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Imperialismo

Imperialismo es una relación entre países —generalmente en forma de un imperio—que


se basa en ideas de superioridad y aplicando prácticas de dominación, que implican la
extensión de la autoridad y el control de un Estado o pueblo sobre otro. También puede
ser una doctrina política que justifica la dominación de un pueblo o Estado sobre otros;
habitualmente mediante distintos tipos de colonización (de poblamiento, de explotación
económica, de presencia militar estratégica) o por la subordinación cultural (aculturación).
El sociólogo estadounidense Lewis Samuel Feuer identificó dos subtipos principales del
imperialismo: el primero es el "imperialismo regresivo" identificado con la pura conquista,
la explotación inequívoca, el exterminio o reducciones de los pueblos no deseados, y el
asentamiento de los pueblos deseados en esos territorios. El segundo tipo identificado por
Feuer es "imperialismo progresista" que se basa en una visión cosmopolita de la
humanidad, que promueve la expansión de la civilización a las sociedades supuestamente
atrasadas para elevar los estándares de vida y la cultura en los territorios conquistados, y
la asignación de la gente conquistada a asimilarse a la sociedad imperial. Aunque los
términos "imperialismo" y "colonialismo" están muy relacionados, no son sinónimos.

Los Imperios han existido a lo largo de toda la historia, desde su mismo comienzo en la
Edad Antigua, pero el uso del término "imperialismo" suele limitarse a la calificación de la
expansión europea que se inicia con la era de los descubrimientos (siglo XV) y se
prolonga durante toda la Edad Moderna y Edad Contemporánea hasta el proceso de
descolonización tras la Segunda Guerra Mundial.

Más específicamente, la expresión Era del Imperialismo, utilizada por la historiografía,


denomina al periodo que va de 1880 a 1914, en que se produjo una verdadera carrera
para construir imperios coloniales, principalmente con el llamado reparto de África. A ese
periodo se refieren dos de los textos más importantes que fijaron el concepto: Imperialism,
a study, de Hobson, y El imperialismo, fase superior del capitalismo, de Lenin.

La perspectiva marxista entiende el imperialismo no esencialmente como una forma de


dominación política, sino como un mecanismo de división internacional del capital y el
trabajo, por el que la propiedad del capital, la gestión, el trabajo de mayor cualificación y la
mayor parte del consumo se concentran en los países "centrales"; mientras que en los
países "periféricos", que aportan el trabajo de menor cualificación y los recursos
naturales, sufren un intercambio desigual que conduce a la explotación y el
empobrecimiento. En politología también se emplea la nomenclatura "norte-sur" para esta
forma de relación.

Revolución

Una revolución (del latín revolutio, "una vuelta") es un cambio social fundamental en la
estructura de poder o la organización que toma lugar en un periodo relativamente corto o
largo dependiendo la estructura de la misma. Aristóteles describía dos tipos de
revoluciones políticas:

1. Cambio completo desde una constitución a otra.


2. Modificación desde una constitución existente.1

Los expertos aún debaten qué puede constituir una revolución y qué no. Estudios sobre
revoluciones suelen analizar los eventos en la Historia de Occidente desde una
perspectiva psicológica, pero también más análisis incluyen eventos globales e incorporar
puntos de vista de las ciencias sociales, incluyendo la sociología y las ciencias políticas.

Sus orígenes pueden tener motivos de diversa índole, un cambio tecnológico, un cambio
social o un nuevo paradigma basta para que una sociedad cambie radicalmente su
estructura y gobierno. Las revoluciones pueden ser pacíficas aunque en general
implican violencia, al enfrentarse grupos conservadores con el anterior régimen y aquellos
que aspiran al cambio, o incluso entre los que aspiran a un nuevo sistema, varias
facciones enfrentadas. En la actualidad las revoluciones son consideradas los puntos de
inflexión de la historia, de los que parten la mayoría de sistemas políticos y sociales
actuales. Revoluciones decisivas en la historia mundial serían Revolución de las Trece
Colonias, la Revolución francesa, las revoluciones independentistas de Latinoamérica o
la Revolución de Octubre.

Tipos

En la historiografía se habla generalmente de tres tipos de revoluciones:

 Revolución política.
 Revolución social.
 Revolución económica.
Sin embargo, también existen otros tipos como:

 Revolución científica,
 Revolución tecnológica,
 Revolución Industrial,
Para ejemplificar las primeras pueden valer las tres grandes revoluciones que surgen y se
desarrollan entre los siglos XVIII y XIX, marcando el fin de la Edad Moderna y el comienzo
de la Edad Contemporánea.

 La Revolución francesa fue alcance político , porque se trataba de sustituir


la monarquía absoluta existente hasta 1789, para reemplazarlo por un sistema político
con características radicalmente opuestas, lo que permitió hablar de un Antiguo
Régimen y un Nuevo Régimen. Desde un punto de vista general, puede incluirse la
francesa entre las Revoluciones Liberales, entendidas como las que aplican
la ideología política liberal, y que habrían comenzado con la independencia
americana y continuarían en Europa occidental al menos hasta 1848.

 La revolución burguesa entendida como la sustitución como clase dominante


del estamento privilegiado (formado por nobleza y clero) por la burguesía, con el
cambio de relaciones, comportamientos, actitudes y valores sociales que se
identifican con una u otra; permite hablar de una nueva sociedad de clases. No
obstante, la historiografía suele utilizar más comúnmente el término Revoluciones
burguesas para referirse, incluso en su aspecto estrictamente político (a pesar de la
impropiedad), a las que hemos llamado revoluciones liberales, es decir, a todos los
procesos revolucionarios (como la misma Revolución francesa) en los que esta clase
social es impulsora.

 La Revolución Industrial tiene un carácter esencialmente económico, la


transformación respecto de la época precedente (la preindustrial) con el uso de
nuevas técnicas, fuentes de energía, invención de maquinarias, innovadores medios
de transporte, aumento de la capacidad productiva con la sustitución de los talleres
artesanales por las fábricas, etc
Es necesario indicar que estos dos últimos procesos, pese a ser de duración secular,
fueron claramente percibidos por sus contemporáneos como súbitos y violentos, como lo
prueban, entre otros extremos, la resistencia y los conflictos que generó la aparición
del maquinismo (la destrucción de máquinas o ludismo). Es de imposible solución el
debate (en el que puede destacarse el aporte de E. P. Thompson) sobre si la revolución
industrial inglesa costó más muertes y sufrimientos que la revolución liberal francesa.

ESPACIO MUNDIAL COMO ESCENARIO DE CONFRONTACION POLITICA Y


ECONOMICA DE LAS GRANDES POTENCIAS

Potencia es el concepto de las Relaciones Internacionales referido al Estado que tenga


protagonismo propio, así como relevancia sea capaz de influir en otros ejerciendo su
poder en cualquier ámbito de relación internacional (Político, militar, económico o cultural -
Poder Blando-)

El Mundo desde que empezó a albergar las primeras civilizaciones inteligentes,


empezó a ser escenario confrontación, en principio contra las propias fuerzas de la
naturaleza, en vía de perdurar, y una vez erigida, iniciaba su búsqueda de
expansión de poder. En muchos casos unas civilizaciones se topaban con otras, en las
que podían darse dos escenarios: Una contienda de poder político y militar o una
negociación pacífica de intereses. Fue así como la Antigua Grecia, el Antiguo Egipto o el
Imperio Romano lograron convertirse en algunas de las primeras potencias de la
antigüedad.

Cada potencia en el mundo ha estado vigente y ha cedido con la llegada de otra


mucho más poderosa o influyente, y cada una amasó una gran cantidad de riquezas y
forjó filosofías de vida o tecnología, y de igual forma mostró su lado más oscuro con
guerras de sucesión, invasiones o masacres, reyes ascendieron y cayeron, en los
periodos del mundo conocidos como:

-La Edad Antigua: Con la Antigua China, Egipto, Grecia, Persia, India y el Imperio
Romano como potencias. El conflicto político o económico se daba en sus cercanías y
cada uno ejercía poder o influencia sobre otro. El mayor movimiento expansionista fue el
del Imperio Islámico, el cual logró hacerse con buena parte de Europa y África.

-La Edad Media: El poder estaba enfocado en el Imperio Islámico y la Civilización


Germánica, quienes se hicieron con muchos de los dominios de Roma. Protagonizaron la
guerra más cruel y longeva, conocida como Las Cruzadas. Su punto más bajo vendría
producto de la influencia pobre de la iglesia y de la poca respuesta a pestes y plagas.

-Edad Moderna: Se cambia la filosofía teológica y se retoma la humanista con las


antiguas enseñanzas grecorromanas. En ese momento, las potencias mundiales estaban
ubicadas en Europa, específicamente las Coronas Españolas y Portuguesas a través de
la colonización y el mercantilismo, descubriendo así América y las indias orientales,
aunque Japón ya había impuesto su hegemonía imperial en China y buena parte de Asia.

-Edad Contemporánea: Llega la Revolución Francesa y con ella el fin del feudalismo y la
apertura a gobiernos de estado. Se han vivido muchas guerras a lo largo de esta etapa y
el pulso de poder fue cambiando. Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Países Bajos,
Rusia, Turquía, Alemania e Italia eran las potencias hasta el estallido de la Primera y
Segunda Guerra Mundial, quedando entonces solo dos países con gran influencia sobre
el mundo (EEUU y Rusia), dando paso a la Guerra Fría y a distintas revoluciones que
favorecieron a uno sobre el otro, y la cual culminó con la caída del Muro de Berlin y la
Guerra del Golfo. A partir de ese entonces, se inicia el Mundo Unipolar, siendo Estados
Unidos la única hiperpotencia del mundo, aunque su influencia ha decaído en el siglo XXI
ante China, Japón y Rusia.

Poder financiero

La competencia para establecer tributos ha sido uno de los distintivos tradicionales de la


soberanía política.

Cuando las primeras instituciones parlamentarias, las Asambleas medievales, se reúnen


para discutir asuntos públicos, lo hacen con una finalidad muy concreta: estudiar y
aprobar las peticiones de subsidios hechas por los Monarcas, condicionando su
concesión al hecho de que se diera explicación sobre actividades que iban a financiarse
con los medios solicitados.

Con la instauración del constitucionalismo en el siglo XIX, tanto el establecimiento de


tributos como la aprobación de los Presupuestos estatales pasan a ser competencia
reservada al Parlamento y tanto la aplicación y efectividad del tributo como la ejecución
del Presupuesto constituyen actividad administrativa reglada, sometida a Derecho.

En un primer momento, priman los aspectos estrictamente formales, básicamente el


respeto al principio de reserva de ley y al principio de legalidad en la actuación
administrativa. Años más tardes y en España, cuando entra en vigor la Constitución, el
carácter normativo y vinculante del texto hace que el poder legislativo no sólo esté
condicionado por el respeto a los principios formales, sino que también los principios
materiales resultan vinculante para el poder de legislar en materia financiera.

Poder político
El poder político es la lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas que
ocupan un cargo representativo dentro del gobierno. Generalmente, éste influye en el
comportamiento, ya sea en pensamiento o en el actuar de una sociedad.

Es legítimo cuando es elegido conforme a las leyes del país (constitución). En países
democráticos tiene como sustento la legitimidad otorgada por el pueblo mediante el voto
popular (elecciones), pero se le suele considerar abusivo cuando se excede en el ejercicio
de sus funciones, en materias que están dentro del ámbito de los otros poderes
(intromisión de poderes). El poder político es ilegítimo cuando utiliza mecanismos no
autorizados por las leyes y se adueña del poder gubernamental (ejecutivo-legislativo) sin
tener la legitimidad del pueblo, otorgada por el voto popular.

ideologias en el escenario del mundo en el siglo 20

Los ecósofos proponen "superar las fracasas ideologías del siglo XX". Las hicieron
fracasar los titulares del poder al usarlas en beneficio propio. Produjeron el desorden
planetario que se prolonga en el inicial siglo XXI, la tempestuosa situación de hambruna,
injusticia y guerras de la actualidad. La tragedia es grave en áreas puntuales del planeta.
Los tradicionales "ismos", de derecha y de izquierda, deben se revisados.

Einstein entregó clarificadora reflexión cuando dijo, "los problemas actuales no los
podemos resolver con la misma mentalidad que los formó". Confucio trazó la ruta, "el ser
humano superior vive en paz con todos los seres humanos". Físico y filósofo aportan
elevada motivación para actuar con trascendencia futurista. Producir propuestas de
transformación compromete a agentes concretos de naciones y sociedades, academias,
movimientos cívicos, universidades, sindicatos, iglesias, partidos políticos.

Partidos políticos renovados podrían elevarse frente a las fuerzas destructivas que agitan
las naciones. Podrían señalar, en calidad de líderes portadores de nuevos mensajes,
líneas preferenciales de acción capaces de resolver la crisis que nos sacude. El desafío
les señala doble tarea, convertirse en portadores de nuevas concepciones -dar un ideario-
y convocar gentes para aplicarlo. La finalidad es ascender a un nivel superior de
conciencia y convivencia.

El proceso de transformación implica: describir correctamente la situación presente, es el


punto de partida. Entender lo que sucede en el fondo de la sociedad, es el diagnóstico.
Revisar el comportamiento de los titulares del poder históricamente instalados arriba en
posición de dominio frente a los de abajo, suscita el propósito de enmienda. Aceptar la
responsabilidad de haber ofendido sociedades, es la contrición. Asumir, en consecuencia,
una posición "de arriba y de adelante" que sustituya las derechas y las izquierdas. El
poder de los pocos que actúan de "arriba hacia abajo", ponerlo al contrario, de "abajo
hacia arriba" y "para todos". Será la democracia real para alcanzar la paz fundada en lo
económico, en la igualdad de oportunidades. Lograremos naciones para alcanzar la
excelencia cultural. Serán sociedades que trabajen para la globalización de la economía
asociativa, la globalización de la justicia, del bienestar, sobretodo la globalización de la
ética. Asoma aquí la real significación del respeto a la diferencia. El conjunto de
proposiciones apunta a conquistar en el siglo XXI la alternativa frente a lo que los
ecósofos llaman "fracasadas ideologías del siglo XX".

industrialización, ciencias y tecnologia modernas: poder economico y politico de la


grande potencia

La historia tecnológica e industrial de los Estados Unidos describe el surgimiento de


Estados Unidos como la nación tecnológicamente más poderosa y avanzada del mundo.
La disponibilidad de tierras y mano de obra, la diversidad de clima, la presencia
abundante de canales navegables, ríos y vías fluviales costeras, y la abundancia de
recursos naturales que facilitan la extracción de energía barata, el transporte rápido y la
disponibilidad de capital contribuyeron a Estados Unidos la rápida industrialización.

Los investigadores modernos de productividad han demostrado que el período en el que


el mayor progreso económico y tecnológico que ocurrió fue entre fines del siglo XVIII y la
primera mitad del siglo XX. Durante este período, el país pasó de ser una simple
economía agrícola a la primera potencia industrial de la tierra, con más de un tercio de la
producción industrial mundial. Esto puede ser ilustrado por el índice de la producción
industrial total, que pasó de 4,29 en 1790 a 1,975.00 en 1913, un aumento de 460 veces.

El crecimiento de la infraestructura, transporte del país con mejoras internas y una


confluencia de innovaciones tecnológicas antes de la Guerra Civil facilitó la expansión de
la organización, la coordinación y la escala de la producción industrial. Alrededor del siglo
xx, la industria americana había superado sus homólogos europeos y económicamente la
nación comenzó a hacer valer su poder militar. Aunque la Gran Depresión desafió su
impulso tecnológico, Estados Unidos salió de ella y de la Segunda Guerra Mundial como
uno de las dos mundiales superpotencias. En la segunda mitad del siglo XX, cuando el
país se vio envuelto en la competencia con la Unión Soviética por la primacía política,
económica y militar, el gobierno invirtió fuertemente en investigación científica y en
desarrollo tecnológico, lo que dio lugar a avances en los vuelos espaciales, la informática
y la biotecnología y que gracias a eso hoy es el líder en todos los campos mencionados.

La ciencia, la tecnología y la industria no sólo han modelado profundamente el éxito


económico de Estados Unidos, sino que también han contribuido a sus propias
instituciones políticas, la estructura social, sistema educativo y la identidad cultural del
país. Valores estadounidenses de la meritocracia, el espíritu empresarial y la auto-
suficiencia se han extraído de su legado de ser pionero en los avances técnicos.
transporte y mercado canal de suez y canal de panama

El canal de Suez (en árabe: ‫ ?)السويس قناة‬es una vía artificial de navegación situada en
Egipto que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo. El canal convirtió a la región del
Sinaí en una nueva península, constituyendo la frontera entre los continentes de África y
Asia. Su longitud es de 163 km entre Puerto Saíd (en la ribera mediterránea) y Suez (en la
costa del mar Rojo). Permite acortar la ruta del comercio marítimo entre Europa y el sur
de Asia, pues evita tener que rodear el continente africano.

Desde la época faraónica, aproximadamente en los siglos XIX y XX a. C, existió el deseo


de crear una conexión entre el mar Mediterráneo y el mar Rojo. Los faraones fueron los
primeros en diseñar obras de ingeniería tales como el canal de los Faraones. Estos
primeros pasos estuvieron encaminados a unir el río Nilo con el mar Rojo.
Las obras de excavación del canal se iniciaron oficialmente el 10 de
abril de 1859 promovidas por el francés Ferdinand de Lesseps, autorizado por los
egipcios de la época. Fue inaugurado en 1869. En su momento, constituyó una de las
más grandes obras de ingeniería del mundo, realizada por decenas de miles de humildes
campesinos (fellahs), llevados por la fuerza desde todas las regiones de Egipto. Al
principio, no se disponía de maquinaria y todo tenía que hacerse a mano en un clima
malsano. Según cifras oficiales, murieron 20 000 trabajadores. Estimaciones más realistas
fijan la cifra en 125 000 fallecidos. Los trabajos se aceleraron después de la introducción
de las dragasde cangilones.1
La construcción del canal de Suez marcó un hito en la historia de la tecnología ya que, por
primera vez, se emplearon máquinas de excavación especialmente diseñadas para estas
obras, con rendimientos desconocidos hasta esa época. En algo más de dos años se
excavaron más de 50 millones de metros cúbicos, de los 75 millones del total de la obra.
El 17 de febrero de 1867 un primer barco atravesó el canal, aunque la inauguración oficial
se realizó el 17 de noviembre de 1869 con la presencia de la emperatriz Eugenia de
Montijo.
En 1875 el Pachá de Egipto, a causa de la deuda externa del país, puso a la venta su
parte de las acciones del canal. En una rápida maniobra, el primer ministro del Reino
Unido, a la sazón Benjamin Disraeli, convenció a la Reina Victoria de la necesidad de
comprarlas para tomar el control sobre la ruta hacia la India Británica, la coloniamás rica
del Reino Unido. Un enviado de Disraeli consiguió un cuantioso préstamo de parte de la
Casa banqueraRothschild, y de esta manera el Reino Unido se aseguró el dominio de la
vía interoceánica.
La Convención de Constantinopla de 1888 declaró el canal zona neutral bajo protección
británica. Al ratificar este tratado, el Imperio otomano accedió a permitir la navegación
internacional de forma libre a través del canal, tanto en tiempos de paz como de guerra.
Un gran beneficiado por la construcción de este canal fue España, para llegar más
rápidamente por barco a Filipinas.
El canal de Panamá es una vía de navegación interoceánica entre el mar Caribe y el
océano Pacífico que atraviesa el istmo de Panamá en su punto más estrecho, cuya
longitud es de 82 km.1 Funciona a través de esclusas en cada extremo que elevan los
barcos hasta el lago Gatún, un lago artificial creado para reducir la cantidad de trabajo
requerido para la excavación del canal, a 26 metros sobre el nivel del mar, para después
descenderlos hasta el nivel del Pacífico o el Atlántico.

Desde su inauguración el 15 de agosto de 1914, ha conseguido acortar en tiempo y


distancia la comunicación marítima, dinamizando el intercambio comercial y económico al
proporcionar una vía de tránsito corta y relativamente barata2 entre los dos océanos,
influyendo decisivamente en los patrones del comercio mundial,3 impulsando el
crecimiento económico de los países desarrollados y en vías de desarrollo,2 además de
proporcionar el impulso básico para la expansión económica de muchas regiones remotas
del mundo.456 En 2012, Estados Unidos, China, Chile, Japón y Corea del Sur fueron los
cinco principales usuarios del canal,7 que lleva de ocho a diez horas cruzar.8

Antes de su apertura, los pasos naturales utilizados entre los océanos Atlántico y Pacífico
eran el estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos, ubicados en el extremo austral de
Chile.9 El canal de Panamá y su construcción están consideradas como una de las
grandes obras de la ingeniería mundial del siglo XX.

Ideología política, movimientos sociales y culturas modernas en las grandes


potencias mundiales.

La historia de los movimientos sociales y la historia de los movimientos políticos son dos
disciplinas historiográficas, relacionadas con la historia social y la historia política.

La historia de los movimientos sociales, tradicionalmente centrada en el movimiento


obrero del siglo XIX, se amplió en el siglo XX con la consideración de los movimientos
sociales del pasado y con la atención al surgimiento de otras reivindicaciones que han
dado origen a movilizaciones sociales de envergadura: feminismo, pacifismo, ecologismo,
movimiento por los derechos civiles (en Estados Unidos), derechos LGBT, movimiento
antiglobalización o altermundialista, entre otros.

Los movimientos sociales se entienden fundamentalmente como movimientos populares,


es decir, los que expresan reivindicaciones del pueblo (entendido ambiguamente, tanto
como el cuerpo social general, como restringido a la amplia estrato social inferior en
términos socioeconómicos y de poder); aunque tienen otras derivaciones diferentes, en
cuestiones sociales entendidas como culturales, de pensamiento o de estilo de vida, que
pueden ser tanto las propias de una corriente mayoritaria o ideología dominante como de
una minoritaria, vanguardista, rupturista, contracultural, o alternativa (psicodelia,
movimiento hippie). En cualquiera de los dos casos pueden llegar a extremos tan
aparentemente frívolos como denominar movimiento al deporte en general o a alguno en
particular, a la moda, a cualquier forma de uso del ocio, a tendencias culturales de
cualquier tipo (moda, peinado, tatuaje, gastronomía) o incluso las actividades de las tribus
urbanas.

Movimientos sociales "premodernos"


Véanse también: Sociedad industrial, Sociedad preindustrial y Antiguo Régimen.

E. P. Thompson, con su concepto de economía moral de la multitud,1 dio una nueva


visión a los movimientos sociales de los siglos XVIII y XIX, reaccionando desde el propio
campo de la historiografía marxista contra la aplicación excesivamente rígida de las
categorías teóricas del materialismo histórico, y exigiendo para su estudio el mismo
refinamiento y falta de determinismo que el empleado por la antropología para el estudio
de las sociedades primitivas. De un modo u otro, con metodologías no necesariamente
similares, respondieron a la misma necesidad otros historiadores británicos, como Eric
Hobsbawm (para la Edad contemporánea)2 o Christopher Hill (para la revolución inglesa
del siglo XVII).3 En la historia moderna de España, ha suscitado vivos debates la
calificación como movimiento social de la Guerra de las Comunidades y de otros
acontecimientos singulares, como el motín de Esquilache. Otros movimientos sociales
han sido particularmente estudiadas por diferentes historias nacionales, como la Fronda
francesa o las revueltas milenaristas rusas (Pugachev, falso Dimitri). Concretamente la
crisis del siglo XVII fue un momento particularmente propicio para numerosos estallidos
sociales violentos a lo largo de toda Europa.

El periodo medieval tiene su principal campo de estudio para esta disciplina en el origen
de las revoluciones burguesas entre las revueltas campesinas y revueltas urbanas de la
Baja Edad Media,4 significativas tanto de la dinámica social del feudalismo como de la
transición del feudalismo al capitalismo,5 especialmente manifestada a partir de la crisis
del siglo XIV.

Retrocediendo más en el tiempo, la Edad Antigua también ha dado oportunidad de


estudiar hechos semejantes,6 como las bagaudas del Bajo Imperio Romano (otra
manifestación de crisis secular, en este caso de la crisis del siglo III), las revueltas de
esclavos (la de Espartaco y otras dos guerras serviles), la oposición entre patricios y
plebeyos durante la República Romana (ver Secessio plebis) e incluso las primeras
huelgas documentadas en el Antiguo Egipto.

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