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HISTORIA
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A ntîgvo
ROMA
Director de la obra:
Julio Mangas Manjarrés
(Catedrático de Historia Antigua
de la Universidad Complutense
de Madrid)
Diseño y maqueta:
Pedro Arjona
S. Montero
Indice
Págs.
Introducción ................................................................................................................ 7
Cronología ................................................................................................................. 60
Bibliografía ................................................................................................................ 62
La religión antigua rom ana 7
Introducción
todavía una solución. Ante la grave sodios de la larga lucha por la igual
dad y persistencia de u na epidemia, el dad política se inscriben en una crisis
Senado ordenó consultar los libros de conjunto que afecta tam bién a las
sibilinos que recom endaron organi relaciones de la com unidad con sus
zar —por vez prim era— una lectister- dioses. En el texto de Libio la lectister
nia (Liv.V, 13,4-6). nia del 364, organizada a título de
Consistía este ritual en un festín remedium contra una nuevapestilentia,
ofrecido a las divinidades que se se inserta —como la del 349— en la
deseaba apaciguar. La in n ovación fase de reacción patricia contra las
no era tanto alim entar a los dioses leyes Licinio-Sextias. Las familias
—puesto que ya los sacrificios les patricias, opuestas al reparto del con
«vigorizaban»— como crear una co sulado con la plebe, hicieron ver la
m unidad convivial y que la divinidad persistencia y virulencia de la epide
beneficiaria de los alimentos tuviese mia como signos del manifiesto desa
la obligación de compensar. Los le grado de los dioses hacia aquellas re
chos, pulvinaria, materializaron para cientes innovaciones constitucionales.
el público la presencia de las divini Sólo las leyes Liciniae-Sextiae del
dades y atestiguaron su efectiva pre 367 cerraron esta larga crisis política.
sencia en el festín. Las fuentes antiguas señalan que el
La ceremonia del 399 fue probable dictador M. Furio Camilo formuló el
mente introducida por mediación votum de levantar a Concordia un
etrusca, pues en la ciudad de Caere la templo que simbolizaba el término
tumba llamada «del lecho fúnebre», del conflicto entre los órdenes. C on
datada hacia el 460 a.C., confirma que cordia debió ser conocida en Roma
Etruria conocía estas modalidades coincidiendo con la difusión de la
rituales. C om o su finalidad era de noción helénica de homonóia encar
orden profiláctica y purificatoria, la nando dentro de la lucha política «la
lectisternia se organizó en h ono r de voluntad activa de entendimiento,
seis divinidades que podía acabar con dice Dumézil, y no el respeto estático
la epidemia: «...y durante ocho días, de los acuerdos», como la antigua
dice Livio (V,13,8), para aplacar a Fides. Aparece, pues, como uno de los
Apolo, Latona y Diana, Hércules, cultos de abstracciones más antiguos
Mercurio y Neptuno, permanecieron de Roma. La arqueología no ha reve
adornados tres lechos con magnífico lado ningún vestigio del templo pro
aparato». metido por Camilo. Los restos que
Com bet-Farnoux ha observado que hoy quedan en pie pertenecen a la
la celebración de las lectisternias, con época de Tiberio que lo restauró en el
forme quedó establecida en el 399, se año 7 d.C., pero no hay razones para
sucede desde esta fecha hasta el 326. d ud ar de su existencia. En cualquier
La serie de cinco lectisternias del siglo cosa, la diosa era ya familiar en Roma
IV a.C. se corresponde con la fase más cuando en el 304 a.C. Cn. Flavio
aguda del conflicto entre patricios y dedicó en su h o n o r una aedicula in
plebeyos. Después del 326, constituida area Vulcani (Liv.IX,46,6), fundación
la nobilitas patricio-plebeya, la tradi que se inscribe en el conjunto de
ción no hace mención de ninguna m edidas político-religiosas que como
otra celebración hasta el 217, año en veremos m arcan su edilidad.
que fue organizada tras la derrota de Pero aún existe un elemento más
Trasimeno ampliándose a doce dioses. que favoreció extraordinariamente el
No puede establecerse una relación grciecus ritus: el culto de Hércules. En
directa de causa-efecto entre las agita opinión de J. Bayet, Hércules, conoci
ciones plebeyas y estas celebraciones do ya por los etruscos con el nombre
religiosas, pero es evidente que los epi de Hercle desde el siglo VI, llegó a
La religión rom ana antigua 19
tiendo a los ataques de Amilcar Bar bre el futuro. La rígida oposición a es
ca, los romanos «reconocieron» en la tas consultas de la clase dirigente ro
diosa a Venus, madre de su antepasa m an a se explica no sólo por su deseo
do Eneas. de proteger los libros oraculares ofi
Este episodio histórico explica la ciales —que en realidad buscaban la
posterior introducción del culto de m anera de aplacar la ira de los dioses
Venus Erycina en Roma. C u ando en el y recuperar la pax deorum sin inter
217, durante la segunda guerra p ú n i pretar los signos divinos— sino tam
ca, la ciudad atravesaba uno de sus bién por su rechazo a que otras ciu
peores momentos, los libros sibilinos dades predijeran el futuro que de
prescribieron, entre otras medidas, el paraba al Estado romano.
reconocimiento de la Venus del m o n La literatura rom ana quedó tam
te Eryx. El dictador Q. Fabio M axim o bién sometida a la influencia griega
hizo en aquel año el voto de construir cuya mitología invadió la teología ro
un templo a la diosa que fue dedica mana. Livio Andrónico, capturado en
do por él mismo en el 215. Tarento en el 272, logró establecer en
Schilling ha observado que Roma Roma u na escuela para la educación
concedió a la Venus Erycina el estatu de los nobles, alternando esta activi
to no de una diosa extranjera, sino de dad con la traducción de la Odisea de
una divinidad nacional. El aniversa H o m e ro en versos saturnios. Esta
rio del templo, un 23 de abril, coinci Odusia, que facilitaba interpretaciones•
de con la fiesta de las Vinalia y se eli latinas de los dioses griegos, se con
gió el Capitolio, centro religioso de la servó largo tiempo como texto esco
ciudad, para emplazarlo. Los ritos se lar. En el 240, los ediles recurrieron a
ajustaron a las costumbres romanas: Livio para representar una comedia
se hicieron libaciones de vino en su griega en versión latina durante la ce
hon or y se rechazaron elementos cul lebración de los Ludi Romani.
turales de origen semita como las p a Pocos años después —del 235 al
lomas o las sacerdotisas sagradas. 204— se presentaban en escena las
Podemos situar también en este pe obras de Cn.Nevio cuya ciudad natal
ríodo. anterior a la segunda guerra era p rob ab lem ente Capua. Una de
púnica, el creciente interés de los ro las piezas que pertenecía a la fábula
manos por la adivinación. El pueblo praetexta, Lupus, escenificaba d ra m á
com enzaba a no contentarse con los ticamente la leyenda de Rómulo; a
signos que buscaban los augures, so ella hay que añ adir otras que centra
bre todo por medio de la observación b a n su interés en el ciclo troyano
de los pájaros. La minuciosidad de como Equos Troianus o Héctorproficis-
la auspicatio rom ana —en continuo cens. Pero la obra cumbre de Nevio es,
descrédito— y la convicción de que sin duda, eVBellum Punicum, crónica
los dioses estaban facultados para co en verso que n arraba la primera gue
nocer el futuro y por tanto de trans rra púnica —en la que el poeta había
mitirlo a los fieles, abrieron las puer participado— pero en la que recogía
tas a la adivinación. tam bién las leyendas de la fundación
Todavía no se recurre, al menos de Rom a y de Eneas y Dido, como
con regularidad, a la disciplina etrusca origen de la mítica enemistad entre
o al oráculo del Apolo délfico, pero es Rom a y Cartago.
significativo el hecho de que en el 242 Podemos concluir pues afirmando
el Senado impidiese a C. L u ta d o Ca- con Dumézil, que antes de la época
tulo consultar el oráculo de Fortuna de Ennio y el círculo de los Escipio-
Primigenia en Praeneste (Val. Max. nes, los literatos del siglo III habían
1,3,2) que d a b a , p o r m edio de las com pletado casi el gran diccionario
sortes, indicaciones determ inadas so de las equivalencias.
La religión rom ana antigua 27
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Reproducción del senadoconsulto del 186 a.C.
36 Akal Historia del Mundo Antiguo
este siglo de templos y altares a las di sadas de haber roto el voto de casti
vinidades egipcias. dad. Fue tal, como dice Bayet, la a n
Pero también el celo y la rapidez en gustia religiosa de la ejecución, que
las expiaciones de prodigios y porten una purificación pareció necesaria; el
tos podía ser un valioso medio para Senado procedió a lo dictado por los
asegurar la pax deorum y fortalecer la Libros Sibilinos: un sacrificio h u m a
religión estatal. El siglo II, particular no —el de los griegos y dos galos—
mente su segunda mitad, fue extre expiación a la que no se recurría des
m adam ente difícil para Roma tanto de los tiempos de la segunda guerra
en el ámbito exterior como en el inte púnica.
rior. La derrota, en el año 119, del go En esta tarea el Senado se valió de
bernador rom ano de Macedonia ante un sacerdocio no oficial: el de los ha-
la tribu gálica de los escordiscos y la rúspides. La presencia de un sacerdo
de Cneo C arbón en Noreia ante las cio extranjero, etrusco en este caso,
bandas de cimbrios, desataron una para participar en la interpretación y
ola de terror popular en Roma que se expiación de los prodigios, constituye
proyectó sobre la política interna. un caso único. Cabe una doble expli
Posteriorm ente se abrie ro n nuevas cación: en prim er lugar, los romanos
agitaciones y mayores temores cu a n estaban impresionados por el elabo
do, a partir del 110, Jugurta obtuvo re rado cuerpo de técnicas adivinatorias
sonantes triunfos frente a los ejércitos etruscas y, en segundo lugar, los ha-
romanos y Q. Servilio Cepión, junto a rúspides eran miembros de familias
M anlio Máximo, sufrió en los alrede aristocráticas, de la oligarquía local,
dores de Arausio un grave revés fren lo que facilitaba su entendim iento
te a los germanos que dejaba a la Ga- con la política senatorial. Aunque su
lia y a la propia Italia expuesta al presencia a título individual en Roma
enemigo. El seis de octubre, fecha de es muy antigua —la mayor parte de
la derrota de Cepión, fue inscrito en los estudiosos la remontan a los tiem
el calendario como dies ater. El siglo pos de los Tarquinios— los harúspi-
no concluyó sin que surgiese una ces como colectivo se presentan sólo
nueva rebelión de esclavos en Sicilia, cuando hacia el 280 o 270 distintos
y Catulo. colega de Mario, fuese obli foedera permiten unas relaciones p a
gado p o r los c im b rio s a retirarse cíficas con las ciudades etruscas, ce
de la línea del Po a b a n d o n an d o la rrando un largo período de hostilida
G alia trasp a d an a al saqueo de los des que im p id ió el acceso de los
invasores. enemigos a la política y la religión
Al margen de los desastres milita romanas.
res hay que recordar algunos hechos Pero será fundam entalm ente a par
no menos graves: el incendio, en el tir de la segunda guerra púnica, desde
año 111, del templo de la Magna Ma- co m ien zo s del siglo II, cu a n d o se
ter, las graves inundaciones, en el 108, haga manifiesta la influencia de este
que supusieron cuantiosas pérdidas cuerpo sacerdotal. Lo demuestran no
hum anas, la continua subida del pre sólo sus frecuentes intervenciones
cio del trigo, etc. para interpretar y expiar los prodigios
El Senado y los sacerdotes rom a —p articularm ente los relacionados
nos extremaron las medidas expiato co n los ra y o s — sino u n s e n a d o -
rias tras la aparición de prodigios. Se consulto de esta época citado por Ci
intensificó, durante estos años, la cos cerón en su De divincitione (I, 92), en el
tumbre nunca olvidada de observar cual se prescribía que en cada uno de
los prodigios y aplicar las correspon los doce pueblos de la confederación
dientes procuwtiones. En el 114-113 se etrusca las familias nobles debían
sentenció a muerte a tres vestales acu consignar al Estado rom ano seis de
La religión rom ana antigua 37
38 Akal Historia del Mundo Antiguo
sus hijos para realizar estudios reli esta máscara de cera coloreada y re
giosos. Como dice Heurgon, con esta vestido de los ornamentos de la m a
iniciativa era organizada oficialmen gistratura más elevada que había de
te la enseñanza de la Disciplina etrus- s em peñado el difunto, le hacía así
ca bajo la protección del Senado, que revivir.
m anifestaba así su interés por una Este cortejo podía ser, en ocasio
ciencia a la que Rom a recurrirá hasta nes, muy numeroso. Conocemos, ya
la caída del Im perio de Occidente. en el siglo I a.C., el de Sila (Serw.cid
Junto a los decemviros, el colegio de y4é77.VI,861), en el que la púrpura de
los harúspices —aun no pertenecien las togas de los censores y de los m a n
do n u n ca a los quattor amplissim a tos bordados de oro de los triunfado
collegia— se perfilará cada vez más res se mezclaba con el blanco de las
como un instrumento del Senado in praetextas de los consulares, pretores
cidiendo de m anera muy considera y ediles; o el de Junia Tertia, viuda de
ble en el juego político. Cassio, muerta bajo el reinado de Ti
berio en el que las imágenes de veinte
casas nobles figuraban en la ceremo
1. La concepción religiosa nia fúnebre (Y'ácAnn. 111,76).
Esta m u ltitu d de « an tep asados»
de la nobilitas que recorría la ciudad precediendo el
A lo largo de este siglo, la aristocra cuerpo del muerto se detenía final
cia tendió a disfrutar de la religión mente en los Rostra; allí, según su
como un instrumento para garantizar rango, se sentaban en sus sillas c u m
y consolidar su prestigio social. Una ies para oir la laudatiofunebris. Imagi
de las distinciones más importantes nemos el efecto de este ritual, acom
de quienes habían desempeñado las p a ñ a d o a d e m á s p o r el fu n u s t r a
magistraturas supremas dentro de la dicional (músicos y plañideras), so
nobilitas era el ius imaginum, el dere bre el resto de la población: «¿a quién
cho de cum plir ciertos ritos funera no espolearía, se pregunta Polibio
rios y de m antener así viva en la me (VI,53), ver este co n ju n to de im á
moria de los rom anos la gloria de genes y hom bre glorificados por su
aquél que conciud adanos y Júpiter valor, que parecen más vivas y an i
habían investido de una magistratura madas?».
superior. El ius imaginum o los ludi fúnebres
A su muerte, el titular del imperium —como los que se celebraron durante
era en g alanado con sus ornamenta los funerales de L. Emilio Paulo en el
magistral ia p la s m á n d o s e su rostro año 160— no eran sino unos de los
—antes de proceder a su incineración muchos signos externos que diferen
o inhum ación— sobre un molde de ciaban a la nobilitas incluso del resto
cera. Esta imagen era situada sobre el de las clases acom o dad as. Acorde
muro del atrium y bajo ella se inscri con su alto rango social, disponían de
bían en fórmulas breves su titulus. vestidos y calzados especiales, asien
C uando una familia tenía varias im á tos reservados en el teatro, etc., sien
genes expuestas, las bandeletas —stem- do la o stentación de la riqueza el
m ata— recorrían de un título y de modo de m ostrar públicamente su
un retrato a otro constituyendo un rango social, la dignitas. Este lujo no
verdadero árbol genealógico. Otra se entendería sin la conquista, a lo
imagen era situada en un armario re largo del siglo II, del Oriente helenís
servado al efecto y sacada de ciertas tico —Grecia y Macedonia fueron re
fiestas en las que se les rendía culto o ducidas a provincias en el 146— que
cuando un miembro de la gens moría. transformó la vida social y económi
En los funerales un m im o llevaba ca de Roma: la afluencia de riquezas
La religión rom ana antigua 39
contribuyó ind u d ab lem en te a q u e Los bacanales del año 186 a. C.
brar la unidad moral entre las clases «Todos los iniciados culpables de prostitu
altas y la plebe. ción y de muerte, de testimonios falsos, de
Sin embargo, el pensamiento reli firm as falsificadas, de testamentos su
gioso de la clase dom inante distaba puestos, o de cualquier otro delito igual
mucho de ser homogéneo. J. Scheid mente deshonroso, fueron decapitados. El
ha advertido cómo en el siglo II se número de los condenados a muerte fue
produjo una ruptura dentro de ésta mayor que el de presos; en las dos clases
hubo muchos hombres y mujeres. Entre
entre los partidarios de una absoluta
gaban las mujeres condenadas a sus pa
fidelidad a las tradiciones y aquéllos rientes o a aquellos en cuyo poder esta
que sostenían la necesidad de reacti ban, para que las hiciesen ejecutar en se
var y replantear la religión en base a creto; si nadie podía encargarse de su su
las «modernas» categorías filosóficas plicio, se las ejecutaba públicamente. En
im p o rta d a s f u n d a m e n t a l m e n t e de cargóse enseguida a los cónsules que se
Grecia. ocupasen en destruir primeramente las
M. Porcio Catón (234-149) suele ser Bacanales en Roma y después en toda Ita
considerado como la figura más so lia, y que no respetaran más que los alta
res y estatuas dedicados desde antiguo a
bresaliente de la primera tendencia. Baco. Por un "senatus-consulto" se dispu
Su obra De Re Rustica, en la que reco so que en adelante no habría Bacanales
m endaba al intendente rural cumplir en Roma ni en Italia; que si alguno estaba
los ritos romanos y mantenerse aleja convencido de la importancia y necesidad
do de formas religiosas extranjeras, de aquellos misterios, si no creía poder ex
basta para captar su apego a los cul cusarse de celebrarlos sin experimentar
tos y creencias tradicionales. escrúpulos y temer desgracias, lo declara
Frente a hom bres como Catón, se ría al pretor que lo pondría en conocimien
to del Senado; y si cien senadores, por lo
alza u n a nueva élite im p e ria lis ta
menos, le concedían autorización, podría
creada a partir de la segunda guerra celebrar la ceremonia en presencia de cin
púnica que gravitaba en torno a los co personas, a lo sumo, sin contribuir en
Escipiones, en particular a Escipión común a los gastos y sin acudir a sacerdo
E m ilia n o (185-125), hijo de Paulo te o sacrificador».
Emilio, nieto por adopción del Afri (Liv. XXXIX, 18)
cano. Desde el punto de vista religio
so este grupo intelectual trataba de personajes de la aristocracia romana
dar un nuevo contenido al culto po se e x p o n ía n e n tu s ia s m á n d o s e por
niendo en entredicho el antropom or una cultura extranjera que como ve
fismo y facilitando el camino de la remos fue duram ente perseguida: era
d i v i n i z a c i ó n de los n u e v o s jefes visto como renegar de la originalidad
políticos. Escritores y filosóficos crea del temperamento nacional. La reac
ron en torno a Escipión un cenáculo ción nacionalista contra las influen
de tendencia helenizante en el que cias griegas se exteriorizó de diversas
destacan griegos tan conocidos como formas; en los juegos triunfales del
el historiador Polibio o el filósofo Pa- año 167 la rudeza romana llegó al ex
necio de Rodas, renovador del estoi tremo de sustituir los números musi
cismo. Muchos romanos, parientes y cales de artistas griegos por el pugila
amigos de los Escipiones que ocupa to y un teatro grosero (Ateneo XIV,4).
ban altos puestos del cursus honorum Pero nunca la actividad de este cír
participaban en las conversaciones; culo se propuso m irar las bases de la
citemos, por ejemplo, a C. Lefio, Q. religión cívica y así vem os a sus
Fabio Emiliano o Calpurnio Pisón. miembros participar en los ritos reli
Las letras latinas estaban representa giosos tradicionales.
das por Lucilio y Terencio. No pode La misma nobilitas inició en este si
mos desconocer el riesgo a que estos glo un proceso que culminará en el
40 Akal Historia del Mundo Antiguo
Templo de Portunus.
42 Akal Historia del Mundo Antic
años más tarde fuera considerada por Pero aún existieron, al menos, otros
Cicerón (Pis.9) como una protección dos factores que influyeron en la pér
contra los tribunos «demagogos». dida del prestigio de la religión oficial
Esta ley anuncia una época —la de y a la larga modificaron su estructura
los G raco — en que la oligarquía se sin que fuera —y esto es lo grave—
natorial utilizaba abiertamente la re reemplazada po r otras nuevas.
ligión para luchar contra los políticos La producción literaria de la época
populares. F un dam entalm en te se ser despertó en buena parte de la socie
virá del prodigio, interpretado por los dad la duda. El teatro de Plauto y Te-
decemviri y los harúspides a conve rencio, que presentan a un Júpiter
niencia suya. amoroso o a un Mercurio entrometi
En el 121, en el mom ento culmi do, y sobre todo las obras de Ennio
nante del combate entablado por C. contribuyeron decisivamente a ello.
Graco contra los optimates, éstos di Ennio (239-169) procedía de la re
fundieron entre la multitud romana gión de Tarento y, tras la segunda
el rum or de prodigios que cond en a guerra púnica se instaló en Roma, en
ban, según ellos, la obra de su enem i ta b la n d o am istad con los grandes
go: Cayo Papirio C arbón, tribuno en personajes de la época como Catón o
el año 121, traic io n a n d o a Cayo y Escipión. De su producción literaria,
aliado con el partido oligárquico, ha que podemos considerar la más im
cer llegar a Roma la noticia de graves portante de la primera mitad del si
prodigios observados cuando Graco glo, se h an conservado fragmentos en
establecía sobre la antigua Cartago la los que se percibe su ataque a la reli
colonia de Junonia, proyecto al que gió de la antigua Roma. Epicharmus,
por su popularidad se había opuesto o b r a de i n s p i r a c i ó n p i t a g ó r i c a ,
repetidamente el partido senatorial. se abría con una exposición sobre el
Afirmaba C arbón que una violenta origen del Universo. Otro de sus tra
borrasca dispersó las entrañas de las bajos más conocidos, Evhemerus, n a
víctimas sacrificadas, y los cipos que rra con ribetes de parodia la historia
servían de límite a la nueva colonia y la genealogía de los héroes y dioses
fueron arrancados por lobos. que descienden de un primitivo rey:
Lo que R. Bloch llama la «explota «Y esto lo m aquinó tan astutamente
ción política del terror religioso» no que logró que sus huéspedes h on ra
se hizo esperar: las cartas de Carbón ran su nom bre con honores divinos,
fueron leídas ante el Senado desen formando de este modo un culto reli
cadenándose pronto contra C. Graco gioso a su persona. C om placiánle,
un clima adverso que culm inará con pues, llegando a celebrar ritos y fies
su asesinato. A partir de entonces y a tas en su nom bre todos los años... De
lo largo del siglo I a.C., el prodigio esta m anera Júpiter extendió por todo
será el arm a religiosa preferida en las el orbe de la tierra el culto a su reli
luchas políticas y los harúspices sus gión y dio e jem p lo a los d em ás»
intérpretes favoritos. (fr.64-76).
En opinión de algunos autores E n
nio se adhirió a las teorías de Epicuro
3. La helenización contra la teodicia al proclam ar la in
de la cultura justicia de la providencia divina: «Yo
siempre dije y diré que existe en el
E sta c o n c e p c i ó n de la relig ión cielo u na raza de dioses, pero pienso
como un «útil anim al (Je tiro que po que éstos no se preocupan de lo que
día mover el carro de la política», haga el género hum ano; pues si se
contribuyó a dism inuir el respeto por preocuparan, el bien sería para los
el culto y sus ceremonias. buenos y el mal para los malos, lo
La religión rom ana antigua 43
para ser justos los rom anos debían el rígido C a tó n se vio obligado a
detener sus conquistas. Al éxito si aprender el griego a una avanzada
guió el escándolo y una dura reacción edad.
senatorial. De las doctrinas filosóficas conoci
Sin embargo esta lucha del Estado das en Roma tan solo una, el epicu
romano contra los rétores y filósofos reismo, fue duram ente castigada; al
griegos estaba lla m a d a al fracaso. aconsejar la búsqueda de la felicidad
Muchas familias rom anas siguieron individual y sustraer al hombre y al
desde comienzos de siglo la costum universo de la acción de los dioses,
bre de contratar los servicios de estos aparecía como un peligroso elemento
pensadores, que fueron utilizados en destructor de la religión pública.
unas ocasiones como preceptores de De la misma m anera tampoco de
los jóvenes y, en otras, como conseje bemos sobreestimar el racionalismo
ros en la política; así, un o de los del siglo II que afectó fundamental-
maestros de Tiberio Graco era céle mente.a las altas capas sociales, muy
bre estoico Blossio de Cumas. A fines interesadas en la búsqueda de nuevos
de siglo era costumbre de las familias valores espirituales. El pueblo rom a
más pudientes enviar a sus hijos a no permaneció, en su mayor parte, te
Grecia, especialmente a Atenas, para meroso de los dioses y, en general,
que siguieran —entre otras— las en apegado a las viejas ideas. Pero es evi
señanzas de los filósofos. Es en fin dente que ya se había producido una
bien conocido el hecho de que hasta importante transformación.
2. Adivinación y política
Los decemviri — quindecemviri desde
Sila— y los harúspices fueron tam
bién —más que n u n c a — utilizados
en el juego político.
Los guardianes de los Libros Sibili
nos estuvieron presentes en b u ena
parte de los principales conflictos de
la época. El incendio, en el año 83,
del Capitolio y de los Libros Sagra
dos, que no pudieron salvarse, no fue
un hecho trágico pues en los años si
guientes se « re c o n s tru y e ro n » m e
diante diversas em bajadas a ciudades
griegas e itálicas. M. Torelli no des Friso de los Misterios.
Detalle.
carta que d icha reorganización se
realizara bajo la influencia etrusca.
De esta forma, en los años siguientes
se puso a prueba la colección.
En el 57 a.C., la colum na de Júpiter
erigida sobre el monte Albano fue al
canzada por un rayo; a causa de este
presagio, el Senado autorizó a los sa-
La religión rom ana antigua 49
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El calendario de Antium.
no se aplacaba a los dioses inm orta los peligros que entrañaba para la
les cuya intercesión, quizá, doblega ciudad: había que temer «que la cosa
ría las decisiones del destino» (Cic.- pública no sea lesionada por manejos
Ca//7.III19).Como la estatua de Júpi secretos, que hombres deteriorados y
ter había sido alcanzada también, re desposeídos no sean elevados a las
com endaron eregir sobre un zócalo dignidades, en fin, que no se cambie
elevado una más grande, orientada su la forma de gobierno» {de har. resp
cara hacia el oriente, es decir, hacia el 56).
Foro. Esperaban que m irando hacia Esta larga respuesta —de la que
el Foro y la Curia las maquinaciones sólo hemos extraído un fragmento—
que se tram aran contra la seguridad podía ir dirigida más o menos abier
de la República, el Senado y el pue tamente, según P. Wuilleumier, a to
blo podrían descubrirlas. dos los adversarios de los optimates: a
C u an d o dos años más tarde, en el P o m pe yo, re v estid o del im perium
63, C icerón c o m u n icó el descubri maius, a Clodio, agente de César re
m iento de la co n sp iración declaró conciliado con Pompeyo, a P. Vatinio.
que la m añ an a misma en que eran Las advertencias contra toda tentati
conducidos los conjurados a la sesión va de reem plazar la autoridad senato
del Senado que se celebraba en el rial por el poder de uno solo coinci
templo de Concordia, la estatua h a den con las aspiraciones políticas de
bía sido puesta en su lugar. Pompeyo, pero quizá el responsum
El responsum del año 56 es, gracias fuera dictado p ara situaciones ge
a Cicerón, el único que nos ha sido nerales.
transm itido literalmente. E n su De Lentamente la práctica de los aus
haruspicum responsis recoge la res picios, tan importante en el ámbito
puesta d ada por los harúspices al Se político, fue siendo sustituida en el
nado rom ano con ocasión de haber ejército por la consulta de las entra
sido oído un rum or subterráneo en el ñas por parte de los harúspices. C o
ager latiniensis; tras exponer las razo nocemos los nom bres de C. Postu-
nes del prodigio, los técnicos de la mio, haruspex de Sila o de Spurinna,
adivinación h aruspicinal señalaron el de César (que más tarde sería ele-
52 Akal Historia del Mundo Antiguo
de el año 87 difundió entre sus tropas una gran importancia a este cargo sa
la opinión de que era un hombre pro cerdotal; durante sus campañas con
videncial, protegido por Júpiter, A po tra Mitrídates en Grecia, en el año 86,
lo y Venus e inspirado y guiado en el lituus, el bastón augural, figuraba
sueños por los dioses, particularm en en el reverso de sus monedas de oro.
te por Fortuna. La diosa capadocia Más tarde, en el 82, monopolizó el de
Ma-Bellona fue quien, en el año 88, le recho de los auspicios. La lex Valeria
dio la orden de m arch ar sobre Roma. le dio la posibilidad de am pliar el po-
Este dictador era augur y otorgaba m erium, cosa que no sucedía desde
54 Akal Historia del Mundo Antiguo
La Curia,
La religión rom ana antigua 57
58 Akal Historia del Mundo Antiguo
Cronología
44 Asesinato de César.
62 Akal Historia del Mundo Antiguo
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,
Esta historia obra de un equipo de cuarenta profesores de va
f im m ,
rias universidades españolas pretende ofrecer el último estado
,
de las investigaciones y, a la vez ser accesible a lectores de di
HISTORIA versos niveles culturales. Una cuidada selección de textos de au
, ,
tores antiguos mapas, ilustraciones cuadros cronológicos y
orientaciones bibliográficas hacen que cada libro se presente con
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un doble valor de modo que puede funcionar como un capítulo
del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una
ANTÎGVO monografía. Cada texto ha sido redactado por. el especialista del
tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.