Si miramos a nuestro alrededor, en la calle, el trabajo, o en cualquier lugar donde se reúna un
conglomerado humano, notaremos que estamos rodeados de advertencias – por lo general bajo la forma de carteles de diferentes tamaños, tipos, estilos y colores puestas ante nuestros ojos, no para mortificarnos o atiborrados con órdenes caprichosas, sino para beneficio de nuestra propia protección y/o la de otros. Un cartel que diga LOS RESGUARDOS EN SU LUGAR, es una advertencia constante, cuya única intención es recordarnos la serie de desgracias que ocurrirían si olvidáramos que los resguardos son instrumentos inventados especialmente para evitar que perdamos un dedo, una mano, o la vida, mientras operamos la maquinaria a nuestro cargo. No debemos pasar por alto las advertencias que nos rodean sino, por el contrario, tenerlas muy en cuenta, sobre todo dentro de la planta, donde a cada paso un cartel nos está diciendo –de distintas maneras- que tengamos CUIDADO para que todos gocemos de SEGURIDAD en el trabajo.*