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La máxima expresión

«A diez minutos de la primera misa del movimiento me puse a enseñar Vero


amore è Gesù e O côr soave» crónica de un inicio.
Por Renato Farina
“Ninguna expresión de los sentimientos humanos es más grande como
la música ¿Quién no ha sido tocado por un concierto de cuerdas? ¿Cómo se
puede ser insensible a los colores de una sonata de piano? Parece lo máximo,
sin embargo cuando escucho la voz humana. No sé si les pasa también a
ustedes: pero es todavía más y más no se puede. Realmente no existe un
servicio a la comunidad comparable al canto”. Don Luigi Giussani acoge con
estas palabras a un buen grupo de personas para las cuales el canto forma
parte importante de la vida. Hay profesores del Conservatorio y cantantes
aficionados simples, pero todos dan aliento, voz y pasión a los coros de
Comunión y Liberación.

L’occassione é conviviale (entiendo que se han reunido a comer algo


juntos alrededor de una mesa) Aquí colocamos -obtenido de los apuntes- las
preguntas que lanzadas de un punto a otro en la grande mesa (habrán sido unas
treinta personas) y las respuestas y las contra preguntas de don Giussani.
¿El tema de conversación? La música, naturalmente; más bien, el canto.
Don Giussani repite y se schermisce “Si el canto es la expresión más alta del
corazón del hombre. No lo digo porque estoy delante de ustedes que cantan,
esto que digo aquí, lo digo siempre”

Una observación: Pocos en el camino cantan, pero siempre hay un


zumbido de canciones que escapan de los auriculares y vienen de todas las
partes. Hay una banda sonora que nos sigue a todas partes y nosotros no la
elegimos. Está de moda la multitud reunida por un karaoke o por un cantautor.
"Sin embargo," interrumpe Giussani, "estas canciones y las actuaciones de estos
fenómenos pueden ser el signo de la corrupción indecible de una época. El
canto en vez de ser la expresión de un pueblo, se convierte en la repetición
obsesiva, sentimentaloide de la hosquedad y de los caprichos de los individuos.
Son a lo mejor tantos los que escuchando se reconocen en aquellas notas o en
aquellas frases, pero se termina destrozado, colectivamente solo.

Un pequeño susto se extiende como la sal en la mesa. ¿Es realmente


imposible un canto del pueblo hoy? Uno que es un profesional de la música
hace la siguiente pregunta: ¿Cómo crecer, cómo ser un misionero de la música?

“Aquello que ayuda, mayormente, del punto de vista expresivo, aquello


que de verdad hace crecer es cantar para la comunidad y subrayo la palabra
para. Esta es la diferencia entre Vasco Rossi, que será, sin lugar a dudas
excelente y ustedes que son el coro de dieciséis mil personas. Ustedes
expresan a estos dieciséis mil, la conciencia de estos dieciséis mil, son la voz
de un cuerpo, de un pueblo, de un destino. Vasco Rossi, también delante de cien
mil, se expresa a sí mismo y confirma en la soledad y en el vacío a quien
también lo adora.
En cambio, cuando en Rimini en los ejercicios, ustedes cantan, nos expresan,
son nosotros y la voz de ustedes se eleva y nos toca como un puro don. Por
eso, el canto es gratuito, es caridad. El canto es caridad pura. Si puedo darles un
consejo: No se preocupen demasiado de ustedes mismos, de su capacidad de
expresarse. El contenido de la preocupación no puede ser la expresión de sí,
pero sí la expresión de la conciencia del pueblo. Por esto, el coro, el canto es el
servicio más útil y gratuito para la comunidad. Si una comunidad no tiene coro,
significa que no tiene pasión, alguna cosa se ha deshecho”

Pregunta: ¿Cómo se puede estar seguros de que no se está persiguiendo


la propia expresión de la persona?

Respuesta: “La seguridad viene de la pertenencia, es una cosa tan natural


como esta. Tan cierto como la experiencia de un niño que ha crecido sin la
experiencia de pertenecer a su madre y a su padre, crece psicópata. Se canta y
el canto sale del pecho y de la garganta mostrando una conciencia si se
pertenece. ¿Han entrado alguna vez en alguna casa donde hay una joven madre
afectuosa? Es imposible que su niño pequeño no cante. Canta, tararea, saca de
quién sabe de dónde las armonías: y tiene cuatro años! Es expresión del gozo y
de la tranquilidad que le viene de ser amado, que viene de su pertenencia”.

Alguno lanza una piedra: Don Giussani es por eso que en tantas partes
en el Movimiento se canta mal?
“Es un síntoma del decaimiento de la comunidad” dice, sereno, don
Giussani y explica: “Cuanto más se llena la boca de la palabra compañía tanto
más la comunión se ve disuelta. La pertenencia a la compañía, la comunión es
sustituida por una relación afectiva entorno a una personalidad, a lo mejor,
fascinante, pero se termina por estar constituido por una relación psicológica.
En cambio la comunidad nace de la pertenencia al Ser, de una ontología. Sino
desciende del Misterio no es comunidad. Es necesario que se tenga la
conciencia del acontecimiento que sucede aquí y ahora. En cuanto al canto…”
(Se hace un breve silencio, se detienen dejando de sumergir la cucharita en el
flan)… “En cuanto al canto es una carencia general del Movimiento debido al
hecho de que los líderes sienten poco qué cosa es el hombre, qué cosa es el
cristianismo. Este desamor al canto y a la música es síntoma de una gran
decadencia” (Ríe y bromea un poco) “Como yo sé qué es el hombre, exijo el
canto”. Es una pasión antigua aquella de don Giussani. Cuenta que en 1933 él
tenía 9 o 10 años. Su padre escogía del periódico a qué liturgia festiva hacerse
acompañar por el hijo, yendo por toda Lombardía a buscar una misa polifónica.
Había crisis, pero más importante que el pan, era la música. En la casa de los
Giussani en Desio, donde no se desperdiciaba nada, se hacía venir a un trío o un
cuarteto para tocar Schubert.

Alguien comenta: entonces o se es o no se es amasado por la música.


Por lo tanto, parte la orden: “Deben hacer el coro, cantar”?

Don Giussani: “No se mueve a nadie con las palabras, quien pertenece
está para aprender”. A este punto sale a flote la historia del canto en el
Movimiento. No ha nacido cualquier año después con Adriana o con otros. No
ha nacido ni si quiera un minuto después que el Movimiento. Es la misma cosa
que el Movimiento y – se puede decir- su carisma?

Cuenta Giussani: En la prima misa de GS (juventud estudiantil) la primera


en absoluto ha nacido el canto en el Movimiento. Estábamos reunidos en la
iglesia milanesa San Gottardo al Palazzo y diez minutos antes de la misa me he
puesto a enseñar Vero amore è Gesù e O côr soave he movido las manos como
hacía mi maestro en el seminario (hace el gesto) he cantado y me han seguido.
Cinco minutos antes de la primera misa del Movimiento ha nacido el canto en el
Movimiento. No hay diferencia. Nace el Movimiento y se canta. Como un niño
con su madre, se pertenece y surge el canto. Sin pertenencia no se puede ser un
coro. No se imponen los coros por un decreto, nacen cuando nace el
Movimiento: también hoy.”

¿Y las canciones nacidas de GS? “Eran bellísimas, desde el principio y


todos las cantaban, luego año tras año estos cantos no han sido más cantados.
Las canciones de Adriana Mascagni – bellísimas- cayeron en el olvido. También
los más bellos cantos de Claudio Chieffo (la guerra, la ballata dell'uomo vecchio,
La nuova Auschwitz) cayeron en desuso. Pero he luchado, si una cosa es
auténtica debes hacerla pasar y aquellos cantos regresaron”

Alguno vuelve a meter el dedo en la llaga y dice: sin embargo estamos en


el spumante final, un espléndido rose – apenas hay una sordera en el
movimiento… Don Giussani comenta “Se ha extendido una pereza, una inercia,
pero sobre todo una aridez. Esto domina la sociedad de hoy pero es
precisamente con el canto que se cava en este terreno seco! Nosotros nos
lamentamos y nos golpeamos el pecho por todas las veces que la aridez
alberga en nosotros y es justo, pero piensen que 9 de 10 que vienen a nuestras
reuniones se van diciendo: “Cómo se canta bien donde ustedes” Todos los
sentimientos humanos más fuertes, el sentido del pecado, el miedo la
misericordia, nuestra gente lo ha aprendido incluso más con el canto que con
las lecturas. Yo lo he aprendido de pequeño, no primero de las predicas sino de
los cantos
Así la reforma de la Iglesia ha tenido necesidad y se expresa a través de los
cantos de San Felipe Neri. Los más bellos los cantan también ustedes”
La discusión resbala sobre quién puede decir que es realmente un músico.
Sobre la música alemana (alguno se atreve: “No soporto entre los alemanes la
presunción de Wagner”. Strawinski llegó a escribir que solamente la donna é
mobile di Verdi vale más que todo Wagner”), sobre aquella italiana.

Concluye Giussani: “El canto es la expresión más auténtica del hombre, si el


hombre es hombre, es tal porque pertenece. El niño, si la madre está cerca,
tararea. Así apenas hay movimiento, incluso pequeño, incluso un fragmento,
canta.

(Huellas n. 4/1994)

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