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La filosofía no está muerta

La realidad de la vida humana en este mundo globalizado tiende a tener profundos cambios
que buscan el bienestar de la humanidad como también su acelerada destrucción. Las
revoluciones tecnológicas y científicas buscan facilitar la vida humana elevando la calidad
de vida priorizando la educación técnica, empresarial.
El desarrollo de la sociedad y de toda la humanidad se debe a la lógica de medios y fines el
cual está vinculado con el sistema del neoliberalismo. En este mundo acelerado ¿qué
sentido tiene estudiar filosofía? O ¿Qué rol tiene la filosofía en la educación? La ciencia y
la tecnología con todos sus avances ¿no anuncian la muerte de la filosofía?
El presente documento tiene como objetivo de: presentar del por qué es necesario estudiar
filosofía en tiempos de cambio, así mismo dicho documento está dirigido a todo tipo de
personas que estén o no estén dedicados al estudio de dicha disciplina.
En la realidad boliviana la educación está orientada a generar ingresos y a producir
ganancias para ello se incentiva más la educación técnica o la educación que genere
ingresos económicos; por ejemplo el Ministerio de Educación con su reforma educativa
“Avelino Siñani” propone que: La Educación Técnica Tecnológica y Productiva es el
corazón del Modelo Educativo Boliviano su finalidad es la transformación de la matriz
productiva, la industrialización, la soberanía alimentaria y la soberanía del conocimiento.
La educación socio productiva boliviana está más orientada al desarrollo del sistema del
Mercado capitalista como consecuencia la educación humanista en Bolivia está
subordinada a los intereses del mercado. El rol de la filosofía en la educación boliviana, por
lo menos en la escuela, es sólo retórica y culturalista. Algunos profesores de filosofía se
dedican a reducir a la filosofía a una mera biografía, otros ser encargan de realizar
apologías ateas, otros de criticar la filosofía occidental y exaltar un etnocentrismo y
finalmente otros profesores confunden la filosofía con la psicología.
Estos problemas de falta de interés por la filosofía generan el repudio en algunos
estudiantes y como consecuencia se tiene personas autómatas que se preocupan en producir
dinero a toda costa incluso destruyendo la naturaleza y el medio ambiente.
Estudiar filosofía, en la escuela como en la universidad, tiene sus ventajas porque tiene una
utilidad para la vida, no sólo es aprender de memoria frases célebres o biografías de
personajes de la historia de la filosofía; la filosofía busca despertar la inquietud y la
curiosidad del sentido de la vida, puede ayudar a que la humanidad logre asumir su
existencia de manera consciente, también la filosofía busca indagar sobre los fundamentos
de la naturaleza.
La filosofía presenta un sentido practico para la sociedad; se piensa erróneamente que la
filosofía está inmersa en problemas abstractos y teóricos que no tienen aplicación en la
vida. La actividad filosófica es todo lo contrario busca reducir los problemas y encontrar
soluciones prácticas, quiere explicar y transformar los fenómenos de la sociedad, de la
ciencia, de la antropología, la política, etc., en este sentido la filosofía tiene una aplicación
práctica que puede ayudar a resolver diversos problemas que se plantean en la sociedad y
en la vida de cada persona.
Finalmente, la filosofía puede ayudar a buscar las alternativas a la crisis ambiental. El
sistema del mercado capitalista neoliberal tiene una forma de explotar los recursos
naturales; para conseguir su objetivo el sistema neoliberal necesita justificar su acción por
medio de la idea de progreso a través de esta idea se ofrece al mundo que la destrucción de
la misma es necesaria para alcanzar la calidad de vida óptima. Frente a esta ideología de la
muerte la filosofía puede cristalizar el discurso irracional del sistema neoliberal, una de sus
propuestas es: cuestionar la lógica instrumental del mercado, priorizar la vida de los sujetos
que son excluidos por medio de la idea de desarrollo, proponer la vida humana no como un
fin en sí mismo sino como un proyecto.
Para terminar frente a la crisis civilizatoria que pasa nuestra sociedad, nuestro mundo la
filosofía tiene todavía algo que decirnos: que no está muerta.

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