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Este medio está previsto por la CN para la creación de provincias derivada de la interpretación del
Art. 13 junto con el Art. 75, inc. 15. Reza el art. 13:
"Podrán admitirse nuevas provincias en la Nación, pero no podrá erigirse una provincia en el
territorio de otra u otras, ni de varias formarse una sola, sin el consentimiento de la Legislatura de
las provincias interesadas y del Congreso".
La admisión de nuevas provincias constituye una facultad compartida dentro de nuestra estructura
federal ya que se requiere el consentimiento del gobierno provincial (legislatura provincial) y del
gobierno federal (Congreso).
La creación de provincias viene regulada en la CN en al Art. 75, inc. 15. Esta disposición
establece que es competencia del Congreso
"Arreglar definitivamente los límites del territorio de la Nación, fijar los de las provincias, crear otras
nuevas ...”
Por otro lado, sostiene G. Bidart Campos que la creación de provincias no podrá nunca provocar la
desaparición de las catorce provincias históricamente preexistentes al momento de establecerse
nuestra constitución (1853-1860) porque se estaría quebrantando la legitimidad del poder
constituyente originario(ver Bolilla XIII).
Con respecto a la erección ,(sustituirse) dice el art. 13, su segunda parte, que no podrá erigirse
una provincia en el territorio de otra u otras.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 75, inc. 15, corresponde al Congreso Nacional fijar
los limites de las provincias (Es de carácter Político).
En caso de controversia sobre los límites preexistentes, según el art. 127,: Es jurisdicción de la
Corte suprema de justicia en los casos de los arts 116 y 117, entender en cuestiones suscitadas
entre provincias sobre el territorio que pretenden poseer o que se halle dentro de sus respectivos
limites, siempre que la resolución judicial no implique forzosamente la determinación de los límites
referidos o la modificación de los dictados por la Congreso.
Es decir, el órgano legislativo fija los límites entre las provincias. Pero si ellos ya están
determinados y surgieren conflictos, el caso debe ser decidido por la Corte suprema de justicia
(arts. 117 y 127 CN). Y según la CSJN las provincias no deben sin intervención del Congreso
realizar mediación.
Asimismo el Congreso no puede alterar la unidad territorial de las provincias sin que medie el
consentimiento de las respectivas legislaturas, procediendo en el caso de creación o admisión de
nuevas provincias, en la forma señalada anteriormente.
La Autonomía provincial.
Descentralización política .
-Elegir sus propias autoridades, sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin
intervención del Gobierno Federal,
-Dictar sus propias leyes y regirse por ella, pero en forma coordinada con un orden jurídico
superior, autoadministrarse, celebrar tratados entre sí.
-Además de integrar la cámara de Senadores para elaborar el derecho nacional, designar algunas
autoridades federales (como jueces y militares) o tomar decisiones políticas como el estado de
sitio.
La distinción entre autonomía autarquía radica la tenencia o no de facultad legislativa. El art 123 da
la autonomía para los municipios. Pero el régimen municipal y la administración de justicia son
también de competencia provincial.
Hay relaciones de igualdad entre las provincias debido a un estatus jurídico, por ser Personas
de Derecho Público de Existencia Necesaria, y un estatus político por ser entes políticos
descentralizados y autónomos. También encuentran la garantía de tal paridad en la integración de
la cámara de senadores que se compone de tres representantes por provincia y tres por la ciudad
autónoma de Buenos Aires. La constitución se encarga de establecer un régimen de igualdad
cooperación y armonía entre todas las provincias en distintas normas, arts. 7, 8,9, 10, 12, 125, y
126.
Y las relaciones de solidaridad en función del destino común que deben afrontar con las demás
provincias y con la federación
El federalismo de concertación
En la estructura federal que adopta nuestra CN (Art. 1) el principio de concertación reviste vital
importancia.
Es la actitud de las provincias para solucionar sus propios conflictos en forma concertada y con una
planificación hacia el futuro, realizar proyectos comunes entre nación y provincias o entre
provincias.
El principio de concertación se basa en la negociación constante que debe existir entre el gobierno
Federal y los gobiernos provinciales frente a la toma de decisiones. Es decir, el arreglo contractual
interjurisdiccional donde constan las convergencias, las coincidencias sobre numerosas cuestiones
para viabilizar un federalismo posible, sin desfigurar el esquema de la constitución formal. Un
moderno, un nuevo contrato social planteado en un estado federal, para replantear acuerdos que
faciliten el estado federal, lo fortalezcan, lo resguarden, una herramienta cotidiana para solucionar
los problemas cotidianos, con una dinámica vital, no un contrato original y estático al estilo del siglo
XVIII (de apuntes de clase).
Este principio de concertación aspira a que en el marco de las competencias que la constitución
formal asigna a cada uno, el gobierno federal y los gobiernos provinciales se sujeten al dialogo
constante para la toma de resoluciones. La búsqueda esencial es lasupresión de las decisiones
unilaterales, ya sea de parte del Estado federal o de las Provincias, por más que en ellas no se
dé ningún tipo de violación al reparto de competencias que la CN prevé.
“Los actos públicos y procedimientos judiciales de una provincia gozan de enteras fe en las
demás, y el Congreso puede por leyes generales determinar cual será la forma probatoria de estos
actos y procedimientos y los efectos legales que producirán” (art. 7 de la CN).
Los actos públicos , es decir, aquellos emanados de cualquier dependencia de los poderes de una
provincia (legislativo, ejecutivo, judicial) gozan de entera fe en las demás provincias, lo que
significa que ninguna autoridad de otra puede negarles validez o resistirse a cumplirlos (así un juez
de Córdoba no podría negarse a ejecutar una sentencia dictada por un juez de Santa Fe).
Acreditada entonces la autenticidad de un acto judicial producido en una provincia, las autoridades
de la otra donde se quieren hacer valer, pueden determinar si el juez obró con competencia pero
nunca revisar el procedimiento.
En cumplimiento de la obligación que le impone el último párrafo del artículo, el Congreso dictó
algunas leyes parciales sobre el tema, por ejemplo sobre tramite de exhortos (pedidos de una juez
de una provincia a otro juez de otra provincia, para el cumplimiento de medidas procesales,
embargos, notificaciones, etc...).
La regla rige para las relaciones interprovinciales, y entre la nación y las provincias. La CSJN ha
establecido ciertos requisitos y topes al valor de los actos de una provincia fuera de sus
fronteras: El congreso debe determinar que recaudos formales se deben observar en materia de
autenticación y legalización de esos actos; los actos de una provincia no resultan válidos y no
merecen fe en asuntos donde esa provincia no tiene competencia, o que alteren la legislación de
otra; es posible que lo decidido en una provincia adquiera vigencia y efectos para ciertos asuntos.
Referido en el artículo 8 de la CN, "Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos,
privilegios e inmunidades inherentes al título de ciudadano en las demás" (art. 8).
La CSJN ha dicho que alude a los privilegios o inmunidades inherentes al título de ciudadano
argentino, únicos que ella reconoce y a los que concede iguales prerrogativas derechos, cualquiera
sea el lugar de la nación en que se hallen. Y prohíbe a una provincia perjudicar a los nacidos en
otra.
Art. 124 de la CN: que faculta a las provincias a crear regiones mediante leyes convenios para la
mejor integración del país, pero no constituye un nuevo nivel de gobierno, y para favorecer el
desarrollo regional y el progreso nacional.
Art. 125 de la CN: “ Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de administración
de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común, con conocimiento del Congreso
Federal; ...”
La primera parte del artículo 125 faculta a las provincias para celebrar tratados parciales entre sí,
con el objeto de cumplir sus fines, asegurando su desarrollo y progreso. Son los llamados
interprovinciales, que no vedan a las provincias la posibilidad de celebrar convenios parciales con
el gobierno federal, para lograr las expresadas finalidades.
- No pueden celebrar tratados parciales de carácter político, con otras provincias (artículo 126).
- Los tratados deben ser comunicados al Congreso Nacional. (Algunos autores opinan que debería
ser con el consentimiento del Congreso, la doctrina contraria opina que si el congreso lo rechazara
eso significaría solamente disconformidad del PL. En la práctica no se requiere para la eficacia el
consentimiento)
Y cuando se refiere a convenios parciales, lo hace por que no deberían ser todas las provincias las
participantes, porque sería como un tratado federal total, global que resultaría anticonstitucional.
-Administración de justicia,
-Intereses económicos,
En concordancia con el principio derivado del preámbulo de “consolidar la paz interior” la CN invoca
la solución pacífica de conflictos y prohíbe que una provincia declare o haga la guerra a otra, o
realice hostilidades de hecho y le atribuye a la Corte Suprema Facultades para dirimir en aquellas
oportunidades donde existan conflictos entre provincias. Corresponde, en consecuencia, a la Corte
suprema, en lo que constituye uno de sus ámbitos de injerencia exclusivos (arts. 11 6 y 11 7) dirimir
sobre estas cuestiones. El artículo 127 dice en este sentido que:
"Ninguna provincia puede declarar la guerra, ni hacer la guerra a otra provincia. Sus quejas deben
ser sometidas a la Corte Suprema de Justicia y dirimidas por ella.
Las hostilidades de hecho son actos de guerra civil, calificados de sedición o asonada, que el
gobierno federal debe sofocar y reprimir conforme a la ley".
Las quejas interprovinciales se han de radicar ante la Corte en forma de demanda. Son causas de
competencia originaria y exclusiva.
Como se visualiza el artículo utiliza el vocablo "dirimir" para describir cual es la facultad que a la
Corte Suprema compete, con lo cual no podría la Corte dado un litigio interprovincial establecer los
límites para las provincias en conflicto, porque de esta manera se estaría excediendo en sus
facultades usurpando la esfera del Poder Legislativo de la Nación. Su función sería conciliadora.
Por otra parte, donde el art . 127 dice "... actos de guerra civil, calificados como de sedición o
asonada...” se esta refiriendo a toda hostilidad interprovincial que signifique una grave afrenta que
coloque en peligro al sistema republicano representativo Federal. Tiende a evitar las reiteradas
luchas civiles. Habilita la CN acciones penales previstas por ley, el remedio federal de la
intervención federal del art 6º por casos de sedición y de invasión de una provincia por otra.
El art 127 debe conectarse con el 75, inc 25, donde el Congreso autoriza al PE a declarar la guerra
en la que alude el final del art 127 de guerra civil.
Intervención Federal : Art. 6 y 75, inc, 31, como ya vimos en la bolilla 15.
La intervención federal es un acto ejecutivo del Gobierno Federal, de carácter no sancionatorio, por
el cual se remueve o sostiene a las autoridades provinciales en sus cargos, en caso de hallarse
subvertida la forma republicana de gobierno en una provincia, de invasión exterior, de sedición o de
invasión de otra provincia. La intervención federal (artículo 6 CN) es el mecanismo legal que posee
el Estado para resguardar la plena vigencia de la garantía federal.
¿Qué es la garantía federal? El aseguramiento que la CN depara frente a cualquier violación que
se realice de los principios a los cuales deben ajustarse las constituciones provinciales (sistema
republicano, democrático y federal estipulados en el articulo 1ro CN). Comprende: a) El respeto por
la nación de la autonomía provincia, la no interferencia; b) Implica deberes de actuación,
obligaciones activas tales como asistirla para el adelanto y la prosperidad, subsidiarla, fijar sus
límites, proteger la forma republicana, intervenir federalmente. (S. T2, 38). Puede hacerse por:
Iniciativa del Estado federal, sin pedido del Estado provincial para repeler invasión extranjera para
garantizar la forma de gobierno; a pedido de las provincias, por el art. 75, inc. 31.
-La elección de los Senadores se da en forma directa, con lo cual son los propios ciudadanos de
cada provincia quienes deben elegir a sus representantes en el Senado de la Nación. Este es el
sistema de elección que guarda coherencia con la estructura federal de nuestro país, a diferencia
del que tenía vigencia anteriormente, en el cual los senadores eran elegidos por las legislaturas
provinciales (sistema indirecto).
-También en la elección del presidente y el vicepresidente el sistema electoral ha cambiado con la
reforma del 94. Ahora la elección es directa (art. 94, 95, CN) razón por la cual ahora toda la
población vota siendo el país un distrito único. Se eliminaron, en consecuencia, los electores
propios de un sistema indirecto.
-En el proceso de reforma constitucional las provincias poseen igual numero de convencionales,
participan de todos los actos en forma igualitaria.
Los gobernadores son aquellos funcionarios que detentan la titularidad del Poder Ejecutivo de las
provincias. Ahora bien, las provincias de acuerdo a nuestro esquema federal son unidades políticas
cuyo accionar debe sujetarse a ciertas pautas devenidas de la CN, no actúan independientemente,
desconectadas del sistema que las contiene. Los ordenamientos jurídicos provinciales, entonces,
se subordinan al gobierno federal en lo que se denomina en doctrina como "supremacía federal"
(ver pag. 9). Los gobernadores de provincia, por ende, encuentran su accionar político demarcado
por la voluntad de la Constitución Nacional a la cual deben acatamiento y obediencia en todas las
circunstancias.
El articulo 128 reza sobre el particular que "Los gobernadores de provincia son agentes naturales
del Gobierno Federal para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la Nación". Esta disposición
refuerza el principio de supremacía federal y debe ser interpretada conjuntamente con el articulo
5to de la Carta Magna que establece que las constituciones provinciales deberán ser dictadas bajo
el sistema representativo republicano, de acuerdo a los principios, declaraciones y garantías de
nuestra CN, asegurando su régimen municipal, la educación primaria y la administración de
justicia. Cuando el artículo 128 estipula que los gobernadores de provincia son agentes
naturalesdel gobierno federal para hacer cumplir la constitución hace referencia esencial al artículo
5to ya que si las constituciones provinciales no respetaran la forma de estado democrática, federal
y republicana (Art. 1 CN) se estaría violando a la misma Constitución Nacional y los gobernadores
de provincia ya no serían agentes del gobierno federal sino que demostrarían una voluntad
precisamente contraria a la preeminencia de la CN, lo que no dejarla de ser lamentable.
Un tema que suscitó acalorados debates en la Convención reformadora de 1994 fue si los
gobernadores de provincia debían o no tener la posibilidad de reelegirse como sí podía hacerlo el
presidente de la Nación. El hecho de que para el primer mandatario se diera la reelección promovió
el pensamiento de que para los gobernadores debía darse lo mismo. Nuestra constitución nada
dice sobre la existencia de una obligación para las provincias de seguir el sistema ejecutivo propio
del Estado Federal. Por lo mismo, y aunque ideológicamente pueda apoyarse la reelección
provincial o no, en la CN no hay óbice para pensar en un deber de las constituciones provinciales
de estipular una reelección de sus mandatarios.
En nuestra estructura federal coexisten provincias que admiten la reelección (La Pampa, Buenos
Aires, Córdoba) y otras que no (Entre Ríos, Santa Fe, Salta, Chubut) lo cual no implica, como ya
señaláramos, oposición alguna a nuestra constitución. La Corte Suprema, en ese sentido, rechazó
un pedido del Partido Justicialista de Santa Fe que consideraba inconstitucional el artículo 64 de su
constitución provincial que imposibilitaba la reelección por considerarlo contrario a los artículos 90
(reelección presidencial por un período), 31 y 128 de la CN y violatorio del principio de supremacía
federal. La Corte, con buen criterio, rechazó este pedido (CSJN, fallos, “Partido Justicialista de la
provincia de Santa Fe c/Santa Fe, Provincia de s/acción declarativa, del 6/10/1 994, fs. 1 vta y 2).
Corresponde al congreso ejercer una legislación exclusiva sobre todo el territorio de la capital de la
nación y sobre los demás lugares adquiridos por compras o sesiones las provincias, artículo 75,
inciso 30. Los establecimientos de utilidad nacional en el territorio de las provincias,la legislación
necesaria queda circunscripta a los fines específicos del establecimiento y sobre ellos las
provincias y los municipios conservan sus poderes de policías e impositivos, en tanto no interfieran
en el cumplimiento de aquellos fines. (BC T1, 458)
La preocupación por lograr un territorio para la Capital de la Republica, sin lugar a dudas, ha sido
uno de los temas que más conflictos ha suscitado a lo largo de nuestra historia.
-Buenos Aires había sido el asiento de las autoridades coloniales del Río de la Plata, la capital de
la provincia rioplatense y desde 1776, se convierte en el centro del Virreinato.
- A partir de 1810 con el advenimiento de la Revolución de Mayo y hasta 1827 la ciudad de Buenos
Aires es la capital “de hecho" del gobierno. En 1826 se declara a Buenos Aires capital de la
republica.
- Con la caída de Rivadavia en 1827 la Asamblea decide reconstruir la provincia de Buenos Aires y
la ciudad porteña vuelve a ser capital de aquella.
- Por la secesión de Buenos Aires la ciudad de Paraná pasa a ser Capital provisoria" de la
Confederación en virtud del decreto de Justo José de Urquiza del 29 de agosto de 1853.
B. Alternativas Posteriores:
- Por ley federal 201 del 29 del 9 de 1858 (registro nacional 1857 1862) se mantiene la sede del
gobierno nacional en Paraná con el ejido que la misma ley especifica y con la declaración de que
este es el único territorio que permanecerá federalizado.
- En 1860, después de la batalla de Cepeda, donde Urquiza vence a Mitre, al concluir el ejercicio
del poder constituyente originario, se modificó el artículo tercero de la carta magna disponiendo
que las autoridades nacionales residan en la ciudad que se declare capital de la nación por una ley
especial del congreso, previa sesión hecha por una o más legislaturas provinciales del territorio.
C. Proliferación de leyes
- en 1862, ya Mitre había vencido a Urquiza en la batalla de Pavón, el congreso dicta una ley de
compromiso basada en las sugerencias presentadas por las autoridades bonaerense, en la que se
establece que durante cinco años residirán en Buenos Aires las autoridades nacionales, y las
provinciales en calidad de huéspedes. Transcurrido dos o u varias iniciativas como por ejemplo:
- Se presentan varios proyectos entre ellos declarar capital de la republica a ciudades en córdoba
(Bell Ville) y a Rosario sin que se logre superar el largo problema. Posteriormente se sanciona la
ley 294 vetada luego por Domingo Faustino Sarmiento por la cual se designaba Capital a Rosario.
- El grave conflicto que se planteaba en torno a este problema llega a su fin cuando Nicolás
Avellaneda el 24 de Agosto de 1880 envía un proyecto de federalización de Buenos Aires que el
Congreso convierte en ley, en la ley 1029 de fecha 20/9/1880 por la que se declara Capital de la
Republica al municipio de la ciudad de Buenos Aires. Otra ley establece un plazo a la provincia
para que seda el territorio porteño, vencido el cual y de no hacerlo se procediera a convocar a una
convención reformadora de la constitución para modificar el artículo tercero. Por eso se funda La
plata para que sea capital de la provincia de Buenos Aires.
El congreso de la nación es la legislatura local de la capital federal: por imperio del art. 75 inciso 15
le corresponde el dictado de la legislación (de aplicación localmente) de modo exclusivo. Y por el
art. 75 inciso 30 de corresponde al congreso ejercer una legislación exclusiva del territorio de la
capital de la nación.
Pero esa exclusividad está limitada , luego de la reforma del 94 tiene un estatus sui generi, art 129,
en función del régimen autonómico de la ciudad de Buenos Aires, y debe ser entendida como que
el congreso sólo detenta en caso de traslado de la capital federal a otro territorio.
Mientras tanto sólo podrá dictar aquella legislación que tenga por objeto garantizar los intereses del
estado federal.
En materia de jurisdicción, la capital federal, según Bidart campos, está limitada por las facultades
propias de la ciudad de Buenos Aires.
En la Ciudad de Buenos Aires la jurisdicción será parcialmente Federal, es decir que existirán
jueces con competencia local (ordinarios) y otros de competencia federal (Federales).
Con anterioridad a la reforma del 94 los jueces que actuaban en la capital revestirían todos la
calidad y jueces federales, luego de la reforma y mientras la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
sea la Capital Federal de la República Argentina, y en razón de las facultades propias de
jurisdicción que siguió la ciudad de Buenos Aires nadie discute la existencia de jueces locales en
dicha ciudad.
Traslado de la Capital.
El ultimo intento de realizar un traspaso de la Capital se dio con la ley 23.512 del año 1987. Este
proyecto no prosperó por falta de federalización del territorio, quedando la ley sin realizar su
contenido a pesar de que todavía no esta la misma formalmente derogada.
No obstante que el inc. 15 del art.75 sigue previendo con la misma redacción que tuvo como inc.
14 del art.67 antes de la reforma de 1994, la competencia del Congreso para legislar sobre la
organización administración y gobierno que deben tener los territorios nacionales que queden fuera
de los limites asignados a las Provincias y a la capital federal, hay que recordar que actualmente
no existe ninguno de estos territorios (también denominados, mientras los hubo,
“gobernaciones"), no eran entidades políticas autónomas sino simples divisiones
territoriales administrativas del estado federal que carecían de auto normatividad
(consecuentemente de constitución), de personería jurídica, y era competencia del congreso
legislar sobre su organización, administración y gobierno. En materia de jurisdicción era
competencia de justicia federal en razón del lugar, y los sigue siendo, todo las causas ocurridas
dentro de estos territorios originaban competencia de tribunales o magistrados de materias federal.
El último territorio nacional fue provincializado con el nombre de Tierra del Fuego, Antártida e Islas
del Atlántico Sur, en 1991, y como provincia nueva, dictó su primera constitución.
El territorio, que hoy forma parte de nuestro Estado, se compone exclusivamente de Provincias
(23) mas la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El art. 75 inciso 15 de la constitución nacional sigue previendo, como lo hacía antes de 1994, la
facultad de legislación de congreso, y la jurisdicción federal.
Art. 75, inc.15 . Arreglar definitivamente los límites del territorio de la Nación, fijar los de las
provincias, crear otras nuevas, y determinar por una legislación especial la organización,
administración y gobierno que deben tener los territorios Nacionales, que queden fuera de los
límites que se asignen a las provincias.
Concurrencia de facultades
Para los enclaves que tienen naturaleza de establecimientos de utilidad nacional en el territorio de
la republica, el art. 75, inc. 30 ha reajustado la letra del anterior inc. 27. En efecto ya no habla de
legislación exclusiva sino de legislación necesaria, habiendo, además, eliminado la mención de los
establecimientos aludidos se emplazan en "lugares adquiridos por compra o cesión" en las
provincias. Esta legislación necesaria quedo circunscripta a los fines específicos del
establecimiento, y sobre ellos las provincias y los municipios conservan sus poderes de policía e
impositivos, en tanto no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines.
Art. 75, inc.30 . Ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la Capital de la Nación y dictar
la legislación necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los establecimientos de
utilidad Nacional en el territorio de la República. Las autoridades provinciales y municipales
conservarán los poderes de policía e imposición sobre estos establecimientos, en tanto no
interfieran en el cumplimiento de aquellos fines.
Jurisprudencia y Doctrina
La redacción actual del artículo 75 inciso 30 responde por un lado a un reclamo doctrinario y por el
otro, recepta, consagra al derecho judicial emanado de la Suprema Corte,
Desde 1976 en adelante, en una serie reiterada de fallos entre los que se destaca el fallo Brizuela,
la corte sostuvo que tales establecimientos (el conflicto haber tenido lugar en el puerto, un
establecimiento de utilidad nacional) no quedaban federalizados y que esa exclusividad de la que
hablaba la carta magna se limitaba a la materia específica del establecimiento así creado,
subsistiendo en lo demás la jurisdicción provincia (pues se trataba en este caso de un conflicto
laboral).
-El estado federal sigue siendo soberano pero las radiaciones del derecho internacional restringen
esa omnipotencia de antaño,
-Las provincias no son los únicos entes autónomos, son ahora de primer grado,
-También los municipios son ahora autónomos pero de segundo grado, al menos el artículo 123 de
la constitución nacional así lo establece;
Artículo 123 .- Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el art. 5°
asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional,
político, administrativo, económico y financiero.
Artículo 129 .- La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con
facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por
el pueblo de la ciudad. Una ley garantizará los intereses del Estado Nacional, mientras la ciudad de
Buenos Aires sea capital de la Nación.
-La ciudad de Buenos Aires era considerada antes de la reforma de 1994 como un territorio que no
poseía autonomíaporque era jurisdicción Federal y considerada como un simple municipio.
-Sus habitantes no podían elegir sus gobernantes, el Intendente (era una facultad del Presidente
en virtud del antiguo articulo 86, inc. 1);
-ni tampoco poseía la ciudad facultades de legislación (Era función del Congreso Nacional) ni de
jurisdicción (Actuaba la Justicia Federal, no tenía poder judicial propio).
Situación posterior a la reforma constitucional : con la reforma de 1994 el nuevo artículo 129 otorga
a la ciudad de Buenos una autonomía que se basa en:
-El mismo artículo le depara un “régimen de gobierno autonómico" lo cual implica que puede darse
sus propias normas mediante la previa elección de sus representantes que diagramarán
y aprobarán el Estatuto Organizativo de la Ciudad de Buenos Aires (sancionada la Constitución de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 1/10/1996).
-y un gobierno autónomo asentado sobre los 3 poderes clásicos: Jefe de gobierno, legislatura
local, y jueces locales
Ley sancionada y promulgada en noviembre de 1995 con el número 24.588 (Ley Cafiero), llamada
ley de garantía de los intereses federales y que rige hasta tanto Buenos Aires sea capital de la
República, para asegurar el pleno ejercicio de los poderes atribuidos a las autoridades del
Gobierno de la Nación (artículo 1º). Sagüés T2, 211
¿Qué significa esto? Que el gobierno federal tendrá competencia exclusiva sobre los lugares o
establecimientos donde resida o se desempeñe. Con ello se da cuenta en la CN de que la fracción
de la ciudad de Buenos Aires que resulta esencial para el desempeño del gobierno federal no es
susceptible de ser suprimida porque ello implicaría negar el carácter de Capital Federal que esta
ciudad posee desde la ley del 21 de Septiembre de 1880 (gobierno de Nicolás Avellaneda). La
ciudad de Buenos Aires sigue siendo La Capital Federal hasta tanto, y por el mecanismo previsto
en el artículo 3ro CN, se decida cambiarla de lugar.
Por otra parte, se ha equiparado a la Ciudad de Buenos Aires con las provincias no solo en lo
referente a las facultades propias de legislación y jurisdicción y a la posibilidad de elegir sus
propias autoridades, sino también a los fines de la intervención federal. Hoy la ciudad de Buenos
Aires es susceptible de ser intervenida federalmente, lo cual se deriva del texto de los artículos 75,
inc. 31 y 99, inc. 20. Y por que también integra el Senado de la Nación,
Art. 75, inc. 31 . Disponer la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires.
Art. 99, inc. 20 . Decreta la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires en
caso de receso del Congreso, y debe convocarlo simultáneamente para su tratamiento.
-Es federal, pero solo en parte en cuanto a ser la capital de la republica y tener el gobierno
nacional su asiento allí. La jurisdicción federal es parcial pero no es razón del territorio o lugar
(porque el territorio no es federal) sino de naturaleza institucional, en razón de la materia, en
similitud con lo previsto en el artículo 75 incisos 30.
-Es autónoma sin alcanzar el grado de autonomía de una provincia (Estaría limitada por la ley que
dispone el art. 129 mientras sea Capital de la República)
Art. 75, inc. 30 . Ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la Capital de la Nación y dictar
la legislación necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los establecimientos de
utilidad Nacional en el territorio de la República. Las autoridades provinciales y municipales
conservarán los poderes de policía e imposición sobre estos establecimientos, en tanto no
interfieran en el cumplimiento de aquellos fines.
Esto ha hecho decir a parte de la doctrina que la ciudad de Buenos Aires es una "ciudad -
Estado " que se inserta en la relación Estado Federal - Provincias como una unidad sui
generis. Para otros si dejara de ser Capital Federal, sería una provincia porque sus facultades
no estarían limitadas.
Municipio federado, ciudad – Estado (Hernández) y semiprovincia (Menem, Dromi), cuasi provincia
(Quiroga Lavié, Sagüés) son todas acepciones con que la doctrina describe esta unidad política y
que no revisten mayores diferencias.
El status de la ciudad de Buenos Aires, diseñado de modo sumamente esquemático, tiene un eje
claro: el régimen de gobierno autónomo (autonomía política) y, facultades propias de legislación y
jurisdicción. En cuanto a su doble condición de ciudad autónoma y a la vez de capital federal se
puede decir que:
La jurisdicción federal es parcial, únicamente en lo que se refiere y vincula a los intereses que en
ese territorio inviste el estado federal, por residir allí el gobierno federal y estar situada la capital
federal; y de naturaleza o sentido institucional y competencial, pero no territorial o geográfica,
porque el territorio no es federal ni se federaliza.
Ante la pregunta de ¿Cuál es la identidad política de la ciudad? Responde que es “sui generis” es
una ciudad autónoma, pero una autonomía ubicada entre medio del tradicional de las provincias y
el propio de la autonomía municipal en jurisdicción provincial, porque:
- Va más allá de la entidad política que se atribuye a la ciudad, pero no sé equipara a las provincias
(aunque puede ser intervenida y tiene representante en el Congreso pero no estaría comprendida
en la aplicación del art 121, sobre los poderes delegados y no podría celebrar convenios
internacionales). Está situada en el título de la constitución concerniente a los “Gobiernos de
provincia”; también está sujeta a intervención federal. Una ley del congreso tiene que garantizar los
intereses del estado federal mientras la ciudad sea capital federal.
-La autonomía es distinta y más amplia que la de los municipios tiene facultades de legislación y
jurisdicción.
- Pero a su vez es municipio federado porqué como ciudad es sujeto de relación federal (no es una
provincia) alguna doctrina dice que es una ciudad-estado.
La ciudad de Buenos Aires integra el Congreso porque así lo dispone el art. 44.
Artículo 44- Un Congreso compuesto de dos Cámaras, una de Diputados de la Nación y otra de
Senadores de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires, será investido del Poder Legislativo
de la Nación.
La Cámara de diputados presenta una composición tripartita, esta integrada por representantes del
pueblo de las provincias, de la ciudad de Buenos Aires y de la capital federal (en caso de traslado),
de acuerdo a la base poblacional de cada uno de estos distritos electorales. Como lo dice el
artículo 45 de la constitución nacional.
En cuanto a la Cámara de Senadores , dado que el artículo 129 le otorga a la ciudad de Buenos
Aires un régimen autonómico esta se equipara con las provincias precisamente por el hecho de ser
unidades políticas autónomas frente al Estado Federal. En consecuencia, la ciudad de Buenos
Aires tiene derecho a estar representada como estado miembro que es en el Senado de la Nación.
La ciudad de Buenos Aires, lo mismo que el resto de los estados miembros, elegirán tres
senadores (antes de la reforma eran dos) que la representarán en el Parlamento (arts. 54 CN).
Artículo 54- El Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia y tres por la Ciudad de
Buenos Aires, elegidos en forma directa y conjunta, correspondiendo dos bancas al partido político
que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido político que le siga en número de
votos. Cada senador tendrá un voto.
La ciudad de Buenos Aires, acorde al régimen autónomo que le otorga facultades de legislación y
de jurisdicción propia (aspecto que la acerca al marco de las provincias) cambiando la situación
anterior, cuando era un territorio totalmente federalizado, un ente autárquico, donde al presidente
colocaba las autoridades (Ejecutivas y Judiciales) y el Congreso de la Nación tenía la potestad de
legislación.
Buenos Aires posee un régimen jurídico -institucional autónomo, pero como Capital Federal estas
facultades solo estarán limitadas por una ley que garantice los intereses federales mientras sea
capital de la república, como lo dispone el art. 129 de la CN, y los términos del artículo 3ro y de
toda la normativa consecuente de sus artículos 75, incisos 30, y 99, inc. 20. Pero sus tribunales no
aplican los Códigos de Fondo, mientras sea capital federal lo hacen los jueces federales, actúan
sólo en materia administrativa, contravencional, impositiva, etc., tampoco tiene policía propia (no
puede crear organismos de seguridad sin permiso del congreso nacional, esto lo establece la ley
de garantía de los intereses federales, ley Cafiero), actúa allí la policía federal, etc.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires o el Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los
tratados internacionales : en cuanto a las facultades de legislación proporcionadas a la ciudad de
Buenos Aires la CN ha mostrado una laguna constitucional en lo que respecta a la competencia de
la ciudad de Buenos Aires para suscribir tratados internacionales.
Como ya observamos, en virtud del nuevo artículo 124, in fine, las provincias están facultadas para
firmar tratados internacionales (siempre con la observancia del Congreso), pero nada se estipula
sobre si la Ciudad de Buenos Aires puede hacerlo o no.
Pero la ley derivada de la aplicación del artículo 129 de la constitución nacional, ley de
garantía de los intereses federales, 24.588, sancionada el 8/10/1995 (ley cuestionada por
inconstitucional por las limitaciones impuesta a la plena autonomía de la ciudad de Buenos Aires
por la asamblea constituyente que dictó el estatuto organizativo de la ciudad de Buenos Aires y que
fue superado con el llamado pacto de Palermo entre la Unión Cívica Radical y Frepaso),también
llamada ley Cafiero, amplía lo dispuesto en el artículo 124 de la constitución nacional y faculta a
la ciudad de Buenos Aires a celebrar convenios internacionales y contratar créditos de la misma
índole, siempre que no sean incompatibles con la política exterior, no afecten el crédito público
federal y se de la intervención que corresponda a las autoridades del gobierno de la nación. Pero
limita la autonomía porque el Estatuto Organizativo es inferior jerárquicamente a dicha ley, y
seguirá subordinado mientras sea Capital Federal. También dice que la Nación conserva todas
aquellas atribuciones que la Constitución no concede al Gobierno de la Ciudad, que ejercerá la
función judicial en cuestiones contravencionales y de faltas, contencioso administrativas, vecindad
y tributarias locales, las demás por el Poder Judicial de la Nación. Y que el Gobierno Nacional
seguirá ejerciendo su competencia en cuestiones de seguridad y protección de las personas (hoy
en discusión por las nuevas autoridades electas de la Ciudad de Buenos Aires, en 2007).
“En el marco de lo dispuesto en este artículo, el Congreso de la Nación convocará a los habitantes
de la ciudad de Buenos Aires para que, mediante los representantes que elijan a ese efecto, dicten
el estatuto organizativo de sus instituciones.”
Por ello, y acorde a su status especial, el documento donde se encuadran las normas que regirán
en la ciudad de Buenos Aires no se denomina constitución sino "Estatuto Organizativo de la Ciudad
de Buenos Aires”. En este sentido, afirma el convencional García Lema que “la ciudad de Buenos
Aires no quedará regida por una constitución local, como lo establece para las provincias el artículo
5to de la Constitución Nacional, sino por un “Estatuto Organizativo de sus Instituciones”. La
elección de los términos marca claramente las diferencias.
Este Estatuto Organizativo se conformó, según la letra del art. 129, dictando el Congreso de la
Nación una ley que convocó a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires para que elijan los
representantes que tuvieron a su cargo tal cometido.
Un órgano ejecutivo, el Jefe de Gobierno elegido directamente y por la mayoría absoluta de los
ciudadanos y con doble vuelta entre los dos candidatos que obtuvieron la mayor cantidad de datos,
dentro de los 30 días de la elección. Dura 4 años en su cargo.
Un órgano Judicial, el Tribunal Superior de Justicia (5 jueces nombrados por el Jefe de Gobierno y
acuerdo de los 2/3 de los miembros de la Legislatura), los tribunales establecidos por ley, el
Ministerio Público y el Consejo de la Magistratura.
Un órgano legislativo, unicameral con 60 diputados que duran 4 años. De los art 30, (legislación
exclusiva del Congreso en la Capital), art 129 (le da facultades legislativa propias a la Ciudad de Bs
As), y de la Disposición Transitoria Séptima (que el congreso ejercerá las atribuciones que
conserve con arreglo al art 129), de estos 3 art. se deriva que:
La única atribución legislativa del Congreso será dictar leyes que garanticen los intereses del
Estado Nacional, por lo tanto la legislación local estaría a cargo de la Legislatura de la Ciudad ( art
129 y Disp Transit Séptima), y
La legislación exclusiva del Congreso (art 75, inc 30) sólo regirá cuando la capital federal se
traslade a otro lado. En la nueva Capital Federal, el Congreso tendría todas las atribuciones
legislativas (locales y las federales).
-El ejercicio del derecho popular de iniciativa de leyes, salvo para la reforma constitucional,
tratados, tributos presupuesto;
-La consulta popular no vinculante convocada por el jefe de gobierno, la legislatura o cada comuna
en su ámbito;
El Ministerio Público se inserta en el Poder Judicial con papeles parecido al del orden nacional pero
con una estructura tricéfala:
el fiscal general,
el defensor general
d) consagra derechos de la cuarta generación (la igualdad: queda garantizado el derecho a ser
diferente, se han prohibido expresamente las discriminaciones sexuales ideológicas, física, social o
económica) los derechos reproductivos y sexuales, etcétera.
Concepto de Municipio.
Es una persona de Derecho Público, constituida por una comunidad humana, asentada en un
territorio determinado, que administra sus propios intereses y que depende siempre, en mayor o
menor grado, de una entidad pública superior, el Estado provincial o nacional. (Elguera)
¿Son entidades autárquicas o autónomas?
La CSJN sostenía hasta el año 1989 que los municipios sólo tenían atribuciones para administrarse
a sí mismos (descentralización administrativa), por lo que eran entidades autárquicas.
Desde 1989 a 1994, por el Caso “Rivademar c/ Municipalidad de Rosario”, la CSJN los considera
“entidades autónomas” porque no pueden privarse de atribuciones mínimas para su desempeño.
Y la reforma de la CN de 1994, por el art 123 establece la autonomía municipal y que debe ser
reglado (restringido) su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo,
económico y financiero. Sería una autonomía de grado inferior a la de la provincia.
Los cabildos de la época colonial fueron el origen, el antecedente de lo que hoy conocemos como
municipios. Poblaciones con vida propia donde no interesan tanto las cuestiones formales como
cantidad de habitantes sino los de fondo, que una determinada población tenga sentimiento de
autonomía, características físicas particulares, problemas propios, etc.. Alberdi consideraba a los
municipios como gobiernos o poderes en los cuales decide parte de la soberanía popular
Esto es lo que ha hecho pensar a algunos constitucionalistas que para alcanzar la democracia
participativa, esto es para ampliar la injerencia del pueblo en la organización política nada más
idóneo que otorgar a los municipios ciertas potestades que antes le estaban vedadas en nuestra
constitución.
Es el ámbito esencial donde se concreta la democracia y, por ende, corresponde que sea allí
donde se asegure una mayor y mejor participación del vecino, ya sea a través de la elección de las
autoridades municipales, y de la institucionalización de centros y entidades vecinales, además de
los métodos propios de participación directa, tales como la iniciativa popular (Art. 39 CN), la
consulta popular (Art. 40 CN) y el referéndum.
Descentralización política.
En palabras de Roberto Dromi: "El municipio se revitaliza en el nuevo Estado por varias razones.
La primera es por la lógica consecuencia de una revalorización de la participación política que
activa al municipio, en tanto que descentralización del poder, y se convierte en una herramienta
institucional para concretar la participación integral del ciudadano en la gestión de interés común.
Es también en ese ámbito donde rinde sus mejores frutos el principio de subsidiariedad.
otra causa es la exigencia de eficacia de la acción de gobierno. La expresión más directa de esta
es la prestación de servicios públicos, que ya no se limitan a los tradicionales de limpieza,
alumbrado público, recolección de residuos, agua potable, transporte, cementerios, sino quese
extiende a servicios de carácter social y cultural, toda vez que hacen a una mejor calidad de vida.
Tales servicios deben ser adecuados a comunidad a la que sirven y no pueden ser diseñados en
forma genérica desde un poder central.
y en el artículo 123, indica que las constituciones provinciales tendrán que sancionarse asegurando
la autonomía municipal y revelando su alcance y contenido en el orden institucional, político,
administrativo, económico y financiero.
En estas cinco esferas es obligación de las constituciones provinciales asegurar una dosis mínima
de autonomía.
Estas normas plantean las siguientes preguntas: ¿qué tipo de organización programa la expresión
"régimen municipal"? ¿Cuál es el alcance de la actual autonomía municipal?
El municipio es la primera comunidad democrática y autónoma, con facultades parta regular por sí
misma las cuestiones propias de su competencia. Le sigue la provincia y, coronando el proceso
estructural y de integración política, el Estado nacional.
El nuevo texto del art. 123 reconoce y vigoriza la autonomía de los municipios , dejando librado a
las constituciones locales la manera de organizar sus municipalidades, de conformidad con las
modalidades propias de cada provincia y de sus municipios en particular. Con ello se fortalece,
además, un principio fundamental de nuestro federalismo: el respeto a la identidad de cada
provincia.
Naturaleza jurídica
Tradicionalmente se dijo que en nuestro país existían tres órdenes: el estado federal que era
soberano, las provincias eran autónomas y los municipios que eran autárquicos, una delegación
administrativa, sin otras atribuciones que las delegadas por las constituciones provinciales para
manejar sus recursos.
La reforma constitucional de 1994 pone fin, según Germán Bidart Campos, a una larga discusión
en torno a la naturaleza jurídica de los municipios, sobre si eran una descentralización política de
base territorial autónoma con personalidad jurídica o por el contrario solamente una
descentralización administrativa territorial, un ente administrativo autárquico con personalidad
jurídica.
Tienen autonomía política porqué eligen a sus gobernantes, dictan sus ordenanzas y hasta su
propia carta orgánica, es decir facultades legislativas e incluso jurisdiccionales con el tribunal de
faltas.
Una autonomía que está regulada por la constitución provincial, y que por eso se dice de segundo
grado.
En el caso "Rivademar", en 1989, la CSJN dijo (luego de la sentencia dictada por la Corte Suprema
de Santa Fe) que los municipios tenían origen constitucional y no meramente legal; no podían por
lo tanto ser disuelto por voluntad de las provincias, y éstas, a su vez, tampoco podían privarlos de
las atribuciones mínimas necesarias para desempeñar su cometido; no son meras reparticiones
autárquicas (como podría ser la UBA o la UNL con ciertas particularidades) y que el art. 5to de la
CN si bien no se pronuncia por la autonomía (de otro modo estaríamos hablando de provincias)
exige que cada municipio establezca su gobierno, sus empleados, se régimen de funcionamiento
propio, en fin su existencia.
Por ende, "es obligación esencial de las provincias) afianzar en sus textos normativos
fundamentales esa autonomía, la que debe tener su correspondiente funcionalidad practica en el
quíntuplo sentido del artículo 123: Institucional, político, administrativo, económico y financiero.
Así lo han considerado las constituciones últimamente sancionadas que reconocen expresamente
a los municipios su autonomía y su facultad constituyente para darse sus propias cartas orgánicas.
Por ejemplo el constitucionalismo: De La Rioja (art. 154), de Salta (arts. 164 y 168), de Santiago
del Estero (art. 220), de San Juan (art. 241), de Córdoba (arts. 180 a 183).
Bidart Campos afirma, por su parte, que el municipio es una entidad de derecho público
políticamente descentralizada y autónoma". Para Vélez Sársfield es una persona jurídica de
existencia necesaria o de derecho público.
Un Intendente al frente del ejecutivo municipal (que tienen facultades de decisión: poder de policía,
el poder impositivo y la organización de servicios públicos de interés local; y facultades de
ejecución: de leyes y ordenanzas municipales),
Un Concejo Deliberante que ejerce el poder legislativo dictando las ordenanzas municipales y las
facultades jurisdiccionales son mínimas y se refieren a las faltas por infracciones de tránsito. Todos
ellos elegidos directamente.
Bases electorales
Esté integrada por los ciudadanos que, conforme a su domicilio electoral, figura en el DNI, estén
domiciliadas en la respectiva ciudad o municipio, dentro de sus límites.
La CN sostiene expresamente en el artículo 123, in fine, que el aseguramiento que las provincias
deben realizar de la autonomía municipal deber darse “reglando su alcance y contenido en el orden
institucional, político, administrativo, económico y financiero". Se trata de un contenido mínimo
indispensable en las cinco esferas, en este quíntuple orden de autonomía:
a) Nivel institucional: acceder al mayor grado de autonomía hasta llegar al dictado de su propia
constitución.
c) Autonomía económica y financiera: generar sus propias rentas, recaudar, invertir, controlar
independiente de otro poder