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Los conceptos que mejor definen desde nuestro punto de vista las características del arte egipcio son
singularidad y misterio. Los egipcios no concebían sus creaciones artísticas para el disfrute de los vivos sino
que, por lo general, tenían una finalidad funeraria. Sólo así puede entenderse la grandiosidad de las
pirámides, la rigidez de sus esculturas o la disposición característica de sus pinturas.
El arte egipcio se mueve, en consecuencia, en unas coordenadas completamente distintas a las del arte
posterior. Al artista no se le pide originalidad sino perfección en la repetición de unos modelos. No debe
innovar sino respetar estrictamente unas normas que permanecen casi inalterables durante más de tres
milenios. Esta singularidad llena de misterio al arte egipcio. Todavía hoy seguimos sin poseer todas las
claves que nos permitan conocer, en toda su magnitud, algunas de las obras de arte más fascinantes de toda
la historia.
Desde que Heródoto abriera el libro de la Historia contando las maravillas de un país extraordinario,
Egipto ha cautivado a todas las civilizaciones y ha hechizado y sigue hechizando a cuantos se han acercado
a su civilización. Nos aproximamos a su historia y un halo de misterio y de enigmas sin resolver parecen
envolver su pasado, por más que sea una de las civilizaciones antiguas más y mejor estudiadas. Pero siempre
hay algo más que hace especial el Egipto de los faraones: su desarrollo cultural, su temprana civilización,
sus logros de progreso como las canalizaciones o el calendario que les marcaba el propio Nilo con sus
crecidas, el aislamiento de su geografía, o su riqueza extraña en medio del desierto, el secreto prolongado
durante tanto tiempo de sus jeroglíficos, pero sobre todo y por encima de todas esas facetas, son sus dioses,
su especial culto a los muertos y sus portentosos monumentos, los que elevan la grandeza de Egipto a un
verdadero mito de la Antigüedad.
UN ARTE DE ULTRATUMBA
Pero el arte de Egipto no se limita a la construcción extraordinaria de sus pirámides, a la obra de sus
templos, y a las tumbas fabulosas que de vez en vez descubren los arqueólogos, Egipto desarrolló también
en el campo de las artes plásticas una obra excepcional por su enorme variedad y su calidad técnica. No era
un arte para la belleza. Ni los artistas ni sus mecenas buscaban en el arte egipcio encontrar la magia de la
belleza, como les ocurrirá siglos después a los griegos. El arte de Egipto es un arte práctico y utilitario al
estar íntimamente ligado a su función funeraria y al interés de la monarquía. Por ello es un arte de carácter
simbólico que además cambia muy poco a lo largo de los siglos, porque a la tradición secular que definía
todas las manifestaciones de la cultura egipcia, había que añadir las propias tradiciones asumidas por artistas
y talleres que eran muy difíciles de alterar, y a su vez la función de este arte, que le obliga también a
ejercitar siempre unas mismas formas de expresión, que de otra manera no se habrían entendido. En Egipto,
la imagen es su expresión, y también por ello apenas varía con el tiempo su forma de ejercitarla.
ESTEREOTIPOS Y CONVENCIONALISMOS
Ésta sería otra de las características de las artes plásticas egipcias, la dependencia de unas
formulaciones artísticas basadas en estereotipos y convencionalismos inflexibles, que además
se mantuvieron prácticamente inalterables a lo largo de la dilatada historia del Antiguo Egipto.
Tal vez la propia rigidez de la estructura política y social de aquella civilización, igualmente
inalterable a lo largo de milenios, explique también la continuidad formal del arte egipcio a lo
largo del tiempo, pero también su aislamiento geográfico y político, que dificultó la entrada de
influencias foráneas que pudieran variar ese carácter inalterable de su creatividad La diosa Hathor acogiendo
al farón Sethi I, Imperio Nuevo, h. 1280, Louvre, París.
MODELOS DE TUMBAS
La pirámide es, por excelencia, la tumba del soberano, de ahí que se revista
de un simbolismo especial. En primer lugar, se ha demostrado que fueron
concebidas mediante complejos cálculos numéricos, como es el caso de la de Keops, que recoge ciertas
medidas astronómicas. De hecho cada lado está perfectamente orientado a cada uno de los cuatro puntos
cardinales, y además, las cuatro aristas que provienen del vértice, simbolizan los rayos del dios Sol-Rah,
protegiendo a su hijo el faraón. Por otro lado, su forma apuntada y su gran elevación las hacía visibles desde
lejos, lo que también constituía un símbolo grandilocuente del poder político, capaz de sufragar semejantes
obras. Pirámides de Gizeh, Imperio Antiguo, h. 2500 a. C
LA PIRÁMIDE ESCALONADA
El primer proyecto fue una mastaba que contaba con una cámara
subterránea como lugar de enterramiento, y una estructura superior rectangular
construida en piedra caliza. Una vez concluida su construcción, se modificó el
contorno de la estructura superior ampliándolo en sucesivos trabajos en
anchura y longitud. Posteriormente se procedió a situar sobre su techumbre,
otras tres mastabas de tamaños decrecientes. Así se levantó un edificio
funerario de revolucionario diseño, compuesto por cuatro mastabas superpuestas en altura que formaban a
su vez una pirámide de cuatro grandes escalones. Por último, la base o primera mastaba, se amplió hacia el
norte y el oeste; se ampliaron asimismo, de forma proporcional, las otras tres mastabas y se situaron sobre la
última otras dos menores superpuestas, también de tamaños decrecientes. El resultado final fue una
espectacular pirámide de base rectangular, formada por seis grandes escalones. LÓPEZ GRANDE,Mª.J:
Arte egipcio. En Arte egipcio y del Próximo oriente. Historia 16. Madrid. 1996, pp 55. IMHOTEP, Pirámide
escalonada del faraón Zoser, Saqqara, Imperio Antiguo, III dinastía.
En las tumbas, la momia del difunto se disponía en un pozo excavado bajo la construcción, donde se
hallaba la cámara mortuoria; otra estancia, el serdab, habilitada dentro de la edificación, contenía el doble
del difunto o ka, junto a diversas estatuillas y símbolos funerarios. En las pirámides como en la de Keops,
sobre la cámara mortuoria del rey se colocaban varios compartimentos de descarga, una cámara
inferior para la reina, y una cámara subterránea para despistar a los saqueadores. Hay que añadir a todo
ello una compleja disposición interna compuesta por largos corredores salpicados de trampas que evitaran
la profanación del rito de ultratumba.
EL TEMPLO
COLUMNAS Y CAPITELES
Entre los elementos de soporte se utilizan preferentemente columnas que presentan el fuste liso o
estriado. Sus capiteles también son variados, y en muchos casos hacen alusión a la naturaleza del entorno.
Entre los modelos habituales más utilizados se hallarían: los capiteles lotiformes, que reproducen la flor de
loto, una planta acuática de hojas muy grandes, peciolo delgado y forma cerrada a modo de campana
invertida, que es muy abundante en el Nilo; capiteles palmiformes, en forma de hoja de palmera; o
capiteles papiriformes, que reproducen en este caso la forma del papiro, otra planta característica del Nilo,
formada en este caso por una caña lisa y cilíndrica que acaba en un penacho de forma acampanada.
LOS OBELISCOS
Los reyes, por una cierta rivalidad entre ellos, hicieron de esta piedra unos bloques largos
llamados obeliscos, consagrados a la divinidad del Sol. En la superficie se halla la representación
de sus rayos, y eso es lo que significa el nombre en lengua egipcia ("teche": rayo u obelisco). El
primero que instauró esta costumbre fue Mesfres (Tutmés III), que reinaba en la ciudad del Sol y lo
hizo obedeciendo una orden recibida en sueños…PLINIO: Historia Natural. Libro 64. Sobre las
maravillas de Egipto. En TORREGO, E: Plinio. Textos de Historia del arte. Visor. Madrid 1987,
pp. 147-148
EL CANON EN ESCULTURA
Los egipcios, pueblo, como se sabe, eminentemente agricultor, debido a la fertilidad de sus tierras
abonadas anualmente con el limo del Nilo, habían desarrollado desde muy antiguo las técnicas de
agrimensura. Ello les familiarizó con la geometría y el cálculo aritmético. Estos conocimientos técnicos los
aplicaron a la totalidad de su arquitectura, caracterizada, entre otras peculiaridades, por unas proporciones de
acuerdo a determinados módulos. Como no podía ser menos, la escultura, el relieve y la pintura los
acomodaron asimismo a determinadas medidas, tomadas a escala humana (dedo, puño, codo),
produciéndose con ellas ejemplares de todo tipo de tamaños, desde las figuras más colosales -ningún pueblo
superó al egipcio en monumentalidad- hasta las más diminutas. LARA PEINADO, F., Lo mejor del arte
egipcio, Madrid, Historia 16, 1997, págs. 10-11. Triada de Micerinos, Imp. Antiguo, Museo de El Cairo
Para los egipcios, cada cosa debía ser representada en su aspecto más característico. En la
figura de la izquierda se aprecian los efectos que produjo esta idea en la representación del
cuerpo humano. La cabeza se veía mucho más fácilmente de perfil; así pues, la dibujaron de
lado. Pero si pensamos en los ojos, nos los imaginamos como si estuvieran vistos de frente. De acuerdo con
ello, ojos enteramente frontales fueron puestos en rostros vistos de lado. La mitad superior del cuerpo, los
hombros y el torax, son observados mucho mejor de frente, puesto que así podemos ver como cuelgan los
brazos del tronco. Pero los brazos y los pies en movimiento son observados con mucha mayor claridad
lateralmente. A esta razón obedece el que los egipcios, en estas representaciones, aparezcan tan
extrañamente planos y contorsionados. Además, los artistas egipcios encontraban difícil presentar el pie
desde afuera; preferían perfilarlo claramente con el dedo gordo en primer término. Así, ambos son pies
vistos de lado y la figura aparece como si hubiera tenido dos pies izquierdos. GOMBRICH, E, Historia del
Arte, Madrid, Alianza, 1981, p. Paleta de Narmer, Imp. Antiguo, M. El Cairo
CONVENCIONALISMOS PICTÓRICOS
En la pintura egipcia predomina el dibujo sobre el color, de modo que las figuras se
caracterizan mediante líneas, creando zonas posteriormente coloreadas con tintas planas, es
decir, sin degradación tonal. Las figuras suelen situarse siguiendo un convencionalismo en su
disposición, de forma que el cuerpo permanece de frente, mientras la cabeza y las piernas se
colocan de perfil. El espacio y por tanto, la profundidad, no existen y las figuras aparecen en un solo plano,
si bien se usa el primitivo recurso de la repetición de perfil, sugiriendo la superposición de una figura sobre
otra para intentar crear la sensación de que hay varios planos de profundidad. Precisamente para suplir la
falta de espacio y dotar de mayor flexibilidad a la composición, las escenas se estructuran en registros,
bandas con filas de personajes en un solo plano. MARTINEZ BUENAGA, I., MARTINEZ PRADES, J. A.,
MARTÍNEZ VERÓN, J., Historia del Arte, Valencia, ECIR, 1999, pág. 126. Pinturas de la tumba de
Imenherkhopchef, Imp. Nuevo, Tebas
SIMBOLÍSMOS E ICONOGRAFÍA
La pintura y la escultura egipcias desarrollaron una iconografía compleja para la representación de sus
personajes: el faraón, la vida de ultratumba, los dioses, se caracterizan por una simbología específica y
rígida. Para ver algunos ejemplos, haz clic sobre cada uno de los temas.
PAÍS: Una corona baja de color rojo representa el norte y una corona alta de color blanco el
sur. Ambas coinciden en los atributos del faraón. El norte es una abeja; el sur es un junco. Sema
tauy, o unión del del papiro (norte) y el loto (sur).
FARAÓN: Hombre de noble aspecto con una corona doble (pschent) que representa las dos mitades
del país unidas en su persona. A veces se representa como un halcón pues es la encarnación de
Horus. Otros atributos: el báculo o hega y el flagelo o nekhakha, a su vez atributos de Osiris Barba
postiza como la que llevaban los habitantes del Punt, tierra de la que los egipcios creían que eran
originarios la mayoría de sus dioses.
BIEN: Se representa en la figura del faraón, venciendo a un enemigo al que agarra de los cabellos
y golpea su cabeza.
KA: Se representa a través de la imagen del difunto arrodillado con los brazos alzados hacia
las alturas.
ALMA: El pesaje del alma, después de la muerte, es representado por una balanza manejada
por el dios Anubis.
HORUS:Hijo de Osiris e Isis. Sol naciente y encarnación del faraón. Se representa como un halcón
ISIS: Hermana y mujer de Osiris y madre de Horus. Se le representa junto al trono de su marido, o
como un trono en sí mismo, porque ella es el trono de Horus.
NEFTIS: Hermana de Osiris (figura de la izquierda). Se le suele representar junto al propio Osiris e Isis.
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