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CAPÍTULO 4 TRABAJO EN EQUIPO

LA ADMINISTRACIÓN Y EL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES

De una administración por autoridad a una por consenso

En el enfoque de la administración tradicional, las relaciones laborales entre los trabajadores y


la administración son contrarias a los principios de trabajo en equipo.

Se creía que los objetivos de los administradores y los empleados eran antagónicos (los
administradores buscaban dinero y poder, los otros debían defender sus intereses para no ser
afectados por la voracidad de aquéllos).

La idea de que las organizaciones son creadas para incrementar el bienestar de todos los
grupos de interés e influencia asociados a ellas, no sólo los accionistas o trabajadores, y si
éstos no trabajan en equipo para la satisfacción de los consumidores, ninguno podría
incrementar su bienestar a largo plazo, afectando la relación administración-empleado, siendo
cooperativas y no competitivas.

Es un proceso lento, entendido por los sindicatos que cooperar con la administración para que
la empresa logre su meta. La alta administración debe guiar a los empleados mediante su
visión, y lograr que elaboren objetivos comunes que los unifiquen trabajando en equipo en
torno a la misión de la empresa, facultándolos para explorar áreas de innovación y
mejoramiento continuos.

El cambio de enfoque hacia la administración participativa surgió desde hace 20 años. A


principios de los ochenta Barra sostenía en que ‘’Los administradores de hoy que están bien
preparados técnicamente, son líderes respetados, orientados hacia las personas y conocedores
de las técnicas más modernas de las ciencias del comportamiento y de las prácticas de
negocios más efectivas”.

Los administradores tradicionales no impulsan la comunicación en todos los sentidos y niveles


de la estructura organizacional, no permiten el involucramiento del personal en las decisiones,
y no creen que el trabajo en equipo sea el medio más eficaz para el mejoramiento de la calidad
de los procesos operativos o de servicios de la empresa.

La admón. debe reconocer los logros de sus trabajadores, además deben de facultarlos para
que participen en la toma de decisiones.

Miller afirma que los administradores deben realizar doce cambios de paradigma para
convertir su organización en una entidad con cultura de trabajo en equipo:

• De la dirección por control, al liderazgo por compromiso.

• De las decisiones por mandato, a las decisiones por consenso.

• Del trabajo individual, al trabajo en equipo.

• De la especialización, a la orientación hacia el proceso y el cliente.

• De la asignación de la planeación, control y mejoramiento para la administración, y la


ejecución para los trabajadores, a un sistema en el que todos se involucren n el ciclo completo.
• Del control mediante amenazas, al control mediante el reforzamiento positivo.

• De una estructura vertical y rígida, a una plana y flexible.

• De valores y visión no enunciados, a valores y visión compartidos por todos.

• De la corrección, a la prevención y mejoramiento continuos.

Estilos administrativos para la toma de decisiones

La promoción de una cultura de trabajo en equipo es influenciada por el estilo administrativo


de su organización. Los diferentes estilos administrativos de toma de decisiones se orientan
hacia cuatro aspectos:

• Disposición para compartir y poner a disposición de todos los miembros la mayor


información posible.

• La rigidez en cuanto al cumplimiento estricto de normas.

• Preeminencia de factores emocionales o racionales en el proceso de toma de decisiones.

• Grado de estructuración del proceso de toma de decisiones.

El trabajo en equipo requiere una alta disponibilidad para compartir la mayor información
posible con todos los niveles de la organización, flexibilidad en cuanto al cumplimiento de
normas, para permitir creatividad personal, y un proceso de toma de decisiones estructurado y
más racional que emocional.

Miller: Existen en general cuatro estilos administrativos para la toma de decisiones

Mandato: cuando el líder toma la decisión sin consultar a los demás miembros del grupo, es
útil en situaciones de crisis, cuando se requiere una decisión pronta. Cuando en los sistemas de
calidad total es principal la prevención, este tipo de decisiones debe ser excepcional, ya que
podría anular todos los efectos positivos del involucramiento total que se pretende.

Consulta: consiste en que el líder solicite la opinión de los otros miembros del grupo, pero que
finalmente sea él quien tome la decisión. Es la mejor manera de hacerlo cuando se desea
poner en práctica un lineamiento estratégico que el líder considera vital para la organización
siendo impopular entre el personal. Cuando las opiniones son variadas, la autoridad toma la
decisión dada por mayoría. Este criterio se basa en la mayoría absoluta o relativa o en el
promedio de las opiniones.

Consenso: un grupo de personas se reúne para considerar cierta decisión; analizan todo lo
relacionado con la misma, y utilizando un método se logra que todos los miembros del equipo
tomen una decisión única. El consenso consiste en buscar una propuesta aceptable para todos
los miembros del grupo. Requiere tiempo, participación, habilidades de comunicación y
convencimiento, pensamiento creativo y mente abierta.

Delegación: el líder autoriza a otros para que tomen la decisión. Es útil cuando se sale de
control la toma de decisión sobre operaciones rutinarias. Enseña a tomar decisiones y a correr
riesgos, haciendo que la administración se prepare para aceptar fracasos ocasionales y
permitir equivocaciones.
Para que una empresa basada en el consenso y delegación sea competitiva, no basta en tener
personas que trabajen bien individualmente ya que estropea la colaboración en el trabajo de
equipo, no se debe buscar la satisfacción del jefe ya que este se coinvertiría en un líder
dejando atrás los objetivos del grupo. Para que la empresa enfrente los retos debe tener un
equipo colaborativo, no solo personas que trabajen alrededor de la ida del jefe.

La tendencia hacia la supervisión de grandes grupos y a los acelerados cambios tecnológicos,


es necesario “autorizar” al personal a pensar, aportar ideas, para que la organización realice de
una manera más eficiente la planeación y el mejoramiento tanto de sus productos como de los
procesos, se conoce como facultamiento, se basa en el principio de que no se responsabilice a
un grupo de individuos la calidad de un proceso si no se les otorga completa autoridad sobre la
planeación, control y mejoramiento del mismo. Para esto los niveles superiores de la empresa
deben ejercer un liderazgo mediante la asignación de recursos, la comunicación de la
información relevante, la capacitación para apreciar a trabajar en equipo y predicar con el
ejemplo trabajando en equipo en el proceso administrativo y colaborar con el área operativa
para que ésta logre sus objetivos.

Delegar autoridad a un equipo no significa que la administración pierda todo control sobre él.
La administración debe conservar su responsabilidad sobre la definición clara y concisa de los
objetivos que persigue el grupo, responsabilizarse en asignar los recursos que se requieran,
supervisar el desempeño del equipo y delimitar las fronteras dentro de las cuales el equipo
puede moverse.

Toma de decisiones en grupo

Una decisión se compone de tres elementos: el problema del que se requiere tomar una
decisión, los criterios a considerar y las alternativas posibles.

En el proceso de toma de decisiones en grupo, la administración decide la “mezcla óptima”


entre el uso de autoridad y la libertad que concede al subordinado, las decisiones por mandato
y no concede nada de libertad. Cuando delega por completo la decisión, otorga total libertad y
abdica a su autoridad.

La dirección por consenso da mejores resultados que la toma de decisiones por mandato. Para
lograr la calidad total es importante el proceso de toma de decisiones se base en el consenso.
No implica utilizar todos los recursos posibles para lograr un acuerdo por unanimidad con la
solución propuesta por el grupo. El consenso requiere disciplina para saber aceptar y apoyar la
decisión tomada por sus integrantes. Para lograr estos se debe de haber escuchado
atentamente a todos los miembros, haber agotado todo el proceso de análisis, y buscar
siempre el logro de las metas del grupo.

El consenso se define como “la opinión colectiva de un grupo lograda a través de un proceso
de comunicación abierta en el que todos los miembros participan” según Katzan. El consenso
implica que todos los miembros del grupo deben aceptar la decisión, luego de un proceso de
amplia discusión en el que todos hayan tenido oportunidad de opinar

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