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, Aristóteles hubiera comprendido-perfectamente este punto


y también Heráclito, antes que él, y lo mismo un gran número
de eruditos y científicos desde el siglo XVIII procedentes de
muchos campos. Podemos pensar hoy más a menudo en lo que
ofrecen los museos paleontológicos cuando se nos ocurre la
frase «historianatural». Pero éste no es más que un significa-
do derivado y muy especializado. Los epidemiólogos y físicos
continúan hablando de la historia natural de una epidemia
5
o de una enfermedad (olvidando muchas veces en el proceso
la presencia de personas enfermas), al igual que los econo- La teoría de la evolución social
mistas se ocupan de la historia natural de la empresa. co-
mercial, los sociólogos de la historia natural de la revolución,
de las multitudes, ciclos de criminalidad, Y así sucesivamente.
La distinción entre la historia real y minuciosamente regis-
trada de una cosa y la historia que concebimos como deri- El principio de desarrollo supone también la existencia. de
vada de su propia naturaleza, cuando no es desviada o recibe un germen latente del ser -una capacidad o potencialidad-
otro tipo de interferencias, subsiste como diferencia funda- que lucha por realizarse. Esta concepción formal encuentra
mental para muchos de nosotros aunque rara vez hoy la existencia efectiva en el espíritu, que tiene la historia del mun-
establecemos de forma tan explícita como los filósofos del do como teatro propio, posesión privativa y esfera de su rea-
siglo XVIII. lización. No es propio de su naturaleza el agitarse de aquí
para allá entre el juego superficial de accidentes, sino que es
propiamente el árbitro absoluto de las cosas, completamente
inconmovible a las contingencias que, por cierto, aplica y ma-
nipula para. sus propios [ines. Hegel.
El verdadero espíritu general de la dinámica social consiste,
pues, en concebir cada uno de los estados sociales como re-
sultado necesario del precedente, y el móvil indispensable del
siguiente, de conformidad con el axioma de Leibniz: el pre-
'- sente está preñado de futuro. En este aspecto, el objeto de la
ciencia es descubrir las leyes que gobiernan esta continuidad.
I
Comte.
Ningún orden social desaparece. antes de que se hayan
,
1 desarrollado todas las fuerzas productivas que puede albergar,
y las nuevas y superiores relaciones de producción jamás apa-
recen antes de que las condiciones materiales de su existencia
I hayan madurado en el seno de la vieja sociedad. Marx.
Como es innegable que una parte de la familia humana ha
existido en un estado de salvajismo, otra parte, en un estado
de barbarie, y todavía otra, en un estado de civilización, pare-
ce igualmente que estas tres condiciones distintas están co-
nectadas entre sí en una secuencia de progreso tan natural

..
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como necesaria. Es más, esta secuencia ha sido hist6ricamen- tír' inmediatamente que las ideas de evolución social adqui-
te confirmada con respecto a toda la familia humana, hasta rieron cierto lustre a partir del año 1859, aproximadamente,
la categorla alcanzada por cada rama, respectivamente, se hace como consecuencia de la inmediata popularidad de la obra
,probable por las condiciones en las que se manifiesta todo el de Darwin, su dependencia 'con respecto a la misma no es
proceso, y por el avance conocido de diversas ramas de la absoluta. Pese al mito común 'conforme al cual El origen de
familia a través de dos o más de estas condiciones, Lewis las especies, de Darwín, destrozó la inocencia bíblica en la era
Morgan. victoriana, las principales ideas del libro eran conocidas inclu-
La tesis que me atrevo a defender -dentro de unos ti- so del público literato no especialista cuando apareció, y ya
mites-« es simplemente ésta: que el estado salvaje representa en vida del autor se hicieron unas ocho ediciones del libro.
en cierta medida una condici6n primitiva de la humanidad, En primer lugar, todas las obras principales que intervinie-
de la que se ha, desarrollado o evolucionado gradualmente, la ron en la formación de la teoría de la evolución social habían
cultura superior, mediante procesos que siguen [uncionando hecho aparición antes de la publicación del libro de Darwín.
regularmente lo mismo que antaño... Que la tendencia de la Nos referimos a las obras de Comte, Hegel, Marx, Spencer i,
cultura ha sido similar a lo largo de la existencia. de la socie- Incluso aquellas, que aparecieron poco después de la publi-
dad humana, y que podemos juzgar justamente con base en cación de El Origen de las especies, contenían claramente la-
su curso hist6rico conocido cuál puede haber sido su curso bor realizada mucho antes. Aquí podemos citar las obras de
prehist6rico, es Una teoria que goza claramente de derecho hombres como sir Henry Maine, Edward Tylor y Lewis Mar-
de prioridad como principio fundamental de la investigaci6n gan. 'Ninguna de estas obras clásicas de la' evolución social
etnográfica. Edward Tylor. hace referencia o muestra alguna evidencia objetiva o rela-
ción con la línea de estudio de la formación biológica de las
especies que se inicia en el siglo XVIII y culmina en la gran
1. FuENTES y CONTEXTOS obra de Darwin. '
Segundo, la diferencia entre la teoría de la evolución bio-
Corta es la distancia que separa la idea de progreso fiel lógica y la teoría de la evolución social es sustancial. Lo era
siglo XVIII y la teoría de la historia natural con respecto a ya en el siglo XIX, especialmente después de la aparición de
las perspectivas de evolución social en'el síglo XIX. En uno y las investigaciones de Darwin y Wallace, y la diferencia se in-
otro siglo, las palabras «progreso», «desarrollo», «avance» e' crementó cuando se sintetizaron los resultados, tanto tiempo
«historia natural» eran prácticamente intercambiables. Esto ignorados, ,de los' notables estudios de Mendel sobre genética
era igualmente Cierto en los escritos de los evolucionistas bio- con la teoría darwiniana de la selección natural. Este también
lógicos -notablemente, en El origen de las especies, de Dar- es un punto que merece ser puesto de relieve, pues muy a
win- como en los de los evolucionistas sociales. Todavía más menudo se recibe la impresión en las ciencias sociales de que
importante, las presunciones relativas a la naturaleza de cam- los estudios de la evolución o del desarrollo social, incluso
bio en el tiempo que sirven de' base a la teoría de la historia los del cambio 'social en general, derivan de una teoría y
natural pasaron directamente a la teoría de la evolución social método comunes a las ciencias biológicas y sociales. Pero no
del siglo XIX. ' es cierto. Admitiendo sólo unas pocas semejanzas en fraseo-
Insisto en este punto, pues uno de los errores más cu- logia ocasionalmente, la diferencia en el siglo XIX entre 'la
riosos de gran parte de los tratados modernos acerca de la
historia del pensamiento social es que el evolucionismo social 1. Véase el esclarecedor artícul¿ de Kenneth ,E. Bock «Darwín and
decimonónico era simplemente una adaptación de las ideas del Social 'Iheorye, Philosophy of Science, XXII (1955). También Ideology
evolucionismo biológico, especialmente de, Charles Darwin, al and Socíetv: Papers in Sociology and Potítícs. de DonaId G. MacRae
(Londres: Heínemann, 1961), con su excelente tratamiento de la rela-
estudio de las instituciones sociales. Aunque hemos de admi- ción del darwinismo con la evolución social (capítulos 11 y 12)~
'1
"

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efecto transformador que poseen tan evideIitemente sobre el
teoría de evolución biológica y la teoría de la evolución social comportamiento de los individuos y «poblaciones» humanas.
era profunda. Y tal diferencia subsiste en la actualidad, en una ¿Cómo, dado el lugar constitutivo de las instituciones y nor-
medida muy considerable. mas sociales, podía el comportamiento humano no ser estu-
Esta es la diferencia: mientras que la teoría biológica se
diado en alguna: manifestación de lo tipológico, cuando menos?
convirtió (en gran medida, en la exposición de Darwín;' por
completo, una' vez' fue fusionada con las grandes investiga; Mi propósito aquí no es, sin embargo, criticar ni defender
ciones de Mendel) en una teoria estadística y de la poblaci6n, el aspecto tipológico de la teoría de la evolución social. Es
la teoría de la evolución social fue, y sigue siéndolo hasta el simplemente hacer resaltar, con independencia de otra inten-
dia de hoy, una construcción tipológica. En cuanto a I~ teoría ción, la profunda diferencia entre la teoría de la evolución
biológica de la evolución no puedo hacer nada mejor que social y la teoría de la evolución biológica -<>sta última desde
citar aquí unas palabras magníficas y aclaradoras del biólogo Darwin en adelante, como mínimo.
contemporáneo de Harvard, Ernst Mayr: Darwin -es importante recalcarlo- tiene elementos tanto
tipológicos como demográficos en El origen de las especies.
Todos 'los organismos y fenómenos orgánicos están com- Probablemente es correcto decir que en un grado considerable
puestos de rasgos ünícos y sólo pueden describirse colecti- había dejado de ser un tipólogo sin que, no obstante, llegara a
vamente en forma estadística. Los individuos, o cualquier ser por completo un teórico de la población. Su mayor apor-
tipo de seres orgánicos, forman poblaciones, cuya media
aritmética y estadística de variación podemos determinar. tación singular a la teoría' evolucionista fue evidentemente la
Los promedios son abstracciones meramente estadísticas; idea de la selección natural, idea inseparable, como Mayr ha
sólo tienen realidad los' indíviduos de los que se componen, hecho observar, del pensamiento sobre la población. Sin em-
las poblaciones. Las conclusiones definitivas del pensador bargo, lo que se aprecia al propio tiempo en El origen de las
en materia de población y del tipólogo son exactamente
opuestas (... ) Muchos de los conceptos básicos de teoría.sin- especies es la continuación de varias ideas del siglo XVIIT
tética como el de selección natural y el de la población, -singularmente, las ideas de desarrollo progresivo-, la teoría
son éarentes de significado para el tipólogo. 2 física de la uniformidad de causas y efectos, y las del tipo de
continuidad genética que Leibniz había expuesto en su famosa
En la teoría de la evolución social, sin embargo, ocupa un frase: Natura non facit saltum (la naturaleza no da saltos).
lugar prominente el pensamiento tipológico. Esto fue indiscu- Todas estas ideas, como haré resaltar posteríormente en este
tiblemente cierto en las teorías decimonónicas de hombres, capítulo, derivaban de aquella concepción de cambio, tan anti-
como Comte, Marx, Spencer, Tylor y otros, pero 1)0 lo es tan- gua como los griegos, de la que nos hemos ocupado hasta
to hoy en día. Eltema en cualquier teoría de evolución social ahora en la exposición ofrecida de la metáfora de crecimiento.
tiende casi invariablemente a ser la clase social, el parentesco, Las dificultades internas, las contradicciones que se encon-
la cultura, la ley, la sociedad en conjunto, o uno de las doce- trarán en Darwin, proceden esencialmente de que éste se da
nas de otros tipos y estructuras en las que incide el compor- cuenta de que en la selección natural únicamente, como pro-
tamiento institucional y normativo de los seres humanos. No ceso, podrían explicarse las diferencias que presentaban los
cabe duda de que una medida: considerable de lo tipológico registros biológicos-verificación, sin embargo, que iba liga-
es inseparable del estudio del comportamiento social de los da a su falta de voluntad, por abandonar las premisas que
seres humanos. pues sería muy duro simular que entes tales estaban sacadas de una concepción del cambio en el tiempo,
como la Iglesia, la familia o la nación no son reales en la leal- mucho más antigua, y en gran parte, metafórica. La teoría
tad que inspiran, en la autoridad que hacen valer, y en el evolucionista postdarwiniana en biologia se ha construido so-
bre la sólida base de la selección natural como proceso, a lo
que se añadió, como he indicado, la serie de trabajos que
2; Animal Species and Bvolution, de Erost Mayr (Cambridge: The BeIk- empezó con Mendel y se centró en los mecanismos de las
nap Press, Harvard University Press, 1963), p. 5-6.
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variaciones que Darwin se limitó a dar por sentados en su Pero este punto de vista no es más defendible que el que
teoría de la selección natural. acabamos de examinar. Pues, lo mismo que en el primero hay
Cuando pasamos, no obstante, a la teoría de. la .evolución signos evidentes de que la teoría de la evolución social no
social, haIlamos algo diferente, que tiene en cuenta sólo tiene relación con el tipo de erudición histórica asociada a los
aqueIlas similitudes de concepto que he mencionado. La' teo- destacados nombres de von Ranke; Mommsen, MotIey y Pres-
1
ría de la evolución social en el siglo XIX -y esto es aplicable· cott, Evidentemente, la mayoría de los evolucionistas sociales
11
'1 desde Comte, a principios de siglo, hasta las obras posteriores -empezando por el mismo Comte, pero incluyendo también
I de Tylor y Morgan - se basa en nada comparable a los fenó- a Marx, Maine,Lubbock, Morgan y Tylor- utilizaron ocasio-
menos de variación que Darwin describió en su teoría de la nalmente la frase «método histórico» para describir sus tra-
selección natural. Se fundamenta precisamente en aqueIla con- bajos. Pero, como Comte explicó cuidadosamente en su obra
cepción de crecimiento de los organismos de que hemos· ha- La filosofla positiva, había interpretado la historia como una
blado a 10 largo de la obra. Tal crecimiento no es el modelo «historia abstracta», la historia separada de toda particulari-
de selección natural darwiniano o teoría postdarwiniana en dad de los hechos, acciones, personajes, lugares y períodos que
biología, sino el modelo de la teoría de la evolución social -v constituían la propia sustancia de 10 que se ocupaban los
así subsiste hoy en día en las ciericlas sociales. historiadores. Sin embargo la «historia abstracta» para Comte
Nadie expuso este hecho más explfcitamente que Herbert equivalía precisamente a un método para la historia de la
I Spencer cuando en su ensayo «Progreso. Su ley y causas», evolución, progreso o desarroIlo humanos.
J escrito en 1817, declaró que da serie de cambíosiexperímen-. Hay, 'en resumen, la misma diferenciación entre la teoría
'I
'1, tados durante el desarroIlo de la simiente hasta convertirse de la evolución social y la historiografiaen el siglo XIX que la
'" en árbol o del óvulo en animal constituye un avance desde la que observamos en el primer capítulo entre la teoría de los
homogeneidad hasta la heterogeneidad de la estructura» y que ciclos y la historiografía de Tucidides.
«esta ley o proceso orgánico es la ley de todo progreso». 3 En un sentido más Inmediato y directo, la misma diferen-
Spencer trató de mostrar que incluso en el reino biológico, ciación que acabamos de observar existe también entre lo que
en la sucesión de especies y géneros, era válida su ley de cre- en iel siglo l(VIII se. denominó «historia natural» e «historia
cimiento, y quizá sea ésta la mayor diferencia entre él y convencional». Y este es el punto más esencial para determi-
Darwin -aunque habían en verdad semejanzas, y los dos se nar el contexto y fuentes del evolucionismo social en el si-
admiraban. . glo XIX. La teoría de' la evolución social no es más que la
Antes de ocuparnos de los elementos conceptuales especí- teoría de la historia natural del siglo XVIII -ampliada, difun-
ficos de la teoría .f!e la evolución social, hay otro posible error dida, ramificada y repleta de un volumen de datos etnográfi-
que debe aislarse específicamente. De la misma forma que cos no conocidos por hombres como Ferguson, Smith y Rous-
una gran parte de los tratados interpretativos intentan hacer seau (y también en gran parte; aunque no completamente li-
de la teoría de la evolución social un subproducto del evolu- berada de la tendencia de la historia natural del siglo XVIII),
cionismo biológico, también hay.muchos escritos que colocan pero con todo, sigue siendo la misma teoría 'básica.
las teorías evolucionistas sociales bajo la rúbrica del gran in- Auguste Comte, en muchos aspectos el más sutil y más teó-
terés existente en el siglo XIX por la historiografia. Se dice fre- ricamente sofisticado de todos los evolucionistas sociales del
cuentemente que fue la explosión de Iaerudicíón histórica del siglo XIX -y también el más explícito-s-, estaba muy al corriente
siglo lo que sugirió a .los científicos. sociales la posibilidad de de todo esto. En su obra, La filosofía positiva, deja bien claro
ocuparse de la sociedad y, de sus instituciones «histórica- que en su descripción evolucionista del conocimiento y sociedad
mente». humanos se apoya, no en la evolución biológica (sobre la que
profesaba puntos de vista diversos y escépticos) ni tampoco
3. Essays, de Spencer, términos citados, p. 9-10.
en la historiografía, sino en las «nobles teorías» de hombres
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como Condorcet Hume y, muy especialmente, de toda la es- námica 4. El gran error de todas las teorías de la sociedad
cuela de filósofo's morales escoceses, a los que admiraba mu- precedente -escribió Comte, y sus palabras serían repetidas
cho. Nadie mejor que Comte conocía la línea recta que se por todos los otros- es que introdujeron una falsa dicotomía
prolongaba desde La Politica, de Aristóteles, con su descrip- entre orden y cambio. El orden -manifestó Comte- es orden
ción del crecimiento natural del estado, hasta su propia Ver- en el cambio; y el cambio es simplemente la realización ince-
sión de la evolución social. sante de un nivel de orden superior. Comte hizo de la está-
tica y dinámica los dos sectores amplios de su nueva ciencia
social: la sociología, pero jamás cesó de insistir, en las nume-
2. Lbs ELEMENTOS DE LA EVOLUCIÓN SOCIAL rosas variantes que dio de estas dos divisiones, en su insepa-
rabilidad en 10 referente a la observación real de las cosas.
La teoría de la evolución social es tratada comúnmente Lo dicho sobre Comte podría también- aplicarse a otros
más en cuanto a los aspectos de los orígenes y fases soste- contemporáneos suyos -Hegel, Marx, Tocqueville, Spencer,
nidos universalmente que los evolucionistas adelantan o ex- Morgan, Newman y Tylor, entre los que figuran los principa-
ponen que en 10 relativo a las premisas principales que hacen les exponentes de la teoría del desarrollo- que de un modo
referencia a la naturaleza del cambio que experimentan estos similar partieron del supuesto de que el cambio es tan natu-
orígenes y fases. Las premisas, pues, constituirán el tema de ral para el ente social como cualquier otro elemento de es-
esta sección, ya q1,leéstas, con preferencia a otros aspectos tructura. Para Comte, el ente era fundamentalmente el conoci-
más obvios, han demostrado ser las características rea1Illente miento humano, aunque en trabajos posteriores 10 amplió a
duraderas y más influyentes de la teoría evolucionista. la civilización en su integridad, Hegel 10 identificaba con la
¿Cuáles son estas premisas? Todas ellas surgen de la metá- libertad, Marx 10 asimilaba al medio de producción económica
fora de crecimiento, de la analogía de cambio en la sociedad a través de las épocas, Tocqueville decía que era la democra-
con el cambio en los procesos de crecimiento del organismo cia occidental y Spencer, cada una de las gamas completas de
individual. Las premisas más elementales y de más vasto al- las principales instituciones de la sociedad. Newman, por su
cance en su relación con las teorías de los principios evolu- parte, que hizo resurgir el evolucionismo agnstiniano en for-
cionistas sociales del siglo son las seis siguientes. mas muy sofisticadas, aunque perfectamente válidas en su
El cambio es natural. Natural, en cuanto al ser elegido por siglo, consideró que el ente era el cristianismo; para Morgan,
el evolucionista para su estudio. Ningnno de los teóricos de la el ser era la idea de parentesco, de propiedad y de gobierno
-evoluciórisocial cometió jamás el error de suponer que el civil, mientras que para Tylor el ser era la cultura en general, .
cambio es realmente constante en un sector o período de y la religión en particular. -
_tiempo determinado. Ningnno manifestó cegnera ante los he- En cada una de estas destacadas teorías del desarrollo se
chos manifiestos de inercia y estabilidad en la historia. -Pero, dio por sentada la naturalidad del cambio en el tiempo para
reconociendo -esto; los evolucionistas sociales dieron por sen- el ser considerado. En cada una de ellas el objetivo básico
tado, sin embargo, que el cambio en el tiempo es natural y era el mismo: mostrar las raíces del cambio avanzante en las
normal -y que cuando hallamos estabilidad hemos de catalo-
garla c~mo anormal, corno una especie de monstruosidad, o
bien se trata únicamente de una estabilidad aparente, debiendo 4. Positive Philosophy, de Comte, términos citados, libro VI, cap. 3,
especialmente p. 218-28. Quiero expresar mi reconocimiento aquí a
entenderse la realidad en cuanto a unas fuerzas de cambio Kennet B. Bock por la acertada exposición ofrecida en su obra The
subyacentes que precisan sólo más tiempo para manifestarse. Acceptance Di Histories: Toward a Perspective jor Social Science
El problema primordial para todos los evolucionistas so- (Berkeley University of California Press, 1956) con respecto a Ia evo-
ciales en el estudio de la sociedad fue el de hallar una conci- lución social como un sistema de ideas. Véase también su artículo:
«Evolution, Function and Change» en American Sociological Review
liación adecuada entre 10 que Comte denominó estática y di- 28, 2 (Abril 1963), p. 229·337.
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diversas fuerzas esenciales que constituían el ser en cuesti6n. subsiste como el aspecto más distintivo de la teoría de la evo-
Repito, era el ser -ya se tratara de una civilizaci6n en sen- lución social..
tido amplio o de una instituci6n específica o una forma cul- De ahí la ley de las tres fases de Comte, según la cual
tural- del que se pregonaba un desarrollo natural en el tiem- podría considerarse que el conocimiento humano ha atrave-
po; no era la suma total de zonas geográficas sobre la tierra. sado tres etapas: de la religiosa a la metafísica, y de ésta, a
En estas, como sabían muy bien los evolucionistas, se ven en la positiva (o científica). No sólo el conocimiento pasó en su
abundancia de divergencias, excepciones, y ejemplos de para- integridad por estas etapas, sino también cada una de las dis-
lizaci6n o estabilidad. Así como Fontenelle y otros fil6sofos del ciplinas ;-astronomía, física, química, biología y sociología
progreso contemplaron, en' el. siglo XVII, el crecimiento contí- (esta última fue la denominación que utiliz6 Comte para de-
nuo del conocimiento a través de las épocas, aunque plenamen- signar la única ciencia de la sociedad)- atravesó idénticas
te conscientes de las obstrucciones frecuentes a ese crecimiento fases. Más tarde, Comte adoptó la ley para abarcar no s610
en cualquier zona o período de tiempo dado, también los evo- el conocimiento, sino las artes e instituciones de 'Ia civiliza-
lucionistas sociales del siglo XIX reconocieron tales anormali- ción.
dades, pero sin abandonar su convicci6n de que el cambio es De ahí, también, la visi6n panorámica de Hegel del espí-
normal en, las instituciones humanas y que sus provisiones es- ritu de libertad desplazándose desde sus principios, muy limi-
tán firmemente enraizadas en la estructura de cada una. tad,:,s por cierto, en el Oriente, y con mayor ámbito de aplí-
El cambio es direccional. Esto, evidentemente, es una con- cacíón, hasta lo que creyó representaba su manifestaci6n de-
clusíén, no un hecho observable en sí. Podemos definir el finitiva y más amplia en la Prusia de su época. De ahí, que
cambio como una sucesión de diferencias en el tiempo dentro describiera Marx la direcci6n de la evoluci6n económica des-
de una identidad persistente '. Los tres aspectos de esta: defi- de la antigna esclavitud (con cierta forma de comunismo pri-
nici6n son fundamentales, aunque sólo en conexión.' Un mero mitivo anterior a ésta), pasando por el feudalismo y capitalis-
conjunto de diferencias no es necesariamente cambio. El paso mo y, a 'su debido tiempo, hasta el socíalismo y comunismo
del tiempo tampoco es cambio. Y evidentemente, una identi- -comunismo .maduro. De esta forma podían relacionarse el
dad persistente, con independencia de cualquier otra cosa, es pasado, el presente y el futuro en una serie direccional única".
lo opuesto al cambio. Tomados conjuntamente, sin embargo, Tocqueville se ocup6 de la direcci6n del cambio político
estos elementos forman lo que denominamos cambio. desde los primeros principios del «espíritu de igualdad. en la
Vemos la sucesi6nde cambios y quiero hacer resaltar la Edad Media, a través de la dimensión constantemente más
idea de pluralidad. Son indispensables, sin embargo, 'el aná- vasta de la democracia, dimensión que proyectó también hacia
lisis y la deducción, o la metáfora o la analogía, para unir la el futuro, en el que veía la clara posibilidad de una sociedad
pluralidad de los cambios observados en un simple proceso de masas vencida por el despotismo, considerando que am-
avanzante, Y se necesita más análisis y deducci6n para llegar bas características habían estado presentes desde el principio,
a la conclusi6n de que este simple proceso avanzante tiene al menos en grado embrionario. A diferencia de los otros evo-
principio, centro y fin, es decir, dirección en el tiempo. lucionistas, Tocquevílle escribi6 poca acerca de la humanidad
. Para cada uno de los evolucionistas sociales era esencial en general, y debe decirse que es, entre todos, el que más se
el que esta direcci6n fuera especificada en cualquier ser cuyo
desarrollo se 'proclamara. En estas condiciones se nos ofrece 6. Véase la obra ~el autor «The Year 2000 and A1I 'I'hat», en Commen·
la secuencia de fases o etapas, que para muchos de nosotros tary, 45, 6 (Jumo 1968), 60-66. En ella parto de la base de una direc-
cionalidad lineal en el cambio histórico que se oculta tras los es-
fuerzas por predecir el futuro, esfuerzos que han llegado 'a la madurez
S. Baso esta definición del cambio social en el tratamiento del cambio en la actuahdad, pero que, como hago resaltar en ese artículo han
presentado en Elements Di Metaphysics (Londres: Methuen & Co., constituido siempre un aspecto de la filosofía occidental 'de :fu. hís-
1903), deé. B. Taylor. Véase capítulo 5 sobre cambios y causalidad. toria o del desarrollo.

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aproxima al punto de vista, «histórico», limitándose únícamen- Como ya hice observar, el objetivo primario de la teoría de la
te a Europa desde la Edad Media. Pero el evolucionismo, en evolución social era descubrir los requisitos para el cambio
el sentido en que 10 describo aquí, es con todo una caracterís- que radican en la naturaleza o estructura de cualquier cosa
tica fundamental del tratamiento de la democracia por .Toc- sometida a observación. Esto hizo Inevitable que el énfasis
queville. recayera en la inmanencia.
Me limitaré a dar unos detalles, Sir Henry Maine, ciñén Realmente, la inmanencia es el atributo esencial de toda la
dose a las instituciones legales, vio la dirección de la evolu- teoria de la evolución social. Todos los evolucionistas conocían
ción como la que parte del estatuto para llegar al contrato. las fórmas de cambio que no eran inmanentes al sujeto próxi-
Spencer sostenía una' dirección evolutiva para todo. La más mo. Todos estaban enterados de los impactos, sucesos,acci-
general fue su «homogeneidad hacia la heterogeneidad»: un dentes e interferencias espontáneas, es decir de los anteceden-
proceso de direccionalidad que incluía tanto la sociedad polí- tes históricos que contrastan con la evolución. Pero, como ya
tica como la célula embrional esterilizada. Pero dentro de he recalcado, la evolución social como teoría sentaba premisas
esto había que discernir los esquemas de crecimiento más en el estudio de las entidades, no en la totalidad del registro
específicos de cada institución. Lewís Morgan expuso de di- geográfico o histórico del hombre. En las' instituciones de
versas formas la dirección evolutiva entre las que «salvajis- religión, de propiedad, de parentesco o economía habían unas
1, mo», «barbarie» y «civilización» eran las más comprensivas.
I1
fuerzas, se argumentaba, que engendraban el crecimiento.
l', Consideró el gobierno pasando de la propiedad «personal» a ¿De qué otra forma podría ser dirigido el cambio sino
la «territorial»" de los bienes públicos a los personales, a 10' como unas fuerzas inherentes a la cultura, a cada una de las
individual y contractual; el parentesco desde el vínculo de instituciones, que en su interacción proporcionaban el nece-
consanguinidad, pasando por diversas etapas intervinientes, sario dinamismo? 8 Evidentemente, el crecimiento natural e
hasta llegar a la forma moderna occidental. Durkheim en su inmanente podría ser frenado o desviado -podía serlo, y fre-
obra principal, La división del trabajo social, sometió a trata- cuentemente lo era. Todavia era importante descubrir esa
miento evolutivo el tema de la solidaridad social, considerando especie de cambio que, suponiendo la falta de interferencias
que la dirección normal era desde la «solidaridad mecánica» o accidentes de mutación, podía considerarse como inherente,
a la «solidaridad orgánica» 7. Así quedaba perfilada la trayec- como una función del propio sistema, incluso como el creci-
toria. Nadie puede pasar por alto el hecho de que en cada miento de un organismo. ,
uno de los casos -sin excepción- la dirección de cambio Aquí, al igual que en otras relaciones, las ideas de Leibniz
hallada por el evolucionista apuntaba hacia el grupo especí- son profundamente relevantes, como percibieron rápidamente
fico de cualidades- poseídas únicamente por la Europa Occi- la mayoría de los grandes, evolucionistas del siglo XIX -Comte
dental. Ampliaremos detalles en el próximo capítulo acerca de y Darwín, entre ellos. «Cuando hablo de la fuerza y acción de
este tema, aunque no debemos perder de vista los matices los seres creados -había escrito Leibniz en 1714- quiero dar
etnográficos de los esquemas de desarrollo universalmente sos- a entender que cada ser creado lleva en si un futuro estado,
tenidos y que no hemos revelade todavia.
El cambio es inmanente. Es inmanente en la entidad que 8. Vale la pena recordar aquí que desde Aristóteles, pasando por San
se considera. Esto es aplicable, argumentaba el evolucionista Agustín, hasta los modernos expositores de la idea del progreso, la
social, a la sociedad como un todo, pero también a cada una esencia de la teoría del cambio expuesta por cada uno de ellos ha
de las instituciones constituyentes principales de la sociedad. sido su carácter interno, es decir, su aparición como consecuencia
de fuerzas permanentes e inmutables contenidas dentro del ser so-
metido a observación bien fuera la polis, la humanidad en conjunto
7. Durkheim abandonó su enfoque «panorámico» hacia la evolución so- o el conocimiento humano. Es Ia presunción de fuentes internas de
cial al terminar este libro. Sin embargo, continuó utilízando los ele- Cambio que es, por encima de todo, el nexo entre el evolucionismo
mentas fundamentales del evolucionismo en sus obras subsiguientes, social del siglo XIX y el funcionalismo contemporáneo, aspecto- del
aunque con una perspectiva más limitada. Véase el capítulo 7. que me ocuparé con algún detalle en los capítulos 7 y 8~
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y que, naturalmente, sigue un cierto curso, si nada lo impi- vieja sociedad.».'o Como. es patente, Marx estaba preocupado
de.»' (El subrayado es del autor.) Cuando Leibniz escribía es- t"?-to por lo mIcroCÓSmICO como por lo macrocósmíco en su
tas palabras, estaba pensando en .10 que denominó «mónadas»: busqueda. de la «ley económica de movimíento» de la sociedad.
componentes esenciales de la realidad en la terminología de En lo mícrocósmíeo encajan sus investigaciones en torno a
Leibniz, y que, según dijo, «no pueden, naturalmente, ser mo- la estructura interna del capitalismo, tal como lo halló en su
lestados en sus determinaciones interiores, puesto que inclu- «for~. más desarrollada» en Inglaterra, y su imaginado des.
yen la representación de todo lo externo a ellas». cubrimiento de los elementos, los elementos estructurales in-
Los tratadistas posteriores, sin embargo, y aquí incluímos oternos, que formaban la fuerza motriz de la ley de movimíen-
los pertenecientes a los síglos. XIX Y xx, estaban dispuestos a to que podía observarse en términos macrocósmicos durante
olvidar las presunciones «monadológicas» de Leibniz conser- las épocas del pasado así como del presente. Del mísmo modo
vando agradecidos su propuesta de que en cualquier estruc- que .los mteresadospor la «historia natural» del siglo XVIII
tura o entidad existe una forma de crecimiento en .el tiempo partieron del supuesto de que en cada sistema social. hay un
que dimana de su composición interna. La tarea primordial esquema na~al o normal de cambio encajado en su interior
de la teoría del desarrollo del siglo XIX, como he observado, -que se manifestará a su tiempo, siempre que nada se inter-
consistía en determinar el rumbo o dirección de cambio en ponga en su curso- así también Marx dio por sentado que
cualquier entidad o sistema que se considerara, pero era pre- . en el capitalismo hay un curso natural de desarrollo, que
císo algo más que describir lo que parecía ser la curva de puede ser retardado temporalmente por fuerzas extrafias o
desarrollo en el pasado. Pues, a menos que pudiera mostrarse' acelerado por ejemplo, por influjo de una vanguardia acelera-
que tal desarrollo surgía de la propia naturaleza de la socie- da del pro~e~ariado, pero eso, a la larga, no puede ser abolido
dad o institución considerada, ¿ cómo podía tal desarrollo ser por la decísíón humana.
declarado una ley fija, como Comte, Marx y Spencer, entre Para Comte, las leyes de dinámica social funcionaban con
otros, pretendían? fuen:a inexora~le,. simplemente porque se fundaban «en las
Lo que había facilitado a los filósofos del siglo XVIII la propíedades ~~c~pales de nuestra especie, propiedades que,
certeza de un progreso humano indefinído fue el hecho de que latentes al prmcipro, pueden entrar en juego solamente en ese
provenía de fuerzas internas con respecto a la humanídad, no estado aVw:w'do de vida social para la que están exclusiva-
de elementos voluntarios o accidentales externos a la misma. ment~ ~estiD:adas». 11 Con antelación a su propia época, con
La mísma presunción de inmanencia se presenta en la teoría ante~o~dad mcluso.a sí mismo, Comte pensó COn serena auto-
del desarrollo del siglo XIX. convicción que la filosofía del progreso y la filosofía del or-
Las denominadas leyes de dinámica social de Comte, «hi- den habían sido .mutuamente. s:paradas. Comte creyó que su
pótesis de desarrollo» de Spencer, «ley económica de moví- sUPr:ma ~porta~Ión al conocmnento había sido mostrar que
míento de la sociedad moderna», de Marx, tenían en común la «~JDám"?a social» y la «estética social» no son sino dos pers-
una convicción por parte de sus autores de que los procesos pe~tivas diferentes de observación del mísmo fenómeno: la
de cambio direccional y acumulátlvo, de los que se ocupaban, SOCIedad humana, en pr?gresivo desarrollo, que proviene ínexo-
eran: inmanentes .a los sistemas sociales que se estudiaban. rabl:mente de las cualidades contenidas en la misma.
«Ningún orden social desaparece. -escribía Marx- antes: Sm embargo, lo mísmo creyeron cada uno de los otros tita-
de que se hayan desarrollado. todas las fuerzas productivas nes ~el evolucionismo en el siglo XIX. ¿ Que ocurriría a la demo-
que puede albergar, y las nuevas y más elevadas relaciones de cracia en el futuro? Pues, creía Tocqueville, en el pasado de-
producción jamás aparecen antes de que las condiciones ma-
teriales de su existencía hayan madurado en el seno de la 10. A Contribution to the Critique Di Political Economy de Marx trad
de la segunda edición alemana por N. l. Stone (Chi~go: C~les H:
Kerr and Company, 1904), p. 13.
9. The Monadology, de Leibniz, en los términos citados, p. 44, n. 1. 11. Tne Positive Philosophy, de Comte, 1I, 299.

13. CAMBIO SOCIAL


176 CAMBIO ~OCIAL B HISTORIA LA TEORíA DE LA BVOLUCIÓN SOCIAL 177
rivaba directamente de la naturaleza interna de la democracia: verdaderamente evolutivo, verdaderamente emergente del prí-
su rigida e ínextírpable contradicción entre los valores de mitivismo apostólico original de la cristiandad, que formaba el
igualdad y libertad, su indeleble tensión entre individualismo trasfondo enunciado de su abandono del anglicanismo y su con-
y el gobierno, de la mayoría. Dados estos elementos estruc- versión al catolicismo romano. Se experimenta un gran placer
turales, ¿no era posible ocuparse de la democracia en forma al meditar en el gran Ensayo de Newman. Su propósito fue
muy similar a la que hemos visto a Marx tratar el capitalismo, tan estratégico, incluso táctico, como lo había sido el de San
y a Comte, el conocimiento humano y la cultura, o dentro de Agustín mil quinientos años antes. Y lo mismo que San Agus-
la tradición agustiniana, la cristiandad? tín había utilizado argumentaciones intelectuales paganas y
Cuando John Henry Newman escribió, 'poco antes de su laicas para volver a las tablas contra los enemigos de la cris-
trascendental conversión al catolicismo en 1845, su Desarrollo tiandad, lo propio hizo Newman. No hay un solo elemento
de la doctrina cristiana que utilizaba, de una forma consciente crucial en .la perspectiva decimonónica del evolucionismo que
y' por convencimiento propio, el concepto de desarrollo para falte en su argumentación a favor del actual carácter del cris-
I probar que, con independencia de todo lo que había ocurrido tianismo. Ciertamente, los usos de la idea de evolución eran
a la cristiandad desde el siglo XVI, existía un poder y lógica múltiples en el siglo XIX.,
I internos' de la cristiandad, que determinaba su desarrollo glo-
I" :~ bal, y que hacía de la cristiandad de la edad moderna, a pesar El cambio es continuo. Utilizo este importante término, no
'1 de todas sus manifiestas diferencias con el cristianismo de los en el sentido corriente de lo constante u omnipresente, sino
,j Apóstoles, el desarrollo evolutivo claro y lineal de la forma en el más estricto y antiguo de gradación lógica de pasos den-
más antigua. Pero, -prosignió Newman- de un modo muy tro de una serie única. La designación puede ser puramente
similar al del biólogo, lo mismo que hay un desarrollo que matemática o taxonómica, o puede ser genética y secuencial
,1 Viene del interior de un sistema de ideas, también hay corrup- como en el desarrollo. La idea de continuidad es, como Arthur
ción. ¿Cómo -se preguntaba Newman- hemos de distin- Lovejoy dejó perfectamente claro en su obra La gran cadena
,j gnirlos? «La prueba más difícil es sugerida por la analogía del del ser, una de las ideas fundamentales del pensamiento occi-
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I
desarrollo físico, que es tal que las partes y proporciones de dental, tan evidentemente rico en filosofía griega, romana y
la forma desarrollada corresponden a las que pertenecen a medieval como en el pensamiento del mundo moderno. A me-
sus gérmenes (... ) Luego, ese desarrollo debe considerarse una nudo, la idea de continuidad indicó gradación lineal únicamen-
corrupción que oscurece o perjudica su idea esencial, o que , te, como la existente desde el ser más pequeño concebible so-
trastorna las leyes de desarrollo que constituyen su organiza- bre la tierra hasta el propio Dios, sin que se admitan posibles
ción, o que invieste su curso de desarrollo; que no es corrup- espacios intermedios. Pero, a partir de los griegos, la idea de
ción lo que encierra a la vez un estado crónico y activo, o que continuidad podía también denotar gradaciones de crecimien-
es capaz de mantener juntas las partes componentes de un to acumulativo y genético, y en consecuencia, lo más opuesto
sístema.» 12 a lo interrumpido o discontinuo.
Newman construyó con base en estas premisas evolutivas Natura non facit saltum había sido la forma sentenciosa de
lo que denominó las siete pruebas por las que podia distin- Leibniz de expresar la ley de la continuidad. Y la proposición
guirse el desarrollo genuino de la corrupción. Su objetivo era «la naturaleza no da saltos. se abrió camino desde la monado-
el cristianismo, la determinación de lo que era válido y ge- logía de Leibniz a zonas tan apartadas y distintas como la
nuino en la cristiandad contemporánea, y como sabemos, esta- teoría de la revolución de Marx y la teoría de la selección na-
ba convencido de que en el catolicismo ,radicaba lo que era tural de Darwin. La importancia del concepto de continuidad
en la teoría del desarrollo es obvia. De otro modo, ¿cómo pue-
12. An Essay on the Development 01 Christian Doctrine, de 1000 Henry
de el cambio ser declarado direccional, predecible, salvo por
Newman (Londres: James Toovey, 1845), p. 58, 63-64. ' razón de su continuidad? O bien el presente, en palabras de

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178 CAMBIO SOCIAL B HISTORlA LA TBORiA DB LA BVOLUCIÓN SOCIAL 179

Leibniz, está preñado de futuro (como el pasado está preñado variación continua. Aunque no halló tales antecedentes en geo-
de presente) o todo es calidoscópico e incapaz de imputación logía,encontró, en cambio, razones por las que no debía es-
científica de casualidad. 'Tal es la argumentación implícita. perarse realmente que los antecedentes geológicos fueran per-
Darwin hizo reposar todo su sistema sobre este concepto. fectos en este aspecto. «Pero» -escribió Darwin con encanta-
«Dado que la selección natural actúa únicamente acumulando dora ingenuidad- «no pretendo haber dudado jamás de cuán
ligeras, sucesivas y favorables variaciones, no puede producir deficientes eran los antecedentes en las secciones geológicas
grandes o repentinas modificaciones; sólo puede actuar me- mejor preservadas, pues ha ejercido una presion. muy fuer-
diantepasos cortos y lentos. De ahí que la regla Natura non te en mi teoría la ausencia de innumerables vínculos de
. facit saltum, que cualquier nueva adición a nuestro conoci- transición entre las especies que vivieron al principio y fin
miento tiende a confirmar, sea inteligible, basándose en esta de cada formacíón.» 15 (El subrayado es del autor.) La teoría
teoría.» 13 á que se refiere Darwin es la de la continuidad evolutiva.
Lo que indicaba esta teoría de variaciones infinitesimalmen- Evidentemente, los biólogos tuvieron una cantidad de tiem-
te pequeñas y continuas, coino Darwin advirtió, era que todas po prácticamente ilimitada para establecer grandes diferencias
las especies vivientes han estado relacionadas con la especie acumulando los resultados continuos de insignificantes dife-
matriz de cada género «por diferencias no mayores a las que rencias. Si una transición determinada debe haber precisado
vemos entre las variedades naturales y domésticas de la mis- un millón o diez millones de años para la realización en cuan-
ma especie en el dla de hoy; y estas especies matrices, ahora to a la continuidad, no había ningún problema de indicios al
generalmente extinguidas, han estado a su vez similarmente tomar en consideración ese tiempo en los límites casi infinitos
relacionadas con formas más antiguas; y así sucesivamente ha- del tiempo geológico y biológico.
cia atrás, convergiendo siempre al antepasado común de cada Los científicos sociales no dispusieron de ese pasado inter-
clase principal, de tal forma que debe haber sido inconcebible- minable, y no pudieron, como los biólogos, abstraer sus teo-
mente grande el número de vínculos intermedios y transito- rías de cambio completamente de los datos de la historia.
rios, entre todas las especies vivientes y extinguidas. Pero A pesar de este hecho, la teoría de la continuidad conservó la
con toda seguridad, si esta teoría es cierta, tales (especies) primacía en la evolución social del siglo XIX con el mismo vi-
han vivido sobre la tierra». 14 gor de los dos siglos anteriores, en que los defensores de
La dificultad, sin embargo, como Darwin se vio forzado a los modernos. utilizaron la misma teoría en su controversia
reconocer, es que los antecedentes geológicos, aun en aquellas con los partidarios de los antiguos durante la «batalla de los
partes de la tierra en que los estratos de fósiles eran muy libros».
numerosos Y aparentemente continuos, no empezaban síquíe- Un cuarto de siglo antes de la aparición de El origen de
raa apoyar la teoría de los innumerables vínculos transitorios las especies, Comte citó a Leibniz en forma ratificatoria apo-
y admirablemente graduados, y con ellos, la teoría de Ias Va- yando su discusión o calificación la opinión en que «el pre-
riaciones continuas y sin saltos en el tiempo. Hay, pues, un sente está preñado de futuro», y de que «la naturaleza no da
entero capítulo en El origen de las especies con el título: «So- saltos». Podemos aprovechar, escribe Comte, la estratagema
bre la imperfección de los antecedentes geológicos». Hay cier- de Condórcet de «suponer una nación única a la que podamos
tas pruebas de que Darwin, en los comienzos, babía esperado atribuir todas las modificaciones sociales consecutivas de las
hallar, en algunas secciones de la tierra, unos antecedentes
geológicos «perfectos», es decir, que apoyaran la teoría de la 15. [bid., p. 249. Como ya he hecho resaltar en diversos puntos de esta
obra, la fidelidad de Darwin a los principios de continuidad y ca-
sualidad uniforme superó a la que demostraron sus más devotos se-
13. The Origin of the Species.. de Darwin, en los términos citados, p. 361. guidores. Véase en este sentido Darwinand the Darwinian Revolution,
Véase también p. 152. de Gertrude Himmelfarb (Anchor Bocks, Nueva York: Doubleday &
14. tu«, p. 235. Company, 1962), especialmente capítulo 4.
CAMBIO SOCIAL E HISTORIA LA TEORtA DE LA EVOLUCIÓN SOCIAL 181
180
que actualmente somos testigos entre los distintos pueblos». todo lo opuesto a la continuidad. He aquí cómo relata Marx
Obsérvese aquí que las modificaciones a que se refiere Comte la ley de la continuidad de Leibniz:
son de diferencia clasificadora, cuestión que pondré de relíe-
y aun cuando una sociedad haya llegado al sendero acero
ve más adelante. Con todo, facilitan la base de la teoría del tado para el descubrimiento de las leyes naturales de su
cambio continuo de Comte. 'Es, declara, «Ia lenta y continua movimiento, y sea el designio primario de este libro revelar
acumulación de estos cambios sucesivos lo que constituye grao la ley económica del movimiento de la sociedad moderna,
dualmente el movimiento social, cuyos pasos están ordinaria- no puede 'Salvar mediante atrevidos saltos ni apartar me-
mente marcados por las generaciones, lo mismo que las varía- diante normas legales los obstáculos que presentan las fases
sucesivas de su normal desarrollo. Pero puede acortar y all-
ciones elementales más apreciables están formadas por la viar los dolores del parto. lB
constante renovación de adultos». lO
¿ Cómo concilia Comte esta ~sever~ci~n de la. continui~ad Hay que hacer resaltar que Marx sabía mucho de historia,
del cambio con los hechos de discontinuidad, de interrupción, de historia real, de las historias de naciones y pueblos espe-
que, como él no puede menos' de advertir, eran la. sust~cia cíficos y muy especialmente, de los ingleses y de las clases
de la historia en zonas específicas y entre pueblos identifica- obreras inglesas. Pero como el propio Marx aclaró meticulosa-
bIes? Acudiendo a la misma analogía que había formado el mente, el tema esencial de El capital no es la historia de los
medio por el cual los fi16sofos del siglo XVIII distinguían en- ingleses ni de ningún otro pueblo. Es lo que él denomina «hís-
tre «historia natural» e «hístorla convencional»: la analogía toria natural», la historia natural de la entidad o sistema que
del crecimiento natural y de las aberraciones y patologías a: es el capitalismo, el sistema que, también nos dice cándida-
las que está ocasionalmente sometido este crecimiento. «En mente, ha elaborado con «las personificaciones de las catego-
nuestra búsqueda de las leyes de la sociedad, averiguaremos rías económicas. las encarnaciones de relaciones de clases e
que deben descartarse los acontecimientos excepcionales y los intereses de clases especiales». 19
detalles nimios como sustancialmente insignificantes, el paso Pero, podemos preguntar ¿no refleja la visión de Marx
que la ciencia capta los fenómenos más generales, que todo 1 acerca de la revolución una renuncia a la lenta, gradual y acu-
mundo conoce, como constitutivos de la base de la vida social mulativa idea de la evolución, y a la presunción de contínuí-
ordinaria.» 11 Tales acontecimientos excepcionales se asimilan dad sobre la que se apoya? La respuesta a esta pregunta es
específicamente a las monstruosidades con las que deben tra- ciertamente negativa. Pues, Marx y Engels -al menos en su
tar los biólogos. Pero así como la biología no trata de mode- teoría sistemática- vieron la revolución como una fase final,
lar sus propias leyes de crecfmiento natural en el organismo triunfante y más o menos dramática de crecimiento, tan con-
en tomo a lo aberrante y monstruoso, tampoco 'pretende hacer- tinua en su secuencia de etapas como puede hallarse en Como
lo el estudio sociológico del desarrollo cultural. No importa te, Darwin o Spencer. La revolución, en el sentido marxista, es
cuál fuere el testimonio esporádico de ñjeza, de reversión y factible y teóricamente racional sólo cuando la forma del nue-
divergencia en las historias. de los pueblos, el estudio de la vo orden social está ya sustancialmente formada en el seno
dinámica social continuará con 'la presunción de continuidad del orden precedente. Podemos citar de nuevo las palabras de
del cambio (entiéndese de un cambio natural o normal). Marx: .Ningún orden social desaparece antes de que se hayan
Se ha dicho de Marx que fue un apóstol de la continuidad desarrollado todas las fuerzas productivas que puede albergar,
genética. Esto es indiscutiblemen1;e cierto, pese a. una .teoría
I de la revolución que muchos considerarían una afirmación de
18. Las palabras de Marx pueden hallarse en el prefacio a la primera edi-
1I 16. The Positive Philosophy, de Comte, en los términos citados, H, 228-9. ción de El capital, l. La traducción es de Moore y Aveling.
l'!,' La cita aprobadora de Cornte con respecto a Leibniz es inmediata-
mente anterior a este pasaje.
19. Ibíd. «Mi punto de vista. desde el cual la evolución de la formación
económica de la sociedad es considerada como un proceso de hísto-
17. Ibid., IH, 3. ria natural.v.» .
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182 CAMBIO SOCIAL B HISTORl:Á LA TBoRtA DB LA BVOLUCIÓN SOCIAL 183

y las nuevas y más elevadas relaciones de producción jamás cristianismo, y Morgan, por la idea de gobierno, de propiedad
aparecen antes de que las condiciones materiales de su exis- y de la familia.
tencia hayan madurado en el seno de la vieja sociedad»." Esto. . El desarrollo -nos dice Hegel- es «una propiedad de ,los
Marx -el sistemático Marx- 10 creía tan firmemente con res- objetos naturales organizados». «Su existencia -continúa He-
pecto al advenimiento del socialismo, como 10 creyó retros- g.el- «se presenta no como exclusivamente dependiente, some-
pectivamente, en cuanto al advenimiento del capitalismo. La
aceleración de un proceso, aun mediante insurrección armada.
no significa discontinnidad.
tida a los cambios externos, sino extendiéndose en virtud de
. .
un principio interno e incambiable; una simple esencia cuya
exístencía, en el sentido de germen, es primariamente simple,
.
pero que, subsignientemente, desarrolla una variedad de par-
El cambio es necesario. Puesto que el desarrollo social era tes que se ven entremezcladas con otros objetos y viven con-
direccional, inmanente y continuo, tenía: -debía tener 16~ca­ secuentemente a través de un proceso continuo de cambio... »"
mente- todavía otra propiedad: la necesidad. La necesidad es Para Comte, el desarrollo del conocimiento de 10 religioso.
una de las palabras preferidas en el siglo XIX y en ningún sec- pasando por 10 metafísico hasta llegar a 10 positivo, era nece-
tor gozaba de mayor predilección que en la teoría: del desarro- sario en su pauta corno consecuencia de la pauta segnida
llo. Como ya hice observar, es fácil caricaturizar la resonante por la propia humanidad. En la filiación de las 'ciencias 'era
declaración por parte de Herbert Spencer acerca de la «nece- indispensable -argumentaba Comte- que la física precediera
sidad benéfica del progreso», pero subsiste el hecho de que él, a la química. ésta a la bíología, y ésta a la sociología; y 10
decía, tal vez con una retórica singular. tan sólo 10 que habían era, como consecuencia de los grados sucesivos de dependen-
dicho todos los otros titanes del evolucionismo social con- cia conceptual. Y es necesario -nos dice repetidamente en La
temporáneos de Spencer. filosofía positiva- que la sociologia pase ahora de la fase meta-
,Aquí también será" preciso recordar que ninguno de los física a la positiva o científica, y ello en virtud de la pauta
evolucionistas sociales hablaba de 'historia en conjunto cuan- de desarrollo.
do hacía referencia a la necesidad. y que tampoco negaba la El mismo Darwin vio la necesidad de desarrollo progresi-
existencia de 10 casual y fortnito. Cada uno de ellos -Marx vo -otro ejemplo más de la persistencia en su mente de con-
con el capitalismo. Margan con la constitución política. la pro- cepciones esencialmente ochocentistas al lado de una teoría
piedad y la familia, Comte, con el conocimiento humano, y así de la selección natural que mal se avenía con las mismas.
sucesivamente- ,manifestaba únicamente que fuera necesaria «Aunque -escribe Darwin-s- no hay pruebas muy claras de la
una secuencia d~ desarrollo determinada para la naturaleza existencia de una tendencia innata hacia el desarrollo progre-
del sistema o sistemas que estaba estudiando. Liberados de 10 sivo en la especie, con todo -concluía Darwin- tal desarro-
accidental y de 10 meramente casual, era necesario que se hu- llo progresivo debe considerarse como secuela "necesaria" de
biera desarrollado en el tiempo una institución determinada, la acción de la selección natural, que -nos asegura- actúa
como mostraban las investigaciones comparativas que así ha- siempre para el bien de cada ser. El resultado es que cada
bía sido efectivamente. Tal era la argumentaciÓn de la nece- criatura tiende a perfeccionarse cada vez más en relación con
sidad evolucionista. sus condiciones. Esta mejora lleva inevitablemente al avance
Podemos verlo en la Filoso(ia de la historia, de Hegel. cuyo gradual de la organización del mayor número de seresvivien-
titulo es erróneo, ya que Hegel seocupaenella ,(Iel subyacen' tes en todo el mundo .» ",,' (El subrayado es del autor.)
La necesidad debe interpretarse aquí, en suma, como una
te desarrollo de la idea de libertad, 10 'mismo que .Comte se
interesa ,por la idea de conocimiento, Newman por la idea de necesidad lógica; lógica en el sentido de la relación del desa-

21. Philosophy 01 Histary, de Hegel, en los términos citados, p. 57.


20. Critique 01 Political Bconoms, de Marx, en los términos citados, p. 13. 22. The Oricin ot the Species, de Darwín, en los términos citados, p. 93.
184 CAMBIO SOCIAL E HISTORIA . LA TEORíA DE LA EVOLUCIÓN SOCIAL 185
rrollo con la estructura del ser que se desarrolla -ya sea el «pr~mulgacion~s legales », De la continuidad hay un corto paso
capitalismo o el cristianismo. Cuando San Agustín introdujo hacía la necesidad, y no debe sorprendernos, pues, averiguar
esta idea importantísima en el reino de la historia, se inspiró, que Marx haga relación a leyes y tendencias «que actúan con
lógicamente, no sólo en la idea del Dios de los judíos, omni- necesidad inexorable produciendo resultados Inevitables», «La
potente y que todo lo ve, sino también en la necesidad que nación -sigue- que está más desarrollada industrialmente
extrajo de la filosofía griega. Dados ambos elementos, era se limita a mostrar a la menos desarrollada la imagen de su
posible, como vimos, que todo lo acontecido en la historia propio futuro .» 24 Como sugiere este pasaje, Marx pretendía
humana haya sido necesario; y San Agustín insiste reiterada- extender la idea de necesidad de desarrollo desde el sistema
mente en ello. Pero cuando tratamos la necesidad en el sen- elaborado, que constituye su relato del capitalismo, a las zo-
tido evolucionista social del siglo XIX, nos ocupamos -exacta- nas específicas de las naciones históricamente formadas. Tal
mente como lo hacemos en relación con la direccionalidad, ampliación de la idea de necesidad es, sin embargo, rara. Lo
inmanencia y continuidad- de un ser que ha sido abstraído que se consideraba necesario casi universalmente era la pauta
de la totalidad de las cosas. de cambio que se suponía era inherente a una institución o
Marx, como sabemos, se vanagloriaba de haberse liberado sistema, más que a unas zonas geográficas. Puede deducirse la
de la prioridad de la idea sostenida por Hegel, de que había importancia de la idea de necesidad de Marx en este esquema
dado la vuelta a la cuestión, por decirlo así, haciendo que las más amplio de la dirección del cambio económico por los de-
cosas materiales fueran anteriores y fundamentales. No vamos bates cuasi-teológicos entre marxistas y otros revolucionarios
a debatir el «materialismo. en el esquema marxista de las co- rusos poco antes de la revolución de 1917, e incluso durante
sas. Pero nadie que examine el tratamiento del capitalismo la misma, sobre si Rusia podía pasar dírectamente de su fase
por Marx y Engels, y también del feudalismo y del sistema «feudal» al socialismo, o debía pasar en cambio por un perío-
clásico de esclavitud que le precedió en el tiempo, puede du- do neocapitalista intermedio.
dar de que en cada caso Marx está tratando la idea de capi- Para todos los evolucionistas sociales, la nececidad era un
talismo, etc. 23 El capitalismo, para Marx, tiene la misma clase elemento cardinal de lo que consideraron era una teoría cien-
I
de realidad abstracta, el mismo tipo de ser estructural autó- tífica del cambio. Lewis Morgan, en el comienzo de su Sa-
I
nomo, que la libertad tenía para Hegel, el conocimiento para ciedad antigua, pone de relieve que todas las etapas de desa-
Comte, y la familia para Lewis Morgan. rrollo expuestas en esa obra para la sociedad en general y
Hemos visto la insistencia de Marx con respecto a que la para cada una de las tres instituciones que presenta -familia,
continnidad de la ley de movimiento para la sociedad econó- propiedad y gobíerno-« son «necesarías». Y Io son, porque
mica no puede -ser interrumpida por «atrevidos saltos. o son naturales en cuanto al ser en cuestión. .
Así, también, se hacía resaltar la necesidad en el gran tra-
tado de John Henry Newman. Todo lo que ha ocurrido en el
23. Desde los comienzos, los críticos de Marx conocían este aspecto de
su obra pese a todas las protestas de Marx sobre que había afrontado cristianismo ha sido necesario, según Newman. Se trataba de
el problema en términos estríctarñente «materiales». Véase, por ejem- . una respuesta a las críticas del cristianismo de una forma
plo, las respuestas no muy acertadas de Marx a algunas de estas similar a como San Agustín lo había hecho en el siglo v. Pero
críticas en el prefacio a la segunda edición de El capital. Dando la mientras que los adversarios de San Agustín tenían presentes
vuelta a Hegel por el lado derecho, como Marx describió su uso de
la dialéctica hegeliana, seguimos manteniendo la sustancia esencial- las circunstancias de Roma, los de Newman consideraban la
mente sin modificación. Para Marx, como sostengo luego, el capíte- condición del cristianismo. Se preguntaban ¿ cómo podía con-
lismo es un sistema social en un sentido muy' similar al que utilizan ciliarse esa cosa amplia, diferenciada y compleja que era el
hoy en día los funcionalistas. De ahí la ingenua admisión de Marx
de que el comportamiento humano es tratado únicamente en cuanto
que es un reflejo de las categorías económicas. Véase el prefacio 24. Marx, en el prefacio a la primera edición de El capital, en los tér-
a la primera. edición de El capital. minos citados.
186 CAMBIO SOCIAL B HISTORIA LA TEOlÚA DE LA EVOLUCIóN SOCIAL 187

cristianismo en el siglo XIX con la simplicidad que el cris- procesos actuales. 26 Es decir, en el supuesto de que «la natu-
tianismo manifiesta en las palabras de los antiguos apóstoles? raleza deb.e ser consecuente y uniforme en su actuación», po-
Mediante el desarrollo, fue la respuesta de Newman; desarro- dría también suponerse que el estudio minucioso de los pro-
110 tan necesario como el crecimiento de cualquier ser vivien- cesos de cambio que se producen actualmente en la tierra
te. Desde la simplicidad apostólica a la diferenciación ecÍesiás- facilitaría todo el conocimiento necesario del pasado, es decir,
ticade nuestros días -manifestó Newman- ha habido una de las fuerzas que habían intervenido dando la forma actual
sola línea de desarrollo, un desenvolvimiento del estado la- a la superficie de la tierra y a su atmósfera. La posibilidad
tente, tan necesario en realidad como ha sido natural para de ~contecimientos, grandes, únicos, y catastróficos (a la que
el dogma cristiano. ' Cuvier y otros contemporáneos de Hutton habían dado forma
Tocqueville, cuya obsesión era la democracia, sus propie- de hipótesis) podía ser fácilmente rechazada en favor de un
dades y su desarrollo en el tiempo, escribió acerca de la Re- principio que actuara únicamente en cuanto a los procesos
volución Francesa: «La suerte no desempeñó papel alguno en el manifiestos del presente. ¡El presente es la clave del pasado!
estallido de la Revolución; aunque tomó el mundo por sorpre- Es~ fue la piedra angular sobre la que Hutton, y tras él, Play-
sa, era el inevitable resultado de un largo período de gesta- fRIT, Y luego el gran Charles Lyell construyeron su ciencia de
ción, la conclusión súbita y violenta de un proceso en el que la geología, Junto con el principio de uniformidad se daba la
habían intervenido seis generaciones de un modo intermitente. presunción de vastos y casi interminables espacios de tiempo
Aunque no se hubiera producido, tarde o temprano, se hubie- -tiempo geológíco-«. en el' pasado. Pues sólo así podía soste-
ran quebrado en todas partes la vieja estructura social». os nerse razonablemente que los lentos y diminutos procesos del
En este sentido habían de escribir los marxistas acerca de presente -como la erosión- hubieran sido causa de las dife-
la Revolución, Rusa a partir del afio 1918, aproximadamente. rencias tipográficas que la observación revelaba.
Incluso Lyell vio dificultades fundamentales en la teoría
El cambio procede de causas uniformes. El sexto, y en mu- física de la uniformidad de causas y efectos. Las muestras de
chos aspectos el más atrevido, de los elementos conceptuales hechos catastróficos en el pasado geológico eran demasiado
de la teoría de la evolución social es el principio de conti- palpables para no ser tenidas en cuenta por una mente tan
nuidad. Indico con ello, no una uniformidad de cambio evo- aguda como la suya. Es perfectamente posible que una unifor-
lutivo de una zona a otra, sino más bien la uniformidad de midad completa de causas y efectos hubiera perdido su posi-
las causas fundamentales del cambio que supone la evolución. , ción monopolístíca en las ciencias principales antes de tiem-
Este es el sentido de la palabra que estuvo en boga a fines po, de 110 haber sido por dos condiciones. La primera fue el
del siglo XVIII y 'en casi todo el siglo posterior. gran ataque que el agnosticismo decimomónico preparó con-
Como todo lo básico de la teoría de la evolución social del tra el fundamentalismo cristiano: la segunda fue la publica-
siglo XIX, el principio de uniformidad viene directamente de ción de El origen de las especies, de Darwin. El creacionismo
la teoría de la historia natural. Específicamente, James Hut- cristiano fue, si se nos permite la expresión, una teoría «ca-
ton, uno de los filósofos escoceses de la historia natural, fue tastrófica» del pasado terrenal: y los principios de la unifor-
quien más hizo por garantizarle un sitio seguro en los comien- midad de causas y efectos expuestos por Hutton y Playfair
zos. Hutton fue geólogo, o para ser más exacto un historiador
natural de la tierra, así como Adam Ferguson lo fue de la 26. Véase el tratamiento de esta cuestión por 'I'eggart en Theory ot Bis-
sociedad civil -y sostenía que el único enfoque cientiiico para tory, en los términos citados, p. 127-9. También, Gertrude Himmelfarb
el estudio de la historia de la tierra era el estudio de los en los términos citados, capítulo 4. Pensamos en Hutton como 4:geó:
lago», pero fue en primer y último término un historiador natural en
25. The Old Regime and the French Revoíutíon, de Tocqueville, traducido el mismo sentido que lo fue Rousseeu, Ferguson, Adam Smith y otros
por Stuart Gilbert (Doubleday Anchor Books, Nueva York: Double- muchos en el siglo XviII. La tierra y no la igualdad, la sociedad civil
day and Company, 1955), p. 20. o la economía fue el tema de su historia natural.
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188 CAMBIO SOCIAL E HISTORIA LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN SOCIAL 189

estaban admirablemente destinados a arrojar dudas sobre el -nombres corrientes en la Inglaterra victoriana, nombres prác-
catastrofismo no solamente de la rama de Cuvier sino también ticamente consagrados en el poderoso movimiento secular que
de la, vertiente fundamentalista y, con ello, en todo el edificio dominó una buena parte del pensamiento del siglo XIX.
del dogma cristiano. Una vez que el fundamen.talismo cris- Resulta difícil hoy en día darse cuenta del grado en que el
tiano se inició seriamente y que los fundamen.talistas empe- ataque al cristianismo obsesionó a los intelectuales de voluntad
zaron a contraatacar la teoría de la uniformidad de causas y racionalista y utilitaria. El cristianismo disfrutó de posición
efectos, era inevitable que los racionalistas y secularistas se idéntica a la que el capitalismo había de ostentar en la prime-
reagruparan, por razones polémicas exclusivamente, contra el ra mitad del siglo xx, Era el enemigo a los ojos de la mayoría
avance de una teoría que, como advirtió Lyell, presentaba de intelectuales. La teoria de la uniformidad de causas y efec-
grandes dificultades. tos, por encima de cualquier otro elemento de la teoría de Id
El segundo e igualmente poderoso refuerzo para la teoría evolución, fue el punto perfecto de ataque en una teoría que
de la uniformidad de causas y efectos fue la aceptación en hizo de la manipulación externa su esencia y de la sucesión
bloque, de la teoría por Darwin en conexión con su doctrina de «catástrofes» su estructura. 'Y la teoría de la uniformidad
de la selección natural. Pues lo que constituyó verdaderamente que ocupó una posición tan prominente en Hutton, Playfair,
una novedad en El origen de las especies no fue la idea de la Lyell y Darwin, fue adoptada con idéntico rango en las obras
evolución biológica, sino la argumentación de que la evolución de los evolucionistas sociales.
biológica podía explicarse mediante un simple proceso unifor- Así había sido desde el principio. Incluso si nos remonta-
me -la selección natural- que había funcionado siempre en mos a aquellos filósofos más antiguos del crecimiento social
el pasado, funciona en la actualidad, y funcionará siempre -Arístóteles, por ejemplo, en su teoría del crecimiento de la
en el futuro. En consonancia perfecta con el principio de sociedad y del estado- hallamos interés en la causa «motriz»
Hutton según el cual el presente contiene los procesos del o «eficiente», la causa inmanente y persistente que activa todo
pasado, Darwin declaró que la "asta, compleja y diferenciada el proceso mediante el cual se manifiesta la tisis en el tiempo.
colección de tipos biológicos que puede verse ahora en el ¿Qué otra cosa fue el conflicto convulsivo de las «dos ciuda-
mundo fue la consecuencia de un simple proceso -la selec- des», de San Agustin, sino la dramatización del conflicto uni-
ción natural- que actúa mediante variaciones pequeñas, gra- forme en la naturaleza humana presente desde la «caída»?
duales y continuas, observables también actualmente en el Después de todo, ¿no fue el propio San Agustin quien explicó
mundo. La dependencia con respecto a la posibilidad de modi- el progreso maravilloso que había evidenciado la historia cul-
ficaciones asimiladas a hechos, de grandes cambios, más o tural' del hombre sobre la tierra mediante las causas eficien-
menos singulares- era -según argumentaba Darwin- innece- tes de «necesidad» y de «inventiva humana», ambas presentes
saria. El cambio biológico en el tiempo ha sido obra de pro- en el transcurso de la permanencia épica del género humano
cesos uniformes. sobre la tierra?
No sugiero aquí que el principio de uniformidad aparecie- La idea de la uniformidad de causas y efectos fue influyen-
ra primero en las ciencias físicas, y luego, pasara a las disci- te en la historia natural del siglo XVIII. Como ya hicimos
plinas sociales. Esto sería tan inexacto como la afirmación de observar, Hutton ha sido llamado «geólogo» solamente en nues-
que la propia idea de evolución empezara primero en las cien- tra propia época. Realmente fue, y así se consideraba, un his-
cias físicas o biológicas. La teoría de la uniformidad de cau- toriador natural, que se enfrentaba con la tierra exactamente
sas y efectos es, desde el punto de vista histórico, un elemen- como su contemporáneo Adam Smith lo hacía con el sistema
to residual en la teoría de la evolución social. Ello no se económico y como, al otro lado del Canal, Rousseau enfocaba
opone al inmenso prestigio que mereció toda la teoría de la las instituciones humanas en general, explicando su desarrollo
uniformidad tanto en las ciencias biológicas como sociales por mediante causas avanzantes y uniformes. Para Adam Smith,
su honroso papel en obras de hombres como Lyell y Darwin la' causa uniforme del desarrollo era la competencia. Para

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190 CAMBIO SOCIAL E lIISrORIA LA rEamA DE LA EVOLUCIÓN SOCIAL 191


Rousseau, fue el funcionamiento incesante de los vicios del Será fácil pasar de Kant y sus contemporáneos al concepto
hombre: avaricia, ambición, etc., lo que explicaba el desarrollo de procesos uniformes que hallamos en la teoria de la evolu-
de da cultura en el tiempo. La fábula, de las abejas, obra inmen- ción social del siglo XIX. Hegel, como Kant, creyó que el con-
samente influyente de Mandeville, había otorgado a la ,expx'e- ficto interno era la causa efectiva del desarrollo que estudió
sión «vícíos privados, beneficios públicos» la categoría de cau- en cuanto a la idea de libertad. A través de lo dialéctico,
sa uniforme en la historia humana. mediante lo cual la tesis y la antítesis se reducen a síntesis,
Fue, sin embargo, Emmanuel Kant, a quien debe imputarse el espíritu está «en guerra consigo mismo», «Mientras que -nos
¡i mayormente la expresión de la idea de conflicto endémico y dice Hegel- el desarrollo en la esfera de la naturaleza es un
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uniforme en la forma más utilizable para el estudio del cam- crecimiento pacífico, es en la esfera del espíritu un conflicto
I1 bio evolucionista, En su Idea para una historia universal, es- grave y poderoso consigo mismo,» 29 A la luz del proceso emi-
crita en 1784, Kant expuso, en forma de una «cuarta tesis» nentemente «no pacífico» por el que Darwin hallaría el pro-
11
lo siguiente: cEl medio empleado por la naturaleza para pro- ceso de selección natural o «supervivenCia de los más aptos»,
'1 ducir el desarrollo de todas las capacidades de los hombres es las palabras de Hegel acerca de la esfera de la naturaleza
,
!' su antagonismo en la sociedad, de suerte que éste es, a fin tienen un Cierto encanto.
de cuentas, la causa de un orden legal entre los hombres». La noción de conflicto o tensión endémicos de los elemen-
Con este antagonismo, Kant alude a lo que denomina eIa tos internos como fuente motivadora de la evolución social
sociabilidad insociable» de los hombres en asociación, es de- debía influir poderosamente en el siglo XIX. Marx, como sabe-
cir, su deseo de entrar en asociación, combinado, sin embargo, mos, hizo de semejante conflicto un proceso inherente a la
con el de mantener la autonomía del egoísmo. Es esta oposí- sociedad económica, proceso que tuvo su origen en la, apari-
cíen entre estos dos Impulsos, ambos arraigados profunda- ción de la propiedad privada y, con ella, de las clases socia-
mente en la naturaleza del hombre, lo que proporciona la les. La lucha de clases es un elemento vital y constante de
dinámica uniforme e independiente del tiempo del ascenso de todas las sociedades -manifiesta Marx- y así seguirá hasta
la humanidad desde la barbarie primitiva. «Bsta oposición es que, mediante un desarrollo de gran alcance del orden social
lo que despierta todos sus poderes... Así se dan, pues, los prí, hacia las fases finales del capitalismo, tanto la propiedad
meros pasos desde la barbarie a la cultura,» 27 privada como las clases sociales se hayan suprimido para
El énfasis en el conflicto que hallamos en Kant y en otros siempre. Después de esto -razonaban Marx y Engels- la mo-
filósofos alemanes que se ocupan del desarrollo humano no tivación para el cambio, y ciertamente, para toda la historia
es, COmo sostuvo en un tiempo un juicio crítico partidista, una humana subsiguiente, radicaría en la conciencia, del hombre.
consecuencia del amor de los alemanes a la fuerza. Por do- También Tocqueville ofrece una descripción del conflicto
quier en la Europa del siglo XVIII, lo mismo en Francia que endémico como la fuerza motivadora del desarrollo de la de-
en Inglaterra y en Escocia, la exigencia de Cierto mecanismo
endémico y uniforme que prestara continuidad y necesidad al
desarrollo socíal facilitó interés por el conflicto o competencia privados» son las causas persistentes de «públicos beneficios», y tam-
bién la confianza en el «instinto de trueque y cambio» como causa
de una u otra especie. ¿Pe qué otra forma mejor podía expli- uniforme del' desarrollo de la opulencia, o el énfasis de Ferguson en
carse el curso del avance de la humanidad a través del tiem- el conflicto tanto en las personalidades individuales como entre las
po sino mediante' Cierto conflicto interno sentado como pre- instituciones sociales. y así sucesivamente, en Ios siglos XVIII y XIX.
misa?" En la teoría de. la historia natural, e igualmente, de la evolución
social, la búsqueda de una causa uniforme de desarrollo a través
del tiempo fue poco menos que la búsqueda de 10 que Aristóteles
27. Idea for a Universal Hístorv, de Kant, en los términos citados, p. 15. había denominado la causa «eficiente» o «motriz».
28. De ahí -el énfasis de Rousseau en la avaricia y la ambición como 29. Philosophy of Historv, de Hegel, en los términos citados, p. 57. La
causas persistentes del desarrollo de las artes y ciencias, o la tesis dialéctica hegeliana no tiene evidentemente otra temática que el con-
de Mandeville de que en la evolución de la humanidad «los vícíos. flieto.

14. CAMBIO SOCIAL


192 CAMBIO SOCIAL B HISTORIA LA TBORíA DB LA BVOLUCIÓN SOCIAL 193
mocracia -conflicto entre los valores de igualdad y termina- a unas fuerzas persistentes y uniformes que actúan a través
ción o perfeccionamiento, 10 primero, reflejo del impulso de- del tiempo.
mocrático hacia la igualdad de las condiciones sociales, lo Estos son los conceptos fundamentales para la teoría de
segundo, un reflejo igualmente irresistible hacia la mejora de la evolución social y, como indicaré en los dos capítulos fina-
la propia categoría social y económica. Tocqueville consideró les del libro, son igualmente fundamentales en el estudio con-
que a la larga triunfaría lo primero. De ahí su descripción, al temporáneo del cambio social.
final de su obra La democracia en América, de una democra-
cia que había alcanzado una condición final de uniformidad,
homogeneidad e inercia y de un poder político muy ampio
surgido de la pasión por la igualdad social.
Para Comte, la motivación continuada hacia el cambio den-
tro del desarrollo evolucionista surge de la propia psique hu-
mana, con sus ilimitadas exigencias de satisfacción de las ne-
cesidades humanas. Comte hace referencia a «los impulsos
individuales que constituyen la fuerza progresiva de la raza
humana» y a «ese instinto que deriva de la concurrencia de
todas nuestras tendencias naturales, y que incita al hombre a
desarrollar la totalidad de su vida, física, moral e intelectual,
en la medida que lo permitan las círcunstancíase.w Dada esta
incitación manifiestamente inherente, independiente del tiem-
po y uniforme hacia la ambición en la especie humana, Comte
no vio razón alguna para indagar ninguna otra fuente de cam-
bio social. Este anhelo humano de conocimiento, rango y poder
fue tan útil para la teoría de Comte como la lucha de clases
para Marx, o la lucha por la igualdad de Tocqueville, como
«la sociabilidad insociable» para Kant -como un mecanismo
uniforme de cambio, un mecanismo incorporado al ser en
desarrollo, que hacía superflua cualquier subordinación con
respecto a una .providencia, arriba, o a unos acontecimientos
externos y singulares, abajo, que explicaran el curso del de-
sarrollo humano.
Tales son, al parecer, los elementos conceptuales básicos
de la teoría de la evolución sccíal del Siglo XIX. La naturali-
dad del cambio para cada institución o sistema social, así
como para la totalidad de la sociedad; el carácter direccio-
nal o rumbo marcado por el cambio; la emanación del cambio
con respecto a fuerzas internas; la continuidad genética del
cambio; la necesidad de cambio para cada sistema social; y,
finalmente, la dependencia del cambio natural .con respecto

30. The Positive Philosophy, de Comte, en los términos citados, II,

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