You are on page 1of 3

CHISTE

Jaimito, -Si papá? -Hijo traeme un refresco por favor -Coca Cola o Pepsi? -Coca
cola. -Light o normal? -Normal. -De lata o de botella? -De botella... -Uno o dos litros?
-¡Traeme agua entonces! -¿Natural o mineral? -¡¡Mineral!! -Fría o caliente?
-Pero bueno... ¿¡Que pasa contigo!? Vete para tu cuarto!! -¿Ahora o más tarde? -
Yaaaa! -Me acompañas o me voy solo? -Te mato maldito niño! -Con cuchillo o con
pistola?...
CUENTO
Piel de oso

Publicado por: Hermanos Grimm

Hubo una vez un joven muy valiente durante un tiempo de guerra. Cuando por fin llego el tiempo
de paz, sus superiores lo dieron de baja, como ya no tenía un hogar fue a pedir hospitalidad a sus
hermanos quienes le dieron la espalda y se negaron a recibirlo, pues pensaron que no les sería
nada útil.

El soldado al verse solo con su rifle, se sentó bajo la sombra de un árbol a meditar e imaginarse los
días de hambre que le estaban por llegar. Al rato ve frente a el un hombre con el pie partido quien
lo miraba fijamente y le dijo:

-“Sé muy bien lo que necesitas, pero para no invertir en ti inútilmente, debo saber si no tienes
miedo.

-“Eso no va conmigo y te lo probaré”, respondió el valeroso soldado.

-“Será mejor que lo demuestres ahora, tienes que ver lo que va detrás de ti”

Cuando el soldado volteo, se encontró con un inmenso oso dirigiéndose a el, a quien sin dudar le
disparo y lo mato. El hombre del abrigo verde elogio al soldado por su destreza y valor. Aun así le
dijo que sería necesario que pasara por otra prueba y esta sería, no bañarse, ni cortarse el cabello,
la barba ni las uñas. El soldado sospechando que era el diablo quien le hablaba, decidió una vez
mas correr el riesgo y acepto antes de arrepentirse.

Solo debía ponerse el abrigo verde del diablo y usar la capa hecha de piel de oso y nunca
quitárselo ni para dormir durante 7 años, si moría pertenecería al diablo, si se mantenía vivo por
todo ese tiempo mantendría su libertad, después de todo lo recomendado, el diablo despareció. El
diablo le dijo que nunca le faltaría dinero si lo buscaba en el bolsillo del abrigo, y como así fue, este
se dedico a viajar por el mundo.

En el camino se encontró con un hombre que lloraba y pasaba mucha necesidad, por ayudarlo con
mucha generosidad, el pobre hombre le ofreció una de sus hijas a pesar de su desagradable
apariencia, a causa de su descuidado aspecto. De las tres hijas, las dos primeras se espantaron,
pero la tercera pensó:

-“Si este hombre fue capaz de ayudar con tanta generosidad a mi padre y sin conocerlo, tiene que
ser un buen hombre. Yo si me casaría con el”.
Así quedaron antes de partir que el sastre debía continuar su camino por 3 años y que un día
volvería por la menor de las hijas con quien quedo comprometido, le entrego a la joven novia la
mitad de un anillo mientras el conservaría la otra parte en señal de su promesa.

La joven vestida de negro todo el tiempo esperaba el ansiado momento extrañando a su novio,
hasta que un día apareció un apuesto joven en su casa preguntando al padre si daba en
casamiento a una de sus hijas. Las mayores se emocionaron y entraron corriendo a sus
habitaciones a maquillarse y ponerse sus mejores vestidos. Cuando la joven novia quedo sola con
el apuesto joven, este le hizo ver la otra mitad del anillo y le dijo que había vuelto a su normal
apariencia para cumplir con su promesa y casarse con ella.

Y así fueron muy felices, logrando con el tiempo la aceptación del matrimonio por parte de las
hermanas.

ADIVINANZAS
¿Quién es algo y nada a la vez?
Solución: El pez
Alto alto como un pino, pesa menos que un comino.
Solución: El humo
Tul y no es tela, pan, pero no de mesa.
Solución: El tulipán
HISTORIA
EL DOCTOR SABELOTODO HISTORIAS INFANTILES
Érase una vez un leñador llamado Cangrejo que vivía pobremente. Un día sintió
un fuerte dolor de espalda y como no podía mover el hacha, fue a un doctor.
El médico vivía en una casa lujosa, muy distinta de la pobre cabaña del leñador.
Éste pensó que si fuera médico, podría comer y vivir bien, y preguntó al doctor
cómo hacerse médico.
– Es muy fácil-dijo éste en broma-. Te compras un abecedario, encargas un par de
trajes y pones un letrero que diga: “Doctor Sabelotodo” y a esperar clientes.
Cangrejo, que no entendió la broma, vendió su mula y con el dinero compró el
abecedario, dos buenos trajes y una bata blanca; explicó todo a su mujer y puso
en la puerta de su casa un letrero: “Doctor Sabelotodo”.
A los pocos días llegó un señor preguntando por el doctor Sabelotodo.
-Me han robado mi dinero y quiero saber quién ha sido- dijo el cliente.
-Yo haré que recupere su dinero.Por eso soy el doctor Sabelotodo. Y el rico cliente
los invitó a él y a su mujer a comer en su mansión.
“Por fin una comida con tres platos”, pensó el humilde matrimonio.
Cuando apareció el primer criado con sabrosos manjares, Cangrejo dijo a su
mujer:
-¡Ya llega el primero!
El leñador se refería al primer plato, pero el criado, que era uno de los ladrones,
creyó que lo decía por
él, y avisó a los otros.
-¡ Estamos perdidos! El doctor sabe que nosotros hemos robado el dinero: ¡le ha
dicho a su mujer que yo era el primero!
Cuando apareció el segundo criado con nuevos platos, Cangrejo dijo a su mujer:
– ¡Ya llega el segundo!
El criado volvió a la cocina asustado. Y lo mismo sucedió con el tercer criado. El
amo quiso probar al doctor Sabelotodo pidiéndole que adivinara lo que el cuarto
traía.
-¡Pobre Cangrejo, estás perdido!- dejo el leñador para sí.
Y como eran cangrejos lo que había en la fuente, el criado llamó al falso doctor a
la cocina y los ladrones le confesaron que eran autores del robo. Le dijeron que
estaban arrepentidos y pensaban devolver el dinero. Le ofrecieron a Cangrejo una
recompensa si no decía nada a su amo.
El falso doctor aceptó y los ladrones le enseñaron dónde ocultaban el dinero.
Volvió Cangrejo al comedor y dijo:
– Señor, voy a leer en mi abecedario dónde está el dinero robado.
Y sacó su libro, hojeó las páginas y por fin dijo al caballero el sitio donde estaba el
botín.
El doctor Sabelotodo recibió del dueño una gran recompensa, y otra de los criados
por no haberles delatado. De esta forma, el leñador se hizo rico y no tubo ya
necesidad de ir al bosque a cortar leña nunca más. Su mujer y él vivieron felices y
descansados.
TRABALENGUAS
 El cielo está engarabantintangulado ¿quién lo va a desengarabantintangular? el que lo
desengarabantintangule buen desengarabantintangulador será.
 Cuenta cuantos cuentos cuentas, porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas, nunca
sabrás cuantos cuentos sabes contar.

You might also like