Para comenzar este apartado es importante aclarar qué se entiende por Ilustración. Históricamente se entiende bajo dicha denominación al “período que, más o menos, sigue al Renacimiento. También se da este nombre al movimiento filosófico que alcanzó su punto culminante en la segunda mitad del siglo XVIII. La característica básica de la Ilustración era la creencia en la superioridad de la razón sobre la superstición” (Gribbin, 2003). La Enciclopedia Herder agrega al respeto que el término designa a "un conjunto sistemático de ideas filosóficas y políticas que se extiende por países de Europa -Inglaterra, Francia y Alemania, principalmente- desde mediados del s. XVII al XVIII, y que se considera como uno de los períodos más intelectualmente revolucionarios de la historia". La mencionada confianza en la razón, así como las nuevas ideas sobre el progreso social, influenciaron no solo en la difusión de de ideas de tolerancia religiosa y ética y la defensa de la libertad del hombre, así como un nuevo optimismo sobre el modo de ver la vida. Todo eso fue acompañado por el triunfo de ciertos modelos de hacer ciencia que habrían surgido en los últimas décadas, entre ellas la física newtoniana. "El éxito de la física newtoniana al proporcionar una descripción matemática de un mundo ordenado desempeñó claramente un importante papel en el florecimiento de esta corriente durante el siglo XVIII, fomentando la aparición de filósofos que utilizaban una persuasión racionalista e impulsando también a los químicos y biólogos a pensar que los aspectos del mundo natural que entraban en sus disciplinas podrían asimismo explicarse tomando como base unas leyes sencillas" (Gribbin, 2003). El siglo en el que se desarrolla la Ilustración, también denominado "Siglo de las luces", estuvo marcado por un pronunciado crecimiento de la población mundial. La disminución de las guerras, así como de la morbilidad, la mejora de los factores climáticos, así como el desarrollo de los aspectos industriales permitieron un auge en los transportes y en la alimentación, factores esenciales para la prolongación de la vida. Así mismo, la agricultura se desarrolló positivamente, a través de la invención de distintas maquinarias que hacían más mecánico y ligero el trabajo: el arado de hierro, las primeras trilladoras, e incluso la maquina sembradora por parte de Jethro Tull. El uso de fertilizantes también influiría en este fenómeno. Una mayor necesidad en el control de los cultivos lleva al cercamiento de las tierras. Se produce también un mejoramiento en la ganadería, a través de la cría selectiva del ganado. El modelo estamental va dando paso a un modelo donde las diferencias entre clases se produce por motivos económicos, el comercio se desarrolla, y la colonización es una de las consecuencias de este desarrollo mercantil. Todo esto permite que entre 1760 y 1840 se produzca el fenómeno de la "Revolución Industrial" en Inglaterra, y de expansión a otros países como Francia y EE.UU. Todo ese desarrollo social va de la mano con las ideas de los pensadores "ilustrados" ya que ellos suponían que "el progreso de las ciencias y de la técnica implica también desarrollo social, bienestar y triunfo de la tolerancia. Para una mente ilustrada, el progreso es posible y corre a la par con la historia, espacio de tiempo en que tienen lugar los avances científicos" (Herder). Las relaciones entre ciencia, técnica, economía y política permiten el desarrollo de un proceso de transformación cultural. El hecho de que la "Revolución Industrial" se haya iniciado en Gran Bretaña, puede verse motivada a causantes políticas (el desarrollo de la monarquía liberal, y la los pocos efectos destructivos de las guerras acaecidas durante esos siglos en territorio británico), sociales y económicos (la abundancia del capital, de mano de obra, y la ya mencionada libertad económica que permitieron la innovación en las actividades industriales). A estos se le pueden sumar la existencia de puertos y ríos en los diversos países del Reino Unido, así como la existencia de materias primas como el hierro y carbón. Todo esto permitió el desarrollo de los transportes y la comunicación, el desarrollo de carreteras, canales, el ferrocarril, la navegación a través del uso del vapor, mejoras en los barcos. Además de las comunicaciones y el transporte, otros sectores industriales fortalecidos durante este período fueron el textil y en especial gracias a la invención de la máquina hiladora, y posteriormente el uso de la fuerza hidráulica. La invención de la máquina de vapor por Denis Papin en 1690, y el posterior perfeccionamiento por parte de James Watt, ocupa un lugar estelar dentro de los inventos de la Revolución Industrial. Si mencionamos la relación entre los distintos avances científicos y la Ilustración, debemos hablar de que a lo largo de los siglos citados la humanidad había perdido el lugar central que tuvo anteriormente. La consideración de la Tierra como un planeta más y el lugar que pasaba a ocupar el Sol, una entre tantas estrellas, marcó un giro en la consideración cosmológica del hombre. El ser humano pasaba a ser una especie más dentro de la Creación, y la felicidad pasaba por un asunto terrenal. El progreso científico y social irán de la mano, y el individuo y la sociedad pasaban a ser asuntos de importancia científica. La Ilustración como fenómeno intelectual tuvo particular incidencia en Francia y condujo a la Revolución de 1789. Dentro de las ciencias la matemática sería el instrumento que permitiría revelar las leyes de la naturaleza y asegurar su controla para el beneficio de la humanidad. Entre algunos de los pensadores más importantes del panorama intelectual del siglo encontramos a Voltaire, a Rousseau o a Montesquieu. La obra institucional más importante la representó la edición de "L'Encyclopédie" bajo la dirección de Diderot y D'Alembert en 1751. Años más adelante, el propio Kant (1784) en su obra "¿Qué es la Ilustración?" definiría a la perfección el espíritu y la importancia de esta nueva visión del mundo: "La Ilustración significa el abandono del hombre de una infancia mental de la que él mismo es culpable. Infancia es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puericia es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena. Sapere aude «¡Atrévete a saber!» He aquí la divisa de la Ilustración". Ante esta necesidad "ilustrada" se hacía cada vez más necesario elevar al hombre de la superstición, promoviendo su educación y reformando la sociedad. Para dicho desarrollo serían necesarias leyes que lejos de ser arbitrarias establecieran las relaciones sociales necesarias, dentro de este ámbito el trabajo de Montesquieu fue muy importante. Así mismo, la economía debía estar basada en leyes, y ahí el trabajo de Adam Smith sería muy influyente. Por otra parte, la matemática sería introducida en los estudios demográficos y surgiría la "aritmética política", generándose así mayor relación entre estas ciencias y las decisiones políticas. A lo largo de este período las universidades no contribuirían al desarrollo de la nueva ciencia ya que su labor se destinaría a la labor docente y no de investigación. La enseñanza de la filosofía natural sufriría una gran transformación en su estructura y contenido. Así mismo se crearon grandes academias científicas a imagen de lo que había sucedido en Londres y París con la Royal Society y la Académie Royale des Sciences respectivamente. Así se fundaron sociedades de este tipo en Berlín, Bolonia, Estocolmo, Edimburgo, entre otras. De la misma manera, se fundan observatorios astronómicos y jardines botánicos, así como diversas instituciones educativas que comienzan a formar un sistema educativo en desarrollo. Un dato interesante lo forma la mayor participación, aunque tímida, de las mujeres en el ámbito de la ciencia, tanto como participantes, lectoras o transmisoras. Como ya se mencionó una de las obras colaborativas más importantes del período fue "L'Encyclopédie", la cual comenzó a ser publicada a partir de 1751. En dicha obra participarían múltiples colaboradores, entre los que se encontrarían los ya mencionados Voltaire y Rousseau. En la misma se realizaba una sistematización del conocimiento humano, se dividía el entendimiento en tres facultades (memoria, razón e imaginación), dividiéndose la obra en apartados que según el objeto de estudio sería estructurado en aquellas cuestiones relativas a Dios, relativas al hombre y referidas a la naturaleza. Así mismo, la clasificación de las ciencias quedaría dividida en historia (asunto de la memoria), la filosofía (asunto de la razón) y el arte (asunto de la imaginación). La filosofía comprendería a las diversas ciencias, siendo entendida así la "filosofía" como sinónimo de "ciencia". Estas a su vez se oponían al "arte" que se subdividía en liberales o mecánicas. Dentro de las ciencias, ocuparían gran incidencia la física y la matemática. La primera abarcaría a la fisiología y la medicina, e incluso a la química, y se encargaba del estudio de las propiedades que no eran comunes a todos los cuerpos. Por otra parte, la matemática, que también era considerada una ciencia de la naturaleza, se encargaba del estudio de la medida, se dividía en "puras" (las que se encargaban de la cantidad en abstracto) y "mixtas" (las que se encargaban de la mecánica, la astronomía, la óptica, la acústica, etc). Gribbin (2003) al mencionar la relación entre Revolución Industrial y la ciencia menciona lo siguiente: “Una vez que estuvo en marcha la Revolución Industrial, ésta dio un fortísimo impulso a la ciencia, por una parte estimulando el interés por temas tales como el calor y la termodinámica, que tuvieron una gran importancia práctica y comercial en la era del vapor, y por otra parte aportando nuevas herramientas que los científicos podían utilizar en sus investigaciones”. Entre las ciencias que protagonizaron un desarrollo fortísimo, además de las mencionadas matemáticas y la física, dentro de esta última tuvo una gran consolidación la "visión mecanicista newtoniana del mundo" que representó un gran arraigo. Por otro lado, la química que habría sido rezagada durante los siglos previos al lado de la física, principalmente por la carencia de herramientas, en estos siglos se comienza a consolidar la primera de forma definitiva. La necesidad de instrumentos y herramientas por parte de químicos se oponía a la de otras ciencias como la astronomía, la zoología o la botánica, que podían hacer uso de técnicas sencillas para generar progresos en la materia. El control del calor fue uno de los temas de mayor preocupación para los practicantes de la química, problema que se prolongaría incluso hasta el siglo entrante (Gribbin, 2003). Dentro del proceso de los distintos experimentos, la balanza fue un instrumento clave, ya que todo se pesaba durante los mismos. Dentro de la química cabe mencionar la importancia de los trabajos de Black sobre la temperatura, los experimentos sobre electricidad realizados por Joseph Priestley, el descubrimiento del oxígeno, los estudios químicos de Cavendish, el descubrimiento de que el agua no es un elemento. Dentro del desarrollo de esta ciencia, un rol especial lo desempeña la obra de Antoine-Laurent Lavoisier, el "padre de la química moderna". Antoine-Laurent Lavoisier (1743–1794) ha sido mencionado como "el «padre de la química moderna», el «primer» formulador de la ley de la conservación de la materia, el «inventor» de la balanza, el «vencedor» de la teoría del flogisto, y el aguerrido combatiente que consiguió, luchando «en solitario» hasta el agotamiento contra viento y marea, cambiar la «oscura» tradición alquímica que mantenía en las más profundas tinieblas al resto del universo. Además, su trágica muerte lo convirtió en un mito, agrandado por la labor, casi hagiográfica, que muchos de sus sucesores realizaron de él" (Pellón González, 2011). Si bien esta visión ha sido recontextualizada en los últimos años, es cierto que el propio Lavoisier ya se proponía iniciar "una revolución en física y en química" (ob. cit.). Lavoisier estudio el aire, el sistema respiratorio, así como aporto nuevas denominaciones a los elementos químicos. Durante el período ilustrado se produjo una gran difusión de los métodos y aplicación de la matemática a las ciencias prácticas. Eso fue uno de los puntos que permitió el desarrollo de la mecánica. El desarrollo de la dinámica queda evidenciado en la segunda ley de Newton. En este período se establecen otros principios como los establecidos por Euler sobre el movimiento, los de presión interna de un fluido (entre Euler, Rond d'Alembert y Bernoulli), el "principio de d'Alembert" referido a la estática, el principio de mínima acción elaborado por Maupertuis. Todos los principios mencionados serían reunidos en la obra "Mécanique analytique" de J.L. Lagrange. Durante este período el método experimental fue dedicado especialmente al ámbito de la física, realizándose múltiples aplicaciones para investigaciones sobre electricidad. Franklin propuso en este período una teoría sobre la electricidad, estableciendo que existe un único fluido eléctrico, clasificando al mismo en dos tipos "positiva" y "negativa". En lo que refiere a la astronomía, durante este período se aumentó la precisión de las coordenadas celestes que sirvieron a la navegación, la topografía y la cartografía. Se realizaría una mayor determinación de la longitud geográfica , basadas en el desarrollo de un reloj de precisión usado en barcos, así como otro método basado en las distancias lunares, utilizando a la Luna como "reloj celeste", para esto sería necesario un catálogo de posiciones estelares y tablas sobre los movimientos de la Luna. Durante este período también serían importantes los estudios de Gray, Du fray, Coulomb, así como los del propio Franklin, sobre electricidad, los trabajos de Galvani y Volta, así como la invención de la batería eléctrica, los ya mencionados de Maupertuis y Euler, los trabajos de Benjamín Thompson sobre el calor y el movimiento, y los de James Hutton sobre geología. 2. El desarrollo científico en el siglo XIX El período abarcado en este apartado es el que comprende todo el siglo XIX y en especial el comprendido entre la Revolución Francesa en 1789 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial (1914). Durante este período se produce la consolidación de la ciencia como actividad socialmente aceptada para la idea de progreso y el avance social. Se suele denominar el "siglo de la biología" por la importancia que esta tuvo dentro de las ciencias naturales, en especial por el desarrollo por la influencia que tuvo la teoría de Darwin y los diversos descubrimientos dentro de dicha rama de la ciencia. “En el siglo XIX se produjeron muchos avances espectaculares en el mundo de la ciencia, pero indudablemente el más importante en cuanto a llegar al conocimiento del lugar que ocupa la humanidad en el universo (y se puede decir que el concepto más importante de toda la ciencia en su globalidad) fue la teoría de la selección natural, que, por primera vez, ofrecía una explicación científica del fenómeno de la evolución. El nombre de Charles Darwin está ligado para siempre a la idea de selección natural, y con razón; pero hay otros dos nombres, Charles Lyell y Alfred Russel Wallace, que merecen estar a su lado en el centro de esta fase de estudio de la evolución” (Gribbin, 2003). El progreso manifestado en la economía y la tecnología va de la mano con el desarrollo de la industrialización y la colonización. Se manifiestan en este siglo ciertos sucesos políticos de incidencia global, la derrota de Napoleón en Waterloo en 1815, y la unificación alemana e italiana. Estos dos últimos sucesos manifiestan el surgir del nuevo concepto de Estado Nación, que se encontraba sumamente cargado de sentimientos de identidad cultural y racial muy fuertes. A esto se suma la organización institucional de la ciencia, profesionalizándose el trabajo de quienes se encargaban de la misma. “Fue precisamente durante el siglo XIX cuando la ciencia dio el viraje para dejar de ser un pasatiempo de caballeros, en el que los intereses y la capacidad de un solo individuo podían producir un profundo impacto, y convertirse en toda una profesión para una población más amplia, donde el progreso depende del trabajo de muchos individuos que son, hasta cierto punto, intercambiables” (Gribbin, 2003). La ciencia se organizaría por especialidades, algo muy similar a lo desarrollado hasta la actualidad. En este período se empezaron a constatar las posibilidades industriales que ciertos desarrollos científicos permitían en la utilización de energías, tales como sucedieron en la química y la electricidad. Como sucesos de importancia cultural posteriores a la Revolución cabe mencionar la eliminación de las academias y los enjuiciamientos de Lavoisier y Condorcet, algo que si bien atentaba contra el trabajo científico no hizo prescindir de la ciencia en aquel entonces, ya que se crearon nuevas instituciones, entre ellas la École Polytechnique y la Academia de Ciencia, ambas en la última década del siglo XIX. Entre las influencias que recibiría culturalmente el nuevo siglo cabe mencionar las ideas del Romanticismo, movimiento artístico que si bien suele ser referida a ese ámbito, aportaba ideas como la de unidad o la visión orgánica y dinámica de la naturaleza que se contraponía con el racionalismo y el mecanicismo del siglo anterior. La influencia del Romanticismo se vio presente en la física y la biología. Como se ha mencionado antes, la biología fue de las ciencias que más esplendor conquisto en este siglo, en especial por la conocida teoría evolucionista. “Pese a las diversas corrientes, la evolución es uno de los pilares fundamentales de todas las ciencias de la vida. Darwin con su teoría consiguió unificar el mundo vivo con el mundo inanimado, y en este sentido, es posiblemente uno de los autores que más ha influido en la historia de la ciencia” (Adrover, 2011). Pese a eso no hay que cerrarnos a que la misma refiere exclusivamente a la figura de Darwin. “…como ya hemos visto, si a Darwin no se le hubiera ocurrido la idea, se le habría ocurrido a Wallace, y a partir de ahora veremos cada vez más frecuentemente que los descubrimientos se realizan más o menos simultáneamente, siendo sus autores distintas personas que trabajan independientemente y, en gran medida, sin que los unos conozcan los hallazgos de los otros” (Gribbin, 2003). “La contribución de Darwin a la ciencia no se limita al campo del Evolucionismo, sino que cultivó muchas otras disciplinas como la geología, la entomología o la botánica, con un enorme legado de publicaciones y cartas, propio de una de las mentes más despiertas de su tiempo” (Adrover, 2011). A lo largo de este siglo se produce un gran desarrollo industrial, ya mencionamos el perfeccionamiento de la máquina de vapor, el desarrollo en el transporte y las comunicación, a este se suma la demanda de nuevos materiales para la construcción, que fueran más resistentes para la fabricación de maquinarias, puentes y demás construcciones. El hierro fue sustituido por acero durante esta época. La industria química tuvo un marcado desarrollo en la segunda mitad del siglo XIX, uno de estos desarrollos lo refiere la síntesis de colorantes, que se vinculaban a la química orgánica. Otra de las industrias que tuvo gran desarrollo fue la eléctrica, y en especial por los trabajos de electromagnetismo de Faraday. La electricidad revolucionó el campo de las comunicaciones. En 1837 se patentaba el telégrafo, y en 1896 se patentaría el primer aparato de radio. Dentro de la química, a lo largo del siglo existirían teorías como la "mecanicista" de von Liebig y Wöhler, y la teoría "vitalista" de Pasteur. El trabajo de este último y su conocido proceso de pasteurización serían algunos de los avances más estelares de este siglo. "Durante el siglo XIX, la química no sólo alcanzó su condición de ciencia autónoma, sino la de ciencia de vanguardia, ciencia reina, modelo de ciencia positiva, ilustrando una concepción y una práctica efectivas de la ciencia pragmática y empírica" (Serres, 1998). Otro de los hitos de la química en este siglo lo representa la tabla periódica de Mendeleiev. "En 1869, Dimitri Ivanovitch Mendeleiev clasifica todos los elementos en un sistema periódico, según el orden de progresión del peso atómico. Actualmente su nombre figura aún en todos los libros, en todas las aulas de química, junto a la tabla periódica. La tabla de Mendeleiev encarna una representación anticipada de las clasificaciones actuales, basadas en el número atómico. Mendeleiev es saludado como un adivino, un profeta que en una intuición fulgurante, en un destello de genio no sólo se adelantó a la experiencia, al predecir la existencia de elementos desconocidos, sino a las teorías cuánticas del siglo XX" (ob. cit.). Como ya se mencionó una de las teorías más importantes de este siglo fue la del "Evolucionismo", pero cabe hacer algunas aclaraciones. "Para empezar aclaremos que el Evolucionismo precede a la figura de Darwin, pues es un error común confundirlo con el Darwinismo. Darwin fue quien mejor supo defender el Evolucionismo y, además, quien convirtió la evolución en una hipótesis de trabajo para los naturalistas de la época. (...) Pero es importante tener en cuenta que darwinismo no es igual a evolución «a secas». Darwinismo es evolución por medio de la selección natural. Nadie duda del proceso evolutivo, pero sí hay controversia y análisis en cuanto a sus causas." (Adrover, 2011). Ya en el siglo XVIII se había considerado la posibilidad de que se realizaran cambios en las especies, a través de los trabajos del naturalista Linneo y del conde de Buffon, el primero defendiendo que las nuevas especies se formaban por hibridación y el segundo a través de la tesis de que los animales actuales provenían de "familias primigenias". Entre los importantes trabajos que incidirían en la formación de la teoría "evolucionista" quizás el más notable sea los de Jean Baptiste Monet, caballero de Lamarck que propone su "Transformismo". "En 1802 Jean-Baptiste Lamarck publicó la primera Teoría de la transmutación (1910). Propuso una generación espontánea y progresiva de organismos vivos por acción de una «fuerza vital» que afectaría a la materia física. El mundo externo y las necesidades internas harían que esta fuerza vital (que también llamaba fluido nervioso) se repartiera y concentrara en determinadas zonas para dar lugar a nuevos órganos o, en función del uso, a la atrofia y expansión de los preexistentes (pues el fluido migraba de forma natural de los menos a los más usados)" (ob. cit.). Lamarck consideraba la vida como un fenómeno de origen fisicoquímico: "La vida, considerada en todo cuerpo que la posee, resulta únicamente de las relaciones que existen entre los tres objetos siguientes; a saber: las partes continentes y en un estado apropiado de ese cuerpo; los fluidos contenidos que están en movimiento; y la causa excitadora de los movimientos y de los cambios que se operan" (Lamarck, "Philosophie zoologique" de 1809). Entre antecedentes que influenciaron en la teoría de Darwin se pueden destacar los aportes en morfología a través de la Morfología funcional de Cuvier y la Morfología filosófica de Geoffroy. En lo que refiere a la teoría de Darwin, un hecho fundamental en la formulación de su teoría lo representa su viaje del Beagle, donde pasa por América, Oceanía, sur de África para volver después a Europa. "Esta etapa es crucial para el desarrollo posterior de sus teorías, y además le permitió reconciliarse con la geología, en la que también fue un destacado autor" (Adrover, 2011). "En la época en que regresó de su viaje (y quizás antes de su partida también) Darwin no tenía la menor duda de que la evolución era un hecho" (Gribbin, 2003). También los trabajos de Thomas Malthus influenciaron en Darwin, en especial su trabajo "Ensayo sobre el principio de población". "En este ensayo señaló que las poblaciones, incluidas las poblaciones humanas, crecían en progresión geométrica, duplicándose en un cierto intervalo de tiempo, para luego duplicarse de nuevo en un intervalo de la misma duración, y así sucesivamente. En la época en que lo estaba escribiendo, la población humana de América del Norte realmente se estaba duplicando cada veinticinco años, y todo lo que se necesitaba para esto era que, por término medio, cada pareja, cuando su edad estaba en torno a los 25 años, tuviera cuatro hijos que a su vez sobrevivieran hasta los 25 años. Dada la fecundidad de su propia familia, es seguro que Charles Darwin consideró que este requisito era muy fácil de cumplir" (Gribbin, 2003). "Thomas Malthus, economista británico que postulaba que el aumento de la población mundial estaba rozando los límites de explotación de los recursos naturales, lo que provocaría una lucha por la supervivencia de la que sobreviviría solo el más fuerte. Y resultó que las ideas de Malthus en ese libro fueron tremendamente clarificadoras para Darwin en el contexto de la evolución" (Adrover, 2011). Darwin posteriormente al viaje seguiría experimentando y redactando artículos sobre los mismos y su viaje en el Beagle. Su salud personal, así como ciertas desavenencias familiares como la muerte de su padre y su hija influyen en sus consideraciones personales sobre la vida. En noviembre de 1859 de "El Origen de las Especies por medio de la Selección Natural", o la "Preservación de las Razas Favorecidas en la Lucha por la Existencia", el cual se agota el mismo día que sale a la venta. El propio Darwin escribiría en la misma obra "Hay grandeza en esta concepción de que la vida, con todo su poderío, fue originalmente infundida a unas pocas formas de vida o a una sola, y en la idea de que mientras este planeta giraba inmutablemente de acuerdo a la ley de la gravedad, de un comienzo tan simple, las más bellas y prodigiosas formas de vida hayan evolucionado, y lo sigan haciendo" (Darwin, 1859, citado por Adrover, 2011). Darwin publicó cinco ediciones revisadas del "Origen de las especies". Pese a las críticas, durante la segunda mitad del siglo los naturalistas se fueron inclinando por el darwinismo. En dicha obra, Darwin no abordaba el problema del origen y la historia de la humanidad. Morfológicamente el ser humano parecía emparentado con los simios pero con facultades que le hacían diferente. Las posturas de Darwin se mostraban más desarrollistas y se apoyaban en las ideas de Lamarck. La mayor capacidad mental se debía al paso a la postura erecta, la liberación de las manos y el uso de herramientas, todo esto permitió el desarrollo de la inteligencia y el cerebro. Posteriormente, las teorías de la herencia, publicadas por Gregor Mendel en 1866, terminarían por confirmar las posturas anteriores de Darwin. La esencia de la teoría evolucionista es la transformación de las especies con el transcurso del tiempo. La teoría de Darwin atacaba en primera instancia a las teorías “fijistas” anteriores, y por eso marcaría un gran giro en la visión de la humanidad en sí. Además de los aportes de Darwin y los de Wallace a la ciencia, podemos mencionar en otros ámbitos los trabajos de Davy sobre los gases, el modelo atómico de Dalton, los estudios de Berzelius sobre los elementos, el número de Avogardo, las hipótesis de Prout sobre los pesos atómicos, los estudio de Wohler sobre sustancia orgánicas e inorgánicas, los trabajos de Cannizaro y su distinción entre átomos y moléculas. A estos se les agrega los ya mencionados de Mendeléiev, los de Joule y Thomson sobre termodinámica, los de Clerk Maxwell y Boltzmann sobre teoría cinética. Los estudios sobre electromagnetismo hechos por Faraday, además de sus líneas de fuerza. Todo esto dejaría un panorama de amplio desarrollo científico para el siglo XX, el cual no haría más que consolidar la importancia de la ciencia en el desarrollo social de las naciones y en el uso cada vez más acelerado de las tecnologías en la industria y la economía. Referencias bibliográficas.
ADROVER, José María. "Darwin y el evolucionismo". En: MELOGNO, Pablo;
RODRÍGUEZ, Pablo y Salomé FERNÁNDEZ (compiladores). "Elementos de Historia de la Ciencia". Montevideo: Universidad de la República, 2011. ENCYCLOPAEDIA HERDER. “Ilustración”. En: Encyclopaedia Herder – Concepta. Disponible en:https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Ilustración (Consultado el 19/11/17). GRIBBIN, John. "Historia de la ciencia (1543-2001)". Crítica, 2003. PELLÓN GONZÁLEZ, Inés. "Antonie-Laurent Lavoisier (1743?-1794) y la química del siglo XVIII". En: MELOGNO, Pablo; RODRÍGUEZ, Pablo y Salomé FERNÁNDEZ (compiladores). "Elementos de Historia de la Ciencia". Montevideo: Universidad de la República, 2011. SERRES, Michel. "Historia de las ciencias". Madrid: Cátedra, 1998. Presentaciones de los encuentros presenciales. - 5° TEMA: "Ilustración y Revolución industrial" - 6° TEMA: "El desarrollo científico del siglo XIX" (1° PARTE - 2° PARTE)