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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE
OAXACA
INGENIERIA CIVIL
ALCANTARILLADO
Tarea 13
8° Semestre
Los factores principales que intervienen para el colchón son el tipo de tubería a utilizar, el
tipo de terreno en la zona de estudio y las cargas vivas que puedan presentarse.
Profundidad mínima
La profundidad mínima de la zanja debe ser adecuada para evitar rupturas del conducto
ocasionadas por cargas vivas; para ello se usa un colchón mínimo que es función de la
resistencia del tubo. Para definir el colchón mínimo deberá realizarse un análisis de cada
caso en particular.
Los principales factores que intervienen para definir el colchón mínimo son:
Material de tubería
Tipo de terreno
Las cargas vivas probables
La profundidad mínima de la zanja también debe permitir la correcta conexión del 100 por
ciento de las descargas domiciliarias al sistema de alcantarillado, con la consideración de
que el albañal exterior tendrá como mínimo una pendiente geométrica de 10 milésimas (1
por ciento), y el registro interior más próximo al paramento del predio tenga una profundidad
mínima de 60 cm.
Profundidad máxima
La profundidad máxima es función de la topografía del lugar. Hay que evitar excavar
demasiado. La profundidad máxima será aquella que no ofrezca dificultades constructivas
mayores durante la excavación, de acuerdo con las características del terreno en que
quedará alojada la tubería, y tomando en consideración la resistencia a la compresión o
rigidez de las tuberías, para lo cual se debe tener el análisis respectivo en el que se tomará
en cuenta el material de relleno, el tipo de plantilla o cama, grado de compactación
principalmente del material que rodea al tubo denominado comúnmente acostillado, las
posibles cargas vivas y el factor de carga proporcionado por la plantilla a usar.
En el caso de atarjeas se debe determinar con un estudio económico comparativo entre el
costo de instalación del conducto principal con sus albañales correspondientes y el de la
atarjea o atarjeas laterales, 'madrinas', incluyendo los albañales respectivos; no obstante, la
experiencia ha demostrado que entre 3.00 y 4.00 metros de profundidad, el conducto
principal puede recibir directamente los albañales de las descargas y que, a profundidades
mayores, resulta más económico el empleo de atarjeas laterales. Si la topografía tiene
pendientes fuertes, se debe hacer un estudio económico comparativo entre el costo de
excavación contra el número de pozos de visita.
Las dimensiones de las zanjas quedan determinadas por el proyecto hidráulico de la red,
siendo las profundidades variables para albañales, atarjeas, colectores y el emisor. Las
zanjas deben tener paredes verticales o como mínimo hasta el lomo de los tubos, en el caso
de terrenos no estables.
La plantilla o cama (antes de formar el canal) para tubos de fibrocemento para alcantarillado
tendrá un espesor de al menos 0.10 m para tubos de 0.15 m (6”) a 0.90 m (36”) de diámetro,
el espesor mínimo sobre el eje vertical de la tubería ya instalada, será de 5 centímetros.
Cuando las paredes de las zanjas sean estables o están sostenidas, se debe dar el ancho
suficiente, pero no mayor que el necesario para garantizar que el área de trabajo sea segura
y adecuada para compactar la plantilla, el acostillado y otros materiales del encamado. El
espacio entre la tubería y las paredes de la zanja debe ser lo suficientemente amplio de
modo que permita el uso del equipo de compactación en la zona de la tubería. Los anchos
mínimos no deben ser menores que el diámetro exterior del tubo más 0.40 m o el diámetro
exterior del tubo multiplicado por 1.25, más 0.30 m. Adicionalmente a las consideraciones
de seguridad, el ancho de la zanja en suelos inestables no ademados y con poca firmeza
depende del diámetro y la rigidez de la tubería, la rigidez del relleno y del suelo natural así
como de la profundidad de instalación. Puede utilizarse equipo especial que permita la
instalación y encamado satisfactorio de la tubería en zanjas más estrechas que las
especificadas.