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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”

FACULTAD DE DERECHO

DIRECCION DE ESCUELA - SEDE BARCELONA

SECCION 2S3

AUTORES:

Carlos Pineda, C.I: 17.365.157

Carla Villegas, C.I: 25.363.820

Mariana Asfar, C.I: 25.363.820

Michelle Cruces, C.I: 26.756.681

Franklin Campos, C.I: 27.652.317

HEREDERO; DERECHOS Y OBLIGACIONES

Al momento de fallecer una persona se genera un acto jurídico donde se inicia


la trasmisión de derechos, bienes y obligaciones a otras denominadas “Herederos”, el
cual los posee parcial o totalmente.

Este acto es regulado por el Derecho Sucesoral; siendo un conjunto de normas


y principios jurídicos que gobiernan la transmisión del patrimonio que deja una persona
que fallece a sus sucesores.

Existen diversas alternativas de hechos posibles con respecto a las relaciones


patrimoniales de una persona que fallece: 1) que tales relaciones queden sin titular y
pasen a ser res nullius; 2) que dichas relaciones pasen al dominio del Estado; o 3) que
las relaciones en cuestión pasen a pertenecer a otras personas, las cuales van a ser
determinadas por el titular anterior o por la ley.
Estas alternativas hacen surgir para los sucesores no solo Derechos si no que
también obligaciones a causa de la sucesión. Entre estas:

1) El heredero sustituye al difunto en todas las relaciones jurídicas y queda


investido de todos los derechos y obligaciones de este como si originariamente hubiesen
surgido en la persona de dicho heredero.

2) La trasmisión de patrimonio solo produce el cambio de titular.

3) El heredero adquiere todos los derechos y cosas del difunto, entre ellas las
obligaciones y deudas que puedan surgir de la misma trasmisión.

4) Aparece una acción en favor del heredero llamada la petitio hereditatis, en


que la cual puede pedir el heredero el reconocimiento de su cualidad de tal frente a
cualquiera que lo desconozca o niegue, y reivindicar el patrimonio hereditario de todo
tercero que ilegalmente lo detente.

Cabe destacar que el heredero sustituye al difunto sobre los derechos y


obligaciones cuya trasmisión es posible, continua la persona del difunto, por lo tanto es
propietario, acreedor o deudor de todo lo que el difunto era propietario, acreedor o
deudor, con excepción de aquellos derechos que conforme a la ley no tiene la facultad
de ser transmisibles por sucesión (derechos y obligaciones inherentes a la persona del
causante públicos o privados).

El ser heredero también implica que el patrimonio de este y el hereditario se


unan como uno solo y no se distinga su distinta procedencia. De esto surgen dos
importantes consecuencias:

1) Extinción, por confusión, de los derechos reales que el difunto o el heredero


tenían sobre cosas del heredero o del difunto respectivamente; ello debido a que los
derechos que suponen la existencia de dos patrimonios no pueden sobrevivir si estos se
concentran en un titular único.
2) Siendo único el patrimonio, tienen derecho a cobrarse del, tanto los
acreedores del difunto, como los del heredero; éste responde, de todas las deudas del
difunto como si las hubiere contraído el mismo; por lo tanto, responde no solo con el
patrimonio hereditario, sino también con el propio.

En casos de que terceros posesores de bienes que están dentro de la herencia se


impongan sobre la sucesión del heredero, este está en la potestad legal para exigir que
su derecho se haga valer y sea tomado en cuenta pues el heredero se reputa poseedor
legítimo contra cualquiera que pretenda dichos bienes. A través de este recurso se está
destinado a recobrar toda la herencia o parte de ella, que compete al heredero contra el
poseedor que se niega a su entrega. Es decir, la acción busca que se adjudique la
herencia al que probare su derecho de herencia y se produzca la restitución de bienes.
Estas acciones son de carácter Civil: está fundamentada en una figura que es
completamente civil, la titularidad de una sucesión universal mortis causa. Es real: tiene
como prioridad aclarar la posición del derecho real y defenderlo contra cualquier
persona, que coloque en tela de juicio, la titularidad de dicha herencia sin importar que
compone el patrimonio sucesoral. Universal: tiende a conseguir el reconocimiento en el
actor del título hereditario; es decir, de la pertenencia a el de la universalidad jurídica, y
consiguientemente, a la restitución de todo cuanto a la herencia pertenece. Es
imprescriptible: No es posible que se pierda por prescripción, no puede adquirir nadie la
cualidad de heredero por usucapión. No es personalísima: Existe la posibilidad que los
acreedores ejerzan dicho recurso, mediante la acción oblicua.

Una vez intentada las acciones y reconocido el título hereditario en el heredero


verdadero, el demandado deberá restituir a este todo lo que pertenece a la herencia, los
bienes con sus acciones y frutos, el precio de los enajenados, el importe de los créditos
cobrados y, en general, todo valor que hubiere ingresado en el patrimonio del
demandado a consecuencia de actos de gestión o de disposición de la herencia.

Responde de esta obligación de modo distinto, el heredero aparente, de buena y


de mala fe, y el mero poseedor.

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