntando en qué áreas se puede intervenir y con qué
herramientas e instrumentos hacerlo desde el enfoque de género. A continuación
plantearemos quiénes son los agentes implicados en la prevención de NRL con enfo-
que de género.
CONOCER
Identificación de los NRL
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 39
Evaluación de los NRL
– En particular:
· Tener en cuenta los factores de riesgo que pueden existir para mujeres y hom-
bres, grupos, lugares de trabajo, empresas y entidades.
En relación con algunos de los NRL, particularmente de los riesgos psicosociales y del
mobbing, se han desarrollado diferentes cuestionarios y protocolos para la (auto)eva-
luación de los mismos. La mayoría de ellos están diseñados sin preocupación por no
utilizar un lenguaje sexista y sin contemplar las especificidades de género vinculadas
a estas situaciones de riesgo. En el Anexo I, incluimos:
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 40
· Un ejemplo de cuestionario de evaluación en el que se ha hecho el esfuerzo de
incorporar algunos elementos de género.
Cabe sugerir que las empresas recaben material bibliográfico sobre esta temática,
lo pongan a disposición de su personal y promuevan directamente o a través de sus
asociaciones o agrupaciones la producción de un mayor corpus de investigación sobre
los NRL y la incorporación de la perspectiva de género.
FUNDAMENTAR LA ACCIÓN
Filosofía de la empresa: código ético con enfoque de género
ACTUAR
El enfoque de género en la política de prevención y gestión de NRL de la empresa
Tanto las empresarias y los empresarios como el personal de las empresas y sus
representantes sindicales deben velar por que existan unas políticas y estrategias ade-
cuadas para prevenir y gestionar los NRL en la empresa. Desde el planteamiento de
esta guía, conviene que dicha política se diseñe, planifique y desarrolle con y desde el
enfoque de género.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 41
CÓMO INTRODUCIR EL ENFOQUE DE GÉNERO
A través de planes y programas concretos de prevención de NRL con enfoque de
género que tengan en cuenta los contenidos, áreas de intervención y herramientas
comentadas en esta guía.
· Fomentar las relaciones entre el personal de la empresa fuera del ámbito laboral.
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CÓMO DESARROLLAR LA FORMACIÓN
A través de cursos, seminarios, charlas y talleres, impartidos con metodología
activo-participativa como mecanismo de aprendizaje práctico que permite no
sólo la asimilación de contenidos y conocimientos sino la experiencia y la viven-
cia de los mismos.
· Fomento de la autoestima.
Las personas con mayor grado de empoderamiento tienen más facilidad para
posicionarse en las relaciones con los demás de forma sana, equilibrada, autóno-
ma, equitativa y equivalente, reconociendo sus propios valores y los de los demás.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 43
Ello actúa como barrera ante potenciales situaciones de abuso por ambas partes y,
por lo tanto, refuerza la prevención de NRL al reducir el riesgo personal de exposi-
ción a los mismos.
CÓMO EMPODERARSE
Mediante talleres de empoderamiento que permitan identificar qué recursos y
poderes personales necesita desarrollar e incorporar cada persona.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 44
6. BIBLIOGRAFÍA
SOBRE GÉNERO
de Beauvoir, Simone, El segundo sexo, Cátedra, Madrid, 1999, colección Feminismos,
2 vols.
Cazés, Daniel, La perspectiva de género. Guía para diseñar, poner en marcha, dar
seguimiento y evaluar proyectos de investigación y acciones públicas y civiles,
CONAPO, México, reimpr. 2000, pp. 91-92.
Lagarde, Marcela, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas
y locas, México, UNAM, 1990, p. 165.
SOBRE PREVENCIÓN
Boix, P, Hernández, F., Terol, J., Gómez, E., García, A.M., Un modelo para la gestión
de la prevención de riesgos laborales en las empresas, Unión de Mutuas,
Castellón, 2003.
Bajo Albarracín, J.C., Gestión de la prevención de los riesgos laborales. Una visión
empresarial, CEF, Madrid, 2001.
SOBRE NRL
OIT, Draft code of practice on violence and stress at work in services: A threat to
productivity and decent work, Informe para debate en la reunión de expertos
para desarrollar un Código Práctico sobre violencia y estrés en el trabajo en el
sector servicios: una amenaza para la productividad y un trabajo digno (8-15 de
octubre de 2003), Ginebra.
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SOBRE MOBBING Y MALTRATO PSICOLÓGICO
Fuertes Rocañín, José Carlos, ¡Mobbing! Acoso laboral… Psicoterrorismo en el traba-
jo, Arán Eds., Madrid, 2004.
González de Rivera, José Luis, El maltrato psicológico. Cómo defenderse del mobbing
y otras formas de acoso, Espasa Calpe, 2ª ed., 2003.
López Cabarcos, Mª A., Vázquez Rodríguez, P., Mobbing. Cómo prevenir, identificar y
solucionar el acoso psicológico en el trabajo, Pirámide, Madrid, 2003.
Martos Rubio, Ana, ¡No puedo más! Las mil caras del maltrato psicológico, McGraw
Hill, Madrid, 2004.
Piñuel y Zabala, Iñaki, Mobbing. Manual de autoayuda. Claves para reconocer y supe-
rar el acoso psicológico en el trabajo, Santillana E.G. (Aguilar), Madrid, 2003.
Rodríguez, Nora, Mobbing. Vencer el acoso moral, Ed. Planeta, Barcelona, 2003.
VARIOS
Brewer, Kristine C., Que no estalle la olla. Saque provecho del estrés, Fundación
Confemetal Ed., Madrid, 2004.
Shelton, Nelda, Burton, Sharon, Haga oír su voz sin gritar. Asertividad, Fundación
Confemetal Ed., Madrid, 2004.
Witkin, Georgia, Manual de supervivencia para mujeres con estrés, Amat Ed.,
Barcelona, 2004.
Witkin, Georgia, Manual de supervivencia para hombres con estrés, Amat Ed.,
Barcelona, 2004.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 46
7. GLOSARIO
ABUSO
Comportamiento que, partiendo de una conducta razonable, implica la utilización
perversa de la fuerza física o psicológica, distinguiéndose:
ACCIÓN POSITIVA
Actuaciones dirigidas a:
ACOSO
Cualquier acto, conducta, palabras o insinuaciones en el lugar de trabajo o en
relación con el trabajo, indeseados para la víctima y que pueden considerarse dis-
criminatorios, ofensivos, humillantes, intimidatorios o violentos, o invadir la priva-
cidad de ésta.
ACOSO MORAL
M.F. Hirigoyen: “Procedimientos abusivos, palabras o sobreentendidos, gestos y
miradas que, por su frecuencia y sistematización, afectan a la integridad psíquica o
física de una persona”.
ACOSO SEXUAL
Conducta de naturaleza sexual y otros comportamientos basados en el sexo que
afectan a la dignidad de la mujer y del hombre en el trabajo. Puede incluir compor-
tamientos físicos, verbales o no verbales indeseados.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 47
BULLYING
Maltrato físico reiterado o persistente de la víctima por parte de una persona más
fuerte, en el lugar de trabajo o en relación con éste, que hiere, humilla, ofende o inti-
mida a la víctima. A veces también se utilizar como sinónimo de mobbing en refe-
rencia a la violencia psicológica, la intimidación y la persecución.
DISCRIMINACIÓN
Cualquier distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en determinados
criterios como la raza, el color, el sexo, la religión, la opinión política, la nacionalidad,
el origen social u otros criterios que tenga por efecto anular o reducir la igualdad de
oportunidades o de trato en el empleo u ocupación.
DOBLE PRESENCIA
Situación que viven las personas que, asumiendo mayoritariamente el rol tradicio-
nal de cuidadoras en su entorno familiar, han de compaginarlo con su jornada labo-
ral fuera del ámbito doméstico, respondiendo con ello a las demandas de los ámbitos
de trabajo doméstico y no doméstico. Puede considerarse como uno de los principa-
les riesgos específicos de género, dado que son las mujeres fundamentalmente las
que asumen dicho rol y realizan el trabajo doméstico. La doble presencia afecta a la
salud y al bienestar de las trabajadoras en la medida en que incrementa su carga de
trabajo (doble o múltiple jornada) a la vez que dificulta su capacidad para responder
adecuadamente a las exigencias de estos trabajos.
ESTRÉS
Presión, tensión o demanda ejercida sobre la capacidad de adaptación del cuerpo o
de la mente.
ESTRÉS LABORAL
A. Diamantopouou: “Modelo de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y
de conducta a los aspectos adversos y dañinos del propio trabajo, la organización y el
entorno laborales. Es un estado caracterizado por altos niveles de agitación y angus-
tia y, a menudo, del sentimiento de no saber sobrellevarlo”.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 48
GÉNERO
M.E. Simón: Designación de lo que se considera propio de mujeres (femenino) o
propio de varones (masculino). Se atribuye socioculturalmente como predesigna-
ción a unas y otros. No suele coincidir en el tiempo ni en las culturas y varía conti-
nuamente, pues se deriva del constructo ideológico, las costumbres y las condicio-
nes económicas de cada sociedad. Las características que conforman el género se
aprenden y, por tanto, se pueden educar, pues son mandatos sociales y no inscritos
en la naturaleza.
MOBBING
INSHT: “Ejercicio de violencia psicológica externa que se realiza en el ámbito labo-
ral por una o más personas sobre otra, respecto de la que existe una relación asimé-
trica de poder”.
PATRIARCADO
M.E. Simón: Sistema de dominación violenta que presupone la hegemonía a los
varones – que poseen el poder económico, político, religioso, ideológico y cultural –
a costa de la opresión y relegación de las mujeres, y genera androcentrismo, sexismo
y discriminación.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 49
SEXO
M.E. Simón: Conjunto de características y elementos que constituyen las diferencias
entre machos y hembras. En la especie humana, diferencias biológicas entre varones
y mujeres, que hacen posible la reproducción de la especie. Son universales y, por
tanto, coinciden en todo tiempo y cultura. Las características que conforman el sexo
no se aprenden ni se pueden educar, pues se nace con ellas. Actualmente se pueden
transformar mediante operaciones y sustancias.
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ANEXO
1. MÉTODO ISTAS21
El documento citado en el capítulo 1 de esta Guía, Método istas21 constituye la ver-
sión corta del método istas21 para pequeñas empresas y autoevaluación personal del
cuestionario de evaluación de riesgos psicosociales en el trabajo, adaptación al Estado
español del Cuestionario Psicosocial de Copenhague (CoPsoQ) desarrollado en el año
2000 en Dinamarca. Según consta en el propio documento, su adaptación al castella-
no corrió a cargo de un grupo de trabajo constituido por el Instituto Sindical de
Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) en el que participaron representantes de distintas
entidades. Toda vez que el documento es de fácil acceso público y dada su extensión,
a pesar de su interés nos retenemos de reproducirlo aquí en su integridad, si bien invi-
tamos a las lectoras y los lectores a que, en caso de no conocerlo, acudan al mismo
(disponible en www.istas.ccoo.es).
Nos limitaremos en este anexo a comentar algunos aspectos que, desde el enfoque
con que hemos planteado este trabajo, nos parecen de sumo interés:
Hay que insistir una y otra vez, por mucha importancia que algunos y algunas le
quieran restar: el lenguaje que utilizamos es reflejo de nuestra visión del mundo, de
nuestros valores, de nuestro pensamiento, en una palabra, de nuestra cultura. Por
eso, de partida es sexista, androcéntrico, excluyente, discriminador y disimétrico. Es
preciso realizar un esfuerzo para corregir las formas y términos del lenguaje de modo
que promovamos en todos los niveles un uso no sexista del mismo, como una forma
más de promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y romper
con los estereotipos tradicionales.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 51
b) Apartado dedicado a la doble presencia.
Por otra parte, algunas herramientas seguramente pueden adaptarse para introdu-
cir elementos que nos den información sobre cómo afecta cada situación analizada de
forma diferenciada a hombres y mujeres, o para sugerir cómo prevenir con perspecti-
va de género.
(22) Véase José Luis González de Rivera, El maltrato psicológico. Cómo defenderse del mobbing y otras for-
mas de acoso, Espasa Calpe, 2ª ed., 2003, pp. 43-49.
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Protocolo de prevención anti-mobbing Adaptación con enfoque de género del
en las organizaciones Protocolo de prevención anti-mobbing
en las organizaciones
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6. Proporcionar a los trabajadores infor- 6. Proporcionar a las trabajadoras y a
mación relevante, clara y específica los trabajadores información relevan-
de las actividades que deben desarro- te, clara y específica de las actividades
llar, los objetivos que deben alcanzar que deben desarrollar, los objetivos
y los medios de que disponen para que deben alcanzar y los medios de
ello. Dar prioridad a la negociación que disponen para ello. Dar prioridad
sobre la imposición de los objetivos. a la negociación sobre la imposición
de los objetivos.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 54
11. Desarrollar la comunicación interna 11. Desarrollar una comunicación sana
como forma de constituir en la basada en la cooperación, la solidari-
empresa comunidades de aprendiza- dad y el sentido de pertenencia.
je basadas en la creación y la transfe- Reconvertir la rivalidad y la compe-
rencia del conocimiento, en lugar de tencia desleal en reconocimiento y
la retención de la información. respeto mutuo.
Incentivar de manera preactiva el
compartir y el conocimiento.
15. Incentivar el diálogo a todos los nive- 15. Incentivar el diálogo, la negociación y
les de la organización como forma el pacto a todos los niveles de la
principal y prioritaria de gestión organización como forma principal y
empresarial. Desplegar una política prioritaria de gestión empresarial.
activa de formación de mandos y Desplegar una política activa de for-
directivos en actitudes y técnicas para mación de empresarias/os, directi-
el diálogo. vas/os y mandos en igualdad de opor-
tunidades, negociación, mediación y
empoderamiento.
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16. Desarrollar la confianza como base 16. Desarrollar la confianza y la reciproci-
de todas las relaciones interpersona- dad como base de todas las relacio-
les en la organización. Eliminar los nes interpersonales en la organiza-
sistemas de control basados en la pre- ción. Establecer sistemas de segui-
sunción de la animadversión o male- miento que contemplen el reconoci-
volencia de los empleados. Permitir a miento de las capacidades, el conoci-
la organización mostrar vulnerabili- miento y la autoridad de las trabaja-
dad frente a sus empleados. doras y los trabajadores.
17. Predicar con el ejemplo mediante 17. Disponer de un código ético que esta-
prácticas éticas, no manipulativas y blezca los principios y valores de la
humanizadotas por parte de la empresa, y de un reglamento de fun-
Dirección de la empresa. cionamiento que desarrolle el código
ético, plasmando sus valores en las
relaciones, comportamientos y actitu-
des en relación con las tareas y fun-
ciones que han de desempeñarse,
teniendo en cuenta las especificida-
des de mujeres y hombres y los apren-
dizajes de cada cual.
GUIA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN DE NUEVOS RIESGOS LABORALES CON ENFOQUE DE GÉNERO 56
F E M E V A L