You are on page 1of 55

1

El mismo caso
Tríptico
Estrenada en la Comedia Mexicana
Teatro Ideal

José Joaquín Gamboa

PERSONAJES

FRENTE AL TELÓN
El Director de escena

TRIPTICO

LA COMEDIA
Rosario, Leonardo, Linares, Julia, La señora Aldama, Aldama, el doctor Reza, El licenciado
Jiménez, Ruvalcaba.

EL DRAMA
Encarnación, Julia, Guillermo, Linares, Ruvalcaba, El licenciado Jiménez, El doctor Reza, un
criado.

LA FARSA
Julia, Emilia, Linares, Ruvalcaba, un criado.

La escena en la ciudad de México


Epoca actual.
Derecha e izquierda del actor.

FRENTE AL TELÓN
Concluida la orquesta, el director de escena, tal y como viste en el escenario, sale frente al telón y dice:
Señoras, señores:
Antes de que vaya a levantarse el telón, el autor me suplica dirigir a ustedes unas cuantas
palabras.
Buscó para su nueva obra teatral un nuevo asunto, algo que se apartará, así fuera un poquito, de
lo tratado en comedias, en dramas y en farsas y así fue como la encontró… una pieza de teatro en la que
hubiera estas tres formas, las tres en una misma obra, tres en uno, como el anunciado aceite para los
automóviles.
De modo que van a asistir ustedes, primero, a una comedia, después a un drama y, por último, a
una farsa.
Los protagonistas de cada uno de los actos son tan diversos unos de otros como lo son, en el
teatro, la comedia, el drama y la farsa; pero quienes deciden de sus destinos son los mismos en los tres
actos del tríptico… ¿Símbolo?... quizá… vida, seguramente.
Observarán ustedes que las escenas de la comedia y del drama son paralelas; es decir, semejantes
las de éste a las de aquélla. Solo las situaciones son iguales… Un pequeño esfuerzo de técnica, como
ahora se dice, siempre en honor de ustedes.
Tres reacciones diversas, totalmente diversas, en tres almas de hombres, provocadas por igual
motivo. El mismo caso, de ahí el título, produciendo efectos diferentes. ¿cuál es el mismo caso? Van a
tener ustedes la amabilidad de verlo, lo que el autor, por mi conducto, agradece vivamente, esperando que
de verdad haya atinado.
Con permiso.
2

ACTO PRIMERO
LA COMEDIA

En una sala puesta con muy buen gusto. Se observa, desde luego, que sus dueños han visto mundo y no
en balde.
Cae la tarde y los personajes toman té, un pretexto para matar el tiempo, al prójimo y discurrir sobre los
llamados prejuicios sociales, recurso, también, inmejorable para abrir un acto de comedia.

ROSARIO, JULIA, LA SEÑORA DE ALDAMA SENTADAS, DE PIE UNOS Y OTROS NO.


LEONARDO, LINARES, ALDAMA, EL DOCTOR REZA Y EL LICENCIADO JIMENEZ.

ROSARIO No, el té en París va pasando de moda; ahora lo substituye el “cocktail party”.

LINARES Mucho más práctico.

DR. REZA ¿Usted es alcoholista?

LINARES A partir de la ley seca en los Estados Unidos, todo el mundo se ha vuelto alcoholista.
¡Lo que se bebe!

LIC. JIMÉNEZ Eso es lo malo, lo que se bebe, falsificaciones terriblemente venenosas.

LINARES Tan venenosas como las medicinas.

DR. REZA Linares, que soy médico… respeto…

JULIA ¿Respeto? ¿Le pide usted respeto a Linajillos? Es como pedirle prestado dinero a
Ruvalcaba.

LINARES ¡Hombre, y Ruvalcaba no ha venido!

ROSARIO Se fue a Taxco. Ya sabe usted que delira por los rincones viejos.

LINARES A mí también me gustan los rincones, son muy prácticos.

ALDAMA En México hay muchos rincones ignorados.

LINARES ¡Y tan ignorados!, ¡afortunadamente!

LA SRA. ALDAMA ¡Por Dios, Linares, que hay oídos castos!

LINARES
¿Usted todavía cree en la castidad, siquiera de los oídos? ¡Por Dios señora! ¿y es usted
diplomática?

ALDAMA Pero mi mujer no ha podido aprender ninguna lengua extranjera.

LINARES ¡Ah, entonces, se explica!

Risas.

ALDAMA Muy solemne.


Yo me refería a los rincones pintorescos.

Nuevas risas

ROSARIO Linares, que esto sube de tueste.


3

DR. REZA Es usted incorregible.

LINARES Sí, doctor…

LIC. JIMÉNEZ Y a propósito de rincones, dicen que Rincón…

LINARES Se divorcia, lo sabía ya…

LEONARDO ¿Y qué no sabrás tú?

LAS SEÑORAS A un tiempo.


¿De Catalina?

LINARES ¿Pues de quien había de ser? Catalina es su esposa, y todavía no se ha dado ninguna ley
para divorciarse de la amiga.

LIC. JIMENEZ Se dará

LAS SEÑORAS ¿Cree usted, licenciado?

LIC. JIMÉNEZ Estoy seguro

DR. REZA ¿Pero cómo divorciarse de la amante? ¡No lo entiendo!

LIC. JIMÉNEZ Ni yo tampoco, doctor, pero se dará, estamos en la era del absurdo.

DR. REZA Universal.

LIC. JIMÉNEZ Y particular…

LINARES Eso de universal fue el diluvio…

DR. REZA Pues se está repitiendo.

LINARES Pregúnteselo usted a los hacendados que se quejan de la falta de agua.

LEONARDO ¡No hay que ser exagerados, por Dios! Ya lo decía el refrán de nuestros abuelos: “a
nuevos tiempos, costumbres nuevas!”

LIC. JIMÉNEZ Pero no malas costumbres…

LINARES Por el Doctor y el Licenciado.


¡La reacción!

LICENCIADO Y DOCTOR Como usted quiera llamarla.

LEONARDO Esa es la equivocación, las nuevas costumbres no son malas.

LINARES Señalando a Leonardo.


¡La revolución!

LEONARDO Ni la revolución ni la reacción: la razón!

LICENCIADO, DOCTOR Y SRA. ALDAMA ¡La razón!

LINARES Esto se pone divertido, y a mí es lo que me gusta, lo divertido. Pasó el tiempo de la


tragedia y hasta del drama.

LEONARDO Eso es, has dicho muy bien. El último drama fue la guerra europea.
4

LICENCIADO ¡Ojalá!

LEONARDO Dé usted en París, en Berlín o en cualquiera capital europea un drama que trate de la
guerra… lo matan a usted.

LINARES Tendría que ver, que mataran a un médico… eso sí es un absurdo.

DR. REZA ¡Linaritos!

LINARES ¿Miento?

LEONARDO No los tolera ningún público ya, como no se tolera aquí recordar la Revolución. Ha
corrido por uno y por otro concepto mucha sangre en el mundo; y ahora hay una justa
ansia porque corra alegría.

LINARES De ahí que en Europa se hayan substituido los inocuos “five o’clock teas”, por los
“cocktail parties”… dos nombres ingleses, para que sean “chic”…

ROSARIO No conozco un charlatán igual…

LIC. JIMÉNEZ ¡Acaso tengan ustedes razón y que el último drama no haya sido la Guerra Europea ni la
Revolución Mexicana, sino el nuestro…

LAS SEÑORAS ¿El de ustedes?...

LIC. JIMENEZ El de los viejos…

ROSARIO Usted no es viejo, licenciado, ni el doctor tampoco…

LIC. JIMENEZ O el de los que vamos para viejos, que es igual.

ROSARIO ¿Por qué?

LIC. JIMENEZ Porque no nos entendemos ni nos entenderemos ya. Somos nosotros una civilización
que acaba, y ustedes una civilización que empieza.

LEONARDO ¡Tal vez!... Con incorporarse a la civilización…

LINARES Eso es para los indios… ¡hombre!...

DR. REZA Con melancolía.


Sí, … no para los viejos.

Entra Ruvalcaba.

LINARES ¡Ahí está Ruvalcaba!

RUVALCABA Saludando
No podía yo faltar a los sábados del simpático y feliz matrimonio.

ROSARIO Y LEONARDO ¡Muchas gracias!

LINARES ¿No, que estabas en Taxco?

RUVALCABA Llegué hace dos horas, ¡qué maravilla! ¡No hay como el pasado! ¡Aquella sí fue
civilización!

Todos se ríen a carcajadas y sin excepción

¿Pero por qué se ríen? He dicho algo que pueda provocar risa?
5

ROSARIO Por nada, Ruvalcaba.


JULIA No haga usted caso, es que hablábamos de…

LINARES Sigue, hombre, sigue… eres oportunísimo…

RUVALCABA No entiendo…

DR. REZA Siga usted, Ruvalcaba, ya le explicaremos…

RUVALCABA ¡Qué paz y qué grandeza!

LIC. JIMÉNEZ ¡La colonia! ¡Los tres siglos de paz!

LINARES ¿Desearía usted que todavía hubiera virreyes y corchetes?

LEONARDO E inquisición…

LIC. JIMÉNEZ ¡Quién sabe!...

RUVALCABA ¿Discutían ustedes?

ROSARIO Entre el ayer y el hoy. ¿Usted qué prefiere?

RUVALCABA Si ustedes vieran Taxco, como yo, preferirían el ayer.

ALDAMA El ayer con el hoy… Taxco, pero en automóvil!...

LINARES Muy bien, diplomático, usted habla poco, pero bien!

ALDAMA Ingenuamente.
Enseñanzas de la “carrera”.

LINARES Que no se distingue por la modestia.

ALDAMA ¿Para qué?

LINARES Tiene usted razón. La modestia estaba buena para Taxco… cuando no se iba en
automóvil.

RUVALCABA ¡Qué arquitectura!

LINARES ¡Ridícula, hombre, ridícula!...

RUVALCABA ¡Ridícula la de hoy… esos merengues de los barrios nuevos…

LEONARDO La línea recta, la sencillez… ¡el Partenón!... ¡Otra vez Grecia!... ¡El culto al cuerpo y a
la belleza sin complicaciones!...

LIC. JIMÉNEZ Levantándose.


Decididamente, no nos entendemos… Me voy.

LEONARDO ¿Enfadado?

LIC. JIMENEZ ¡No faltaría más!...

DR. REZA ¡Bueno, yo también me voy; pero antes quiero que me digan ustedes, Leonardo y
Linajitos, ¿también les gusta la pintura moderna?

LEONARDO ¡Indiscutiblemente! ¡La pintura moderna…


6

LINARES La pintura moderna es la causa del franco desnudo actual en la mujer y en el hombre…

DR. REZA Pero si es horrible, si no es así el cuerpo humano, y como médico algo sé de él…
LINARES Pues por eso es la causa, porque no es así el cuerpo humano… Los hombres y las
mujeres de hoy nos desnudamos en público siempre que podemos para protestar contra
los pintores y los escultores con la verdad… desnuda!

¡Risas de todos! Salen el Doctor y el Licenciado Jiménez, yendo a acompañarlos Leonardo.

ROSARIO ¡Bueno, Ruvalcaba, cuéntenos usted de Taxco…

JULIA Yo tengo muchos deseos de ir, ¿cuándo vamos?

LA SRA. ALDAMA Conozco tantas ciudades viejas, en Europa, que esa no me interesa.

ALDAMA Si vieran ustedes Bruges, Nuremberg, Carcassonne.

LA SRA. ALDAMA Y las italianas…

ALDAMA Y las españolas… Ávila, Toledo… ¡La España muerta es la vida del artista!

LINARES Sutil, sutil, mi querido Aldama, lo que hace la “carrièrre”…

ROSARIO ¿Y a cuál legación van a ir, ahora?

ALDAMA Aquí, en secreto, parece que me ascienden a ministro!... si no tienen que


desembarazarse de algún político que les estorbe…

JULIA ¿En alguna capital de Europa?

ALDAMA Hay que comenzar por Centro-América, pero sería alcanzar la meta.

LINARES ¡Lenguaje figurado!

LEONARDO Pues que la alcances, hombre, que la alcances…

ROSARIO Muy merecido…

ALDAMA ¿Qué han de decir los buenos amigos?


Viendo su reloj.
Y nos vamos, tenemos comida en la Legación de Costa Rica

LEONARDO ¡Cuánto sentimos que se vayan!, pero la amistad manda no detenerlos si se hace cargo
de la exactitud protocolaria.

ALDAMA “Corvées”, Leonardo, “corvées”; pero ¿qué se va a hacer?


A su mujer.
¿Vamos, hija?
Se despiden el señor y la señora Aldama con las frases usuales. Leonardo y Rosario
salen a despedirlos.

LINARES Con que cuenta de Taxco. Me lo imagino, edificios viejos y mujeres feas…

RUVALCABA Te equivocas. Mujeres bonitas, sobre todo una, una belleza…

LINARES Eso es otra cosa. Iré a Taxco.

RUVALCABA Y pronto vendrá a México y la presentaré con ustedes todos. Es de la aristocracia


taxqueña, descendiente de Borda, mejor dicho, el descendiente es su marido…
LINARES ¡Ah!, ¿tiene marido?
7

RUVALCABA Un buen chico, muy pueblerino. “El último abencerraje” le llamaba yo, por lo celoso…
un Otelo provinciano…

LINARES Con una mujer así; ¿qué otra cosa puede ser un “atascado”?...

JULIA Linares…
Riendo la ocurrencia.
Vuelven Rosario y Leonardo.

LINARES Aquí tiene a Ruvalcaba enamorado de una taxqueña…

ROSARIO Y LEONARDO A la vez


¡Ah, sí!...

RUVALCABA ¿Enamorado? No… una mujer muy linda, de la mejor familia de la ciudad… Vendrá a
México y la traeré aquí… cuando no esté Linares…

LINARES Está bien, hombre, está bien… la conoceré en otra parte…

RUVALCABA También tengo que irme; esperé a que me tomaran un poco de distancia los
diplomáticos… ¡Qué pesados!

LEONARDO ¡Gracias a Dios que se fueron!

ROSARIO ¡Qué aburridos!

LINARES Es una pareja excepcional, la de los Aldama, nombre de nuestra más rancia aristocracia
“insurgente”…

JULIA ¿Excepcional?

LINARES Excepcional, porque es la excepción de aquel adagio: “los viajes ilustran”…

LEONARDO Los diplomáticos tienen una manera de viajar “sui-géneris”. Sólo aprenden las reglas de
la superficialidad universal…

LINARES Y las indigestiones de todas las cocinas del mundo…

RUVALCABA ¡Lenguas! ¡lenguas!... ¡déjenlos en paz, ahora me voy!

LINARES De ti nadie puede atreverse a hablar mal… comentaremos tu conquista de Taxco…

RUVALCABA Ninguna conquista… es una señora…

LINARES Ya sabíamos que no iba a ser un hombre… te conocemos, Ruvalcaba…

RUVALCABA ¡Hasta pronto!

LINARES Hasta que traigas a la de Taxco… No estaré yo, te lo prometo…

RUVALCABA Buenas noches a todos…


A Leonardo y a Rosario.
No salgan a dejarme…

LOS DOS No faltaría otra cosa…


Salen con él acompañándolo. Al salir, a Julia y a Linares:
Un momento, con permiso…

LINARES Cuando se han quedado solos él y Julia.


¡Gracias a dios que nos quedamos solos los del “cuadrilátero”!
8

JULIA ¿Los del cuadrilátero?

LINARES Usted me entiende…

JULIA ¿Y por qué, el cuadrilátero?...

LINARES Porque no es “triángulo”; esa figura geométrica ha pasado de moda hasta en las
comedias…

JULIA Con maliciosa sonrisa.


¿De manera que hoy?...

LINARES El cuadrilátero… es más equitativo…

JULIA Hay equilibrio…

LINARES Estable.

JULIA Eso está por ver…

LINARES ¿Qué?...

JULIA La estabilidad.

LINARES ¿Cree usted?...

JULIA Temo…
Vuelven Leonardo y Rosario.

ROSARIO Bueno, ¿qué vamos a hacer nosotros, hoy por la noche? ¿Salimos?

JULIA ¿Vamos a un teatro?

LEONARDO Me espero a que se perfeccione el Cine-hablado.

ROSARIO ¿Pues, entonces?...

LINARES Vamos al Frontón, ¿no les parece?... ¡Hay un partido!

LEONARDO Que nos partirá a nosotros…

LINARES Es seguro… Después a un cabaret. Es sábado, en México la noche del cabaret…

JULIA ¿A cuál cabaret?

LINARES A cualquiera que sea “decente”… a cenar bien, y después a bailar mejor…

ROSARIO Aceptado, por mi parte.

JULIA Tengo que ir a mi casa, a vestirme.

ROSARIO Llévate el coche y no tardes, mientras me visto yo.

JULIA ¡All right!

LINARES ¿Nosotros no nos vestimos?

LEONARDO ¡No, hombre! ¿para qué?, nos pondríamos en ridículo… En México los hombres, mejor
dicho los caballeros, estamos a contrastar en “negligé” con las señoras…

LINARES Tiempos democráticos…


9

LEONARDO Para nuestro sexo.

LINARES Todavía no se ha pensado darle voto a las mujeres…

LEONARDO No, ni a los hombres…

LINARES ¡Pouah!... no me hables de política…

JULIA ¡Me escapo!...

A los hombres.

Sin adiós…

ROSARIO A los mismos.


No tardo.
Vánse Rosario y Julia.

LEONARDO Se ha cerciorado de que las señoras se han ido ya y acercándose a Linares, le dice seriamente,
poniéndole la mano en un hombro.
Linares, tengo que hablarte en serio.

LINARES Se ha estremecido.

LEONARDO ¿Estás nervioso?

LINARES ¡Hombre, me has asustado!... ¿Qué te pasa?...

LEONARDO Gravemente
Linares, mi mujer me engaña.

LINARES Un poco demudado.


¿Qué estás diciendo?

LEONARDO Con dolor.


Que mi mujer me engaña, y no sé con quién…

LINARES A quien le vuelve el alma al cuerpo.


Con nadie… imaginación tuya…

LEONARDO Seguridad completa… y necesito el nombre… el nombre!

LINARES Tratando de echarlo a la broma.


¡El nombre!... ¡el nombre! “¡Il nome o la sua vita!”, como en “Los Payasos”. Estás loco,
hombre!..

LEONARDO No es cosa de broma, Linares. Estoy cuerdo, muy cuerdo, y quiero que tú, a quien tengo
por el mejor de mis amigos, me ayudes a descubrir quién es su amante…

LINARES No sería caballeroso de mi parte, prestarte esa ayuda.

LEONARDO Tengo que saberlo!

LINARES ¿Para qué?

LEONARDO Para no ignorarlo.

LINARES ¿Para vengarte?

LEONARDO No sé.
10

LINARES ¿Los matarías?

LEONARDO ¡Me entran deseos!...


Sombrío.

LINARES Reflexiona. Forma su mental plan de campaña y defensa.


Te desconozco. Yo te creía un ultra-civilizado, un hombre de tu tiempo y eres… un
troglodita. De un salto caes del aeroplano a la caverna.

LEONARDO No he caído todavía en la caverna.

LINARES Pero estás a punto. ¡Matar a una infeliz mujer porque quiere a otro hombre! ¡Como si no
tuviera corazón!...

LEONARDO No la mataría por querer a otro hombre, la mataría porque me engaña!...

LINARES Es igual. ¡La ley eterna del marido! ¡Vaya un civilizado!

LEONARDO Eso es lo horrible, lo que me desespera, mi civilización…

LINARES ¿Lo horrible?

LEONARDO Sí, porque me reduce a la impotencia.

LINARES ¡Afortunadamente!

LEONARDO ¿Para quién?

LINARES Más que para nadie, para ti.

LEONARDO Sombrío, sumergido en sus ansias.


¿Quién será?

LINARES ¿Y qué te importa quién sea?

LEONARDO ¿Qué me importa? ¡El ridículo!... Todos han de saberlo, todos, tú también, menos yo, el
marido, el marido de siempre, el último en saberlo!

LINARES Ahí te duele, en el amor propio. Te quema el sentirte en ridículo, no perder su cariño.

LEONARDO Me quema, tú lo has dicho, el ridículo… y… y… perder su cariño me destroza el alma,


¿a qué negártelo?

LINARES ¡Eso es más serio! ¡Eso es más serio!... Pero… no entiendo… ¿no también la engañas tú
a ella?

LEONARDO Sí… ¿y qué?...

LINARES ¡Hombre!

LEONARDO La engaño… ¿cómo te diría yo? … sin engañarla…

LINARES Explícate…

LEONARDO Vamos, sin que mi corazón haya dejado de quererla a ella sola… la engaño porque no
puedo hacer el papel del casto José, tan ridículo…

LINARES Siempre el ridículo. ¿Y si ella te engañara de la misma manera, sin querer al otro?...
11

LEONARDO Sería más repugnante y más imperdonable.

LINARES ¿Porque ella es mujer?

LEONARDO ¡Por eso, sí, por eso!

LINARES Decididamente la civilización no es más que una careta o un maquillaje, debajo está el
gorila.

LEONARDO Teorizar es muy fácil, hablar de lo que no se sabe, más.

LINARES ¿De lo que no se sabe?

LEONARDO Tú no eres casado.

LINARES Afortunadamente, ni lo seré jamás… pero no veo que sea necesario…

LEONARDO ¡Es necesario!

LINARES ¿El honor?

LEONARDO El honor, sí… no ser un…

LINARES ¡Cállate!... Ya nadie cree en eso… ¡y has viajado!... ¿A que vas a resultar otra
excepción, como Aldama?

LEONARDO Yo, yo sí aproveché los viajes, los aproveché bien.

LINARES Pues no lo veo…

LEONARDO En prostituir a mi mujer…

LINARES ¡Leonardo!

LEONARDO En llevarla a donde no debí llevarla nunca; en aprobar las doctrinas disolventes de las
comedias de moda, en Londres, en París, en Nueva Cork; en despertar en sus sentidos
deseos de placeres ignorados, concurriendo con ella a todos los sitios aristocráticos de
depravación. Quería yo que fuéramos unos civilizados, unos ultra-civilizados. Razón, no
corazón!

LINARES ¿Y te arrepientes?

LEONARDO Tal vez sí, no lo sé…

LINARES Lo que pasa es que en el fondo de ti todavía hay un burgués.

LEONARDO ¡Burgués!... A fuerza de querer despreciar tanto esa palabra, han acabado por
ennoblecerla.

LINARES Fingiendo reír


¡Un burgués! ¡un burgués!

LEONARDO Como tú quieras.

LINARES A la hora del té, hace un momento, decías a todos: “las nuevas costumbres no son
malas, ni la revolución ni la reacción, la razón”.

LEONARDO A la hora del té estaba yo en escena: ahora estoy… en mi “camerino”, con un actor
amigo, descanso de la comedia para el público y vivo un momento culminante de la
comedia mía…
12

LINARES Pues en la “escena” afirmabas una gran verdad: “ni la revolución ni la reacción, la
razón”.

LEONARDO Yo tengo la culpa de lo que me pasa.

LINARES De lo que crees que te pasa.

LEONARDO De lo que me pasa.

LINARES ¿Qué pruebas tienes?

LEONARDO ¡Ah, si las tuviera!...

LINARES ¿Entonces?...

LEONARDO Rosario no es la misma. ¡Sabe Dios por dónde andan sus pensamientos! Cuando estoy
junto a ella la siento muy lejos de mí, la siento de otro hombre.

LINARES ¡Ideas!

LEONARDO Ideas, ideas, naturalmente, ideas; pero que responden a una convicción íntima, a íntimos
sentimientos que no se equivocan.

LINARES ¿Y la razón que tanto defendías?

LEONARDO Y sigo defendiéndola. Sin razón no puede existir nada; pero no hay nada más la razón
de la inteligencia, hay también la razón del instinto…

LINARES “El corazón tiene sus razones”, dijo Pascal.

LEONARDO Y las tiene, no te quepa duda; tan convincentes como las del cerebro, pero más
dolorosas, mucho más dolorosas…

LINARES Leonardo, me alarmas.

LEONARDO Más alarmado estoy yo mismo. Preparé, es decir imaginé haber preparado a mi espíritu
para cuando llegara este caso…

LINARES ¿Temiste, antes, alguna vez?...

LEONARDO Lo temí como un caso remoto, pero lo temí. Sabía yo en la época que vivo y era posible
todo…

LINARES ¿Una muchacha como Rosario?

LEONARDO Una mujer, di, no una muchacha; y me preparé no solo a resignarme, ¿quién hablaba de
resignación?, sino a no sorprenderme, a encontrarlo natural, a dejar que ella se divirtiera
y a divertirme yo…

LINARES Como debe ser. Tú lo has dicho, no vivimos ya en tiempos de nuestros abuelos.

LEONARDO Todos los tiempos son los mismos.

LINARES No.

LEONARDO Sí, todos los tiempos son los mismos. Mientras el engaño de mi mujer no era en mi
conciencia más que un caso remoto, mejor dicho un caso imaginario, imaginario nada
más, lo resolvía yo como un hombre superior; jugaba mi fantasía, solo mi fantasía, al
super-civilizado.
13

LINARES ¿Y al sospecharlo cierto?

LEONARDO He vuelto a ser el macho que le arrebatan la hembra.

LINARES ¿Y por que dices “que le arrebatan”?... ella sola…

LEONARDO Es igual. Mi inquietud crece, los celos me atormentan; sufro mucho, todavía puedo
controlarme, más tarde no sé…

LINARES Has bajado, ante mis ojos, un mil por ciento…

LEONARDO ¿De manera, que no me compadeces?

LINARES Y si cometes un desatino, va a ser el hazmerreír de todos; digo, de todos tus iguales.

LEONARDO Se reirían más de mí si me cruzo de brazos, si consiento y si callo…

LINARES Nadie se ha reído hasta ahora…

LEONARDO ¿Eh?... ¿pero tú sabes?...

LINARES Yo no sé nada, ni nadie sabe nada, por eso digo que nadie se ha reído hasta ahora…

LEONARDO Lo sabes, y te ríes y se ríen; pero es inútil que te pregunte el nombre, no me lo dirás y
está muy bien hecho; yo, en tu lugar, haría lo mismo. Lo averiguaré yo.

LINARES ¿Tú? ¿Cómo?

LEONARDO Con ella, directamente con ella, y hoy mismo.

LINARES Me parece atrevido, puedes ofenderla sin el menor motivo…

LEONARDO Es que creo estar seguro.

LINARES Pero sólo lo crees. Para echárselo en cara, necesitas una certeza absoluta. Si la ofendes,
podrás perderla para siempre.

LEONARDO ¿Para siempre?

LINARES Sin remedio posible. Espera, reflexiona, vamos a la calle, distráete.

LEONARDO No tengo gana de salir.

LINARES ¡Hombre!, ¿y para eso has dejado que Julia se haya ido a vestir?

LEONARDO ¡Qué me importa Julia!

LINARES Pues mira lo que son las apariencias. Yo creí que te importaba más que tu mujer. Es
raro, porque siempre se quiere más a la amiga que a la esposa, por eso en francés se
llama “la maitresse”, la dueña o el ama, y en español arcaico, la señora.

LEONARDO No la veo sino como a una amante, sensualidad y nada más.

LINARES Yo creo que en la sensualidad del hombre entra el espíritu.

LEONARDO Pues no entra…

LINARES ¿El honor?... ¡Ja, ja, ja!...


14

LEONARDO ¡No te rías! ¡Te lo ruego!

LINARES Entiendo que Julia trata de ser tu mujer legítima.

LEONARDO Trata, sí…

LINARES Quizá ella ha despertado tus celos, sin fijarse en que la llama que prendió puede
consumirla ella misma.

LEONARDO Jamás me habla de Rosario, ni yo a ella. Es, por lo menos, lo decente.

LINARES ¡Cuánta decencia!

Entra Rosario, vestida de soirée.

ROSARIO ¿No ha vuelto Julia?

LEONARDO No.

ROSARIO ¿No vendrá ya?

LINARES ¿Por qué no? Avisaría por teléfono, supongo; y además, no creo que se vista más pronto
que usted y fue a hacerlo a su casa.

ROSARIO Es cierto. ¿De qué hablaban ustedes?

LINARES De tonterías.

LEONARDO Tú a todo le llamas tonterías.

LINARES Perdóname, me lo parecen.

ROSARIO ¿De qué?...

LINARES Que se lo diga a usted su marido.

LEONARDO Mirándola fijamente.


De la infidelidad en el matrimonio.

ROSARIO Interrogando ansiosamente con la mirada a Linares.


¿Y por qué?

LINARES Mirando a Rosario, como para prevenirla.


No la perdona.

ROSARIO Dueña de sí misma


¿Y por qué había de perdonarla?

LINARES Ya lo ves, tu mujer piensa como tú.

ROSARIO Siempre he pensado.

LEONARDO ¿Siempre?...

ROSARIO Siempre.

LINARES “Dichoso aquel que tiene su casa a flote”…

ROSARIO Egoísta.

LINARES Muy egoísta.


15

Entra Julia, también vestida de noche.

JULIA Aquí estoy, ¿me tardé? ¿A dónde vamos, por fin?...

LINARES A Leonardo se le ha quitado la gana de ir a ninguna parte.

JULIA ¿Y por qué?... Se acerca a Leonardo


¿Y por qué?... Sigue hablándole en voz baja.

LINARES Por lo bajo, a Rosario.


Te habrás dado cuenta de que tu marido sospecha.

ROSARIO ¿Por eso decía?...

LINARES Sospecha de ti, a mí sigue creyéndome su mejor amigo.

ROSARIO Palideciendo
¡Dios mío!...

LINARES ¿Palideces?

ROSARIO No.

LINARES Sí.

JULIA A Leonardo.
¿Y para qué quieres saber el nombre?

LEONARDO No sé, necesito saberlo.

JULIA ¿Para cometer alguna tontería? ¿para ponerte al nivel de la gente vulgar? ¿para hacer un
ridículo escándalo?

LEONARDO No… para saberlo, nada más para saberlo.

JULIA ¡Mentira!

LEONARDO ¡Te lo juro!

JULIA Has prometido casarte conmigo. Por eso me decidí a ser tuya.

LEONARDO Y me casaré, si me dices el nombre.

ROSARIO A Linares.
¿Y me vas a dejar sola con él?

LINARES ¿Cómo puedo impedirlo?

ROSARIO ¿Y si me hace algo?... ¿y si me mata?

LINARES No, está ya demasiado civilizado para perderse así…

ROSARIO Tú no debes dejarme.


LINARES ¿Cómo?

ROSARIO Insiste en que vayamos a la calle.

LINARES ¿Y cuando regresen aquí tú y él, no sería peor? Bebería, y el vino no es buen consejero.

JULIA A Leonardo.
¿Me prometes dominar tus nervios, no arrebatarte?
16

LEONARDO Te lo prometo.

JULIA ¿Y darás los pasos inmediatos para el divorcio?

LEONARDO Mañana mismo.

JULIA Mírame a la cara.

LEONARDO Después de mirarla fijamente.


¿Quién es?

JULIA ¿Serás de verdad hombre, para disimular?

LEONARDO ¿Quién es?

JULIA No tienes que buscarlo muy lejos. Aquí está…

LEONARDO Con un ahogado grito de dolor, de triste desengaño.


¡Linares!

LINARES Levantándose, como acudiendo a un grito de socorro.


Leonardo ¿qué te pasa?

LEONARDO Como presa de un vértigo y poniendo toda su fuerza de voluntad en dominarse.


Nada… me pasó ya… ¡un vahído!...

ROSARIO También de pie, casi balbuciendo:


¿Quieres agua? ¿una perla de éter?...

LEONARDO ¡No quiero nada!... ¡Ya me pasó… No sé… es extraño… jamás me suceden estas
cosas… He trabajado mucho… hoy… excúsenme ustedes.

ROSARIO ¿No saldremos?

LEONARDO No, eso sí, no salgo, no salimos.

JULIA Por lo bajo, a Leonardo.


¿Por qué no? No me supuse que te hiciera esa impresión.

LEONARDO Idem.
Lo creía el mejor de mis amigos… ¡Imbécil!
Por él mismo.

LINARES ¡Hombre, si te sientes malo… iré por…

LEONARDO Violento
¡He dicho que ya me pasó!... ¡y no hablemos más de eso!...
Bajo a Julia.
Vete, y llévate a Linares.
ROSARIO Angustiada a Linares.
No te vayas, no me dejes!...

LEONARDO A Julia.
Ahora mismo, liquidaré cuentas con ella.

JULIA Yo te espero en mi casa… ¿Tienes la llave?

LEONARDO Sí…
17

JULIA Alto
Linares, la juerga se convirtió en reposo. Yo también tengo deseos de descansar.
¿Quiere usted acompañarme a casa?

LINARES Con muchísimo gusto…

JULIA Otra noche será…

LEONARDO Otra noche, está claro.

JULIA A Linares
¿Vamos?

ROSARIO Está pendiente de la actitud de Linares.

LINARES A Julia:
¡Vamos!
A Rosario:
Hasta pronto, Rosario.

ROSARIO Hasta pronto, voy a acompañarlos.

LINARES No, quédese usted con Leonardo, no faltaría más. Julia y yo somos de confianza…

LEONARDO Acompáñalos y ven después aquí.

LINARES Ligeramente turbado.


Hasta pronto también, Leonardo… te buscaré en tu despacho.

LEONARDO Cuando quieras…

LINARES Quedó pendiente nuestra conversación…

LEONARDO Seco e intencionado.


Quedó pendiente.

LINARES Que no sea nada tu trastorno. ¡Buenas noches!

LEONARDO ¡Buenas noches!


Salen Julia, Linares y Rosario, que los acompaña para volver.
Leonardo siente que desfallece. Recoge toda su voluntad para mantenerse sereno,
para no descomponerse, para no dejarse arrebatar por el árabe que lleva dentro.
Vuelve Rosario, también aparentando serenidad; pero angustiada en su interior
por el miedo al macho burlado, al marido a quien traicionó.

ROSARIO ¿Te sientes mejor?

LEONARDO Perfectamente. Un vahído que ya pasó. Ridiculeces.


ROSARIO ¿Quieres algo? Yo también me siento un poco cansada.

LEONARDO Siéntate. Tengo que hablar contigo largamente, y tú sabes de qué…

ROSARIO ¿Qué yo sé…?

LEONARDO Sí, que tú sabes.

ROSARIO No doy…

LEONARDO A quien se le resiste abordar la explicación. Al fin, mirándola fijamente, con


temblorosa voz, dice:
Rosario, por qué me has engañado?
18

ROSARIO ¿Qué yo…?

LEONARDO Sí, ¿por qué me engañas?... No temas, no he de hacerte mal.

ROSARIO Yo…

LEONARDO No he de hacerte mal, a pesar de que tú me lo has hecho muy grande!

ROSARIO Leonardo…

LEONARDO Sin miedo. No te pido que confieses, desgraciadamente no lo necesito. Te pido solo que
me expliques por qué…

ROSARIO No sé…

LEONARDO ¿Que no sabes?... ¡Eso no es posible!...

ROSARIO No sé… porque dejaste de quererme, tal vez… porque sentí, sí, sentí que querías a otra,
que yo había acabado para ti, no sé.

LEONARDO Fui yo el que primero sintió eso, que ya no me querías, que eras de otro…

ROSARIO No.

LEONARDO Sí!

ROSARIO ¿Por qué?

LEONARDO Porque tu mirada no me buscaba nunca, ni tus manos tampoco. Siempre que nos
quedábamos a solas, notaba yo que no estabas conmigo, que tu pensamiento se escapaba
no sé a dónde. Muchas veces intenté que volviera de ese viaje, y no lo advertías tú,
seguías arrobada en la contemplación interna de algo que te embargaba toda…

ROSARIO No me di cuenta nunca.

LEONARDO No, no te diste cuenta nunca, de que yo te veía, de que yo te llamaba…

ROSARIO Es curioso…

LEONARDO ¿Es curioso?

ROSARIO Lo mismo me pasó antes contigo, mucho antes de que mi pensamiento se apartara de ti.
El tuyo se había ido igualmente, y también mirabas dentro de ti mismo lo que yo no
podía mirar; y yo sí te busqué, con la mirada y con las manos…

LEONARDO ¿Tú? ¿Cuándo?


ROSARIO Y las manos me las retirabas con fastidio, y a mi mirada interrogante, llena de angustia,
contestabas con la tuya irritada, preguntándome bruscamente: ¿Qué quieres? ¿qué me
miras?

LEONARDO ¿Yo?...

ROSARIO Tú, dime ahora cuál de los dos pensamientos se marchó el primero.

LEONARDO Yo no me acuerdo.

ROSARIO Yo sí, yo sí me acuerdo… aún cuando, desgraciadamente, ya casi lo olvidé…

LEONARDO ¿Qué quieres decir?...


19

ROSARIO Eso, que nuestros pensamientos se separaron, y es muy difícil, no, no es muy difícil, es
imposible que vuelvan a juntarse jamás…

LEONARDO ¿Por qué no?

ROSARIO Porque no, porque el pensamiento no vuelve nunca a donde lo han echado…

LEONARDO ¿Tiene esa dignidad o ese rencor?

ROSARIO No, tiene esa fortuna.

LEONARDO Rencor.

ROSARIO Riendo
No…

LEONARDO ¿Odio, entonces?...

ROSARIO No, ¡ojalá!... ni odio ni amor… solo es ya indiferencia.

LEONARDO ¡No es posible! ¡No puede ser indiferencia!

ROSARIO Pues lo es…

LEONARDO Eres mujer, eres mujer y sabes que esas palabras son las que llegan…

ROSARIO Eres hombre, eres hombre y no comprendes que cuando en una mujer se acaba el amor,
cuando se acaba de verdad, es para siempre.

LEONARDO El mío por ti no se ha acabado.

ROSARIO No sé.

LEONARDO No se ha acabado. ¿Si se hubiera acabado, te hablaría yo de esta manera?

ROSARIO Me hablas así porque hablan tu vanidad y tu orgullo, que esos sí no se han acabado. Le
temes al ridículo, perdona mi franqueza.

LEONARDO ¿Por qué al ridículo?

ROSARIO Porque crees, y contigo creen todos lo hombres, que es ridículo que una mujer deje de
quererlos, sobre todo públicamente y si es la propia, que la sociedad se entere de su
derrota de amos y señores… por eso escandalizan y por eso matan, nada más!...

LEONARDO ¡Has aprendido mucho!...

ROSARIO ¡Ah, sí, mucho!...

LEONARDO Y no es cierto, cuando se mata es por amor.

ROSARIO Se mata por amor después de haberlo asesinado. Son dos crímenes que se cometen uno
tras otro.

LEONARDO ¿Y yo maté tu amor?

ROSARIO ¡Tú lo mataste!

LEONARDO ¿Cómo? ¿por qué?

ROSARIO Desde el día en que Julia entró por esa puerta.


20

LEONARDO Presentada por Linares…

ROSARIO Por Linares, sí.

LEONARDO Que, seguramente, traía ya la intención de…

ROSARIO La intención que trajera, no podía yo sospecharla ni me importaba…

LEONARDO Di…

ROSARIO Desde el día en que Julia entró por esa puerta comprendí que te perdía yo, que
fatalmente me robaría tu cariño… instinto de mujer que nunca se equivoca… déjame
hablar… Julia era el acabado tipo de la amante… yo no había dejado nunca de ser la
esposa. Julia tenía que vencerme como me venció. Era la tentación, era el placer; yo, la
costumbre que concluye por ser monotonía, aridez, aburrimiento…

LEONARDO Si tan a tiempo lo notaste, pudiste impedir que….

ROSARIO Lo intenté, no pude. La prueba es esta conversación definitiva entre tú y yo. Te busqué
de cuantos modos era posible, no conseguí sino irritarte. Cuando, dices tú que me
llamabas y que mi pensamiento andaba muy lejos del tuyo, y tienes razón, era porque no
te quería ya, sí, porque no te quería ya, ni quería a nadie… mi pensamiento buscaba
algo… algo…

LEONARDO Que no tardó en encontrar…

ROSARIO Siempre hay hombres dispuestos a acechar ocasiones como esas…

LEONARDO Y mujeres que saben que hay esos hombres…

ROSARIO No me injuries, no dejes de ser caballero, separémonos como lo que somos…

LEONARDO ¡Ah! ¿quieres que nos separemos?

ROSARIO ¿Y qué otro remedio hay? ¿por qué hemos de seguir encadenados si nuestro amor pasó?
¿por qué? ¿para qué?

LEONARDO Lo quieres más de lo que me quisiste a mí.

ROSARIO ¿Quererlo?... ¡no!... ¡estás equivocado!... Acaba de huir como un cobarde…

LEONARDO ¡Ya nos veremos él y yo! ¡Ya lo creo que nos veremos!

ROSARIO ¿Un escándalo?... No veo el objeto… Para mí, él no significa sino una decepción más,
no un dolor…
LEONARDO ¡Admirable manera de engañar, de mentir!

ROSARIO Cree lo que quieras.

LEONARDO ¿Y, entonces, para que quieres divorciarte?

ROSARIO ¡Yo!

LEONARDO ¡Tú… sí… acabas de decirlo!

ROSARIO ¿Divorciarme?... ¡no!... he dicho que nos separemos… Es distinto.

LEONARDO ¿Y si yo no quiero que nos separemos?


21

ROSARIO Me obligarías, entonces, a pedir el divorcio.

LEONARDO ¿Y en qué lo fundarías?

ROSARIO Un abogado sabrá fundarlo. Hoy no hay nada más fácil, y si no, huiré, a donde no sepas
de mí…

LEONARDO Te seguiré a donde puedas ir…

ROSARIO Será inútil.

LEONARDO ¡Quién sabe!

ROSARIO Separémonos en paz; sé tú quien pida el divorcio. Cásate con Julia, se lo has prometido.

LEONARDO No es cierto.

ROSARIO Se lo has prometido.

LEONARDO Para quitármela de encima…

ROSARIO Para lo que tú quieras; pero se lo has prometido.

LEONARDO ¡Ah! ¿Ese es tu rencor?

ROSARIO ¡No, te equivocas! Yo no tengo ningún rencor!

LEONARDO Podríamos todavía ser felices…

ROSARIO Debemos serlo, cada quien por su lado, como pueda…

LEONARDO ¿Tú, con Linares?...

ROSARIO ¡Ah, no!

LEONARDO Si no con él, más tarde, con algún otro amante…

ROSARIO No sé, no lo creo…

LEONARDO ¿En qué podrás encontrar, entonces, la felicidad?

ROSARIO En la tranquilidad. ¿Tú crees que la mujer solo puede encontrar la felicidad en un
hombre?

LEONARDO Como el hombre solo puede encontrarla en una mujer.

ROSARIO Pues te equivocas. La mujer normal no tiene necesidad del hombre.

LEONARDO No lo sabes…

ROSARIO ¡Tal vez! … ¡y concluyamos!... Es tarde, y quiero descansar.

LEONARDO Concluyamos. ¡Vuelve a mí, aquí están mis brazos, aquí está mi vida, vuelve a mí,
Rosario!

ROSARIO No puedo ya.

LEONARDO Olvidemos lo pasado.

ROSARIO Ahí está el mal, el mal irremediable, irreparable, en que olvide el pasado.
22

LEONARDO ¡Ah, yo haré que lo recuerdes, punto por punto, hora por hora, instante por instante.
Verás cómo vuelve poco a poco, todo lo que fue nuestra dicha, todo lo que fue nuestro
amor…

ROSARIO Te lo agradezco, de verdad te lo agradezco… pero no puede ser…

LEONARDO Haremos, de nuevo, nuestro viaje de bodas; reconstruiremos nuestra luna de miel.
Volvámonos a Europa; visitemos, otra vez, en el mismo orden en que las visitamos,
todas las ciudades en que fuimos dejando nuestro cariño y nuestra dicha. Aunque sean
de piedra nos la devolverán… Y no regresemos aquí nunca; busquemos un refugio final
en un rincón del mundo en donde nada nos recuerde nuestra torpeza, nuestra mutua
torpeza, sí, no me digas que no… ¡Yo te quiero, Rosario, te quiero, te quiero!...

ROSARIO ¡Lástima que hayas tardado tanto en decirme eso!...

LEONARDO ¡Rosario!...

ROSARIO ¡Lástima!

LEONARDO ¡Rosario!

ROSARIO Separémonos en paz; dejémonos de quimeras que no pueden ser ya; amigablemente…

LEONARDO Ofendido.
Como tú quieras…

ROSARIO De común acuerdo… mañana…

LEONARDO ¿Y a dónde irás?

ROSARIO No sé, todavía no lo sé. No importa a dónde…

LEONARDO ¿Y a dónde iré yo?...

ROSARIO Tú sabrás… Ahí está Julia, que te espera impaciente…

LEONARDO Digno
Está bien.

ROSARIO Hasta mañana.

LEONARDO Hasta mañana.


Pausadamente sale Rosario. Leonardo, vencido, se deja caer en un sillón. Reclina la
cabeza en sus manos, poniendo los codos sobre sus rodillas. El llanto trata de ganarlo. Su temor al ridículo, hasta ante sí mismo,
vence a las lágrimas que ya han empezado a desbordársele. Rosario, semioculta tras la cortina del fondo, lo observa. Una
sonrisa de triunfo, reprimida por el amor que tiembla en sus labios, ilumina su rostro, a un tiempo mismo, de satisfacción y de
piedad. De pronto, Leonardo va al aparato del teléfono y automáticamente se comunica:

-¿Julia, eres tú?...


- …………………………………………………………
-No, no puedo ir, no me siento bien….
- ……………………………………………………….
Rosario sigue, ansiosa, las palabras de Leonardo.
-No, tampoco mañana.
- …………………………………………………
Violento.
-No puedo, te he dicho que tampoco…
-……………………………………………………
-¿Qué todavía la quiero?...
-………………………………………………..
-Eso a ti no te importa, es cuestión mía, sólo mía…
23

-………………………………………………….
-Es natural que pienses tú eso. ¿Qué otra cosa puede esperarse de una mujer como tú?...
-………………………………………………….
-No.
-…………………………………………………
-¿Elegir entre tú y ella?
Gran emoción en Rosario que casi desfallece.
-Ella, sí, ella….. ¿lo oyes?... ella…..
Rosario está transfigurada por el júbilo.
-¿Perdido… ¿Qué también la he perdido?... ¡La reconquistaré! ¡Ah, te lo juro!...
-………………………………………………………………..
-No te rías así…. ¡que no te rías así!...
-………………………………………………………………..
-¡La reconquistaré!.... ¡aunque te rías!.... ¡aunque te rías!..... ¡la reconquistaré!....
Cuelga, con rabia, el audífono. Rosario desaparece violentamente para que él no la vea. Y él,
tambaleándose, como un ebrio, se dirige a su departamento, apagando la luz eléctrica al salir.
Sobre la oscuridad cae el

TELÓN
FIN DE “LA COMEDIA”.

hhh

SEGUNDO ACTO
EL DRAMA

Sala muy ostentosa. Muebles flamantes. Gusto de provincianos que quieren aparecer como refinados
metropolitanos. Cocktail-Party.

LINARES, JULIA, ENCARNACIÓN, GUILLERMO, EL DOCTOR REZA Y EL LICENCIADO


JIMÉNEZ.

LINARES Las mujeres, indiscutiblemente, mi querido Licenciado, tienen la cabeza más


fuerte que nosotros.

ENCARNACIÓN ¿Cree usted?...

LINARES No es cuestión de fe, señora, sino de simple experimentación.

JULIA No todas las mujeres… a mí se me suben dos copas.

LINARES Ni dos docenas…. ¿cuántos cocktails lleva usted? A ver…

ENCARNACIÓN Ha perdido la cuenta.

LIC. JIMÉNEZ Y la verdad es que es para perderse…

JULIA Al Doctor Reza.


¿Qué opina el doctor?

DR. REZA Que saben muy distintos a los que yo formulo.

LINARES Muy bien dicho, doctor. Yo, siempre que tengo que tomar alguna medicina,
unas cucharadas, por ejemplo, digo: ¡pero qué malos cocktails receta este
médico!... ¿Por qué no inventan ustedes medicinas sabrosas?...

ENCARNACIÓN Porque nadie creería en ellas, Linares.


24

JULIA Las medicinas deben ser feas, si no, no curan.

LINARES Y los “cocktails” deben ser agradables, si no, no enferman…

JULIA Que es su alta misión.

LIC. JIMÉNEZ Y está muy bien que así sea, ¿verdad, Guillermo?

GUILLERMO Volviendo de sus pensamientos


¿Decía usted?

LINARES ¿Pero, dónde estás tú, hombre de Dios? ¿En Babia?... ¿en tus minas de Taxco?

GUILLERMO Pues no lo sé… confieso que… ¿decían ustedes?...

LINARES ¿Qué opinas tú de que los cocktails sepan bien y hagan daño, y las medicinas
sepan mal y alivien?

GUILLERMO No comprendo….

DR. REZA Ni es fácil, señor don Guillermo…. sutilezas de Linaritos…

LINARES Nada de eso, doctor,… profunda observación, aunque me esté mal el decirlo,
que creo que no me está mal…

DR. REZA Pues no alcanzo a ver esa profundidad.

LINARES Perdóneme usted, mi estimado galeno; pero, precisamente, las profundidades


no se alcanzan a ver.
Todos ríen.

DR. REZA Molesto y educado.


¿Y cuál es la profunda observación?

LINARES En la vida todo lo amable o es pecado o hace daño, y lleva a la sepultura o al


infierno…

DR. REZA No todo, ¡qué blasfemia!

LINARES Y, en cambio, la penitencia, el dolor, el martirio conducen directamente a la


gloria, al paraíso…

DR. REZA Así es.

LINARES Lo mismo que las medicinas y los “cocktails”… Ya ve usted que tengo
razón…
Todos festejan a Linares.
¿Y a ti que te pasa, Guillermo?

GUILLERMO Que se ha abstraído, de nuevo.


¿A mí?... ¡no!... ¡nada!.... ¡los oía!…

JULIA Suspira por sus montañas de Guerrero…

GUILLERMO No…

LINARES ¿Y usted, Encarnación, también extraña aquello?...

ENCARNACIÓN ¡Nunca!... si aquello es la muerte…


GUILLERMO No puede contener una mirada de profundo desprecio a su mujer.
¿Por qué dices eso?...
25

ENCARNACIÓN ¡Ay, hijo!... ¿y lo preguntas? … ¡vida más tediosa!...

GUILLERMO Más tranquila…

LINARES ¿Pero en qué podías gastar allá el dinero?

GUILLERMO ¿Y qué necesidad hay de gastar el dinero?

LINARES Al doctor Reza.


¿Ya lo ve usted, doctor?... Los que lo tienen, dicen que qué necesidad hay de
gastar el dinero, y los que no lo tenemos pensamos que solo puede servir para
eso… ¿lo entiende usted?...

DR. REZA Lo entiendo.

LINARES Pues es usted muy sabio.

ENCARNACIÓN A todos.
¿Otro “cocktail”?...

LINARES Me parece muy bien.

JULIA El del estribo.

GUILLERMO Yo también quiero otro cocktail.

TODOS En broma.
¡Bravo, bravo!...

LINARES ¡A ver si te animas, hombre de las cavernas!...

GUILLERMO A ver si me animo…

Encarnación, que ha estado preparándolo, sirve el cocktail.

LINARES Probándolo.
¡Exquisito!

DR. REZA Ídem.


Este sabe distinto…

LIC. JIMÉNEZ ¡Y mejor!...

GUILLERMO Tomando el suyo.


Tiene ajenjo.

LINARES No se te vaya a subir…

GUILLERMO Sé beber, es virtud de la provincia…

JULIA Pero no le llame usted virtud a los vicios, Guillermo…

GUILLERMO Saber llevar con dignidad un vicio, para mí, es una gran virtud.

LINARES Hablas poco, pero bien. Te pareces a Aldama.

GUILLERMO ¿Quién es Aldama?

LINARES Un ilustre diplomático nuestro que tú no conoces, hoy consejero en la


Embajada en Río de Janeiro.
26

LIC. JIMÉNEZ ¿No llegó a ministro, siempre?...

JULIA Le dieron el puesto que quería a un general…

LIC. JIMENEZ ¡Pobre Aldama!...

Entra Ruvalcaba.

LINARES ¡Ahí está Ruvalcaba!

RUVALCABA Más vale llegar a tiempo…

ENCARNACIÓN Usted siempre está convidado, Ruvalcaba…

RUVALCABA No podía yo faltar a los sábados de tan simpático matrimonio.


Va saludando.

LINARES Desde que se casó es otro hombre…

RUVALCABA Así les sucede a todos los hombres que se casan… creo yo.

LINARES Dr. Reza? ¿Ruvalcaba ha estado en su respuesta profundo o sutil? ¡qué opina
usted?...

DR. REZA Opino que ha estado sincero.

RUVALCABA ¿Qué les sucede? ¿He dicho algo chistoso?...

LINARES ¡Hombre! El matrimonio siempre es chistoso…

JULIA Para quien no es casado…

GUILLERMO Con violencia.


¡Por supuesto!

JULIA A Guillermo.
¿Y decía usted que sabe beber?...

LINARES Sí… por Dios…. No es para enfadarse.

RUVALCABA Tú no entiendes de eso, Linaritos, ni entenderás nunca…

LINARES Así lo voy creyendo! y menos si el matrimonio ha de volverme serio…

RUVALCABA Pues, naturalmente, el matrimonio no es cosa de broma…

LINARES ¡Qué ha de serlo!...

RUVALCABA Filosofando.
Para la mujer y también para el hombre es… el mejor estado…

LINARES Pues, mira, como decía un amigo mío… prefiero el Distrito Federal…
Carcajada olímpica de todos. Guillermo ríe forzadamente.

RUVALCABA Tú no tienes remedio.

LINARES Déjame morir… lo prefiero a tu filosofía conyugal… ¿sutil o profundo, doctor


Reza?
DR. REZA ¡Déjeme usted en paz, hombre de Dios!
27

LIC. JIMÉNEZ Y a propósito de matrimonios… ¿Rosario y Leonardo?...

JULIA Todavía con rencor hacia Guillermo.


Un matrimonio chistoso ese, no lo podrá usted negar, Guillermo…

GUILLERMO ¿Qué tiene de chistoso?

JULIA En plena luna de miel, de nueva cuenta…

ENCARNACIÓN Salieron de México, cuando llegamos Guillermo y yo.

JULIA Con el juramento de no volver jamás…

GUILLERMO Hay maridos y maridos…

ENCARNACIÓN Son dos civilizados…

GUILLERMO Eso es llamar civilización a la desvergüenza…

RUVALCABA Supieron encontrar la felicidad perdida…

GUILLERMO A costa de todo.

RUVALCABA ¿Por qué si no habían dejado de quererse?

LINARES Cada quien sabe lo que hace…

GUILLERMO Y cada quien juzga como debe…

JULIA Burlona.
“Hernani o el honor castellano”.

RUVALCABA Al siglo exacto de su famoso estreno…

ENCARNACIÓN ¿Y a dónde están ahora?...

JULIA Viajan, continuamente, sin punto de reposo… hoy en París, mañana en


Sydney… Dieron la vuelta al mundo en el “Graf zeppelín” y estrenarán el
“Dornier D.X.”

ENCARNACIÓN ¿Y qué buscan con tanto moverse de uno a otro sitio?

JULIA Supongo que encontrarse a sí mismos…

DR. REZA ¿Y usted cree que lo conseguirán, Julia?

JULIA Me parece difícil.

LIC. JIMÉNEZ Pues yo sí voy a encontrar mi cama.

DR. REZA Y yo la mía… ¿ustedes se quedan?...

RUVALCABA Todavía un rato.

GUILLERMO Voy a acompañarlos.

LIC. JIMÉNEZ, DR. REZA Tantísimas gracias.


Se despiden y salen acompañados de Guillermo.
ENCARNACIÓN Ruvalcaba, ¿y por qué no trae usted nunca a su esposa? Tendría yo tanto
gusto…
28

RUVALCABA Muchas gracias, Encarnación…

LINARES Porque es celosísimo, un Otelo…

RUVALCABA No, Encarnación. Mi mujer es muy encerrada…

LINARES Desde que se trata con banqueros, desprecia Ruvalcaba a los mortales
simples…

RUVALCABA ¡Cállate la boca!...

LINARES ¿Cuándo me consigues un préstamo en el Banco de Irlanda?

RUVALCABA Cuando me lleves una buena firma…

LINARES Pretextos y nada más pretextos. Es un Otelo. Cuentan que cuando Ruvalcaba
sale a la calle, cierra la casa con llave y se la echa consigo…

RUVALCABA Para que no entren seductores como tú…

LINARES ¡Pobre de mí!..

JULIA Cría fama…


Vuelve Guillermo.

GUILLERMO A Encarnación.
Dame otro cocktail.

ENCARNACIÓN A los demás.


¿Ustedes también quieren otro?

RUVALCABA Yo sí, no he tomado más que uno.

ENCARNACIÓN ¿Tú, Julia?...

JULIA No, ya no, muchas gracias…

LINARES No, no le dé usted más… se le suben dos copas…

ENCARNACIÓN ¿Y usted?...

LINARES No, yo sí tengo la cabeza débil.

RUVALCABA De tanto gastar ingenio…

LINARES Ruvalcaba, vienes agresivo…

RUVALCABA Me tomo este cocktail y ustedes me permiten que me vaya.

LINARES A proseguir la luna de miel… ¡cómo no, esposo modelo!...

RUVALCABA No era a ti a quien yo pedía excusas, sino a los dueños de la casa… ¿sabes?

LINARES ¿No te digo, Ruvalcaba?... El matrimonio te ha agriado el carácter.


Decididamente no me caso.
Toman el cocktail.

GUILLERMO ¡Salud!
RUVALCABA Salud, Guillermo…
Probando la bebida.
29

Delicioso. Nadie en México prepara tan deliciosamente los cocktail… ni


Narejo, el del Regis…

GUILLERMO A su mujer, siempre sombríamente.


Debes estar orgullosa de que así se celebren tus habilidades de… cantinera.

ENCARNACIÓN Herida.
Por Dios, Guillermo!... qué es lo que te pasa?

LINARES Sí, hombre… ¿por qué te pones de ese modo?...

JULIA Montaraz, complete usted la frase, Linares…

GUILLERMO Me molestan esas cosas, no puedo remediarlo… No me parece el de cantinera,


oficio de señoras… y dame otro cocktail.

LINARES ¿Quieres emborracharte?

GUILLERMO ¡Para que a mí se me suba!...

Encarnación, inquieta, le sirve otro cocktail.

RUVALCABA Yo me despido.

LINARES Adiós, Aben-Humeya, a los pies de la infeliz sultana.

RUVALCABA ¿Cuándo vas por casa?

LINARES Uno de estos días, muy pronto…


Ruvalcaba se despide.

ENCARNACIÓN Vamos a acompañarlo, Ruvalcaba y traiga a su señora. Todos los que vienen
aquí son amigos de confianza e íntimos de usted.

RUVALCABA Voy a convencerla, y de nuevo muchísimas gracias. Adiós Julia, hasta pronto,
Linares… Pero no se molesten ustedes… no dicen que somos de confianza?

ENCARNACIÓN No faltaría más. Cómo no…


Encarnación y Guillermo salen a acompañarlo, éste silencioso.

LINARES ¡Pobre Ruvalcaba!

JULIA ¿Por qué?

LINARES Su odalisca es una pécora bien acabada.

JULIA Lenguaraz.

LINARES ¡De veras!

JULIA Por la actitud de Guillermo.


Parece que hay tempestad.

LINARES ¡Y con rayos!... Al salvaje este, descubrimiento de Ruvalcaba, se le ha subido


todo lo Manelik a la cabeza. Creo, mi querida Julia, que también aquí lleva
usted la de perder.

JULIA Es mala suerte. A Leonardo, por exceso de civilización! A éste por exhuberancia de
barbarie…

LINARES Es muy bruto.


30

JULIA Muy primitivo.

LINARES Es igual. ¡Mal cuadrilátero el de ahora!

JULIA Es curioso que nos hayamos encontrado usted y yo de nuevo.

LINARES Pronto los dejaré a ustedes en triángulo…

JULIA Cobarde…

LINARES Prudente, todavía estimo mi pellejo.

Vuelven Encarnación y Guillermo, éste agitado, ella pálida. Han disputado dentro.

JULIA Y qué no salimos esta noche?

GUILLERMO Sí, vamos a un cabaret… Adonde haya champagne.

LINARES ¿Qué dipsomanía es esa?

GUILLERMO No me digas palabras que no entiendo.

LINARES Qué afán por beber.

GUILLERMO No sé… hay veces que me pasa esto…


Con imperio a Encarnación.
Anda a arreglarte…

ENCARNACIÓN A Julia.
¿Quieres acompañarme?

JULIA Sí… Después ustedes me acompañarán a casa, a vestirme también.

GUILLERMO Está usted bien.

JULIA Montaraz, montaraz… Atrasado anda usted en modas.

GUILLERMO No me faltaría más sino saber de trapos…

ENCARNACIÓN Con permiso, Linares… Ven Julia.


Salen las dos señoras.

LINARES Cuando se han quedado solos él y Guillermo.


¿Qué es lo que tienes?

GUILLERMO
Ya lo ves, sed.
Va a servirse otro cocktail.

LINARES No bebas más.

GUILLERMO ¿Por qué no?

LINARES Porque vas a cometer una barbaridad.

GUILLERMO No tengas miedo.


LINARES Debes tenerlo tú. ¿Qué te pasa? ¿Te has peleado con Julia? ¿Te ha hecho algo?

GUILLERMO ¡Qué me importa Julia!


31

LINARES Ten cuidado con ella, es una mujer que lleva la desgracia a donde va. Leonardo
y Rosario, los amigos ausentes de quienes hablábamos hace un rato, por ella
estuvieron a punto de…

GUILLERMO No me hables de ese Leonardo que sé que es un consentidor.

LINARES Es un hombre que quería a su mujer y la perdonó! también él había sido


culpable…

GUILLERMO La falta de la mujer sólo la perdonan los canallas.

LINARES No digas eso… ¿aun cuando también el hombre haya faltado?

GUILLERMO El hombre es el hombre.

LINARES Yo no lo entiendo así.

GUILLERMO Es muy difícil que lo entiendas.

LINARES Lo mismo de todos, porque no soy casado.

GUILLERMO Naturalmente.

LINARES ¿Por el honor, por el famoso honor?

GUILLERMO ¿Y por qué otra cosa había de ser? Por el honor, sí, por el honor que pierde el
hombre cuando lo engaña su mujer, y que no pierde la mujer si su marido es
quien la engaña. Perderá cuanto hay, la felicidad, el cariño, las ilusiones, la
misma vida, pero no el honor, que es más que la vida.

LINARES Esas son vejeces.

GUILLERMO Para los hombres de las ciudades corrompidas como ésta, malditas, mil veces
malditas…

LINARES ¡Pero qué excitación! ¿Qué te ha hecho México? ¿Por qué no te vuelves a
Taxco, si eras allá feliz, si no puedes adaptarte a esto?...

GUILLERMO Porque ya es tarde.

LINARES ¿Ya es tarde?

GUILLERMO ¿Por qué oí a Ruvalcaba y a ustedes cuando fueron allá? Yo era feliz, ella me
quería, ella era buena; pero un pintamonas descubrió a Taxco, y se puso de
moda y la moda es peor que la peor peste. Fueron allá por caravanas los de
aquí, a pasmarse con lo que no entendían, porque para entenderlo y para
quererlo y para sentirlo, hay que estar connaturalizado con aquello desde la
cuna, como yo…

LINARES A un hombre culto…

GUILLERMO ¡Mentira, la cultura de que alardean es mentira! Y eso llevaron, la mentira, a


aquel lugar de paz, aislado, protegido por Dios…

LINARES Tiene razón Julia, al llamarte Montaraz.


GUILLERMO ¡No me lo digas tú, para broma basta!

LINARES Nada he dicho si eso te desagrada.


32

GUILLERMO En menos de un año… ¡en menos de un año!... mi tranquilidad, como la de


Taxco, se acabó…

LINARES Vuélvete, vuélvete cuanto antes, es fácil el remedio.

GUILLERMO Antes tengo que hacer aquí un acto de justicia, y luego.

LINARES Con disimulado temor.


¿Un acto de justicia? ¿y cuál?

GUILLERMO Encontrar al canalla que sedujo a mi mujer y matarlo.

LINARES ¡Guillermo!

GUILLERMO ¡Como a un alacrán… como a un alacrán…

LINARES ¿Pero de dónde inventas?

GUILLERMO No invento nada… como a un alacrán a él, y después a ella como a una…

LINARES ¿Qué pruebas tienes?... Es lo que has bebido… Esas mixturas te hacen
delirar…

GUILLERMO No me lo ha dicho nadie: mejor dicho, sí, me lo ha dicho ella, Encarnación.

LINARES ¿Encarnación? ¿Ella?

GUILLERMO Sí… un beso que nunca me había dado, un beso de lascivia, un beso horrible,
peor que los de Julia… que me reveló todo… ¿dónde lo había aprendido?...
¿con quién lo había aprendido?... Un beso que no era de amor… un beso que
me deshizo el alma…

Transición.

¿Por qué te lo digo?... No lo sé… tú sabes si lo cuentas… también sé arrancar


lenguas… Te lo dije… tal vez de eso sí tenga la culpa el brebaje ese…

LINARES Después de una pausa.


Vamos a la calle, a que te refresques, a que te serenes…

GUILLERMO Vamos a esperarlas… Quiero beber champagne.

LINARES Vamos tú y yo solos. Estás muy excitado.

GUILLERMO No, no tengas cuidado. Vamos, sí, pero con ellas, con ellas… Yo sé lo que me
digo…

LINARES Como quieras…

GUILLERMO Tú has de saber quién es ese canalla.

LINARES Nadie.

GUILLERMO No me violentes. Tú has de saberlo. No te lo pregunto porque no has de


decírmelo.

LINARES Si lo supiera, te lo diría, soy tu amigo…

GUILLERMO Lo creo, eres el único en México a quien creo mi amigo.


33

LINARES ¡Y con razón!

GUILLERMO No sé si con razón; pero te creo mi amigo. A pesar de eso no has de decirme
quién es. No le hace. Lo averiguaré yo, yo solo, ¿pronto? ¿tarde?, lo
averiguaré! Me bastará una mirada que se cambien los dos, ella y él, ¿me
entiendes?... En esas miradas siempre brilla la culpa.

LINARES Puedes sufrir una espantosa ofuscación; tu misma imaginación puede hacerte
ver lo que no existe… Francamente, yo no creo que…

GUILLERMO Está bien eso, hombre, te lo agradezco… Es de amigos tratar de evitar lo


inevitable.

LINARES Pues, entonces, por lo menos hoy no debes salir… Cuando no hayas bebido…

GUILLERMO Hay veces que la bebida da una gran penetración de espíritu, como una doble
vista…

LINARES Perdóname, lo que da la bebida casi siempre es una terrible terquedad. No


bastaría lo que te resta de vida para arrepentirte…

GUILLERMO Haces bien, haces bien en decir esas cosas, desgraciadamente no me


convences.

LINARES Desgraciadamente.

GUILLERMO Porque estoy convencido de lo contrario… y no he de tolerarlo, no he de


perdonarlo… ¡Yo un…!

LINARES Cállate. ¿Quién te llama así, quién? Nadie. Has bebido más de la cuenta, y eso
es todo. Inventas, como todos los que bebes, que a ti no te hace daño la bebida,
y también como a todos te lo hace y mortal.

GUILLERMO Para que a mí se me suba…

LINARES Ya se te ha subido, y en la peor de las formas, con manía destructora, con


delirio homicida…

GUILLERMO Tú eres quien delira. Yo veo las cosas tal y como son de veras y no he de
consentirlo!... Oigo la palabrota aplicada a mí, restalla en mis oídos como un
chicotazo; la palabrota que mil veces entre carcajadas de los amigos, ellos y yo
aplicábamos a quien la merecía; la palabrota, que, de un golpe, le quita la
virilidad, la vergüenza y la honra a un hombre; la palabrota, la palabrota… y yo
no soy eso, ni lo seré nunca… ¿entiendes?... ¡nunca!

LINARES Que ve crecer, por instantes, la peligrosa situación en que se encuentra, con su
acostumbrada habilidad se apresta a salir de ella.
Es imposible discutir contigo esta noche, Guillermo. Por última vez te doy el
consejo de que no salgas. Tú sabes si quieres escuchar a un amigo. Yo voy a mi
casa, tengo que ir un momento. Más tarde los buscaré donde me digas, si
insistes en la tontería de ir a alguna parte. Dime a dónde y ahí los alcanzo.

GUILLERMO No sé, búscanos en algún “cabaret” de los buenos. Quiero tomar champagne.

LINARES Haz lo que gustes.


Se levanta.
Adiós.
GUILLERMO Indiferente. No piensa sino en la injuriosa palabrota, y en castigar la ofensa de su
esposa y del amante.
Adiós.
Sale Linares.
34

Guillermo no se da cuenta de cuando ha salido Linares, vuelve los ojos, ve que se


ha marchado y se encoge de hombros. Va a la coctelera que ya está vacía. Toca un
timbre. A poco aparece un criado.

CRIADO Entrando.
Señor.

GUILLERMO Tráeme el cognac, un vaso y un sifón.


Se va el criado. Guillermo se pasea a lo largo de la sala, sin más agitación que la
interior. De vez en cuando lanza una mirada fulgurante de ira hacia la puerta del
cuarto de su esposa. Vuelve el criado trayendo en una bandeja la botella del
cognac, el sifón y un vaso. Guillermo con un ademán ordena al criado que deje
aquello en la mesita del cocktail. Así que el criado se retira, Guillermo empieza a
prepararse un “high-ball”. En ese momento entra Julia, quien al verlo se acerca a
él y en voz baja e iracunda le dice:

JULIA ¿Vas a seguir bebiendo? ¿Me quieres explicar qué es lo que intentas, me
quieres explicar?

GUILLERMO Yo no tengo que explicarte nada, ni nada intento, sino beber por beber, eso es,
tengo ganas de beber y eso es todo. ¿Qué sucede con Encarnación? ¿No ha
acabado de vestirse?

JULIA La has hecho llorar con tus impertinencias delante de la gente. ¡Parece mentira!

GUILLERMO ¿Qué yo la he hecho llorar? ¿cuándo?

JULIA ¿Y dices que no te hace efecto la bebida?

GUILLERMO No… para que a mí se me suba. ¡Ah, sí… ¿por lo que le dije que no me gusta
verla de cantinera?

JULIA Por eso y por el tono que has tenido con ella toda la noche.

GUILLERMO ¿Y de cuándo a acá te has vuelto su defensora?

JULIA Es que tiene razón, y además es una mujer, tu mujer todavía, y me da miedo
que cuando lo sea yo vayas a tratarme con igual brusquedad…

GUILLERMO Tú eres otra clase de mujer…

JULIA ¿Cómo otra clase? ¿Qué quieres decir?

GUILLERMO Una mujer distinta. Tú eres una mujer de aquí, en ti no me extraña tu manera
de ser; en ella sí, porque no era la suya…

JULIA Claro; pero ahora tiene que ser como es, cuando menos para que no se rían de
ella, por “paya”.

GUILLERMO ¿Y por que se han de reír si eso es ella, una “paya” y yo un “payo”?... Pierde
las esperanzas de volverme un “fifí”… Sí, los “fifís” te gustan, ahí tienes a
Linares, por ejemplo…

JULIA Ni “payo” ni “fifí”, un hombre culto, un hombre educado.

GUILLERMO Estoy orgulloso de ser un hombre a secas.

JULIA Eso de a “secas”…

GUILLERMO No bebo siempre tanto…

JULIA Eso es lo que me extraña…


35

GUILLERMO Porque hoy necesito beber; me lo pide el cuerpo y puede que también el
alma…

JULIA Eres de los que creen, cosa muy de “payo”, que ser hombre consiste en beber y
en ser rudo.

GUILLERMO Pues así soy.

JULIA Pues cambia.

GUILLERMO ¿Qué sucede con Encarnación, viene o no viene?

JULIA Déjala que no venga, mejor… quiero hablar contigo.

GUILLERMO ¿De qué?

JULIA De nuestro casamiento.

GUILLERMO ¿Qué prisa te corre?

JULIA Me lo has prometido.

GUILLERMO Y te lo sigo prometiendo.

JULIA El prometer no empobrece…

GUILLERMO Y te lo sigo prometiendo, nada más tengo que arreglar una cosa…

JULIA ¿Una cosa?...

GUILLERMO Una cosa, sí, y tal vez se arregle esta noche, en cuanto me convenza de que es
cierto algo que me grita la sangre.

JULIA ¿Celos?...

GUILLERMO ¿Eh?...

JULIA ¿Tienes celos de mí?

GUILLERMO Lanzando una sonora, brutal carcajada.


¡Ja, ja, ja, ja! ¡No estoy loco!

JULIA El ultraje de aquella carcajada la pone en pie.


¿Por qué te ríes así?

GUILLERMO Porque yo no puedo reírme de otro modo. Tengo risa de “payo”.

JULIA No, tu carcajada es una injuria.

GUILLERMO ¿Y por qué ha de ser una injuria?

JULIA ¿No te importaría que yo te engañara?

GUILLERMO Absolutamente.
Va a servirse otra copa.

JULIA ¿Por qué clase de mujer me tomas?


GUILLERMO Por la clase de mujer que eres, ¿de qué otra manera iba a tomarte?

JULIA ¿Y qué clase de mujer soy para ti? ¡Dímelo!


36

GUILLERMO Una mujer… corrida.

JULIA A quien has prometido darle tu nombre…

GUILLERMO Sí…

JULIA Mintiéndole…

GUILLERMO Mira, ve a ver si ya acabó Encarnación de vestirse…

JULIA No, primero tienes que contestarme…

GUILLERMO ¿Que contestarte qué?...

JULIA Si me has engañado al prometerme que sería tu esposa…

GUILLERMO Al prometértelo no…

JULIA ¿Quieres decir que no lo cumplirás?...

GUILLERMO ¿Por qué no?... ¡quién sabe!...

JULIA No eres tan “payo” como parece…

GUILLERMO ¿Crees?

JULIA Me has hecho esas promesas para tenerme…

GUILLERMO Mira, es ridículo lo que me estás hablando…

JULIA ¡Ah, no!... Yo necesito saber…

GUILLERMO ¿Y no lo sabías?

JULIA No… jamás hubiera consentido sin creer ciertas tus palabras.

GUILLERMO Pero si ese es tu juego, mi querida Julia. Te imaginabas engañarme con él… y no…
Anda, cálmate, ve a ver si ya se vistió Encarnación, y vamos a tomar champagne…
tengo ganas de tomar champagne…

JULIA Con el amante de tu mujer y con ella… ¿verdad?

GUILLERMO ¡Julia!...

JULIA Hazte ahora el ignorante…

GUILLERMO O hablas o te extrangulo aquí… ¿me oyes?...


Avanza con las manos crispadas hacia ella.

JULIA ¿Y qué voy a hablar si todo lo sabes y todo lo consientes?

GUILLERMO ¿Qué consiento? … ¡habla, habla!...

JULIA ¿No sabías que éramos un “cuadrilátero”? ¿no lo sabías?

GUILLERMO ¿Qué “cuadrilátero”?...


JULIA No has de entender la palabra, pero…

GUILLERMO Sí, la entiendo… ¿qué cuadrilatero?... ¡habla!


37

JULIA Eso sí te puede, que tu mujer te engañe…

GUILLERMO ¡Habla, habla, habla!....

JULIA Se te ha quitado la borrachera…

GUILLERMO ¡Habla!

JULIA Te has demudado…

GUILLERMO ¡Habla!

JULIA Si no lo sabes, no hablo… Dices que no lo sabes…

GUILLERMO ¿Y te atreves a dudarlo un momento?...


Levantando sobre ella el puño.

JULIA Pégame, es lo que te falta para ser un perfecto salvaje.

GUILLERMO La coge de la muñeca, fuertemente.


¿Quieres hablar?

JULIA No.

GUILLERMO Entonces, hemos concluido tú y yo.

JULIA Está bien.


Pausa angustiosa.
Me voy… despídeme de tu mujer… de tu casta mujer…

GUILLERMO Espera… no te vayas… Si me lo dices…

JULIA ¿Qué?...

GUILLERMO Te prometo divorciarme en el acto… casarme contigo inmediatamente…

JULIA ¿Y qué caso puedo hacer ya de tus palabras?

GUILLERMO Antes no me importaba mentirte…

JULIA ¿Y por qué ha de importarte ahora?

GUILLERMO Porque hoy necesito la verdad.

JULIA ¿La quieres?...

GUILLERMO ¿A quién?...

JULIA A tu mujer.

GUILLERMO No sé… pero quiero mi honor, odio al ridículo… Yo te juro, sí, te juro, créemelo, que
no puedo consentir ni que tú tengas una mala idea de mí, de que puedas imaginarme
capaz de consentir eso…

JULIA ¿Ni que yo?... ¿Es decir, ni que la mujer más miserable?...

GUILLERMO Julia, no he querido decir…

JULIA Pero lo has dicho… Mereces de verdad saberlo.

GUILLERMO ¡Dímelo!
38

JULIA ¿Para qué?... ¿para comprometerte?... ¿para comprometerme? Sé que si te lo digo, te


perderías para siempre, no sabrías dominarte, podrías llegar al crimen…

GUILLERMO No… te he prometido casarme contigo…

JULIA Ya te dije que no puedo creer en tus palabras… y, además, ni por todo el oro del mundo
sería yo tu mujer.

GUILLERMO Yo te convenceré de que ahora no miento. Me dominaré. Ya te lo dije, pero necesito


saber…

JULIA Torturándolo hasta el fin, decidida a decirle todo.


No quiero tener más tarde sobre mi conciencia el peso de una responsabilidad.

GUILLERMO No lo tendrás, te ofrezco que no cometeré ningún acto de violencia… ¿Me lo dirás?...

JULIA Con tremenda maldad.


¿De verdad lo prometes?

GUILLERMO De verdad. ¿Sabes por qué quiero salir con ella? Para espiarla, para sorprender una
mirada que los delate a ella y a su cómplice.

JULIA Riendo irónicamente.


Pues ya has tenido tiempo para sorprender miradas….

GUILLERMO ¿En dónde?...

JULIA Barriéndolo con una mirada despectiva.


¡Hombre!

GUILLERMO Con energía.


¿En Dónde?

JULIA En tu propia casa, mucho tiempo hace…

GUILLERMO ¡En mi propia casa!...

JULIA ¡Ya, ya sabes bastante!... ¡Ya me voy!...

GUILLERMO No… espérate… ¿En mi propia casa?...


Devanándose los sesos.
…¿en mi propia casa?

JULIA Implacable en su venganza y en su rencor.


¡Qué alma tan blanca!...

GUILLERMO Enérgico.
¿Quién?... ¿quién?

JULIA ¡Hombre!... no he de decírtelo todo… ¿no das?

GUILLERMO No.

JULIA Lo siento…

GUILLERMO ¿Ruvalcaba?...
JULIA No.

GUILLERMO Con dolorosa angustia.


¿Li… na… res?...
39

JULIA ¡Me voy!

GUILLERMO ¿Linares?

JULIA ¡No sé!

GUILLERMO Abrumado.
¡Linares!

JULIA ¡Que descanses!... ¡Adiós!...

GUILLERMO No… un momento… un momento… no te vayas aún…

JULIA ¿Qué deseas?...

GUILLERMO Salir… vamos a salir los tres… Linares nos alcanzará en el “cabaret”… Voy por
Encarnación…

JULIA ¿Y vas a armar un escándalo en público?... ¡Gracias, hijo… pero yo no me presto a


eso… no es mi género!...

GUILLERMO No… no voy a hacer nada… nada… Quiero tomar champagne... Nada más… No me
dejes solo con ella… espérate… ¿Por qué no vienes?... Espérate…
Rápidamente se levante y sin dar tiempo a que pueda detenerlo Julia, que sin duda
no lo intentaría, entra violentamente en el cuarto de Encarnación.
Gran pausa. Espera ansiosa de Julia, quien no quita los ojos de la puerta por
donde acaba de desaparecer Guillermo.
Al fin vuelve éste, intensamente demudado, un hombre que ha acabado. Trae su
abrigo y su sombrero.

JULIA Con ansiedad.


¿Y Encarnación? ¿viene?...

GUILLERMO No.

JULIA ¿No quiere salir?...

GUILLERMO Otros… la tendrán que sacar!...

JULIA ¿Qué has hecho?

GUILLERMO Lo que un hombre de honor tiene que hacer.

JULIA ¿La has ma…

GUILLERMO Casi llorando.


Sí… pero la palabrota… ¿sabes?... la palabrota…

JULIA ¿Qué palabrota?...

GUILLERMO ¡La palabrota… no me la dirán!...


Se pone el abrigo y el sombrero y se dirige, abrumado y vacilante, a la puerta de la calle.

JULIA ¿Y a dónde vas?

GUILLERMO Con la voz extrangulada por las lágrimas, casi como un imbécil.
A enterar a la justicia de que soy un “payo”…
Pausadamente sale.

JULIA Petrificada lo ve salir. Ya sola, temblorosa, se acerca a la mesita y se sirve un trago de cognac
y un chorro de agua de setz. Se abriga y, aterrada, sale también.
40

TELÓN

FIN DE “EL DRAMA”

hhh

ACTO TERCERO
LA FARSA

Despacho de Linares. Gusto sobrio.

Linares escribe, abstraído, sus memorias. Después de un buen rato entra Julia sin que él se dé cuenta. Ella
no quiere interrumpirle y, sonriente, lo observa. De pronto Linares alza la cara y mira a su mujer. Linares
y Julia se han casado.

JULIA ¿Se puede saber qué escribe el señor tan afanosamente?

LINARES Es un secreto.

JULIA ¿Para su esposa?

LINARES Quizá para ella más que para nadie.


Sonriente.

JULIA ¿Tan grave es?

LINARES No.

JULIA ¿Un testamento?

LINARES Algo parecido.

JULIA ¿Me desheredas?

LINARES Al contrario, serás mi heredera universal.

JULIA Muchas gracias.

LINARES Te lo mereces.

JULIA No piensan así todos los maridos.

LINARES No son como tú todas las esposas.

LOS DOS Ríen alegremente.


¡Ja, ja, ja!

LINARES Pensar que estábamos hechos el uno para el otro y tardamos tanto en descubrirlo…

JULIA No es tarde el bien cuando llega.

LINARES Después de haber sembrado el mal…


JULIA Cada quien por nuestro lado…

LINARES “In cerca de felicitá”.

JULIA Buscando una felicidad que teníamos al alcance de la mano.


41

LINARES Sin sospecharlo.

JULIA Así es la vida.

LINARES Así es.

JULIA Pero, al fin, la encontramos.

LINARES Y también sin sospecharlo.

JULIA La sorpresa de todos cuando anunciamos nuestro matrimonio…

LINARES La sorpresa de todos, hasta la nuestra.

JULIA Al descubrir que…

LINARES Que…

JULIA Que… ¿cómo diría yo?... que nos queríamos… no?

LINARES Que… nos conveníamos… el cariño ha venido después… a pasos contados, pero
firmes… o no? Dígolo por mí…

JULIA Y por mí puedes también decirlo, a pasos firmes.

LINARES Dame un beso.

JULIA Besándolo y casi castamente.


Dos.

LINARES Es curioso. A veces me pregunto si lo merecíamos. ¡Hicimos tanto mal!

JULIA Y yo me lo pregunto a veces… Es verdad, muchos males causamos…

LINARES Pero…

JULIA ¿Qué?

LINARES ¿Sin ese mal hubiéramos nosotros conocido el bien?

JULIA De modo que nuestras víctimas, víctimas sí, esa es la cruel palabra, nuestras víctimas…

LINARES De nosotros o de la fatalidad? De nosotros o de sus propios destinos? La vida se vale de


tantos medios. Lo que hicimos tuvimos que hacerlo.

JULIA Fácil manera de calmar la conciencia. De mí sé decirte que, a veces, me atormenta de


veras y que si no te tuviera a ti… no sé… no sé…

LINARES Lo mismo me sucede… igualmente, los remordimientos me atenacean… sobre todo…


sobre todo…. Para qué recordarlo? … y si no te supiera junto a mí… tampoco sé…
tampoco.
Los dos quedan sumidos en su meditación.

JULIA Hay sangre en nuestra dicha.

LINARES En nuestra dicha, esa es la palabra… hay sangre… por qué?

JULIA Por qué?


Pausa. Suena la campanilla del teléfono.

LINARES Va al aparato.
42

Bueno… Linares, sí… Ah! Eres tú, Ruvalcaba?... Mándame… siempre a tus órdenes…
vas a venir?... no, no tengo que salir… sí., con todo gusto…

JULIA Va a venir Ruvalcaba?

LINARES Que le urge hablar conmigo… Noté, o se me figuró, cierta emoción en su voz… él tan
tranquilo!

JULIA Una víctima que se te escapó…

LINARES Quién? Ruvalcaba?

JULIA O su mujer. Faltó en la lista de tus conquistas.

LINARES Escéptico.
¡Oh… de mis conquistas!

JULIA Supongo que ya no.

LINARES Asombrado.
¿Tienes celos?

JULIA Tendiéndole ambas manos sinceramente y apretando las suyas.


¡No!

LINARES En cierto modo, no creas, halagarían mi vanidad tus celos.

JULIA ¡Hombre al fin!

LINARES Resquicios que me quedan del hombre que fui.

JULIA ¿Y hoy? ¿Ya no lo eres?

LINARES Ahora soy… un marido… mejor dicho… ahora soy tu marido… cabal… por dentro y
por fuera… y encantado, vampiresa mía.

JULIA ¿Vampiresa?... ¡Ya no! y menos tu vampiresa. Tu mujer… como tú… cabal… por
dentro y por fuera.

LINARES Nuestra historia, nuestra tal vez edificante historia podría titularse: “El seductor y la
vampiresa”.

JULIA Ese más bien parece título de película.

LINARES Silenciosa…

JULIA Sí… hablada…

LINARES No gustaría.
Pausa.

JULIA Será esa historia lo que tan afanosamente escribes, al grado de no darte cuenta de que
entré en tu despacho?

LINARES Era un pasaje que me abstrajo totalmente… es cierto, al grado de que no me di cuenta
de que habías entrado…

JULIA De “El seductor y la vampiresa”?

LINARES No, nada más del seductor.


43

JULIA Bromeando.
Egoísta!

LINARES Como en secreto.


Mis memorias…

JULIA No envidiarán nada a las de Casanova…

LINARES Búrlate.

Suena el teléfono. Va Linares otra vez al aparato.


Bueno… sí.
Es a ti.

JULIA Cogiendo la bocina.


Bueno… sí… Ah, es usted, Emilia…? No, no voy a salir… la espero… sí… con mucho
gusto.

LINARES La señora Ruvalcaba?

JULIA La misma.

LINARES Hombre!... El marido quiere hablar conmigo, la mujer contigo… desavenencias


conyugales?... Es imposible!

JULIA Tampoco lo creo.

LINARES Es un matrimonio que no puede estar desavenido…

JULIA Ruvalcaba es lo que se dice un alma de Dios…

LINARES Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino… de la tierra…

JULIA Después de todo, Ruvalcaba hizo un gran matrimonio. Por su mujer es el factotum del
Banco de Irlanda.

LINARES MacCormack, gentleman discreto y exquisito, está loco por ella. A ella le debe su
posición… que él naturalmente, atribuye a su inglés y a su talento. En uno de sus viajes
a Londres conoció a MacCormack. No hay negocio en el que no le toque una
considerable comisión. En estos tiempos las influencias se pagan… como dice él con
pintoresca desenvoltura.

JULIA Han hecho su casita.

LINARES Sus casitas… y no de nacimiento; así salte ese banco, a él la explosión no ha de


alcanzarlo.

JULIA Entonces, hay que desechar el descubrimiento de la infidelidad de su consorte.

LINARES Desechada. ¿Por qué nos buscarán entonces?

JULIA La voz de Emilia también me pareció alterada.

LINARES Esperemos. El y el insigne Aldama se disputan el premio de la inocencia.


JULIA El gran Aldama…

LINARES O Aldama el grande.

JULIA ¿Y qué hizo cuando su mujer se le escapó con un oficial chileno?

LINARES Mandar al Ministro de Relaciones la única nota interesante que ha escrito en su carrera.
44

Pausa.

JULIA ¿Y en esas memorias cuentas…?

LINARES La verdad. Que al seductor lo seducen y que la historia desde los tiempos bíblicos no ha
vuelto a hablar de ningún casto José, quien lleva las dos cera de ridículo…

JULIA Y yo no pude seducir a nadie…

LINARES Porque te estaba reservado seducir al seductor de oficio…

JULIA ¿Y lo seduje de verdad? ¿No como las otras?

LINARES ¡Tan de verdad! … hasta darte mi nombre!... este nombre que nunca pensó unirse al de
ninguna mujer nacida… atracción de la complicidad?... Puede ser… los cuadriláteros se
convirtieron en un ángulo.

JULIA No sé qué extraña atracción ejercías tú sobre mí cuando nos quedamos solos… sin los
otros….

LINARES ¿Para qué hablar de ellos?...

JULIA Es verdad, ¿para qué?... y sin embargo…

LINARES Otelo y don Juan…. ¿qué te parece?

JULIA Bonito tema. De las “Memorias de un seductor”?

LINARES Sí…

JULIA Con coquetería.


Puede conocerse…

LINARES “La Comedia”, “El drama”… “La farsa”…

JULIA Y los protagonistas de la farsa?


Entra un criado y anuncia.

CRIADO El señor Ruvalcaba desea hablar con el señor.

LINARES Que pase.


Se va el criado.

JULIA ¿Me voy?...

LINARES Cuando lo juzgues oportuno…


Entra Ruvalcaba.

RUVALCABA Muy buenas tardes, Julia, ¿cómo ha estado usted?


A Linares.
¿No tenías que salir? ¿No soy inoportuno?

LINARES No lo eres nunca y menos si puedo servirte para algo…

RUVALCABA Muchas gracias.

JULIA Y ¿cómo está Emilia?

RUVALCABA Bien, Julia, muchísimas gracias.

JULIA ¡Tanto tiempo sin verla! Desde el baile del Country…


45

RUVALCABA Disimulando por lo que después oirá el público.


Ha estado algo malucha… precisamente… eso es… a la salida de ese baile cogió un
resfriado. Del calor de los salones al frío de la noche, en pleno campo…

JULIA Muy peligroso.

RUVALCABA Hay quien ha sacado de ahí hasta una pulmonía.

LINARES ¡Cómo no!

RUVALCABA El Lic. Jiménez, nada menos, que por poco se muere el año pasado.

JULIA Su buena naturaleza lo salvó.

LINARES Y el doctor Reza, hay que ser justos.

RUVALCABA Sí… pero in su buena naturaleza…

LINARES ¡Ah!... es claro!


Silencio embarazoso. No saben de qué hablar.

RUVALCABA Dicen que viene una compañía de ópera.

LINARES No lo creas. Conformémonos con La Comedia Mexicana…

JULIA Que va muy bien… yo no falto a los estrenos…

RUVALCABA Pues yo nunca he ido. ¿Vale de veras la pena?

JULIA Vaya usted.

RUVALCABA Pues iré… ¿va gente “bien”?... Mi mujer prefiere el cine… Yo creo que el cine hablado
matará el teatro.

LINARES No… deja que el teatro vuelva a ser un espectáculo social, al que se vaya para ser visto,
que deje de irse vestido de cualquier manera… y verás.

RUVALCABA Sí, porque ahora…


Nuevo embarazo.

JULIA Que ya cree prudente retirarse.


¿Ustedes tendrán que hablar a solas?
RUVALCABA No… no…

LINARES Sí, Ruvalcaba desea consultarme algo… ya te llamaremos…

RUVALCABA Oh, lo que es por eso, no tengo prisa… estoy encantado de platicar con Julia.

Entra el criado.

CRIADO La señora Ruvalcaba desea ver a la señora…

JULIA Fingiendo sorpresa.


Emilia! qué agradable sorpresa!

LINARES Tu mujer! Parece que se hubieran puesto ustedes de acuerdo!

RUVALCABA De verdad… parece… no me dijo nada…


Contrariado.
46

JULIA Pues quédense ustedes hablando de lo suyo mientras nosotras hablamos de lo nuestro.
Al criado.
Hágala pasar a mi boudoir, voy ahora mismo. Con permiso Ruvalcaba.
Sale tras el criado.

LINARES Después de una pausa.


Me tienes a tu disposición.

RUVALCABA Ya lo sabía, por eso hablé por teléfono… y te agradezco tanto… tanto…

LINARES Pues qué te sucede? … es algo grave?

RUVALCABA Pues sí, sí es grave, yo creo que sí es grave… tú dirás…

LINARES Di…

RUVALCABA Pues la verdad es que no sé cómo empezar, cómo decirte que… ya delante de ti me da
pena… cuando te llamé por teléfono, al contrario… como tú tienes tanta experiencia en
estas cosas… pues dije: quién puede aconsejarme mejor que él?

LINARES Experiencia? en qué cosas?

RUVALCABA Pues… en estas cosas de mujeres.

LINARES Hola, hola!... mi querido Ruvalcaba… un lío?...

RUVALCABA Pues sí… y no… es un lío, pero no es un lío. Sabes?... más bien es una desgracia que,
por otra parte, a cualquiera le puede suceder, que le ha sucedido a muchos…
Como consolándose.
a muchísimos.

LINARES Pues ya lo creo!... y les seguirá sucediendo.

RUVALCABA Eso digo yo… y les seguirá sucediendo!

LINARES Conque tú también?... el marido modelo! Fíese usted de los maridos modelos! Tú
metido en un lío… ya entiendo!... y te ha descubierto tu mujer?

RUVALCABA No… al contrario!

LINARES Qué dices?

RUVALCABA Eso… que al contrario… he sido yo quien…

LINARES Tu mujer?

RUVALCABA Sí, Linares de mi alma.


Saca su pañuelo y se enjuga las lágrimas.
Compadéceme…

LINARES Increíble!... un matrimonio tan bien avenido!...

RUVALCABA Pues ya lo ves… eh?... qué contrariedad!...

LINARES Realmente… es una contrariedad.

RUVALCABA Una gran contrariedad!... Te lo juro que para nada contaba yo con esto.

LINARES Cómo habías de contar, hombre, no llega a tanto la previsión de nadie!


47

RUVALCABA Cómo va a llegar! Es imposible! De mí sé decirte que me ha cogido completamente


desprevenido. Y como tú tienes tanta práctica…

LINARES Eh! Ninguna hijo mío… afortunadamente… y espero que….

RUVALCABA Sí, es muy difícil que te pase a ti esto… Y Julia y tú están casados…

LINARES Ruvalcaba!

RUVALCABA Bueno… corridos… es lo que quise decir… ya Julia y tú están corridos… eso es!

LINARES Ruvalcaba… si no te conociera…

RUVALCABA Digo que tú que tienes tanta práctica…

LINARES Pero cuál práctica, Ruvalcaba, cuál práctica?

RUVALCABA Has engañado a tantos hombres y a tantas mujeres…

LINARES Desgraciadamente… y no me arrepentiré lo bastante… pero a mí… no me engañó


ninguna mujer.

RUVALCABA Sí, eres de una buena suerte… yo no sé cómo te la has arreglado… por eso vengo a
verte… no sé, pero ya te llegará tu turno, naturalmente.

LINARES Ruvalcaba!

RUVALCABA Pero hombre en qué te ofendo?... no sería justo?

LINARES Más que justo… tal vez… NO crea que me he quedado sin castigo… en la vida nada se
queda sin castigo.

RUVALCABA Pues vaya un castigo!... una mujer bonita, porque todavía está bonita Julia… elegante…
con experiencia… Tal vez mi mujer haya venido a verla, como yo a ti, porque sabrá
darle un buen consejo…

LINARES Mira, déjanos a Julia y a mí en paz, en la paz en que estamos, y dime qué puedo
aconsejarte…

RUVALCABA Qué hago?

LINARES Pues es difícil, no puedo yo saber… así, “a priori”… te aconsejaría yo perdonar…

RUVALCABA No estaría dispuesto, sabes que tengo buen corazón y más con mi mujer… pero ella no
me ha pedido perdón.

LINARES Puede pedírtelo.

RUVALCABA No lo creo… y, entonces… qué?... matar?... figúrate… matar…Ya sé que saldría en


libertad del jurado… como el infeliz de Guillermo, cierto es que lo defendió José María
Lozano.

LINARES Y qué gran defensa, como suya. Es un cerebro de que debe enorgullecerse México… y
mira que se ensañó en mi contra… y con razón…
RUVALCABA La verdad, sí!...

LINARES Gracias… y continúa…

RUVALCABA Matar no, decididamente no… Yo no soy un payo. Arrojarla de la casa? … a dónde
va?...
48

LINARES Pero cómo descubriste? No me has explicado…

RUVALCABA Hombre! para qué?... Comprendes que por mucha confianza que te tenga, es un poco
penoso…

LINARES Y comprende también que sin saberlo no es fácil que nada pueda aconsejarte…

RUVALCABA Es cierto. Pues la sorprendí en un coloquio más que amable y en mi propia casa, en el
domicilio conyugal, muy grave, no?

LINARES Sigue…

RUVALCABA En amable coloquio con Mr. MacCormack.

LINARES El Director del Banco de Irlanda? Tu jefe?... tu…

RUVALCABA Y mi protector… Es demasiada protección, francamente.

LINARES La cosa es grave…

RUVALCABA Verdad?... Eso es lo que me contraría…

LINARES Finamente burlón.


Tienes que dejar el empleo…

RUVALCABA Sí hombre, mi mujer, mi posición, mi tranquilidad, cuanto hay.

LINARES Pues hijo mío, no te queda más que un recurso, el único…

RUVALCABA Cuál?...

LINARES Es muy doloroso aconsejártelo, pero no veo otro…

RUVALCABA Cuál?

LINARES Pegarte un tiro.

RUVALCABA Pegando un salto.


Hombre!

LINARES No veo otra solución decorosa…

RUVALCABA Y no te parece mejor que se lo pegue a Mr. MacCormack?

LINARES Y tu mujer?

RUVALCABA Le dejo la vida como castigo… la perdono.

LINARES Siempre irónico.


Y te perdonará ella la muerte de Mr. MacCormack?

RUVALCABA No había yo pensado… Es una cosa sin solución… desesperante…


LINARES Vete de México.

RUVALCABA A dónde?

LINARES Al extranjero.
49

RUVALCABA A morirme de hambre?

LINARES En el mismo tono que Ruvalcaba antes.


No había yo pensado!

RUVALCABA Abrumado.
Desesperante!...

Entra Julia.

JULIA Dan ustedes su permiso?

LINARES Con la risa en los labios.


Se ha ido Emilia?...

JULIA No, al contrario. Desea hablar con usted, Ruvalcaba y me envía a solicitar su
consentimiento….

RUVALCABA No cree lo que oye.


Mi consentimiento?
Consulta con la vista a Linares.

JULIA Qué le digo?

LINARES Vivamente, para sacar a Ruvalcaba del atolladero.


Que sí, naturalmente… y los dejamos solos. Nos llamarán después…

RUVALCABA Perplejo.
Aquí?

LINARES Aquí… por qué no?

JULIA Emilia está decidida a no volver a su casa sin haber hablado con usted aquí…

LINARES A Julia.
Vamos.

RUVALCABA A Linares.
Qué lástima que no puedas quedarte a acompañarme!

Julia y Linares salen. Entra a poco Emilia en actitud de humildad, los ojos bajos, mustia la
expresión. Una obra maestra de hipocresía femenina. Ruvalcaba no cree en lo que mira.
Emilia llega a la mitad del despacho y espera, en la misma actitud de humildad, que le diga
Ruvalcaba que se siente. Ruvalcaba se crece un poco ante la fingida humildad de su mujer, y
con ridículo imperio exclama:

Siéntate!

EMILIA Cohibida se sienta sin pronunciar palabra.

RUVALCABA Puedes hablar… Explícate…

EMILIA Llorosa.
No vas a creerme.

RUVALCABA Qué?...
EMILIA Soy inocente.

RUVALCABA Quisiera poder creerlo; pero me es imposible…

EMILIA Lo que pasó no es lo que te figuras.


50

RUVALCABA Lo que me figuro!... lo que vi!...

EMILIA Lo que viste no es lo que viste.

RUVALCABA No estaba borracho.

EMILIA Lo que viste no es cierto.

RUVALCABA Pues qué es entonces? No era una visión! Yo nunca veo visiones, aunque lo que vi lo
parecía.

EMILIA Una suposición…

RUVALCABA Una suposición encontrarte… encontrarte… en brazos de MacCormack?

EMILIA No me refiero a eso.

RUVALCABA Pues eso fue lo que vi, con estos ojos que no sé cómo no cegaron…

EMILIA Lo falso es lo que te supones…

RUVALCABA Si no me supongo nada…

EMILIA Que te he faltado, y yo no te he faltado, yo no te he faltado…

RUVALCABA Pues a quién le faltaste? A MacCormack?

EMILIA A ninguno de los dos.

RUVALCABA Emilia!...

EMILIA A ninguno de los dos… esa es la verdad.

RUVALCABA Y cuál es la mentira? Quiere usted decírmelo, señora?

EMILIA No me hables de usted ni me llames “señora”… Es ridículo y yo te hablo en serio. Yo


no te he ofendido…

RUVALCABA Pues si no me explicas tu singular manera de entender los acontecimientos, yo no


entenderé nunca.

EMILIA Flirteaba, hay que entenderlo bien, flirteaba y nada más con MacCormack, que es un
viejo idiota.

RUVALCABA No llames de ese modo a un amigo como él… digo… tienes razón… es un viejo
idiota… por qué es un viejo idiota?...

EMILIA Porque sólo un idiota como él puede pensar que lo prefiero a ti, a un hombre como tú…

RUVALCABA Como yo?...

EMILIA Tan guapo, tan distinguido, tan elegante, tan inteligente…

RUVALCABA Yo!...
EMILIA Tú… no hay otro como tú… me hubiera enamorado de ti como me enamoré si fueras de
otro modo?

RUVALCABA Sí… modestias aparte… no soy de lo peor…


51

EMILIA De lo peor?... de lo que hay muy poco… Con tu talento has hecho de MacCormack lo
que has querido.

RUVALCABA No tanto…

EMILIA Qué fuera del Banco de Irlanda sin tus inteligentes consejos?

RUVALCABA Sí… los que le he dado no han sido malos…

EMILIA Tú sabes a quién debe prestársele dinero… cuáles son las buenas firmas…

RUVALCABA Figúrate!

EMILIA Sin ti ese banco habría quebrado…

RUVALCABA Y nosotros también…

EMILIA Nada más justo que los favorecidos por el banco te paguen el favor. Las buenas
influencias tienen que costar caro…

RUVALCABA Y quien no pasa por mi oficina se queda sin préstamo…

EMILIA Y a qué se debe eso?

RUVALCABA Pues soy tan modesto que hasta hoy que me lo explicas me oy cuenta que a mí…

EMILIA Ya lo ves… Eso era lo que me decía MacCormack.

RUVALCABA Pues vaya una manera de decírtelo…

EMILIA Tonto, más que tonto!... Tú has tratado a muy pocas mujeres…

RUVALCABA A muy pocas, confieso que no ha sido mi fuerte.

EMILIA Al contrario, esa fuerza tuya fue la que me atrajo a ti…

RUVALCABA Gracias!... pero sigo sin entender.

EMILIA Has tratado a muy pocas mujeres… y no sabes que toda buena esposa debe ayudar a su
marido…

RUVALCABA Pero no de ese modo…

EMILIA No hay otro… flirtear, flirtear… halagar vanidades masculinas y poder exclamar
parodiando una frase célebre: “todo se ha ganado, hasta el honor”… Hay que vivir…

RUVALCABA La verdad es que…

EMILIA Déjame concluir: hay que vivir en su tiempo… No era nada grave… nada… lo que
MacCormack se permitía, o mejor dicho, lo que yo permitía a MacCormack, que tuviera
echado un brazo sobre mis hombros diciéndome unas tonterías que me hacían reír... te
las podría repetir… simplezas…

RUVALCABA Mejor no.

EMILIA Te digo que simplezas; que qué linda era yo… que lo traía yo loco… loquito… las
niñerías de todos los hombres junto a una mujer que les gusta…

RUVALCABA Pero tú le sonreías, parecías encantada de oír esas que tan graciosamente llamas
niñerías…
52

EMILIA No son otra cosa… niñerías… Lo malo…

RUVALCABA Lo malo qué?

EMILIA Lo malo fue tu intempestiva entrada, no es correcto entrar sin pedir permiso antes… y
además es torpe… Esas sonrisas mías tenían un objeto… al sonreírle a él, sólo te tenía
yo a ti en el pensamiento….

RUVALCABA Emilia!

EMILIA A ti… Iba a prometerme ya nombrarte vice-presidente del Banco… cinco minutos más
que hubieras tardado y la cosa estaba hecha… te convences ahora de lo que te quiero?...
Ya quisieran muchos maridos…

RUVALCABA Es una manera rara de querer, pero lo dices con tal sinceridad…

EMILIA Pensar que yo… que yo… soy quien debiera enojarse de veras para siempre!

RUVALCABA No… no… mi “chiquitita”…

EMILIA Mi “canarito”… creerme capaz de una traición… él… él… mi maridito bueno…

RUVALCABA Ya ves… el corazón me lo decía… que era imposible… que tú… tan honesta….

EMILIA Ahora… si te disgusta…

RUVALCABA Pues no me gusta mucho… tengo fe en ti… pero siempre, jugar con fuego… es
peligroso…

EMILIA Con fuego? … Fuego ese irlandés apolillado que se conserva en whiskey?.. Fuego tú!...
y quémame hasta levantarme ámpula…
Se pega a Ruvalcaba.

RUVALCABA Acariciándola entre sus brazos.


Mi “chiquitita”… Qué ideas tan horrorosas me has borrado de la imaginación! … Ya
tengo otra cabeza!...

EMILIA Verdad?

RUVALCABA Eso es… dejaré el banco… hoy mismo pongo mi renuncia…

EMILIA Lo que tú quieras!...

RUVALCABA No te parece?...

EMILIA Sí… lo que tú quieras….

RUVALCABA Haremos un viajecito… te llevaré a conocer otras tierras… La verdad es que puedo
retirarme ya de los negocios….

EMILIA Lo que tú quieras….

RUVALCABA Sabes lo que estoy pensando?...

EMILIA Qué?...

RUVALCABA En que hemos cometido una gran tontería…

EMILIA Cuál?
53

RUVALCABA La de enterar a Julia y a Linares de lo que no tenían ninguna necesidad de saber…

EMILIA Yo estaba desesperada… temía que en un arrebato de celos fueras a cometer conmigo
una atrocidad como tu amigo Guillermo, el de Taxco…

RUVALCABA Ah, no… matarte a ti… mi chiquitita?

EMILIA Eres tan quisquilloso en cuestiones de honor…

RUVALCABA Pero me has explicado… y te quiero tanto!

EMILIA Busqué el consuelo de una mujer de mundo…

RUVALCABA Y qué te aconsejó?...

EMILIA Lo que hice… confesar la verdad… Vio la sinceridad de mi angustia, la verdad de mi


tortura…

RUVALCABA Lo mismo me pasó a mí, busqué el consejo de un hombre de experiencia y de un viejo


amigo…

EMILIA Y qué te aconsejó?...

RUVALCABA Que me pegara un tiro!

EMILIA Vaya un consejo y vaya un amigo!... Decididamente las mujeres aconsejamos mejor…
Sin el de Julia… quién sabe!…

Pausa

RUVALCABA Vamos a olvidar esto a Europa… Veremos a Rosario y a Leonardo…

EMILIA En dónde viven?

RUVALCABA En los ferrocarriles, en los vapores y en los dirigibles… Tienen ya una gran práctica en
los viajes y nos podrán servir de mucho… Cuándo quieres que nos vayamos?

EMILIA No podrá ser muy pronto…

RUVALCABA Por qué?

EMILIA Era una sorpresa que te tenía guardada… y uno de mis tormentos de hace una hora…

RUVALCABA Una sorpresa?... un tormento?...

EMILIA Un tormento? Ya no!... ahora una alegría, una gran alegría…

RUVALCABA Una gran alegría?... No atino!... qué?...

EMILIA Ruborosa.
Pues que…

RUVALCABA Ansioso.
Qué?...

EMILIA Bajos los ojos, púdica.


Que viene de París… un…

RUVALCABA Brincando de júbilo.


No!... no!... un…?
54

EMILIA Muy por lo bajo y mirándole en los ojos, como una esposa sin mancilla.
Sí!...

RUVALCABA Mirándola.
Mi chiquitita!...

EMILIA Mirándolo.
Mi canarito!...

RUVALCABA Con grotesca expresión de ventura.


El colmo de mi buena suerte!
Yendo a la puerta para llamar a gritos a Julia y a Linares.
Linaritos! Julia!

EMILIA Pero qué vas a hacer?

RUVALCABA A proclamar mi dicha!...


Julia y Linares entran precipitadamente.

JULIA
Qué pasa?

LINARES Qué es?

RUVALCABA ¡Ay, Linares de mi alma!...


Abrazándolo y casi besándolo.

LINARES En voz baja.


La perdonaste?

RUVALCABA No tenía yo de qué perdonarla… Era inocente…

LINARES Pues… entonces…?

RUVALCABA Majaderías mías!... Celos ridículos!...

LINARES De manera que…?

RUVALCABA Todo me lo ha explicado. Me figuré lo que no era. Para Emilia soy el único hombre que
hay sobre la tierra. Qué esposa, amigo mío, qué esposa!...

JULIA Que ha estado hablando en voz baja con Emilia y riéndose las dos del columbino candor de
Ruvalcaba.
Mis felicitaciones, Ruvalcaba…

EMILIA A Julia y a Linares.


Perdonen los dos la mutua impertinencia de este matrimonio a punto de desavenirse.

JULIA Una nube de verano…

LINARES Ni una tolvanera… un remolino… un insignificante remolino…

RUVALCABA Para mí fue “una tempestad bajo un cráneo”, como el célebre capítulo de Víctor Hugo…
pasó…. pasó…
Respira con gran fuerza.
pasó… y ahora… queridos amigos, sucede a la tempestad la más grande de las alegrías.
A ustedes, antes que a nadie, corresponde conocer mi ventura, la dicha que me agobia y
a la vez me transporta al cielo… Voy a tener un hijo!

JULIA Y LINARES Cómo!


55

RUVALCABA Sí, voy a tener un hijo… mi mujer me hace padre. Acaba de anunciármelo…

JULIA Y LINARES Sí…?

RUVALCABA Sí… Figúrense ustedes en qué momento iba a sobrevenir la espantosa tragedia.

JULIA Y LINARES Qué horror!


Los abrazan.
Que sea para bien…

RUVALCABA Emilia, crees que haya otras personas más indicadas para padrinos de bautizo que estos
dos grandes amigos nuestros, Julia y Linares?...

EMILIA Lo estaba yo pensando.

RUVALCABA Aceptan ustedes?

EMILIA Aceptan ustedes?

JULIA Y LINARES Encantados…!

RUVALCABA Ya festejaremos esto dignamente… y ahora nos marchamos por donde vinimos,
pidiéndoles perdón por tanta impertinencia…

JULIA Nunca!

LINARES Hombre!

RUVALCABA A Emilia
Vámonos, hija?

EMILIA Esposa obediente.


Cuando tú lo dispongas.
A Julia.
Adiós!...

TELÓN

FIN DE “LA FARSA”

FIN DE LA OBRA

You might also like