P.G.P.E.S Yohan Sebastian Mila.

¿Padeciendo por quién?

1 Pedro 4:12-16 “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si
alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos
de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois
vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios
reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es
glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por
entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a
Dios por ello.”
¿Qué pruebas sobrevienen a los cristianos?
Tentación: Santiago 1:12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando
haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le
aman.
Pérdida de familia y bienes materiales: Job 1:20-21 Entonces Job se levantó, y rasgó su
manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
21
y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová
quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
Enfermedad: Job 2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con
una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
Pero no es en lo que quiero enfocarme hoy, el texto en pedro nos habla de un padecimiento por
causa de Cristo, y aunque es verdad que todas las anteriores pruebas nos ocurren como Cristianos
pedro nos dice, que no nos sorprendamos por las pruebas que vienen por la causa de Cristo. Pero,
¿Cuál es esta causa?
¿Recordamos algo al leer los versículos 13-14?
Jesús había estado predicando entre su nación un sermón muy conocido, el llamado “sermón del
monte” y al declarar cada una de las bienaventuranzas, Él llega a la última diciendo:
“10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es
el reino de los cielos.11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os
persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.12 Gozaos y alegraos, porque
vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron
antes de vosotros.”
P.G.P.E.S Yohan Sebastian Mila.

Esta es la única bienaventuranza que habla de un mandato, es la única que contiene un imperativo,
una orden. ¿Cuál es?
Gozaos y alegraos
Pero Pedro hace una aclaración a aquellos que van a gozarse en los padecimientos por el nombre
de Cristo y precisamente es que padezcamos como Cristianos
¿De qué manera estamos gastando nuestra vida y sufriendo de alguna forma para que el
evangelio sea extendido?
o quizás seamos de aquellos Cristianos que no sufrimos de ninguna manera por el hecho de
que no participamos de esta extensión del evangelio. ¿Estamos expuestos para que nuestros
compañeros de trabajo, de estudio, nuestra familia, nuestro círculo social nos rechacen,
insulten, nos borren del Facebook, nos aparten de ellos, cuando les predicamos el evangelio?
Jesús y sus apóstoles le llamaron a esto más que sufrir, ser bienaventurados.
¿Cómo estamos contribuyendo para que otros que están o estarán en el campo misionero puedan
llegar con las buenas nuevas? ¿Estamos siendo bienaventurados en apoyar las obras que vemos
que están llegando a los oídos de los perdidos?
La iglesia hoy en día no se caracteriza por estos sufrimientos, sino que ha caído en lo que Pedro
precisamente expresó en el versículo 15: Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o
ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno.
Posiblemente esta sea la imagen que tiene los incrédulos, es la imagen que nosotros les hemos
dado.
El Señor nos insta a hacer lo contrario, a ser llamados bienaventurados cuando suframos por su
causa y no estemos sufriendo por vivir como incrédulos, escondiendo la luz que somos. No hay
vergüenza delante del Señor cuando padezcamos por Él, cuando vivamos como luz, cuando seamos
llamados por Él, bienaventurados, porque estamos cumpliendo con la gran comisión de hacer
discípulos en donde estamos y aún más allá de nuestro círculo. Jesús le llama gozo. Está usted
participando de este gozo por la causa de Cristo, si no es así, el Señor nos anima a que empecemos
a vivir según nuestra nueva naturaleza. ¿y cuál es esta?