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Exodus 12:1–13
1 Peter 1:18
1 Peter 1:19
I. Introducción
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II. En Egipto
a. El valor de Su sangre
3. Cuando Dios ordenó mandar a uno para proveer para la expiación de los
pecados del mundo, determinó mandar un Cordero –tenía que ser un Cordero
si ningún desperfecto, sin ninguna mancha. ¿Entiende usted lo raro que es
eso?
5. Hay dos metales por los cuales el hombre mide el valor. Los dos se
mencionan en este versículo. Noten que dice “oro o plata.” En nuestro tiempo,
el hombre mide el valor de la gente según las posesiones que tenga con
respeto a oro y plata. Pero la Biblia dice que no hemos sido redimidos con
cosas corruptibles como oro y plata. El oro y la plata no son cosas que
podemos comparar con la sangre de Cristo--¿por qué? – porque dice que no
hemos sido redimidos con cosas corruptibles como oro y plata. Jesús estaba
hablando un día y dijo “Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo” –
Mi amigo, si pudiéramos juntar toda la plata que está guardada en todo el
mundo, y la podríamos amontonar a tus pies – nunca podría comprar, nunca
podría rescatar tu alma, nunca podría salvarle del infierno, ni comprar su
libertad de la condenación. Ah, pero dice, ¿qué del oro? Si podría juntar todas
las pepitas de oro que existen en el mundo y amontonarlas a sus pies – Jesús
dice, “qué te aprovechará si diera todo, si diera todo el mundo, y las riquezas
de todo el mundo – si todas las pepitas de oro de todo el mundo estuvieran
amontonadas a sus pies—¿compraría su alma? ¿Compraría su salida del
infierno? ¿Le salvaría de la sentencia de los condenados? Y Jesús dice:
“Escuche. Esas cosas son corruptibles. Porque vendrá un día mi amigo,
cuando el oro perderá su valor. Todo el oro del mundo no podrá comprar la
salvación de su alma porque fue redimido, fue comprado, no con cosas
corruptibles, como oro y plata, pero escuche – con la sangre preciosa de
Jesús. Precioso es el raudal que limpia todo mal, No hay otro manantial, Sólo
de Jesús la sangre. Puede ser que no tenga ni un centavo a su nombre, pero
puede ser un participante, puede ser un miembro de la familia de Dios, y un
participante de los gozos celestiales – de una mansión en una ciudad que tiene
calle de oro. ¿Por qué? Porque ya ha sido cancelada la redención de su alma.
Y algo que es sin comparación—no es posible comparar nada a la preciosidad
de la sangre preciosa del Señor Jesucristo. Recuerde Judas Iscariote, cuando
se dio cuenta de lo que había hecho, trajo las treinta piezas de plata por las
cuales había vendido al Salvador, treinta miserables piezas de plata – el precio
de un esclavo en aquellos días—y tomó las treinta piezas de plata y las arrojó
en el templo—y las lágrimas están corriendo por su rostro-y sale entre la
oscuridad de la noche y dentro de unos minutos se va a ahorcar e irá al
infierno, y dijo esto: “Yo he pecado entregando sangre inocente.” La sangre
inocente. O la preciosidad de la fuente carmesí de la sangre preciosa de Jesús,
sangre inocente, sangre sin ningún desperfecto. Pero no sólo es incomparable,
b. La virtud de la sangre
c. La voz de la sangre
IV. Conclusión