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Los carbapenémicos son los antibióticos β-lactámicos dotados de mayor espectro, actividad y resistencia a las

β-lactamasas. Poseen un amplio espectro de actividad y son altamente potentes contra bacterias Gram negativas
y Gram positivas. Estas cualidades hacen que los carbapenémicos sean imprescindibles en el tratamiento
empírico donde se sospecha de un patógeno multirresistente, en la monoterapia de numerosas infecciones
nosocomiales graves (incluso algunas de origen comunitario) y en la terapia dirigida contra las infecciones
producidas por bacterias Gram negativas multirresistentes o productoras de β-lactamasas de amplio espectro y
espectro extendido. Todos los carbapenémicos disponibles son similares en cuanto a espectro se refiere, aunque
con diferencias significativas en su actividad antimicrobiana que en último término determinan las indicaciones
clínicas de cada uno.

El desarrollo de los carbapenémicos inicia en 1976 cuando Alberts-Shonberg y colaboradores descubren la


estructura de la tienamicina, producto del metabolismo del microorganismo Streptomyces cattleya. Este primer
carbapenémico con ventajosas características antibacterianas, presenta el inconveniente de ser inestable en
soluciones acuosas, ser sensible a hidrólisis en medios de pH superiores a 8.0 y ser altamente reactivo a
sustancias nucleofílicas tales como la hidroxilamina y cisteína entre otras. Estas circunstancias impulsaron el
desarrollo de un derivado con propiedades más estables denominado: N-forminidoil tienamicina o Imipenem. El
uso del Imipenem en humanos data desde 1985, pero en este caso la desventaja radica en que este compuesto es
susceptible a la actividad hidrolítica de la enzima renal dehidropeptidasa 1 (DHP-1), por lo que se desarrolla
una combinación con la Cilastatina, cuya función es inhibir la DHP-1. Posteriormente, en 1996 la FDA autoriza
el uso inyectable del Meropenem, una potente droga contra un amplio rango de bacterias gram negativas, gram
positivas y altamente estable ante la acción de la DHP-1.21 Otro carbapenémico comercializado es el
Ertapenem. Su uso clínico inicia en 2001 y se caracteriza por ser altamente efectivo contra bacterias gram
negativas productoras de β-lactamasas de espectro extendido y de altos niveles de la enzima AmpC. El
Doripenem representa el carbapenémico más reciente, al igual que los demás β-lactámicos muestran una
elevada afinidad por las diferentes enzimas que participan en el ensamblaje del peptidoglucano, estructura
esencial en la pared celular de las bacterias.

Estructura química y relación estructura/función


El anillo carbapenem es un azobiciclo formado por la condensación de un anillo β-lactámico y otro pirrolidínico
de 5 miembros e insaturado. Posee en posición 1 un átomo de carbono (carba) y un enlace no saturado entre 2 y
3 (-em). Todos tienen en posición 6 un grupo hidroxietilo en configuración trans que protege al anillo β-
lactámico de muchas serino-β-lactamasas y en posición 3 un radical carboxilo, importante para que el anillo
pirrolidínico active al β-lactámico.

En 2, hay una cadena lateral tioacílica de carácter básico que diferencia a los distintos carbapenems
determinando actividad antimicrobiana, potencial neurotóxico, atrapamiento por algunas bombas de expulsión,
farmacocinética, etc. y colabora en la estabilidad frente a la DHP-I. En imipenem esta cadena es un iminometil-
amino-etil-tio. En meropenem está sustituida por un grupo hidrofóbico dimetil-carbomoil-pirrolidin-tio que
incrementa la actividad frente a gramnegativos y es responsable de la ligera disminución de actividad frente a
grampositivos, y puede, además, explicar la reducción del efecto proconvulsionante observado en
imipenem/cilastatina. En ertapenem es un grupo carboxifenil amino-carbomoilpirrolidin-tio, similar al de
meropenem, al que se une un grupo benzoato (carboxifenil). Este último aumenta el peso molecular y la
lipofília de la molécula. El radical carboxílico, ionizado a pH fisiológico, proporciona una carga negativa y
determina una mayor fijación proteica que es responsable de un aumento de la semivida de eliminación y
permite una sola administración diaria.

En doripenem es una cadena lateral sulfamoil-aminometil-pirrolidin-tio que lo dota de la buena actividad de


meropenem frente a gramnegativos y de la de imipenem frente a grampositivos.

Espectro, clasificación y actividad antimicrobiana


Poseen un espectro de actividad muy amplio, determinado por la capacidad de penetrar a través de la pared de
los gramnegativos, la alta afinidad por las PBP esenciales de
muchas especies y la elevada resistencia a muchas β-
lactamasas de grampositivos y gramnegativos. En general,
el espectro es coincidente, aunque hay matices y diferencias
en su actividad intrínseca. Imipenem es ligeramente
superior a meropenem en grampositivos y ligeramente
inferior en gramnegativos excepto Acinetobacter spp.
Doripenem es similar o ligeramente superior a meropenem
en gramnegativos y equivalente a imipenem en
grampositivos. Ertapenem se diferencia del resto en su
actividad marginal frente a P. aeruginosa, Acinetobacter
spp. y otros bacilos gramnegativos no fermentadores
(BGNNF). Los 4 son activos frente a anaerobios con ligeras
variaciones. Doripenem es superior al resto frente a
Clostridium spp., incluido Clostridium difficile y a
ertapenem en Bacteroides del grupo Fragilis.

Por su espectro se ha propuesto la clasificación en 3 grupos:


el primero incluye a ertapenem, sin actividad frente a
BGNNF; el segundo a imipenem, meropenem y doripenem,
con actividad frente a éstos, y el tercero a los carbapenems,
aún no comercializados, con actividad frente a estafilococos
resistentes a meticilina. Son resistentes de forma natural los
estafilococos resistentes a meticilina, E. faecium, C.
jeikeium, C. urealyticum y bacterias productoras de metalocarbapenemasas, como Flavobacterium spp.,
Myroides odoratum, Chryseobacterium spp., Elizabethkingia meningoseptica, S. maltophilia, Sphingobacterium
multivorum, Legionella gormanii, Bacillus cereus, Janthinobacterium lividum y algunos aislamientos de
Aeromonas.

Los carbapenems tampoco son activos frente a Chlamydia spp., Chlamydophila spp. y Mycoplasma spp. Frente
a enterobacterias todos los carbapenems poseen una elevada actividad intrínseca, tanto en cepas sensibles como
en resistentes a otros antimicrobianos, incluidos β-lactámicos.

FARMACODINAMIA
Los carbapenémicos inhiben la síntesis de la pared bacteriana, al igual que los demás β-lactámicos muestran una elevada afinidad por las
diferentes enzimas que participan en el ensamblaje del peptidoglucano, estructura esencial en la pared celular de las bacterias. Estas enzimas se
denominan como PBPs (penicillin binding protein, por sus siglas en inglés) y según su función se clasifican en transglicosilasas, transpeptidasas y
carboxipeptidasas.
Se conoce que en bacterias Gram negativas los carbapenémicos muestran una elevada afinidad por PBPs de alto peso molecular y la
diferencia de esta afinidad es lo que determina la capacidad antimicrobiana de cada carbapenémico.
Para que el carbapenémico pueda ejercer su función debe llegar a su sitio blanco. En el caso de las bacterias gram positivas las cúales no
presentan membrana externa es fácil. Sin embargo, en las bacterias gram negativas debe primero atravesar la membrana externa a través de
porinas inespecíficas denominadas OMPs (outer membrane protein, por sus siglas en inglés). Una vez en el sitio son capaces de inhibir la síntesis de
la pared celular durante la transpeptidación, ya que al unirse a residuos de serina que forman parte de las PBPs impiden que la pared bacteriana se
ensamble adecuadamente dando como resultado el debilitamiento de ésta y en última instancia la lisis de la célula bacteriana. Su capacidad
antimicrobiana depende de la estructura y tiempo de acción de cada carbapenémico. Estas condiciones hacen que su acción ante las diferentes
bacterias sea diferente, se ha descrito que en P. aeruginosa el Imipenem es menos bactericida que el Meropenem o Doripenem, o en Listeria
monocytogenes Meropenem y Ertapenem se comportan como bacteriostáticos.
Farmacocinética
Los carbapenémicos son medicamentos que no se absorben por vía oral, son inestables en medio gástrico, por lo que deben ser
administrados parenteralmente. Su unión a proteínas plasmáticas es débil en el caso del Imipenem y Meropenem y fuerte con el Doripenem y
Ertapenem.
Tienen buena distribución corporal, sobre todo a nivel del Sistema Nervioso Central, Peritoneo y Riñón. Se excretan principalmente por la
orina y poco por la bilis y heces fecales, de ahí su pobre efecto sobre la flora intestinal.
Su vida media varía desde una hora para el Imipenem hasta 24 horas para el Ertapenem. Como para el resto de los β-lactámicos, su
acción es dependiente del tiempo de permanencia por encima de la concentración mínima inhibitoria, pero a diferencia de otros poseen un efecto
post-antibiótico prolongado frente a bacilos gram negativos, lo que determina que el intervalo entre dosis sea de seis a ocho horas, mucho más
largo que su vida media.
La cilastatina se agrega como un inhibidor de la deshidropeptidasa-1, una enzima que se encuentra en el túbulo renal y que metaboliza el
imipenem. Sin la cilastatina, imipenem se metaboliza rápidamente y causa efectos tóxicos en el túbulo proximal. La cilastatina por sí misma no
tiene actividad antibacteriana.

Aunque la penetración de imipenem-cilastatina en LCR es limitada en ausencia de inflamación meníngea. En caso de meningitis meropenem
alcanza niveles terapéuticos en LCR sin producir efectos secundarios.

Imipenem y cilastatina se unen a las proteinas plasmáticas en 25% o menos, mientras que meropenem se une sólo 10% a ellas. El probenecid
aumenta la vida media de estos antibióticos en 30%.

Indicaciones clínicas Por el amplio espectro de actividad y especiales características farmacocinéticas, imipenem y meropenem están indicados en
el tratamiento de infecciones nosocomiales graves. Son los antimicrobianos de elección en el tratamiento empírico de infecciones en las que se
sospecha la implicación de microorganismos productores de BLEE (betalactamasas de espectro extendido) que desarrollan resistencia a las
cefalosporinas de tercera generación, y en pacientes que han recibido previamente antimicrobianos de amplio espectro por la posibilidad de haber
seleccionado cepas multirresistentes. También son de elección en infecciones de etiología polimicrobiana o mixta.
Numerosos estudios clínicos han avalado la efectividad de ambos, bien en monoterapia o asociados a otros antimicrobianos, en el tratamiento
nosocomial de bacteriemias y sepsis, infecciones graves de piel y tejidos blandos, infecciones osteoarticulares, infecciones intraabdominales (no
indicado en las de adquisición comunitaria), infecciones urinarias complicadas, infecciones ginecológicas complicadas, y en la neumonía nosocomial
grave.
La mayor actividad de meropenem frente a Pseudomonas spp. determina que sea el fármaco de elección en la fibrosis quística y en el paciente
neutropénico febril. Está indicado en el tratamiento de meningitis en niños y adultos, en especial en meningitis nosocomiales producidas por
Pseudomonas spp. y bacilos gramnegativos resistentes a otros antimicrobianos. Algunos trabajos han demostrado su eficacia en meningitis por S.
pneumoniae resistentes a penicilina y cefalosporinas de tercera generación. La alta incidencia de convulsiones asociadas a imipenem limita su uso
en esta indicación.
Para evitar el desarrollo de resistencias, no deben utilizarse en
profilaxis quirúrgica al haber otras alternativas con menor espectro,
igual eficacia y más económicas. Ertapenem presenta un espectro
más reducido que no incluye patógenos nosocomiales relevantes
como Pseudomonas spp. y Acinetobacter spp., lo que relega su uso al
tratamiento de infecciones leves o moderadas adquiridas en la
comunidad que precisan ingreso hospitalario. Las indicaciones
aprobadas por la EMEA figuran en la siguiente tabla:

Doripenem es el último carbapenem introducido en clínica,


aprobado por la EMEA para el tratamiento de infecciones
intraabdominales complicadas, infecciones complicadas del tracto
urinario, y pielonefritis y neumonías nosocomiales (incluidas las asociadas a ventilación mecánica). La evidencia de la eficacia y seguridad de
doripenem en estas indicaciones se ha efectuado esencialmente en 6 ensayos clínicos multicéntricos, internacionales, en fase III, aleatorizados y de
no inferioridad. Con relación a las infecciones intraabdominales complicadas, doripenem (500 mg/8 h en perfusión de 1 h) ha demostrado, en
ensayos doble ciego con 962 pacientes, tener una tolerancia y eficacia no inferior a la de meropenem (1 g/8 h). En 2 ensayos clínicos realizados en
pacientes con neumonía nosocomial, doripenem (500 mg/8 h en perfusión de 1 o 4 h) presentó buena tolerancia y demostró ser no inferior en
eficacia frente a imipenem (500 mg/6 h o 1 g/8 h en perfusión de 30 y 60 min, respectivamente) y piperacilina/tazobactam (4,5 g/6 h en perfusión
de 30 min) en el tratamiento de neumonías nosocomiales, solas o asociadas a ventilación asistida.
Asimismo, en el tratamiento de infecciones del tracto urinario, doripenem ha demostrado ser un fármaco seguro y bien tolerado, con una
efectividad clínica y una eficacia microbiológica no inferior a levofloxacino (250 mg/día en perfusión de 1 h) en infecciones complicadas de vías
urinarias y pielonefritis.

Posología
IMIPENEM
En el adulto: 1-4 g/día IV en 3 o 4 dosis divididas (normalmente 500 mg cada 6-8 horas). El tiempo de infusión debe ser, en dosis de 250-500 mg en
15-30 minutos, en dosis de 1 g en 40-60 minutos.
Administración intramuscular: con 500 mg o 750 mg cada 12 horas, dependiendo de la severidad de la infección. La infección intraabdominal puede
ser tratada con 750 mg cada 12 horas. No se recomiendan dosis IM diarias superiores a 1500 mg por día

Bacqure (frasco con polvo para solución inyectable que incluye imipenem 500mg+ cilastatina 500mg)
Zienam (polvo para solución inyectable)
TIENAM E.V I.M.: polvo para 500 mg. y frasco con diluyente 2 ml. de lidocaína al 1% sin epinefrina para reconstituir 500 mg.

MEROPENEM

Tratamiento de la infecciones intra-abdominales:

Administración intravenosa:

 Adultos: la dosis recomendada es de 1 g cada 8 horas. Tambien en pacientes con Neumonías nosocomiales, peritonitis, presuntas
infecciones en pacientes neutropénicos y septicemia.
 Niños de > 3 meses: la dosis recomendada es de 20 mg/kg cada 8 horas. La dosis máxima diaria es de 2 g/día

Adultos: Neumonía, infecciones urinarias, ginecológicas (por ejemplo, endometritis), infecciones de la piel 500 mg por vía I.V. cada 8 horas.

Meningitis: 2 g por vía I.V. cada 8 horas.

Pacientes con insuficiencia renal:

 CrCl > 50 ml/min: no son necesarios reajustes en las dosis.


 CrCl 26-50 ml/min: administrar las dosis recomendadas cada 12 horas
 CrCl 10-25 ml/min: administrar la mitad de la dosis recomendadas 12 horas
 CrCl < 10 ml/min: administrar la mitad de la dosis recomendada cada 24 horas

Biomeren (Solucion inyectable IV IM 500mg)


Meronem (polvo para solución inyectable EV 500mg y 1g
Zylpen (polvo para solución inyectable EV 500mg y 1g

ERTAPENEM
INVANZ (polvo liofilizado para solución inyectable EV IM 1g)

Administración intravenosa:

 Adultos:la dosis normal para adultos y adolescentes (13 a 17 años) es de 1 g por vía intravenosa cada 24 horas. Una vez reconstituido el
antibiótico en 10 ml de agua para inyección o solución salina al 0,9%, se debe pasar a 50 ml de solución salina al 0,9% para infundir
durante 30 minutos. En la perfusión no debe mezclarse con otros medicamentos y es incompatible con soluciones de glucosa. Una vez
que el ertapenem ha sido reconstituido se puede mantener a temperatura ambiente hasta seis horas, y refrigerado (5 °C) hasta 24 horas.
 Niños de 3 a 12 años: la dosis de ertapenem es de 15 mg/kg por vía intravenosa, administrados dos veces al día, sin superar una dosis
total de 1 g/día
 Niños < 3 meses: no se recomienda administrar ertapenem a niños menores de 3 meses de edad, ya que no hay datos disponibles

En los enfermos con insuficiencia renal grave o terminal hay que reducir la dosis a 0,5 g al día Si la administración se realiza seis horas antes de la
hemodiálisis se debe dar una dosis suplementaria de 150 mg postdiálisis.

DORIPENEM
La posología es de 500 mg cada 8 horas, en perfusión de 1 hora. En el caso de NN, incluida la asociada a la ventilación mecánica el tiempo
de perfusión es de 1 o 4 horas (basado principalmente en consideraciones FC/FD). En infecciones por patógenos menos sensibles y en infecciones
especialmente graves, una perfusión de 4 horas puede ser más adecuada. Se reconstituye con 10 ml de agua o ClNa 0,9%, resultando una
concentración de 50 mg/ml, que deberá ser diluida en 100 ml de ClNa 0,9% o Glucosa 5%. A temperatura ambiente, es estable 12h en fisiológico y
4h en glucosado. En nevera la estabilidad es de 72 y 24h respectivamente para los dos sueros. La duración habitual del tratamiento con doripenem
es de 5-14 días en función de la gravedad, el foco de infección y la respuesta clínica del paciente.
Es necesario ajustar la dosis en pacientes con insuficiencia renal de la siguiente manera:
Aclaramiento creatinina.
ClCr 51- 79 ml/ min 500 mg/ 8h
ClCr 30- 50 ml/ min 250 mg/ 8h
ClCr < 30ml/ min 250 mg/ 12h
Doripenem es hemodializable, aunque no es recomendable su uso en pacientes sometidos a diálisis.

DORIBAX ( Polvo para infusión inyectable 500mg)

Reacciones adversas

Imipenem

Las reacciones adversas más frecuentes son náusea y vómito (1 a 20%). Se han observado también convulsiones hasta en
1.5% de los pacientes, en particular cuando se usan dosis altas en individuos con lesiones de SNC y en quienes tienen
insuficiencia renal.

Meropenem. Su toxicidad es similar a la del imipenem, salvo porque tiene menos probabilidades de causar crisis
convulsivas (0.5% de los pacientes tratados con meropenem, y 1.5% de los tratados con imipenem, presentaron crisis
convulsivas).

Se han descrito alteraciones hematológicas como leucopenia, prueba de Coombs positiva, eosinofilia o trombocitosis y
bioquímicas como incrementos moderados y transitorios de transaminasas o fosfatasa alcalina.

Contraindicaciones

No se deben utilizar en pacientes con hipersensibilidad a las cefalosporinas, imipenem o a cualquier antibiótico beta-
lactámico. Antes de iniciar un tratamiento se deberá investigar una posible alergia al fármaco, y a otros antibióticos beta-
lactámicos ya que puede existir una alergia cruzada entre ambos tipos de antibióticos

INTERACCIONES

Meropenem

El probenecid inhibe la eliminación renal del meropenem al competir con él en los sitios de secreción tubular activa. La
semi-vida de eliminación del meropenem aumenta en un 38%.

Se han descrito varios casos de pacientes tratados con ácido valproico en los que la administración de meropenem
ocasionó una reducción de los niveles plasmáticos del anticonvulsivante con el desarrollo subsiguiente de ataques
epilépticos.

Imipenem

Se han observado convulsiones generalizadas en pacientes que recibieron ganciclovir e imipenem + cilastatina. Estos dos
medicamentos no se deben usar concomitantemente, a menos que los beneficios potenciales sean mayores que los riesgos.
La administración concomitante de imipenem+cilastatina y probenecid duplicó la concentración y la semivida plasmática
del antibiótico, pero no afecta significativamente a la eliminación de imipenem.

Los datos in vitro sugieren que la combinación de imipenem+cilastatina y aminoglucósidos proporciona actividad aditiva
o sinérgica frente a los enterococos, S. aureus, y Listeria monocytogenes. Sin embargo, estos antibióticos no deben
administrarse o mezclarse entre sí, ya que pueden ser química y físicamente incompatibles, y se desactivan cuando se
mezclan.

Aunque el imipenem resiste la destrucción por la beta-lactamasa, también puede inducir la producción de esta enzima.
Debido a esto, imipenem puede interferir indirectamente con la actividad de otros antibióticos beta-lactámicos tales como
penicilinas y cefalosporinas. El imipenem, sulfametoxazol, trimetoprim, TMP-SMX han mostrado actividad sinérgica in
vitro frente a Nocardia asteroides.

El uso de imipenem-cilastatina en combinación con ciclosporina en pacientes trasplantados se ha asociado con una menor
incidencia de nefrotoxicidad inducida por ciclosporina.

MECANISMOS DE RESISTENCIA

Los mecanismos de resistencia mejor estudiados incluyen: cambios en proteínas de la membrana externa, bombas de
eflujo inespecíficas, producción de enzimas tipo β-lactamasa y modificaciones del sitio blanco. Los tres primeros
mecanismos han sido bien descritos en bacterias gram negativas mientras que el último en bacterias gram positivas y
casos puntuales en bacterias gram negativas. La adquisición de estos mecanismos origina que la resistencia con frecuencia
sea cruzada, pero hay excepciones donde una bacteria puede ser sensible a un carbapenémico y resistente a otro, como
ocurre con cepas de P. aeruginosa que son sensibles a Imipenem y resistentes a Meropenem y Doripenem, de ello se
deriva la necesidad de incluir en el antibiograma a todos los carbapénemicos que se requieran.

PRODUCCIÓN DE ENZIMAS QUE DEGRADAN LA DROGA

Las bacterias expresan enzimas capaces de crear cambios en la estructura del antibiótico haciendo que pierda su
funcionalidad. En este caso, la producción de enzimas tipo β-lactamasas es el principal mecanismo de resistencia
empleado. Estas enzimas periplásmicas hidrolizan los antibióticos β-lactámicos y evitan que la droga se pueda unir a su
PBP blanco. En el caso de los carbapenémicos las dos β-lactamasas que con mayor frecuencia se asocian a resistencia son
las AmpC y las carbapenemasas.

Β-Lactamasas Tipo Ampc

AmpC presenta baja afinidad, sin embargo cuando hay sobreproducción de la enzima asociada con alteraciones en la
permeabilidad de la membrana externa, como puede ser pérdida de porinas o expresión aumentada de bombas de eflujo,
es suficiente como para producir fenotipos de resistencia.

Carbapenemasas
Tienen la capacidad de hidrolizar tanto a los carbapenémicos como a otros β-lactámicos. Además presentan la
característica de ser resistentes contra la acción de los inhibidores de β-lactamasas disponibles

ALTERACIONES EN LA PERMEABILIDAD

Las porinas son estructuras proteícas que forman un canal através de la membrana externa de las bacterias Gram
negativas. Una de sus principales funciones es facilitar el transporte de pequeñas moléculas hidrófílicas tales como mono
y disacáridos, nucleósidos y aminoácidos desde el medio externo al espacio periplásmico. Los carbapenémicos utilizan
esta estructura para llegar a su sitio blanco, ante la presión de selección que ejercen, emergen cepas de bacterias mutantes
deficientes en porinas, ya sea porque transportan mutaciones que generan porinas alteradas no funcionales o una expresión
disminuída de éstas. De esta manera, la cantidad de carbapenémico que llega al espacio periplásmico disminuye
considerablemente y por lo tanto se generan cepas con fenotipos de resistencia.

BOMBAS DE E-FLUJO

Las bombas de e-flujo son estructuras proteícas capaces de expulsar del citoplasma y del periplasma bacteriano
compuestos tóxicos para la bacteria, tales como metabolitos, detergentes, solventes orgánicos y antibióticos. Para su
funcionamiento utilizan la hidrólisis de ATP o un mecanismo de contra-transporte iónico como sustrato de energía. Su
expresión puede ser permanente o inducida. Este mecanismo de resistencia asociado a carbapenémicos se ha descrito en P.
aeruginosa

MODIFICACIÓN DEL SITIO BLANCO

Las bacterias pueden alterar el sitio donde el antibiótico se une. Este mecanismo es principalmente utilizado en bacterias
Gram positivas, sin embargo el número de reportes de Gram negativos resistentes a carbapenémicos mediado por este
mecanismo ha ido en aumento. En el caso de los carbapenémicos, la modificación en las PBP disminuye su afinidad por
los β-lactámicos sin afectar su función dentro de la célula bacateriana.

Se ha demostrado que la resistencia de S. aureus resistente a meticilina (SARM) se debe a la baja afinidad de los
carbapenémicos por la PBP-2a y en enterococcus, principalmente E. faecium, a una PBP-5 modificada. Igual ocurre con la
PBP-3 de L. monocytogenes. En el caso del neumococo que tiene alteradas sus PBP, presenta fenotipos de resistencia a la
penicilina y sensible a los carbapenémicos pero con CMI más elevadas sobre todo ante el Ertapenem. Este mecanismo
además podría ser el responsable que algunas especies de forma natural sean poco sensibles o resistentes, como
Corynebacterium urealyticum y Corynebacterium jeikeium.

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