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A MODO DE INTRODUCCIÓN 1

Hegel. . . erfasst die Arbeit als das Wesen, als


das sich bewahrende Wesen des Menschen.
Karl Marx

(Hegel ... considera el trabajo como la esencia,


como la esencia probatoria del hombre.)

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Traducción comentada de la sección A del capítulo IV de la Fenomenoloy/a del
Espíritu , titulada: ""Autonomía y dependencia de la Autoconciencia: Dominio y
Servidumbre". El comentario está impreso en bastardilla entre corchetes . Las pala-
bras reunidas por guiones corresponden a un solo término alemán .

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[E/ hombre e.r cmtoconc!encict. E1 cl!ltomnsciente: comciente de Sil rett!idad y negettriz" por relctción ct!o cletdo e.r nece.rctrimmnte actil'CI. Mct.r lct acción ne¡;ct-
de .!11 dignúletd hw11ctnc1. y en e.rto difiere eJencicd111ente del ctnill~ttl. qm no JI/pe- triz 110 e.r prtrcl!llente tle.rtmcti fltl. Porque si !ct acción que netce del Deseo de.r-
''' el nú•el del simple senti111iento de .rí. E/ hombre tOI/Ict comúem"it! de .1Í en el tmye 1met rect!itlcul objetillct para .rati.r(ctcerlo. crea en s11 l11gctr. en y por estcr
11/0IItento en que por ''jlrimeret " vez dice: ")o". Co111prender al ho111bre por !ct com- clestrmáón misma. 11na realitlctel .r11bjetiwt. El ser qtte come. por ejemplo. crect
¡mn.rión de s11 "origen··. es COIIljJrellder el ori¡;en del !'o ret•elctdo ¡wrlc1 pa!ctbm. y memtiene Sil propict rec~lielctd por let wpresión ele 11nct realidcul otra que la
Por tcmto. el a11álisi.r del "jJOIJtlllliento". de lct ·'razón". del "entendilllien- suyet. por la tram(omtctción ele 1me1 rect!iclctel otret en rect!idctd SIIJct. por lct
to". etc., de mcmera geneml: del mlllj)()rtcmúento cognitit•o. contemplc1tiw. pmi- ·'etsimilctción'', lct "interiorización'' ele ltnet realidad "extraíicr ... "exterior". De
t'o de 1m ser o de 1m ·'sujeto cogno.rcente ... no de.rmbre jcmlt:is el j10rq11é o el cómo manera f!.eneral el Yo del Deseo e.r un 1/ttdo qm no recibe 1m contenido positi-
del nctámiento de lc1 J~tt!ahra ''Yo " y poi' consi¡;uiente, de la emtoconcienc!a. e.r vo real sino por lct cuáón ne¡;cttriz qm .rcttiJ(ctce el Deseo etl cle.rtmil: trem.r(or-
decú: de la rectlidctd hmncmCI. El hombre que co17temjJiet es "c1bsorbido .. por lo mar y "asimilctr'' el no- Yo ele.rectelo. Y el rontenitlo positivo del Yo, constitlli-
qm él contempla; el "sujeto m¡;no.rcente'' .re ''j1ierde" en el objeto conocido. Lct wn- do jJOr la ne[iación, es 11nct flmción ele/ wntenúlo positivo del 110- Yo negctdo. Si
templctció17 revela el objeto, y no el .wjeto. Es el objeto. y no el .rujeto el qm Je en consewencia el Deseo conel11ce .robre 11n no- Yo "nat11ml". el Yo serci "natu-
~tmestrct a sí mismo en y por -o mejor euín- en tcmto qtte acto de C0170l.fl: El hom- rctf" tctmbién. El Yo aeaclo por la satisfctcáó17 etctiva ele tal Deseo tendr·á la
bre "abJOrbido" por el objeto que contemplct 110 puede ser '·vuelto hcu'ict JÍ mi.rmo" misma nat!lralezct qm la.r coscts sobre /m máles llevct ese Deseo: serci 1111 Yo
sino por 11n De.reo: jJOr el de.reo de comer. por ejemplo. Es el Deseo (comciente) de ''cosifú·etclo ''. 11n Yo solamente vit<iente. un Yo animal. Y este Yo natnrctl. jtm-
1m ser el que constit11ye este ser m•tcmto que Yo y lo rex;efa en tanto que tcrl y lo ción de 1m objeto nat11rctl, no jJOdrci revelane ct él mi.rmo y a los otro.r sino en
impulsa ct decir: '·Yo ... ··. Es el Deseo el que trcmsformct crl ser rex;e/culo et él tanto qm Sentimiento ele .rí. No lle¡;arct jm11ás a lct cmtoconciencia.
mismo por él mismo en el conocimiento ( ~·erdadero), en un "objeto .. 1·evelado ctltn Pctrct q11e haya Alltoconciencict es nece.ra1·io qm el Deseo se fije sobre 1m
''s11jeto" por un sujeto diferente del objeto y "opmsto" a él. Er en y p01: o mejor objeto no-naturct!. .robre alwma cosct qm Jlljlere lct realidctcl dculct. Mm !ct
cuín. en temto que "su" De.reo qtte el hombre se comtituye y se revelct -cr .rí 11ú.rmo 1ínúa cosa qm sl/.pera eso real clctdo eJ el Deseo miJmo. Porque el Deseo toma-
y ct los otros- wmo un Yo, como el Yo eJencialmente diferente del no-Yo y mdi- do en tanto qm Deseo, es elecú; cmtes ele Jll satiJ{ctcáón, sólo es en efecto una
wlmmte opmsto ct éste. El Yo (hm11cmo) es el Yo de 1111. o del. De.reo. nada revelctda, ""vado irrect!. El Deseo, por .rer la revelación ele 11n z•ado, lct
El .rer mÍJIIUJ del hombre. el.rer cmtocomúente, implicct pms y prm1j10ne el presencict de la ctmenáct ele 1mct realiclctcl. e.r e.renrictlmente otra cosa qm lct cosa
Deseo. Por tanto, !a realidad hm11anct no j111ecle constitllirse y 111emtenene .rino cleseacla, distinto ele une~ coset. ele 1m .rer reet! estátim. y dado, pms .re mantie-
en el interior de ttnct rectlidetd bioi~~Úi:t. de 11na vidct cmimctl. Mm si el De.reo ne eternamente en la iclentit!acl consigo mismo. El Deseo qm condure hastct otro
cmimctl e.r fct condición nece.rm·ict de le~ A11toconáencicr. no e.r lct condición m(i- Deseo, tomado en tctnto q~te Deseo. crem·á entonces por fct acción nef!,at1·iz y mi-
ciente de ella. Por .rí .rolo e.re Deseo no comtit11ye más qm el Sentimiento de sí. miletdora q11e lo .ratisfctce. 11n Yo esencialmente otro qm el ·'Yo'' ctnima/. Ese
Al contrario ele! conocimiento qm mantiene al hombre en 11na qllietllcljw.ri- Yo, qm .re ·' n11tre'' de De.reo.r. serci el 11Ú.rmo DeJeo en s11 ser mismo, crectdo en y
vct, el Deseo lo tornct in-q11ieto y lo emp11ja a lct acción. Nctcida del Oe.reo. let por la satisfacción t!e su Oe.reo. Y pmsto qm el De.reo .re rect!izct en tanto qm
acción tiene/e a scttiJ(cu-erlo. y sólo pttecle ht~cerlo por lct ''rtef!.ttción ". lct de.rtmc- acción negadoret ele lo dculo. el ser tJÚ.rmo de ese Yo .rerá a1áón. E.re yo no .rerá,
ción opor lo menos la transformación del objeto deseado: petrel sati.r(cmr el ham- CO!Jto el Yo cmimal, identidad o igucrldad con.rigo mismo. Jino ''negatividad-
bre. por ejemplo. es necesario de.rtmirlo. en tocio caso, tramformctr el alimento. ne¡;ettriz''. Dicho t!e otro modo. el ser mismo de ese Yo .rerci dez•enir, y lct forma
A.rí. todct acción es ·' negettriz". Lejo.r de dejar lo dctclo tal como es, lct máón lo múver.rrd t!e e.re .rer no .rerei eJjJetcio Jino tiemj1o. S11 permcmencict en la existen-
destmye si no en s11 ser. por lo menos en .rtr formct ciada. Y toe/a "negcttividctd- cia si[inifúarci entona.r para ese Yo: "no ser lo qm es (en tanto qm .re1· estáti-

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coy dctdo. ert ttmto qtte ser natural, en tanto que "carácter innctto'') y ser (es bioló¡;ico (tct! COl/lo 11nc1 mnclecot·aáón o lct bandr:ra del enemi¡;o) p11ecle ser de.re-
decir, devenir) lo que no es". Ese Yo será así Sil propia obra: será (en lo porve- ctclo porqm es objeto ele otros deseos. Tal Dmo sólo es ttn Deseo humano, y la
nir) lo que él ha devenido por la nef!,aáón (en el presente) de ctquello que ha realidad hm11cnt.t en tttnto qm diferente ele la rect!idctcl ttnimal no se crea sino
sic/o (en el pasado). pues esta ne¡!!tción se efect!Ía en vista de lo que devendrá. por la aráón qm wtis(are tales Deseos: la historie; hmnct[lct es la historict ele
En m ser mismo ese Yo es devenir intenáonal. evoluáón querida. pt·of!,reso cons- los Dmos deset:tdos.
ciente y volurttario. Él es el, acto de trascender lo dacio que le es dado y que es Al 1/tttr¡;en de esta diferencia esencictl el Deseo hmtttmo es ctnálo¡;o al Deseo
él mismo. Ese Yo es un individuo (h11mano) , libre ({rente a lo real dado) e his- animal. El Deseo hmnctno tiende tmnbién ct sctti.rfcta:rse por una acáón ne¡;a-
tórico (con relación a sí mismo). Y es e.re Yo y ese Yo solamente, que se revela dorcl, es decir tmm(ormaclorct y asimilctdorct. El hombre se "ctlimentct'' de
Deseo.r como el cmimct! se ctlimentct ele coscts rectles. Y el Yo hwncmo, rectlizct-
a sí mismo y a los otros en tanto que Autoconciencia.
El Deseo humano debe diri!!,irse .robre otro Deseo. Para que haya Deseo do por lct satisf;uáón ctctivct de esos Deseo.r hmtltlnos, es tcmto /ttnáón de m
humano es indispensable que hctya ante todo una pluralidad de Deseos (ani- "ctlimento" romo el me1110 del ctnimctl lo e.r del suyo.
males). Dú·ho de otro modo, para que la Atttoconáencia pueda nacer del Pctrct que el hombre sea verdaderamente hu11ütno, pctrct que difierct esencictl
Sentimiento de sí, partt que la realidad humana puede constitttit;se en el inte- y rect!mente del cmimctl. hace Jaltct qm su Deseo humano prevalezca efeaiva-
rior de la realidad animal, es menester que esa realidad sea esencialmente mtí.l- mente en él sobre s11 Deseo animal. Pero todo Deseo es deseo de ltn vctlor. El
tiple. El hombre no puede. en consemencia, aparecer sobre la tierra sino en el valor wpremo para un ani11ütl es Stt vida animctl. Todos los Deseos del ani-
seno de un rebaño. Por eso la Ntlidad humana sólo puede ser social. Mas para mal son en última instancia una función del deseo que tiene de comervar s11
que el rebaño deverz¡;a una sociedad, la sola multiplicidad de Deseos no basta: vicia. El Deseo h11mano debe superar ese deseo de comervctáón. Dicho de otro
es necesario atí.n que los Deseos de cada uno de los miembros del rebaño con- modo. el hombt·e no .re ''considere/' humano .ri no arriesf!,ct s11 vida (anirtütl) en
dttzccm -o puedan conducir- a los Deseos de los otros miembms. Si la reali- función de Jtt Deseo hm11cmo. Es en y por ese ries¡;o que la realidctd humana se
dad humana es una realidad socitt!, la sociedad sólo es hmnanct en tanto que crea y se revela en tctnto que realidctd; es en y por ese riesf!,O qm ella se "reco-
conjunto de Deseos que se desean mutuamente como Deseos. El Deseo humano, noc-e", es decú: se mmstt•ct, se verifica, e(ecttí.a stts pruebttS en tanto qm esen-
o mejor, antropó¡;eno, que constituye un individuo libre e histórico consciente de cictlmente diferente de la realidad animal. ncttttrctl. Y pm· eso hablar de ''ori-
m individualidad, de su libertad, de su historia y. finalmente. de m histori- gen" de la Alltoconáencict es neresctrimnente hablctr del riesf!,O de la vida (con
cidad, el Deseo antropóf!,eno difiere pues del Deseo animal (que constituye un miras ct un fin esencialmente no vitctl).
ser natural, sólo viviente y que no tiene más serztimiento que el de su vida) por El hombre se ·'reconoce" humano al ctrriesf!,ar JU viclct petra satisfacer stt
el hecho de que se clirif!,e no hacia un objeto real, "positivo", dacio, sino sobre Deseo httmctno. es decir, su Deseo qm se diri¡;e sobre otro Deseo. Pero desectr un
otro Deseo. Así en la relación entre el hombre y la mujer, por ejemplo, el Deseo Deseo es querer .rlljlerjJOnerJe a sí mismo al vctlor deseado en ese Deseo. Porque
es humano si uno desea no el werpo, sino el Deseo del otro, si quiere '·poseer" o sin estct Sllstituáón .re desearíct el vct/01; el objeto desectdo y no el Deseo mismo.
'·aJimilar" el Deseo tornado en tanto que Deseo, es decir, si quiere .rer "desea- Desear el Deseo de otro es, pues, en tí.ltima imtanáa desectr que el vctlor que
do" o "ttmado", o más todavía: "reconocido'' en .ru valor humano. en stt reali- yo soy o qm "represento" sea el vctlor desectdo por ese otro: quiero qm él ''reco-
dad de individuo humano. Asimismo el Deseo que se cliri¡;e haáa un objeto nozca" mi valor como m valor q11iero qm él me ·'reconozc-ct'' romo 11n valor atttó-
twturctl no es hurncmo Ji no en la medida en que está" mediatizado" por el Deseo nomo. Dú·ho de otro modo, todo Deseo h11numo, ctntropó¡;eno, f!,enerctdor de la
de ot1'0 diri¡;iéndose sobre el mismo objeto: es humano desear lo que desean los A!ltoconcienrict, ele lct realidad humana, se ejerce en fimáón del deseo de "reco-
otros, p01·que lo desean. Así, un objeto totct!mente imí.til desde el punto de viJta nocimiento··. Y el riesf!,O de la vicia por el wal se ''reconoce" la realidad hmtltl-

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nct es un riesf!.O en .f11nción ele tal Deseo. Hctblar ele/ "orif!.en'' de la lucha. Mct.r eso sólo e.r posible a condición de qm ellos adopten comportcmúen-
A11townciencict implicct por necesiclctd hctblctr ele 11na l11rhct ct mmrte por el tos op/lestos en esct lucha. Pot· actos de libertad irreclm'tible.r, es decir. imprevi-
"rewnocimiento''. sibles o 'fortuitos''. deben comtituirse en tanto qm clesif!,ualt!acle.r en y por esa
Sin esa lucha ctmuerte herhct por p11ro prestigio. no habrúm existidojctmcís misma !ttchct. U no de ellos. sin estctr ele ningún modo "predestinado". debe tener
seres h11111anos sobre lct tierra. En e(eao. el ser httlllcmo no se comtit11ye sino en miedo del otro. debe ceder al otro. debe nef{ar el riesgo ele su vida con I!Úrcts ct
fimción de un Deseo dirigido sobre otro Deseo. es decil; en mndmión, de un la satisfacción de Sil Dmo ele ''reconoámiento ". Debe abandorwr J/1 deseo y
deseo de reconocimiento. El ser h11mano no pttede pot· tanto comtituirse si por lo satis(ac·er el deseo del otro: debe '·reconocerlo" sin ser ·'reconocido" pm· él. Pero.
menos dos de esos Deseos no se enfrentcm. Y pmsto que cada 11no de los dos seres ''reconom·" así impliw "reconocerlo'' como Amo y remnoc·erse y hacerse recono-
dotados del mismo Deseo estcf cliJpmsto ct llef!.ctr hasta el .fin en la biísqmda ele cer como Esclavo del Amo.
su satisfacción, esto es, estci presto ct ctrriesgar su vida y por mmiguiente a poner Dicho ele otro modo, en 1m estctelo nctciente. el hombre no es jctmcir hombre
en pelif!.rO la del otro, ron el objeto de hacene ''reconorer" por él, de imponerse simplemente. Es siempre, nec-esaria y esencialmente. Amo o Esdavo. Si la rea-
al otro en tanto que valor supremo, JJt enfrentamiento no pttecle ser mcis que una lidad hmnanct no puede enf{endrane sino en tanto qm socict!mente, la socie-
lm·ha a muerte. Y es sólo en y por tal /m·ha que se enf!.endrct la rectlidad httmct- clacl. por lo menos en Slt ori[!,en, no es h~tmana sino a condición ele implicar 1tn
nct, se ronstituye, se realiza y se revelct ct .rí mismct en los otros. No se t·ealiza elemento ele Dominio y un elemento de Esdavitucl, existenácts "autónomas., y
pms y no se revela sino en tanto qm rectlidad ·'reronocida". existencias "dependientes". Y flOr eso hablar del orif{en ele la Autoconciencia es
No obstcmte, si todos los hombres. o mcis exactamente, todo.r los seres entran- nec-esariamente hablm· ele '· la autonomía de la dependencia de la
~
ce de devenir seres httmcmos se co111portan ele la misma manerct. la l11cha debe- Autoconcienc-ia, ele lct Tircmía y lct Esclavitud".
ríct m/minar necesariamente con la mmrte de uno ele los aclvenarios, o ele ambos Si el ser humano sólo .re enf!.endra en y por la lucha que m/minct en la rela-
a la vez. No sería posible que uno c·ec/iera ante el otro, qm abandonara la ción entre Amo y Esdctvo, la realización y la revelación prof{resivas ele ese Jer
lucha antes de la mmrte del otro, que "remnoáera" al otro en lttf{ar ele hm·er- no pueden tampoco ellas e(ectltctrJe sino en función de esa relación social fim-
se "reconocer" por él. Porque si a.rí_fuera. la realizctáón y la revelaáón del ser clamental. Si el hombre sólo es stt devenir, si su ser humcmo en el espacio es stt
hmncmo sería imposible. Esto es evidente para el cctJo ele la muerte ele ctmbos ser en el tiempo o en tanto que tiempo, si la realidad httmanct revelada no es
advenarios, puesto que la realiclctcl humcma -siendo esenáalmente Deseo y otra cosa que la historia 1mivenal, esa historia debe ser la historia ele la inte-
acción en fimción del Deseo- no ¡wede nacer y mantenerse sino en el interior ele racción entre Tiraníct y Esclctvitltd: la "dialéctica'' histórút:t es la "dict!éai-
una vida animal. Pero la impoJibi/idacl se presentct sólo en el caso ele la muer- ca'' del Amo y del Esclavo. Pero si la oposición de la "tesis '' y de la ''antíte-
te de uno de los adversarios. Pues con él desaparece ese otro Deseo hacia el mal 11
sis" no tiene sentido sino en el interior de la conciliación por lct JÍntesis", si
se dirige el Deseo para wnvertirse e11 Deseo humano. El sobreviviente, al no la histo-ria en el sentido estt·icto de la palabrct tiene necesariamente un punto
poder ser "reconoáelo''por el flmerto, no pttede realizarse y revelarse en stt httmct- _final. Ji el hombre q~te deviene debe mlminar en el hombre devenido. si el Deseo
nielacl. Para que el ser h11mano pueda rectlizarse y revelarse en tanto que debe miminar en la Jatis_{cuáón. Ji la ciencia del hombre debe tener el valor de
Atttoconciencia no bmta entonc-es qm la realiclctel humana sea múltiple. Es una verdad de/inicia y universalmente vcilicla. la interacáón del Amo y ele/
nem·ario alÍn que esa muiripliádctel, esa "soáeelacl", impliqm dos comporta- Esclavo c/ebe por /in wlminar en Slt "mpreJión dialéctica".
mientos humanos o antrojiÓf!.enos esencialmente diferentes. Sea como fuen la rea/iclctcl hmncma no puede engendrarse y mcmtenerse en
Para que la realidad humana ¡meda comtit11ine en tcmto q1te rect!iclad la existencia sino en tanto que realidad "reconocicla". Sólo siendo "rewnoádo"
''reconocida" hace _faltct qtte ctmbos adLJersctrios qmden con Pida clesp11é.r ele la por otro, por los otros, y, en s11 límite, fJOr todos los otros, un ser h~tmano es real-

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mente hmnano tcmto pctrct élmi.r111u como pctrct los otros. Y no es sino hctbltttt-
pcwtimlrtr-y-aislada. Lo que, para ella, es distinto existe para ella como
do de 11na realidad h1m~ttna ··reconocidct'' q~te se pmde. alllcm~ctda humctna,
un objeto-cosificado privado de-la-realidad-esencial, marcado con el
enunciar unct verdctd en el sen! ido j1ropio y exaao del término. Porqm e.r sólo carácter de entidad-negativa.
en ese raso que se puede ret.dar por Jlt dismrso ltna realidad. Por e.ro. al hctblar
Pero [en el raso qtte est~tdúmtos] la entidad-otra es también ella una
de la Alltoroncienáa. del hombre ron¡ciente de sí mismo. es nec-esario decir:]
Autoconciencia: un individuo-humano se presenta a un individuo-
humano. Al presentarse así de tma-l!tctnerct-inmediata, esos individuos
La Aucoconciencia existe en y pt7ra sí en la medida y por el hecho de
existen el uno para el otro en el-modo-de-ser de los objetos-cosifica-
que existe (en y para sí) para orra Autoconciencia; es decir, que ella
dos vulgares. Son formas-concretas cmtónomcts, Conciencias arrojadas
sólo existe en canco que entidad-reconocida.
en el ser-dado de la vida-animal. Porque es en tanto que vida-animal
que se ha determinado aquí el objeto-cosificado existente como-un-
········································································ ser-dado. Son Conciencias que no han cumplido aún, la una para la
otra, el movimiento [dialéctico] de la abstracción absoluta, que consis-
Ese concepto puro del reconocimiento, esto es, del redoblamiento de
te en el acto-de-extirpar todo ser-dado-inmediato, y en el hecho de no
la Autoconciencia en el interior de su unidad, debe ser considerado
ser otra cosa que el ser-dado puramente negativo-o-negador de la con-
ahora en el aspecto según el cual su evolución aparece ante la
ciencia idéntica a sí misma.
Autoconciencia. [Es decir, no en el filósofo que habla de ello sino en el hom-
O en otros términos, son entidades que no se han manifestado aún
bre autocomciente qm rel!ltmore a otro hombre o se hace rec-onocer por él] .
una a otra en tanto que Ser-para-sí puro, es decir, en tanto que
Esta evolución dejará en primer lugar expuesto el aspecco de la
Autoconciencia. [Cuando dos "primeros" hombres se enfrentaron por prime-
desigualdad de dos Autoconciencias [es decir. de dos hombres qm se enfren-
ra vez uno no vio en el otro más que ttn animal, peligroso y hostil, al qtte se
tan con miras al reconocimiento]. O, en otros términos , ella cornará evi-
trataba ele destmir, y no un ser atttoconsciente qtte representaba un valor autó-
dente la expansión del término-medio [que es el reconocimiento mutuo y
nomo]. Cada uno de esos dos individuos-humanos está, en efecto, sub-
recíproco] en los dos puntos extremos [que son los dos qtte se enfrentan];
jetivamente seguro de sí mismo; pero no lo está del otro. Y por eso su
estos, comados en tanto que puntos extremos, se oponen el uno al otro
propia certeza-subjetiva de sí carece aún de verdad [es decir, que ella no
y, por consiguiente tales que uno es solamente entidad-reconocida, y
revela todavía una realidad: o en otros términos, 1tna entidad objetivamente,
el otro únicamente entidad-reconocedora. [En primer término, el hombre
inter.rubjetivamente, esto es, universalmente reconocida, por tanto existente y
que quiere harerse reconocer por otro no desea de ningtín modo reconoc-erlo a su
z1álida]. Porque la verdad de su certeza-subjetiva [de la idea que se forma
vez. Si lo c-onsigue, el reconocimiento no será m1tt1to y rec-íproco: será reconocido
de sí mi.rmo, del valor que se atribuye] no hubiera podido ser otra cosa que
pero no reconocerá a q1tien lo reconozca].
el hecho de que su propio Ser-para-sí se haya manifestado a él en tanto
En primer lugar, la Autoconciencia es el Ser-para-sí-simple-o-indi-
que objeto-cosificado autónomo; o bien, lo que es igual: que el obje-
viso; se identifica a sí misma por el acto de excluir de ella codo lo que
to-cosificado se haya manifestado a él en tanto que esa certeza-subje-
es otro [qm ella]. Su realidad-esencial y su objeto-cosificado absoluto
tiva pura de sí misma; [es nec-esario ¡mes qm él rempere en la realidad exte-
son para ella: Yo [Yo aislado de todo y opuesto a todo lo qtte no es Yo]. Y en
rior, objetiva. la idea ínti11tct que se hare de sí miJmo]. Pero según el concepto
esa inmediatez, es decir, en ese ser-dctdo [e.rto es, no producido j1or 1m proce-
de reconocimiento , esto sólo es posible si se cumple para el otro (así
so activo c-reador] de su Ser-para-sí, la Autoconciencia es una entidad-
como el orro lo cumple para él) la abstracción pura con referencia al

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Ser-para-sí: caJa uno la cumple en sí mismo, por una parte, según su
propia actividad y, por otra, por la actividad del otro. quien actúa. La relación enrre dos Autoconciencias está pues deter-
minada de ral modo que ellas se reconocen -cada una para sí y la una
[El "primer" ho111hre qm enmentra por Jtrimera vez ct otro hombre .re atri-
b~tye yct ltna recdúlíld y ttn vctlor atttónomos, ah.rolttto.r: poclel!to.r decir qm él para la otra- por la lucha de vida o muerte.
rree ser hombre, que tiene lct "¡-erteza s~tbjetiva " de serlo. Pero J/1 certezct no es
["Se rewnocen " q11iere deár qm haren stt.r pmebcn, esto e.r. trans(omttm en
t•erclad objetiva, o tmivenctlmente válida y reconocidct. lct certezct ¡nmmtente
cttín un saber. El 11ctlor que se atribuye puede ser il1tsorio: lct iciM que .re hare
Jttbjetivct que cada 11110 tiene de su propio va/m: Út verdad es !ct revelaáón de
de .rí mismo pmde ser /ctlra o desatinada. Para q1te esa idea sea ttna verdad
ltttct realiclad Pero la realidad humana no .re crea, no se constmye sino en la
es nemario q11e m;ele una realidad objetivct, es decir, 1tna entidad que vctl¡;a
/m·ha con mircts al rewnocimiento por el ries¡;o de la vida q1te ella invol1tcra.
y exiJta no solamente para ella misma, Jino también pctrct otras rectlicladeJ dis-
tintas de ellas. En el taso en mestión, el hombre, petra set; en efecto, verclacle- Lct verdad del hombre, o lct revelación de su realidctd, presupone pues lct l11cha
a tluterte. Y es por eso qm] los individuos humanos están obligados a com-
ramente "hombre", y sabene tal, debe pues imponer a otro.r la idea qtte .re forja
de él mismo: debe hctcerse reconocer por otros (en el caso límite ideal: j1or todos prometerse en esa lucha. Porque ellos deben elevar al rango Je verdad
los otros). O más a!Ín: debe transforma¡· el tllltnc/o (ncttttral y hmnano) donde la certeza-subjetiva que tienen de sí mismos de existir-petra-sí, pues cada
uno debe hacerlo en el orro y en sí mismo. Y es únicamente por el ries-
no es reconocido, en tm lllltndo donde ese reconocimiento sea posible. Esa trans-
fonnación del mundo hostil en un proyecto humano ele ttn mundo q~te esté de go de la vida que se reconoce la libertad, que se reconoce el hecho de
ctmerdo con ese proyecto, se llama ''acción". "actividad". Esct ctcáón -esen- que no es el ser-dctdo [no creado por la acción consciente y voluntaritt], que
no es el modo-de-ser inmeclictto [nat11ral, no medicttizado por lct acción (ne¡;ct-
cialmente hmttana pttN o que es hmrtanizadora, cmtropó¡;ena- comenzarci por
el atto de imponerse al "primer'' otro que se enmentre. Y ¡mesto qtte ese otro, si data de lo tlado)], en el cual la Autoconciencia se presenra [en el m11nclo
es (o más exactamente si q11iere .ret; y se l-ree) un ser hmltcmo, debe hacer lo dctdo], que no es el hecho de estar sumergido en la extensión de la vida
mismo, la "primera" arción antropó¡;ena toma necesariamente la forma ele una animal, los que constituyen -para ella la realidad esencial, sino que no
l~tcha: de una lucha a m11erte entre clo.r JereJ que .re creen hombres; de ttna lucha hay, por lo contrario, nada que no sea, para ella, un elemento-consti-
por puro preJti¡;io con miras al ''reconocimiento" por el adversario. En efecto:] tutivo, evanescente. Dicho de otro modo, es sólo por el riesgo de la vida
La manifestación del individuo-humano tomado en ramo que abs- que se comprueba el hecho de que la Autoconciencia no es orra cosa
tracción pura del Ser-para-sí consiste en el hecho de mostrarse como que puro Ser-para-sí. El individuo-humano que no ha osado arriesgar
siendo la negación pura de su modo-se-ser-objetivo-o-cosificado; es, su vida puede, por cierto, ser reconocido, en tanto que persona-h11mana.
en otras palabras, mostrar que ser para sí o ser hombre significa no Pero no ha alcanzado la verdad de ese hecho-de-ser-reconocido en tamo
esrar ligado a ninguna existencia determinada, es no estar ligado a la que una Autoconciencia aurónoma. Por eso cada uno de los dos indi-
particularidad-aislada universal de la existencia en-ramo-que-tal; sig- viduos humanos debe tener por fin la muerte del otro, del mismo modo
nifica no estar ligado a la vida. Esra manifestación determina una acti- que él arriesga su propia vida. Pues la enridad-orro no vale más para él
vidad doble: actividad del otro y actividad para sí mismo. En la medi- que él mismo. Su realidad esencial [que es s11 realidad y stt di¡;nidacl h~tmct­
da que esa actividad es actividad del otro, cada uno de los dos hombres na reconoáclas] se manifiesta en él como una entidad-otra [como otro hom-
persigue la muerre del otro. Pero en esa actividad del orro se encuen- bre q1te no lo reconoce. y que es, por tanto, independiente de él]. Está fuera de
tra ram bién el segundo aspecto, a saber, la actividad Jtara .rí mismo: pues sí [en tctnto que el otro no se le hct "rendido" reconociéndolo, revelándole qm lo
la actividad en cuestión implica en ella el riesgo de la vida propia de ha reconocido y mostrándole así qtte depende de él, qm no es absol11tamente otro
q11e él]. Debe suprimir su ser-fuera-de-sí. La enridad-orra [q11e él] es aquí

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una Conciencia exisrenre-como-un-ser-dado y confundido [en el !IINndo
natttrcd] de manera-múltiple-y-variada. Pero debe conremplar su ser- se ha constituido, en efecto, la certeza-subjetiva del hecho por el cual
otro como Ser-para-sí puro, es decir, como negatividad-negarriz abso- ambos han arriesgado sus vidas y cada uno la ha despreciado en sí mismo
luta. Ws decú~ qtte el hombre no e.r h11mano Jino en la medida en qtte q11iere y en el otro. Pero esta certeza no se ha constituido para aquellos que
imponerse a otro ho111bre. hacerse ~WYmocer por él. En primer lttf!.ttr. en tcmto qm han sostenido esa lucha. Por la muerte ellos suprimen su conciencia
no es a~ín e(ectiz'alllr:fl/e reconocido flor otro. es ese otro el qtte es el fin de stt cm'ión. sustentada en esa entidad extraña que es la existencia natural. Es decir,
es de ese otro, del reconocimiento de ese otro, q11e dependen Jit t•alor y s11 realidad se suprimen ellos mismos. [Porque el hombre no es real sino en lct medida
humanas: es en ese otro donde .re condensa el sentido de m vida. Está p11es fuera en qtte -vive en un mundo ncttural. Ese m1tnclo le es, por cierto, "extraño": debe
de .ri". Pero son Sil pro¡Jio vctlor y Slt propia realidad los qm le importcm, y qttie- nexarlo. transformarlo, combatir para rectlizarse en él. Pero sin ese mundo, .fuera
re tenerlos en él mi.rmo. Debe entonces suprimir Slt ".rer-otro". Es deár. debe hctcer- ele ese mundo, el hombre no e.r nctclct]. Y son suprimidos en tanto que pmt-
se reamocer por el otro, f'oseer en él mismo la certeza de ser reconocido por el otro. tos-extrernos que intentan existir para sí; [es decir: consciente e independien-
No ob.rtante, para que ese reconocimiento pueda satisfacerlo. es necesCll·io t¡lte sepa temente del mto del universo]. Pero por eso mismo desaparece del juego
t¡lte el otro es ttn ser h11mano. En primer término, no ve en él tt«ÍJ que ttn mpec- de variaciones el elemento-constitutivo esencial, a saber, el acto de des-
to animal. Para saber q11e ese aspecto revela ltna realidctd hm11ana, debe com- componerse en puntos-extremos de determinaciones opuestas. Y el tér-
prender qm el otro ta111bién qttiere hacerse reconocer, y que está dirp!testo ct arries- mino-medio sucumbe en una unidad muerta, que se descompone en
f!.arse, a ''nexar" su 11ida animal en una l~tcha por el reconocimiento de stt pttntos-extremo.r inertes, que sólo existen como-seres-dados y no opues-
ser-para-sí hmrtano~ Debe pues "provocar" al otro, forzarlo a comprometerse en tos [eltmo al otro en y para una cttáón en el mrso de lct mal el11no trata de
unal~tcha a m11erte por jJ!Iro prestif{io. Y habiéndolo hecho estcí obligado ct lltatctr "mprimir" al otro "afirmándose", sttprimiendo al otro]. Y los dos no se dan
al otro parct no ser aniqttilado él I!IÚmo. En esas amdiciones lct lucha por el recíprocamente el uno al otro y no son acogidos a su vez el uno al otro
reconocimiento no pmde por tamo terminarse sino por la muerte de ttno de los por la conciencia. Por el contrario, no hacen sino separarse mutuamente
adversarios, o de los dos ct lct vez]. Pero este acto de reconocerse-por-la- de manera-indiferente, como cosas. [Porque el muerto es sólo alf!.o incons-
muerte suprime la verdad [o rectlidad objetivct revelada] que debía surgir áente y dado del mal el qtte sif!.tte viviendo no puede esperar nada para sí y por
de allí y por eso mismo suprime también la certeza-subjetiva de sí tctnto se retira de él con indiferenáct]. Su acción mortal es la negación abs-
mismo en tanto que tal. Porque del mismo modo que la vida-animal tracta. No es la negación [afoctada] por la conciencia, que suprime de
es la posición natttral de la Conciencia, es decir, la autonomía privada tal modo que ellaf!.llardct y conserva la entidad suprimida y por eso mismo
de la negatividad-negatriz absoluta, la muerte es la negación flcttm'ctl sobrevive en el hecho-de-ser-suprimida. [Esta "Sltfwesión" es "dialéctica''.
de la Conciencia, es decir, la negación privada de la autonomía; la nega- "Sttprúnir dialét:ticamente quiere decir: suprimir conservando lo S!tprimido. qm
ción que continúa privada del significado exigido por el reconoci- es sublimado en y por esta supresión que conserva a esta conservación que supri-
miento. Wsto es: si los do.r advenctrio.r perecen en la l~tcha, la "conciencia" e.r me. La entidctd suprimida dictlécticamente es anulada en stt ctJpecto continf{en-
sttprimida completamente; porque el hombre deJjmés de lct mtterte no es ya 111ás te (y deJprovista de sentido, ''sin sixnifit'ctclo") de entidad natural dctda ("inme-
que ltn Ctterpo inctnillkldo. Y si tmo de los adversarios quedct con vidct pero Jllctta diata"): pero ella es comervada en lo que tiene de esencial (de importcmte, de
al otro, no pmcle ya ser reconocido jJor él: el vencido !lllterto no reconoce la victo- .rif!.nificativo); estcmdo así mediatizada por la rtef{ación, ella es sublimada o
1'ia del vencedor. La certeza que el vencedor tiene de Slt ser y de m valor perma- elevadct a un modo de ser mcís ''comprensivo" y comprensible que aquel de m rea-
nece por tcmto jJttrctmente mbjetivct, y t'clrece así de "verdad"]. Por la muerte lidad inmediata de elato puro y simple, positivo y estátim. qm no es el resulta-
do de ttna acción creadora, es decir. nexatriz de lo dctdo.
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De nada sirve al hombre !ct Luchct pc~ra matar ct su culvenario. Debe wpri- Esclavo. [Ese EJdavo es el ctdversario vencido que no hct ido hasta el final en
mirlo "diaféctúamente". fs decú-. debe dejm-fe la vidct y ¡,, conáenáct y deJ- el riesf!.O de la z;ic/a. qm no ha aclojJtado el principio ele los A11tos: venrer o
trttir Jólo Sil alttonomía. No debe Slljirimirlo sino en tanto qm se fe opone y /1/0ril: Ha ctceptado fa vida ele!!, ida por otro. Depende jJ//eJ de m otro. Ha pre-
actiÍtt contrct él. Dú·ho de otra 111anera. debe someterlo]. ferido la esclavitticl a fct mmrte, y es por eso que permaneciendo ron vida, vive
Lo que se constituye para la Autoconciencia en esta experiencia [de como Esclavo].
la fucha morta{j es el hecho de que la vida-animal le es tan esencial El Amo es la Conciencia que existe para sí. Y no solamente el con-
como la pura autoconciencia. En la Autoconciencia inmediata, [es decir. cepto [abstracto] de la Conciencia, sino una Conciencia [t·ea{j que exis-
en el primer hombre qm no ha sido caín .. mediatizado .. por ese contacto con el te para sí, que es la mediatizada con ella misma por otra Conciencia.
otro quema la fucha], el Yo simple-o-indiviso [del hombre aislado] es el A saber, por una conciencia tal que pertenece a su realidad-esencial
objeto-cosificado absoluto. Pero para nosotros o en sí [esto es, parct el por estar fusionada con el [ser-clac/o], es decir, con la cosidad en tanto-
a11tor y el feaot' ele estas fíneaJ, qm ven al hombre tal wmo se ha constituido que-tal. [Esta ''Conáenáa" es el E.rcfavo qm solidarizándose con su vida ani-
definitivamente ct! fin de fa hiJtorút por fa intemcción soáal mmplicla], este mct! se 11ne al mundo natltral de las cosas. l?ehmando ctrries¡;ar su vida ani-
objeto-cosificado, es decir, el Yo, es la mediación absoluta, y tiene por mct! en 11na lucha por p11ro presti¡;io, no se elevct por enámct ele! animal. Se
elemento constitutivo esencial el mantenimiento de la autonomía. [Es considera, por tanto a sí mismo como tal, y wmo tal es ctcejJtado por el Amo.
deár: el hombre real y verdete/ero es el remftado de m interacción con !oJ otros: Pero por s11 parte el Esclavo remnoce al Amo en m di¡;nitlacl y su realidad
su Yo y la idea que se/i¡rma de él mÚtilO Jon ''mediatizados" por el rec-onoci- humanas. y se c-omporta en consemencia. La "certeza·· del Amo es pues no pura-
miento obtenido en funáón de Slt acáón. Y Slt verdaclerct autono111ía es la qm mente subjetiva e "inmediata", sino objetivada y meclicttizada por el reconoci-
él mantiene en la realidad soáaf por el esfmrzo de estct arción]. La disolu- miento del otro. del Esclavo. Mientras qm el Esclavo si¡;m siendo todavía ltn
ción de esta unidad simple-o-indivisa [que es el Yo aislado] es el resul- ser "inmediato", natliral, "bestictf", el Amo -por m lucha- ya es humano,
tado de la primera experiencia [qm el hombre hctce cleJde m "primera" f11chct ''mediatizctdo". Y m comportamiento es, por tanto, i¡;ualmente "mediatizctdo"
cmn mortcz!]. Por esta experiencia se establecen: una Autoconciencia o hmt1ano, tanto frente a las cosas como ante los otros hombres. que en IÍÜima
pura [o "abJtracta". qm ha hecho ''abstra.-ción" de Sti vida ctnimct! por el ries- instancia son E.rcfavo.r para é{j. El Amo se relaciona con los dos elemen-
¡;o de la fucha: el vencedor], y una Conciencia que [por ser en realidad un tos constitutivos siguientes: por una parte, con una cosa tomada en
cadáver viviente: el vencido perclonctclo] existe no puramente para sí sino tanto que tal, es decir, el objeto-cosificado del Deseo, y por otra, con
también para otra Conciencia [petra la ele! vencedor]; esto es, que existe la conciencia por la cual la cosidad es la entidad-esencial, es decir, con
en tanto que Conciencia existente-como-un-ser-dado o en otros tér- el Esclavo que por el rechazo del riesgo se solidariza con las cosas de
minos, como Conciencia que existe en la forma-concreta de la cosiclad. las cuáles depende. Por el contrario, el Amo no ve en esas cosas más
Los dos elementos-constitutivos son esenciales: dado que en primer que un simple medio de satisfacer su Deseo. Y las destruye satisfa-
término son desiguales y opuestos uno del otro y que su reflexión en ciéndolo. Dado, 1",que el Amo, tomado en tanto que concepto de la
la unidad no ha resultado aún [de m acción], existen como dos formas- autoconciencia, es la relación inmediata del Ser-pat·a-JÍ, y 2", que exis-
concretas opuestas de la Conciencia. Una es la Conciencia autónoma, te ahora [es decir. después de la victoria lo¡;rada sobre el EJcfavo] al mismo
para la cual el Ser-para-sí es la realidad-esencial. La otra es la Conciencia tiempo en tanto que mediación, esto es, en tanto que un Ser-para-sí
dependiente, para la cual la realidad-esencial es la vida-animal, es que sólo existe para él por una entidad-distinta, Umesto qm el Amo no
decir, el ser dado para una entidad-otra. Aquélla es el Amo; ésta, el e.r Amo sino por el hecho ele tener 11n Esclavo que lo reconoce mmo Amo], el

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Amo se relaciona, 1" de una manera-inmediata con los dos [mn la cosa te. está satisfecho de sí mismo. Mas él sólo es el Amo del Esclavo porq~te se ha
y el Esclavo], y 2" de una-mtmerct-medicttizada con cada uno de ellos por el liberado previamente de la (de su) naturaleza arriesf!.ando stt vida en ttna
otro. El Amo se ?'elacionct de 1/lctnera mediatizada con el Esclavo , a saber, por lm·ha por puro prestir,io. y así, en tanto qtte tal. no tiene nada de "natttra f"].
el ser-dado-autónomo. Porque es precisamente con este ser-dado que el El Deseo no se alcanza aquí a causa de la autonomía de la cosa. Por el
Esclavo se vincula. Este ser-dado es su cadena, de la que él no ha podi- contrario, el Amo que ha introducido al Esclavo entre la cosa y él
do hacer abstracción en la lucha, donde se reveló -a causa de ella- mismo, no se une, entonces, más que al aspecto de dependencia de la
como dependiente, como teniendo su autonomía en lacosidad. El Amo cosa, y goza de ella, de una-manera-pura. En cuanto a la autonomía
es, por el contrario, la potencia que reina sobre este ser-dado. Pues él de la cosa la deja al Esclavo que transforma-la-cosa-por-el-trabajo.
ha revelado en la lucha que este ser-dado sólo vale para él una enti- Es a través de esos dos elementos-constitutivos que se establece
dad-negativa. Puesto que el Amo es la potencia que reina sobre este para el Amo el hecho-de-ser-reconocido por otra Conciencia. Pues esta
ser-dado, y que este ser-dado es la potencia que reina sobre el Otro, [e.r última se inserta en esos dos elementos constitutivos como una enti-
decir. sobre el Esclavo], el Amo tiene -en ese silogismo [real o aaivo]- a dad-no-esencial: ella es no-esencial, por una parte en el acto-de-tra-
ese Otro bajo su dominio. Del mismo modo, el Amo se relaciona de bajar la cosa, y por otra, en la dependencia en que se encuentra fren-
una manera-mediatizada con fct cosct, esto es, por el Esclavo. Tomado como te a una existencia determinada. En los dos casos esta Conciencia
Autoconciencia, en tanto-que-cal, el Esclavo se vincula él también con [servil] no puede devenir Amo del ser-dado ni llegar a la negación abso-
la cosa de una-manerc~rner,ativa-o-negatriz, y la suprime [dialécticamen- luta. Aquí aparece pues dado ese elemento constitutivo del acto-de-
te]. Pero, para él, la cosa es al mismo tiempo autónoma. A causa de reconocer que consiste en el hecho de que la otra Conciencia se supri-
ello no puede por su acto-de-negar, llegar al fin de la cosa, hasta el ani- me en tanto que Ser-para-sí y hace así ella misma lo que la otra
quilamiento [completo de la cosa, como lo hace el Amo que fa "conmrne"]. Es Conciencia hace contra ella. [Es decir: no er solamente el Amo qttien ve en
decir, él no hace más que trcms(ormarfa-por-el-trctbajo: [la prepara para el Otro m Esclavo: ese Otro .re comidera así mismo como tal] . El otro ele-
el consumo, pero no fa consume él mismo]. Para el Amo, por el contrario, la mento constitutivo del acto-de-reconocer está igualmente implicado
relación inmediata [con la cosa] se constituye por esta mediación [esto es, en la relación considerada; ese otro elemento es el hecho de que esa
por el trabajo del Esclavo que tmnsforma fa cosa natural, la "materia Jwima", actividad de la segunda Conciencia [es decir, de la Conciencia servil]
con miras a Stt consumo (por el Amo)], en tanto que negación pura del es la actividad propia de la primera Conciencia [esto es. fa del Amo].
objeto-cosificado, o sea en tanto que Goce. [Puesto que todo el esfuerzo Pues todo lo que hace el Esclavo es, hablando con propiedad, una acti-
fue hecho por el Esclavo, el Amo no tiene más que r,ozar de fa cosa que el Esclavo vidad del Amo. [Puesto que el Esclavo sólo trabaja para el Amo, para satis-
ha preparado para él, y "ner,arfa". destruirla, "conmmiéndola". (Por ejem- facer los deseos del Amo y no los myos propios. es el deseo del Amo el que afftía
plo: él come tm alimento bien aderezado).] Lo que no lograba en el Deseo en y por el Esclavo]. Para el Amo, el Ser-para-sí es el único que repre-
[es decir, corno hombre aislado "antes" de fa Lucha. en que se hallaba solo fren- senta la realidad-esencial. Es la potencia-negativa-o-negadora pura,
te a la Naturaleza y myos deseos convery,ían direaamente sobre esta para la cual la cosa no es nada; y está por consiguiente, en esa relación
Naturaleza], lo logra como Amo, [pues los deseos lo llevan hacia fas cosas de Amo y Esclavo, la actividad esencial pura. El Esclavo, por el con-
transformadas por el Esclavo]. El Amo consigue ir hasta el fin de la cosa trario, no es actividad pura, sino actividad no esencial. Pero, para que
y satisfacerse en el Goce. [Es pms únicamente r,racias al trabajo del otro haya un reconocimiento auténtico, debería hallarse aquí aun el tercer
(de m Esclavo) que el Amo es libre/rente a la Naturaleza y, po1' consif!,tÚen- elemento-constitutivo, que consiste en que el Amo haga también con-

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tra sí mismo lo que hace contra el otro y que el Esclavo haga también Amo .rino haciéndose reconocer como tctl por el Esclavo]. Pero es evidente que
conrra el Otro lo que hace contra sí mismo. Es pues un reconocimienro este objeto-cosificado no corresponde a su concepto. Poryu e ahí donde
desigual y unilateral que ha nacido para esa relación de Amo y Esclavo. el Amo se realiza se ha co nstituido para él algo distinto de una
[PueJ si el Amo trctta al Otro como Esclctvo, no Je comportct él mismo wmo Conciencia autónoma, [p1testo qm él está en presencict de un esclctt'O]. No
Esdcwo: y si el Esclctvo tmta ctl Otro wmo Amo, no se comporta él mis1110 como es tal Conciencia autónoma , sino por el contrario, una Conciencia
Amo. El Esdavo no ctrrieJ¡;ct s11 vidct y el Amo es ocioJo. dependienre, la que existe para él. No está, por tanto, subjetivamen-
La relcHión entre Amo y Esclavo no es pms 1m reconocimiento propiamen- te seguro del Ser-parct-sí como de una verdad o ele ttnct realiclacl objetiva
te dicho. Para verlo, analicemos la relación dese/e el p~tnto ele vistct ele/ Amo. revelada. Su verdad es, en cambio, la Conciencia no-esencial ; y la acti-
El Amo no eJ el !Ínico en wnsiclerctrse Amo. El Esclctvo lo considera también vidad no-esencial de esta última. [EJ decir: la "verdad del Amo e.rel Esclavo
como tal. Es pueJ reconocido en s11 realidad y en s11 cli¡;nidctcl humanas. Pero y m Trabajo. En efeao. los otros no reconocen ctl Amo en tanto qm Amo sino
ese reconocimiento es 11nilatera/, ya que no reconoce a slt vez la realidctd y la porque hay un Esclavo: y la vida del Amo consiste en el hecho de consumir los
di¡;nidad hmnanaJ del Esclavo. Es entonces reconocido por al¡;uien a quien él prod!tctoJ del Trctbctjo Jervi/, de vivir de y por ese Trabctjo].
no reconoce. Y allí está la irwt{iciencia -y lo trcí¡;ico- de s11 Jit11ación. El Amo Por consiguiente, la verdad de la conciencia autónoma es la
ha l11chado y arriesf!.aclo m vida por el reconocimiento, pero sólo ha obtenido Conciencia servil. Esta última aparece, es cierro, en primer término
un reconocimiento sin vctlor para él. Porqm él no pmde .rer satisfecho sino por como existiendo fuera de sí y no como siendo la verdad de la
el reconocimiento de aq~tel ct.tquien acepta como cli¡;no de reconocerlo. Lct aai- Autoconciencia [puesto que el Esclavo reconoce la di¡;nidad h11mana no en
t!td del Amo es. en consemencict, un obstámlo existencial. Por una parte, el .rí sino en el Amo. del mal clejJenc/e en m existencia misma]. Pero del mismo
Amo no es Amo máJ qm porque m Deseo ha recaído no sobre una cosa sino modo que el Amo ha mostrado que su realidad-esencial es la imagen-
sobre otro deseo, que ha sic/o cuí 1m deseo ele reconocimiento: por otra, al haber invertida-y-falseada de lo que ella quiere ser, la Esclavitud también
devenido Amo, es en tanto qm Amo que debe clesectr ser reconocido; y él no puede -puede su ponérselo- devendrá en su realización, lo contrario de lo que
ser reconocido como tal sino haciendo del Otro m Esclavo. Mas el Esclavo es ella es de una-manera-inmediata. En tanto que Conciencia comprimi-
petra él un animal o 1ma cosa. Él es pues "reconocido" por una cosa. De este da en sí misma, la Esclavitud ha de penetrar en su propio interior y se
modo, su Deseo .re fija en mndmión sobre una cosa, y no como pctrecía al trasformará-y-se-falseará hasta devenir autonomía verdadera.
comienzo- sobre un Deseo (humano). El Amo. por lo tanto, ha errado el cami- [El hombre intq!,ral. abJo!utamente lib1·e. definitiva y completamente satis-
no. Desp11és de la lucha que ha hecho de él un Amo, él no es lo que quiJo ser .fecho con lo que es, el hombre qm se pe1jecciona y se completa en y por eJa satis-
ctl emprender esta lucha: ltn hombre reconocido por otro hombre. Por tanto: si facción. serci el Esclavo q1te ha "s1tp1·irrúdo" Slt servidumbre. Si el Amo ocioso
el hombre no puede se1· scttisfe,·ho sino por el remnocimiento, el hombre que se es 11n obstcimlo. el Esdctvo laborioso es, po1· el contrario. la j11ente de todo jlro-
conclm·e como Amo no lo serci jamcÍJ. Y dctdo que. al principio, el hombre es ya f!,reso humano, socictf, hi.rtórico. La Historict es la histo1·ict ele/ E.rdctvo traba-
Amo o Esdctvo, el hombre sctti~fecho serci por necesidad esdctvo: o más exacta- jador. Y para verlo, bctstct comiderctr fa relación entre el Amo y el Esdctvo (es
mente, aq11el qtte ha sido esclavo. qm ha pctsado por la EJCiavittul. qm ha decir, el primer resultado ele/ ''jirimer'' contacto h1tmano. Joáal, histórico) no
''suprimido" dialécticctmente s11 Jervidumbre. En efecto:] ya desde el p!tnto de vistct del Amo. sino del Esclcwo].
Así, la Conciencia no-esencial [o servil] es -para el Amo- el obje- Hemos visro solamente lo que es la Esclavitud en relación con el
to-cosificado que constituye la verdad [o realúlacl revelada] de la certe- Dominio. Pero la Esclavitud es también Autoconciencia. En conse-
za-subjetiva que él tiene de sí mismo, [pmsto qm él no pttede "sabene" cuencia es necesario considerar ahora lo que ella es, siendo ésta en y

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para sí m1sma. En primer término, el Amo es, para la Esclavitud, la cer -y devenir Amo o 1/tcmtenerse en tanto que tal- o mori1~ Se lo puede matar:
realidad-esencial. La Conciencia autónoma exiJtente petra sí es pues, para no se lo pmde trcmsiomutr. ecl11car. Ha ctrries¡;ado su l•iclct parct ser Amo. El
ella, la verdad [o una realidad revelada]. que sin embargo, para ella, no Dominio es para él el t•ctlor supremo dado que no puede wperm: El Esclavo,
existe todavía en ella. [El EJI"Ictvo se subordina al Amo. Él mima. reconore por el mntrctrio, no ha querido ser Esclavo. Ha devenido esdcwo porque no ha
jJites el valor y la rectlidad de la '·autonomía··. ele la libertad humana. Mas querido arries[!,ar stt vidct pcwa ser Amo. En la an[!,ttstia mortct!. ha com¡wen-
él no la hct!lct realizadct en él mismo. La enmentrct en el Otro. Esa es su ven- dido (sin advertido) que 11na condición dada. fija y estctble, aunque sea la
taja. El Amo, por no poder remnocer al Otro que lo remnoce, se enmentrct en clel Amo, no puede a[!,Ofctr lct existencia humana. Ha "comprendido" la vani-
un callejón sin salida. El Esclavo, por el contrario. rewnoce desde el principio clacl ele las mndiáone.r dacias de la existencia. No ha querido solidarizane con
al Otro (el Amo). Le bastará pms imponerse a él, hacerse reconocer por él, para la condición de Amo. no se solidariza tampoco con lct condición del Esclavo.
qtte se establezca el remnocimiento mlttuo y recíproco. que sólo puede realizar y N o hcty nada fijo en él. Está clúpttesto al cambio: en su mismo ser es cambio,
satiJfacer al hombre plena y definitivamente. Por cierto, petra que eso .rea así trascendencict, transformaáón, "eduración": es devenir histórico desde m ori-
el Esdavo debe ce.rar de ser Esclavo: debe trascendene, "mprimirse" en tanto f!.en, en stt esencia, en stt exiJtenáa 11tismct. Por una parte. no se solidariza con
que Esclctvo. Pero si el Amo no tiene nin[!,tÍn deseo y por tanto nin[!,Ttna posi- lo que es; quiere tras,·enderse por ne[!,ación de stt estado dado. Por otra parte,
bilidad- de "wprimirse'' en tanto que Amo (pmsto que si¡;nificaríct para él tiene un ideal positivo para ct!ccmzctr: el ideal de la a11tonomía. del Ser-para-
devenir Esclavo), el E.1davo tiene el mayor interés en dejar de ser Esclavo. sí, que enmentra en el ori[!,en mismo de m servidumbre. encarnado en el Amo].
Además, la experienáa de esct ~úmza lucha qm ha hecho de él un Esclavo, lo Ese elemento constitutivo del Ser-para-sí existe también para la
predispone a ese acto de autosttpreJión, de ne[!,ación de sí. de su Yo dado que es Conciencia servil. Pues en el Amo, el Ser-para-sí es, para ella, su obje-
un Yo servil. Por cierto, en primer término, el Esclavo que se solidariza con stt to cosifiraclo. [Un objeto que ella sabe que es exterior, op~testo a ella. y ele! mal
Yo dado (servil) no tiene en sí esa "ne[!,atividad". No la ve sino en el Amo, tiende a apropiarse. El E.rdctvo .rctbe qué es ser libre. Sabe también qtte no es,
qm ha realizado la "ne[!,atividad-negatriz'' pura al arries[!,ar stt vida en la y qtte quie1'e devenir libre. Y .rila experiencia de la Lucha y Slt remltaclo pre-
lttcha por el reconocimiento]. No obstan te, en realidad, es en sí miJma donde di.rponen al Esclavo a la traHenclenáa, al pro¡;reso. a la Historict. m vicia ele
la Esclavitud tiene esa verdad [o 1'ealidad revelada] de la negatividad- EJdavo qm trabaja al se111iáo del Amo realiza esa predisposición]. Además,
negatriz pura y del Ser-parct-sí. Pues ha hecho en sí misma la expe- la Conciencia servil no es solamente esa disolución universal [de todo
riencia de esa realidad-esencial. A saber, esa conciencia servil ha teni- lo que es fijo, estable, y ciado]. tomado en-tanto-que-tctl: al servicio del
do miedo no por esto o por aquello, no durante tal o cual momento, Amo, cumple esa disolución de una-manera-objetivamente real [es de.-i1;
sino por su [propia] realidad-esencial completa. Pues ha experimenta- concreta]. En el servicio [en el trctbajo forzado ejemtado ctl servicio de otro
do la angustia de la muerte, del Amo absoluto. En esa angustia, la (del Amo)]. la Conciencia servil suprime [dialécticarnente] su nexo con
conciencia servil se ha diluido interiormente; se ha estremecido ínti- la existencia natural en todos los elementos-constitutivos partimlares-
mamente en sí misma y todo lo que es fijo-y-estable ha temblado en y-aislado.r: y elimina-por-el-trabajo esta existencia. [ni Amo obliga al
ella. Pero ese movimiento [dialéáim] universal puro, esa licuefacción E.rclavo a trctbajar. Y trabajando, el Esda·vo deviene arno ele lct naturctleza.
absoluta de toda estabilidad es la realidad-esencial simple-o-indivisa Pero sólo ha devenido el Esclavo del Amo p01'qm en primer término- era escla-
de la conciencia de sí, la negatividad-negatriz absoluta, el Ser para sí vo de lct Natttralezct, Jolitlarizcindo.re wn ella y Sitbordincindo.re ct sm leye.r por
pttro. Y ese Ser-para sí existe sólo en esta conciencia servil. [El Amo estcí la aceptación del instinto de .-onservación. Al devenir por el Trctbajo, Amo de
petrifiwdo en .ru Dominio. No puede SltjJerarse, cctmbiar, pro[!,resar. Debe ven- la Naturaleza. el Esclavo .re libera po1· tcmto de Slt ¡wopia natumlezct, del pro-

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pio instinto qm lo <ttctba a e!!ct y qne h,tcút de él el Esclavo del Amo. Al libe- eso toma concienci<t de w autonomía, del vtt!or y de lo ''trctscendente". de stt
rar al Esc/atJO de !ct Natltralezct. el trctbajo lo !iberct de sí mis111o. ele stt rtcttll- !ibert<td, de Sil di[!.núlad hmncma]. Sin embargo, por el trabajo la
rcrleza de Esclavo y. en comemencict. lo libera ele! Amo. Erz el nmndo natttrct!. Conciencia llega a sí misma. Parecería, en verdad, que es el aspecto de
dctdo. e!ement<tf. el Esclavo e.r esdcn'Odel Amo. Erz el lltttm!o técnico. tt·cms(or- la relación no esencial lo que frustra a la Conciencia servil [en el tra-
ll!ado por Slf trctbajo él t·eina -o por lo meno.r tm díct reinctrá- como Amo ctbso- bajo. e.r decir] en el elemento-constitutivo que, en ella, corresponde al
llfto. Y ese Dominio que nctce del trabajo. de la transformación pro~resiva del Deseo en la conciencia del Amo; parecería porque, en ese elemento, la
M11ndo dado y del hombre dculo en ese mttndo, será completamente distinto del cosa conserva su independencia. [Pareciertt q11een y por e! tr<tb<tjo el Esclavo
Dominio "inmediato" del Amo. El j1orvenir de la Historia pertenece. por tanto, es sometido a la Ncttur<tleza. a la cosa, <t la "mctteri<t primct'', mientras qm
no al Amo f!,tterrero que o bien mmre o .re mantiene indefinidctmente en iden- el Amo, qm se wntenta wn conwmir la cosa prepctrctdct por el Esclavo y ¡;ozar
tú/ad consif!,O mismo, sino ctf Esdctvo tr<tbajador. Éste, al transformar el de ella. es completamente libre frente a e!!tt. M<ts nadct de esto es así en efecto.
M11ndo dado mediante m trabctjo. trasciende lo dado y lo qm eJtá detemú- Ciert<tmente], el Deseo [ele! Amo] se ha reservado el puro acto-de-negar
nado en él mismo por lo dado: él se mpera. entonces, y mpera, también, al Amo, el objeto [wnmmiéndo!o]. y se ha reservado, por ello mismo, el senti-
qttien está li~ado ct lo dado. lo qtte él deja intacto porque no trab<tja. Si la miento- de-sí-y-de-su-dignidad no mezclada [experimentada en el ~oce].
an~mtia de la muerte en,·arnada P<tra el Esclavo en la persona del Amo ¡;m- Pero por igual causa esta satisfacción es sólo una evanescencia; porque
rrero es fa condición sine qua non del j1ro~reso histórico, es únicamente el tra- le falta el aspecto objetivo-o-cosificado, es decir, la estabilidad. [El
bajo del Esclavo el que lo rec~iza y lo perfecciona.] Amo. que no trabaja. no prod11ce nada estable que se manifieste fmra de sf
No obstante, el sentimiento de potencia absoluta que el Esclavo Él destmye solcumnte los produaos ele! trabajo del Esclavo. Su f!,OCe y Jlt satis-
ha experimentado en-tanto-que-tal en la lucha y que experimenta tam- facáón son mí puramente subjetivos: no interesmt má.r q11e a él y no pueden por
bién en las particularidades del servicio [del Amo a quien teme], no es tanto ser reconocidos sino j1or él: carecen de "verdad", de rea!idctd objetiva reve-
aún sino la disolución efectuada en sí. [Sin e.re sentimiento de potenáa. sút lada a todos. Así, "ese wnsJtmo". ese ~oce ocioso del Amo que rewftct de la satiJ-
la an~mtia, Jin el terror impirado por el Amo, el hombre no sería jamás Esclavo fai'ÚÓn ''inmedittta" del deseo, puede. a lo smno, promrarle cierto pfa,·er al
y no podda por consi~11iente alcanzar la perfección final. Pero esa condición hombre: no logra dctr!e jamás la satisfacción completct y definitivct]. El tra-
"en sí'", es decir, objetivamente t'e<tf y necesaria. no basta. La jJerfección (qm bajo es, por el contrario, un Deseo m·hazado, una evanescencia dete-
es siempre consciente de sí 11Ú.rma) no pmde ser ct!canzada en y por el tr'Cibajo. nida: o en otros términos él formct-y-eciJtca. [El trabajo trcms-forma el
Pue.r es sólo en y j1or el trabctjo qm el hombre acaba por tomar conáenáa de la Mundo y ávilizct. edura al hombre. El Hombre que q11iere, o debe, trctbajat;
si¡;nifú·aáón, del valor y de la necesidad de la experiencia qm ha hecho por debe rechazar S!t imtinto q11e lo emjlltja a "comJtmit·'' ·'inmediatamente'' el
temor al jJoder absoluto que el Amo enmrnaba para él. Sólo después de haber objeto "bmto". Y el Esclavo no pmde trabajarpam el Amo, es deár, parct otro
tr<tbajado para el Amo com¡n·ende l<t necesidad de l<t lucha entre Amo y Esc!<wo que no sea él. si no rechaza sm propios deseos. Él .re traJúencle entonces, tra-
y el vct!or del ries~o y de la an¡;mtia qm ello comporta]. Así, aunque la bajando: osi .re prefiere, se eeltti'a, se ''m/tiva ''. ''sttb!imct" SliS imtintos al rerha-
angustia inspirada por el Amo sea el comienzo de la sabiduría, se puede zarlos. Por otrct parte, no destmye la cosa tal como es dada. Poster¡;ct !ct des-
decir solamente que en esa angustia la Conciencia existe para ella tmrción de lct cosa transformándo!ct en primer lllf!,Cir por el trabajo; la prepara
misma: pero ella no es aún el Ser-pat·a-.rf [En la an~ustict mortctf el hom- petra el conmmo: esto es, !ct ''forma". En el trabctjo modifirct las coscts y se trans-
bre to!IZ?t conciencia de s11 rectlid<td. del va/m· qlfe tiene para él el simjile hecho .fom~et ct! mismo tiempo él I!Úsmo: .frmna !m cosas y el M11ndo tram(ormdndo-
de vivir y es sólo as[ q11e advierte lo "serio" de la existencia. Mas ni mín con .re, ed~tcdndose a sí mismo; y él se edJtut. y se fonllct, se trcms(orma, transfor-

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mándose lm co.rar y el m1mdo. Así.] el nexo negativo-o-negador con el no. Y es sólo en ese Al~tnclo clone/e el hombre vive 1ma vida mnáctfmente dife-
objeto-cosificado se constituye en una formct de ese objeto y en una enti- rente ele ctquella que t'i·ve el animctl (y el hombre "primitivo") en el Jeno de la
dcul-permanente, puesto que, para el trabajador, el objeto-cosificado Naturaleza. Por otm parte. e.re trabajo libera ctf Esclavo ele lct ctnf!,ltstirt qm
tiene autonomía. A la vez ese término-medio nef!,ativo-o-nef!,ador, es lo li¡;aba a la Nctturalezct dada y a su propia natnraleza inrwht ele ani111al.
decir, la actividad formadora [del trabajo], es la particularidad-aislada Es por el trabajo e{ect11ado en fa ctnf!,ttStia, al serviáo del Amo. qm el Esclavo
o el Ser-para-sí puro de la Conciencia. Y ese Ser-para-sí penetra ahora, se libera de fa anf!,mtia que lo sometía al Amo].
por el trabajo, en aquello que está fuera de la Conciencia, en el ele- Pero, el acto-de-formar [la cosa por el trctbajo] no tiene solamente
mento de la permanencia. La Conciencia trabajadora llega así por ello esta significación positiva que consiste en el hecho de que la Conciencia
a tal contemplación del ser-dado autónomo que ella se contempla en servil, cornada en tanto que puro Ser-para-sí, se constituye allí para sí
él a sí miJma. [El produao del trabajo es obra del trabajador. Es la rectliza- misma en una entidctcl-exiJtente-como-un-ser-dado [es decit; el trctbajo es al¡;o
ción de J7l proyecto, de s11 idect: es pttes él qttien se ha t·ealizado en y por ese pro- distinto aún que la acción por lct mal el hombre ¡-yea un Mundo témú·o esen-
ducto, y se contempla. en wnsemenáa, a sí mismo wntemplándolo. Mas, este cialmente humano, que es tcm rectl como el Mundo natural donde ·vive el ani-
producto arti{icictl es al mismo tiempo, tan "autónomo", tan objetivo, tan inde- mal]. El acto-de-formar [la cosa por el trabajo] tiene además una signi-
pendiente del hombre como la cosct natural. Es pues por el trabajo, y sólo por ficación negativa-o-negatriz propia de la Conciencia, es decir, su
el trabctjo, qm el hombre se realiza objetivamente en tanto que hombre. No es Ser-para-sí no se constituye para ella en objeto-cosificado [o en Mnndo]
sino después de haber producido~m objeto artifiáal que el hombre es él mismo sino por el hecho de que ella suprime [dialécticamente] la forma opues-
real y objetivamente más y otra cosct que un ser natural: y es sólo en ese pro- ta existente-como-un-ser-dado [natural]. Pero esa entidad-nef!.ativa
ducto real y objetivo que él toma vet·daderamente conciencia de su realidad objetiva-o-cosificada es precisamente la realidad-esencial extraña fren-
humanct sttbjetivct. A trctvés del tmbajo el hombre llef!.a a ser un ser sobrena- te a la cual la Conciencia servil se ha estremecido. Ahora, por el con-
tural, real y consciente ele stt rectlidacl: porque trctbctjct él es Espíritu ''encar- trario [en y por el trctbajo] esta Conciencia destruye esa entidad-negati-
nado", es "Mundo" histórico, es Hist01·ia "objetivada". va extraña. Ella se pone a sí misma en tanto que tal entidad-negativa
Es p11es el trabajo el q11e 'forma-o-educa" al hombre y lo rescata del ani- en el elemento de la estabilidad; y se constituye por ello parct sí misma;
mal. El hombre formaclo-o-eclucaclo'', el hombre realizado y satisfecho por stt ella deviene una entidad-existente-para-sí. En el Amo el Ser-para-sí es,
realización es entonces necesariamente no Amo, sino Esclavo: o por lo menos, para la Conciencia servil, otro Ser-para-sí; o bien, el Ser-para-sí existe
aqml qm ha pasado por lct Esclavitud. Pero no hay Esclavo sin Amo. El Amo allí únicamente para-ella. En la angustia, el Ser-para-sí existe [ya] en
es por tanto el catalizador del proceso histórico, antropó¡;eno. Él mismo no par- ella misma. Pero en la formación [por el trabajo] el Ser-para-sí se cons-
ticipa activctmente en ese proceso: mcts sin él, sin su presencict, ese proceso no sería tituye para ella en tanto que suya propia, y llega a la conciencia del
posible. Porque si fa historict del hombre es fa historia de s11 trabajo y ese tra- hecho que existe ella misma en y para sí. La forma [fa idect-proyecto con-
bctjo no es histórico, socictl, h11mcmo sino a condición ele efect!larJe contra el ins- cebú/a por la Conáencia]. por el hecho de ser puesta~(uera [de la Conciencia
tinto o "interés inmedictto" ele! trabajador. el trctbctjo debe efectuarse al servi- de ser insertct -por el trabajo- en¡,, realidad objetiva del Mundo] , no devie-
áo de otro. y clebe ser ltn trabajo forzctclo. estimulado por fct ctnptstia de la ne para la conciencia [trabajadora], una enridad-distinra que ella.
muerte. Es ese trabctjo y solamente ese trctbajo el que libera, es decir, hll1na- Porque es precisamente esta forma que es su Ser-para-sí puro; y, en
niza ctf hombre (el Esdaw). P01·una parte. eJe trabajo crea un M11ndo rectl esta forma, este Ser-para-sí se constituye para ella en verdad [o en rea-
objetivo. q11e es un M11ndo no-nctturaf, un M11ndo mlt11rctf. histórico, hmnct- lidad objetiva revelada. consciente. El hombre q11e trabctja reconoce en el Mttndo

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e{ectiwmente trans(ormctelo por Slt trctbctjo Stt propia obra: se rewno•·e m él: ve otroJ. Y ese WJIIbio "interno" lo hctce disentir wn el !lltmdo. qm no ha cam-
ttl!í .w propict rectfielael htmlctrlct: se ele.rmbre en él y revela a los otros lct rea- bictdo, y con los otros qm se solidarizan con ese Mundo no Jllodificado. Ese cam-
lielcul objetú•ct de Sll humanidad. ele lct idect ante todo abstraC"tct y puramente bio transformct, pms, al hombre en loco o c¡·iftúnal. quien tarde o temprano Jerá
subjetiva qm él .reforma de sí mismo]. Por este acto-de-hallarse a sí misma aniquilado por la realidctd objetiva ncttttrctf y socictl. Sólo el trabctjo, que
por sí misma, la Conciencia trabajadora deviene por tanto sentido-o- finalmente permite haL"e concordar al Mundo objetivo con la idea subjetiva que
t'oluntad propicr: y ella lo deviene precisamente en el trabajo, donde ella lo s11pera desde el wmienzo, anula el elemento de lomm y de crimen que afec-
no parecía ser sino sentido-o-vollfntad extrmzct. ta la aC"tit!td de todo hombre que, impulsado por la anKmtia, trata de sobre-
[El hombre no alccmzct .ru alftonomíct ven!ctdera, su liberad auténtiw, sino pasctr el Mundo dado al qtte teme. donde él se siente anKmtiado y donde. en
desplfés ele haberpasctdo por lct Esclavitud, desp11és ele haber superado la ctnKUS- wnsewenáa, no podría sentirse satisfecho.] Mas si la Conciencia forma [la
tict de la l!l!terte por el t1·abajo efectuado en servicio de otro (que, parct él, encar- cosa por el trabajo] sin haber experimentado la angustia primordial abso-
na e.rtct cmxmtia). El trctbajo liberador es pues necesctriamente, en primer tér- luta, ella no pasa de ser sentido-o-voluntad propia vana-o-vanidosa.
mino. el trabajo forzado de 11n E.rdctvo qm sirve a ttn Amo omnipotente, que Porque la forma o la negatividad-negatriz de esta Conciencia no es la
detenta todo poder rectf.] negatividad-negarriz en sí. Y por consiguiente, su acto-de-formar no
Para esta reflexión [de lct Conciencia en sí misma] son igualmente puede darle la autoconciencia como aquella que es la realidad-esen-
necesarios los dos elementos constitutivos [sif!,llientes: primeramente el] cial. Si la Conciencia ha soportado no la angustia absoluta sino sólo
de la angustia, y [en seKundo 'Íltf!..ar el] del servicio en-tanto-que-tal, así algún temor, la realidad-esencial negativa-o-negarriz, ha permaneci-
como el de la formación educadora [por el tmbajo]. Y al mismo tiem- do para ella como una entidad-exterior, y su [propia] sustancia no está
po, los dos son necesarios de manera universal. Por una parte, sin la d is- contaminada en toda su extensión por esta realidad-esencial. Todas las
ciplina del servicio y la obediencia, la angustia se detiene en el domi- plenitudes-o-realizaciones de la conciencia natural de esta Conciencia,
nio-de-lo-formal y no se propaga en la realidad-objetiva consciente de por no haber devenido vacilantes, hacen que esta conciencia pertenezca
la existencia. [No bastct habe1· tenido miedo, ni haber tenido miedo ctdvir- todavía -en sí- al ser-dado determinado. El sentido-o-voluntad pro-
tiendo el hecho de que se ha temido a la mmrte. Es necesctrio vivir en .f11nción pia [der eixene Sinn] es entonces capricho-obstinado [EiKensinn]: una 1iber-
de la anKmtia. Pero vivir así es servir rt alx11ien a quien se teme, alf!..tÚen que tad que permanece aún en el interior de la Esclavitud. La forma pura
inspira o encarna la angmtict: es servir ct 11n Amo (real, es decir, humano. o [impmstct a lo dado por ese trabajo] no puede constituirse, para esta
al Amo ·'mblimado''. DioJ). Y servir a tm Amo. es obedecer a stt.r leyes. Sin Conciencia, en realidad-esencial. De igual modo, considerada en tanto
ese .rervicio la angmtia no podrá trcm4ormctr lct existencia: y la existencia no que prolongación de las entidades-particulares-y-aisladas, esta forma
j1odrcf ptte.r jamás sobrepasctr m eJtado inicial de angwtia. Sirviendo a otro, no es [una] formación-educadora universal; ella no es Concepto abso-
exteriorizándose, solidarizcfndOJe con los otro.r el hombre p11ede liberarse del luto. Esta forma es, por contrario, una habilidad que sólo domina cier-
terror eJclavizante q11e inspira lct idea de la 1/ttterte. Por otra parte], sin la tas-cosas, y no la potencia universal y el conjunto de la realidad-esen-
formación educadora [a trctvéJ del tmbajo], la angustia sigue siendo cial objetiva-o-cosificada.
interna-o-íntima y muda, y la Conciencia no se constituye para ella [El hombre que no ha experimentado la anxmtict ele la mmrte no sabe qm
misma. [Sin el trabajo que trcmsforma el mundo objetivo real. el hombre no el Mundo ncttural dado le es hostil. que tiende a tJtatm-lo, a clestmido. que no
pmde transfomtrtrse realmente ct JÍ mismo. Si cambia, su cambio siwte siendo .re dan a/ií las condiciones eJenciales qm p~teclan Jcttisfacerlo realmente. EJe
''íntimo''. puramente s11bjetit,o, Jólo a él revelado, mudo. no se comunica con los hombre sixm siendo pms. en el fondo, Jolidario con el Mtmdo dado. Qmrrcí a

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lo mmo ·'re(ormctrlo''. es clecú: Ccllllbiar los cleta//es. hctar tramfomtaciones
partimlctres sin modificar .r11.r caracteres e.rencialeJ. Ese hombt·e act11cmi como
reformi.rtct "hábil". es decir. como con(orl!li.rta.JierO jamás como revolucionario
I
t/erclctclero. Pero, el Mundo dado clone/e t'ive pertenece al A111o (h11mano o divi-
CURSO DEL AÑO LECTIVO
no). y en ese Mundo es nece.rariamente Esdavo. No es p11es la re(ormct .rirw la 1933-1934
s~tpresión adia/éctú·a". vale decir revo/11áonctrict del Mundo. lct qm pmcle /ibe-
1'Ctr!o. y por comiptiente. scttisfacerlo. Pero esta transformación revo/uáonctria
del Mundo presupone la '· neR,aáón ". lct no aceptación del M11ntlo dacio en su
conjunto. Y el oriR,en de estct neR,ación abJO!uta reside en el terror ctbsoluto ins- OBSERVACIONES PRELIMINARES
jlirado por el Mundo dado, o más exctctamente por éJte o aquél- que domina LUGAR DE LA FENOMENOLOGÍA
este Mtmdo. por el Amo de ese Mundo. Sin embctrf(,O, el Amo que enR,ertdra EN EL "SISTEMA DE LA CIENCIA"
(involuntariamente) el deseo de la neR,ctción revolucionaria. es el Amo del
Esclavo. El hombre no pNede. en consemencict. liberarse del Mundo dado que
no lo satisface sino a condición de q11e ese Mundo. en m totalidad. pet·tenezw
en efecto a un Amo (real o "mblimado"). Ma.r. en tcmto que el Amo vive, él El primer esbozo del "Sistema" hegeliano (Jena): Lógica~ Metafísica
se ha/la también siempre sometido cd Mundo ele/ mal es Amo. Ptmto q~te el ~ Filosofía de la Naturaleza ~Filosofía del Espíritu .
Amo no trasciende el Mttnc' o dado sino en y por el riesR,O de m vidct, IÍnica- Después la Lógica y la Metafísica son identificadas ( 1807): Feno-
mente su muerte "realiza" m libertad. Mientras él vive no ,tfcanza jamás la menología (=Introducción)~
/ibet·tacl qtte lo elevaría por sobt·e el Mundo dado. El Amo no puede nunca des-

l
Filosofía de la Naturaleza
prenderse del Mundo donde vive, y si eJe Mundo perece, summbe con él. Sólo el ~Lógica~
Esclavo es capaz de trctscender el Mundo dado (sometido al Amo) y no perecer. Filosofía del Espíritu
Sólo el Esclavo puede transformctr el Mundo que lo forma y lo fija en lct ser- En fin (Encidopeclia): Lógica~ Filosofía de la Naturaleza---"' Filosofía
vidumbre. y crear un Mundo formcrclo por él en el que será libre. Y el E.sdcwo del Espíritu.
sólo //eR,a a el/o por el trabajo forzado y la anR,IIJtia soportada en set'Vicio del (La FenomenoloR,Íct. que no es ya una Introducción al "Sistema",
Amo. Ciertamente, ese trabajo no lo libera a él solo. Pero al trcmsformar el forma parte de la Filosofía del Espíriru).
Mundo mediante ese trabaio. el Esclavo se transforma a sí mismo y R,enerct ctsí En la Encidopec/ia, el paralelismo enrre la Filosofía de la Naturaleza
las condiciones objetivas nuevas que le permiten retomar la Lucha /iberadorct y Filosofía del Espíritu es abandonado.
petra el reconocimiento que rehusó en el comienzo por temor ct la muerte. Y ctSÍ Lo Absoluto no es real ni en tanto esencia ("Lógica"), ni en tanto
es que en condttsión todo trabajo sert/i/ rectliza no lct voluntad del Amo, sino Naturaleza (existencia). La Naturaleza (existencia) es la negación de
aquella inconsciente en .ru oriR,m- del E..rdavo que. por fin, tritm{ct cd/á donde la esenc ia. La Naturaleza es absrracta puesto que hace abstracción del
el Amo. necesariamente. fraca.rct. Es sin duda la Concienáa, en un principio Espíritu. Sólo la Síntesis es concreta, es decir, el Hombre en quien la
dependiente. servidora y servil, lct qm realiza y revela en tí/tima instancia el esencia de lo Absoluto está plenamente realizada y revelada en tanto
ideal de la Autoconciencia autónoma. y e¡ m ex¡wesa así stt "t,erclctd''.] que tal. Podemos pues escribir:

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