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VL 2017, domingo: energía, emoción ¡y mucho ruido!

El segundo día de esta edición del festival no decepcionó a los visitantes, pues
estuvo cargado de talento y diversidad tanto de actividades como de presentaciones
musicales que hacían imposible no querer estar ahí.

Todo comenzó en la Carpa Intolerante. El primer acorde del día corrió a cargo de
Mexican Juligans, los irreverentes que no se sabe aún si tocan punk, rock, ranchero
o reggae. Lo que sí sabemos es que, para ellos, la música debe tener su base en
una cosa: la actitud.

Más tarde, LNG/SHT hacía brincar y alzar la mano a todos en la Carpa Doritos.
Wachadafunk, Bad Religion y El punk rock arruinó mi vida fueron algunos de los
temas que el público coreó junto al cancunense. “Los que me conocen saben que
no me gusta hacerle a la mamada, es bien bonito ver esto” fueron las palabras con
las que Gastón agradeció la energía de los asistentes.

Minutos después el escenario Indio Pilsner Plata se engalanaba para recibir a La


Sonora Santanera. “Gracias a ustedes, pero más gracias a sus padres que les
enseñaron las canciones de la Santanera”, expresó la icónica banda para referir la
mayoría de gente joven entre el público. Esta condición quizá fue lo que provocó
que los éxitos de “la única e internacional” no fueran tan coreados como se
esperaba. A pesar de ello, los asistentes respondieron con emoción, gritos, chiflidos
y diversas consignas al grupo de música tropical, en especial con las participaciones
de Roco Pachukote, Paquita la del Barrio, Julieta Venegas y Danny Frank.

Caída la noche y, sucediendo a La Sonora, Mon Laferte subió al escenario Pilsner.


El show inició con Tormento, pero parece que dicho título condenó el resto de su
presentación, pues en diversos momentos la chilena hizo pausas a mitad de las
canciones, o se desentonaba. En conferencia de prensa explicó que ella es “muy
inquieta, y me gusta ir de un género a otro”. Su inquietud, al parecer, fue bastante
apaciguada ante la multitud que se dio cita en el lugar. Estos detalles, sin embargo,
no impidieron que niños, jóvenes y adultos se emocionaran y acabaran sin aire
después de cada rola. Incluso su nuevo sencillo, Yo te qui, fue coreado como si la
gente lo conociera desde hace diez años. “Disculpen si estoy cantando un poquito
mal, es que estoy muy emocionada. Está cabrón cantar bien teniéndolos a todos
ustedes aquí”.

Más tarde, y con la presentación de Marky Ramone en el escenario contiguo para


amenizar la espera de los punks, el Vive Latino stage se preparaba para recibir la
primera presentación de Rancid en territorio mexicano. Time bomb, Ruby soho,
Honor is all we know y Fall back down fueron algunos temas con los que el público
enloqueció, e hizo valer las dos décadas y media de espera. El estruendo era
indescriptible, y aunque Lars, Tim, Matt y Branden ya no son unos chavos, su
energía fue formidable. “Esperamos veinticinco años para venir a México, pero les
prometemos que no esperaremos veinticinco más”. Promotores y organizadores,
¡pónganse las pilas!

El punk seguía, y Dolores de Huevos derramó potencia y coraje en la Carpa Doritos.


Conocíamos la capacidad de Manuel como músico, pero hace unos años ¿quién se
lo hubiera imaginado reventando el micrófono como lo hizo en esta edición del Vive?
Después de un breve intro, Manolín inició el caos al grito de guerra de “¡¿Qué
chingados es eso?!”. Eran casi las once y la gente era menos que un par de horas
antes. Sin embargo, los que escucharon a Dolores no pararon de bailar, gritar y
agitar la cabeza (con o sin mata). Sin duda uno de los shows más enérgicos y
devastadores musicalmente. La entrega del cuarteto hacia la gente se agradece. Al
final de la presentación, Manolín arrojó libros al público, y se despidió con la frase
“Se acabó el tiempo el día de hoy pero las lecciones, el aprendizaje y la vida para
ustedes y para mí, siguen”.

Última presentación del día (y del festival), Justice fueron los encargados de cerrar
esta edición, y no decepcionaron. Su espectáculo musical y visual (¿de cuánto
llegará el recibo de luz para los organizadores?) puso a bailar y brincar a los miles
de fanáticos que optaron por dejar ir al metro, y buscar otra forma de regresar a
casa. Safe and sound fue la pieza con la que el dueto francés inició la despedida
del VL 2017, y a partir de ahí estuvo prohibido quedarse quieto: Genesis, Heavy
metal y D.A.N.C.E. fueron algunos temas con los que Gaspard y Xavier
bombardearon al público e hicieron honor a aquel emblemático cierre del festival
protagonizado por The Chemical Brothers en 2011. La genta alzaba las manos,
bailaba, gozaba, bebía cerveza y celebraba cada aumento brusco de la música, así
como las incontables veces que los bajos hicieron retumbar los órganos de todos
los presentes. La cruz dictó sentencia al Vive Latino, pero estamos seguros que
resurgirá, no en tres días, sino el próximo año. Esperemos que con más energía,
fuerza, y propuestas atractivas.

Baruc Mayen

Twitter: @mayenbaruc

1 La Sonora Santanera
2 Rancid
3 Dolores de Huevos

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